Aioria había salido detrás del peli celeste viéndole caminar directamente a la zona de cuidados intensivos donde suponía aun tenían en observación a Shura, sin embargo, a pesar de la preocupación que le generaba el saber las condiciones de salud del español, para él era más importante estar junto a Shaka por si ocurriese algo que pusiera en peligro la salud de su primo o la de su hijo, así que haciendo caso a sus instintos protectores camino rumbo la dirección por donde había visto guiaban al gemelo mayor.
Precisamente le encontró fuera de la habitación donde suponía mantenían en observacional rubio y sin poder ni querer evitarlo sonrió con la autosuficiencia irónica que le proporcionaba el saber que no había pasado con su primo más del tiempo estrictamente necesario y haciendo evidente su burla entro a la habitación, sonriéndole sinceramente al rubio cuando sus miradas se encontraron.
- sabes que él tiene razón- afirmo desviando la vista hacia la ventana que le permitía ver el jardín del hospital- por ningún otro motivo, ninguna otra persona querría hacerle daño a Shura mas que su cercanía conmigo y los malditos celos de Radamanthys.
-no eres el culpable de nada de lo que está pasando, Aioros se hará cargo de todo ahora- aseguro el castaño mientras trataba de ocultar la amargura que le provocaba el solo mencionar el nombre de su hermano.
- Aioros se ha hecho cargo de todo hasta ahora Aioria, y mira donde estamos- respondió con desconfianza el menor - lamento tener que recordártelo pero fue el precisamente, quien dio inicio a todo este infierno, sin tan solo nunca se le hubiese ocurrido comprometerme con ese hombre esto no estaría pasando... lo siento Aioria pero esto no encontrara solución de las manos de tu hermano
-vaya! es de sorprenderse la confianza que tienes en mi persona, querido Shaka- comento sarcástico terminando de entrar a la habitación donde Shaka trataba de levantarse de la cama con ayuda de su hermano- es para ti un lastima entonces, que la responsabilidad de la familia recaiga en mí, Aioria, déjanos solos, hay varas cosas que debo de hablar con nuestro primo- ordeno sin dar chance a ninguna replica, aun así, el menor trato de hacer valer su posición como abogado, sin embargo, Shaka le hiso comprender que estaba de acuerdo en que saliera de la habitación por un momento.
Sin otra opción, salió azotando la puerta para hacerles saber a ambos hombres de su desacuerdo al ser dejado de lado en esa plática.
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Observaba las lisas piedras con siglos de antigüedad que fungían como reguardo y casa de estudios para los hijos de la elite más alta de Europa, tenía tres días que llegó a aquel poblado alemán, la última de la lista que un viejo camarada especialista en el rastreo de trata de blancas pudo conseguirle, Mu le había buscado con la esperanza de saldar una vieja deuda entre ambos, hace algunos años él le había salvado la vida y ahora pedía su ayuda para localizar a su hijo. Lástima que las habilidades y el alcance de aquel agente se limitaran a una veintena de internados de alta categoría a lo largo del viejo continente.
Aun así, Mu sentía que estaba cada vez más cerca que nunca de conocer por fin a su hijo, agarró con mayor fuerza el bolso de viaje, en el venían los pocos miles de euros que le habían dado por el anillo de platino y diamantes que Kanon le había regalado en su último aniversario, aun con el dolor de su alma tuvo que empeñarlo y olvidarse del único objeto que lo asía a su matrimonio fallido, pensar en eso hacía que se le estrujaran las entrañas.
Pensar en él dolía más de lo que jamás aceptaría, Kanon significo para él el amor verdadero y tangible, no aquel tipo Disney basado en ideologías incompatibles con la realidad humana sino un amor sólido, aquel en el que confías aun después de haber dejado de idealizar a tu pareja, ambos conocían perfectamente los defectos del otro y aun así habían encontrado la forma de permanecer juntos a pesar de tener personalidades tan discordantes. Habían superado todo, hasta que la verdad salió a la luz… Kanon no reclamo el engaño o la infidelidad, le reprocho el haber sido el causante del sufrimiento de Saga y ante tal traición el gemelo pidió el divorcio. No dijo nada en su defensa pues sabía que ningún motivo serviría de excusa para tanto daño no solo a su cuñado, así que ante ello Mu simplemente se quitó el anillo de matrimonio y se encerró en su cuarto. Al día siguiente abandono el departamento y salió de Inglaterra.
