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¿Mi prometido? (Tsuki x Yamaguchi) por Flory

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Notas del capitulo:

Hola... he aquí la continuacion, no planeaba darle mas espacio a Oikawa pero creo que es un personaje del que se puede sacar mucho, espero que les guste, tarde un poco porque al incluirlo modifique la historia. 

Después de una gran tarde en el parque de diversiones, Tadashi ya estaba en casa rogando porque su plan haya funcionado, lo único que quería era ver a Kenma feliz.

Ceno con sus padres y después subió a su habitación, quería escribir, hacía mucho que no plasmaba sus pensamientos en papel. Escuchaba música y después de terminar unas líneas se puso revisar sus redes sociales. Desencajo  la mandíbula en cuanto las vio inundadas de fotografías de su fiesta, las noticias sobre su compromiso con Tsukishima estaban por todas partes.

“por alguna razón mañana no quiero ir a la universidad” –pensó escondiéndose bajo las sabanas.

-¡Tadashi! –una ventana emergió en la pantalla de su lap, el rostro de Shoyo a solo unos centímetros de la cámara –¿ya viste todo eso? Eres más famoso que antes jajaja

-cállate no es gracioso.

-¿descuida solo serán unas semanas antes de que se aburran? –dijo Kageyama quitando a Shoyo de la cámara.

-no puedo faltar unas semanas a la escuela.

-¿no? es fácil solo cruces portón de la universidad. Todo el mundo lo hace –le dijo él sin preocupación.

-olvídenlo –dijo resignado.

-tranquilo, no pasara nada –dijo Shoyo con una de sus sonrisas que contagian confianza.

-los veré mañana –se despidió y cerro la lap.

 

Por la mañana salió lo más temprano posible, ese día tenía su última clase con Tsukishima así que probablemente lo vería después de mediodía. Cuando llego al estacionamiento de la universidad, dentro del auto se miró en el espejo retrovisor y se puso el gorro de su chaleco; ese día vestía una camiseta blanca, sobre esta llevaba un chaleco negro con gorro, unos centímetros más corto que la camiseta, unos jeans de mezclilla azul oscuro a media pierna y unos zapatos casuales.  Se apresuró a subir por las escaleras ya que a esa hora la mayoría usaba el ascensor,  en cada esquina de las escales se cercioraba de no encontrarse con alguien, parecía un ladrón escondiéndose. Llego al aula en el cual le tocaba clase, nunca había sido el primero en llegar, se le hacía tan vació y los rayo del sol apenas empezaban a filtrarse por la ventana, abrió más la puerta y para su sorpresa Tsukishima estaba sentado sobre el escritorio del profesor.

-hola –le dijo en cuanto Tadashi entro.

-hola Tsuki ¿Qué haces aquí tan temprano? –se sentó junto a él.

-imagine que te asustarías y vendrías temprano a la escuela –le dijo con una sonrisa de sabelotodo.

Sin decir nada Tsukishima se quitó sus lentes para limpiarlos, Tadashi vio que sus cabellos estaban alborotados, pero le daba un toque muy sensual. Vestía una playera roja, jeans negros y tenis negros con franjas rojas; en su muñeca izquierda tenía un reloj. A Tadashi le parecía que a Tsukishima todo tipo de ropa le quedaba bien, en ese instante se lo imagino vestido de rudo motociclista; sentado sobre una moto, usando gafas oscuras; con su chaquea de cuero dejando ver su marcado torso; sus pantalones ajustados y botas de suela gruesa dándole ese toque de rudeza que libera cientos de feromonas. Toda esa secuela de imágenes casi lo hiso babear.

-hey…. Regresa –le dijo Tsukishima sacándolo de sus acalorados pensamientos.

-Tsuki te veías muy bien  -dijo mientras intentaba regresar a su alucinación.  

Tsukishima veía lo embobado que estaba, así que con un brazo le rodeo el cuello y lo atrajo hacia él dándole un beso que hiso regresar a Tadashi quien lo saboreo con toda la intensidad que podía pues prácticamente ese era su desayuno, Tsukishima le mordió con suavidad el labio inferior jalándolo un poco y rompiendo así el beso.

-¿aun quieres regresar a tu ilusión?

-mmm no.

Tadashi lo volvió a besar rodeándolo con sus brazos, Tsukishima le metió una mano bajo el chaleco y la camiseta, y con la otra apretó el trasero de Tadashi haciéndolo soltar un gemido al instante.

-vallase a un hotel –dijo Shoyo entrando al aula como si nada.

Tadashi se separó al instante, su rostro estaba rojo por la vergüenza de que su amigo lo haya visto en esa situación, en cambio a Tsukishima no le afecto para nada, después de todo esto no se comparaba con haberlo besarlo frente a reporteros.

-tan inoportuno como siempre –Tsukishima se bajó del escritorio y salía del aula.

-hay momento y lugares –le respondió Shoyo.

-almorcemos juntos –dijo Tsukishima a Tadashi –te espero en la cafetería a las 9:30.

-sí.

 

 

Minutos después todos empezaban a llegar al aula, Tadashi y Shoyo, sentados sobre el escritorio, miraban a sus compañeros que conversaban muy animados.

-¿Por qué andan tan animados?

-¿no lo sabes? –Tadashi negó –a todos tus invitados en la segunda fiesta se les dio una mini consola portátil.

-no creo que sea motivo de tanta felicidad.

-en si no, lo que lo hace genial, es que aún no han salido al mercado, al parecer Kenma las consiguió y pidió que les instalaran la versión de un juego que tampoco ha salido al mercado.

