Pov Kelly
- ¡Hey!- Me gritó Melinda- ¿Acaso me escuchas?- Cuestionó al notar que no le prestaba atención, si la escuchaba pero no le entendía
- Si lo hago- Conteste ida, realmente no sabía de que carajos estaba hablando, yo asentía afirmando lo que decía. Mi mente solo vagaba por aquella noche que tuve.
Me desperté alterada. Podía escuchar unos gritos en mi habitación, me levante lo más rápido que pude y corrí hasta el lugar de donde provenían tales ruidos. Al entrar me encontré con Allison moviéndose de un lado a otro de la cama, su gato Siro, estaba en la esquina de la cama intentando no ser golpeado por las patadas que largaba su dueña.
Entre rápido y me moví con cuidado por la habitación, estaba demasiado oscuro y la luz del pasillo solo llegaba hasta rozar apenas la cama, encima el lado opuesto al cual yo tenía que ir. Cuando llegue al costado de la cama Allison dejo de moverse y gritar, por lo que me di cuenta que se había calmado.
- Lindo momento para irte vieja- Murmuré recalcándole a mamá su falta en casa
Luego de un rato, suspire calmada, tal vez solo fue una pesadilla que ya había pasado. En silencio me comencé a ir, acaricié la cabeza de Siro y me disponía regresar a la cama, mañana tenía clases y no iría como zombi.
Al cerrar la puerta me pareció escuchar mi nombre, pero no le importancia seguro me pegaba mal el despertarme alterada, Ignorándolo me encamine hasta mi pieza. No fue hasta que cerré mi puerta que mi nombre retumbo en toda la casa, eso lo apostaría
Volví a salir y camine apresurada de vuelta al cuarto de mi prima, al entrar otra vez se estaba moviendo solo que esta vez era más rápido y fuerte. Prendí la luz y me moví velozmente hasta su cama. Gracias al luz pude notar pequeñas gotas de sudor en su frente, al parecer era un pesadilla horrible. Le toque los hombros y la comencé a mecer despacio, pero no paraba.
De nuevo mi nombre escapo de sus labios, solo que este fue más fuerte y con temor en su voz. No sabía qué hacer, por más que la zamarreara no se despertaba, me estaba comenzando a preocupar.
- ¡Despierta de una vez!- Le grité abofeteándola
Por fin se despertó, asustada comenzó a mirar a su alrededor. Luego poso su vista en mi, sus ojos estaban opacos, su mirada era puro miedo jamás pensé que la miraría así. Luego de pronto solo me abrazo, yo me tense en cuanto sentí su cuerpo, la sorpresa me invadió.
- Gracias- escuche suave contra mi oído- Gracias por escucharme- me abrazo fuerte. Sus palabras sonaban aliviadas, aliviadas de verme. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, siempre habían sonado tan bien esas palabras. Correspondí su abrazo con la misma fuerza
Después de ese suceso se ha comportado extraña. Sigue igual de cortante y distante, pero pareciera que hace un esfuerzo por ser más agradable, es como si en el interior quisiera ser más amigable pero no sabe cómo. Suspiro cansada, llevó pensando eso desde que comenzó todo este enrollo
- Suspirando- Vuelve a hablar Melinda- ¿Sera por un amor?
- ¡Que! ¡Claro que no!- Niego con la cabeza de inmediato, todo menos eso. Es una chica y sobre todo es mi prima, vamos no me va el incesto- ¡Solo es mi prima!- Le aseguró
- Ah, una chica- Su voz suena decepcionada, seguro ya me había emparejado con alguien
- Hablando de chicas- Se mete Johana- ¿Escucharon el rumor de la nueva?- Se sentó en mi pupitre, en medio de ambas
- ¿Rumor?- Digo sorprendida
- ¡Ah! ¡Ese rumor!- Comenta alegre Melinda, dándose cuenta de que habla
- ¿Qué rumor?- ¿Es que acaso soy la única no sabe de que hablan?
- El rumor que ronda por la escuela, una chica de primero mencionó haberla escuchado hablando en el baño, pero cuando ella entró no había nadie
- Tambien dicen que puede- Melinda se quedo en silencio- Mejor dicho, que habla con su gato- Ríe con burla- Pueden creerlo, esta loca- Sigue riendo, solo que ahora también la acompaña Johana
- Claro- Las acompaño en una risa forzada
Justo tocó el timbre y ambas volvieron a sus respectivos pupitres.
- Puede hablar con su gato- Eso si que es una mentira bien echa. Si que hay personas que tienen tiempo libre para inventar estupideces, si Allison hablara con Siro como se “Supone” que hace ya lo habría notado, después de todo vivimos juntas.
- Aunque, si lo hiciera- Me puse a analizar las posibilidades- Nah eso nunca, sería muy raro- Comente riendo. Los gritos de un profesor me llamaron la atención, el sonido provenía de afuera, seguro la clase de educación fisíca, y en efecto era eso cuando vi al viejo con ropa deportiva.
Pero la figura debajo de un árbol, cercano a la cancha, me atrajo. Visualice a Allison, era ella la que descansaba bajo la sombra del inmenso árbol, me la quede viendo, creo que era lo único que hacía desde esa noche.
