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Miraculous: Lordbug & Chat Noir por Discord Di Vongola Arcobaleno

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Notas del capitulo:

Bueno, la serie ya va por el capítulo 18 y yo apenas voy por el capítulo 4 TT_TT Algún día te alcanzaré, Thomas...!  compañia! DX 

Sin más, espero que disfruten este capítulo -w-

Era un día normal para un chico peliazul que bajaba normalmente las escaleras que daban de su habitación para la sala donde vio a su madre colocándose una flor rosada en el cabello.

-¿Cómo me veo? – preguntó la señora, volteándose.

-Deberías usarlo. – aconsejó su hijo.

-¿De verdad lo crees? – volvió a preguntar entusiasmada.

-Mamá. – dijo, acercándose a ella. – Tú te ves bien con cualquier cosa.

-Mariette. – dijo la madre intentando sonar seria pero si evitar soltar un ligero tono de angustia. – Es nuestro aniversario número 20. ¿Tú entiendes porque estoy siendo tan considerada, verdad?

-¡Mariette! – llamó de otro cuarto una voz masculina. - ¡Puedes venir aquí un segundo, por favor!

El adolescente corrió hasta dicha habitación donde se encontraba un hombre robusto de cabellos y bigote castaños con una playera de manga corta blanca.

-¿Cómo me veo? – fue lo que le preguntó a su hijo.

-… ¿A qué te refieres, papá? – cuestionó el menor.

-Arreglé mi bigote. – indicó el hombre. - ¿Pero crees que esté demasiado corto? ¿Debería afeitarlo? Creo que es desigual en el centro…

-Está bien, papá. – intentó tranquilizar Mariette, ocupando un tono de confianza en aquella frase. - …Pero… quítate esa cosa…

El castaño bajo la mirada para notar el mandil azul sobre sus pantalones por lo que salió corriendo de la habitación.

-¡Gracias, Mariette!

-¡Feliz 20 Aniversario! – felicitó el peliazul.

De la puerta de una panadería cerca del parque salía empujados una pareja de casados por su hijo de 15 años.

-Si no se apresuran llegaran tarde. – recordó el más joven.

-No olvides que Shan Maxi estará aquí en 30 minutos para recoger el pastel de la Torre Eiffel. – recordó igualmente el padre de Mariette, señalando la Torre Eiffel hecha de pastelillos que seguía dentro de la panadería. – Cuento contigo.

-Sí, sí, lo sé. – afirmo, adentrándose al local. – No te preocupes.

Y la puerta cerró. Ambos adres y esposos intercambiaron miradas para luego alejarse de ahí bien felices de la vida.

Dentro de la panadería Mariette dejó salir a su compañera de rojo quien se había escondido entre sus ropas.

-Es el 20avo aniversario. – le dijo. - ¿No es asombroso?

-El tiempo vuelva cuando estás enamorado. – comentó Tikki.

-Y se detiene cuando se trata de tareas… - añadió el ojiazul, tomando entre sus manos un libro de portada verde.

Mientras tanto, en un restaurante bastante elegante se estaban sentando la pareja de casados, el hombre volteó la mirada para saludar animado a alguien unas mesas lejanas quien era una jovencita de hermosos cabellos rosados y cortos junto con sus grandes ojos azules que los opacaba el aburrimiento, sin embargo, se animaron levemente para devolver el saludo.

Una vez que ambos volvieron a sus cosas la menor se giró a ver al hombre castaño frente a él quien vestía saco gris, bufanda rosada y chaleco café y lentes.

-La pareja de ahí son los padres de Mariette. – informó.

-Ya veo. – dijo el mayor. – Ellos manejan la panadería más deliciosa de París.

El hombre frente a la pelirrosada bajo la mirada encontrándose con unas zapatillas de colores negro, verde y rosa fosforescente.

-Sabes que debes vestirte más apropiadamente para un día como hoy. – recordó sonriente el mayor sin pisca de reclamo en su tono.

-¿Cuál es el problema? – quejó la joven. - Incluso me quité la gorra.

-Peo hoy es un día especial ¿O no?

-Solo es mi cumpleaños…

-Hoy será un cumpleaños especial. – informó el castaño, sacando de su saco lo que parecía ser un reloj de bolsillo plateado y enseñárselo a su hija. – Este reloj perteneció a nuestros ancestros por mucho tiempo y se ha pasado de generación en generación al cumplirse los 15 años. Ahora eres su nueva propietaria.

-Gracias pero ya tengo un reloj. – informó la pelirosada. – Está conectado a mi Smartphone.

-Las cosas no siempre son lo que parecen. – contradijo el hombre sin quitar su dulce sonrisa de sus labios.

El padre apretó el centro del reloj para que este se abriera dejando ver lo que parecía un humo azul y luego a una mujer sosteniendo un reloj de bolsillo de la mitad de su tamaño.

-Nuestros ancestros eran los líderes de su generación…

La ojiazul miró con ojos brillantes el viejo regalo, era hermoso e impresionante… y su padre lo cerró de manera imprevista.

-Pero probablemente quieres un nuevo skate como regalo, ¿verdad?

-¡No, espera! – exclamó la adolescente para subirse rápidamente a la mesa y volver a su lugar una vez que tomó el reloj plateado de la mano de su padre. - ¡Quiero esto! ¡Es genial! ¡Gracias!

Pero el sonido de su celular interrumpió sus agradecimientos, lo tomó ara ver que ocurría.

-¿Son tus amigos? – preguntó/dedujo el castaño.

-Si. – aseguró la joven. – Pero me comprometí contigo primero.

-Está bien. – dijo. – Puedes ir con tus amigos.

La joven asintió alegre para pararse, ponerse la gorra y acercarse a su papá.

-Cuida el reloj ¿de acuerdo?

-Claro. – prometió.

-¡Mantente fuerte! ¡Puedes hacerlo! – exclamaba Tikki. – ¡Recuerda esta fórmula! ¡Piensa! ¡Piensa! ¡Piensa!

-¡No me puedo concentrar! – fue el turno de Mariette para exclamar. – ¡Estás haciendo que se me olvide todo lo que me he memorizado!

Tikki rio nerviosa pero no pudo continuar haciéndolo ya que se vio interrumpida por el celular sonando del humano quien le atendió inmediatamente.

