Cuando llegó a una firma conocida por él, todo su cuerpo se tensó más de lo que estaba. Miró enojado a la compañía sentada en la ventana. El Kyuubi apostado en ella se la devolvió sin malicia.
Naruto ensombreció aún más su mirada y arrugó el pergamino en sus manos. La respiración se volvió más rápida y miró otra vez al nueve colas exigiéndole una explicación. Aunque ya la había leído.
— …¿TERMINASTE?
Jamás imaginó que su inusual compañero lo abandonara, lo tenía casi arraigado como su propia piel pese a que últimamente no se hablaban, pero lo que lo tenía así no era eso.
— ¡No lo entiendo! ¡¿Por qué no me lo dijeron antes?!—Naruto estaba que empezaba a hervir.
Su cerebro no procesaba, o no quería procesar lo que leyó hace unos momentos. Estaba consciente de que debía mostrarles a todos su nueva vida y en ella estaba si o si implicado la presencia de Sasuke.
El amarlo en secreto y tenerlo a su lado usando el concepto de amistad era la gran idea que desde anoche le permitió conciliar el sueño.
—HABRÍA SIDO LO MISMO.—habló tan tranquilo meciendo las colas que hizo irritar más al rubio.
— ¡Aquí dice que será un viaje sin retorno A ELECCIÓN!—Le mostró el pergamino que acababa de leer, sacudiéndolo de un lado a otro. Sí, no lo aceptaba, no aceptaba la separación y menos lo último. Se levantó veloz de su asiento.
— ¡NO ES JUSTO-TTEBAYOO!
El zorro lo miraba fijamente y los segundos pasaban. Movió sus orejas con desdén.
—ES UNA MARAVILLA QUE EL DESPACHO SEA ANTI-SONIDO, TUS GRITOS ME ESTÁN DEJANDO SORDO. POBRES DE TUS SUBORDINADOS, ERES PEOR QUE LA VIEJA TSUNADE.
—¡¡KYUUBIII!! —Tenía unas ganas horribles de arrancarle las colas al zorro, era algo terrible para él ya que todo lo planeado se derrumbaría y el nueves colas sólo atinaba a burlarse de la actual situación.
El Bijuu lo taladró con la miraba, eso lo puso más que molesto.
— ¡Él NO...!—No sabía como explicarle la verdad al bijuu, en realidad a nadie, se tiró el cabello con una de sus manos, era algo que debía esconder para siempre, entonces cambió la pregunta.
—¡¿Por qué?!¡¿NO SOY SUFICIENTE?!—Tal vez podía entender el punto del nueve colas….su libertad…
…¿No era que estaba satisfecho en ser mi compañero?...
—ESTÁ DECIDIDO.
Las palabras entraban como alfileres a sus oídos.
—….No…no quiero que se vaya otra vez…—susurró dejando caer sus brazos a los lados de su cuerpo, incluso se curvó un poco.
Todos sus planes de estar juntos compartiendo el despacho se caían a pedazos.
Otra vez.
¿Qué hizo mal?
Anoche bajo el cielo oscuro se prometió arrastrar su mentira todo lo que viviera, era lo único bueno que le quedaba de su anterior vida.
…Mentir…
…Mentir…
Pestañeó al darse cuenta de su comportamiento....¿Desde cuándo me volví así?...— ¡Yo!...— Alzó su cabeza, no se dejaría convencer tan fácilmente.
—¡Yo creí…!
Kyuubi de un salto bajó de la ventana y se irguió serio frente a Naruto a centímetros de su cara con una gélida mirada, el rubio se quedó tieso.
