Al instante Tikki hizo aparición mientras que Lordbug volvia a ser un chico común y corriente. La pequeña Kwami, cansada, se desplomó, siendo atrapada entra las palmas del de ojos azules.
-¡Mariette! - llamó con desgano.
-¡Perdón, Tikki! - dijo el mencionado. - No sé que fue lo que paso.
-Seguramente fueron tus celos. - respondió cansada la pequeña para sentir como el cuerpo del mayor se tensaba.
-¿¡Celos!? - reclamó más que indignado el humano. - ¿¡Por qué tendría celos por el niño mimado y rubio oxigenado de Adrien!? ¡Además! Tú sabes perfectamente que-
-Que ya tienes un novio fantástico. - interrumpió con dsgano la Kwami. - Pero sabes lo que pasa a tu amuleto de la suerte; después de un corto preiodo de tiempo, vol-
-Volveré a la normalidad, lo sé. - interrumpió ahora el humano. - Pero, pensé, Blubber no parece que ira a alguna parte. ¡Hay tiempo para que comas y recobres tu energía! Después de recargarte podemos ir trás él. Te lo prometo.
Después de decir eso, metió a la pequeña Kwami en su bolso blanco y lo cerró. Una vez seguro se encaminó con prisa hacia donde estaban las puertas; analizó con detenimiento el lugar para dirigirse hacia las mesas llenas de bocadillos para meter con discreción algunas galletas dentro de su bolsa.
-Tengo que encontrar un lugar seguro para transformarme. - susurró para sí mismo.
-¿Dónde estabas, Mariette? - cuestionó una voz femenina. - Me preocupaba que te hubiera pasado algo.
Alya abrazó con cariño a su mejor amigo para ser correspondida casi de inmeiato y luego separarse.
-Estoy segura de que Lordbug y Chat Noir nos salvarán en un minuto. Podemos contar con ellos. - decía la morena mientras se aljeaba del de cabellos azules. - Sígueme, tengo algo que mostrarte.
-Umh... - comenzó Mariette. - Tengo algo que ver...
-¡Por favor! - suplicó la de lentes.
Y obviamente, Mariette nunca puede decir que no...
-Okey... - soltó con desgano.
-Mariette. - dijo una voz aguda desde su bolso. - ¿Qué pasa con Blubber?
-¡Lo sé! - le respondió el chico al Kwami. - Solo dame un minuto.
Salió corriendo para seguir a su compañera que, con discreción, había ingresado a la mansión Agreste. Entró junto con ella y luego de abrir unas puertas se ecnontraron con la sorpresa de que, sobre un blanco escritorio estaba el regalo de "Alya"
-Mira, podemos firmar el regalo. - le dijo una emocionada Alya sin notar el ceño fruncido del de cabellos azules.
Mientras tanto, afuera de la mansión, a la vez que todos bailaban estaba un chico de cabello negro con un mechó amarillo y de cuerpo robusto recargado como RBD en uno de los muros, lo cual, llamó la atención de Blubber.
-¡Hey, tú! - le llamó el Akuma. - ¿Por qué no te estas divirtiendo?
-No es tu problema. - le respondio el otro como el adolescente que és.
-Okeeeeeeyyy... - dijo sonriente el colorido villano. - Pero se va a convertir en tu problema...
-Con amor, Alya. - dijo la voz de la morena mientras escribía en un pequeño papel amarillo y lo pegaba en el regalo. - ¡Listo!
-Perfecto. - murmuró Tikki hacía su amigo. - Ahora transfórmate.
-Pero no puedo. - le devolvió el murmurllo. - Alya esta justo a lado.
-¿Qué estas diciendo? - le preguntó su compañera, volviendo a prestarle atención a su amigo.
-Que... -buscó rápidamente una excusa. - Que voy con usteds en un rato.
Alya simplemente salió de aquella habitación.
Pero un sonido llamó la atenció de Mariette, se volteó para precenciar con horror como uno de sus compañeros de clases se elevaba hacia el cielo atrapado en una burbuja verde.