-Alya, ¿Qué ocurre? – preguntó para luego sus ojos se abrieran como platos. – Oh… eso... El desafío de Alex y Kim ¿verdad…? ¡Por supuesto que lo recuerdo! ¿¡Cómo podría olvidarlo!? Ya hcie el lienzo para el desafío…¿¡5 minutos!? Claro… estoy en camino… nos vemos allá…

Mariette corrió hacia el lienzo que estaba en uno de sus sillones.

-¡Mariette! ¡No olvides que Shan Maxi vendrá a recoger el pastel! – recordó Tikki.

-Tenemos 20 minutos. – declaró. – El lienzo es mi responsabilidad, están esperando por mí.

-La plaza está lejos. – dijo la Kwami. – ¿Estás seguro de poder hacerlo en 5 minutos?

Mariette se detuvo, Tikki tenía razón pero luego se giró a verla pícara.

-Lordbug puede.

De afuera de la panadería unos pisos más arriba apareció un luz rosada y luego se vio a el famoso héroe Lordbug salir de aquel edificio columpiándose sobre los otros con ayuda de su yo-yo. Fue hasta que llegó a la plaza tras algunos muros donde otra luz rosada se admiró dejando ver a Mariette quien corría hasta donde se encontraba un grupo de adolescentes quienes se animaron una vez que él termino de normalizar su respiración mostro el lienzo que tenía las caras alegres de una niña pelirosada y un niño pelinegro teniendo bajo este una zapatilla deportiva y bajo ella un patín mientras los separaba un gran trofeo amarillo.

-Wow. – salió de manera grupal.

-Has escogido a la persona equivocada para animar. – declaró un joven de camisa roja con mangas cortas y capucha. – Alix aún no está aquí. ¿Acaso se sintió intimidada y huyó?

-Te arrepentirás de haber dicho eso.

Declaró una voz femenina haciendo que el grupo estudiantil se girara para apreciar a la chica pelirosada de ojos azules utilizando su casco y sus patines. Se acercó al punto de casi estar cara a cara con el más alto quien, ante la diferencia de alturas se agachó un poco sin despegar su sonrisa retadora igual que la joven frente a él.

-¡Prepárate para morder el polvo! – declaró la menor.

-Como si pudieras ganarme con esas piernas tan flacas. – atacó verbalmente el otro.

-¿Se suponer que está presumiendo? – preguntó divertida Alya haciendo que su amigo soltara una ligera risa.

-¡Bien! – exclamó un joven moreno de lentes y camisa verde mientras separaba a ambos oponentes. – ¡Ahora explicaré las reglas! Ustedes correrán 2 vuelas alrededor de la plaza, que son exactamente 500 metros. La primera persona en llegar a la meta gana.

Ambos participantes se colocaron tras una perfecta línea blanca mientras sonreían confiados y determinados.

-Si Kim gana, obtendrá los patines de Alix. – dijo el más bajo. – Pero si Alix gana, Kim deberá servirle hasta la graduación.

-¡Haz que se arrepienta! – animó una chica de cabellos morados y ropa oscura que formaba parte del público.

-¡Ve por ella!

-¡Si, peleen! – dijo un chico pelirrojo.

-¡En sus marcas…!

Ambos competidores se agacharon con Alix poniéndose de lado derecho y Kim con una rodilla y ambas palmas en el suelo.

-Listos…

Kim levantó el trasero, teniendo las cuatro extremidades tocando el suelo.

-¡Espera un segundo!

Kim cayó de barbilla contra el suelo para risa y burla de todos.

-¿Vas a renunciar? – preguntó retador pero su mirada desapareció.

Alix no contestó, simplemente caminó hasta el público, acercándose más específicamente a la dirección donde estaba Alya.

-Hey, ¿puedes cuidar esto por mí? – preguntó amablemente la pelirrosada, dejando un reloj de bolsillo plateado en las manos de la de lentes. – No quiero que se caiga durante la carrera.

-¡Espera, Alix! ¡Espera un segundo! – exclamó la morena. – ¡Debo de filmar la carrera!

-Mantenlo seguro. – replicó la de patines, rodeando los dedos de Alya sobre su reloj. – Es una reliquia familiar.

-Pero…

Alix ya había regresado tras la línea blanca.

-Mariette, ten esto. – dijo la de ojos castaños, entregándole a su amigo el reloj de Alix. – Necesito grabar la carrera.

-¿Eh? – soltó el otro, tomando con la derecha el reloj y con la izquierda la punta superior del lienzo que hizo.

-¡En sus marcas…!

Ambos competidores volvieron a acomodarse.

-Listos…

El moreno que decía aquellas palabras levantó ambos brazos…

-¡FUERA!

Dejó caer ambas extremidades a la vez que ambos competidores salían a grandes velocidades de ahí, alejándose de la línea de meta. Por ahora Kim iba a la delantera pero no parecía mucho para que lo alcanzara.

En otro lado, más bien, con Mariette, este se encontraba bastante nervioso puesto que al otro extremo del lienzo estaba Nino sosteniéndolo pero ante la emoción le agitaba de manera rápida.

-Alya, ella te dio esto a ti. – recordó el peliazul a su amiga. – Necesito sujetar el lienzo…

La morena ignoró a su compañero sin dejar de grabar alegre la carrera cuando en un movimiento brusco por parte de Nino a Mariette se le cayó el reloj de Alix. Miró con horror como este caía en cámara lenta; todo a su alrededor desapareció la imagen del reloj plateado en camino con su encontró con el suelo, extendió su brazo pero cuando estaba a punto de alcanzarlo otra mano lo atajó a tiempo.

Mariette siguió con una mirada de agradecimiento el brazo que tomó el reloj a tiempo para encontrarse con nada más ni nada menos que el chico rubio que más odiaba en la ida, sonriendo sin rastro visible de maldad o burla.

-¿Necesitas ayuda? – le preguntó al peliazul amablemente.

Mariette mostró una mueca bastante incomoda, realmente no quería encargarle algo así a alguien como el rubio frente a él, sin embargo, era eso o que el reloj de bolsillo se rompiera bajo su cargo, además, Adrien no se encontraba haciendo nada…

-…Gracias… - soltó al fin para brindarle una cálida sonrisa. – Te lo encargo.

Pero Adrien no contestó, simplemente se quedó viendo embobado la dulce expresión en el rostro del más bajo, aquella amable sonrisa se veía hermosa…

Ambos competidores cruzaron la línea blanca sin detenerse, siendo alentados por los gritos de emoción de sus amigos y compañeros

-¡Ultima vuelta! – anunció el castaño.

