Pov Kelly
Me retaron por la idiota de Allison… bueno en realidad sería mí culpa. Me olvide completamente que estaba conmigo, y que tenía que guiarla de vuelta a casa, ya que no conoce nada. Pero es que me ofrecieron salir con los chicos, y ni me acorde de ella, si no fuera porque llego mama y ella no estaba en la casa que nos enteros que ¡No estaba en la casa!
Ella llamó desesperada a la policía, que solo le dijeron que tenía que esperar al menos 48 horas para reportar un desaparecido. ¡Maldita sea! ¿¡Que clase de policías son!? Para empeorar las cosas me estaba sintiendo culpable por dejarla sola, si algo le pasaba me moriría… Literalmente porque mamá sería quien me matara.
Las horas pasaban y Allison no volvía. Detuve a mi madre de salir a buscarla con el auto, estaba muy oscuro y había comenzado a llover. El aire comenzó a ponerse pesado en la casa, cada una en su mundo de preocupación y nerviosismo.
No fue hasta la medianoche que tocaron la puerta. Mi madre desesperada salto de su silla y corrió a abrirla, yo la seguí con la misma brusquedad. Ambas nos sorprendimos y aliviamos al ver a Allison parada en la entrada de la casa
Sentí algo revolverse en mi estómago al verla, era una mezcla de alivio con algo de vergüenza y culpa que me invadió. Estaba sumamente empapada, las gotas de agua caían de su pelo y chocaban contra la vereda de cemento, su ropa se le pegaban a la piel y poco a poco se volvía trasparente.
Mi madre la entró con rapidez y salió corriendo en busca de una toalla para secarla. Yo no me podía mover, solo la observaba.
- Perdón por olvidarme- Me disculpé en un susurró- Yo sinceramente no me acordaba que habías ido conmigo- No aparte mi vista de su perfil. Desde que entró solo miraba al frente, sin contestarme
El silencio se hizo presente entre las dos. Sabía que estaba enojada y no la culpaba. Me sorprendió que no se pusiera la capucha de su campera, pero me impactó más ver una bola negra dentro de ella, debe ser por eso que no se colocó la capucha.
- ¿Qué tienes dentro de la capucha?- Pregunté llevando mi mano hacía ella
- No lo toques- Me elevó la voz golpeándome la mano con la suya. Por fin pude ver su rostro, sus ojos mostraban un odio que jamás vi antes.
Desvíe mí mirada a su capucha, no solo por el motivo de que no la podía sostener con la suya, si no por el repentino movimiento de esta. Una pequeña cabeza negra salió a la luz, se estiró hasta acabar en su hombro, un gato negro era lo que había dentro.
- ¿Qué hace un gato ahí?- Cuestioné impresionada
- Fue el me trajo a casa- Murmuró antes de ser interrumpida por mi madre que venía con la toalla en mano.
Pasado unos pocos días enfermo, debido al frio que tomó aquel día. A pesar de los esfuerzos de mi madre porque se quedara en casa y descansara nunca le hizo caso, por su parte ella se iba sola a la escuela, siempre acompañada de ese gato que por extraño que suene nunca le negó una orden. Parecía que hubiera sido suyo desde el comienzo.
Aunque siempre me ignoró, bueno desde que llegó a ignorado a todos, pero es en estos momentos en donde siento que me ignora, no por costumbre, sino por enfado. Tengo la sensación que aun está molesta conmigo y eso por alguna razón me esta dando una extraña sensación ¿Acaso siempre me siento así cuando alguien me ignora? ¿O es solo por ella?
Pov Allison
En el interior agradezco a María por haber dejado que Siro se quedara conmigo. ¿Quién es Siro? El es el gato que me molesto esa vez.
No habría pasado mucho tiempo hasta que sentí que alguien me observaba, buscando con la mirada me encontré con la suya, solo que esta, en vez de ser burlona como la anterior, ahora irradiaba furia.
- ¡Cómo te atreves a arrojarme a los perros!- Me gritó una vez que llegó al banco- ¿¡Acaso no sabes que hay un odio mutuo entre ambas especies!?- Saltó y se sentó
Oculté una sonrisa que quería aparecer, podía notar lo molesto que estaba no solo por su mirada sino por su cola, que se movía de un lado a otro cómo con vida propia
- Yo te dije que no me molestaras- Le recordé volviendo mi vista al libro. Tenía que admitirlo, hasta ahora estaba bastante interesante la lectura
- Yo que sabía que me ARROJARIAS a los PERROS- Recalcó cada palabras, yo solo sonreí.
- Saliste con vida, es lo cuenta- Intenté calmarlo, consiguiéndolo de momento, algo me decía que volvería con el tema más tarde
Escuche como suspiro y se acostó en el banco, al menos no era la única que suspiraba. Nos quedamos ahí los dos juntos, el calmándose poco a poco y yo aprendiendo como “Sociabilizar” aunque eso no pasaría
Cuando la lluvia nos agarró a ambos, él se dignó a decirme donde quedaba la casa, al parecer conocía bien ese barrio y sabía dónde vivía.