-wooo Kenma es genial, si él se encargó de eso, era lógico que las sorpresas llevaran algo así.

-¿no me digas que no has revisado la bolsa de sorpresas que te dejamos?

-no, es mas no se ni dónde está.

-Tadashi eres tan cruel, Kenma y tu cuñada se esforzaron por poner las mejores sorpresas ahí –dijo Shoyo con lágrimas en los ojos.

-ya, disculpa. Dime que más llevaban.

-no, revisa cuando llegues a tu casa.

-está bien.

El rostro de Shoyo fingía ofensa mientras que Tadashi trataba de alegrarlo sonriéndole, sintieron un golpe en la cabeza que los hiso voltear adoloridos y dispuestos a cobrársela, pero la cara se les paralizo en cuanto vieron al profesor Ukai con un libro en cada mano.

-¡bájense!

-si profesor –dijeron al mismo tiempo que corrían sus lugares.

-alto ahí –les ordeno a lo que ellos se detuvieron como si los hubiesen congelado.

-los chicos les envían sus agradecimientos por haberlos invitado a tu fiesta.

-por favor dígales que yo les agradezco el que hayan asistido. Fue muy divertido.

-bien. A sus lugares, vamos a empezar –ordeno a los demás.

Ya todos estaban en sus lugares cuando Kenma apareció en la puerta, cansado y respirando aceleradamente, al parecer había corrido para poder llegara tiempo a la clase.  

-es raro que un alumno tan puntual como tú, se retrase. Entra –le dijo Ukai

Shoyo y Tadashi esperaban ansiosos a que la clase terminara.  En cuanto el profesor dijo que se podían retirar  se abalanzaron sobre Kenma para bombardearlo con preguntas.

¿Estás bien? ¿Por qué llegaste tarde? ¿Qué ocurrió? En sí, su curiosidad era saber que paso con Kuroo.

-me quede dormido –les dijo. Se sorprendieron quedando con la boca abierta, pues para Kenma quedarse dormido eran palabras que no se podían conjugar.

-eso es raro –dijo Tadashi.

-bueno es que… -una sonrisa cruzo por su rostro.

-¿es que que? –dijo Shoyo impaciente.

-estaba muy cómodo, desperté a la hora indicada pero cerré los ojos un instante y ya había pasado media hora ¿eso puede ser posible?

-si a la mayoría de las personas les ocurre –dijo Tadashi sabiendo que Kenma no tenía ese problema.

-tu cama es muy cómoda  -dijo Shoyo recordando la ocasión en la que se quedó con él.

-no fue la cama –dijo Tadashi con una gran sonrisa.

-no.

-dinos –insistió Shoyo.

-yo… dormí con Kuroo –a Kenma se le sonrojaron las mejillas y agachaba su rostro para ocultarlo.

-eso es genial –dijo Tadashi abrazándolo.

-espera –interrumpió Shoyo -¿Qué no habían dormido juntos la noche de la fiesta?

-no… bueno si, pero la cama era inmensa y ni siquiera nos rosamos un poco, pero ahora dormimos abrazados.

-pobre Kuroo –lloriqueo Tadashi –tu sufrimiento término –hablaba mirando al techo.

-Kenma puede ser tan cruel –dijo Shoyo imitando a Tadashi.

-vamos a almorzar –les dijo Kenma sacándolos de su trance.

-¡ah! Es verdad quede de almorzar con Tsuki.

 

En la cafetería a la que acostumbraban a ir, ya se encontraban Tsukishima y Kuroo quien les hiso una seña para que se acercaran.  El escándalo que había se hiso más silencioso en cuanto los pequeños caminaban por la fila de mesas, no le tomaron importancia y continuaron sin desviar la mirada de su objetivo.

-¿soy yo o todos nos miran?  -como siempre Shoyo era el que más se tardaba en algunas cosas.

-enano, no entiendo cómo es que has llegado hasta la universidad con ese despistado instinto –dijo Tsukishima con su irónica voz.

-deja de llamarme ena… -el sonido de su estómago lo interrumpió.

-vamos por el almuerzo –dijo Kuroo levantándose.

-nosotros iremos –agrego Tsukishima al ver que los pequeños también se levantaban –tú también vienes enano.

Shoyo se levantó de mala gana y camino detrás de ellos maldiciendo su estatura.  Al quedarse solos,  expresión de Tadashi era la de un niño intimidado por abusivos, Kenma poso su mano sobre su hombro para calmarlo.

-no creo que estar con la persona que amas se algo de lo que tengas que intimidarte.

-Kenma, lo sé. Lo que me pone así es ser el centro de atención.

-mmm entonces mejor, así todos sabrán lo felices que son… además  –agregando una sonrisa más seria –alejaras a todos aquellos interesados carnalmente en lo que es tuyo.

-Kenma no conocía ese lado tuyo –a Tadashi le resbalaban unas gotas de sudor al percatarse de que su amigo tenia facetas que aún no conocía.

-espero que te guste –Tsukishima coloco la charola con su almuerzo frente a él.

-gracias, esto está bien, se ve delicioso –le agradeció.

-aquí tienes –dijo Kuroo colocando ambas charolas en sobre la mesa.

-gracias.

-renacuajo, no entiendo cómo puedes comer tanto y no crecer –dijo Kuroo al ver que la porción que tenía era el doble de la de ellos.

-cállate… necesito energías, pronto serán los exámenes de práctica.