-Uhmm… Adrien… - llamó Mariette, nervioso ante la petrificación del Agreste.

-¿Eh…? – soltó el ojiverde, saliendo de su ensoñación. – Uh... sí…

-Adrien… - llamó de manera melosa la rubia oxigenada, llamando la atención de tres personas. - ¿Qué es eso?

Chloe (o maldita piche perra engreída, como prefieran) tomó de entre las manos del chico modelo el reloj de Alix ante la mirada atónita de Mariette y Adrien.

-Se ve realmente anticuado. – declaró burlona.

-¡Ten cuidado! – exclamó preocupado el mayor. - ¡Es de Alix!

-Si le pertenece a ella entonces no tiene nada de especial. – volvió a declarar la rubia oxigenada.

El joven Agreste frunció el ceño, eran puras estupideces las que salían de la boca de la chica material frente a ella.

-¡Chloe! – exclamó con tono de orden la voz del ojiazul, sorprendiendo al rubio. – ¡Regrésale eso a Adrien!

Ahí Mariette se había encabronado, aceptaba el hecho de obtener ayuda de Adrien pues por mucho que odiara aceptarlo, él no era tan mala gente, no como la perra de Chloe que si no se puede comprar, si está de moda o la vuelve más popular no le interesa.

Con una sonrisa competitiva en el rostro, la perra ignoró la orden del peliazul y apretó el centro del reloj, siendo sorprendida por una luz azul que emanó de él.

Pero para ambos concursantes la carrera aún seguía con la chica tomando la delantera bastante cerca de la meta.

Chloe, por la sorpresa tiró el reloj el cual cayó frente a la línea de meta, pasando encima de este por los patines de su dueña.

-¡Yeay! – exclamó Alix con emoción una vez que cruzó la meta, ganándole a Kim.

Sin embargo, su felicidad no duró mucho tiempo puesto que cuando se dio la vuelta miró con horror las piezas rotas d su regalo de cumpleaños…

Dejo que las ruedas de sus patines le guiaran hasta el roto reloj…

-¡Espera! ¡Quiero la revancha! – exclamó Kim una vez que su respiración se relajó. – Solo perdí porque me distraje al inicio.

Pero Alix le ignoró, su concentración era solo para las piezas del reloj de bolsillo plateado dispersas por el suelo… se arrodilló frente a este y tomó las partes más cercanas para luego girarse con ira hacia el público.

-¡Alya! – le llamó. – ¿¡Tú hiciste esto!?

-Bueno… - intentó explicar la morena, nerviosa. – Yo estaba grabando, así que le di el reloj a Mariette pero él estaba sosteniendo el lienzo así que se lo dio a Adrien. Entonces Chloe lo consiguió de alguna manera y lo dejo caer. Y luego pasaste sobre él…

-Mi papá me obsequió este reloj. – dijo Alix, levantándose del suelo con las pequeñas piezas en manos. - ¡Era una reliquia familiar!

-Lo sentimos, Alix… - intentó calmar el peliazul.

-Fue un accidente… - apoyó Adrien.

-Que estúpido. – dijo la rubia estúpida. – No pueden culparme.

-¡Todos ustedes son iguales!

Y así como salieron aquellas heridas palabras de sus labios se fue patinando de ahí, llorando y dándoles la espalda a aquellos traicioneros.

Los adolescentes bajaron la cabeza, decepcionados de sí mismos y del triste final que recibió aquella emocionante carrera… pero Mariette aún no se rendía. Enrolló el lienzo mientras corría decidido en dirección a la pelirosada.

-¡Espera, Alix! – exclamó.

-Mariette, ¿que hay sobre el pastel? – recordó Tikki sobre su hombro.

-Está bien. – le tranquilizó. – Aún tenemos tiempo.

A la vez, en otro lugar, una ventana inmensa se abría, dando paso a la iluminación de aquella habitación, por lo que dejo ver muchísimas mariposas blancas volando por todo el lugar, y en el centro se encontraba la figura de un hombre mayor, enmascarado, mirando por dónde provenía la luz.

-La culpa, los culpables. – dijo Hawkmoth. – Mientras la negatividad se expanda será aún mejor.

Extendió su brazo al igual que su mano dando a presenciar sobre la palma de esta una pequeña mariposa blanca. Extendió su otra mano, la disponible para cubrirla entre ambas palmas sin realizar verdadera presión.  Una vez hecha esta acción unas mancha negras aparecieron a los lados de esta, escabulléndose entre las manos a través de los dedos. Para cuando Hawkmoth levantó la mano la mariposa blanca se había convertido en una mariposa negra con brillos morados.

-¡Captúrala, mi querido Akuma! – le dijo el enmascarado.

Una vez libre de entre aquel par de manos, la pequeña Akuma salió volando por la única ventana de aquella habitación, en busca de la víctima de su dueño.

En otro lugar se encontraba una mujer tocando con insistencia la puerta de la panadería, al no conseguir respuesta sacó su celular y marco un número de manera rápida. Mientras tanto la pareja Dupain-Cheng estaba siendo servida por un mesero quien estaba terminando de entregarles su comida cuando el celular del mayor sonó; sacó el aparató para notar la imagen de una mujer pelirroja y luego voltear a ver a su esposa.

-Es Shan Maxi. – aseguró para responder el teléfono. - ¿Diga?

-¡Estoy esperando mi pastel pero la panadería está cerrada! – exclamó la mujer. - ¡Tengo prisa!

-¡Si, si! ¡Lo sé! – exclamó el hombre de bigote. – Le deje la orden a Mariette, lo llamaré ahora mismo.

Colgó la llamada para luego poner el número de su hija.

-¿No puedes arreglarlo? – preguntó Mariette.

-¡Esta roto! – recordó Alix. – ¡Es el único en su tipo!

-Pero debe haber una manera de repararlo. – intentó buscar el lado positivo.

-¿Y cómo hacemos eso? – reclamó la pelirosada, volteándose a ver al chico mientras se cruzaba de brazos. – ¿Regresamos en el tiempo? Si averiguas como hacerlo entonces llámame.

Y Alix se fue de ahí, sin embargo, lo que alarmó al peliazul no fue eso, sino la vibración en su bolsillo trasero, lo tomó para ver que era el número de su padre…

-Oh… - soltó. – Estoy en problemas…

Contestó la llamada sin darse cuenta de la mariposa negra que pasó volando a su lado.

-Hola, papá...