— ESTA ALDEA SIEMPRE HA ESTADO TRAS MI PODER Y PARA SUS ASQUEROSOS PROPÓSITOS, Y CREEN QUE PORQUE TÚ ERES MI PORTADOR ME CONTROLARAN Y ESTARÁN A SALVO; Y AUNQUE SEAS EL REY DE MUNDO, NUNCA EN TODA TU JODIDA VIDA TE PODRÁS LIBRAR DE ELLOS, SIEMPRE HABRÁ ALGUIEN ASECHÁNDOTE, INTENTÁNDOTE CONTROLAR, RECUERDA EL ASUNTO DE LA RAIZ Y NI HABLAR DE MADARA, ENTIENDE QUE MI PRESENCIA AQUÍ SIEMPRE CAUSARÁ DESASTRES TARDE O TEMPRANO, LA ROTURA DEL SELLO ES DEFINITIVA Y NO HAY NADA QUE TÚ PUEDAS HACER. SÓLO QUIERO MI LIBERTAD, Y PARA ESO TE ESTOY AVISANDO, NO TE LO ESTOY PIDIENDO. ELLOS ESTÁN DE ACUERDO, PUEDES VER SUS FIRMAS.
—No… me dijo nada…—volvió a susurrar.El bijuu igual lo oyó.
—NO ERA NECESARIO QUE TÚ LO SUPIERAS HASTA AHORA. ADEMÁS ESTO LO NECESITA Y YO LO NECESITO A ÉL —Naruto miró de mala manera al bijuu.. ¿Él lo necesita?, ¿Y yo?...Que lo quiero a mi lado, ¿Qué?...
No, nadie se lo quitaría de su lado.
Levantó la barbilla y miró retadoramente al bijuu.
—Hay otros que pueden encargarse de…
— ÉL ES EL MEJOR DE TODOS Y NECESARIO PARA MIS PROPÓSITOS. AQUÍ HAY BUENOS NINJAS PERO TAMBIÉN ANBUS CON LA PEOR DE LAS REPUTACIONES QUE ESCUDÁNDOSE DE “OBEDECER ÓRDENES” SIGUEN IMPUNES DE CRÍMENES QUE QUIZÁS TÚ NUNCA SEPAS, Y ÉL POR SEGUIR SU CORAZÓN SE GANÓ FÁCILMENTE EL TÍTULO DE TRAIDOR, OPINIÓN MUY INFANTIL DE ESTA ALDEA, Y TÚ…— unas de sus garras se solidificó y golpeó su pecho, con gesto burlón dijo:
—POR MÁS HÉROE QUE SEAS NO PODRÁS HACERLES VER ESO.
—¡Pero…!
— ¿SABES DE LAS OPINIONES DE LOS ALDEANOS RESPECTO DE QUE EL ÚLTIMO DE LOS UCHIHAS ANDE PASEÁNDOSE LIBREMENTE POR EL PUEBLO? LO QUE OÍ NO FUERON PRECISAMENTE ALABANZAS O FELICITACIONES POR SER EL OTRO HÉROE DE LA GUERRA. CUANDO LA MISIÓN HAYA ACABADO, QUIZÁS VUELVA. PERO ESA ES SU DECISIÓN, Y TÚ, AL TOMAR POSESION DE TU TÍTULO ACEPTASTE RESPETAR LAS ÚLTIMAS ÓRDENES DEL HOKAGE SALIENTE.
El séptimo se sentó comprendiendo el último movimiento del sexto y apoyó los codos en el escritorio lleno de papeles,…así que me atas por mi ascenso…bien hecho sensei…pensó irónico, miró hacia ningún lugar en particular, estaba atado de pies y manos, frunció sus doradas cejas y de un manotazo tiró la sin estrenar pila de escritos a firmar. Se encorvó en su asiento y dio un largo suspiro observando al suelo.
Jugaría su mejor y única carta.
—Yo, El séptimo Hokage, los protegeré, no es necesario que se marchen.
— ¿TODA TU VIDA? JA.
El rubio lo miró con reproche, bajó la vista al piso y cuando iba a contestar, Kyuubi se le adelantó:
—MOCOSO, YA NO ERES SOLO UN NINJA, ESTÁS CASADO Y TUS RESPONSABILIDADES HAN CAMBIADO, ENTIENDE QUE NO TODO EN LA VIDA ES COMO TÚ QUIERES, NO SEAS CAPRICHOSO. ESTOY SEGURO QUE LO ENTENDERÁS MÁS ADELANTE Y CRÉEME: ESTARÁS MUY FELIZ DE TU DECISIÓN Y DE LA QUE CADA UNO TOMÓ, PORQUE TODOS SERÁN FELICES A SU MANERA.
