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Miraculous: Lordbug & Chat Noir por Discord Di Vongola Arcobaleno

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Notas del capitulo:

Bueno XD Aquí lo tienen pequeñ@s amantes de Chat Noir 

Ojala lo disfruten!

El líder de entre los policías quien era un sujeto gordo pero pálido con cabellos anaranjados ocultos bajo una gorra azul se acercó y levantó su brazo, dando la señal de que los policías bajaran sus armas, orden que fue acatada inmediatamente.

Chat Noir, al notar el terreno seguro bajó hasta donde estaba el pálido, quedando frente a él.

-¿Puedo ver la escena del crimen? Soy bueno olfateando pistas. – afirmó el gato, confiando. – Ya sabe, habilidades de animal.

-Claro, sígueme. – dijo el hombre, alejándose. – Gracias por su asistencia.

Una vez que entraron al museo y caminaron por los mismos pasillos donde el impostor caminó Chat vio algo, en un mueble rojo había un palito a rayas blancas y azules y con una punta irregular. Estuvo tan ensimismado observando aquella pista que no notó cuando el pálido apretaba un botón de un control y sonreía con confianza, al instante, unos tubos de fierro bajaron con rapidez quedando como rejas que atrapaban al verdadero héroe.

-¿Qué están haciendo? – pres preguntó alarmado una vez que utilizó su súper rapidez para correr y sostener las rejas como prisionero. – ¡Yo soy el verdadero Chat Noir! ¡Mírame bien! ¡Yo soy más delgado que él!

-Atrapamos al gato. – dijo burlón el pelirrojo a través de una radio, ignorando al rubio. – El gato ha sido atrapado.

Mientras tanto, Lordbug se balanceaba con ayuda de su yo-yo entre techo y techo para por fin legar frente al museo donde se encontró con el alcalde y a varios policías.

-Alcalde, esto no tiene sentido.  – fue lo primero que dijo el peliazul, sorprendiendo al mayor. – Debe haber alguna otra explicación.

-El gato ha sido capturado y encerrado. – informó el pelirrojo acercándose al héroe y al alcalde.

Y Lordbug se encaminó con paso decidió hacia las puertas del museo.

-Cómo si fuera a quedarme de brazos cruzados-

-Nosotros nos especializamos en esta área. – afirmó el policía, deteniendo en su recorrido al menor. - ¿Por qué no dejas esto a los profesionales?

Mientras tanto, como el gato inquieto que es Chat Noir no podía quedarse encerrado tanto tiempo, por lo que, ocupando su “Cataclismo” acabó con las rejas que le encarcelaban y escapó de su encierro. Bajó con movimientos agiles las escaleras para soltar un sonido de sorpresa al ver como el final de estas estaba rodeado de guardias armados.

-Gracias por la cálida bienvenida ero estoy ocupado por lo que lo diré una última vez. – dijo el gato negro mientras sacaba aquel tubo que ocupaba para combatir contra sus rivales. – ¡Yo soy un gato completamente diferente!

A la vez el hombre pálido sonreía confiado ante la indignada mirada de Lordbug, sin embargo, su woki-toki sonó e, interrumpiendo su momento de superioridad, lo tomó y lo acercó a su oído.

-¡Chat Noir está escapando!

-¿Qué?

Sin hacerse esperar el héroe de traje rojo salió corriendo en dirección a la entrada con el jefe de policía acompañándolo. Una vez que por fin llegaron se encontraron con todo los guardias derrotados y quejándose de dolor.

-Si él dice que es inocente entonces porque está escapando. – preguntó el hombre pelirrojo.

-Usted lo capturó injustamente. – declaró lo obvio el peliazul. - ¿Por qué no intentaría escapar?

A las afueras del museo, más específicamente el techo del museo estaba corriendo Chat Noir hasta esconderse tras los muros. Sacó su bastón con el que golpeaba a los villanos y le dio otra función, ocupándolo para llamar a su pareja.

Dentro del museo el yo-yo de Lordbug empezó a sonar.

-Atención a todo el personal de seguridad. Les habla John Baron. –decía el pelirrojo por su radio. - Les habla John Baron. Hagan preparaciones para re-capturar al criminal.