Alix no patinaba como lo hizo en la carrera contra Kim, simplemente avanzaba con la cabeza gacha por lo que le dio oportunidad a la Akuma para acercarse a tal punto que se introdujo en su patín izquierdo…

-Timebreaker, mi nombre es Hawkmoth. Es hora de vengarse por el reloj roto. Vuelve en el tiempo y cambia el futuro. A cambio hay un favor que quiero pedirte, ¿estas preparada?

-Por supuesto, Maestro Hawkmoth.

-Shan Maxi esta frente a la panadería. – le dijo a su hijo.

-¡Oh! ¡Adiós, papá! – exclamó Mariette al notar a un nuevo villano patinando hasta el centro de la plaza. – ¡Necesito entregar la orden!

Una vez que el peliazul colgó salió corriendo tras el Akuma en patines.

-Estaba escuchando música en su habitación. – le dijo el Sr. Dupain a su esposa.

Timebreaker patinó con destreza y habilidad sorprendiendo a los adolescentes que se encontraban reunidos donde anteriormente se hizo la carrera.

-¡Todo el mundo, huyan! – exclamó Adrien, viendo con el ceño fruncido al Akuma frente a él.

Los jóvenes sin dudar o pensar un poco en la situación salieron corriendo al igual que el rubio, alejándose lo mayor posible de la nueva villana. Tocó a su primera víctima con su mano quien resulto ser Kim, el cual soltó un grito ahogado antes de quedarse completamente estático. El patín de la Akumanizada tenía 12 franjas y las dos primeras se colorearon de rojo.

-¡Espera, Alix! – exclamó Mariette, llegando a la escena del crimen. – ¿¡Qué es lo que estás haciendo!?

-Soy Timebreaker. – declaró la del casco. – ¡Necesito viajar al pasado para salvar mi reloj de gente como ustedes!

-¿Viajar al pasado? – repitió el peliazul. Volteó a ver a su compañero de camisa roja ara ver como este desaparecía lentamente. – ¿Cómo lo hiciste desaparecer?

-Robe su existencia. – explicó con simpleza la villana. – Ese idiota me dio un dolor de cabeza por existir. El mundo no necesita personas como él.

Se preparó Timbreaker para volver a patinar.

-Lo mismo va para ti.

Ante la sorpresa de Mariette, Timebreaker fue tras él, sin embargo, su rapidez fue bastante útil en momentos como estos, dando un gran saltó cerca de las escaleras pero la pelirrosada no se detuvo ahí, se giró y patino rápidamente hacia el chico quien corrió hacia las escaleras; como “modo de defensa” arrojó el lienzo sobre Timebreaker quien al tener aquello cubriendo su campo visual no notó el escalón, cayendo al suelo de manera inminente.

Se levantó enfurecida y tiró el lienzo, giró su mirada para todos lados pero Mariette ya estaba ocultó tras una pared. Tomó su bolso blanco donde se asomó la pequeña criatura roja.

-Tikki. – le dijo. – Necesito transformarme.

Tikki fue succionada por los pendientes negros del chico y estos comenzaron a brillar volviéndose de un color rojo para que luego aparecieran 5 lunares en ellos. Posicionó ambas palmas de la mano frente a su rostro para que al moverlas con gracia dejara apreciar un antifaz rojo con 5 puntos negros, después de eso paso una de sus manos por su cabello pasándolo por atrás exceptuando un par de mechones que caían delante de sus orejas, dejando al descubierto su blanca frente. Asimismo extendió su brazo al igual que su mano para que se formara un guate negro que llegaba hasta bajo su hombro y siguió su recorrido en vestir al muchacho peliazul pero con ropas igualmente rojas de lunares negros por todas partes, botas negras al igual que unos cortos y pegados shorts y para finalizar, estaba su yo-yo amarrado a su cintura.

Timebreaker patinó en busca de más víctimas pero no pudo continuar puesto que Lordbug se levantó y atacó su patín, mandándola a volar.

-¡El juego terminó! – Le gritó una vez que atajó su yo-yo.

-¡Ayuda! – exclamó Timebreaker en dirección a una niña rubia de cabello corto y ropas rosas, ignorando a Lordbug. - ¡Por favor, ayúdame a levantarme! ¡Me lastimé las piernas!

-De acuerdo…

La joven inocentemente se acercó paulatinamente pero extendiendo su brazo hacia la Akumanizada con confianza.

-¡ESPERA! – intentó detener el héroe…

Pero muy tarde puesto que Timebreaker agarró la muñeca de la chica, robándole su existencia.

-Eres demasiado amable. – le dijo la villana de manera burlona. – No llegaras a ningún lugar de esa manera.

Una franja más se iluminó en el patín de esta pero era más bien un color amarillo.

-¡Oh! ¡Tengo un minuto!

-Debo capturar al Akuma antes de que todos desaparezcan… – se dijo el héroe para comenzar a ver para ambos lados. - ¿Por qué Chat Noir aún no está aquí?

Lordbug ocupó su yo-yo para columpiarse en dirección a Timebreaker sin notar a un rubio ocultó tras un árbol.

-Necesito transformarme. – le dijo a Plagg quien se encontraba oculto bajo su camisa blanca.

Adrien alzó su puño con una sonrisa de lado mientras el anillo en este se volvía negro. Plagg, contra su voluntad, fue absorbido por este pero no pareció importarle mucho a su portador. Paso sus manos por entre su rostro y su cabello, despeinando este último y colocándole un par de orejas en forma triangular. Un antifaz negro ocultó su identidad hasta la punta de la nariz y volvió sus ojos completamente verdes y con la pupila alargada. Sus ropas comunes cambiaron a unas negras con guantes, botas y un adorable cascabel en el cuello de su vestimenta junto con una larga cola que se encontraba bajo su arma que se posicionaba en su espalda baja.

Mientras tanto con Timebreaker, ella se encontraba persiguiendo a una joven algo gorda pero bonita con rastas y rubia. La chica no parecía tener oportunidad de escapar y le fue peor cuando se tropezó. Apenas giró el rostro y Timebreaker ya la había tocado.

Lordbug hizo aparición a lado de la chica sin existencia.

-Un minuto y treinta segundos. – dijo la villana. – No importa cuánto lo intentes, no podrás capturarme, Lordbug.

Pero algo llamó la atención de Timebreaker, un tieso toque en el hombro. Se giró para ver como el héroe rubio de traje negro volvía a su forma natural su bastón de metal.