El profesor les había dicho que realizarían exámenes de practica cada semana para mejorar su aprendizaje, lo cual no los tenía muy felices.

-por cierto Shoyo –dijo Tadashi después de sorber de su bebida -¿Por qué estas estudiando esta carrera? Que yo recuerde estabas interesado en ser chef.

-¿chef? ¿el enano cocina? –Kuroo casi se atraganta con su comida, eso era algo que no esperaba.

-sí, cocino –le respondió con orgullo.

-entonces imagino que conociste a Kageyama en una escuela de cocina ¿o me equivoco? –estipulo Tsukishima.

-sí, tomamos unas clases juntos.

-¿y por qué no continuar con tus clases de chef? –pregunto Kuroo con curiosidad.

-mi madre dijo que no importa que tan buen chef sea, debo aprender a manejar una empresa, o de lo contrario haría que su cadena de restaurantes quebrara.

Por mucho que lo intentaba no se podían imaginar a Shoyo dirigiendo esos restaurantes. Sonrieron algo inquietos pero seguros de que estudiar era lo mejor para él, por el momento.

-aguarda un momento –dijo Kuroo con duda -¿Por qué nunca has cocinado para nosotros?

-porque es un quisquilloso –se apresuró a decir Tadashi –solo cocina para quien se le da la gana.

-aah Tadashi…

-que pésimo chef –dijo Tsukishima dura y cruelmente.

-aah tú también.

-Shoyo –hablo Kenma quien solo había estado escuchando –un día de estos… cocina para nosotros.

-claro que si –le respondió más que alegre.

Después de su almuerzo Tsukishima llevo a Tadashi a su lugar de descanso, un gran árbol en uno de los jardines de la parte trasera de la gran biblioteca.

-que tranquilo es –dijo Tadashi recargando su espalda sobre el árbol.

-sí, me gusta dormir aquí –Tsukishima recostó su cabeza sobre las piernas de Tadashi mientras tenía sus ojos cerrados debido a la luz del sol que se filtraba.

Tadashi se agacho para besarlo pero se detuvo a solo unos centímetros,  le quito los lentes a lo que el rubio abrió un ojo y al ver a Tadashi sonriéndole tan cerca, coloco su mano tras su cabeza y corto toda distancia para besarlo de la forma más casta y tierna como era costumbre de Tadashi, pero subió la intensidad al el pequeño prácticamente lo devoraba.

-parece que estas muy animado.

-Tsuki… te quiero –lo volvió a besar de la misma manera, una de sus manos se enredaba en los cabellos del rubio y la otra posaba sobre su pecho.

Tsukishima rompió el beso y se sentó quedando frente Tadashi, tomo sus lentes que estaban sobre el césped, con una sonrisa divertida se levantó llevando a Tadashi consigo, y entraron por una puerta que estaba a solo unos metros de ellos; Solo tenía una ventanilla por la cual se filtraba muy poca luz, había un escritorio y otros muebles amontonados a un lado, parecía habitación de una casa vieja y abandonada.

-¿Qué lugar es este? –pregunto Tadashi sacándose su mochila dejándola a un lado.

-solo una habitación en la que colocan lo que sea que estorba en las otras.

Camino al escritorio y tiro al piso todo lo que había en el, tomo una sábana que cubría otros muebles y la coloco sobre el escritorio. Se recargo sobre el y con toda la picardía del mundo en su sonrisa, llamo  a Tadashi quien hipnotizado camino hasta entrelazarse en sus piernas y besarlo.

-nos encontrara alguien.

-no, puse el seguro y dudo que alguien quiera entrar.

Empezó a bajar el cierre del chaleco dejando a la vista la camiseta del menor, besaba su cuello al momento que deslizaba el chaleco para deshacerse de el.

-traes demasiada ropa.

-no creo que tengas problemas en quitarla –le susurro mordiéndole el lóbulo de la oreja.

- claro que no –respondió ladeando el cuello indicándole a Tadashi lo que quería.

Tadashi recorrió su cuello solo rozándolo con los labios, después paso su lengua por el dándole una excitante tortura a Tsukishima que se sentían endurecer con solo esos roses,  ante su impaciencia lo tomo por la cintura y sentó sobre el escritorio.

-¿sabes? Eres realmente bueno torturando –dijo empezando a sacarse la playera.

Después de quitarle la camiseta a Tadashi, ambos quedaron  solo con los pantalones. Tsukishima le recorrió la espalda con las manos haciendo que Tadashi se arqueara, aprovecho para besar su pecho, con sus manos lo sostenía de la cintura mientras que las de Tadashi se sostenían del escritorio. Sus pezones endurecidos por la excitación solo provocaban a Tsukishima el querer lamerlos, besarlos, morderlos.

Tadashi soltaba pequeños gemidos por  las caricias del rubio que lo enloquecían, sus manos se doblaron por la intensidad de los besos del rubio, provocando que cayera de espaldas sobre el escritorio, Tsukishima amortiguo el golpe con sus brazos y sonrió al ver que a Tadashi lo único que le importo fue atraparlo entre sus brazos y piernas quedando él en esa prisión su cuerpo.

-que intenso.

-solo quiero… ser tuyo –le respondió entre un apasionado beso.

-ya lo eres… al igual que yo soy tuyo.

Tsukishima podía sentir la abultada y endurecida erección de Tadashi rosando con la suya, era un pequeño dolor placentero que le recorría por el cuerpo a ambos. Se alejó un poco para quitarle los pantalones mientras que Tadashi se deshacía de sus zapatos. Verlo así: desnudo, sobre un escritorio, mirándolo con la respiración agitada sabiendo que espera tenerlo adentro, era la manera más sexi en la cual lo había visto hasta el omento.