—… —Naruto miró extrañado la manera en que sonrió el zorro luego de las últimas palabras… Pero no lo entiendes…
Estar juntos era su último consuelo y también se lo estaban arrebatando.
Otra vez.
No aceptaba separarse de Sasuke.
Contempló el piso de su despacho, reordenando sus ideas.
…¿Desde cuándo se armó todo esto-ttebayo?...
…Y en mi cara…Cerró sus manos en puños.
Kyuubi había decidido irse escondiéndose como un ladrón, pero eso no lo molestaba, en verdad casi se puso feliz por su compañero por el anuncio de que sería liberado, aunque al principio le aturdió, el demonio de nueve colas volvería a la naturaleza.
Nadie más osaría intentar encerrarlo.
…¿Por qué tiene que suceder esto?...
Sasuke decidió irse de la aldea.
…¿No estaba bien cómo estaba?...
Se llevó su mano vendada al pecho, una angustia lo llenó al recordar la desesperación cuando lo persiguió por los bosques siendo un niño.
Sentía lo mismo. Otra vez.
—Traidor…resopló y se pasó la mano por el dorado cabello intentando calmarse. El Kyuubi entrecerró sus ojos expectantes a sus movimientos. Sólo unos segundos bastaron para que el silencio fuera roto.
Irguió la espalda en su asiento y gritó:
— ¡Estoy FURIOSO!— y le aventó el rollo, pero éste pasó de largo por el velludo pecho del zorro y golpeó el vidrio, el bijuu no apartó la vista a su reacción, Naruto se levantó de un salto de su asiento y comenzó a dar vueltas por el despacho jalándose sus cortos cabellos, desordenándolos aún más.
…¡Mentiroso!…
— ¡Que me lo diga de frente, necesito saber que lo que va a hacer es por su propia voluntad!— y se dispuso a marcharse con el rostro enrojecido cuando Kyuubi se interpuso en su camino y le dijo:
— ¡ERES REALMENTE UN JODIDO CABEZOTA! ESPERA A QUE SE TE PASE LA RABIETA ¡ERES EL HOKAGE, COMPÓRTATE COMO TAL!
Sasuke con sus piernas flexionadas y rodeándolas con sus brazos se encontraba sentado en el borde del pequeño muelle a orillas del lago mirando el amanecer, la capa había caído hace tiempo de sus hombros y reposaba en la madera, las últimas y diminutas luciérnagas se acercaban a él y algunas se apoyaban en sus hombros, aunque el pelinegro no los notaba ya que estaba perdido en contemplar el cambio de colores en el lago. Así lo encontró Naruto luego de buscarlo en su casa y de preguntar a algunos conocidos que aun paseaban por las calles semivacías debido a la fiesta, pero al no obtener respuestas, utilizó su modo sabio para rastrearlo.
Mientras le buscaba, ideas asaltaron su mente,… ¿Kyuubi lo había elegido a el para acompañarlo en ese viaje, o él se había ofrecido?,… ¿desde cuándo se armó todo ese complot de silencio con título de libertad?,… si bien el ocultárselo lo enojaba, lo enfurecía más que todo ese tiempo… Sasuke estuvo riéndose en mi cara, reuniéndose y tramando a mis espaldas con…
…maldito…ya averiguaría más.
No aceptaba separarse, le dolía la mentira.
…¿Desde cuando?.. Se mordió los labios resecos…quería irse y no me lo dijo…
…Mentiroso…
Se acercó sigiloso y con una única idea. Aunque sus pasos eran silenciosos, el Uchiha percibió el aura irritada del rubio que caminaba hacia él, se levantó a encararlo arrastrando la capa en su mano.