-¿Qué es esto? – preguntó burlón. – ¿Jugamos a “Las Traes”? Si ese es el caso entonces estas tocada.

-Buen punto. – dijo, patinando en dirección al gato.

-¡No dejes que te toque! – exclamó angustiado el de traje rojo.

Timebreaker estaba a punto de tocar al héroe de negro, sin embargo, este saltó logrando un perfecto Split en el aire, sobre ella y esquivándola

-¡Has fallado! – le dijo Chat Noir mientras estiraba los brazos. – Aunque estuviste cerca.

Timebreaker miró con rabia a ambos héroes una vez que se detuvo pero luego notó una presencia a su lado izquierdo. Desvió la mirada para notar a una chica morena de lentes grabar la pelea “escondida” entre los arbustos. La chica, con horror salió huyendo de la escena, sin embargo, no era ella quien tenía los atines puestos.

La villana saltó sobre el pequeño muro y descendió sobre el pasto para tocar la espalda de Alya, robándole la existencia.

-¡NO! – gritó horrorizado Lordbug.

Timebreaker siguió con su persecución como si fuera alguna clase de juego enfermizo con ambos héroes persiguiéndola.

-Está usando el tiempo sabiamente. – comentó Chat, corriendo a lado de su pareja.

-Cada vez que toca a alguien ella obtiene más poder para viajar en el tiempo. – le informó. – Debemos capturar al Akuma antes de que todos desaparezcan.

Un chico robusto de camisa negra al no encontrar decidió esconderse inútilmente tras un pequeño y delgado árbol. Timbebreaker saltó para tocarlo mientras este gritaba con pánico sin embargo, Lordbug la atrapó de su muñeca con ayuda de su yo-yo, tirándola al suelo

-Tienes muy mal espíritu deportivo. – le reclamó un sonriente héroe de rojo.

La villana se levantó y jaló el hilo que le unía a Lordbug, mandándolo a volar en su dirección al tener un cuerpo tan delgado y liviano, cayendo frente a ella.

Timebreaker sonreía de manera cínica y ampliamente al tener a sus pies al héroe de Paris.

-¡Es la oportunidad perfecta! – exclamó Hawkmoth. – ¡Roba su Miraculous!

Lordbug logró arrodillarse pero no iba a ser lo suficientemente rápido para escapar de la palma enguantada de Timebreaker; gritó con horror pues iba a ser su fin…

Sin embargo, la mano de esta ni le rozo pues algo le había bloqueado el camino… mejor dicho… “alguien”.

Con rapidez y bajo presión Chat Noir corrió hacia ambos menores y abrazo el cuerpo de su amado, permitiendo que Timebreaker se robara su existencia y no de la del amor de su vida.

-Chat Noir…

Los ojos de Lordbug se abrieron más que cuando la villana le iba a atacar… abrazándolo se encontraba el cuerpo sin vida ni presencia de su novio…

-¡No! – exclamó con los ojos vidriosos.

Correspondió el abrazo del inerte chico sin poder evitar que algunas lágrimas traicioneras corrieran por sus mejillas y parte de su antifaz. 

Su amor se había sacrificado por él.

Su rubio molesto…

Su compañero…

Su amigo…

El amor de su vida…

Su gatito tonto…

-¡Wow! – dijo Timebreaker, mirando su muñeca. – ¿Seis minutos con solo un toque? Pensé que los gatos tenían nueve vidas.

Con ira, frustración e impotencia el peliazul levantó la mirada para ver a su enemiga.

-Ahora regresaré en el tiempo. – le avisó la malvada.

-¡Timebreaker! – llamó Hawkmoth. – ¡Toma la piedra milagrosa de Chat Noir antes de que desaparezca!

La mencionada iba a ir tras el anillo del gato, sin embargo la sorprendió un poco la posición a la defensiva de Lordbug ya sobre sus dos piernas y con una mano en la espalda alta del héroe sin vida.

-Quiero ver que lo intentes… - dijo Lordbug con tono de ultratumba.

Sin dejarse intimidar, Timebreakker patinó hasta ambos héroes pero Lordbug la tomó de la muñeca, le dio vueltas por el aire para mandarla a volar.

Estaba molesto…

Estaba furioso…

Y ahora ella se las iba a pagar…

El enmascarado apretó el puño al igual que los dientes y gruño con desespero e impotencia.

-No se preocupe, maestro Hawkmoth. – le informó Timebreaker. – Tengo una mejor idea.

Ella corrió en dirección opuesta a Lordbug pero este no iba a dejarla escapar así de sencillo. Lanzó su yo-yo para amarrarlo en la cintura femenina e intentó jalarla pero, recapitulando, su cuerpo era demasiado delgado y liviano por lo que Timebreaker ni se inmutó cuando comenzó a arrastrarlo.

-¡Espera! – le gritó alarmado.

La villana llegó a un terreno plano donde patinó y patinó, cada vez más rápido y fuerte provocando un extraño brillo verde que provenía de sus patines hasta que se hizo tan grande que la cubrió a ella y a Lordbug, desapareciéndolos.

Mientras tanto, la carrera continuaba en el mismo lugar; los chicos animaban a ambos competidores siendo Alix quien llevaba la delantera, solo faltaba una vuelta para finalizar la carrera cuando, sin que los presentes se dieran cuenta, el Lordbug y la Timebreaker del futuro viajaron al pasado.

La villana se detuvo, mandando a volar al peliazul quien cayó de cara contra el estúpido y sensual suelo de la plaza. El héroe levantó el rostro, extrañado.

-¿Qué pasa? – cuestionó sin esperar realmente una respuesta. - ¿Qué está pasando?

 Pero el sonido de ánimos le impacto. Se levantó y se acercó al final del techo donde vio con sorpresa a la multitud de adolescentes aclamando a Kim y Alix.

-Esto es… - soltó, sin poder creer el verse a sí mismo. – ¿Regresamos en el tiempo?

- ¿Qué es eso?

La maldita piche perra engreída tomó de entre las manos del chico modelo el reloj de Alix ante la mirada atónita de Mariette y Adrien.

-Se ve realmente anticuado. – declaró burlona.

-¡Ten cuidado! – exclamó preocupado el mayor. - ¡Es de Alix!

-Si le pertenece a ella entonces no tiene nada de especial. – volvió a declarar la rubia oxigenada.

El joven Agreste frunció el ceño, eran puras estupideces las que salían de la boca de la chica material frente a ella.