-aaah… -Tadashi dio un respingo al sentir como el dedo de Tsukishima se adentraba en él.

Tsukishima se quitó los lentes aventándolos a la silla de aun lado. Incremento el número de dedos para dilatar la entrada de Tadashi, quería causarle la menor molestia posible, quería que lo disfrutara tanto como él.

-ya… hazlo

-bien, aquí voy –se bajó los pantalones lo suficiente para permitirle moverse.

Puso la punta de su pene en su entrada  y la fue metiendo lentamente, se deslizo con facilidad, Tadashi disfruto esa entrada, lo podía sentir todo dentro de él. Tsukishima lo tomo de las caderas y  empezó a dar ligeras embestidas.

-¿estás bien?

-…si... se siente muy bien.

-yo… lo siento de maravilla porque eres tú con quien lo estoy haciendo.

-¡aaah¡ ¡aah¡… quiero más… más rápido .

Los quejidos de Tsukishima se aceleraron al igual que su ritmo, y los gemidos de Tadashi lo impulsaban a envestir más fuerte, quería seguir escuchándolos. Su rostro, sus gestos, podía verlos todos, el cuerpo de Tadashi se movía sobre el escritorio al ritmo que Tsukishima lo envestía, sentía como su pene era aprisionado por la entrada de Tadashi. No solo era eso, el pequeño tenía algo que hacia encender a Tsukishima, lo volvía alguien que sería capaz de repetirlo una y otra y otra vez con Tadashi durante todo el día.

-ngtt nng –Tadashi se llevó la mano al rostro pero Tsukishima se la quitó, quería ver su expresión cuando terminara.

-Tsuki… siento que ya no…

Interrumpió sus palabras al sentir que el orgasmo le venía, no pudo contenerlo, arqueo un poco la espalda involuntariamente haciendo que manchara el vientre de Tsukishima.

-aajj… Tsuki –aun podía sentir como se movía dentro de él.

-ya… casi termino.

Unas gotas de sudor rodaron por su frente, sus cabellos empezaban a humedecerse por el calor que sentía y sintiendo la intensidad emanando de su interior, Tadashi se seguía moviendo al ritmo de Tsukishima, este se agacho lamio uno de sus pezones haciendo que Tadashi gimiera al sentir una mordida, termino dentro de Tadashi soltando un gemido que ahogo en sus labios.

Agitados y sudorosos como si hubiesen corrido, seguían sin separarse, en cuanto se tranquilizaron, Tsukishima saco su pene haciéndole sentir a Tadashi como el líquido corría por su entrada.

-siempre termino antes que tú.

-eso es porque yo… -iba a decir que tenía más experiencia pero se ahorró el comentario –soy más intenso, ya aprenderás a controlarlo.

-¡Tsuki….! La clase.

Tsukishima soltó un suspiro, al parecer Tadashi era el único que podía pensar en la clase después de lo ocurrido.

-tranquilo, llegaremos a tiempo… ¿traes pañuelos?

-si, en mi mochila –Tsukishima los saco, tomo unos y le paso el resto a Tadashi.

-¿Qué tal te pareció?

-me encanto -Tadashi le sonrió y lo rodeo con los pies acercándolo a él dándole un beso.

Después de vestirse, salieron con 15 minutos antes de que su clase iniciara. En el aula ya se encontraban sus amigos, y el profesor no tardó en llegar. Al ser su segunda y última clase estaban ansiosos por salir, tantos números no eran del agrado de nadie.

-tendrán problemas para salir –susurro Shoyo a Tadashi.

-a que te refieres –pregunto con el mismo tono.

-Kageyama dice que hay reporteros en la entrada.

-¡qu…! –su medio grito llamo la atención de los demás –¿Cómo lo sabe? –dijo bajando aun mas la voz.

-vino a recogerme, al parecer los guardias no les permiten entrar y están esperando a fuera.

Al término de la clase se reunieron con Kuroo y desde el pasillo del 4° piso miraron como en la entrada se encontraba un grupo de personas.

-será un problema… por ustedes claro –le dijo Kuroo.

-algunos se colaron al estacionamiento –informo Shoyo.

-no podremos llegar a nuestros autos –dijo Tadashi aferrándose al brazo de Tsukishima.

-pueden quedarse a dormir aquí –bromeo Shoyo.

-shooo no hagas esas bromas –Tadashi se alteraba aún más.

-podemos llamar un helicóptero, no creo que haya problema.

-enano, ¿tus ideas siempre son tan extravagantes?  -le dijo Kuroo sobándole la cabeza.

-suficiente. Saldremos, solo necesitamos un plan –Tsukishima trataba de buscar ese plan.

-siiii como espías escapando –dijo Shoyo haciendo pose de agente en cubierto.

-sabes… no tienes que hacer esto, tu puedes salir cuando quieras –le dijo Kuroo.

-Igual nosotros –le dijo Kenma.

-no nos abandonen –rogo Tadashi aferrándose a Kenma.

-por la parte trasera –al fin dijo Tsukishima.

-esta clausurada por personas como el enano que se escapaban de clases –dijo Kuroo.

-querrás decir, como yo era antes, ahora he renacido y soy otro –al decir esto prácticamente salía un aura de luz angelical del cuerpo de Shoyo.  

-si si, como sea, el punto es que seguimos igual.