-¡Oh, no! ¡Tenias razón, Tikki! - exclamó el adolescente. - No debí haber esperado tanto tiempo.
A la vez, en el patio delantero de aquella mansión, Adrien se había posicionado al lado de su compañero Akumanizado, sostuvo un micrófono mientras veía a todos sus compañeros.
-¡Hey Paris! - llamó Agreste. - ¿¡Cómo la estan pasando!?
Sin embargo, la única contestación que obtuvo fue un silencio grupal. Pero, para desgracia del público, eso cambio cuando Blubber, a espaldas del cumpleañero, amenazó a los invitados con su tubo para burbujas, provocando que todos estos comenzarán aplaudir emocionado.
Adrien se unió junto con sus "alegres" compañeros para que algo llamara su atención, ese algo era más bien un joven de traje rojo con lunares negros, antifaz con el mismo estampado y el caebllo azulado peinado hacia atrás dejando ver en todo su esplendor su save frente y sus grandes ojos celestes.
-¡Lordbug! - gritó el chico rubio.
El héroe no respondió, simplemente, con aquella confiada sonrisa lanzó su yo-yo, desconectado la mescladora junto con la vocinas, deteniendo la música que salía de estos.
-Es una lástima pero la fiesta se terminó, Blubber. - le dijo Lordbug.
-¿Por qué estas molestando? - le preguntço el villano.
-Tú hiciste que los adultos desapareciera, eso por eso. - explicó firme cual madre regañando a su hijo. - Encima de eso, obligas a estos niños que no quieren ir de fiesta.
Adrien bajó la mirada, ignorado completamente los abrazos de Cloe. El amor de su vida tenía razón y él lo había ignorado todo por un capricho... Se alejo de la rubia y se fue de ahí.
Era tiempo de hacer lo correcto.
-¡No voy a dejar que aruines mi fiesta!
Disparó en dirección al héroe, sin embargo, este ocupó su yo-yo para evitar aquellasbolas de agua y jabón le dañaran. Pero eso no evtó que ambos muchachos se lanzaran al ataque. Lordbug calló sobre el estereo mientras Blubber caía con su tubo de burbujas sobre la mesa de bocadillos.
Mientras tanto, Adrien había entrado a su mansión y sacó a Plagg de entre sus ropas.
-Yo era un verdadero idiota en este caso .- le dijo el rubio al Kwami.
Sin esperar respuesta de su pequeño compañero alzó su puño con una sonrisa mientras este se volvía negro. Plagg fue absorbido por el anillo de Adrien contra su voluntad pero eso no parecio importarle mucho al portador de este. paso sus manos por entre su rostro y su cabello, despeinando este último y poniendole un par de orejas negras encima y colocandole un antifaz negro que llegaba hasta la punta de su nariz y volvía sus ojos verdes por completo, iguales a los de un gato. sus ropas comunes cambairon a unas negras con guantes y botas junto con una larga cola. Adrien se había ido. Chat Noir aparecía a escena.
Aún con Blubber y Lordbug, este último recibía el ataque de su contrincante quien le había disparado una burbuja rosada de cuerpo completo, Lordbug intentó detenerla, sin embargo su yo-yo rebotó en esta una vez que explotó, parecía que iba a golpear a su portador, pero aquel héroe que viste de negro se lanzó frente a su súper pareja para que, con ayuda de su bastón golpeara hacia arriba.
-Parece que llegué justo a tiempo. - decía con su típico tono arogante.
-Yo lo estaba haciendo bien. - dijo dijo el menor ara que, con ayuda de la gravedad, el yo-yo cayera sobre la rubia cabeza de su novio y rebotara hasta su mano. - Pero gracias.
-Tráeme el Miraculous. - dijo Hawkmoth. - Quiero su poder, AHORA.
