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Fake boyfriend. [NAMGI] por AcidYoruChan

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Notas del capitulo:

De nuevo, muchas gracias a aquellas criaturitas majosas que comentaron en el anterior capítulo :3 U got jams!

En fin, notitas y avisos del cap:

-Éste capítulo incluye SugaMon, esta vez de forma explícita. Pero no lemon (eso tendrá que esperar...).

-Se incluye ligera mención al HopeMin (HopeMin will be real?).

-Se incluye LEMON YoonMin (Yoongi x Jimin) en un FLASHBACK.


Hala, disfrutad del capi y no olvidéis leer las notas finales ^^

 

En el anterior capítulo…

 

 

 

- A ver cómo te lo digo de forma resumida…-El rubio carraspeó y yo le seguí mirando con atención.- Como ya sabes, mis padres se volvieron a Ilsan hace ya bastante, cuando aún seguía contigo. Sabes que te tienen mucho cariño, y siempre preguntan por tí. Bueno, la cosa es que van a venir a Seúl.

 

NamJoon me seguía mirando tranquilo e impasible. Como si fuésemos amigos de toda la vida y no pasase nada. Como si lo que me estuviese contando realmente me interesase cuando no, no es así. Sus padres no tenían culpa de nada pero tampoco me despertaba especial interés el entorno de NamJoon.

 

- Ajá, ¿y ésto qué tiene que ver conmigo?- Arqueé una ceja. Me estaba empezando a cabrear la actitud impasible de NamJoon. Siempre tan tranquilo y neutral. Me ponía de los nervios. También me cabreaba el que se tomara su tiempo para responderme y que no diese respuestas claras y concisas.

 

NamJoon suspiró y apretó los puños. Miró hacia arriba y luego volvió a mirarme. Anda, primer gesto de aparente nerviosismo de mi ex.

 

- Yoongi… necesito que te hagas pasar por mi novio. Mis padres no saben que cortamos y estarán aquí durante una semana.- Dijo NamJoon, rojo como un tomate y fijando la vista en algún lugar de la habitación.- Ya sabes… fingir que no cortamos y esas cosas.

 

Decir que me petrifiqué en el sitio es poco para como me sentí en aquel momento.

 

- ¿Q-qué cojones estás diciendo?- Pregunté con apenas un hilo de voz. Me encontraba totalmente en estado de shock. ¿Qué coño le pasaba a NamJoon? Cada vez son más ciertas mis suposiciones de que su 148 de CI es una mentira. Yo quería olvidarle, yo quería actuar indiferente respecto a él siempre y… ¿ahora me viene con ésta puta mierda de simular que seguimos juntos delante de sus padres? ¿Qué coño se ha fumado? Y lo peor de todo, ¿yo no le caía mal? ¿Qué hace no diciéndole a sus padres que él y yo ya no somos nada? Tampoco me voy a morir, pueden seguir teniendo contacto conmigo cuando quieran.

- Lo que acabas de escuchar. Sé que es complicado de digerir, pero imagina lo que ha sido para mí decírtelo. No eres el único que se siente incómodo, ¿sabes?- Dijo NamJoon, completamente rojo e incómodo. La tensión que hay en el ambiente se puede cortar con un puto cuchillo. Suspiré pesadamente y rodé los ojos, para luego mirar fijamente los suyos, que mostraban vergüenza y ¿arrepentimiento? No, imposible. NamJoon no siente de eso.

En cambio, yo tenía una mezcla de sentimientos. Rabia, vergüenza, confusión y… ¿esperanza? ¿Qué cojones me pasa? No, Yoongi, no. No vas a volver con NamJoon. Él te dejó. Él no te quiere, y si lo hace es porque sólo quiere tu culo.

- Tengo que pensarlo, NamJoon.- Aquello se escapó de mi boca antes de que me diese tiempo a retractarme. Cada vez me daba más asco a mi mismo.

- ¿En serio?- Respondió mi ex totalmente sorprendido. De seguro que él no se esperaba eso. Ni yo tampoco esperaba darle aquella esperanza. Joder, que es NamJoon, que es mi puto ex. Pero…

- Sí.- Dije seguro, aunque mi cabeza me gritaba un NO a través de un megáfono. Me dio igual.- No te estoy asegurando nada, sólo que me voy a pensar tu respuesta. Debes de entenderlo… somos exs, nos hemos hecho daño mutuamente, ha pasado entre nosotros lo que ha pasado y… total, que necesito pensarlo.