El saludo del profesor entrando, me devolvió a la realidad. El comenzó a explicar un nuevo tema, y yo le preste toda mi atención, o una parte de ella, ya que la otra aún seguía vagando en una persona con pelo blanco y ojos negros
Pov Allison
Las clases de educación física nunca fueron un problema, pero tampoco es como que me llamara la atención realizar deportes. Siempre fui buena en lo físico, bueno físico y mental, siendo la hija de unos de los mejores profesores de la zona, o aprendías o aprendías, supongo que por un lado es bueno, por lo menos ahora se cosas que todavía aca no ven.
Hoy toca futbol, una clase esperada por todos al parecer. Ya que ninguno protesto cuando la mencionaron, normalmente lo hacen hasta que el profesor se enoja. En mi preferencia, me va y me viene el deporte que sea, no soy amante de ninguno en particular.
- ¡Allison! ¡Ven a hacer la actividad!- Me gritó el profesor- No planeas estar todo el día sentada ¿Verdad?
- Siendo sincera, si planeaba eso- Hable tranquila estirando mis piernas. Podía sentir él fresco pasto en mis pantorrillas y muslos, algo bueno de ahora estar usando un pantalón corto.
Podía escuchar las risas de los demas chicos, ante mi contestación a la "Autoridad". Me daba la impresión de que ellos disfrutaban cada vez me "revelaba" con ellos, mucho me consideraban una delincuente, que por mi esta bien si eso hacia que me dejaran en paz
- Vamos Allison- Salte en mi lugar al oir mi nombre de la nada. Gire molesta y un poco asustada, viendo el causante de mi repentino ajetreo- ¿Te asuste?- Pregunto divertida una chica, sus ojos del color de la miel y su cabello castaño me recordaban a alguien, ¿Pero a quién?
- No, no lo hiciste- Conteste cortante desviando la mirada- ¿Quién eres?- Si ya se a quién, Kelly
- Soy Natalia, vamos al mismo curso. Una vez me prestaste una lapicera porque yo me olvide la mia- Me contestó dudosa, creo que no sabe de mi capacidad para olvidar a las personas que no me interesan.
- Si, ya me acuerdo- Fue la semana pasada, estaba aburrida porque no tenía nada que hacer. Una joven me tocó el hombro, me preguntó si usaba mi lapicera y como no lo hacía se la preste, quien diría que se llamaba Natalia- ¿Qué quieres?
- Te vengo a preguntar si quieres hacer pareja conmigo- Sonrió alegre- Ya que me parece que no tienes una- Se paró frente mio, aun con su sonrisa
- No quiero- Conteste- No hare esto- Señale la cancha, algunos estudiantes ya habían sacado pelota y comenzaron a patear al arco.
- ¡Hey! Tranquila tigre- Escuche arriba mio, genial ya volvió- Solo déjate llevar y acepta- Recomendó.
- Como si fue a hacer eso- Murmuré, Siro tenía un excelente oído y escuchaba todo aun si lo susurrabas.
- Es fácil- Otra vez su risa suave- Tan fácil como esto- Terminó y al rato maulló, captando la atención de la joven.
- ¡Que lindo!- Comentó alegre- Es un gato, adoro los gatos- Se arrodilló y con la mano comenzó a chasquear los dedos- Ven amiguito- Siguió
- ¿Amiguito? ¿Me ves cara de bebe, niña?- comentó indignado, yo sonreí y trate de ocultar la risa, pero no pude.
- ¿Qué es tan gracioso?- Preguntó Natalia parándose.
- No es “Amiguito”- Comente graciosa- Se llama Siro, si le dices así si baja
- ¿Siro?- Preguntó observando el gato- Ven, Siro- Movió el pasto.
Siro salto de la rama del árbol, al piso cerca de mí. Camino hasta ella y se comenzó a frotar en su mano, ella lo alzo acariciándolo.
- Te dije que era fácil- Sonrió, odio esa sonrisa. Por se que me esta ocultando algo, o hizo algo con dobles intenciones- Ahora ya comenzaste una charla con ella, puedes ir a jugar- Me guineo un ojo.
- Lo hiciste apropósito- Comenté molesta. Maldito gato atorrante, pero al final terminé sonriendo ante la acción
- ¿Dijiste?- Preguntó Natalia
- Nada- Desvíe la mirada
- Vamos- Llamó mi atención Siro- Dijiste que les darías una oportunidad, me lo prometiste- Saltó de sus brazos a mi regazo- Vos podes hacerlo, solo déjate llevar- Suena tan absurdo decir que un gato me esta dando consejos para sociabilizar, pero así es
Suspiré, observe a Natalia aun parada frente mio, luego a Siro, volvía suspirar
- Bien lo hare- Comenté respondiendo a ambos, solo que Natalia no sabía que también le hablaba al gato. Me pare y caminé hasta quedar a la altura de ella, Siro me maulló, en realidad me deseo suerte, pero para los oídos de Natalia eso sonó como un maullido.
- Es un lindo gato- Comentó Natalia, al empezar a caminar- ¿Es tuyo?
- Si- Le respondí- Yo…. Voy a buscar una pelota- Le avise, trotando llegue hasta las bolsas en donde estaban y saque una que me pareció en buen estado. tal vez si terminaria siendo divertido jugar con ella.