Blubber no respondió, simplemente se limitó a lanzar toda una avalancha de burbujas rosadas hacia ambos héroes quienes en lugar de esquivarlos, utilizaron sus armas para hacerles de escudo. Sin embargo, sonrio con malicia mientras sacaba más burbujas rosadas pero estas en lugar de dirigirse hacia ellos se volvieron de color verde y comenzaron a dar vueltas y vueltas alrededor de los héroes. Las bubrujas comenzaron a pegarse a sus cuerpos como molestas sanguijuelas pero por más que intentaban, no lograban quitarselos de encima hasta que llegó el punto donde el espacio se redució y los encerró en una gran burbuja verde. Al darse cuenta de su situación Lordbug intentó golpear en vano la burbuja de su encierro.
-Denme el Miraculous. - ordenó Blubber. - Antes de que se quenden sin aire.
-¡En tus sueños, Blubber! - respondió el de traje rojo.
-¡Eres un verdadero dolor en el cuello! - le gritó con ira el villano. - ¡Igual que los adultos!
-Los niños necesitan de los adultos. - replicó entredientes el alter-ego de Mariette.
-¡Cómo no! - replicó Blubber con un tono burlón. - ¡Los niños quieren la libertad! ¡La quieren vivir divirtiéndose y con una confortable vida, pero los adultos lo hacen a su manera!
-¡Pero los adultos se encargan de los niños! - contra-atacó Lordbug entre su pelea verbal con el villano. - ¡Que los cuidan con amor!
-La mayor parte... - murmuró un desanimado Chat Noir para luego cobrar las energías y poner ambas palmas sobre la parte de la burbuja verde que mostraba a Blubber. - En fin... ¡Trae a los adultos de vuelta!
-¡Nope! Nunca. -respondió el Akuma con una sonrisa. - Oh. ¿Y saben qué? Si ustedes estan tan preocupados por los adultos... ¿Por qué no flotan junto con ellos.
Blubber corrió en dirección a los héroes y estos se alejaron un poco ante la idea de recibir un golpe pero en cambio, Blubber los tomó con aquel tubo y los lanzó hacia arriba, encontrandose con las nubes.
-¿¡Qué estas haciendo, Blubber!? - exclamó Hawkmoth. - ¡Se suponía que les robarías el Miraculous!
Mientras los héroes seguían subiendo intentaban destruir aquella burbuja con patadas.
-¡Usa tu Cataclismo!
-Pudiste habérmelo dicho cuando no estabamos en el cielo. - le reclamó el rubio.
-¿Quiéres estar atrapado en una burbuja para siempre? - replicó el de rojo.
-Bueno...
Comenzó a decir este mientras se acercaba peligrosamente al rostro del menor que no pudo evitar adquirir un tono rojo en sus blancas mejillas.
-No parece ser una mala idea...
Le decía con tono bajo y atrayente, invandiendo cada vez más el espacio personal del menor sin despegar su mirada verde de la azulada.
-...Especialmente si estoy contigo...
Esta vez, desvió ligeramente su camino rosando débilmente las suaves y calientes mejillas de su tiesa e impresionada pareja con sus labios hasta llegar a su oreja la cual besó levemente a tal grado que ni siquiera estaba seguro que podía contar como rocé.
-...My Lord...
Eso último dicho por el gato negro causó un fuerte escalofrió por Lordbug que curbio toda la extención de su columna vertebral hasta hacerle temblar las piernas. Cuando su novio se ponía en ese estado se volvía bastante irresistible y sexy...
Sin darse por estar perdido en un momentaneo placer y sus pensamientos, Chat Noir acarició paulatinamente la extensión de sus brazos hasta llegar a la mano derecha la cual subió lentamente hasta su rostro, sin separar ni un oslo momento su mirada verdosa de la azul cristalina, mirando al menor de manera sexy, coqueta pero varoníl y seria a la vez, provocando que el corazón de Lordbug quedará atorado en su garganta de tanto palpitar. A pesar de que la pequeña mano estubiera enguantada, Chat le besó de manera dulce y amorosa.
-Te amo...
