Narrado desde el punto de Camus**********************
Desde que le quite la vida a Aioria y a su esposa, he estado teniendo la misma pesadilla casi a diario, me veo a mí mismo cayendo al foso donde me esperan las bestias (los cocodrilos) ansiosos por devorarme……….
En un momento de locura fui a la habitación de Ikki, lo tomé entre mis brazos y lo llevé donde murieron sus padres, estirando mis manos me veo tentado de dejarlo caer pero……..
- ¡Señor Camus! ¡No lo haga!
Es Aldebarán que de un solo golpe evita que cometa tal locura, toma al niño y mirándome con ojos de furia me increpa de lo que iba a ser………..Desde ese momento me refugie en el alcohol: “Milo te extraño”
Cuando me embriago voy a la habitación de Ikki y lo golpeó, pero al despertar de mí veo a mi hijo, a un lado de la habitación llorando, suplicando:
- ¡No más! Por favor papá…….. se-…….seré un niño bueno, pero no me pegues.
Desde que cumplió tres años no he dejado de golpearlo por culpa del maldito licor que me hace verlo como el único responsable de que Milo muriera.
Hoy cumplió seis años, tenía preparado los mejores obsequios cuando un grito de Marin (mi empleada) me alarmó. Encontró a mi hijo agonizando porque se había cortado las venas………
Lo llevé rápidamente con Mu (doctor de cabecera de la Familia Acuario). Las horas son un infierno………..
- Está fuera de peligro, Camus
Oír a Mu decir tales palabras, fueron como una bendición… Sentí como si Milo me diera una segunda oportunidad desde el cielo de corregir mis acciones.
- Si vuelve a pasar, Camus. No descansare hasta que mueras en la cárcel.
Mu fue Claro al decirlo. Desde ese día cambie por mi amado hijo.
Dentro de unos meses cumplirá quince años, todo mi mundo gira alrededor de él. Me he vuelto un padre que cumple cada uno de sus deseos y no permitiré que NADIE lo arrebate de mi lado.
****************************** Fin Narrado desde el punto de Camus
Mientras tanto en la mansión Leo, Kaiser estaba preocupado por qué ya no recibía más fotos ni videos de su amado nieto Nicolás. Había mandado a contratar a los mejores detectives del país pero no había resultado desde hace trece años.
- Aioria, hijo, ¿dónde estás? – Kaiser estaba angustiado, movió cielo y tierra para encontrar a su hijo y a su familia, a pesar que transcurrió tanto tiempo no perdía la esperanza de encontrarlo.
- Señor Kaiser, lamento interrumpirlo – entró un joven de cabellos largos de color oscuro a la sala
- Que sucede Shiryu
- Señor, los huéspedes acaban de llegar
- Voy enseguida – Kaiser se dirigía a su oficina acompañado por un presentimiento que sentía desde años atrás.
Camus se encontraba en su oficina, estaba orgulloso de su hijo, quién desde los trece años ya lo acompañaba a sus reuniones a su poderosa CorpAcuario, Ikki había logrado incrementar las ganancias de su compañía a tal punto de convertirlo en líder a escala mundial. Sus estrategias eran admirables, tanto que no importaba quién fuera el rival simplemente este terminaba cayendo en bancarrota y Camus compraba dichas compañías a bajo precio para después darle un nuevo rumbo y unificarlo a su corporación.
Saga tenía un hijo llamado Kanon quién era su viva imagen, al verlo se veía a sí mismo de cuando era joven. Tenía varios emporios comerciales: Géminis Fashion, ver que llegaría el día que su hijo lo heredaría todo pero, quería que él tuviera grandes metas y sabía que eso sería posible sí laboraba en CorpAcuario.
- Kanon, hijo, acabo de hablar con el señor Camus para que te dé una entrevista y puedas trabajar en su compañía.
- De verdad? Gracias padre.
- Dirígete a su mansión, te está esperando
Al llegar a la mansión de Acuario, quedó maravillado con el escudo familiar del señor Camus. Era una mujer vertiendo estrellas desde un cántaro hecho de oro puro, los ojos de la dama eran de rubíes brillantes y su cuerpo era de marfil.
- Bien, al fin llegué. – Vio a un joven que vestía un overol azul sus cabellos y ojos eran del mismo color. Estaba todo cubierto de tierra
- Oye, tú jardinero. Llévame con el señor Camus
- Lo hare cuando tengas modales – siguió el joven plantando los rosales como si nadie lo hubiera llamado.
- Maldito infeliz, ¡Te di una orden!
- No recibo ordenes de nadie.
- ¡¿Qué dijiste?! – fue directo al jovencito y arremetió contra él un fuerte golpe al rostro, pero antes que su golpe llegará fue detenido de inmediato por alguien mucho más fuerte que él………….
Quién detuvo su golpe también llevaba un overol pero de color rojo, un gorro de ala ancha y unos botines negros.
- ¿Estás bien?
- ¡Dhoko! – sonreía el joven al verlo
- ¡Suéltame! – pedía Kanon, mientras era liberado se comenzó a limpiar las manos cómo si estás se hubieran embarrado con estiércol y mirando con asco e indiferencia a ambos.
- Ja ja ja ja – reía Dhoko al ver su actitud- Sí quieres ver al Señor Camus debes de esperarlo en la sala de estar ‘señorito’
Kanon quería golpearlos a ambos pero, sabía que siendo empleados del Gran Camus sería como faltarle el respeto. Lo único que optó fue entrar a la mansión.
- Gracias, Dhoko
- De nada, pero estoy seguro que tú mismo le hubieras dado su merecido.
- Asintió con la cabeza- Me pregunto ¿Por qué querrá hablar con mi padre?
- Tal vez sea un nuevo empleado, je je je…. Espero que no sea el nuevo cocinero porque de seguro que nos daría veneno.
Ambos comenzaron a reírse sin parar, mientras tanto en la sala, Aldebarán atendía a Kanon.
- El señor Camus, lo está esperando.
Entró empujando a Aldebarán, con tal orgullo y temple.
- Señor Camus, es un honor estar aquí.
- Bienvenido y puede tomar asiento.
- Gracias, Señor
- Tengo entendido que eres el hijo de Saga.
- Así es.
- Saga, tu padre, fue siempre un espléndido empleado. Con su esfuerzo y dedicación logró forjar sus sueños.
- Sí, pero mis metas no son las mismas que mi padre, me gustaría ir mucho más allá y sé que CorpAcuario me daría la oportunidad que mis anhelos se solidificarán.
- Entiendo, preséntate el lunes para dar una práctica. Sí lo pasas trabajarás en el área de Desarrollo Industrial Tecnológica.
- Gracias Señor, no le defraudare.
Cuándo Kanon salió de la mansión, solo pensaba en aquel joven todo polvoriento y sucio, quería darle una lección. Pero al toparse con él nuevamente se sorprendió, no se imaginaba que de bajo de toda esa suciedad hubiera un rostro tan hermoso.
El joven se había aseado y lo que más le llamó la atención fue ver cómo entraba a la oficina del señor Acuario saludando alegremente a Aldebarán.
A la salida lo esperaba su chofer:
- Joven Kanon, ¿cómo le fue en la entrevista? – preguntaba Shaka de Virgo
- Mejor de lo esperado, dentro de poco podre ganarme la confianza y apoyo del Señor Camus.