-¡Chloe! – exclamó con tono de orden la voz del ojiazul, sorprendiendo al rubio. – ¡Regrésale eso a Adrien!

-¡MI RELOJ! – exclamó Timebreaker saltando.

-¡Chloe! – exclamó el peliazul. – ¡Tira el reloj!

Timebreaker aterrizó tras los adolescentes quienes se giraron con sorpresa y pánico al ver aquella villana. Chloe, ante el susto tiró el reloj al suelo, rompiéndolo en el acto.

-¡No! – exclamó Timebreaker.

Alix se estaba acercando a la meta cuando quedó paralizada al ver las piezas de su reloj de bolsillo esparcidas por el suelo.

-¡Lordbug! – gritó Timebreaker. – ¡Tú hiciste esto!

Inculpándolo erróneamente se giró hacia su dirección.

-¡No tengo poder suficiente para volver a viajar en el tiempo!

Volvió a girarse para ver con ligera sorpresa a su otra yo, haciéndose un espacio entre los demás alumnos para posicionarse frente a las piezas esparcidas del reloj plateado.

-Lordbug… ¡TÚ DESTRUISTE MI RELOJ! – declaró con rabia la pelirosa

A la vez, en otro lugar, una ventana inmensa se abría, dando paso a la iluminación de aquella habitación, por lo que dejo ver muchísimas mariposas blancas volando por todo el lugar, y en el centro se encontraba la figura de un hombre mayor, enmascarado, mirando por dónde provenía la luz.

-Qué divertido. – dijo Hawkmoth. – Uno del pasado, otro del presente. Ahora tengo dos Akumas trabajando para mí.

Extendió su brazo al igual que su mano dando a presenciar sobre la palma de esta una pequeña mariposa blanca. Extendió su otra mano, la disponible para cubrirla entre ambas palmas sin realizar verdadera presión.  Una vez hecha esta acción unas mancha negras aparecieron a los lados de esta, escabulléndose entre las manos a través de los dedos. Para cuando Hawkmoth levantó la mano la mariposa blanca se había convertido en una mariposa negra con brillos morados.

-Al parecer tendrás que ir otra vez, mi querida Akuma. – le dijo el enmascarado. – ¡Ve a capturar otro anfitrión!

-¿Qué están haciendo? ¡Corran! – les advirtió Lordbug a los jóvenes, obedeciéndolo sin chistar. – ¡No permitan que ella los toque!

Lágrimas corrieron por el rostro contraído de Alix quien se había arrodillado frente a lo que era su regalo de cumpleaños, sin notar que una mariposa negra se introdujo en su patín derecho.

Adrien se encontraba oculto tras un delgado árbol; después de ver al héroe de rojo levantó su camisa blanca exponiendo a un pequeño Kwami negro.

-¡Necesito transformarme!

Mientras tanto, Lordbug estuvo a punto de saltar a la acción nuevamente…

-¿Quién eres tú?

Lordbug se giró para verse a sí mismo pero sin su alter ego, es decir, ver a Mariette.

Caminó intranquilo hacia él y se posiciono frente a él… yo… ¡lo que sea!

-No estoy seguro de que puedas entenderlo pero yo soy tú 5 minutos en el-

Sin embargo, este le ignoró e invadió su espacio personal, analizándolo de pies a cabeza.

-¡Dice la verdad! ¡Puedo sentirlo! – exclamó Tikki en su bolso. – Él es “tú” en el futuro.

-No puede ser… - soltó sorprendido el peliazul sin disfraz.

-Sí, esto es un poco raro. – aseguró Lordbug. – Pero cree en mí... digo, en ti misma…

Tomó si mismo de los hombros ante la mirada impactada del otro sin máscara.

-¡Escucha! – le dijo. – ¡En dos minutos papá me llamar- dijo, te llamará y regañará por hacer esperar a Shan Maxi con su pastel.

-¡El pastel! – repitió sorprendido. – Pero aún hay-

-¿Tiempo? – interrumpió el de traje de héroe. – También pensé lo mismo. Pero Shan Maxi llegará antes así que apresúrate y ve a la panadería. No te preocupes por mí. Lordbug puede manejar esto por su cuenta.

Mariette asintió emocionado mientras se alejaba de ahí corriendo.

-¿Cómo fue que terminé en este lío? – se preguntó Lordbug.

La segunda Timebreaker aún se encontraba acuclillada frente al reloj roto pero le sorprendió una mano enguantada en su dirección, alzó la mirada para notar a una chica con el mismo traje que ella. No dijo nada. Ella tampoco. Solo tomó su mano para que esta le ayudara a levantarse.

Lordbug miraba como ambas Akumas se unían en su contra pero una presencia extra a sus espaldas le llamó la atención. Se giró para ver a uno de los héroes de Paris que visten de negro y con cabellos rubios y ojos verdes. No pudo evitar quedársele mirando mientras sus ojos se volvían a humedecer. No había pasado mucho tiempo desde que se separaron, sin embargo… fue horrible… Aquella sensación de que la persona más preciada en tu vida se desvanecía lentamente entre tus brazos y la impotencia que se siente cuando sabes que no podrás recuperarlo… pero ahí estaba… como si nada hubiera pasado... y nada paso…

-Chat… - murmuró.

-¿Si, My Lord? – preguntó galante el gato…

Sin embargo, lo siguiente que sucedió no se lo esperó para nada. Su novio de rojo se había lanzado hacia sus brazos ocultando su rostro en su pecho y aferrándose a la cintura del mayor. Estaba ahí. Tembló entre sus brazos, estaba feliz. Estaba bastante feliz. Esta más que feliz pues él seguía ahí, su gatito tonto… No pudo evitar que unas pequeñas lágrimas escaparan revolucionariamente de sus ojos, humedeciendo ligeramente el traje del rubio.

-Lordbug… - llamó extrañado. – ¿Qué-?

-Te amo. – le dijo el peliazul al rubio, dándole un dulce beso en su mejilla, sonrojando al más alto.

-Yo también te amo. – correspondió el gato sin despegar ni un instante su mirada verde de la azul cielo, tomando la mano enguantada de su novio y besándola. – My Lord…

Las mejillas de por si rosadas de Lordbug se colorearon aún más. Obviamente no es la primera vez que le llama de aquella manera… pero… aquel tono tan… atractivo… agradecía ser sostenido por los fuertes brazos de su novio porque si no, se hubiera caído ante el temblor de sus piernas.