Dijo el rubio, acercándose suavemente al rostro del menor, sus respiraciones se fusionaron y sus latidos se sincronizaron, la burbuja dejó de ser un problema para Chat una vez que se perdía en aquel par de cielos. Estaban tan cerca, estaba a unos milímetros de rozar los carnosos y rosados labios de su novio...
...Pero "estaba" es tiempo pasado...
Actuando veloz, Lordbug empujó levemente el pecho de su novio observando como aquella mirada pasional que le había dedicado se volvia una de decepción. A pesar de ya ser novios nunca habían dado su primer beso pero Lordbug no quería que fuera asi, quería que fuera más... especial...
-¡Cataclysm!
Exclamó Chat Noir y cuando estaba a punto de tocar la superficie de la burbuja la mano enguantada que beso hace unos momentos lo detuvo.
-Espera... Yo...
Levantó la mirada para encontrarse la grata sorpresa de un Lordbug con un inmenso sonrojo adorable besandole con amor y timidez su mejilla derecha.
-...También te amo...
Antes de que el rubio de traje de gato pudiera abrir su boca el héroe de rojo empujo la mano de este hacia abajo, tocando con la palma de este la parte inferior de la burbuja, haciendo que rebentara al instante.
Ambos héroes comenzaron a caer, juntos, uno al lado del otro.
-Muéstrame si puedes aterrizar en cuatro patas en esta ocasión. - dijo divertido Lorbug.
-No, gracias. - respondió Chat Noir.
El héroe de rojo miró hacía un lado y analizó su situación nuevamente para luego volver a girar su rostro como si nada hacia su pareja.
-¡Tira tu bastón a ese lado! - le gritó Lordbug, señalando a la Torre Eiffel.
-Entendido. - exclamó en respuesta este, acatando la orden sin dudar.
Tomó el bastón que se aferraba con fuerza de la parte posterior de su cintura para luego larnzarlo, atorándol entre algunas piezas de aquella popular Torre. Extendió su brazo derecho para ser tomado inmediatamente por el brazo izquierdo de Lordbug.
-¡Agárrate fuerte! - le gritó el menor.
Sin hacerse esperar lanzó su yo-yo en dirección al atorado bastón de su compañero de negro, lo amarró a su alrededor para columpiarse sobre este y, a pesar de la altura, caer con gracia y parados en ambos pies.
-Afortunadamente los gatos no tienen vértigo. - dijo en broma el gato rubio.
-Tenemos que atrapar a Blubber y romper su fabricante de burbujas. - dijo Lordbug, ignorando lo anteriormente dicho por su compañero y entregándole su bastón de vuelta. - El akuma dbe estar ahí.
Chat levantó su mano donde tenía en su palma el bastón, la patita verde de su anillo se le había ido uno de sus deditos.
-Apurémonos. - declaró el rubio para correr en dirección a su mansión.
-¡No se escondan! - gritaba Blubber a sus desaparecidos invitados. - ¡Salgan de ahí y diviértanse!
-Lamento ser un pequeño aguafiestas. - dijo una voz a sus espladas.
Blubber se volteó para mirar con desdén y sorpresa al par de héroes sobre la entrada de la mansi´n, mirándole con superioridad.
-¡Lordbug! - exclamó más que alegre Alya al ver a sus héroes.
-Nadie quiere festejar más contigo, Blubber. - explicó el menor mientras era animado por los adolescentes.
-¿¡Cuál es su problema, chicos!? - les preguntó un enojado Blubber. - ¿¡Por qué todos estan en contra mío!?
-¡NO!
Para sorpresa y horror de ambos héroes el villano de las burbujas encerró a todos los adolescenes en aquellas burbujas verdes para que estas se comensaran a elevarse con amenazante lentitud.
-¡Tus preciados amigos se dirigiran al espacio exterior! - dijo Bubbler para dejar de darles la espalda por fin. - ¡Y no los volverán a ver de nuevo!
Blubber salió huyendo entra saltos y saltos siendo obviamente segudio por los dos súper héroes de París. Saltanron y saltaron de manera sobre-humana hasta llegar a la Torre Eiffel.