NamJoon me dedicó una extraña sonrisa de lado. Hacía mucho tiempo que no se la veía. Pero de repente, pasó algo que estremeció mi corazón e hizo que todos mis músculos se pusiesen en tensión.

NamJoon me abrazó con ternura y firmeza. Me acariciaba el pelo mientras mi cara totalmente roja daba contra su duro pecho. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estábamos haciendo? Extraños sentimientos asaltaban mi mente mientras cerraba mis ojos bajo las cariñosas caricias de NamJoon en mi cabello. Pero ambos nos quedamos callados, mas no era un silencio incómodo. Era uno de estos silencios en los que no hacían falta las palabras. Sólo la compañía de la otra persona, sentirla.

Ésto no estaría del todo mal si no fuese porque éramos exs y estaba el pasado que ambos teníamos juntos. Pero por un momento, eso me dio igual. Quería sentir los brazos de NamJoon cubriéndome entero, sentirme protegido por ellos. Sentirme suyo de nuevo.

- Yoongi.- Susurró NamJoon con voz suave. Voz que hacía demasiado tiempo que no escuchaba, pero que nunca olvidé.- Sé que me tienes resentimiento, y que puede que pienses que te odio. Ésto no es cierto. Yo nunca te odié. Actúo así para no volver a dañarte, Yoongi. Aún así, no me sorprende que me tengas tirria ya que yo me la tengo cada día que me levanto de la cama.

Me quedé bloqueado, con los ojos abiertos como platos. ¿Por qué me decía estas cosas? ¿Realmente no me odiaba? Mi corazón se me iba a salir del pecho y rodeé su espalda con mis brazos. Era mucho más ancha desde la última vez que la toqué.

- N-NamJoon…- Tartamudeé en un susurro. ¿En serio, Yoongi? ¿En serio vas a tartamudear delante de NamJoon?- E-es cierto que te tengo algo de resentimiento, me hiciste mucho daño… pero no te odio ni mucho menos… Sólo quería protegerme de…- Callé antes de cagarla más aún. No, no podía estar diciendo aquello. No podía mostrarme débil ante él. Ante esa sonrisa que ahora mismo me estaba dirigiendo con ¿brillo en los ojos? No, Yoongi. Volverá a hacerte daño, porque él es un hijo de puta.

De repente, NamJoon se retiró de mi cuerpo y me agarró la barbilla con dos de sus dedos, obligándome a mirarle a los ojos, esperando una respuesta. No podía estar pasando aquello. NamJoon no podía estar mirándome de aquella manera. No podía estar acercándose poco a poco a mi rostro. No podía estar así de cariñoso habiendo pasado entre nosotros lo que había pasado. Simplemente, no.

Pero estaba pasando, estaba pasando y lo que más asco da es que no me desagradaba. ¿Aprenderé algún día a callarme la puta boca? Lo dudo. Pero a tomar por culo. Estoy teniendo enfrente de mis narices la oportunidad que tanto había esperado en secreto: estar a milímetros del rostro de NamJoon. Por mucho que me avergonzase de mi mismo, éso era una verdad como un templo. Y además, no soporto estar en tensión constante con NamJoon porque más de una vez ha oscurecido el ambiente del grupo.

- ¿… Tener sentimientos?- Dijo NamJoon, acercándose aún más a mi rostro, nuestros alientos se estaban entremezclando. Me sonrojé aún más si cabía, mi cerebro no podía procesar tantas cosas en tan poco tiempo. Pero se quedó en blanco cuando sentí los conocidos labios de NamJoon sobre los míos, y creí que mi corazón se había paralizado. No, no podía estar pasando ésto… Simplemente no podía estar pasando, no podía estar haciendo aquello. No podía estar besándome con esa ternura y… ¿necesidad? Ay Dios mío, la cabeza me va a explotar un día de estos. Pero decidí mandar al cuerno todo y rodeé el cuello del rubio con mis brazos. NamJoon, ante éste acto, dio toquecitos con la punta de su lengua en mi labio inferior, pidiéndome permiso para abordar mi boca, el cual le concedí encantado, qué coño. No podía estar engañándome a mí mismo, realmente deseaba esto, por mucha humillación que supusiese para mí. Y, seamos claros, estaba necesitado de un poco de amor, qué narices.