—Supongo que ya estas enterado de la última orden de Kakashi.—Naruto cerró los puños al ver el rostro tranquilo del azabache, pero lentamente lo desvió hacia la ropa que traía, pudo ver el que lucía un traje gris, la camisa azul y un chaleco blanco que rompía la monotonía, un atuendo similar a una de las últimas películas de su querida actriz, y le daba un aspecto aún más elegante a su persona, supo entonces viéndolo que el Uchiha había recorrido gran parte del mundo, pues sabía que ese tipo de ropas no se encontraban en esa región, pestañeo y salió de su mutismo, en ese momento no estaba para contemplar la etérea escultura, a grandes zancadas se le aproximó y tomándolo del cuello de la camisa lo obligó a acercar la cara .
—No voy a dejar que te vayas—masculló, ambos se miraron enojados, uno por la decepción de que le hayan ocultado algo tan importante y el otro porque quería estar solo en ese momento.
—Ja, cuéntate otra dobe.—Le tomó del brazo para quitárselo pero el rubio afianzó su agarre y lo atrajo hasta estar casi tocándose las narices.
—Lo hicieron a mis espaldas. — Sasuke se tensó, si, todo fue a sus espaldas pero con la mejor de las intenciones. Bajó la vista hasta su brazo nuevo, a la mano enguantada que sujetaba la capa y recordó ese día.
Sasuke despertó en la habitación del hospital, aun recostado, giró su cabeza y vio en otra camilla a un Naruto dormido, eso lo extraño ya que el rubio no debería estar allí. Su mano derecha acarició a su nuevo brazo cubierto de vendas, la levantó para verla un poco, no sentía dolor por la operación, apretó y abrió su mano, luego movió cada uno de los dedos y suspiró, no había diferencia, era como que se lo hubieran reimplantado de nuevo, incluso el color de la piel era el mismo, se sentó con un poco de dificultad y vio que la puerta se abría dejando entrar a Kakashi y a Tsunade con caras de pocos amigos.
—Sasuke, tenemos que hablar de algo muy importante.
— ¿Por qué esta el dobe aquí?
—Ese niño se ofreció a donar sangre para tu operación— dijo la sannin sin inmutarse. Sasuke frunció las cejas, que él supiera no era necesaria tal acción.
—…
—Ambos Kages se miraron, y Sasuke notó que estaban como retándose a ver quién hablaría primero con la mirada, pasaron varios segundos, comenzaba a impacientarse hasta que el peligris volvió a hablar.
—Es sobre el Kyuubi y Naruto…
— ¿Qué pasa con ellos?—Su mirada disimulada pero llena de preocupación hacia el rubio que dormía a unos pasos de él no pasó desapercibida al sexto Hokage.
—Kyuubi ha sido liberado de su sello, pero duerme dentro de Naruto, sin embargo el nueve colas desea irse de la aldea.
— ¿Y que con eso?—No le importaba lo que ese zorro hiciera, Tsunade tomo la palabra:
—Él ha hablado con Kakashi, que me lo comunicó a mí, y creo que tiene mucha razón en eso, la gente de la aldea acepta a Naruto por lo que hizo en la guerra pero aún tienen recelos de lo que esconde en su interior.
—No den tantas vueltas.—rodó su visible ojo negro. Kakashi suspiró:
—Bien, seré sincero, el hecho es que como estaba agotado por la pelea, el bijuu prometió que descansará un tiempo, me solicitó que hiciera un sello falso pero que sea transferible, para que llegado el día y se marche no levante sospechas y lo haga dentro de otro contenedor ya que su chakra es muy grande y solo gracias a un humano que lo acepte podrá ocultarlo de los shinobis el día que se aleje de aquí, aunque eso es solo apariencias ya que podría invadir cualquier cuerpo que considere compatible…— Sasuke comprendió a que querían llegar con la explicación.
—Y quieren que ese contenedor sea… ¿yo?—Le daba una vaga idea del pedido del Kyuubi, sin duda después de Naruto él sería una excelente segunda opción ya sea para formar una alianza o en este caso un compañero.
Ambos Kages se miraron sorprendidos de la actitud calmada del azabache.