Una vez los tres reunidos en una parte grande y extensa Blubber lanzaba todo tipo de brubujas rosadas en busca de hacerles daño a sus enemigos. Sin embargo, el tercer dedo de la pata verde en el anillo de Chat titiló para luego apagarse, dejándo solo un dedito.
-¡Mi transformación esta a punto de acabarse! - exclamó Chat a su compañero. - ¡De prisa!
-¡Lucky Charm!
Gritó Lordbug para que con ayuda de su yo-yo callera en sus mano una...
-¿Una llave para tuercas...?
-¡Espero que tus habilidades mecánicas nos ayuden! - exclamó el gato de negro.
Blubber siguió con su trabajo de lanzar burbujas explosivas, tomando como objetivo a Chat Noir.
-¡Ponle más esfuerzo! - le gritó el rubio al Akumanizado. - ¿¡Esto es lo mejor que puedes hacer!?
Mientras tanto, Lordbug aprovechó la oportunidad que le estaba brindando su novio por lo que analizó el lugar... unos tubos... una tuerca... ¡Lo tenía!
Lordbug se corrío hacía aquel tubo y utilizó la llave para sacar la tuerca, logrando que el tubo se moviera para todos lados isn cesar pues el aire se escabullía por el gujero libre.
-¡Chat Noir! - le gritó el de rojo. - ¡Es tu turno!
Con su ya característica agilidad el gato negro se lanzó hacía el tubo y lo atrapó para sujetarlo utilizando ambos brazos y su torso. Blubber intentó lanzarles sus burbujas pero el aire las sacaba volando. Levantó su arma de burbujas en alto sin notar la sonrisa del de cabellos azules; lanzó su yo-yo en su dirección, quitándole de entre las manos aquel instrumento para luego jalarlo y una vez que estubo entre sus enguantadas manos lo rompió con ayuda de su rodilla.
-¡Sal de ahí, pequeña Akuma! ¡Yo tengo que encargarme de tí! - declaró Lordbug mientras la mariposa negra salía del arma de Blubber. - Tu reinado acaba aquí. ¡Yo te liberaré del mal!
Moviendo el yo-yo en círculos para atrapar aquella mariposa negra en él y que este volviera a manos de su dueño.
Apretó el centro de su yo-yo haciendo que este se abriera.
-Adios, pequeña mariposa. - despidió Lordbug a la mariposa blanca que salía volando de su yo-yo.
Tomó la llave entre sus manos y la tiró hacñia el cielo.
-¡Miraculous Lordbug!
Y de manera instantánea la llave se deshizo volviendo todos los desastres que crearon los 3 a la normalidad.
Los padres volvieron a sus hogares y el poder de Akuma sobre Blubber había desaparecido.
-¿Uh? - cuestionó confundidó, Nino. - ¿Amigo?
-¡Bien hecho! exclamarón Lordbug y Chat Noir mientras chocaban sus puños de manera sincronizada.
-No escaparas fuera de mi alcanze, Lordbug. - decía Hawkmoth en su callada habitación. - Y cuando te atrape, te destruiré...
Chat estaba a punto d salir corriendo de ahí antes de que su identidad secreta hubiera sido descubierta cuando...
-¡Espera, Chat!
La voz de su amado lo detuvo.
Se dió la vuelta para ver como su novio se posicionó frente a él con e rostro sonrojado y un poco triste.
-Yo... yo sé que hoy es tu cumpleaños pero t-tu regalo... - comenzó bastante nervioso. - Hu-hubo un problema y y-yo-
-No te preocupes, My Lord. - decía el mayor mientras tomaba su mano enguantada y la besaba para seguir con su frente. - Tu simple precencia ha cuelto este mi mejor cumpleaños. <3
Lordbug sonrio alegre con las mejillas rosadas y se puso de puntillas para besarle la nariz a su novio de manera rápida y una vez terminada aquella corta acción ambos se fueron por sus lados con prisa, esperando verse lo más pronto posible.
