Iba a ser complicado poder encontrar un momento indicado para hablar con Bilbo, dudaba mucho si en verdad el chico quisiera hablar pero después de todo Bilbo era el que le rogaba hablar para darle explicaciones.
Algo malo era que ahora Bilbo, apenas sonaba el timbre para cambiar de clase, era el primero en salir y no se veía muy animado para hablar. Podría pedirle que se quedara al final de la clase sin embargo, quizás igualmente lo ignoraría y no se quedaría. Sabía que perdería nada con intentar.
Así fue como dos días después de pensarlo y tomar la decisión correcta, según él, se determinó a citar a Bilbo al final de las clases y esperaba que no lo ignorara.
Era martes, Bilbo había decido sentarse especialmente hasta el fondo del salón y la mayoría de la clase ni volteaba a la pizarra. Parecía que Thorin olvidaba que poseía la autoridad para obligar a Bilbo a prestar atención a la clase. La verdad olvidaba todo, se sentía mal de ver a su… bueno a Bilbo, tan deprimido. No debía de sacar conclusiones apresuradas para volver a decir que era suyo.
Cuando ya solo faltaban minutos para que terminara la clase, le indicó a uno de los alumnos que llamará a Bilbo para que pasara al escritorio del profesor. El chico salió de su aturdimiento cuando le llegó el mensaje y algo sorprendido observó a Thorin.
Sabía que Bilbo seguramente pensaría que lo iba reprender y regañar y que por eso tenía esa mirada. Thorin dejó que Bilbo lo procesara hasta que la campana sonó y todos los estudiantes comenzaron a recoger sus cosas, Bilbo tan solo guardo sus libros en su mochila y espero a que todos los demás salieran. Aún seguía en el fondo de la sala.
Bilbo se sintió algo incómodo cuando ya no hubo nadie en el lugar, solamente él y su maestro de Historia. Thorin no lucía enojado, no obstante, desconocía el por qué le había hablado, eso era lo que lo tenía sorprendido. Quizás ahora sería posible hablar con él para explicarle lo sucedido, para que entendiera todo, si es que estaba dispuesto a escuchar y no solo a gritar como las veces anteriores.
El tiempo llegó y tuvo que acercarse hasta el escritorio de su maestro. Thorin por igual se había levantado de su asiento. El rostro de Bilbo se miraba mal, no podía hacer nada para arreglarlo.
- ¿Qué hice ahora? –No lo veía a los ojos, sentía que no tenía el valor para hacerlo.
Thorin tragó saliva y respiró profundo, el tonó en el que había contestado Bilbo no era por molestia, era de resignación. El más pequeño creía que le gritaría de nuevo.
- No, solamente quiero hablar contigo –Se detuvo un momento para pensar – Hablar, no como alumno y maestro.
Bilbo se sorprendió y quedó sin palabras, después de casi tres semanas, Thorin quería hablar con él. Thorin quería hablarle y no regañarle.
- Lo siento… -El mayor no se había dado cuenta en que momento el rostro de Bilbo se había llenado de lágrimas – Siento todo… y nada de lo que viste es lo que parece aunque no me creas… -Su voz era entrecortada y áspera. Bilbo intentaba limpiarse la cara con sus manos pero no paraban de llorar.
Thorin se acercó, cuanto deseaba abrazarlo y decirle que todo estaba bien pero aún seguía enojado y necesitaba una explicación por parte de Bilbo.
- Bilbo en verdad necesito que me expliques ¿Qué fue lo que sucedió? –Thorin se había inclinado para quedar al mismo nivel que el menor y lo sostuvo por los hombros mientras Bilbo trataba de no llorar y hacer que su voz no sonara tan ronca.
- Smaug… él me obligó, me obligó a hacerlo. Sabes que jamás te haría daño, yo nunca lo haría. No lo haría… créeme –Esa posición le obligaba a mirar al mayor a los ojos y eso le hacía sentir más débil por lo que había hecho – Yo te amo.
- Bilbo… -No quería verlo más así, si Bilbo decía la verdad. Tenía que explicarle porque lo había obligado. Necesitaba saberlo para romperle todo la maldita cara a Smaug y de paso todo lo demás - ¿Qué dijo? Te creeré esta vez, confió en ti.
- Él tiene fotos de nosotros, sabe de lo nuestro y me dijo… dijo que si no hacía lo que quería irías a la cárcel porque le mostraría a la policía todo sobre lo nuestro… ¡No quiero que me separen de ti! –Bilbo no se contuvo más y abrazo a Thorin aunque el otro no quisiera.
Thorin aun procesaba lo que Bilbo había dicho. Era lógico, Smaug sabía todo y quería hacer daño a él para quedarse con Bilbo. Era horrible cuanto había sufrido SU pequeño, no era de Smaug, jamás lo sería. Thorin correspondió el abrazo, abrazó a Bilbo tanto como pudo, tanto como quería haberlo hecho hacía semanas por no tenerlo con él. Por no haberle creído, por tratarle tan mal.
- No me dejes, no dejes que Smaug me haga nada… por favor… ya no –Dijo Bilbo aun abrazado de Thorin.
- No dejaré que te haga nada más… Bilbo debiste decirme –Separó a Bilbo de él y vio como las lágrimas todavía recorrían su rostro pero no solo era él el que se encontraba llorando, unas pequeñas gotas bajaban por el lado izquierdo de la cara de Thorin.
- ¿Ya no me odias? –El hombre más grande acarició la mejilla de Bilbo.
- Nunca podría odiarte, te amo demasiado.
- Puedo… ¿Puedo besarte? –Bilbo hablo demasiado inocente, demasiado típico de él.
El escuchar las palabras de Bilbo Thorin esbozó una sonrisa, nunca más volvería a tratar de esa manera a Bilbo, nunca más.
- Si es lo que quieres, por mí no hay problema.
Entonces Bilbo tomó por el cuello a Thorin y lo aproximó hasta su rostro para lograr unir sus labios con los de él. Cuanto extrañaba esa sensación. Thorin por igual la extrañaba.
Ambos sintieron su mente irse muy lejos, Bilbo se perdió cuando Thorin había tomado el mando del beso y cuando sostuvo con una mano su nuca para profundizarlo. Le gustaba, Thorin era fuerte, hacía que perdiera la cordura y no supiera en donde estaba. Mientras que Thorin al fin podía ser feliz de nuevo con saber que su pequeño estaba de nuevo con él y haría pagar a Smaug por lo que le había hecho.
Unos segundos y ambos se separaron, pero Bilbo volvió a abrazar al mayor, tenía miedo de que se fuera de nuevo. No, ya no quería perderlo. Era imposible soportarlo.
- Haremos que Smaug pague por esto –Thorin habló con seguridad, deseaba que Bilbo se sintiera seguro, que nada más pasaría, pese a que sabía que eso no era del todo cierto.
- No quiero que te haga daño, no quiero que te alejen de mí.
- No pasará, nada me pasará –Thorin entendía que si pasaría algo. Porque si Smaug caía, él también lo haría.
Continuara…