Una ves que lar burbujas salían de aquel tubo estas en lugar de acender hasta las nubes descendían. Mientras anormales burbujas más bajaban más llamaban la atención tanto de niños como de adultos. Fue un momento en donde ya se encontraron estas a la altura de las personas donde atraparon entre sus "paredes" a los adultos, cambiando al instante su brillo morado por uno verde.
Las personas salían huyendo de aquellas peligrosas burbujas que una vez que te atrapaban volvían a flotar, asendiendo por el airw con gracia para horro de los ciudadanos. Hombres y mujeres buenos que se encontraban ya sea jugando con sus hijos o simplemente estando ahí eran encerrados por aquella peculiar cárcel de burbuja para elevarse por el suelo, fuera del alcance de los niños.
-¡Perfecto! - gritó Hawkmoth, viendo aquella danza de anarquía desde la seguridad de su escondite.
Mientras tanto, un joven de cabellos azulados quien ignoraba por completo todo el armagedón que se estaba creando afuera se encontraba en su cocina, jugando con los guistantes dé su plato con desgano, formando de paso la imágen de un gato.
-Ese rubio oxigenado ya debío ver el regalo. - murmó para si mismo el joven con el ceño levemente fruncido.
-¿Qué dijiste? - cuestionó la persona a sus espaldas lo cual le hizó exaltarse. Había olvidado que no estaba solo.
-Ehm... estaba diciendo que... - emepzó un nervioso Mariette. - Que... que espero que se estrene Deadpool en mayo...
Ambos presentes en la sala rieron divertidos ante las ocurrencias del más joven, sin embargo, Mariette calló abruptamente al ver una gran burbuja morada flotar en dirección a su madre por la ventana abierta para después capturarla y volver a ascender junto con sus demás compñaeras.
-¡Mamá! - gritó Mariette.
El menor bajo del asiento y corrió intentando alcanzar a su madre en vano puesto que esta fue secuestrada hacía el cielo por las burbujas del nuevo villano.
Salió hasta el pequeño balcón y su mano quedó al aire pueso no logro ni rozar con los dedos aquella burbuja. Notó como el cielo estaba lleno de burbujas moradas y mayormente verdes lascuales estaban llenos de adultos, sin embargo, Maritte solo puso concentrarse en dos burbujas en especial, las que contenían a aquella mujer de cabellos azulados y la que tenía aquel hombre robusto de bigote y cabello castaño.
-¡Mamá! - gritó desesperado el menor. - ¡Papá!
Las burbujas no cedían a pesar de las súplicas de ambos seres o los fuertes golpees que les proporcionaban sus prisioneros. Tikki con su ya acostumbrada rapidez se hizo precencia, flotando sobre el hmbro del desesperado chico.
-¡Tus padres! - esclamó lo obvio la Kwami. - Hawkmoth debe haber liberado otro Akuma.
-Necesito descubrir quien es ese villano. - decía el de ojos celestes, ya más calmado. - Rápido.
Los pendientes negros de Mariette comenzaron a brillar hasta el punto de volverse ambos de color rojo y que apareceiran 5 puntos negros en cada uno. Posicionó ambas palmas de la mano frente a su rostro para que al quitarlas con gracia dejara apreciar un antifaz igualmente rojo y con cinco lunares negros, un par sobre y bajo los ojos y otro en medio de este, igualmente paso una de sus manos por sobre sus cabellos los cuales se acomodaron hacia atrás, dejando al descubierto su frente normalmente oculta por su largo fleco. Extendió su brazo para que comenzara a formarse sobre este un guante negro que llegaba hasta bajo su codo pero ahí no terminó, el traje siguió extendiendosé por su cuerpo hasta cubrirlo por completo con aquel traje rojo de lunares negros con alguna clase de pequeño short sobre su entre pierna, botas negras y como olvidarse de su arma letal, un yo-yo que se amarraba a su cintura cual cinturón, dejando la parte pesada a su costado izquierdo.