—Me imagino que no quieren que esto se dé a conocer y menos que el dobe lo sepa ¿O me equivoco?
—Los consejeros no deben enterarse, al menos no hasta que estén muy lejos o se haya perdido el rastro, el problema será Naruto. —dijo la sannin, Sasuke cerró los ojos y se imaginó el torbellino que se les vendría si Naruto se enterara, pero por otro lado, sentía que era lo correcto en parte.
—Pero no le dirán toda la verdad…
Lamentablemente para Sasuke eso era algo que le dolía, ocultar lo que sentía por Naruto y ahora esto, ¿cuánto más tendría que esconder la cabeza y seguir fingiendo que todo estaba bien? Apretó las sabanas enojado consigo mismo.
Los kages no lo notaron, se miraron serios entre ellos.
—Sí, no es necesario que lo sepa, …aun… ¿Entonces aceptas?—Preguntó seria Tsunade, pero se notaba a leguas que se moría de ganas de saltar por una respuesta afirmativa, ya que sería un paso más hacia el cumplimiento del sueño del rubio a quien estimaba demasiado.
Kakashi se dirigió hacia la ventana que estaba cerca de Naruto y sin mirar a los oyentes dijo:
—La verdad, todo esto parece muy lindo, hasta casi perfecto, pero por alguna razón algo no me cuadra, sin embargo no veo peligro por el momento.
Sasuke meditó las palabras de su exsensei, en verdad todo parecía muy a gusto para todos, Naruto podría cumplir su sueño, aunque ya casi tenia a la mayoría de los aldeanos a sus pies, el zorro se marcharía y dejaría la aldea en paz y él tendría un buen motivo para dejar esta corrompida aldea y también olvidar que alguna vez sintió algo por ese tonto.
Ya no se andaría con vueltas.
Porque lo comprobó cuando volvió.
Naruto ya no le prestaba atención.
—Acepto, pero con lo misma condición que pedí, total reserva hacia mi estado.
Tsunade y Kakashi asintieron solemnes.
—Bien Sasuke, te acompañaré en este viaje.—el aludido se sorprendió de las palabras de su exsensei, Tsunade le miró sin comprender.
—Hatake, eres el actual Hokage de la aldea no puedes…
—Será cuando Naruto tome el puesto, y le obligaré a que cumpla mi última voluntad, ahí es donde sabrá sobre la partida del Kyuubi, y eso lo pondrá a prueba para que valore sobre las decisiones que tomará, como manda la tradición, ¿no, Tsunade?Además, después de eso no tendré nada que hacer—La rubia lo miró asombrada y sonrió nerviosamente. Se notó que ella se olvidó por completo de ese pequeño y “caprichoso” ultimátum. El peligris siguió con su discurso.
—Me aseguraré de que todo vaya bien, estaré junto a Sasuke hasta que todo acabe y permitiré que nos acompañen algunos shinobis de confianza, luego nos separaremos y ellos volverán con el informe. Así ya no sabrán nuestra ubicación.
—Kakashi, acaso tú…—Dijo sorprendida Tsunade.
Sasuke meditaba las palabras de su exsensei, un gran cambio se avecinaba con su partida pero las dudas de quienes lo rodearían se hacía eco en su cabeza, solo podía confiar en su grupo, quizás un poco en el Nara por ser serio y dedicado en su trabajo aunque no se llevasen de maravilla ni ahora ni en el pasado, Sakura, la cual fue una excelente confidente en este último tiempo y Kakashi, por ser su mentor y por ser unos de los que abogó a su favor ante los altos mandos antes de su viaje de redención, sin contar que estaba enterado de su enfermedad.
—Entonces el hecho de que Naruto esté inconsciente a mi lado significa que ya intuían mi respuesta ¿no?— El peligris y la rubia miraron avergonzados hacia lugares mejores que el rostro serio del pelinegro, este suspiró y se tomó las manos, se acarició su prótesis con delicadeza.
— ¿Cuánto tardará?…la… transferencia.