-Chat Noir. – llamó Lordbug, poniéndose serio mientras se alejaba lentamente del gato. – Concéntrate en capturar al Akuma, te explicaré en todo más tarde.

Se volteó… no podía mirarlo a los ojos…

-Tu vida depende de eso...

No cuando decía aquella frase…

Tan cierta…

-¿Mi vida? – dijo bromista. – Tengo 9 de ellas ¿lo sabías?

-No estoy bromeando. – le contestó, serio. – Los Akumas están en sus patines.

Inmediatamente ambos héroes saltaron del techo para aterrizar en el suelo frente a ambas villanas.

-¿Mis ojos están viendo doble? – preguntó Chat sin bajar su guardia.

-Te lo explicaré luego. – respondió Lordbug.

-Si robamos su energía podemos obtener el poder de viajar más lejos en el pasado. – le informo Timebreaker a su otra yo.

-¡Haré cualquier cosa por mi reloj! – respondió la otra ganando una risa siniestra de su compañera.

-Hagas lo que hagas no dejes que te toque. – advirtió el peliazul a su gatuno novio.

-¡Bríndame los Miraculous, Timebreaker! – ordenó Hawkmoth.

Ambas Akumas patinaron hacia los héroes al igual que estos pero con los pies.

El primero en atacar fue Chat Noir quien intentó golpear a una de ellas con su bastón pero fue esquivado para intentar golpearlo inmediatamente, recibiendo otro esquivó por parte del minino en esta ocasión. Pero fue diferente para Lordbug puesto que su contrincante se concentraba más en intentar tocarlo que en golpearlo. Esquivó dos manotazos en su dirección con destreza para intentar patearla, ataque el cual ella esquivó al igual que un puñetazo que iba directo a su rostro.

Chat Noir brindó a su contrincante tres golpes con su bastón cuando el tercero logró tirarla al suelo pero ella logró arrodillarse para saltarle encima al gato quien se tiró al suelo y la pateo, estaba vez ella cayó de cara contra el suelo. La Timebreaker que luchaba contra Lordbug intentó tocarlo, sin embargo, este le sujeto de la muñeca y le arrojó al suelo.

Ambas Akumas se levantaron se acercaron.

-Necesitamos ir más rápido. – dijo una. – De esa manera nos atraparán.

-¡Entiendo! – apoyó la otra. – Necesitamos más poder para regresar.

Ambas patinadoras salieron corriendo de ahí con los héroes persiguiéndolas. Ellas tocaron a un sujeto y a una muchacha rubia, robándoles la existencia al igual que otro par de sujetos más adelante.

Mientras tanto, frente a la panadería estaba hablando Shan Maxi con el dueño de esta por teléfono cuando apareció el peliazul, jadeante.

-¡Oh, espera un segundo! – le dijo. – Él está aquí. Todo está bien.

Y colgó.

-Todo está bien. – le informó el castaño a su esposa, quien sonrió aliviada.

-Perdón por hacerla esperar. – dijo el menor, viendo como la mujer llevaba el pastel envuelto entre sus manos.

Ella se fue y él cerró la puerta, suspirando cansado.

-Misión completada. – dijo Tikki.

-Todavía no. – replicó el humano. – Aún hay algo que hacer.

Mientras tanto, en la plaza seguían ambas Timebreakers en busca de más víctimas hasta que se detuvieron en el mismo lugar donde fue la carrera con los héroes de Paris frente a ellas.

-A la velocidad que vamos ya no tendremos que preocuparnos por Lordbug y Chat Noir.

-Ahora podemos robar sus existencias.

-Y podremos viajar en el tiempo.

-¡Vamos a recuperar nuestro reloj!

Así, ambas Akumas patinaron hasta los héroes quienes se detuvieron al verlas avanzar en su dirección.

-¿Ahora van tras nosotros? – preguntó retóricamente el gato.

Se pusieron en posición ofensiva listos para atacar cuando un yo-yo rojo con lunares golpeo a ambas villanas, tirándolas.

Los héroes se giraron para ver como el portador que aquel yo-yo les sonreía.

-¿Necesitan una mano?

-¡Seguro! – afirmó el viajero del tiempo, ignorando la atónita mirada del rubio a su lado.

-Van demasiado rápido para nosotros. – dijo el recién llegado, saltando para caer al otro lado del gato.

-No podemos seguirles el ritmo. – continuó el otro.

-¿Ahora qué? – preguntó el nuevo a su otro yo. – ¿No las seguimos por suelo?

-¿Dos Lordbug´s? – preguntó Chat Noir, bastante sonriente. - ¿Acaso estoy en el paraíso?

Ambos héroes de rojo se sonrojaron ante lo dicho por su novio.

-Cambio de planes. – dijo Timebreaker. – ¿Por qué no regresamos a un tiempo en el que no existan?  

 -Suena bien. – afirmó la otra.

-No me fallen esta vez. – dijo Hawkmoth.

Ambas Akumas se dieron la vuelta y patinaron alejándose de los tres héroes.

-¿Qué hacen? – Preguntaron ambos Lordbug´s. – ¿Retroceder en el tiempo?

Chat Noir nunca se había sentido tan feliz y confundido al mismo tiempo.

-¡LUCKY CHARM!

Gritaron ambos héroes para que en sus manos cayeran…

-¿Una conexión…?

-¿Un cono…?

-¿Qué se supone que haga con esto? – preguntaron, mirándose ambos peliazules.

-Dejaré que lo discutan mientras les consigo un poco de tiempo. – dijo Chat para correr en dirección a las villanas.

Ambos observaron y analizaron su alrededor… un letrero de un carrito de helados… ¡Eso es!

-¿Estás pensando lo mismo que yo? – le preguntó al otro.

-¡Seguro!

Y ambos se fueron por su lado.

Mientras tanto, ambas Timebreakers patinaban para viajar al pasado… pero no lo harían si había un gato negro para brindarles mala suerte en su viaje.

-¡Cataclysm!

Chat Noir ocupó su poder para derribar un gran muro el cual bloqueó el camino de ambas patinadoras quienes al ver el derrumbe no pudieron hacer otra cosa más que dar la vuelta y encontrarse con Lordbug en su camino. Solo.

-¡Lo tocaremos cuando pasemos! – exclamó confiada.

Ambas patinadoras extendieron su mano pero Lordbug fue más rápido. Cuando pasaron a su lado el dio una vuelta hacia atrás atrapo ambos patines con la conexión, pegándolos. Las Timebreakers no podían patinar así…

Mientras tanto el otro Lordbug colocó el letrero sobre el cono…

-¡Vamos demasiado rápido! – exclamó la de la derecha.