Aprovechando aquella distracción, Lordbug se alejó discretamente de ahí para salir corriendo una vez que estuvo alejado, subiendo con velocidad las escaleras mientras apretaba el botón que tenía la imagen de un teléfono verde en su yo-yo, el cual, se separó, dejando ver la imagen del héroe rubio.

-¿Cuál es la situación, Chat Noir?

-Tú me crees. – dijo el gato, más como una afirmación que otra cosa. - ¿Verdad, My Lord?

-No hagas bromas ahora, Chat. – declaró el menor sin dejar de correr. - ¿Dónde estás?

-Tengo que encontrar rápidamente al impostor. – fue lo que dijo el de ojos verdes. – Te regresaré la llamada.

Acabó la conversación para escuchar viento siendo azotado con rapidez y fuerza a sus espaldas, logrando que se girara para ver con horror como un helicóptero de la policía volaba tras él.

Lordbug salió del museo para levantar su mirada y ver como el héroe de negro saltaba por el techo, escapando de tres helicópteros.

-¡Detente ahí, Chat Noir! – ordenó uno.

Y sin que el peliazul se diera cuenta, el jefe de los policías se había posicionado a su lado.

-¿No vas a perseguirlo?

-Ah… - soltó el héroe. – Le dejaré esto a los “especialistas”...

Y escapó con ayuda de su yo-yo.

La situación de Chat no iba para mejor, corría como loco por las calles con más de una docena de patrullas tras él, no fue hasta que huyó a una salida de metro donde se amontonaron todos aquellos autos policiales.

En una entrada al metro en la otra esquina salía un chico rubio chiflando con inocencia.

Una vez que estuvo seguro de que no había nadie a la vista levantó su camisa blanca dejando ver a su compañero Kwami.

-Hablando del impostor, debe ser uno de los Akumas de Hawkmoth. – declaró para lanzar el queso que tenía en sus manitas y atraparlo con la boca.

-Sí, estoy consciente de eso. – dijo Adrien. – ¿Recuerdas este palito de dulce?

 Al instante el rubio sacó un palito de colores blanco, verde y azul claro a rayas con una de las puntas chueca.

-Pertenece a aquel escultor. – explicó. – Todo esto ocurrió porque me tenía envidia.

-¿A quién? ¿¡A ti!? – preguntó un sorprendido Plagg.

-Ja-ja. Que gracioso. – dijo Adrien mientras ocultaba al Kwami entre sus ropas y comenzar a correr.

Pasó el tiempo y el verdadero Chat Noir volvió a aparecer. Saltando de techo en techo llegó a un edifico con apariencia de abandonado pero cuando asomó su cabeza por las ventanas del techo logró aprecias imágenes de su compañero en lienzos del tamaño de una persona adulta.

No muy lejos de ahí estaba Lordbug quien buscaba al gato con su mirada cuando el sonido de su yo-yo le sorprendió.

-¡Chat Noir! – dijo al ver la imagen del rubio. - ¿Dónde estás ahora?

-Lo encontré. – dijo con tono serio, sin contestar la pregunta de su pareja.

-¿A quién?

-A mi Copycat.

-¿Qué estás diciendo? – cuestionó el peliazul, comenzando a correr nuevamente encima de los techos.

-No estuviste presente durante el evento de la estatua, así que tú no sabrías de esto.

-Entonces dime donde estas.

-No. – declaró el gato. – Este es un problema entre él y yo. Todo empezó por mi culpa. – le dijo al héroe de rojo para notar como la figura de un gato blanco sostenía una carta con una patita negra de gato como sello. – Yo arreglaré este enredo.

-¡Chat! – gritó Lordbug al notar que su novio había cortado la comunicación. - ¡Chat Noir!

Ignorando lo dicho anteriormente por el gato, el héroe pelizul utilizó un rastreador para ver a través de su yo-yo la ubicación del rubio y dirigirse inmediatamente hacía allá.

Chat Noir desde donde estaba abrió la carta y leyó lo que decía.

-La casa de gatos… ¿Terminó?

Volteó a ver extrañado a la figura de gato blanco frente a él sobre una caja cuando esta se rompió, dejando un par de cadenas atrapar las muñecas del de traje negro.