La caliente y familiar lengua de NamJoon empezó a explorar mi boca con mimo y un escalofrío de nostalgia azotó mi columna vertebral. Amaba tanto ésta sensación y, tiempo después, la estaba volviendo a vivir. NamJoon siempre había sido un besador nato, de estos que te dejan al borde del infarto con un sólo roce de labios.

El beso que empezó suave y tierno, empezó a calentarse y llenarse de necesidad, de hambre. Nuestras lenguas peleaban por dominar el beso, y NamJoon me propinaba de vez en cuando ligeros mordiscos en mi labio inferior que me hacían jadear. El cabrón recordaba que éste tipo de cosas simplemente me perdían. Una de sus grandes manos se aventuró debajo de mi camiseta para dirigirse a mi pecho, pero…

- Yoongi lo siento, lo siento, joder, lo siento.- Se disculpó NamJoon retirándose bruscamente de mi, dejándome bastante sonrojado y jadeante. Y con una pequeña-no-tan-pequeña erección entre mis piernas. Le miré con molestia, y me arreglé la camiseta y el pelo.

- Meh, ha estado bien.- Dije, intentando quitarle importancia. Pero ambos sabíamos que eso era imposible porque, ¿qué cojones ha sido eso? ¿Qué coño acababa de pasar? ¿Por qué nos hemos liado? Demasiadas preguntas para mi pequeño cerebro. Mucha información por procesar y el que estaba caliente como una perra no ayudaba tampoco.

-Eh, bueno, creo que será mejor que… bueno, que me vaya…- Dijo NamJoon, levantándose visiblemente nervioso y dirigiéndose en un par de zancadas hacia la puerta. Y, aunque intentase estirar su camiseta hacia abajo, se notaba un buen bulto debajo de aquellos vaqueros rotos. Un bulto que parecía más grande que la última vez que…

El agua bendita para los pensamientos que abordaban mi mente era insuficiente. Haría falta el Niño Jesús como mínimo.

- Está bien, como tú quieras. De aquí a mañana te daré una respuesta y ya me explicas los detalles.- Dije, controlando mi calentura y mi nerviosismo mientras acompañaba a NamJoon al rellano. Ay Santa María de Jesús.

- Eh sí, bueno… Nos vemos, Yoongi.- Se despidió NamJoon con una sonrisa nerviosa levantando una mano, para acto seguido irse tan corriendo por las escaleras que temía que se cayese y todo.

Entré a casa de nuevo y me tiré al sofá. Ahí estuve un rato mirando a la nada, intentando procesar lo que había pasado y tranquilizándome a mi mismo para que el gran problema que se había generado entre mis piernas también lo hiciese. A ver, lo raro había comenzado cuando NamJoon me dijo que me sentaba bien la camiseta blanca. Vale, éso había sido raro de cojones porque él nunca me hace cumplidos. Lo siguiente había sido que me arrastrase a mi puñetera casa de la muñeca, eso tampoco era muy normal, claramente. Luego me había soltado lo de que me hiciese pasar por su novio y que fingiera que no cortamos delante de sus padres que estarán en su casa una semana, eso era peor. Y por último, casi follamos donde yo estaba sentado si no fuese porque mostró un poco de inteligencia. Éso fue lo peor. ¿De qué coño iba? Ya no somos nada, ¡nada! ¡Ni siquiera follamigos! Aunque, pensándolo bien… Tampoco era mala idea.

- Es que tienes un retraso enorme, Yoongi. Más grande que el culo de Jimin.- Gruñí, aunque aliviado de ver que la erección se me había bajado un poco. - Hostia puta, esto tengo que contárselo a Jimin.

Cogí mi teléfono de mi bolsillo y abrí whatsapp. Pulsé el chat de Jimin -o JiBooty- y empecé a escribirle.

 

Yo: Jimin, tío, ha pasado algo malo. Tienes que venir aquí ya, necesito hablarlo con alguien.

JiBooty: Que? Pero que ha pasado? No me preocupes, hyung.

Yo: Sólo digo que tiene que ver con NamJoon. Y que me ha arrastrado a mi puta casa.

JiBooty: QUE COJONES. VOY PARA ALLÁ Y ESPERO QUE ME LO CUENTES TODO, PERRA.

 

Bloqueé el móvil con una sonrisa y me incorporé mejor en el sofá. Jimin, como había dicho en anteriores ocasiones, era lo más cercano a un mejor amigo que tenía. A él le cuento todas mis mierdas, y él a mí las suyas. Aunque no tengo ni puta idea de quién es el afortunado que tiene a mi amigo pelirrojo como una perra, pero me hago un pequeña idea: Hoseok.

