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¿Mi prometido? (Tsuki x Yamaguchi) por Flory

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Notas del capitulo:

 

Bien dice que lluvia es de los mejores escenarios en la vida...

Les agradezco que continúen leyéndome. Espero que disfruten de fic. 

-Tadashi, ¿Cómo pudiste? ¡ahhh! Si vuelve a hacerte sufrir juro que ahora si iré al hospital a asfixiarlo –Shoyo hablo con los ojos sombríos y sus manos imitaban el estrangular a alguien.


-Shoyo, cálmate –le dice Kenma –y a todo eso, ¿cómo sabes que volverá al hospital?


-yo mismo lo enviare, y después iré a asfixiarlo –Kenma rodo los ojos ignorando esta respuesta.


-me alegro de que hayas decidido poner fin a todo lo que estaba pasando. Espero que las cosas marchen bien a partir de ahora.


-gracias Kenma –Tadashi empezó a llorar, abrazo a Kenma y empezó a frotar su mejilla contra la de él.


-vas a desfigurar mi rostro –dice apartándose de él.


-jmm –Shoyo tenía el ceño fruncido –más le vale que no vuelva a hacer algo así.


-shoyooo… -Tadashi suelto a Kenma y se lanzó sobre Shoyo haciéndole lo mismo que a Kenma.


-parece que se están divirtiendo –Ukai apareció en el salón de clases –es raro que ustedes sean los primeros en llegar un lunes por la mañana.


-profesor, últimamente hemos estado pensando en que somos una generación clave, la humanidad está decayendo y depende de nosotros levantarla, por eso tenemos que esforzarnos cada día –Shoyo daba su discurso con gran entusiasmo que incuso sus ojos brillaban mientras que era visto por sus amigos como un completo desconocido.


-bien, entonces supongo que debes de estar feliz con tu nota del examen de la semana pasada –Ukai bajo a Shoyo de la mesa en la que se había subido y le pego el examen en la frente.


-ehh… bueno, vera… la semana pasada aun no me daba cuenta de que somos la generación clave  -rio nerviosamente mientras doblaba su examen lo guardaba en su bolso.


-Shoyo, a este paso tendrás problemas para aprobar mi clase.


-profesor, tranquilo le aseguro que me esforzare.


-y nosotros nos encargaremos de ayudarle –dijo Tadashi sonriendo –y Kenma también.


-no decidas por ti mismo –replico –pero está bien, ayudare.


-este chico debería estar agradecido de tenerlos cómo amigos –dicho esto pellizco una de las mejillas de Shoyo y después se dirigió a su escritorio.


Shoyo dijo que se esforzaría, pero…


Llevaban veinte minutos en clase y ya bostezaba despreocupadamente mientras dejaba caer todo su peso sobre la mesa. Tadashi y Kenma miraban con diversión como al profesor Ukai casi se le pintaban las venas en la frente ante la actitud de Shoyo, era como si se estuviese conteniendo de arrojarle a Shoyo lo primero que tuviese a la mano.


De alguna manera Shoyo salió intacto de esa clase, y de las otras. Eran casi las dos de la tarde y sus clases ya habían finalizado. Decidieron ir a la cafetería a comer algo, aun no querían regresar a casa.


-¿no iras con Tsukishima?


-no Kenma, le daban de alta hoy, así que en estos momentos ya debe de estar en su casa.


-entonces, ¿no iras a visitarlo?


-mmm tal vez…


-¿Cómo que tal vez? ¿Aun dudas? –pregunto Shoyo.


-no. es solo que…


-¿Qué? Habla –insistió Shoyo.


-lo que pasa… no quiero estar a solas con él. –dijo Tadashi mientras desviaba la mirada.


-lo sabía es un pervertido –dijo Shoyo mientras apretaba los puños.


-Shoyo, no te adelantes –dijo Kenma –Tadashi, explícate mejor.


-bueno verán –Tadashi hiso una pausa para dar un sorbo a su bebida –yo… él… lo más probable es que quiera que hagamos algo, ustedes entienden –dijo arqueando las cejas mientras los otros dos asentían con la cabeza –y no es que no quiera o que no me sienta preparado, creo que mejor dicho me siento…


-que no cumplirás sus expectativas –continúo Shoyo.


-si… -admitió Tadashi.


-demasiado complicado para mí –dijo Kenma.


-lo ven, ninguno de nosotros tiene experiencia –en ese instante Tadashi vio como Shoyo  evadió su mirada y la dirigió hacia otro lado. –espera… tu, ¡Shoyo…! ¿Por qué no nos has contado nada?


-no tenía que hacerlo, son cosas íntimas –respondió Shoyo


Kenma y Tadashi se miraron, y después suspiraron profundamente para continuar con la conversación.


-bueno era de esperarse, después de todo has tenido más libertad que nosotros –dijo Tadashi.


-tenía esa duda –dijo Kenma-pero me abstuve de preguntarte.


-chicos no tienen de que preocuparse, asó como ustedes se preocupan por ellos, ellos se preocuparan por ustedes –dijo Shoyo incluyendo a Kenma en el ejemplo –ellos los harán sentir de tal forma que su inexperiencia no tendrá importancia.


Tadashi recordó la ocasión del beso con Tsukishima, Shoyo tenía razón, no había nada que temer.


-no seas cobarde, ve a verlo –dijo Kenma –después de todo, no creo que te obligue a hacer algo que no quieres.


-mm tienes razón, Tsuki es todo un caballero –dijo Tadashi mientras le brillaban los ojos.


-tranquilo, deslumbras más que las pantallas del cine –le dice Shoyo mientras se cubría los ojos.


-jaja bien iré a verlo esta tarde.


      ………………………………………………………………………………………


-¿Qué haces aquí?


Tsukishima se encontraba sentado en su silla favorita que habitualmente se situaba junto a la ventana principal de su habitación. Con un aire de alegría miraba a Tadashi entrar por la puerta. Era lo que más feliz lo hacía de no ser por…


-¿y ustedes?


Detrás de Tadashi se encontraba Kuroo con la cara soñolienta, Shoyo con una mirada desconfiada hacia Tsukishima, y Kenma tirando del gorro del suéter de Shoyo para que quitara esa mirada.


-fui obligado a venir –dijo Kuroo.


-vengo para mantener a Tadashi a salvo –le dijo Shoyo.


-y yo vengo para mantener a raya a este sujeto –dijo Kenma señalando a Shoyo.


-lo lamento Tsuki, sé que no te gusta el escandalo pero…


-descuida, tampoco es que sea un completo amargado, los otros pusieron enarcaron las cejas ante esto –me se divertir, a veces –le dice con una ligera sonrisa llena de alegría. Tomo a Tadashi de la mano y lo jalo hacia él susurrándole en el oído –y si ellos tienen que estar aquí para que tu estés aquí, no me importa en lo más mínimo.