El repique de las campanas lo atrajo a la realidad, era viernes al medio día y a los estudiantes se les permitía salir a distraerse por el pueblo con la condición según entendía de que regresaran antes de las ocho, algunos padres aprovechaban aquellas ocasiones para ver a sus hijos otros salían en grupos pequeños a divertirse por los alrededores y despejarse de esa sensación a encierro que también conocía. Entonces le vio, saliendo de portón mirando alrededor con la esperanza de ver un rostro conocido entre los ahí presentes, Mu sintió en el pecho la decepción de su hijo al no encontrar a nadie conocido y aun con lacerante angustia le vio dar la vuelta para internarse de nueva cuenta en el edificio.
- ¡Kiki! – gritó con la garganta seca, corriendo hacia donde el niño, deteniéndose cuando le vio girar a unos cuantos pasos- Kiki- susurro conteniendo el aliento. En el rostro del niño hubo confusión y Mu se temió que Aiacos nunca le hubiese hablado de él, que el niño no le reconociera o que se alejara asustado.
- Tu!- grito el niño con asombro, volviéndolo a hacer esta vez con alegría corriendo a los brazos del mayor, Mu lo sostuvo mientras el niño lloraba y reía, de los ojos del mayor salían gotas cristalinas de alivio- ¡papá!- dijo que estabas enfermo, que no podía verte porque te haría daño, que tu no querías estar conmigo y por eso no venías, pero estas aquí! ¡estás aquí! – lloraba en su brazos por primera vez desde su nacimiento, entonces comprendió, que si esperaba pasar el resto de su vida con su hijo y protegerlo de Aiacos tenían que desaparecer en ese mismo instante.
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Regreso a la sala de cuidados intensivos después de observar el vacío frente a la habitación de Shaka, la dureza con la que lo había tratado solo era comparable con la frialdad que el mismo le había dirigido aquella noche en que se había amado nuevamente… porque por más que el rubio lo negara el amor había estado presente siempre entre ellos, en cada beso, en cada caricia y en cada insulto, detrás de este se encontraba un corazón herido, sentimientos supurando veneno ante mentiras destructivas. Porque eso era lo que les había separado una mentira bien organizada y un alma ingenua, primeriza que se dejó guiar por los miedos, la inseguridad y las falacias de la persona menos indicada.
Saga apenas estaba captando la totalidad del daño que el hindú había soportado, no solo se enfrentó a su rabia y desprecio, al rechazo generalizado de su familia y a las calumnias de su madre que fue tan lejos como para impedir que el rubio fuese contratado en cualquier sitio por más humilde que este fuera, pasando hambre y frio hasta que no le quedo más que aceptar la ayuda económica de Shura, sino que vivió la traición del único amigo en el que había confiado lo suficiente como para enfrentarse al espectro infernal que Radamanthys de Wyvern representaba en su vida, todo por él. Y rogaba a los dioses, de verdad que lo hacía, que Shaka jamás se enterará que fue él, quién le dijo al noble alemán en una de sus peores borracheras y creyendo estúpidamente que era el amante no identificado, donde encontrarlo.
Llego al área de urgencias con la culpa de su último descubrimiento tatuada en las pupilas, observo a Kanon sentado en los cómodos sofás blancos del prestigioso hospital jugando nerviosamente con sus dedos, a su lado en la mesa de centro se encontraba dos tazas de café seguramente oxidado, su gemelo alzo el rostro y fijo sus ojos verdes en él de manera recriminatoria.
