TAKANO POV
Cuando Ritsu se alejó traté de aferrarme a la idea de que algún día volvería, tal y como lo había prometido, pero cada vez las amenazas de mi madre al pedirme buscar a una pareja eran más fuertes, yo le decía que estaba bien pero ella quería que todo andaba bien con mi cabeza.
Tiempo después en un bar, cuando tomaba con unos compañeros de trabajo conocí a una chica, con la cual me encariñé, nos volvimos muy buenos amigos, salíamos juntos, comprábamos cosas, a veces hasta nos íbamos a ese tipo de “citas” de enamorados, pero yo no podía olvidar a mi casataño.
Cuando ella se me declaró solo pensaba “mierda, no quería que esto pasara” Así que me negué a salir con ella, luego nos alejamos poco a poco, mi madre notó eso y me pidió respuestas, yo solo le dije que no podía salir con una persona a la cual no amaba y tratarla como amiga sería demasiado cruel para ambos, mi madre me explicó que jamás lo sabrías sin siquiera intentarlo, así que me aventuré a buscarla de nuevo y ser nuevamente amigos, al tiempo se volvió a declarar, y la acepté ya que no importaba.
Al principio todo estaba bien, pero luego empezó a portarse de manera recelosa, y demasiado posesiva, tanto así que ya no podía salir con mis amigos de la secundaria hubo una ocasión en la que rompió una fotografía de Ritsu, yo me enojé tanto que le pedí que se fuera, al día siguiente me enteré de que ella se había estado metiendo con varios tipos mientras salíamos, pedí explicaciones, no pudo dármelas.
Ahora que me la encontré no le tengo ningún rencor, pero no es que quiera volver a tenerla cerca, ella es capaz de dañar a terceriarios y yo no quiero que vuelva a lastimar a Ritsu, o peor; a Kiitsu.
Tan pronto entramos a la recámara, recosté a Ritsu sobre la cama, y me posé sobre él, mientras que lo besaba con lujuria y deseo, él soltaba gemidos que me hacían insinuar que pedía más, comencé a desvestirlo con cautela, apoyando una mano sobre la espalda, el codo en la cama, y con la otra mano desabrochaba su camisa, metí mi mano en su pecho y comencé a mover sus pequeños pezones, los cuales estaban completamente duros, y escuché que soltaba suspiros acordé al movimiento de mis manos.
Bajé hasta la zona baja de mi castaño y cuando estaba a punto de terminar su cierre éste se levantó y me sentó en el cama –Masamune, esta vez quiero hacerlo yo- Dijo tembloroso, yo asentí y el menor desabrochó mi pantalón y tomó con ambas manos mi miembro al cual le faltaba excitación –Es muy grande- Decía mientras movía sus manos, luego comenzó a lamerlo y tomándolo firmemente metió mi punta en su pequeña boquita, comenzó a jugar con su lengua y luego se movió de arriba abajo, cada vez era más adentro, bajé la mirada y vi como el castaño me miraba algo fuera de sí, con su rostro todo rojo, era tan excitador, no pude hacer de otra que levantarlo y ponerlo en la cama.
Luego me lamí los dedos, quité su pantalón y metí 2 dedos en su entrada, el menor solo gimió y tomó sus rodillas, levantándolas, y dejándome ver cómo esa hermosa entrada era atravesada por mis dedos. Luego de que su entrada estuviera dilatada, coloqué mi punta en está mientras que entraba lentamente –Ahhh, Masamune, ah, ah. No… se siente, como si mi estómago… ahhhhh- No pudo terminar de decirme algo puesto que entré por completo.
Comencé a empujarlo lentamente, y mientras más sus rodillas se aferraran a mí espalda más rápido iba. Legó un punto en el que el castaño me pedía cada vez más, mientras se aferraba a las cobijas y su cuerpo temblaba por completo, terminé corriéndome en su interior, ya que no me dio tiempo de algún anticonceptivo.
Caímos rendidos en la cama, sudando y completamente exhaustos.
-Takano, te amo-
-Y yo a ti, MI Ritsu- Lo abracé con fuerza, aferrándome a todo su cuerpo. Seguramente no habrá nadie en el mundo que se comparé a él.