Total, que la relación que tengo con Jimin es muy cercana. Él ha estado ahí para lo que sea. Y… nunca mejor dicho eso de que seamos muy cercanos. Veréis, hace un tiempo, justo después de dejar de ser el juguetito sexual de NamJoon, digamos que… Jimin me dio cierta ayudita.

 

 **FLASHBACK**

 

 Acababa de cortar el acuerdo que tenía con NamJoon de ser amigos con derecho. El muy hijo de puta no sabía adaptarse a mi agenda, y cada instante estaba cancelando nuestros encuentros. Éso por un lado. Por otro es que yo me estaba empezando a pillar de nuevo por él. Y eso no era bueno, y tampoco las palabras de humillación que me dedicaba a las espaldas.

Esa misma noche, Jimin se quedó a dormir en mi casa. Íbamos a hacer una especie de fiesta de pijamas y había comprado varias botellas de alcohol. Se presentaba una noche divertida, la necesitaba luego de haberme condenado a estar sin sexo por mucho, mucho tiempo. Aunque ya llevaba mi par de semanas rico rico, porque el gilipollas de NamJoon no sabía acordar días y siempre tenía alguna excusa para no quedar, por lo que, aunque estuvimos dos meses en ése plan, sólo tuvimos cinco o seis encuentros sexuales. Yo estaba en celo, me había acostumbrado de nuevo a follar con cierta frecuencia y el estar sin gota de sexo durante dos semanas me estaba volviendo loco. Yo tenía eso, que era muy activo, el sexo formaba parte de mi vida. No podía estar sin eso, simplemente.

Encima, Jimin no ayudaba en nada a eso. Aquella noche sólo llevaba unos shorts que no dejaban demasiado a la imaginación y una camiseta sin mangas negra, que dejaban ver unos musculosos brazos. Éste hombre es el detonante para los testículos de cualquiera, me incluyo.

Mi, por entonces castaño, amigo y yo comenzamos a beber mientras bromeábamos y hablábamos de cosas totalmente triviales. Una copa, luego otra, y otra más hasta que todo me empezaba a dar vueltas y me reía por prácticamente todo. Jimin no estaba mejor, de hecho, empezó a hacer una serie de bromas picantes y yo le seguí el rollo, qué coño. Alcohol sumado con necesidad de un buen polvo no da un buen resultado, lo juro.

En ese momento estábamos en mi habitación, concretamente sentados en mi cama. A los pies de ésta había un buen número de vasos de plástico y un par de botellas de ron vacías. Estábamos uno demasiado cerca del otro, cuando luego de hacer diversas bromas de tono picante, empezaron las preguntas sobre nuestras vidas sexuales e inclinaciones. Supe que Jimin es bisexual, como yo.

- Hyung, ¿tú… cuánto haces que no follas?- Preguntó Jimin pasando un dedo por mi pecho con sonrisa traviesa, totalmente colorado. Le sonreí de vuelta, lamiéndome los labios recordando que hacía ya un tiempecito que no mojaba.

- Unas dos semanas, Jiminnie.- Le dije, sonriendo de la misma forma juguetona en la que sonreía Jimin.

- Oh… es mucho tiempo.-Dijo, mientras que, de repente se sentaba en mi regazo. No tenía constancia del enorme tamaño de su trasero -en verdad sí- hasta que lo noté en mis rodillas. Algo un poco más abajo de mi estómago empezó a crecer mientras que mi castaño amigo pasaba un brazo por mi cuello y me restregaba su culo. Me estaba poniendo malo, y si no paraba, iba a pagar las consecuencias.

- ¿Y tú, Jiminnie? ¿Cuánto tiempo llevan sin tocar éste culo?- De manera lasciva, le agarré el culo haciendo que Jimin jadease de las sorpresa, y su cara se tornase de un rojo más intenso.