-aún estamos aquí –dijo Shoyo colocándose entre Tadashi y Tsukishima.


-ahh disculpa, eres tan pequeño que difícilmente noto tu presencia.


-¡¿qué?! –Shoyo se disponía a lanzarse sobre Tsukishima pero Kenma logro detenerlo jalándolo nuevamente del gorro.


-Kenma, suéltame, no dejare que se burle de mí.


-cálmense ya –dijo Kenma con voz firme –esto es una visita a un lesionado que está en un 99.9% sano, aun así no armemos escándalo.


- ¿A dónde quieres llegar con eso? –dijo Tsukishima.


-a nada, solo te quiero recordar que no necesitas cuidados extras de Tadashi y que mañana ya debes asistir a la universidad.


-y creí que yo era el aguafiestas –dijo Tsukishima.


-hey hey olvídenlo ¿Qué tal si salimos a divertirnos…”sanamente”? –sugiere Kuroo.


-me parece bien ¡¿Quién se apunta?! –Shoyo, emocionado se lanzó sobre la cama de Tsukishima, saltando en ella de un lado a otro.


-hey baja de ahí –le decía Tsukishima mientras intentaba bajarlo a almohadazos.


 


Al salir de la casa de Tsukishima decidieron llevar solo un auto, el de Tadashi. Él conducía, Tsukishima iba en asiento del copiloto, y los otros atrás. Shoyo logro asaltar la alacena de la cocina sacando galletas y papas fritas de las cuales disfrutaba con Kenma y Kuroo mientras Tsukishima los regañaba diciendo que no dejaran migajas en los asientos.


Kuroo dirigía a Tadashi por el camino, aun no les decía a donde iban pero intuía que a todos les agradaría, después de todo necesitaban pasar un buen rato. Cuando llegaron observaron un edificio de unos 5 pisos, a simple vista parecía un lugar casi desierto, al frente tenía un letrero muy discreto que decía: 3D “abierto”.


-espero que les guste la acción –con una sonrisa Kuroo entro al sitio siendo seguido por los otros.


-bienvenidos –saludo un adulto mayor que se encontraba tras el mostrador mientras leía el periódico –ah eres tu –dijo en cuanto vio a Kuroo –hace mucho que no vienes, creí que ya no estabas entre nosotros.


-deja de decir tonterías, no creo que seas el más indicado anciano Nekomata.


-Kuroo no deberías hablarle así –le susurro Shoyo.


-este anciano…


-veo que al menos si tienes amigos educados –dijo el anciano.


Todos inflaron sus mejillas tratando de contener las carcajadas ante el comentario del anciano a Shoyo.


-entremos antes de que se desilusione –dijo Tsukishima. 


-vamos –dijo Kuroo –anciano, entraremos espero que todo sea tan genial como siempre.


-lo seria si me financiaras mejor –les dijo despidiéndolos con una sonrisa.


 


El interior era bastante amplio, con grandes divisiones, había fondos verdes e inmensas simulaciones de montañas.


-¿escalar? –


-no podemos salir de la ciudad entre semana, es lo mejor que podemos hacer por ahora –dijo Kuroo.


-genial, vamos –dijo Shoyo adelantándose a los demás.


-también tiene área de juegos, ya saben, guerra de pinturas y esas cosas.


Empezaron a colocarse los equipos y a escalar. Los efectos hacían que todo pareciera tan real, con todo eso, según ellos, no les sería problema hacerlo con una montaña real.


Solo se dedicaron a escalar, decidieron dejas las otras atracciones para algún otro día. Kenma se cansó rápido y fue a descansar a la primera, Kuroo y Shoyo estaban a mucha distancia de Tadashi y Tsukishima que iban más lento.


-¿puedo preguntarte algo? –dijo Shoyo sin mirar a Kuroo.


-adelante.


-¿Cuáles son tus intenciones con Kenma? –Kuroo se paralizo ante esta pregunta, trato de fingir lo contrario calmándose un poco.


-no eres despistado como pensé.


-no cuando se trata de las personas más importantes para mí.


-en ese caso te lo diré; me gusta y quiero ser de él.


-jeje que interesante.


-¿te parece?


-claro, Kenma es genial. De pequeños, muchos querían que Kenma fuese de ellos, me costó mucho ahuyentarlos a todos.


-¿tu… los ahuyentaste? –dijo sonando algo inquieto por el comentario.


-si –continuo sin mirar a Kuroo –Kenma siempre ha sido importante para mí, al igual que Tadashi, pero no dejare que sea posesión de nadie. Cada uno de ellos se acercaba con la intención de que él les perteneciera, pero ninguno dijo que quería pertenecer a Kenma. Así que tú tienes mi aprobación –le dijo levantándole el pulgar y guiñándole un ojo.


-g… gracias –difícilmente fue lo único que pudo decir. Esto era demasiado para él, no bastaba con que su amor no fuese correspondido, ahora también recibía ánimos del amor de su amor -¡ahhh que complicado!


-¿ocurre algo? –pregunta Shoyo.


-ocurre todo –Shoyo puso cara de no entender nada –lo siento, hasta aquí llego, continua tu –y empezó a descender por el muro.


Dos horas después ya estaban todos reunidos en la sala de descanso tomando unas bebidas de una máquina.


-¿a qué hora cierran el lugar?


-renacuajo este lugar cierra hasta que el ultimo cliente se valla –respondió Kuroo.


-no me llames renacuajo.


-jaja… por cierto el anciano ya ni siquiera estará en el edificio.


-¿a qué te refieres con eso Tsuki?  -pregunto Tadashi.


-el anciano se va temprano cuando Kuroo viene, sabe bien que en ocasiones se emociona y está aquí hasta altas horas de la noche, así que no se molesta en esperar.


-eso es genial –dijo Shoyo –pero hay que largarnos, mañana tenemos clases.


-¿y desde cuando te ha importado eso? –dijo Kenma.


-el profesor Ukai ya ha advertido a Shoyo que puede repetir el año si sigue así –comento Tadashi.


-ohhh el enano pronto se reunirá con los de su tamaño –empezó a burlarse Tsukishima mientras Shoyo lo miraba con molestia tratando de contenerse.


 


Al regreso Kenma tomo un taxi junto con Shoyo, Kuroo tomo otro, mientras que Tadashi llevo a Tsukishima a su casa.


 


Al siguiente día Tadashi bajo a desayunar y se sorprendió de ver a sus padres ahí.


-no pensé que llegarían hoy –les dijo.


-sí, buenos días hijo –le responde su padre.


-cariño disculpa por no avisar.


-descuida mamá.


Se sentó, le sirvieron el desayuno y empezó a comerlo lentamente.


-Tadashi –comenzó su padre –creo que es hora de que te empieces a inmiscuir en el negocio de la familia.