-¿Qué les ocurre? –Ukai se les acercaba con su maletín y jugando con las llaves de su auto.

-¡profesor! –Shoyo y Tadashi gritaron emocionados al encontrar su salvación.

“ceo que me acabo de meter en algo malo” pensó Ukai al sentir todas esas miradas en él.

 

Escondiéndose tras los pilares lograron llegar al estacionamiento, el auto del profesor estaba cerca del de Tadashi y Tsukishima, podían ver a los periodistas a lo lejos, pero se ocultaban tras la fila de autos caminando de puntitas uno detrás del otro y así lograron llegar.

El profesor quito el seguro automático haciendo un ruido demasiado alto. Temiendo a que los escucharan se escondieron tras el auto, nada, estaban a salvo.

-disculpe… -dijo una chica cuando estaban a punto de subir -¿es usted Keishin Ukai, nieto del escritor  Ikkei Ukai?

-¿eh?... sí.

-esto es genial –grito emocionada -¿le puedo hacer unas preguntas? –dijo sacando una libreta.

“no puede ser, es una de ellos” los de más se alarmaron tratando de buscar una escapatoria, “por suerte esa solo una” dijeron aliviados.

-¡oigan… por aquí! –le grito a los demás.

Ahora si tenían porque alarmarse, trataron de subir al auto pero Ukai ya había puesto el seguro “no me dejaran aquí solo” dijo con malicia. “profesor maldito” decía Tsukishima en sus pensamientos.

-¡Son ellos! no los dejan escapar –escucharon a los reporteros. Tarde, ya casi estaban acorralados.

-¡Aah! ¿Por qué tengo que sufrir esto también? –grito Shoyo tratando de huir pero fue interceptado por Kuroo.

-todos unidos –dijo Kuroo extendiendo los brazos para impedir que escapara.

-noooo –gritaba Shoyo dramáticamente.

-por aquí –Tsukishima tomo de la mano a Tadashi y lo jalo por entre los arbustos. Subiendo al tractor podadora de un jardinero que por ahí pasaba.

-¡traidor! -gritaron Kuroo y Shoyo tratando de seguirlos pero Ukai los agarro del cuello de sus playeras como si no pesaran nada.

-le pagare si nos saca de la universidad –le dijo Tsukishima al jardinero.

 -a sus órdenes –respondió el conductor.

Tadashi saco unos enormes sombreros para el sol y le pasó uno a Tsukishima, se los pusieron cubriéndoles completamente el rostro.

-¡regresen malditos! –Shoyo trataba de cruzar los arbustos pero se quedó atascado en ellos.

Los reporteros que se encontraban en la entrada lograron cruzar, Tsukishima y Tadashi agacharon la cabeza mientras se cruzaban con ellos. Al parecer estaban a salvo, subieron del césped al pasillo y cambio provoco un movimiento brusco haciendo que a Tadashi se le callera el sombreo.

-¡ahí están!

-¡¡¡Tsukiiii! –Tadashi grito al ver que los reporteros iban tras ellos.

-demonios… déjenos aquí –le dio unos billetes y salto junto con Tadashi.

En la entrada se encontraba Kageyama junto a la moto de Shoyo. Estaba a punto de entrar en cuanto los reporteros desalojaron pero al ver a Tsukishima y Tadashi siendo perseguidos regreso a escoltarse tras el muro. 

-¡tontos! Vallan a otro lugar.

-aun lado, estorbas -en un solo un segundo Tsukishima le quito las llaves de la moto.

-hey que demonios haces –grito Kageyama tratando de recuperar las llaves.

-gracias Kageyama –dijo Tadashi subiéndose a la moto junto a Tsukishima.

-no, bajen ahora mismo…

Haciendo resonar el motor, salió a toda velocidad dejando a Kageyama dentro de una nube de polvo y maldiciéndolos por todo.

-aahh se fueron –dijo desanimado uno de los periodistas.

-¿sabe usted a donde podrían ir?

-a mí que me importa –dijo enojado abriéndose paso entre ellos.

 

 

-¡Kageyama!

Shoyo estaba tras un pilar, con sus cabellos alborotados cubiertos de hojas y ramas, mirándolo con ojos de cachorro aliviado al ver a su amo.

-esos malditos, ¿Cómo se atreven a hacernos esto? –gruñía acercándose a Shoyo.

-vámonos de aquí, quiero darme un baño.

-se llevaron tu motocicleta.

-¡queeee! –Shoyo se llevó las manos a la cabeza como queriendo arrancar sus cabellos.

-cálmate… no le harán nada.

-Kageyama… -Shoyo se dejó caer a sus pies –muero de hambre.

-vamos, te invito a comer ¿A dónde quieres que vallamos? –le dijo levantándolo.

-vamos por hamburguesas.

-bien, pero después de eso –se acercó a su oreja y le susurro - pasaras por el postre a mi casa.

-más te vale que me dejas repetir.

-eres un glotón –le dijo levantándolo y rodeándole la cintura para besarlo.

 

…………………………………………………………………………………………………………

Kenma y Kuroo salieron del montón de reporteros gracias a Ukai. Shoyo escapo arrastrándose entre los arbustos y ellos solo hicieron resaltar en voz alta quien era el profesor, eso hiso que todos los reporteros se fueran tras él.

En el apartamento de Kenma, Kuroo preparaba la comida, Kenma le hacía compañía aunque la verdad estaba jugando con su celular sin prestarle atención al mayor.

-¿alguna vez te has separado de tu celular?

-sí, una vez lo olvide en casa mientras salíamos de viaje escolar.