-Natahlie. - llamó una voz grave a la secretaria de los Agreste. - ¿A mi hijo le gusto su regalo?
-Ah, eso... - dijo con ligero nerviosismo la mujer. - Voy a comprobarlo de inmediato, señor.
-Muy bien. - respondió Gabril Agreste para cortar la comunicación.
Natahalie, alarmada buscó el regalo por su impecable escritorio para encontrarlo en la esquina de este, lo tomó y volvió a respirar una vez que sus manos comprobaron que el objeto era sólido en sus manos para darse cuenta de un pequeño papel que se apegaba al moño y de dudosa procedencia. La agarró y le hizo bolita y la tiró a la basura.
Adrien se encontraba otra vez en el inmenso comedor donde Nathalie apareció entregándole al menor el regalo azul con moño rosa.
-Es un regalo de cumpleaños de tu padre. - explicó con voz monótona.
-Uh, gracias... - dijo notablemente sorprendido el menor mientras la agarraba. - ¡Uh! ¡Por favor! Dile a mi padre que gracias.
Natahlie solo asintió mientras Adrien aría con emoción su regalo.
-¿¡Que quieren decir con que no podran entregarlo esta semana!?
Fue el agudo y chillón grito de una rubia oxigenada el siguiente día de escuela.
-No había ningún adulto para entregarlo ayer... - intentó excusar la pelinaranja para ganrse otro grito de Chloe.
-¿¡Qué me importa!? -chillaba con ira y desdén mientras entraba a la escuela a zancadas. - ¡Eso no tiene sentido! ¡Esto es ridículo!
-No le sirvió a ella. - burló Alya.
-Hola, chicos. - escucharón Alya y Mariette a sus espaldas.
Ambos se dieron la vuelta para ver como el rubio model bajaba de su limosina con las mismas ropas de siempre exepto una inusual prenda entre sus ropas.
Una bufanda azul.
-¡Alya! - llamó el peliazul a su amiga. - ¡Está vistiendo tu bufanda!
-Hola, amigo. - saludó Nino a su rubio amigo.
-Que bonita bufanda, Adrien. - dijo, llamando la atención del rubio y su moreno amigo. - Se ve bien en tí.
Y el joven Agreste sonrió, ignoró el ceño fruncido que le mandaba el peliazulo el minusculo calor que le brindaba aquella bufanda en aquel día soleado. Ayer había sido el mejor cumpleaños de toda su vida. Tivo acción, recibió un regalo de su padre y sobretodo, pudo estar con su novio. Una mala mirada de ese tal Mariette no le iba a arruinar el día tan fácilmente.
-¡Si! - afirmó, sonriendo más de la cuenta. - No puedo creer que mi padre hizo esto para mí.
Eso sorprendió a Alya y Mariettte.
¿Su padre...?
-¿No es impresionante? - le preguntó a su amigo. - Él generalmente se olvida de mis cumpleaños.
-Wow, eso demuestra que todo el mundo puee cambiar. - apoyó Nino. - Supongo que los adultos pueden ser bastante impresionantes.
-Hablando de mal... - dijo un lugeramente desanimado Adrien. - Mi padre me dijo que eras una mala influenzia para mí, pero...
-¡Esta bien, Adrien! - apoyó Nino, poniendo una mano sobre el hombro del rubio. - ¡Seremos mejores amigos de la vida hasta la muerte!
Alya estuvo a punto de ir trás Adrien y explicarle la verdad pero una mano detuvo su plan, cuando se giró vió como fue Mariette quien arruinó su plan.
-Míralo, Alya. - le dijo con voz comprensiva, hablando como alguien mayor a su edad. - Se ve tan feliz de recibir un regal de su padre... no deberías arruinar ese momento.
-Oh... Mariette. - dijo Alya, sediendo ante a maternal voz de su amigo. - Eres el chico más increíble, ¿lo sabías?
Preguntño Alya de manera retórica mientras ambos comenzaban a subbir las escaleras ues las clases ya iban a comenzar...