-ahh eso. Creo que aún no estoy listo –le dijo sin ánimos.


-¿y cuando lo estarás? Cuando este en mi lecho de muerte.


-Amor, no hables así –le dijo su esposa.


-esta semana quiero verte por allá, y más te vale asistir –dijo esto y salió de la casa.


-tranquilo cariño, veras que poco a poco entenderás lo que es ser la cabeza de la familia.


-disculpa mamá, llegare tarde a clases.


………………………………………………………………………………………………………


-¿Entonces no le has dicho?


-no Kenma, nunca podría.


-tendrás que poder, de lo contrario terminarás teniendo un futuro forjado por tu padre.


-lo sé.


-¿Qué ocurre? –Shoyo apareció frente a ellos –vamos a clases, llegaremos tarde –los tomo de la mano y empezó a correr con ellos.


-se lo está tomando muy ensero –dijo Kenma.


Y en efecto, durante todas las clases Shoyo puso más atención que el día anterior, sorprendiendo a todos, incluso profesor Ukai lloro de felicidad “ya podre morir en paz” era lo que decía.


-ahh que hambre, no creí que poner empeño en los estudios fuese tan agotador.


-¿Dónde está Tsukishima? –pregunto Kenma.


-tenia clases con Kuroo, debe de estar en el último piso.


-mmm Tadashi por que no vas a buscarlo, con algo de suerte pueden darse una escapada a la azotea.


-¡Shoyo!


-bien Kenma y yo vamos por un helado al otro lado de la ciudad.


-ahhh que malos, no me llevan –dice Tadashi.


-no, ve y busca a lentitos para que puedan estar juntos en la azotea –con esto Shoyo empujo a Kenma llevándolo por los pasillos mientras le decía adiós a Tadashi.


 


 


-¿que fue eso? –pregunto Kenma mientras Shoyo buscaba las lleves de su motocicleta.


-bueno digamos que ayer no fue un momento muy privado de ellos…


-por ningún motivo tu harías eso.


-está bien, escuche su conversación, ni tu ni yo podemos ayudar a Tadashi con su problema, odio admitirlo pero Tsukishima es el único que puede. Andando.


-esta bien.


-ahh por cierto invite a Kuroo.


-¿ehh?


-si, ya sabes, para dejarlos solos.


-entiendo. Vamos, no hay que hacerlo esperar.


 


 


 


-¿te divertiste anoche? –pregunta Tsukishima mientras subía las escaleras a la azotea junto a Tadashi.


-sí, no se me dan muy bien las actividades físicas, pero eso fue divertido. Salgamos al bosque en vacaciones.


-mmm será molesto.


-¿ehh… por qué? –dice Tadashi con tono decaído.


-odio a los mosquitos y demás insectos.


-mmm creí que podríamos divertirnos.


-veré que puedo hacer –se giró llevando a Tadashi entre él y la pared –pero seremos solo tú y yo –le dijo mientras pegaba su frente con la de Tadashi haciendo de este uno de los pocos momentos en los que Tsukishima se comportaba de forma tierna.


-Tsukiii… que lindo –Tadashi sonrojado, se acercó a los labios de Tsukishima y los besó como si se trataran de la última golosina del mundo; con ansiedad y delicadeza.


-valla estas superando al maestro –dijo Tsukishima con una sonrisa ladeada.


-a mi maestro es al único que tengo que mostrarle que tanto he aprendido con él.


-bueno tal vez tu maestro pronto te haga un examen, deberíamos repasar las lecciones después –acaricio la mejilla de Tadashi y continuaron subiendo las escaleras.


Cuando llegaron a la azotea se recostaron sobre unos cojines que estaban disponibles para aquellos alumnos que se escapaban por ahí. Observaban el inmenso cielo azul sin hablar, Tsukishima dejó caer su cabeza sobre los hombros de Tadashi.


-oye, ¿ocurre algo?


-no, ¿por qué la pregunta Tsuki?


-te noto feliz, pero es una felicidad al 85% lo que significa que el otro 15% te está alterando.


-como era de esperarse de ti –Tadashi recostó su cabeza sobre la de Tsukishima que aún estaba sobre sus hombros –tengo un problema con papá.


-¿Qué ocurre con él?


-quiere que ya empiece a inmiscuirme en los asuntos de la empresa, y no me agrada, no quiero pasar el resto de mi vida ahí. No hallo como decírselo.


-es problemático.


-sí, y a lo que me quiero dedicar es mucho peor, si se lo digo probablemente le dará un ataque de cólera.


-dices que estas en una universidad, donde estas estudiando una carrera que no te agrada.


-sí, es eso.


-lo enviaras al hospital.


-¡Tsuki!... no sé qué hacer.


-¿Qué deseas hacer con tu vida?


-quiero ser un escritor.


-definitivamente lo enviaras al hospital.


-¡Tsuki!


-bien, veré que podemos hacer. Pero por el momento creo que deberías ir con tu padre, ya sabes para mantenerlo tranquilo, así nos dará tiempo para pensar en algo.


-eres genial.


-si lo sé, y quiero una recompensa.


Se posiciono con delicadeza sobre el cuerpo de Tadashi, acerco su rostro al de él, Tadashi cerró los ojos para recibir para sentir ese beso, pero Tsukishima beso su frente y lo envolvió en un cálido abrazo.


-te quiero a ti por siempre –le susurró al oído para después besarlo en los labios.


Tsukishima fue recostando más y más a Tadashi hasta quedar acostados sobre los cojines. Acaricio su mejilla y volvió a besar sus labios, sus inquietas manos se deslizaron bajo la camiseta de Tadashi acariciando su suave abdomen.


-Tsuki, alguien pude vernos.


-no me importaría, así les quedaría claro a todos que soy tuyo y tú eres mío.  


-¿solo mío? –dijo Tadashi mirándolo a los ojos.


Tsukishima sabía que aun había algo de inquietud en Tadashi, estaba claro que aún no tenían aquella charla que ambos evitaban. 


-escucha –dijo sentándose frente a él –lo que pasó en aquella ocasión, ahh como te lo digo…


-adelante, escuchare todo lo que tengas que decir –interrumpió Tadashi al ver como Tsukishima no podía continuar.


-antes yo, no creía que se pudiese tener un sentimiento inigualable solo para una persona, creía que siempre llegaría alguien que me hiciera olvidar a la persona con quien estaba, por esa razón nunca hice a alguien especial para mí –miro a Tadashi y sonrió –hasta que te conocí.


-eso no…


-lo sé, eso no explica lo de la otra vez. En esa ocasión yo la bese para ponerle punto y final. Me dijo que si le daba un último beso se iría y dejaría de buscarme. Pero cómo pudiste ver la última vez, no cumplió.


