Fye lo miraba con ojos reprobadores mientras Kuro terminaba de atar el nudo sobre su cabeza.
-¿Qué crees que haces?—preguntó el rubio.
Evitar que te vayas mientras duermo—le contestó muy tranquilo el de pelo oscuro. Al ver el resentimiento en los ojos del otro sonrió de lado—Porque eso es lo que pensabas hacer. ¿No es cierto? Tiendes a querer escapar cuando te saco los ojos de encima—dijo el ojirojo poniéndose encima del rubio y dejando su cara a poca distancia de la de él, recordaba perfectamente cuando el ojos azules se había escapado de su captura.
Los ojos color cielo se desviaron con el ceño fruncido y un “Tsk” escapó de sus labios apretados delatando sus intenciones previas y su furia porque fueran avisoradas por el otro.
¿Crees que te será tan fácil escapar de mí en el futuro?—preguntó Kurogane con su sonrisa torcida. Se leía que estaba algo frustrado aun por haber sido burlado con anterioridad. Sus ojos subieron por la cara del rubio hasta mirar detrás los brazos atrapados y los finos dedos—Esto me recuerda los viejos tiempos—indicó de pronto y entonces DeFluorite se percató de lo que hablaba mientras con asombro vio como el otro pasaba sobre su cara y se dirigía a sus blancos dedos para mirarlos. ¿Qué pretendía?
Fuko engulló de pronto una de esas pequeñas extremidades y la deslizó despacio por su boca creando una sensación que hizo tragar en seco al rubio. Entonces los ojos rojos lo miraron mientras su boca aun tenía el dígito dentro de ella—Tengo una idea—dijo el pelinegro mientras bajaba su boca y sus manos desarmaron las defensas que cubrían la zona baja del ojiazul.
¿Qué haces…? ¡Tú…!—las palabras de Fye se trabaron cuando sintió sus defensas caer. Sus pantalones y boxers fueron a dar al piso mientras el otro se ponía de rodillas admirando la zona entre sus piernas con atención--¡No te quedes mirando así!—dijo de pronto el cabreado DeFluorite.
¿Quieres que haga algo?—preguntó el pelinegro justo antes de voltearlo, luego de un momento le habló sobre el oído tocando con su amplio pecho la espalda del ojiazulado—Creo que esta es una mejor posición para hacerlo—dijo mientras su mano apretaba el miembro de DeFluorite.
Sentir la ruda mano sobre esa sensible y cálida piel de su miembro no fue de ayuda al ojos azules, en cuanto a evitar que este se endureciera, se tratara.
Quiero oírte decirme por favor. Solo eso pretendo—le dijo la voz grave sobre su oído--¿Es eso mucho pedir?—preguntó de pronto antes de mover su mano en una caricia ascendente y luego en otra descendiente que le sacó el aire al rubio.
¡No, yo no…!—dijo el rubio.
Me imaginé que dirías eso—dijo el ojos rojos antes de colocar su otra mano en la parte trasera del rubio y penetrarlo con dos dedos a la vez. Un medio grito salió algo sofocadamente de la boca del ojos azules, las manos atascadas se aferraron con fuerza a los metales de la cabecera.
El ritmo que los dedos impusieron lograron cierto ritmo que hizo que Fye moviera sus caderas cada vez con más ahinco al ritmo que Kuro dictaba. De pronto los dedos tras él se deslizaron fuera y el rubio se preparó para lo que vendría, al paso de unos segundos en que ni la mano ni el resto de Fye hicieron nada él atisbó detrás y miró con recelo al ojos rojos.
¿Acaso no te dije que quería un por favor?—preguntó un Kurogane con sonrisa de ganador.
Los ojos de DeFluorite eran hermosos cuando se enojaba. Los prefería mil veces que a los devastados ojos de hacía un rato, pensó el pelinegro mientras miraba esos zafiros encendidos.
¡El infierno se congelará antes de que…--le dijo el rubio antes de que sus labios fueran sellados por los del otro.
¿Estás seguro de que deseas seguir así?—preguntó Fuko antes de tocar cierta sensible y erecta parte que estremeció al otro hasta los huesos.