Estaba colocando su ropa de la debida forma sobre su cuerpo mientras le daba la espalda a Kurogane. Ambos aun estaban sentados en el suelo. Quería terminar e irse de ese maldito lugar por eso se desesperaba con los botones de la camisa.
¡Oye! Yo no te envié ese sedal—le dijo de pronto Kuro y Fye sorprendido volteó.
Pero tú y yo somos los únicos que…--dijo el ojos azules.
¡Te equivocas! Tú y yo no fuimos los únicos allí—le recordó Fuko y entonces los ojos del rubio se agrandaron con estupor.
¿Te refieres…?—preguntó sorprendido DeFluorite y el otro asintió mientras Fye recordaba a los hombres que Kuro golpeara casi hasta la muerte.
Ellos no han aparecido desde entonces. Imagino que se están escondiendo aunque nunca esperé que hicieran eso—le dijo el pelinegro con la camisa abierta y el pecho al descubierto.
La visión de Fye se fue allí inconscientemente y luego apartó sus ojos mientras el ojos rojos sonreía de lado.
Ya no puedes ocultarlo. ¿Ah?—le preguntó después de agarrar el brazo del rubio y halarlo. La mano del ojos azules se apoyó inconscientemente en el pecho descubierto del pelinegro mientras la otra permanecía atrapada—Ya no hay más espejismos. Me deseas tanto como yo te deseo—dijo Fuko con la boca a centímetros de la suya.
No es cie…--la voz de Fye se desvaneció en cuanto el deseo comenzó a acumularse. Tragó en seco y el ojirojo sonrió ganadoramente.
Me lo demostrarte al ocultarle todo a tu clan. ¿Acaso pensaste que se me escaparía tal detalle? Si ese día hubieras entrado en la propiedad estaría muerto. Pero elegiste protegerme. ¿Cómo puedes creer que soy tan ciego de no verlo?—dijo el ojos rojos.
Era agradecimiento—dijo el confundido Fye pues su cuerpo aún se estremecía al tenerlo tan cerca.
¿Agradecimiento?—preguntó con sonrisa ganadora Kurogane como dudando de su respuesta.
Sí, te lo debía. Ese día tú…--pero sus palabras murieron con el contacto del índice de Kuro en sus labios.
¿No puedes entender que no vas a engañarme? Tiemblas y no es de frío—afirmó el pelinegro—Acabamos de hacerlo y sin embargo—
La mención de lo sucedido trajo a la mente del ojos azules los sonidos y sensaciones durante aquello, su corazón palpitó más mientras su mente se nublaba. Los labios se vieron capturados por los del otro, su cuerpo atraído por sus brazos, una mano grande arrebató la ropa de uno de sus hombros y unos dientes gruesos marcaron su piel fina.
Por favor…--la mente de DeFluorite se enturbió nuevamente por el deseo.
¿Tú? ¿Diciendo por favor?—preguntó el gozoso pelinegro--¿Así que esto era lo que se necesitaba? No pierdes tu orgullo porque se te impongan, lo pierdes cuando pierdes la cabeza por alguien—le dijo el ojos rojos.
Fye estaba en problemas, no quería admitir su deseo pero este se imponía a su voluntad y bajaba sus defensas. Kuro lo recostó en el piso, poniéndose en parte encima para besar sus labios mientras el excitado rubio gemía sin control entre sus brazos.
Hubiera sido una segunda vez ese día de no ser porque sonó el celular del rubio. Ese sonido alarmante activó la parte lógica de este y dio un empellón al pelinegro que sorprendido trastabilló lo suficiente para que el otro fuera a por el aparato escapando de su cercanía.
(Veo que sigue disfrutando los placeres de la vida, señor DeFluorite) dijo la voz al otro lado de la línea (Díganos… ¿Le gustó su regalo de cumpleaños? Al menos fue una excusa para visitar a su arrojado galán)
Ustedes…--dijo con rabia contenida el ojos azules. Por la forma en que se crispó y el tono de su voz Kurogane supo de quienes se trataba.
(Sabemos que no le dijo nada a su familia. ¡Diga! ¿Qué pensarán ellos de su linda relación con el jefe mafioso de los “Ojos rojos”? Se enojarán y más después de ver cómo ha llegado a un acuerdo con ellos pese a sus anteriores… diferencias. Por más que sea el jefe, que se encame con un jefe rival va a enojarlos. ¿No?) preguntó la voz como riendo.
¿Qué es lo que quieren?—preguntó el rubio enojado.
(El jefe casi nos mata después de todo lo que nos hemos roto el culo por él y todo por aprovecharnos de su regalito) dijo el otro ahora airado (Pero ahora ustedes harán todo lo que les digamos o van a tener a sus propios clanes en contra)