-¿así que era una despedida?


-si, y no solo de ella, era una despedida de mi vida pasada, todos esos malos pensamientos que tenía.


Tadashi le rodeo el cuello con sus brazos y lo acerco a él, roso sus labios con los de el para después darle un tierno beso. 


-y con esto le damos la bienvenida al nuevo Tsuki.  


-y con esto le damos la bienvenida a un nosotros –Tsukishima intensifico el beso, acariciaba los mechones del cabello de Tadashi con una mano y con la otra sostenía su barbilla.


-ven a mi casa esta noche –dijo Tadashi al separase –mamá dice le encantaría que nos acompañes a cenar.


-está bien, iré.


-empiezan a formarse nubes muy oscuras. Da miedo.


-¿no te gusta la lluvia?


-no es la lluvia, es el cielo oscuro lleno de relámpagos.


-je entiendo. Vamos a dentro.


 …………………………………………………………………………………………………………


Las gotas de lluvia empezaban a caer con delicadeza. Kenma bebía de su malteada mientras las miraba caer poniéndoles más interés que a la conversación de Shoyo quien continuaba hablando con Kuroo sobre la final de un torneo de vóley. Pero más que mirar las gotas era como ver su vida en ellas, las gotas se unían y después se separaban en el suelo, le recordaban a él y a Shoyo, unidos pero separados a la vez.


-¿Kenma? ¿ocurre algo? –Shoyo lo regreso a la realidad.


-ehh no, es solo que se acerca una fuerte lluvia. Deberíamos regresar.  


-creo que tiene razón –dijo Kuroo –gracias por el helado –le dijo a Shoyo mientras se levantaba de su asiento.


-ya sabes, somos amigos, cuando gustes podemos hacer esto de nuevo, o puedes llevarte a Kenma, últimamente ha estado muy distraído, ya ni yo lo entiendo.


-¡Shoyo! –grito Kenma.


-jeje por mí no hay problema –dijo Kuroo.


-ya dejen eso, vámonos de aquí.


Las personas empezaban a correr para refugiarse de la lluvia que acababa de arreciar. Salían del lugar cuando alguien que intentaba resguardarse de la lluvia choco con Kenma.


-disculpe –dijo.


-descuide –dijo Kenma quien se sorprendió al ver que se trataba de Kageyama.


-¿ustedes? –dijo Kageyama mientras se bajaba el gorro de la chaqueta.


-Kageyama, parece que la lluvia no te favorece –le dice Kuroo con una sonrisa burlona.


-cállate, sabes bien que odio la lluvia.


-¿Dónde ésta tu auto? –pregunta Shoyo.


-no lo traje, parecía un día soleado así que salí a caminar.


-¿caminar… cuanto medio día? –le dice Shoyo mientras se posiciona frente a él apuntándole con el dedo –sigues siendo muy descuidado.


Kenma podía ver que Shoyo aún se  preocupaba por él, a su manera claro. En ese pequeño instante entendió que aún estaba enamorado de Kageyama y que jamás seria correspondido.


-bien entonces te llevo a tu casa –se ofreció Kuroo.


-por fav…


-ve con Shoyo –interrumpió Kenma –Kuroo dijo que visitaría a alguien.


-¿yo? –empezó a hablar Kuroo pero se calló cuando sintió el codo de Kenma chocar contra sus costillas –ahh si, ya lo recuerdo.


-no sé si se pueda –Kageyama miro a Shoyo como rogándole para que aceptara.


-si, yo te llevo.


……………………………………………………………………………………………………….


Kuroo conducía al apartamento de Kenma, recorrían las calles de la ciudad mientras la lluvia caía, ambos si n decir una sola palabra.


-llegamos –dijo Kuroo mientras entraba al estacionamiento del edificio.


-entra. Dije que verías a alguien –le responde Kenma.


Era la primera vez que Kuroo entraba al apartamento de Kenma, la última vez que fue solo llego hasta la puerta. Le sorprendió lo ordenado que todo estaba, la decoración sencilla pero elegante, los sillones cubiertos por un suave tapiz color carmín que combinaba con las cortinas.


-tienes una gran vista desde aquí –dice Kuroo acercándose a las ventanas de cristal que dan paso al balcón.


-sí. En las noches claras es mucho mejor. ¿te quedarías a cenar conmigo? –pregunta Kenma.


-claro ¿cocinaras? –dice con una sonrisa divertida.


-no –Kenma saco su celular y empezó a marcar –si. Para dos.


-¿pediste comida a domicilio? –dijo Kuroo mientras Kenma colgaba.


-si, no suelo cocinar, no se me da bien.


-eso tiene sentido.


-pero no es comida cualquiera. La persona que la prepara vive en el edificio de al lado y tiene un toque único, es muy deliciosa.


-eso espero…


- Toma asiento por favor –dice Kenma mientras entra a una habitación.


Kuroo sentó y tomo una fotografía que estaba cerca, se veía a Tadashi, Shoyo y Kenma jugando sobre el césped, debían de tener unos 7 u 8 años de edad.


-Kuroo, mira.


Kenma salió con un gatito entre sus brazos, era el de antes. Kuroo coloco la foto en su lugar y se paró para abrazar al gato.


-increíble. Está mucho mejor que antes.


-si.


-¿puedo hablar contigo sobre algo?


-adelante –dice Kenma mientras ambos se sientan uno frente al otro.


-¿Por qué hiciste eso?


-porque me gustan los gatos.


-no eso. Lo otro.


-¿Qué?


-dejar a Shoyo con Kageyama.


-ahh eso.


-si.


-digamos que no soy nadie para interferir en la relación de alguien. Ellos tienen problemas, pero estoy seguro de que no tardaran en solucionarlos. Y una cosa más, se aman. Eso es todo.


-pero tu…


-yo soy feliz si él es feliz. Dijiste que decir lo que sientes te libera de una carga total, y es verdad. Pero hay cosas que son mejor nunca decir.


-no sé si es más valiente el que calla o el que habla –Kuroo cerro sus ojos y se recostó en el espaldero del sofá dejando caer levemente su cuello.


-creo que ambos lo son.


Kenma tomo al gatito, lo coloco en el piso y se fue a la habitación de donde lo había sacado.


Un relámpago ilumino la habitación dejando escuchar un estruendoso sonido, Kenma cubrió sus oídos mientras que Kuroo se encogía de hombros.


-esto viene fuerte –dijo Kuroo.


-sí. Juguemos algo mientras se calma la lluvia.


…………………………………………………………………………………………………………


-Kageyama ¡¿dónde está mi motocicleta?!


Shoyo gritaba al ver que su moto no estaba estacionada donde la dejo. Kageyama salía tras de Shoyo y lo tomo de la muñeca.


-no te dejare ir, la lluvia es muy fuerte y te puede ocurrir algo.