-¡Cataclysm!

El héroe intentó acabar con aquellas cadenas que evitaban su huida, sin embargo, alguien tras él fue mucho más rápido por lo que tomó una tabla de madera y la puso entre la garra de Chat y la cadena, haciendo que la madera se pudriera. Se posó frente a él con confianza otro Chat Noir, viendo con diversión como el original intentaba alcanzarlo inútilmente con su pie.

-Lordbug está ciego. – declaró el impostor. - ¿Qué tiene de bueno un gato que se deja atrapar tan fácilmente?

El alter ego de Adrien ignoró lo dicho por el Akumanizado e intentó tomar su bastón para darse cuenta que no estaba tras su espalda baja.

-¿Buscando esto? – preguntó innecesariamente el gato libre. - ¿Cuál debería usar? – preguntó nuevamente, esta vez sacando otro bastón de su espalda. – Esta es mía pero esta también es mía.

Y sorpresivamente el verdadero bastón-arma de Chat Noir sonó, siendo atendido por el Akumanizado.

-Lordbug, atrapé al impostor. – le dijo al instante. – Estoy en la oficina de Theo.

-¡Estaré ahí en 30 segundos!

-¡No vengas, Lordbug! – intentó advertir el original.  - ¡Es una trampa!

-Parece ser que es muy tarde. – afirmó Copycat cerrando la llamada. – Él llegara en cualquier momento. Todo va concordando con mi plan.

-Él no se dejara engañar. – declaró decidido un enojado gato atrapado. – Él me conoce bien.

-Yo también te conozco bien. – afirmó para la sorpresa del verdadero Chat mientras el del Akuma sacaba su imagen recortada de Lordbug. – Ahora él me amara a mí y a nadie más. ¡A ti no!

-¿Amarte? – preguntó burlesco. – Me quiera o no, no va a terminar enamorándose de ti.

-Copycat – llamó Hawkmoth. – Es suficiente charla. Roba la Miraculous ahora.

-Tch. – soltó el mencionado, guardando la foto en uno de los bolsillos de su traje.

Con movimientos ágilmente innecesarios, colocó con rapidez su bastón entre las piernas del gato original para empujarlo contra el suelo, tirándolo. Aprovechando su inmovilidad, Copycat se subió sobre Chat, tomó su muñeca derecha para sacarle de una buena vez el anillo.

Pero el sonido de un yo-yo le detuvo.

Ambos gatos levantaron la mirada para ver al grandioso Lordbug caer de pie después de columpiarse ágilmente de su yo-yo.

-Al fin estas aquí. – dijo embelesado Copycat.

El héroe peliazul corrió a la dirección de ambos gatos y el Akumanizado no pudo evitar ver brillos rodeando la hermosa figura de Lordbug corriendo hacia él… a, y Chat Noir.

Una vez que estuvo frente a ambos los miró.

-Chat Noir… él realmente se parece mucho a ti.

-Claro que se parece. – dijo el gato atrapado. - ¡Soy yo!

-¿El Akuma?

-Está en este anillo. – dijo Copycat bastante sonriente, enseñándole el anillo donde estaba Plagg. – Apúrate y quítaselo.

Sin decir nada, el héroe de rojo se agacho para hacerle caso al gato libre…

-Lordbug nos está ayudando. – notó Hawkmoth. – Esto es muy entretenido.

El de ojos azules, quien sostenía la garra del gato negro notó como al anillo se le apagó una patita verde.

-¿El anillo también funciona como el tuyo? – preguntó sorprendido.

-¡Yo también estaba sorprendido! – dijo el “verdadero” Chat.

-Te lo ruego por última vez. – suplicó el gato atrapado. – ¡Pregúntale sobre nuestra relación!

-¿Eh?

-Confías en mí, ¿no? – dijo el gato acostado, guiñándole el ojo a su confundida pareja.

Decidido, el peliazul se acercó peligrosamente al rostro del rubio sentado.

-No le dijiste al Akuma, ¿verdad? – preguntó con ligero tono coqueto.

-¿Qué tipo de relación?