-debió ser difícil estar sin el –“me hubiese gustado verte libre de tecnología”

-no.

-¿no?

-regrese por el. Perdí medio día del viaje, pero recupere mi celular.

-es increíble todo lo que haces por un celular.

-¿ya está listo? Tengo hambre –Kenma se acercó a él y miro lo que preparaba.

-ya casi –aprovecho lo cerca que estaba y le robo un beso haciendo que se sonrojara –que lindo te ves.

-prefería…

-ya está listo –interrumpió Kuroo –comamos.

-si.

Kenma ya estaba en el comedor y Kuroo aún seguía en la cocina, en eso el celular de Kuroo empezó a vibrar, era un mensaje de texto de un número desconocido.

>> Me quedare en tu casa, llego esta noche <<

-demonios lo que me faltaba –suspiro con pesadez y guardo s celular.

-¿te quedaras esta noche? –pregunto Kenma mientras comían.

-no… tengo trabajo que terminar.

-mmm bien, entonces otro día será.

No se sentía feliz de no decirle completamente la verdad, pero resolvería su problema lo más rápido posible para así poder quedarse con Kenma cuantas noches quisiera.

…………………………………………………………………………………………………………

-mamá, ya estoy en casa.

-bienvenido hijo.

Tadashi saludo a su madre al encontrársela bajando las escaleras.

-voy a mi cuarto…

-alto ahí –lo detuvo –tendremos un invitado, mejor dicho un huésped. Por favor baja a saludarlo, llega a las 6.

Hace mucho que no tenían un invitado en casa, los únicos que se quedaba eran Kenma, y Shoyo en una ocasión, recuerda que su padre le había dicho que avisara cuando Shoyo se quedara, así podría llegar lo más tarde posible y salir lo antes posible por la mañana, también se encargaba de decirle a los empleados que cerraran con candado su cuarto de golf.

-si mamá, pero mientras llega estaré en mi habitación –tenía algo que hacer ahora, de lo contrario se olvidaría por completo.

-bien.

Ya en su habitación, se puso a revisar cada lugar buscando la bolsa que Shoyo le había dicho, la encontró baja un montón de cajas de regalos que aún  no había abierto. La llevo a su cama y ahí se puso a sacar cada objeto: la consola portátil, digna de Kenma; una pluma para escribir diseñada con grabados de plata, muy tradicional de una chica, la hermana de Tsukishima; una agenda personalizada con su nombre  (cada invitado tubo la suya) y para finalizar, un paquete de dulces y chocolates de primera calidad.

-no está mal –coloco las cosas sobre una estantería.

Se recostó en su cama, la tarde había sido demasiado pesada, aun se recordaba huyendo de la escuela. Tsukishima lo había dejado en la entrada de su casa, no quiso entrar porque tenía que regresar la motocicleta antes de que Shoyo se presentara en su casa pidiéndola a gritos. Se quedó dormido unas horas, apenas y despertó a tiempo para la hora que le dijo su madre.

Cuando bajo, su madre ya estaba sentada en la sala con su mirada clavada en él.

-lo sé, lo sé, se me hiso tarde –se defendió.

-ya no tarda en llegar, tu padre se molestaría si no te encuentra aquí.

-mamá, ¿Cuánto tiempo se quedara?

-no lo sé, tu padre no me dijo nada.

Se escuchó el abrir de la puerta e intuyeron que llegaban los esperados.  Se levantaron  y fueron a la recibirlos. Ahí estaba, quien menos podía imaginárselo.

-¿Oikawa?

-así es, se quedara con nosotros una semana, espero que se lleven bien –dijo el padre de Tadashi mas como una orden que como un deseo.

-hola, nos vemos de nuevo –saludo él alegremente. 

-h… hola –respondió aún impactado por la sorpresa.

-bienvenido –saludo la señora Yamaguchi –Tadashi te acompañara a tu habitación, después pueden bajar para conversar un rato ¿o tal vez prefieres descansar?

-no es necesario, siempre estoy lleno de energía –respondió.

 

-¿qué haces aquí? –interrogaba Tadashi cuando caminaban por el pasillo.

-sé que te desagrada mi presencia, pero no fue mi idea, tu padre insistió en hospedarme aquí.

-¿Qué tienes que hacer como para tener que quedarte una semana?

-muchas cosas –le dijo con media sonrisa ladeada lo que no le dio buena espina a Tadashi.

-¿planeas hacer algo con Kageyama?

-mmm tal vez, no lo sé –esa sonrisa estaba empezando a molestar a Tadashi.

-es aquí –le dijo abriendo la puerta.

-gracias, te veo abajo –y cerró la puerta tras de sí.

 

No entendía lo que pretendía hacer, como se atrevía a aparecer así después de lo ocurrido en la fiesta. De una cosa si estaba seguro, Shoyo no debía enterarse de eso. Se contuvo las ganas de tratarlo cortante frente a sus padres, ceno de manera tranquila y evito pasar mucho tiempo con él, en cuanto pudo se fue a su habitación.

 

Por la mañana se saltó el desayuno diciendo que se le hacía tarde, le pidió a Shimada que lo llevara ya que había dejado su auto en la universidad.

-gracias –le dijo a Shimada en cuanto se bajó.

-joven… -lo detuvo, Tadashi lo escuchaba sin cerrar la puerta –que tenga un buen día.

Tadashi sonrió, Shimada era una de las pocas personas que eran amables con él no solo por ser su jefe, si no por ser un buen amigo.