-suéltame, soy muy bueno conduciendo en estas circunstancias… ¡Kageyama suéltame!


-ya cállate y entra.


-no quiero –Shoyo se resistía a caminar al interior del edificio.


-Hinata no me obligues a…


-¿a qué? –lo reta Shoyo.


Kageyama chasqueo los dedos e inmediatamente aparecieron dos enormes sujetos vestidos de negro que tomaron a Shoyo por los brazos y lo levantaron como si se tratase de un juguete.


-llévenlo a dentro –ordeno Kageyama.


-¡Kageyama maldito!, ¿Quién demonios te crees? –Shoyo agitaba los pies los cuales no llegaban a tocar el piso.


-tu dueño –Kageyama sonrío de forma imponente ante Shoyo.


 


 


-intento ayudarte y tú me secuestras en tu apartamento –Shoyo se encontraba sentado en el sofá mientras subía los pies los cruzaba entre sí.


-no subas los pies.


-hare lo que quiera –Shoyo le hace gestos con la lengua mientras continua con los pies sobre el sofá.


-escucha, sé que te preocupaste por mi hace un momento. Es lo mismo que yo en estos momentos, no te dejare salir con esta lluvia.


-no soy un niño.


Kageyama se acercó a Shoyo y coloco su mano en la mejilla de esté.


-pero eres preciado para mí, y si algo te pasa yo…


-¿Qué? correrás con Oikawa.


“ya se había tardado” pensó Kageyama al romper su paciencia. Se alejó de Shoyo y fue a la barra donde se encontraban sus licores. Se sirvió coñac y lo tomo de un solo trago, volvió a servirse y miro a Shoyo.


-ya me canse, yo siempre ando pendiente de ti, te busco porque me importas. Ni siquiera te diste cuenta que desaparecí una semana. Y no pierdes ninguna oportunidad para mencionar a Oikawa.


-claro que me di cuen… -Shoyo no termino de hablar para no ser imprudente.


-escucha –Kageyama se acercó a Shoyo y le extendió un vaso con coñac –quiero mostrarte algo.


Kageyama saco un sobre el cual contenía unas fotos, las fotos que anteriormente alguien le había enviado a Shoyo cuando estaba en América. Shoyo las arrojó a la mesa de centro dando a entender que no quería verlas.


-son reales, pero no ocurrió nada.


-no quiero saber.


-pues me vas a escuchar porque de este lugar no sales. Esa noche me embriagaron en el bar club, desperté al día siguiente en la habitación que tengo ahí. Para mí fue un despertar cualquiera después de una borrachera, pero desde ese día dejaste de verme y no entendía por qué, te buscaba y me evitabas. Después desapareciste y fue hasta que vine aquí cuando me entere por tu propia boca –volvió a tomar el sobre y saco otras fotografías en las que se mostraba a Kageyama felizmente tomando con un grupo, mientras Oikawa junto a otra persona se veían al fondo.


-¿y eso que?


-mejor mira.


Kageyama oprimió un botón y bajo una pantalla frente a ellos en la que mostraba un video: eran las cámaras de seguridad del club en el que se veía que durante todo el tiempo que Kageyama estuvo ahí no tuvo contacto con Oikawa. La escena cambio a cuando Kageyama estaba quedándose dormido sobre la mesa en la que se encontraba, uno de sus empleados lo tomo para llevarlo a su habitación privada, pero antes de perderse por el pasillo, se vio como Oikawa hablo con él y este le dejo a Kageyama y además le entrego una targeta.


-ves, yo no lo busque ni nada.


-eso no demuestra que no te acostaste con él.


-estaba borracho ¿crees que podía hacer algo en ese estado, no podía ni caminar?


-no quiero saber lo que podías hacer o no.


-las fotos te enviaron, en todas ella tengo los ojos cerrados lo que significa que estaba dormido. Y es mas –Kageyama volvió a poner play al video –ves, ese idiota salió 5 minutos después.


Shoyo no dijo nada, pues vio en la hora del video de grabación que tenía razón.


-escucha en las fotos estoy cubierto con la manta, cualquiera puede pensar que estoy desnudo, pero la verdad es que desperté con los pantalones puestos.


-¿Cómo pruebas eso? ¿Sabes todo lo que se puede hacer en 5 minutos?


-no cuando te estas cayendo de borracho.


-suficiente, me voy.


-no –Kageyama tomo a Shoyo por los hombros –quédate conmigo.


-no. no es así de fácil.


-mírame –volteo a Shoyo de frente y ambos se miraron – TE AMO.


Kageyama, con sutileza, beso los labios de Shoyo quien derramo lagrimas sin saber por qué. Kageyama sintió lo salado de las lágrimas y se alejó un poco, las limpio con los pulgares sin soltar el rostro del pequeño, sonrió y volvió a besarlo.


-tonto –dice Shoyo al separarse un poco.


-solo tu tonto –le responde Kageyama.


Continuaron besándose cada vez con más pasión, Shoyo rodeo el cuello de Kageyama al mismo tiempo que invadió su boca con su lengua, Kageyama se sobresaltó ante esto pero inmediatamente correspondió. Las manos de Kageyama subían y bajaban por la espalda de Shoyo, sus piernas de entrelazaban sintiendo el contacto de del abdomen del otro.


Kageyama empujo suavemente a Shoyo para que cayeran al sofá pero el pequeño se resistió.


-no, ahí no –con una mirada y sonrisa seductora tomo a Kageyama por el cuello de la chaqueta y lo jalo hacia las habitaciones del fondo del apartamento.


-tu idea me agrada más –tomo a Shoyo entre sus brazos y lo levando con facilidad –pero solo yo sé dónde está mi habitación.


-llévame ahí.


-de ahí no saldrás.


Entraron a la habitación, Kageyama coloco a Shoyo sobre la cama y con suavidad se colocó sobre el sin dejarlo de besar. Shoyo coloco sus manos obre su pecho alejándolo un poco, después empezó a bajarle el cierre de la chaqueta con una mano mientras que con la otra le acariciaba el pecho por sobre la camiseta.


-pareces ansioso –decía Kageyama mientras tomaba la mano que Shoyo tenía en su pecho para besarla y después pasar su lengua por el dorso excitando mas a Shoyo.


-cállate y continua.


-no te dejare ni respirar.


-quiero verlo. Mejor dicho sentirlo.


Kageyama se quitó la chaqueta dejando al descubierto la blanca camiseta, continuo con desabotonar la camisa de Shoyo quien se sostenía sobre sus codos en la cama.


-te extrañe –dijo Kageyama cuando termino de desabotonar la camisa.