- Nuestro primo lucha entre la vida y la muerte en estos momentos… y lo único que haces es lamer el trasero de ese idiota buscando un perdón que ambos sabemos no mereces, él… ese hombre es el culpable de que Shura esté en este maldito lugar- guardo silencio esperando la respuesta de Saga, al no encontrarla continuo- además ¿qué es esa estupidez de que ese niño es tuyo?
- Lo es- afirmo con seguridad, no cometería el mismo error de dudar de su paternidad así Shaka lo negara mil veces- hicimos el amor antes de que firmara los papeles del divorcio, para ser exactos la misma noche en que Afrodita le cargo hasta la pocilga en la que nuestra madre lo instalo, esa noche no pude detenerme y volví a hacerle el amor, ahora espera un hijo mío aunque lo niegue.
- Ni siquiera conoces a la primera- suspiro- no estará bien que se lo comuniquemos a Shura, esto lo va a destrozar
- Shura siempre supo el lugar que ocupaba en la vida de Shaka
- Algo muy distinto a ti, ¿verdad, hermano?- comento sarcástico- no cabe duda que toda la familia es un asco para el amor, al menos nuestro padre tuvo el valor para seguir a su corazón y ser feliz el tiempo que el destino se lo permitió, Milo parece que ha seguido su ejemplo- saga miró con preocupación a su gemelo, muy pocas veces se notaba la derrota en su semblante y últimamente el tono cansino con el que afrontaba la vida le ponía los pelos de punta.
- Has sabido algo de Mu?
- No contesta el teléfono, ni responde mis mensajes… sé que me comporte como un idiota, que no debí de decirle todo aquello ni abandonar aquella noche el departamento pero en ese momento con toda la rabia encima no era buena idea estar cerca de él- hablo con remordimiento- es solo que nunca imagine que al volver no le encontraría, no espera que se tomara tan en serio mis palabras… yo lo amo a pesar de todo lo que hiso en verdad lo amo.
- Lo encontraremos, ya lo verás- le animo el mayor- ¿alguna noticia interesante del detective?
- No ha utilizado las tarjetas de crédito, ha dicho que las posibilidades de búsqueda se han reducido con el paso de los días, pero que le han informado de una pista. Saga- la forma en que su hermano le llamo provoco que se tensara- probablemente te moleste pero le he informado a Milo sobre lo que está pasando en la familia, llegará tan pronto como su pareja se desocupe… es nuestro hermano y espero que sepas comportarte.
El silencio que siguió fue largo e incómodo, la relación que el gemelo mayor tenía con el ultimo hijo de Kardia nunca había sido buena, mejoro un poco mientras la influencia de Shaka se sentía en él, pero empeoro considerablemente cuando Milo se atrevió a defender al rubio de los insultos que Saga le profesaba en público, aquella ocasión fue la primera vez en que su animadversión llegó a los golpes.
El cabello celeste de su primo capto su atención, Afrodita regresaba sosteniendo de la mano a la pequeña Emi, su corazón brinco al ver la oportunidad de conocerla, de admirarla por primera vez siento totalmente consiente de que ese pequeño ser era su sangre y entonces todo ante si se aclaró – busca a su hijo, si Mu se fue es porque espera encontrarlo ¿no lo crees?- pregunto antes de levantarse y alcanzar a su primo, Kanon le vio inclinarse frente a la niña y a esta refugiarse detrás de la figura del sueco, ver la esperanza reflejada en los ojos de Saga le hizo comprender la verdad detrás de las palabras del gemelo, si lo único que mantenía a Mu en Inglaterra era él, al sentirse derrotado lo más lógico es que buscará al único ser que le quedaba en la vida, su hijo.
Y justo cuando Kanon veía su futuro desanublarse, saga caía de lleno ante una realidad completamente diferente ante la que se había imaginado, el miedo en los ojos de su hija y su rotundo rechazo a acercársele abrió en él una herida; el camino al perdón que le esperaba era largo y con espinas pero si la recompensa seria que aquel par de ojos azules le mirara con amor y no con miedo estaba dispuesto a recorrerlo las veces que fuesen necesarias.