-¡No podemos parar!

Al no poder detenerse ambas no pudieron evitar el tener que pasar por aquella improvisada rampa, mandándolas a volar.

-¡Es nuestra oportunidad!

Ambos Lordbugs lanzaron sus yo-yos para amarrarlos en los pies atados de las Akumas, llevándose consigo los atines de cada una. Cuando ambos tenían un patín en su mano lo tomaron y lo rompieron contra su rodilla.

-Sal de ahí, pequeña Akuma. Yo tengo que encargarme de ti. – decían ambos Lordbugs mientras dos mariposas negras salían de los patines rotos. – Tu reinado acaba aquí. ¡Yo te liberaré del mal!

Ambos Lordbugs movieron sus yo-yos en círculos para atrapar aquellas mariposas negras y que el arma volviera a manos de su respectivo dueño.

Apretaron el centro de su yo-yo para que este se abriera y dejara libre a la pequeña criatura.

-Adios, pequeñas mariposas. – despidieron ambos héroes de rojo al par de mariposas blancas.

Uno de los Lordbugs tomó la conexión y la tiro al cielo.

-¡Miraculous Lordbug!

Grito y al instante las personas volvieron a existir y lo roto fue reparado, incluyendo el reloj de bolsillo plateado de Alix quién fue tomado por Lordbug.

-Misión cumplida. – dijeron ambos peliazules chocando los puños.

En eso, la magia del Miraculous hizo efecto pues rodeo a ambos héroes de rojo dejando a un único Lordbug. Su magia también tuvo efecto sobre las Teambreakers quienes desaparecieron, dejando a la única e inigualable Alix quien se encontraba confundida.

Lordbug caminó hasta ella y se agachó para quedar a su altura.

-Aquí tienes. – le dijo el peliazul. – Es tu reloj, ¿verdad?

-¿Cómo lo arreglaste? ¡Muchísimas gracias! – exclamó emocionada la pelirosa, tomando con emoción el reloj plateado en sus manos. Luego tomó un semblante serio pero cómico. – Voy a cuidar de él a partir de ahora. Prometo no tomar mis responsabilidades a la ligera. Perdón.

-Es mejor no tomar responsabilidades a la ligera. – concordó el héroe. – No importa lo que sea.

-Sabias palabras. Tendré más cuidado a partir de ahora. – declaró Alix, alejándose. – Adiós, Lordbug.

Y una vez que se alejó Chat Noir apareció a su lado.

-Y yo que me había acostumbrado a tener dos Lordbugs.

-Bueno, con esa actitud es mejor que te acostumbre a no tener Lordbugs. – replicó el de rojo ante los ojos abiertos como platos del gato. – Me marcho antes de que mi desaparición desaparezca.

-Está bien pero dime que eso es broma lo que acabas de decir, ¿si…? – Recibió un tarareo de parte del otro mientras sacaba con calma su yo-yo, ignorando al rubio. - ¿Bebé?... ¿Tesoro?

 -Adios, Chat. – Despidió el peliazul una vez que lanzó su yo-yo.

Pero no pudo columpiarse ya que en un rápido movimiento el gato le tomó de la mano, impidiendo su huida.

-Bien, solo recuerda una cosa, Lordbug… - dijo Chat Noir.

Se acercó peligrosamente al peliazul sin despegar las miradas, estaban tan cerca que sus narices se rozaban y los ojos verds del minino miraban seria y detenidamente al peliazul frente a él.

-Recuerda que eres mío…

Ahí estaba otra vez, aquel tono masculino y posesivo pero sexy que soltaba su pareja, tan natural como imprevisto, hacía que sus piernas temblaran cual gelatina y que por su columna vertebral cruzara una chispa. Peor no podía dejarse verse vulnerable bajo su pareja acerca de aquellos hechos. Aún no.

Tomó entre sus enguantados dedos la barbilla del gato para bajarlo y besar su nariz con amor. A la mierda el posible público, su amor era más importante.

-Gatito tonto… - dijo Lordbug, mirando detenidamente al rubio a los ojos. – Yo ya soy todo tuyo.

Esta vez fue el turno de Chat Noir de tambalearse como gelatina. Aquella voz en su novio… tan sensual… tan hermoso… Y, a diferencia de Lordbug, él tuvo que sufrir por tres síntomas. El temblor de piernas, el corazón palpitando como loco en su pecho… y lo ajustados que se habían vuelto sus pantalones…

Se sonrojo.

Plagg no pararía de molestarlo llegando a casa.

Estúpidas hormonas.

Lordbug, sacando de su ensoñación a su novio le golpeo la punta de la nariz con su dedo índice, se despidió y salió de ahí con prisa.

-Al menos sé que me ama… - dijo Chat Noir una vez que su novio se fue. – Es todo lo que me importa ahora porque no haré que cambies de opinión.

-Lordbug y Chat Noir escapan de mí tan fácilmente… - dijo Hawkmoth en su solitaria habitación. – Ya sea pasado, presente o futuro… ¡Su destino es perder ante mí! ¡Una vez que los Miraculous sean míos seré invencible!

Y la ventana se cerró.

Estaba Mariette leyendo algo en la panadería cuando la campanita de la puerta llamó su atención, levantó la mirada para sonreír alegremente ante sus padres de regreso.

-¡Están de regreso! – exclamó el menor. – ¿Qué tal su cita de aniversario?

-Fue asombrosa. – respondió el mayor. – Sin embargo, casi tuvimos que regresar temprano.

Mariette se sonrojó de manera adorable.

-O-oh, eso… - dijo sonriente pero nervioso el peliazul. – Perdón por hacer esperar a Shan Maxi.

-La próxima vez cuida de la tienda. – aconsejó su madre, acercándose al mostrador donde estaba su hijo. – No debes escuchar música tan fuerte.

-Entiendo. – declaró. – No lo volveré a hacer.

-Por supuesto. – aseguró el castaño de bigote. – Es nuestro Mariette después de todo.

El menor atinó a asentir alegre para dirigirse hacia sus padres y darles un gran abrazo familiar.

Al fin de cuentas había sido un buen día para aprovechar el tiempo.

Continuara… <3

Notas finales:

Capítul largo XD Espero que les guste! Recurde que todo es bien aceptado y respondido por su servidora Discord XD 


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