—Ya, con tu consentimiento lo haré ahora mismo, será una primera aproximación al chakra del Kyuubi—Sasuke asintió algo inseguro. Kakashi se acercó y acarició el cabello negro del azabache, este lo vio impresionado por ese acto, el peligris se encogió de hombros pero mantenía su único ojo feliz.
—Todo saldrá bien, confía en mí, la técnica será un poquitín similar como la vez que encerré el sello de Orochimaru.—El Hokage luego se giró y miró a la rubia.
—Tsunade, ya sabes que hacer.—La sannin salió de su trance al ver ese acto tan tierno del sexto Hokage a su exalumno, de seguro era el mismo sentimiento de ella para con Naruto, formó los sellos con sus manos, pronto todo el aire en la habitación se tornó espeso, el jutsu era para ocultar los cambios de chakra en el lugar. Kakashi le indicó al pelinegro que se recostara nuevamente. Luego acercó las camas y posicionándose entre ellas levantó las mantas de ambos, descorrió un poco las ropas y dibujo con tinta especial y un pincel que extrajo de sus ropas unos escritos en el estómago del pelinegro. Luego posicionó sus palmas sobre ambos cuerpos.
—Relájate Sasuke, cuando comience dejaré pasar un poco del chakra del Kyuubi a tu cuerpo, mantén la respiración, esto es solo para dejar una huella, un camino para ayudar a que el Kyuubi te pueda “encontrar”, además de que te familiarices con su poder.
Sasuke cerró los ojos. Respiró profundo y exhaló. Kakashi emitió un pequeño sonido junto con sellos manuales y las letras comenzaron a moverse formando un remolino que desaparecían debajo de sus manos, un pequeño hilo naranja se desprendió del estómago de Naruto y se dirigió al del azabache, sintió que su cuerpo se llenaba de sensaciones conocidas y bastantes pesadas, ira, dolor, amargura, tristeza, más sentimientos negativos poblaron su mente, pero su dolorosa experiencia le ayudó a soportar la intromisión de la carga. En instantes se sintió desbordante de una extraña energía que se acumuló en su estómago y se expandió por todo su cuerpo, fue tanta que apretó las sabanas y comenzó a retorcerse en la camilla, se mordió el labio inferior para no gritar y una atenta Tsunade le sujetó de los hombros para inmovilizarlo, en su estómago comenzó a formarse un sello circular similar al que tenía Naruto para luego desaparecer al completarse.
Respiraba entrecortado y algo exhausto, la fuerza que lo rodeó fue como caer en agua helada, pero rápidamente se desvaneció.
—Eeeh, soy bueno ¿a qué si?—dijo con el ojo alegre el peligris.Tsunade suspiró alejando la tensión y volvió a formar los sellos rompiendo el jutsu, luego se acercó a Sasuke para revisarle.
—No creo que afecte en nada tu estado anterior, solo fue un marcador—Dijo segura. El azabache hizo una mueca de desagrado. Kakashi suspiró y miró a ambos.
—Naruto no debe saber nada hasta ese dia.—Tanto la quinta Hokage como el ex-renegado asintieron, dando comienzo al pacto de silencio.
Cuatro meses han pasado desde aquella vez y las primeras veces sintió ese cosquilleo en su estómago que sin duda era el marcador que le impuso su sensei, pero con el tiempo desapareció, ese jutsu no interfirió en ningún momento con su estado, pero no sabía qué tipo de consecuencias tendría en el dia de la transferencia completa.
— ¡Suéltame, Naruto!—Ambos forcejeaban, uno tratando de apartarse y el otro queriendo retenerlo.
—Dime, estabas tan impaciente de hacerte con el poder del Kyuubi que ideaste todo esto junto a Kakashi, ¿no?— Aun no se creía que lo esté abandonando. Pero las palabras que salían de su boca eran sólo para herirle. Si ya no podía hacer nada descargaría su frustración con él.