Empezó a besar el blanco pecho de Shoyo, iniciando bajo el ombligo formando un camino de besos hasta la clavícula. Besaba su cuello como si se tratara de la última vez, sus manos recorrían la espalda de Shoyo arañándola de forma suave. Shoyo froto sus pies para quitarse los zapatos y los calcetines, mientras Kageyama le sonríe y hace lo mismo. Giro en la cama dejando a Shoyo sobre él, deslizo las manos de su espalda al interior de los pantalones de Shoyo  apretándole los glúteos, sus labios se deslizaron al hombro del pequeño donde besaba con ternura, con la punta de la lengua recorriendo nuevamente hacia arriba la paso por el contorno de la oreja y aprisiono el lóbulo entre sus labios ante lo cual Shoyo se dejaba llevar moviendo el cuello para que Kageyama besara aún más,


-¿dime te bañas con agua de rosas? Tu piel es exquisita.


-después de esto, tomare uno de esos baños contigo.


Shoyo se inclinó hacia atrás quedando con sus rodillas a cada lado de la cadera de Kageyama quien coloco sus manos sobre las piernas del pequeño que tampoco dejaba quietas sus manos con las cuales le acariciaba el abdomen subiendo hasta el pecho haciendo un circulo con los dedos alrededor de un pezón. Sus miradas se devoraban, sus sonrisas hablaban por ellos no difícil saber en lo que el otro pensaba, ahora era su momento.  Shoyo se inclinó para ser ahora él quien besaba se deleitara del pelinegro, con su lengua jugueteó con su ombligo y se deslizo por los costados causando un placentero cosquilleo en Kageyama, empezó a besar y a subir por el pecho hasta que sus labios tocaron uno de sus pezones el cual atrapo entre sus labios y empezando a masajear con su habilidosa lengua.


-ggm... eso es…


-creíste que te dejaría tener todo el control –dijo Shoyo mientras levanto la vista sin dejar de hacer su trabajo.


-je… has lo desees antes de que yo entre en acción.


Shoyo solo sonrío ante el comentario, se inclinó más, llegado hasta el cuello de Kageyama, lo beso apasionadamente moviéndose de izquierda a derecha, acariciaba el cabello pelinegro con ambas manos, sus movimientos constantes causaban el rose de ambos miembros sexuales excitando más y más a Kageyama quien subió sus manos hasta los glúteos de Shoyo pegándolo más a sí haciendo que los roses sean más intensos.


-ahh… Kageyama.


-mmm termino tu tiempo.


En un instante se reincorporó quedando sentado sobre la cama, inclino a Shoyo hacia atrás haciendo que el pequeño arqueara el cuerpo, paso sus labios por su abdomen y los deslizo por el contorno del cinturón de Shoyo.


-es mi turno de brillar.


-deja de hablar y actúa.


Cambio de posición dejándolo acostado, le quito el cinturón y los  pantalones de forma desesperada, no pudiendo ocultar su ansiedad, Shoyo hiso lo mismo con Kageyama, finalmente quedando desnudos. El pelinegro recorría la mirada de arriba abajo por el cuerpo del pequeño quien se sentía como presa ante eso negros ojos.


-solo una cosa –dijo Kageyama con una sonrisa ladeada.


-…


-¿me darás la oportunidad de volver a estar a tu lado como antes?


-estúpido, ¿crees que estaría así con cualquiera? –respondió señalándose a sí mismo.


Kageyama sonrío más satisfecho, ahora era suyo nuevamente, tanto en cuerpo como en alma. Estiro su brazo para abrir el primer cajón de su buro para buscar un condón.


-¿qué prefieres? ¿fresa o…


-no te la voy a…


-ok ya entendí –dice Kageyama con una risilla entre dientes, saco un condón y abrió la envoltura.


-espera –Shoyo se reincorporo un poco y le quieto el condón –yo te lo pongo.


-si quieres ponerlo en tu bo…


-cállate, no hare eso.


Shoyo le coloco el condón, el contacto de sus dedos  hacia que el pene de Kageyama sintiera un placentero cosquilleo. Kageyama se lamio los labios y esparció besos por los hombros y pecho de Shoyo, deslizo su lengua hasta los pezones donde mordió ligeramente haciendo que Shoyo emitiera un gemido que para Kageyama significaba “continua así”, pasaba su boca de un pezón a otro, jugueteaba con ellos envolviéndolos con su húmeda y juguetona lengua.  Abrió las piernas del pequeño y se colocó entre ellas.


-quiero ver tu rostro.


-ggmm… y yo el tuyo.


Levanto un poco la pierna izquierda de Shoyo e hiso un camino de besos hasta casi llegar a la entrepierna del pequeño. Shoyo se estremecía de tal forma que con su mismo cuerpo decía que ya estaba listo páralo siguiente. Kageyama puso la punta de su pene en la entrada de Shoyo y con delicadeza fue empujándolo más y más.


-ahhh… ya está…


-H-Hinata, cuando te volviste tan estrecho e..es…


-tie-mpo sin nada… ahh de nada.


-eso me consuela, significa que nunca dejase de ser mío.


Hinata empezó a moverse cuando el pene de Kageyama ya estaba completamente dentro de él, Kageyama actúo en seguida también empezó a moverse, sus brazos sostenían las piernas de Shoyo mientras iniciaba las envestidas. Shoyo empezaba a sentir todo ese cosquilleo bajo su vientre,  cruzo las piernas por la espalda de Kageyama dándole mayor impacto a las estocadas del pelinegro


-ahh…mmm kage…


-gghh… apenas empiezo.


Kageyama aumento el ritmo, empujando más contra Shoyo quien se movía al ritmo del pelinegro, podía ver sus negros cabellos golpeando contra su frente, sus ojos llenos de pasión, sus labios gimiendo por él, suyo, Kageyama era completamente suyo.


-ahh…. Ahhh


-siente-te libre de gritar to-do lo que quieras…


-ah… no me…


Kageyama no lo dejo terminar de hablar, solo quería escuchar su gemidos así que mientas embestía se le acerco más y paso su lengua por el contorno de su oreja haciendo que su aliento calentara mas todo el cuerpo de Shoyo, se alejó y viendo la expresión de Shoyo; indefensa y completamente excitada.


-ka-kage… ¡aaah…! –Kageyama levanto más sus piernas para pegarlo más a él. Shoyo sentía ese palpitar caliente y placentero que le decía que ya o podía  -ya… no pue…


-aah aún no.


Kageyama abrazo a Shoyo levantándolo para quedar sentado a horquillas sobre él, ambos se movían de forma desesperada sintiendo todo el placer de cada movimiento.


-ka—geyama ah…


Ante los ruegos de Shoyo, Kageyama se movía más golpeado ese punto que causaba a Shoyo los gemidos.


-¡ahh! Ya ca...¡aah!


-nmm…


-aaah ¡ajjjjjj! –Shoyo ya no pudo contenerlo y termino corriéndose, su agitada respiración apenas y le permitía emitir gemidos ante las envestidas de Kageyama que aún continuaba.