- Y-yo… sigo virgen, hyung…- Admitió Jimin, apartando la mirada hacia algún punto de la habitación. Adorable, pero endemoniadamente sexy. Mentiría al decir que no me calentaba verlo de la forma en la que estaba: sentado en mi regazo, con sus fibrados brazos alrededor de mi cuello, totalmente sonrojado, con los labios resecos y gimoteando ligeramente gracias a mi mano sobándole el trasero. Ésto no tiene que ser bueno para la salud, no debe serlo. Si no dejaba de provocarme así, yo…

- Pequeño, siéntate mirándome a la cara.-Le pedí. Jimin asintió y yo le ayudé agarrándole de la cintura para poder sentarlo de modo que estuviésemos cara a cara. También le pedí que enrollase sus piernas -que por cierto, eran puro músculo y hacían el doble de las mías- alrededor de mí, en forma de pinza. Ambos dejamos escapar un suave suspiro al chocar nuestros miembros cuando acabó de incorporarse el castaño, dándome cuenta ahí de que yo no era el único que tenía una buena erección.- Mejor así… Así puedo verte esa carita tan linda que tienes, Jiminnie…

- G-gracias Suga hyung… Eres muy amable, pero yo no creo eso.- Aquello me molestó un poco, porque Jimin era un semidios, joder. Aunque no era muy alto, tenía un cuerpo envidiable, una cara bastante atractiva y un culo y unas piernas de infarto. Pero claro, tenía la autoestima por los suelos debido a diversos problemas que tuvo durante su infancia.

Sin pensarlo demasiado y mandando todo un poco a la mierda, empecé a pasar mi lengua por el lado derecho del cuello de Jimin, besándolo y mordisqueándolo. Mi amigo dejaba escapar calientes gimoteos que me encendían más y me daban ganas de empotrarlo allí mismo. Cuando subí a su barbilla, Jiminnie enterraba sus dedos en mi cabello mientras jadeaba mi nombre.

- ¿Cómo es eso de que sigues virgen, pequeño?- Le pregunté de forma lasciva en su oído, dándole un pequeño mordisco a su lóbulo que le hizo tener un delicioso escalofrío.

- N-no he tenido sexo, hyung… porque yo… ¡aah!- Dirigí una de mis manos a su endurecido miembro por encima de los shorts negros, manoseándolo. Sonreí de forma juguetona contra la piel de su cuello, mordiéndolo de nuevo para ésta vez, dejarle una notoria marca. Quería poseerlo ahí mismo, quería quitarle esa virginidad que decía que conservaba… Jimin era demasiado sexy para lo que podía soportar y, gracias a eso, podía olvidarme de NamJoon durante un rato.

¿Por qué no podía divertirme un rato con un Jimin que está pidiendo indirecta-no-tan-indirectamente que le folle? Probablemente ninguno de los dos se acordase de nada al día siguiente por el alcohol en sangre y si eso no fuera así, creo que estamos lo suficientemente capacitados para dejar ésto como un desliz.

-¿Porque tú qué…?- Pregunté, quedándome a milímetros de su boca. Jimin sonrió de forma nerviosa, aún con una mano enredada en mi pelo. Deja. De. Ser. Tan. Adorable.

- Soy feo, hyung.- Jimin hizo un puchero que me hizo fruncir el ceño. Me cabreaba que dijese que era feo cuando tenía unas facciones perfectas.

-No eres feo, Jimin.-Le dije con una voz más severa de la que me gustaría haber sacado. Vi como las lágrimas se acumulaban en los ojitos de Jimin, y eso me enterneció el corazón. ¿Quién o quienes le habrían dicho que era feo? Merecían que les colgasen de los huevos, sin duda alguna.

-P-per…- No esperé a que terminase de hablar para posar mis labios sobre los suyos, en un beso suave y cariñoso. Que mostrase todo el cariño que sentía por Jimin, mi pequeño Jimin. Mi mejor amigo. El castaño me abrazó acercándose más a mi cuerpo y ladeó la cabeza para facilitar el beso, sonriendo ligeramente. Yo metí una de mis manos bajo su camiseta para acariciar su tonificada espalda, mientras que daba toquecitos con mi lengua en su labio inferior para que me dejase intensificar el beso, cosa que aceptó encantado dándome paso a su cavidad bucal. Exploré su boca con ternura, la cual se fue transformando al poco rato en lujuria, en hambre. Nuestras lenguas se movían juntas a un delicioso compás, y sin darnos cuenta el beso se fue tornando abierto y más salvaje. Un hilillo de saliva corría por una de las comisuras de un Jimin con la respiración más que agitada. Ésto se me está yendo de las manos, me di cuenta de ello en cuanto volví a acariciar su miembro por encima del short con insistencia. Al quedarnos sin oxígeno, nos tuvimos que separar y obtuve una rica visión: un Jimin con los labios humedecidos, rojizos y entreabiertos, jadeando mi nombre de forma casi inaudible y mirándome a los ojos con un brillo febril. Él quería, yo quería. ¿Qué problema hay?