Desde ese día me ha acompañado a la escuela, tanto ida como vuelta. Yo le compre un collar negro, a pedido de él, y lo hice oficialmente mi mascota, al menos podía hablar con alguien.
- Sabes- Llamó mi atención- No deberías estar enojada con ella, ya ha pasado bastante tiempo, y todavía no le hablas- Se estiró en mi torso.
Yo lo mire desde arriba, note como tenía los ojos cerrados. Lo empecé a acariciar lento, al poco rato comenzó a ronronear, le encantaba que le hiciera mimos.
- No estoy enojada con ella- Hable después de un rato de silencio- Yo simplemente no hablo con nadie
- ¿Por qué? ¿acaso odias a los humanos?
- No lo se… No me apetece hablarles- Susurré
Un vez que termine el libro lo fui a devolver para sacar otro. Norman me esperaba en el escritorio como siempre.
- Allison- Me nombro con una sonrisa- No has demorado nada en leerlo, te debe de gustar mucho la lectura- Comentó mientras sacaba el papel y anotaba en un reglón blanco “Devuelto”- Y dime ¿Has aprendido algo?- Preguntó mientras anotaba el tituló del siguiente que sacaría
- Si, que la gente es estúpida si sigue estos consejos- Comente dándole el libro
Ella solo rió, agarrándolo.
- Y qué me dices de tu miedo, ¿Ya sabes porque es?- Y la tenía con el miedo
- Tambien me di cuenta de eso, no le temo a nada- ¿Por qué seguía charlando con ella?
- ¿En serio?- Cuestionó levantando su ceja izquierda- ¿Entonces porque no te llevas con la gente?- Como le gusta indagar en la vida privada
- Porque no quiero, que tenga buen día- Me despedí de ella y salí de la biblioteca.
Tosí un poco, todavía no me curaba bien de la gripe del otro día.
- Deberías darles una oportunidad- Llamó mi atención otra vez- No solo a Kelly, sino a todo el mundo. Veras que no todos son malos, tal vez hasta consigas amigos… Que no tengan que caminar en cuatro patas o tengan alas- Rió suave al finalizar, yo lo acompañe en la risa, tenía razón.
- Supongo- Me rendí-Tal vez lo intente un poco- Comenté comenzando a sentir pesados los parpados.
…………………
Nose donde estaba, pero en en mi casa no era. Estaba rodeada de oscuridad, no podía ver nada, apenas notaba mis pies. Sentía como la oscuridad me empezaba a presionar, el aire se hacía pesado y me costaba respirar. Un rayo de luz me alumbró la cara, mire aunque me costó un poco y note a varias personas a lo lejos.
Intente caminar hacía ellas pero no pude, mis pies estaban enterrados en el lodo de negrura debajo de ellos. Desesperada grite, les pedía ayuda, pero no me escuchaban, es más se comenzaban a alejar, caí de rodillas agotada y asustada, fue entonces que me di cuenta… Por qué no hablaba con las demás personas, porque siempre estaba en mi mundo y el único dialecto que tenía era con animales.
Norman tenía razón, sonreí ante la verdad, si tenía miedo, si tengo miedo. Miedo a quedarme sola, a que las demás personas me traten de loca por mi “Don” y me empiecen a dejar de lado, por eso no hablo con nadie, no me encariño con nadie, las únicas personas que en verdad ame me dejaron en este mundo…. Me dejaron sola.
- Deberías darles una oportunidad- La voz de Siro sonó en mi cabeza- No solo a Kelly…- Kelly
¿Una oportunidad a Kelly? ¿A ella? ¿Estaría bien poder confiar en ella? ¿No me dejara como lo hicieron mis padres, como lo hizo Pablo?
- ¡Kelly!- Comencé a gritar- ¡Kelly!- Rogaba que me escuchara, deseaba que me salvara de esta oscuridad que me rodeaba- ¡Kelly!- Grite con todo lo que tenía, no sabía si me escuchaba pero quería que lo hiciera
Mire mis piernas, estaban cada vez más cubiertas con la negrura, cerré los ojos, no quería ver lo que pasaría una vez que me cubriera toda
- ¡Despierta de una vez!- Alguien gritó
Abrí mis ojos de golpe, tenía la respiración agitada. Observe a mi alrededor asustada, estaba de vuelta en mi cama, mi pieza. Los ojos de Siro demostraban preocupación y me miraba a lo lejos, seguro lo patee en mi intento de salir de “Esa cosa”, comencé a sentir un ardor en mi mejilla derecha, fue cuando sentí el peso extra en el lado de mi cama.
Gire mi cabeza encontrándome con los ojos de Kelly, se notaba preocupada y su respiración irregular me daba a entender que estaba igual de asustada que yo. Un alivio me recorrió el cuerpo al verla allí y mi primer impulso fue abrazarla, la apreté tanto como pude contra mi cuerpo, percatándome que se tensaba
- Gracias- Le susurré al oído- Gracias por escucharme- Oculte mi cabeza en su hombro, disfrutando del perfume que desprendía el shampoo que usaba, por algún motivo eso me tranquilizaba. Su cuerpo poco a poco comenzó a relajarse hasta corresponder mi abrazo con la misma fuerza