-nggg te dije que te dejaría sin alien-to…. Y yo aún no termino.


-ah…mmm


Continúo unas envestidas más hasta que sintió que su pene estaba a punto de reventar por ese cosquilleo que le impulsaba a liberarlo todo.


-ahhhh… -arqueo la espalda al correrse y se dejó caer sobre Shoyo.


Ambos con sus respiraciones entrecortadas, se separaron quedando no al lado del otro, hasta que al fin se restablecieron un poco.


-¿y qué tal estuvo? –pregunto Kageyama con orgullo


-excelente –respondió Shoyo sonriéndole de forma satisfecha.


-quédate esta noche conmigo –le susurra Kageyama.


-cómbenseme –Shoyo le dedico una mirada y sonrisa coqueta mientas se levantaba de la cama.


Shoyo se dirigió al baño de la habitación. Su figura desnuda andando frente a Kageyama no hiso más que dejar a Kageyama perdido en el balancear de ese cuerpo. Antes de que Shoyo se adentrara al baño, volvió la vista a Kageyama y le volvió a sonreír para después perderse tras la puerta.


-bien, si así lo deseas –con una mirada retadora salió de la cama y se dirigió al baño.


…………………………………………………………………………………………………….


Tadashi entro a la habitación de su madre, llevaba años viviendo ahí y aun le sorprendía lo ordenada que siempre estaba, nunca había nada fuera de lugar.


-mamá ¿Qué es lo que piensas hacer?


-nada cariño, solo quiero convivir un poco con Tsukishima, es tan reservado que casi es como si no existiera en la vida social de este mundo.


-mamá.


-quiero saber cómo va todo entre ustedes, y para ello necesito oírlos a ambos.


-¿papá estará? –pregunto inquieto


-no, tenía una cena con un cliente, al parecer llegara tarde –le responde su madre mientras ordenaba los sombreros de su perchero.


-excelente –dice Tadashi mientras exhala aliviado.


-¿Qué?


-bueno, lo que pasa es que me pone nervioso hablar sobre estas cosas con él.


-ay cariño, ya se te pasara. ¿Deseas elegir el menú para la cena de Tsukishima?


-¿yo? ¿Qué pasa si no le gusta? ¿Qué pasa si….


-ya tranquilo hijo, ven tengo una mejor idea –lo toma de la mano jalándolo fuera de la habitación.


 


Entre risas y jaloneos, bajaron las escaleras y se escabulleron a la cocina. Los ayudantes del cocinero los miraron sorprendidos, debido a su salud la señora solo daba las instrucciones fuera de la cocina y por lo otro, no era normal ver al joven amo en la cocina.


-señora –el cocinero salió – ¿ha decidido el menú? –pregunto respetuosamente.


Ella lo miro con una sonrisa inocente y después miro a Tadashi con una sonrisa traviesa, volvió la vista al cocinero y después a los ayudantes que habían dejado de trabajar para escucharla.


-¿señora? –el cocinero se mostró confundido ante esto.


-ya lo decidí.


…………………………………………………………………………………………………………


-¿crees que ya estás del todo perdonado?


-Shoyo... yo creí que ya.


-no es así de simple, y aun no me llames por mi nombre.


-Hinata.


-bien, así está mejor. Te tendré vigilado.


-no es necesario, porque solo tengo ojos para ti.


Kageyama tomo un poco de agua de la bañera y la dejo caer sobre los hombros de Shoyo, acerco su nariz rozándole la piel del cuello, rodeo su cintura con sus brazos y deposito un beso en su hombro.


-la próxima vez pon pétalos.


-lo hare cuando estemos en jacuzzi.


-Kageyama.


-¿qué  ocurre?


-hagamos una fiesta.


-¿qué? ¿Cuál es el motivo?


-el próximo es el cumpleaños de Tadashi, cumplirá 19 y quiero organizar un gran evento.


-me parece bien, pero no crees que es algo que debas tratar con el otro enano.


-se llama Kenma.


-bueno con él.


-si, necesitare la ayuda de todos, después convocare a una reunión.


-¿reunión?


-quiero tú te encargues de todo lo referente a las bebidas, que tipo de ellas debemos ofrecer y cosas así.


-eso es lo mío, bien déjamelo, te ayudare.


-genial –Shoyo giro su cuello y Kageyama se acercó para besarlo.


……………………………………………………………………………………………………….


Se escuchó el timbre del apartamento de Kenma, salió a abrir y regreso con un carrito que estaba lleno de charolas.


-la cena llego.


-genial, ya me empezaba a dar hambre.


Pasaron al comedor, Kenma coloco los platos y cubiertos mientras Kuroo miraba.


-¿necesitas ayuda?


-si, por favor trae algo para tomar –Kenma señalo a donde estaban las bebidas.


Kuroo se acercó, a Kenma por lo regular no tomaba, se sorprendió de que tuviese una gran variedad de vinos y cosas así. Considerando a Kenma, Kuroo se decidió por vino dulce. Regreso con Kenma quien ya había terminado de arreglar todo, le mostro la botella y Kenma le sonrió.


-es demasiada comida ¿no te parece?


-si, el señor Takeda exagero esta vez.


-se ve delicioso.


-como siempre.


Se sentaron a cenar, conversaban de los temas más comunes y simples como si se conocieran desde hace mucho. Era la primera vez que Kenma se sentía tranquilo con alguien que no era uno de sus amigos de la infancia.


Kuroo miro de reojo a Kenma, solo habían pasado unas horas desde que le dijo que no lucharía por Shoyo, ¿sería prudente retomar el tema de su amor? No, aun no, pero no podía evitar el ocultar su mirada anhelando a ese pequeño junto a él.


-¿ocurre algo? –pregunto Kenma.


-dame la oportunidad de estar contigo –“demonios, lo dije”


Kenma no respondió, la frase no lo tomo por sorpresa, lo que le sorprendió fue la intensa mirada de Kuroo.


-no tengo intenciones de salir con alguien –respondió –pero tampoco tengo intenciones de detener a alguien que quiera acercase a mí.


Eso fue suficiente para Kuroo, las palabras de Kenma fueron más que claras, tendría la oportunidad de luchar por conquistar el corazón de Kenma.


…………………………………………………………………………………………………………


-me alegra que hayas podido venir a pesar de la lluvia.


-no podía fallarle señora –le responde Tsukishima.


Solo estaban los tres en el inmenso comedor, conversaban tranquilamente mientras disfrutaban de la rica cena.


-y dime ¿Cómo les está yendo?  Quiero saber tu opinión sobre todo esto, después de todo ya llevan un tiempo saliendo.


-mamá.