- D-dime que pare, por favor…- Rogué a propósito -creo- mientras colaba la mano que tenía en su pene bajo los shorts, dándome cuenta de que no llevaba ropa interior. Qué chico tan liberal.

La mirada febril e inocente de Jimin cambió a una con lujuria e impaciencia, cosa que me acabó ya de calentar del todo y convencer de que no estaba haciendo algo TAN malo.

- Ni de coña, hyung.- Dijo, con la voz un poco más grave respecto a la vocecilla quebradiza que tenía harán unos ¿cinco segundos?- Está bien. Es algo que ambos hemos comenzado y que ambos vamos a acabar.

- Perfecto.- Dije, mientras volvía a atacar su boca de forma más salvaje mientras rodeaba la punta del miembro de Jimin, la cual ya goteaba pre-semen. El castaño gimió en mi boca cuando sintió mi pulgar en la hendidura de su glande. Me aparté de forma suave y sonreí de forma lasciva.

- M-me voy a quitar la ropa, Yoongi hyung.- Avisó Jimin mientras se levantaba de mi regazo, y asentí. No aparté la vista de mi amigo mientras se quitaba con lentitud sensual los shorts y la camiseta, dejando a la vista un esculpido cuerpo y un gran miembro para su altura.

Demasiado grande. Y yo que creía que lo único que tenía grande era el culo. No tenía nada que envidiarle a la polla de NamJoon, lo digo en serio.

- Veo que no es solamente el culo lo que tienes grande, pequeño.- Le dije, con una sonrisa juguetona en los labios mientras yo también me quitaba mi ropa, quedando ambos desnudos después de un rato. Jimin soltó una risita realmente adorable.

Me levanté de la cama y tumbé a Jimin sobre ella, para colocarme yo a horcajadas sobre él simulando embestidas en su miembro frotándolo con el mío, haciendo que las mentes de ambos se nublaran de placer y siseáramos a la vez. Aquello era delicioso. Volví a besarle, dándole esta vez ligeras mordidas durante el beso, haciendo que Jimin jadease de forma sensual. Dejé su boca para bajar a su barbilla y cuello hasta llegar a sus pezones. Me dirigí al derecho para juguetear con él con mi lengua mientras acariciaba el otro. Noté como Jiminnie enredaba sus manos en mi cabeza, aferrándome a su cuerpo. Qué chico tan impaciente.

- H-hyung… sigue… ¡Dios mío!- Exclamó Jimin mientras comenzaba a masturbar su pene al ritmo de mis estímulos a sus pezones con mi boca. Le estaba llevando poco a poco a la locura y aquello me volvía loco a mí. Jimin era un manjar, un manjar que yo estaba a punto de probar el primero.

- Te haré sentir como el tesoro que eres, Jiminnie…- Bajé dando ligeras mordidas por sus marcados abdominales hasta llegar a su depilado pubis.

-Y-ya lo estás… mmm… ya l-lo estás… ¡JODER, YOONGI!- Gritó cuando me introduje su polla de lleno en mi boca, quedándome sólo a la mitad de ella. Ni siquiera me molestó la falta del hyung, y más cuando subí mi mirada viendo como apretaba los ojos y jadeaba. No me hizo falta ver más para saber que éste chaval ni siquiera ha tenido una mamada en condiciones. Pobrecillo.

Según NamJoon, las mamadas eran mi punto fuerte. Y viendo las reacciones que tenía Jimin y los suspiros, jadeos y gruñidos que soltaba mientras me metía y me sacaba su pene de mi boca me lo creo. A veces me sacaba su miembro de mi boca, para delinear sus testículos con mi lengua y subir por el tronco hasta el glande, hundiendo mi lengua en el pequeño agujero que había en él. Jimin se encontraba hecho un desastre, y movía sus caderas pidiendo más. Al notar ése movimiento y los tirones en mi pelo, incrementé la velocidad de mi mamada, demasiada para la que Jimin podía soportar y acabó en mi boca junto con un alarido. El semen de Jimin sabía bien, era dulce pero salado a la vez. Me lo tragué todo, relamiendo las gotitas sobrantes que había en mis labios ante el desastre a.k.a Jimin.