— ¡¿Qué?! ¡¿Qué mierdas dices, imbécil?!—Sasuke logró empujarlo y en ese acto el borde del cuello de la camisa se rasgó, quedándose en las manos trigueñas un pequeño retazo. Naruto miró su puño con el trozo de tela, y luego al que tenía en frente …¡traidor!… la molestia le hirvió la piely se abalanzó tomando de sorpresa al contrario golpeándole el pálido rostro.
—¡Y yo que pensé que te habías vuelto más amable!—El pelinegro casi pierde el equilibrio, el muy estúpido le rompió el labio inferior— ¡y era para esconder tus propósitos! ¡Eres un maldito usurpador y egoísta!,—Sasuke retrocedió unos pasos hacia el borde del muelle, casi se tropieza con la capa desparramada en el piso.Se detuvo, un único sentimiento dominó su corazón y se dirigió hacia su oponente lanzándole sus puños, la tristeza anterior de recordarlo al lado de su futura esposa, saludando tan feliz antes de ingresar al templo, se transformó en rabia. Logró alcanzarle en su mejilla izquierda.
— ¡¿Usurpador, egoísta?! ¡¿Yo?! ¡Te deje el camino libre, zopenco! —Los golpes iban y venían, ambos se esquivaban y se golpeaban en el pequeño muelle que crujía por sus pasos. El azabache en su enojó se quitó veloz el guante arrojándolo lejos y activó el chidori, eso produjo un terrible dolor en su estómago y le detuvo por segundos, aspiró todo el aire en sus pulmones y se tambaleó apenas unos pasos para luego retomar su ataque con precisión, pero antes de que le tocara, Naruto ya prevenido de sus movimientos le cazó la muñeca y con el impulso le rodeó con su brazo la cintura, atrapándolo.
— ¿Dime Sasuke, te diviertes a mis espaldas?—La voz agitada del rubio cerca de sus oídos le aturdieron — ¿te gusta tratarme como a un usuratonkachi? —Su mano canela capturó su torso, su espalda chocó contra el pecho del rubio— ¿Qué más me ocultas? …Traidor…—una corriente le atravesó la espina dorsal, abrió su ojo negro visiblemente sorprendido por el sonido de las palabras tan frías que paralizaron su cuerpo por un instante, desarmando al chidori.
—Maldita sea, suéltame, ¡déjame en paz!—El azabache le golpeó con furia con su codo en el estómago quitándole el aire al ojicielo y luego dejando recto todo el brazo le dio en la entrepierna.
—¡¡Aaay, ay,ay!!—Naruto lo soltó y se apartó cayendo de rodillas y llevando sus manos al sitio del dolor.
— ¡No se puede razonar contigo con esas ideas estúpidas en tu hueca cabeza!—Sasuke lo miró alterado y regulando su respiracion por la pelea y el dolor en su estómago que se desvanecía con cada bocanada de aire, hizo un intento por acomodarse la ya desordenada camisa, levantó del suelo la pisoteada capa, resopló fastidiado y pasó a un lado de Naruto que seguía en la misma postura tratando de recuperarse del dolor.
—Si quieres pensar así de mí, hazlo, ya no me importa lo que venga de ti. Pero…— El azabache se inclinó a la altura del rubio que levantó la vista algo nervioso buscando regular su respiración.
—Esto es la mejor oportunidad para que haya verdadera paz en tu aldea. —Pudo ver la mirada dura de Sasuke, sus cabellos azabaches desordenados y el sutil sonrojo en sus mejillas por la pelea. Le vino de inmediato un pensamiento del pasado
…Si, es más bonito de cerca…
—El único egoísta eres tú.—Naruto despertó de su pequeño sueño. El pelinegro se alejó a paso seguro del lugar sin mirar atrás, el rubio le siguió con la vista hasta perderlo, se incorporó lentamente con el dolor aminorando en la entrepierna y miró a su alrededor, el sol iluminaba el tranquilo paisaje,su mirada cielo se posó en el guante en la madera, las palabras del azabache en su mente se apagaron con su propia voz.
—Ya no sé si quiero paz…— cayó sentado y se jaló los cabellos dorados tratando de serenarse.
…¡Idiota!…¡idiota!…¡soy un idiota!…
…Idiota…