-gracias –le dijo, antes de irse le aventó un dulce de los de su fiesta –disfrútalo.

-eso hare.

Desde su auto Tsukishima los veía, confiaba en Tadashi pero sabía que esa amabilidad de su chofer era mucho más complicada de lo que aparentaba, mientras no cruzara la raya no tenia de que preocuparse.

-buenos días –saludo en cuanto Tadashi paso junto a su auto.

-Tsuki ocurrió algo –le dijo entrando en su auto.

-debe ser demasiado malo como para que no me respondas el saludo.

-lo siento, buenos días –se inclinó para darle un suave beso en la mejilla –Oikawa está en mi casa.

-ese tipo, no me da confianza, no te acerques mucho a él.

-no soy yo quien me preocupa. Ese tipo hiso que la relación de Sho se atascara, tengo miedo de que lo vuelva a hacer.

-descuida, no creo que ocurra.

-tengo miedo… -Shoyo se apareció junto a la ventana tocando el cristal –no puede ser… actúa normal.

-yo debería decirte eso.

-¿te encuentras bien? –dijo Shoyo al ver a Tadashi incómodo.

-si… es solo que…

-un profesor nos vio besándonos.

-¡Tsukishima eres un pervertidooo!

-silencio enano, un beso no tiene nada de malo.

-eh… Shoyo te has esforzado mucho, ¿no te gustaría tomarte unos días libres?... las playas de Europa son muy divertidas en este tiempo.

-¿Qué?... no, tomare mis vacaciones cuando finalice el año –le respondió Shoyo agitando la mano para desechar la idea.

-entonces…

-suficiente –lo detuvo Tsukishima –lo que pasara.

-¿a qué se refiere? –le pregunto a Tadashi.

-eeh… a nada, esto… vamos a clases se nos hace tarde.

-faltan 20 minutos.

-mejor, así hacemos ejercicio tomando las escaleras –Tadashi tomo a Shoyo del brazo y se lo llevo de ahí.

 

Durante todo el día, en lo único que pensaba era en que Shoyo no se encontrara con Oikawa, pasaría todo el día con él de ser necesario. Al salir de clase propuso ir a estudiar a la biblioteca, y así lo hicieron. Ese día no hubo problema, por la tarde Tadashi regreso a su casa y al parecer Oikawa se desapareció durante todo el día, lo aliviaba un poco que al día siguiente no tuvieran clases.

Estaba en su mesa escribiendo algunas líneas que se ocurrieron en el camino de regreso a casa. La puerta de su habitación se abrió de forma brusca, su padre entraba con cara de pocos amigos.

-¿Qué demonios haces encerrado tanto tiempo?

-adelante –mascullo entre dientes de forma sarcástica.

-una vez, solo una vez te dignaste a ir a la empresa –le dijo casi en un reproche.

-padre… he tenido muchas cosas que…

-si claro, como esas estupideces –tomo la laptop y ojeo el escrito, Tadashi intento evitarlo pero tampoco tenía suficiente valor como para arrebatársela.

-eso… solo lo hago en mi tiempo libre.

-debes aprender que no hay tiempo libre –le dijo casi aventando la lap a la mesa.

-disculpe, yo…

-no digas nada, solo deja esas tonterías y empieza a meterte de lleno en la empresa, ve ahí al menos 3 veces a la semana –dada su orden salió de la habitación con la misma intensidad con la que entro.

Se dejó caer en la silla y soltó un suspiro de esos que te liberan de las ganas de golpearte contra un muro.

-al parecer tu futuro ya está escrito –Oikawa estaba en el marco de la puerta mirándolo con su típica sonrisa.

-¿se te ofrece algo? –respondió con toda tranquilidad.

-si –como si hubiese sido invitado a pasar, con toda confianza se recostó sobre la cama de Tadashi –¿siempre has sido tan sumiso?

-sal de mi habitación, tengo cosas que hacer.

-¿esas cosas que no le agradan a tu padre? Si te descubre de nuevo no creo que sea tan flexible como hoy ¿sabes que lo puso de tan mal humor?

Quería sacarlo a patadas, pero en su voz se escuchaba que sabía lo que había ocurrido y no planeaba quedarse con la duda. No tuvo que responderle, solo lo miro de la misma manera en que lo hacia Tsukishima cuando requería respuestas sin hablar.

-al parecer uno de sus competidores empezó a alardear que su joven hijo aun de 16 años ya estaba inmiscuido en los asunto de la empresa de su padre, y que incluso ya hasta había dirigido una reunión con socios y le fue bastante bien que serraron un muy buen trato.

Para Tadashi que escuchaba cada palabra era como una aguja al pecho, entendía por que su padre se portaba así, siempre fue muy competitivo pero no quería ser arrastrado a ese monótono mundo de negocios.

-pues que bien por ellos.

-tengo entendido que tú no puedes ser lo que tu padre aspira que seas, pero mírate, al menos eres una buena marioneta. Dime ¿te agrada tu relación? Prácticamente fueron tus padres quienes te la consiguieron –dijo sabiendo que estaba entrando en territorio prohibido.

-mi relación es algo que no tiene porqué interesarte. Y si es todo lo que tienes que decir, por favor sal de mi habitación –le dijo imitando la tranquilidad de Tsukishima.

-¿sabes? No me desagradas, si no fueras amigo del enano tal vez podríamos habernos llevado muy bien –dijo saliendo de la habitación. 

-yo lo dudo –respondió en cuanto se fue.