- Yoongi hyung… - Llamó Jiminnie, una vez que recobró la capacidad de hablar.

- Dime, pequeño.

- Q-quiero hacerlo…- Pidió mi amigo con un adorable brillito en sus ojos. Noté cómo se volvía a endurecer, éste chico realmente tiene aguante.

- ¿Hacer qué?- Susurré de forma juguetona, aunque sabía de sobra a lo que se refería. Rocé un dedo con su estrecha entrada y Jimin se estremeció.

- Quiero follar contigo, hyung… - Admitió un avergonzado Jimin mientras apartaba la mirada. No se podía hacer una idea de lo adorable que era.

- ¿Estás seguro?- Pregunté, apartando el dedo.

- Sí. Creo que eres la persona más adecuada a la que podría darle mi virginidad, hyung.

Un poco confuso sobre lo que había dicho y asintiendo con una sonrisa tierna, abrí uno de los cajones de una de las mesitas de noche y saqué un pequeño bote de lubricante gris y un condón. Si vamos a hacerlo, que sea de buena manera ya que Jimin era virgen. Por poco tiempo.

Eché unas gotas del frío y viscoso líquido transparente en tres de mis dedos bajo la atenta mirada del castaño. Le pedí que abriese las piernas y me incorporé entre ellas. Tanteé su cerrado agujero con mi dedo índice, causando otro estremecimiento de mi amigo.

- Bien, aquí voy, Jiminnie.

- Sé cuidadoso, hyung…- Rogó Jimin con una enternecedora sonrisa. Pero, pregunto de nuevo, ¿cómo se podía ser adorable y erótico al mismo tiempo?

- Descuida, pequeño.- Le di un beso en la frente mientras introducía mi dedo índice hasta el fondo, causando que Jiminnie soltase un alarido y un lloriqueo de dolor. Le besé y le masturbé para distraerlo del movimiento que estaba haciendo con el dedo dentro de él, ensanchando su agujero hasta que cupo otro dedo, que moví junto al ya introducido en forma de tijera. Jimin dejó de lloriquear de dolor para gimotear bajito, mientras movía las caderas en busca de más ya que se había acostumbrado a los dedos. Introduje el tercero en discordia, y los moví rítmicamente con los otros, intentando alcanzar su próstata pero no pude. Tengo los dedos demasiado cortos para ello. Pero al menos lo intenté.

Cuando estaba lo suficientemente dilatado y acostumbrado a mis dedos, decidí sacarlos de Jimin a pesar de su gemido de protesta. Rasgué la funda plateada del condón y puse la funda de látex en mi pene, para luego echar otro chorro de lubricante en él, extendiendo el frío líquido por toda mi extensión. Empecé a alinear mi polla contra su agujero.

- Q-qué grande…- Balbuceó Jimin junto con un escalofrío, al sentir la punta de mi pene rozando su dilatada entrada.

- Aquí voy, pequeño… -Avisé antes de hundirme completamente en él, sacando un grito ahogado del fondo de su garganta mientras arqueaba su espalda, agarrándose a mis omóplatos y arañando los mismos. Me dejaría marcas de arañazos que me escocerían bastante, pero me dio igual. Todo sea por mi mejor amigo y por su recién perdida virginidad. Decir que no me sentía halagado por aquel regalo sería mentir. De seguro que a partir de ese momento, estaríamos más unidos. Aunque no más que en aquellos momentos, en los que éramos uno.

Llevé sus piernas a mi cintura para facilitar la penetración y hacer ésta más profunda, moviéndome lo menos posible. Le besé con ternura en los labios, en la nariz, en la frente.

- P-puedes moverte, Yoongi hyung. Estaré bien, ya apenas duele.- Pidió Jimin, yo asentí luego de dejar un último beso en su clavícula. Saqué mi miembro totalmente de su apretado y cálido interior, para volverlo a hundir en el íntimo agujero, sacando otro grito ahogado pero mezclado con placer.

Comencé a moverme con un vaivén lento y acompasado durante un rato, pero eso pareció insuficiente para Jimin pasado ese rato. Sus caderas se movían insistentes en busca de más velocidad que yo no tardé en incrementar, haciendo que ése ritmo fuese cada vez más rápido y salvaje. Yo apretaba sus caderas con una mano mientras que con la otra azotaba una de sus nalgas. Otra de mis fantasías sexuales acababa de ser cumplida.