-Tú sabes… -  admitió el héroe mientras tocaba de manera seductora y linda la nariz del enmascarado frente a él. – Eso. Nuestra pequeña promesa secreta.

Y, aunque el plan de Lordbug era desenmascarar al falso gato, dejó en una encrucijada al verdadero puesto que con sus oídos de gato, Chat Noir podía escuchar aquel tono seductor y persuasivo en su pareja y era increíblemente desagradable que lo utilizara en otras personas, sin embargo, al estar arrodillado también se encontraba entre los muslos del menor, con su rostro bajo ese lindo traserito.

-*¡Huele tan bien!* - pensó Chat intentando dejar de oler la retaguardia de su novio en vano.

-¡Ah! ¡Eso! – dijo el que estaba cara a cara con Lordbug, intentando no mostrar su nerviosismo. - ¡Claro que no!

-¿Cuál promesa, Copycat?

Se alejó de ambos gatos (para ligera desgracia del verdadero) y señalo acusadoramente al gato que no estaba atrapado.

-¡Yo te amo, Lordbug! – le gritó Copycat. - ¡Yo seré mucho mejor que este perdedor!

-Ya es suficiente. – declaró el peliazul, sonriente. – Es verdad que Chat tiene muchos problemas, pero al menos él no miente como tú.

-Gracias por el cumplido. – dijo el verdadero Chat Noir. – Fue un cumplido, ¿verdad?

Apoyándose de su espalda y hombros, Chat Noir pateó al gato sobre él, mandándolo a volar.

-¡Llegó la hora! – exclamó Hawkmoth. – ¡Roba los Miraculous!

-¡Si no puedo tenerte, nadie más podrá! – declaró. – ¡Cataclysm!

-Terminemos con esto. – Dijo Lordbug, mostrando su yo-yo en su mano izquierda.

 

-¡Lucky Charm!

Gritó el héroe ara que a sus manos callera…

-¿Una cuchara? – preguntó retóricamente. - ¿Qué se supone que debo hacer con esto?

Copycat corrió hasta los héroes con la mano en alto pero más rápido fue Lordbug quien tomó las cadenas que atrapaban a su pareja y las usó enfrenté, logrando que accidentalmente el villano las tocara, oxidándolas al instante a tal punto que se volvieron polvo.

Sorprendido, Copycat salió volando nuevamente hacía atrás por un certero golpe de parte de un gato negro muy enojado.

-Buen trabajo, My Lord. – alagó el verdadero Chat, recibiendo como respuesta un guiño de su amado.

-¿Dónde está el Akuma?

-Dentro de tu foto. – avisó el gato para notar como otro dedito de su anillo se desvanecía. – Tenemos que apurarnos.

-Parece que casi se te acaba el tiempo. – recalcó el villano, mostrando su anillo quien tenía los cinco deditos de las patas de gato.

A pesar de que Chat se encontraba desarmado frente a Copycat corrió hacía él en un enfrentamiento cara a cara, con la obvia desventaja de Chat Noir que lo mandó a volar.

Lordbug sin poder quedarse quieto intentó atacar con su yo-yo al Akumanizado, sin embargo, este bloqueo su ataque con uno de los bastones. Aun así, la cosa no quedo mal para Lordbug quien ágilmente aterrizó frente a Copycat intentando darle una patada voladora que el nuevamente bloqueó, retrocedió ate otro ataque del de traje rojo con lunares y sin darle tiempo al otro, Lordbug saltó sobre la espalda del villano donde saltó nuevamente ero con más fuerza hasta el techo.

-Es fuerte… - quejó.

Chat Noir intentó atacar al gato en su segundo de distracción pero este, velozmente bloqueo la patada hacía su persona, intentó atacar nuevamente con él bastón siendo esquivado por Chat quien luego intentó brindarle dos puñetazos en vano puesto esta vez el bastón le golpeo de manera certera en esta ocasión.

-¡No lo alabes! – regañó/ordenó el gato original a su novio.

-¡Te dije que yo era mejor! – replicó el gemelo, arrogante.

Pero su sonrisa desvaneció porque, sin esperarlo, el yoyo de Lordbug tomó uno de los bastones que tenía.