Mientras tanto, afuera todo seguían siendo un lindo y catastrófico caos. Sobre uno de los techos se había posado Blubber quien nunca alejó aquella sonrisa malévola de sus labios.
-Y ahora... - dijo Blubber. - Comencemos con la fiesta.
Extendió su tubo cual espada si saber que en esos mismos instantes se encontraba Lordbug saliendo con prisa de una modesta panadería pero todos los niños y jóvenes estaban demasiado concentrados en aquellas aterradoras brubujas para notar ese raro hecho. Las burbujas moradas se exparcieron por encima de los chicos y chicas para mostrar la imágen del rostro de Blubber, sonriendo con satisfacción.
-¡Es su día de suerte, amigos! ¡Los adultos se han tomado un día libre! - exclamaba con emoción y felicidad el villano en cada una de las burbujas moradas. - ¡No más tareas o quehaceres! ¡Solo diversión! ¡Diversión! ¡DIVERSIÓN!
A lado de Lordbug quien observaba con el ceño fruncido las acciones dle villano se ecnotraban dos pequeños niños llorando, siendo inútilmente consolados por un chico de unos 15 o 16 años.
-Es un regalo de mi parte. - dijo con tranquilidad y confianza el sujeto. - Blubber.
Una vez que las tranmisiones de aquel "Blubber" se terminaron Lordbug se acercó a ambos pequeño y miróoo a la rubia y al castañito con calma.
-No se preocupen. Su padres volverán. - decía sonriente, con confianza para luego levantarse y tomar los hombros del chico mayor quien le miraba con los ojos abiertos como platos. - Cuida de ellos mientras tanto.
Al instante de decir eso, nuestro héroe de rojo y negro se dio la vuelta para salir corriendo en la dirección opuesta a los tres chicos mientras los dos más pequeños gritaban "Lordbug" con más animo.
No muy lejos de ahí, volviendo a la mansión Agreste, estaba, otra vez, el rubio modelo de ojos verdes comeindo terminando de cenar en aquella inmensa mesa llena de sillas. Una vez que comió hasta el último pedazo alzó con clase una servilleta de tela y limpió las comisuras de sus labios.
-Wow. Fue un almuerzo de cumpleaños para recordar. - exclamó Adrien con obvio sarcasmo y aburrimiento en su tono. - ¡Yay!
Tomó su mochila y salió del solitario comedor para encontrarse en la inmesa sala donde conectaba las escaleras con el comedor y la puerta principal.
-¿Nathalie? - cuestonó el menor al aire. - ¿Papá?
Sin importarle verdaderamente quedarse sin respuesta el rubio levantó los hombros y luego se encaminó a las marrones puertas las cuales abrió para que unas ves que paso entre ellas y las cerró mirar con sorpresa en frente de él.
-¡Feliz cumpleaños!
Exclamaron con aplausos y al unisono las voces de diferentes chicos quienes no eran nada más ni nada menos que todos sus compañeros de clase en medio de un escenario y una mesa con bocadillos.
-¡Hey, Adrien! ¡Adivina que! - exclamaba Blubber sobre una de las burbujas moradas. - ¡Tu papá no está! Y si el gato no esta, el ratón es el rey.
-¿¡Nino!? - preguntó innecesariamente el rubio pues realmente ya sabía que su pregunta era afirmativa.
-Yo, Blubber. - comenzó el villano de colores con una sonrisa arrogante. - He traído a tus amigos por tu cumpleaños solo por una cosa: ¡FIESTA!
Inmediatamente que el colorido acabó de decir esas palabras el grpo de adolescentes exclamó con emción a la vez que alzaban sus brazos en el aire. Blubber, ni lento ni perezoso dio un salto con voltereta de sobre su brubuja para caer frente a la mesa de mesclas, auto-proclamandose el DJ.
-¡Que empiece la fiesta! - exclamó este con los brazos en alto.
Continuara....