- ¡H-HYUNG! M-más rápido p-por favor… ¡aaaah! ¡ahí, justo ahí!- El castaño gritó en cuanto toqué su punto dulce como una prostituta barata. Grito que me animó a seguir dando en ése punto y lágrimas de placer se empezaban a formar en los ojos de Jimin. Estaba cerca de su límite, y yo también gracias al ritmo salvaje de mis embestidas y las contracciones involuntarias de las paredes del interior de Jimin.

- J-jimin… yo estoy cerca… gracias p-por todo, pequeño. G-gracias por darme tu virginidad.- Jadeaba al oído del castaño. Realmente estaba agradecido por todo lo que mi mejor amigo hacía por mí, y ésta era una ocasión, digamos, idónea para ello. El que me diese su virginidad me hacía muy, muy feliz. Espero que algún día encuentre alguien que de verdad merezca el trocito de cielo que Jimin era.

- No las d-des h-hyung ¡hmm! Realmente te ap-precio y-y ¡aah! E-eres m-muy importante p-para mí y… y sé que no se l-la p-podría haber d-dado a… ¡mmm! N-nadie m-mejor que tú. ¡Me corro, Yoongi!- De nuevo, no me importó la falta del hyung al sentir el semen de Jimin en mi abdomen mientras éste gemía fuertemente anunciando que se había corrido. Un par de embestidas más y yo también alcancé mi liberación dentro de condón.

Ambos nos quedamos estáticos unos segundos intentando volver a ser personas de nuevo, y cuando ya nos normalizamos un poco, salí de él sacando un cansado gemido de las gargantas de ambos. Me quité el condón, le hice un nudo y lo tiré a la papelera que había al lado de mi escritorio. Cuando giré la cabeza, vi que Jiminnie ya se había acurrucado y arropado con las sábanas. Parecía un verdadero ángel, lo juro. Me dirigí en un par de pasos a la cama, abrí las mantas y me acosté a su lado, abrazándole por la espalda y besando su hombro. En poco rato, nos quedamos dormidos.

 

 **FIN DEL FLASHBACK**

 

 - Tierra llamando a hyung perezoso…- Gritó Jimin mientras me daba golpes en la cabeza. Volví en mi después de haber tenido… ciertos recuerdos. Eso sí, estaba confuso y aturdido, como si me hubiesen despertado. Solo que no tenía mala leche.

- ¿Eh, qué? ¿Jimin? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?- Pregunté de forma atropellada, causando una serie de carcajadas en mi pelirrojo amigo.

- Sí, soy Jimin. Fuiste tú quien me habló. Y he entrado porque has dejado la puerta abierta. Para que te entre ahora alguien a robar, ¿sabes? Siempre igual de despistado, hyung.- Dijo Jimin mientras me daba un golpecito en la frente con sus dedos índice y corazón. Puse una mueca al parecer, demasiado graciosa para mi amigo ya que rompió en más carcajadas que al final hicieron que riese yo también. Éste chico…

Pero luego lo recordé todo. Lo de NamJoon, lo de fingir que fuésemos novios de nuevo, lo de que nos liamos… en fin, todo el panorama que había antes de que me perdiera en el el País de los Recuerdos de Min Yoongi.

- Bueno, dejémonos de gilipolleces y te cuento lo que ha pasado y el porqué está esa puerta abierta.- Hablé seriamente luego de dejar de reír.

- Ya estás tardando. Llevo como cinco minutos viéndote en estado de trance, ¿sabes?

Notas finales:

Oh, la cosa realmente se está poniendo interesante~

¿Qué pasa realmente entre NamJoon y Yoongi? ¿Por qué ha besado NamJoon a Suga? Me da a mí que Suga se volverá a pillar por NamJoon~

¿Cuál será la reacción de Jimin al contarle Yoongi lo que ha pasado con su ex? ¿Le contará de una vez por todas quién le gusta?

Ah, adelanto que el flashback está incluído a modo de comodín, es decir, no tendrá especial transfondo en la historia... por ahora.


También os animo encarecidamente a darme sugerencias sobre lo que queráis. ¡Que se os vaya la cabeza un poco, que eso mola!

Y bueno, que dejéis reviews sensuales y llenos de jams (?)

Para el próximo capítulo:

-Una confesión.

-Una respuesta.

-Un reencuentro.


Y hasta ahí puedo leer~

Hasta el próximo capítulo, ricuras~


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