-¡Y yo soy mejor que ambos! – declaró, lanzándole el bastón a su compañero quien l atrapó sin problemas.

Con el ceño fruncido el impostor tuvo un enfrentamiento con Chat quien movía su bastón cual espada, bloqueando todos los ataques mientras retrocedía paulatinamente. Fue en un momento donde ambos atacaron con sus bastones a la vez cuando estos salieron volando debido al choque, dejando a ambos mininos peleando garra con garra.

Lordbug saltó hasta el suelo y evitó un golpe decisivo que le iba brindar el gato a su gemelo, amarrando su yo-yo en el brazo cubierto de cuero negro.

-¡Oye, soy yo!

-¡Está mintiendo! – dijo el otro. - ¡Yo soy el verdadero!

-¡Qué fastidio! – exclamó frustrado el peliazul sonando como una diva pero a la vez adorable. - ¡Estoy doblemente cansado! ¡Muéstrenme cuantas patas tienen en sus anillos!

El gato que Lordbug había atrapado le mostró su anillo ante la tensión del contrario, dejando ver que solo le quedaba una patita.

-¡Chat Noir! – exclamó alegre el de traje rojo, liberando a su compañero. - ¡Rasgúñalo bien!

-Claro. – dijo el liberado. – Esa es mi especialidad.

Y así ambos gatos volvieron a su pelea, sin embargo, Lordbug no se iba a quedar de brazos cruzados. Pero, ¿Qué podía hacer con una cuchara? Miró el bastón de su compañero, luego volteo a ver al techo, más específicamente a un tubo de ahí… su yo-yo… la cuchara…

Sonrió.

Tomó el bastón de su compañero y cinta adhesiva para pegar ambas armas y luego amarro la cuchara al final del hilo.

-Vamos a pescar un Akuma. – dijo para sí mismo.

A la vez, Chat Noir lanzó un puñetazo al villano logrando que este perdiera el equilibrio y se fuera para tras pero una vez que se ubicó nuevamente corrió la poca distancia hasta el rubio contrario y se lanzó hasta él. El héroe, ni lento ni perezoso se tiró al suelo, tomando a Copycat sobre sus pies. Chat Noir le guiño el ojo sin poder dejar de sonreír de medio lado.

Lordbug lanzó el hilo que paso por sobre el tubo en el techo y cayó para asegurarse en el cinturón de Copycat, en aquel momento de sorpresa, Chat Noir aprovechó para abrir el cierre del bolsillo donde sobresalía una hoja.

Con esfuerzo pero lográndolo al final, Lorbug jaló de su arma ante un gritó ahogado del gato impostor, al instante, el peliazul saltó hacia ese tubo donde dio volteretas de profesional, amarrando el hilo y de paso, tomar la foto que se asomaba del bolsillo de cuero. Se soltó para aterrizar en el suelo, tomar la fotografía con el dedo índice, corazón y pulgar de cada mano para romperla.

-Sal de ahí, pequeña Akuma. Yo tengo que encargarme de ti. – decía Lordbug mientras una mariposa negra salía de ambos pedazos de la imagen rota. – Tu reinado acaba aquí. ¡Yo te liberaré del mal!

Moviendo el yo-yo en círculos para atrapar aquella mariposa negra en él y que volviera a manos de su dueño.

Apretó el centro de su yo-yo para que este se abriera.

-Adiós, pequeña mariposa. – Despidió Lordbug a la mariposa blanca que salía de su yo-yo.

Tomó la cuchara con lunares en sus manos y la tiró al cielo.

-¡Miraculous Lordbug!

Gritó y de manera instantánea los cuadros robados volvieron a su lugar al igual que la foto de Lordbug anteriormente rota por el susodicho quedó como nueva.

Chat Noir extendió los brazos atrapando al hombre castaño con el que anteriormente se encontraba peleando y dejarlo en el suelo.

-Esa fue una buena jugada. – felicitó el peliazul a su compañero.

-Es un alivio que pudieras reconocer al verdadero yo.

-El gato al que tanto amo eres tú. – recordó este, sonriente, mientras tomaba la garra del contario. - ¿Cómo no podría distinguirlos?

Pero antes de que Chat pudiera responder su anillo sonó, dándole a entender que se le acababa el tiempo como Chat Noir.