-tranquilo –le dice Tsukishima a Tadashi –todo va de maravilla –Tadashi miro a Tsukishima como recordándole lo pasado, lo cual fue como una flecha al pecho del rubio –bueno… hemos tenido algunos problemas.


-¿problemas? –ella no era tonta, se dio cuenta de la ocasión en la Tadashi andaba deprimido, esos problemas eran los culpables.


-si mamá, tuvimos unos problemas, pero ya están solucionados.


-eso me alegra muchachos. Si no pudieran con eso, no me puedo imaginar cómo se las arreglarían con un verdadero problema en el futuro.


-agradezco su comprensión señora, solo quiero aclarar que todo fue mi error, soy afortunado de poder tener aun a Tadashi.


Tadashi estaba sonrojado ante estas palabras, ¿Cómo podía Tsukishima decir eso con tanta facilidad?, le gustaba que lo hiciera, pero aun así aun le apenaba.


-y tu cariño ¿Qué opinas de todo esto?


-eh bueno yo… creo que fue complicado de mi parte, también fue mi error por no permitirme escuchar. Así que yo soy el afortunado, ya que Tsuki no se alejó de mí a pesar de eso.


Tsukishima se quedó con la copa a medio camino a su boca, acaba de escuchar las dulces palabras de Yamaguchi, las dijo con la mirada fija a la mesa, pero ya era un avance bastante bueno. Lissa miro a Tsukishima y después a su hijo y con una sonrisa satisfecha  terminó su investigación.


-la cena esta deliciosa –dijo Tsukishima.


-oh no sabes cuanta feliz nos hace escuchar eso –dijo Lissa con una gran sonrisa –nos esforzamos mucho en ella.


-¿ustedes la hicieron?


-algo así –dijo Tadashi.


            ----------------flash back---------------


-¿señora?


-ya lo decidí.


-¿mamá?


-confío en que usted sabrá elegir muy bien el menú –le dijo al chef –solo permítanos una cosa.


Tanto el chef como sus ayudantes y Tadashi estaban algo impacientes por saber de una vez que era lo se traía en manos esa señora.


-permítanos ayudarle a cocinar.


-¡que! –gritaron todos.


-si como usted guste –dijo el chef.


Y así fue, lavaron las verduras, las cortaron de acuerdo a las indicaciones de lo demás quienes temían de que alguno de ellos dos se cortara con el cuchillo. Después marinaron la carne, Tadashi lastimo los ojos con una gota de limón, los asistentes del chef corrían preocupados buscando algo con que limpiarle, después a su madre le salpicaron unas gotas de agua caliente, donde igual hicieron un escándalo por eso, la sartén se les encendió de fuego, la primera porción de carne se les quemo, al final de alguna forma terminaron bien. Cuando todo estuvo listo, tanto como Tadashi, su madre y los demás suspiraron aliviados. La misión fue un éxito.


             ------------fin del flash back---------


-solo ayudamos un poco, me alegra que te haya gustado –le dijo Tadashi.


-aprecio tan grande esfuerzo –les dijo Tsukishima.


 


 


 


Tsukishima y Tadashi estaban en la sala de estar disfrutando de un café mientras veían la lluvia caer, no cesaba, al contrario, parecía más fuerte que durante todo el día.


-es agradable –dijo Tsukishima –este escenario me gusta.


-si.


-tus palabras, las de hace un momento, me agradaron –dejo su café sobre la mesa y tomo las manos de Tadashi entre las suyas –creo que ambos somos afortunados de tenernos mutuamente –acerco más las manos de Tadashi y las beso.


-Tsuki.


-ou al parecer interrumpo –la madre de Tadashi apareció en el salón.


-m…mamá, no, para nada.


“esto es un poco vergonzoso” pensó Tsukishima. Aunque no me importa que sea ella quien nos veía.


-bueno, venia despedirme, ya es tarde, para mi claro, no soy como los jóvenes y necesito descansar.


-que dice, usted es muy joven –elogio Tsukishima.


-ay gracias, pero mi cuerpo ya no dice lo mismo.


-mamá… tienes juventud interna.


-eso no ayuda jovencito –le dijo haciendo un elegante puchero –¿te iras? –le dice a Tsukishima –porque no lo creo conveniente, es peligroso.


-también lo creo señora –Tsukishima miro a Tadashi quien pudo notar que ciertamente no tenía intenciones de irse.


-bien, puedes quedarte, habitaciones son las que sobran… a menos que desees quedarte con Tadashi –dijo con una sonrisa traviesa.


-m…mamá.


-jeje discúlpenme tenía que decirlo. Y es más, no es como si no hubiesen dormido juntos ya –dijo mientras  reía y abandonaba el salón.


-ella me agrada –dijo Tsukishima mientras le pasaba el brazo por la espalda.


-Tsuki, creo que lo último que dijo…


-si, tal vez nos vio la otra vez.


Se volvieron a sentar, esta vez más cerca el uno del otro entrelazaron sus manos y Tadashi dejo caer sobre su hombro.


-me quedare en tu habitación, está más que claro eh.


-como si pudiera hacerte cambiar de opinión Tsuki.


-ayer dormí tarde, ya tengo sueño.


-entonces vallamos a dormir.


Subieron a la habitación de Tadashi y se prepararon para dormir. Tadashi logro encontró  ropa para dormir que le quedara a Tsukishima. El viento fresco se filtró por los ventanales abiertos haciendo que los bellos del cuerpo se les erizaban, Tsukishima las aseguro pero dejo las cortinas abiertas para dejar ver la lluvia.


-tu padre no llego.


-no, la lluvia le evito regresar.


-ven –Tsukishima lo llamo para que se acercara a él, Tadashi lo hiso, ambos rodearon sus cinturas y se dieron un profundo beso con las gotas de lluvia de fondo.


-vamos a dormir, esta noche quiero que tú seas mi manta,


Tadashi tomo de la mano a Tsukishima y lo guio hasta la cama. Ahí con la más pura de las intenciones se acostaron abrazados hasta quedarse completamente dormidos.


             …………………………………………………………………………………………………….


Una de la mañana y Kuroo no podía dormir, talvez seria por la simple razón de que Kenma estaba en la habitación continua. Salió a paso lento, con un lento movimiento abrió la puerta, miro por la abertura, Kenma dormía cómodamente, sus cabellos caían por su cara relajada, simplemente era hermoso.


“que estoy haciendo” se decía, aun así no pudo detener su impulso, en solo un instante ya estaba junto a su cama.


-descansa –le susurro, aparto unos mechones de su rostro y le dio un suave beso en la mejilla. Salió de la misma forma en la que entro, en completo silencio.


-gracias, tú también descansa –respondió Kenma a Kuroo cuando este ya había abandonado la habitación.  

Notas finales:

Cumpleños... siii fiesta, y valla sorpresa, las cosas se pondran un poco candentes. 


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