Con tanto enojo, más por sí mismo que por esos dos que entraron como si nada a su habitación, se tiro en su cama no sin antes quitar la sabana sobre la que se había recostado Oikawa. Sabía que era imposible llevarle la contraria a su padre, pero esto cada vez empeoraba más, terminaría en un martirio si no lo detenía pronto. Y para colmo Oikawa, un completo desconocido va y le restriega todo eso en la cara.

-¿Quién demonios se cree ese?, como se atreve a entrar en mis pensamientos así de fácil. Esto no, ya es suficiente. Decidido, hablare con mi padre.

...................................................................................

Kenma había notado lo raro que estuvo Tadashi y decidió hablarle, le conto lo ocurrido con Oikawa omitiendo el asunto de la habitación. Para relajarse un poco y evitar que Shoyo se encontrara con Oikawa, Kenma propuso el salir a algún parque o zoológico, Tadashi acepto de inmediato y dijo que le avisaría a Tsukishima y a Shoyo.

-hola –Kenma llamo al celular de Kuroo.

-hola, ¿a qué se debe el honor de ser llamado por ti? –respondió Kuroo de forma juguetona.

-mañana saldremos a divertirnos ¿vienes?

- Lo lamento, no puedo estaré algo ocupado.

-descuida, nos veremos después. Solo llamaba para eso –la voz de Kenma ocultaba muy bien el desánimo que sentía por no poder ir con Kuroo.

-Kenma –dijo antes de que el menor colgara –te amo.

-también te amo –le respondió recuperando la alegría.

………………………………………………………………………………………

-¿m…mañana?

-si, a las 10 frente al zoológico.

-aaa bien… ahí te vemos…adiós -shoyo corto la llamda.

-solo a ti se te ocurre c…contestar en un momento así.

Sobre un sofá en el apartamento de Kageyama estaba Shoyo con la playera levantada dejando ver sus pezones, sus pantalones abajo dejando libre su pene que era saboreado por la lengua de Kageyama, lo recorría de arriba abajo con la punta formando círculos y presionando en la punta.

-aaah –movía las caderas al sentir su pene envuelto por esa humedad.

-mmm –Kageyama lo miro, se mordió el labio y después se los humedeció, entonces se lo metió todo en la boca, haciendo succiones que causaban altos gemidos en el pequeño.

-ntgg… aaahh me… me encantas Kageyama.

Como respuesta el pelinegro incremento la velocidad de las succiones.

-no puedo…. Aaah Kageyama… me vengoo

La advertencia de Shoyo no le importo, termino recibiendo toda la intensidad dentro de su boca ingiriendo hasta la última gota.

-tú también me encantas –le dijo mientras limpiaba sus labios y lo devoraba nuevamente con la mirada.

-si me lo dices con esa sexi mirada haces que me vuelva a endurecer –respondió Shoyo acariciándose el pene.

-para eso estoy aquí –Kageyama le sonrió y subió hasta su pecho para besarlo, con su lengua envolvía los pezones uno y después el otro.

-aaah… házmela –dijo Shoyo señalando su pecho.

Kageyama llego ahí, beso con suavidad y después succiono causando ese placentero dolor y dejando una marca.

-creí que no te gustaba –dijo Kageyama haciéndole otra en el lado opuesto.

-nnnggt me gusta…  

-bien ¿listo para más?

-adelante –dijo Shoyo con una sonrisa coqueta.  

………………………………………………………………………………………

Frente a la entrada del zoológico se encontraban todos menos Tsukishima, les llamo para decirle que se retrasaría unos minutos por un desagradable imprevisto. Lo vieron llegar y estacionarse cerca de ellos.

-¿Cuál fue el desagradable imprevisto? –pregunto Kageyama.

-eso –dijo señalando con el pulgar al niño que caminaba de taras de él.

 -¡¡hermano!! –grito emocionado arrojándose a los brazos de Tadashi.

-¿Ryu? Qué bueno verte.

-¿bueno? Es un pequeño demonio que se me pego como sanguijuela –dijo Tsukishima pasando de largo junto a ellos.

-Tsuki, no digas eso, si es un niño encantador –Tadashi abrazaba y acariciaba a ese pequeño como si fuese un peluche.

-entremos –dijo Kenma.

Después de comprar unos dulces, empezaron a recorrer el lugar. Tadashi no soltaba la mano de Ren por lo que Tsukishima no podía estar cerca de él sin ser molestado por el pequeño. Tomaron un descanso para poder continuar después, sentados en unas bancas saboreaban los dulces que el pequeño les regalaba.

-es increíble como un zoológico puede llegar a ser tan divertido –dijo Shoyo estirando sus músculos para volver a iniciar el recorrido.

-a ti te divierte todo lo se mueva –dijo Kageyama.

-aún nos falta la parte este, ahí están los tigres. Vamos –dijo Tadashi poniéndose de pie.

Llegaron al lugar donde se encontraban los tigres. Kenma se emocionó al verlos le agradaban tanto que siempre investigaba sobre todo tipo de felinos. Decidió tomar una foto de ellos y se alejó un poco para capturarlos a todos, cuando obtuvo la captura miro que en ella se podía ver a alguien que de espaldas tenia cierto parecido con Kuroo. Rodeo el lugar para cerciorar que era un error, pero no lo era, ahí estaba Kuroo sosteniendo dos bebidas…

 

Notas finales:

Gracias por leerme. 

Espero con gusto sus revews, así me ayudan a saber que es lo que les gusto y opinar sus idieas para que siiga mejorando la historia. 

nos leemos al próximo cap. 


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