-Bueno, su cuerpo y alma están cansados. – le dijo el rubio para besarle la mano a Lordbug. – Te dejaré esto a ti.

Una vez que el gato negro salió del lugar Lordbug se acercó más al anteriormente Akumanizado.

-¿Qué paso aquí? – preguntó Theo para ver como un héroe peliazul y de traje rojo con lunares se acuclillaba frente a él. – ¿Lordbug?

-Perdón que no pude estar en el evento de esta mañana.

-¿Me podrías dar tu autógrafo? – preguntó nuevamente apurado Theo,  sacando un plumón de su saco.

-Claro. – afirmó el héroe, tomando el plumón y comenzando a firmar en la imagen de sí mismo. – Ya que hiciste una obra magnífica.

Theo volvió a recibir su foto de Lordbug para ver el dibujito de una mariquita con 5 lunares y un corazón

-Esa estatua se ve justo como yo.

-Muchas gracias. – dijo el castaño. – También, se lo de tu relación con Chat Noir. Pero está bien.

-¿Uh? – soltó Lordbug sonrojado. ¿Realmente lo sabía?

Una vez pasado el tiempo la hora de Chat Noir se fue, dándole el paso al joven modelo Adrien Agreste para seguir su vida cotidiana, la cual en ese momento consistía en ir a los vestidores de la escuela y buscar su celular por todos los lugares posibles. Aun así, todo fue en vano.

Volvió a su limosina donde le esperaba su chofer y se cruzó de brazos una vez adentro.

-¿Dónde estará…?

-Para escuchar el mensaje otra vez presione la tecla 1. – decía una voz femenina y cibernética desde la habitación de Mariette. - Para borrar, presione le tecla 2.

Alya miró a su peliazul amigo frente a ella quien asintió, intentando brindarle fuerzas.

La morena de lentes apretó un botón…

-El mensaje ha sido borrado.

-¿Debería decir que accidentalmente agarré su teléfono? – preguntó Alya. – Después de esa excusa podría preguntarle si quiere ir al cine.

-Haz tu mejor esfuerzo, amiga. – le contestó Mariette para chocar los cinco con su compañera.

Ya a la mañana siguiente en la escuela el par de amigos estaban sentados en la segunda fila, viendo como un blondo y un chico de lentes se sentaban frente a ellos.

-Debe estar por algún lado. – dijo Nino.

-Claro que no. – dijo el rubio. – Porque estaría cerca del casillero de hombres.

-¡Esta ahí! – le susurró el peliazul a su amiga. - ¡Regrésale el teléfono y háblale!

-Estaba revisando mi correo de voz durante mi clase de esgrima… - comentó Adrien al moreno, siendo escuchados por ambos compañeros tras ellos.

Quedando estática Mariette no aguantó más y tomó el celular plateado para meterlo discretamente en la mochila del rubio que se sentaba frente a él, haciendo que esta se cayera y que él dueño se girara para verla con sorpresa.

-Huh… ¿Por qué…? – comenzó para recibir la grande sorpresa de que su teléfono estaba en su mochila “todo este tiempo”. – ¡Pero revisé mi mochila más de cien veces!

-Aparentemente necesitas un descanso. – recomendó su relajado amigo. – ¿Quieres ir al cine hoy?

-Oigan. – apresuró a decir Alya, dispuesta a hablar. - ¿Tienen espacio para dos personas más?

-¡Claro! – afirmo amigablemente Nino.

Alya se volteó a ver a su amado y darse cuenta que este miraba de mala manera a Mariette mientras este le devolvía la mirada pero un codazo de la de lentes le hizo volver a la realidad al peliazul quien, después de mirarla soltó un suspiró y volvió a ver al blondo sin rastro de malicia en su mirada pero si con resignación.

-Que… - intentó decir amablemente. – Que la pasemos bien todos juntos.

-…Claro. – afirmó el blondo. Si Mariette podía hacer un pequeño esfuerzo por llevarse bien con él, ¿Por qué no podría hacerlo también?

Continuara…

Notas finales:

Dejen sus comentarios por favor, que serán respondidos lo más prnto posible XD


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