Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Azul Intenso por RyuStark

[Reviews - 227]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola bebés hermosos <3

Para mi aun es Domingo, así que cumplí con mi entrega de la semana jaja. Más vale tarde que nunca, ok no. Pero ya por fin les traigo un capítulo de puro romance, humor leve y claramente lemon <3 <3 <3 :3 Espero que lo disfruten muchísimo :D

///Ichigo////

-Ya casi llegamos Ichigo.

Tan sólo sonrío sin abrir los ojos, disfrutando de las tenues caricias de Grimmjow sobre mi rostro al igual que un par de besos sobre mi cabello mientras lo abrazo. Mi mente viaja dispersa como una nebulosa en el espacio, entre pensamientos, sensaciones y recuerdos de todo lo que he vivido junto a Grimmjow en tan poco tiempo. Y cómo una mirada del mismo color que el cielo y el paraíso, me hicieron descubrir que hay un mundo inmenso y sin límites. Un mundo que no deja de maravillarme, claro, siempre que esté junto a él.

-Mira…llegamos.

Por fin abro los ojos para girar a mi lado y mirar por la pequeña ventanita del avión que evidentemente hemos llegado a nuestro destino. Mis ojos brillan resplandecientes como mil descargas eléctricas en una noche de lluvia, mientras mis labios tiemblan convirtiéndose en una ancha sonrisa al ver las gamas de azul del océano a varios metros abajo. Mi corazón late abrumado por tantos sucesos en tan poco tiempo, sin embargo estoy eufórico, emocionado y jodidamente feliz.

Feliz porque en un par de horas me casaré con el hombre que amo en un lugar increíble justo como él. Apenas el piloto da las órdenes inicia el despegue no sin antes darnos el anuncio por el altavoz. “Sean cordialmente bienvenidos a Bora Bora” Sonrío como un mocoso en la mañana de Navidad, con una mueca totalmente estúpida por el nombre raro, pero por dios. ¡Estamos en la Polinesia francesa! ¿Y por qué? Bueno, se supone que Grimmjow y yo nos casaríamos al amanecer en Niza, lo cual no pasó.

Ya que luego de una intensa noche de pasión fuimos despertados por varios toques en la puerta que incluían un “¡Grimmjow J. Kyoraku sé que estás ahí jovencito, así que abre la puerta y no me hagas enojar!” Más un “¡Ichigo Shiba Kurosaki, voy a tirar esta puerta. Estás muy equivocado si crees que te dejaré casarte con ese muchacho sin mi permiso!” De-puta-madre-genial. Nuestros padres nos encontraron y claramente no estaban muy contentos con la idea de la boda rápida.

Así que nos vestimos como pudimos y de inmediato Grimmjow me preguntó lo qué quería hacer. Y claramente le grite ¡Escaparnos! Cuando le dije que me casaría con él hablaba en serio. El puto mundo podría explotar, colapsar, destruirse y morir y a mí me importaría un carajo, porque lo único que quiero es estar con él. Así que ni siquiera tomamos nada, solo la ropa que traíamos, nuestro dinero y escapamos por el balcón.

Mierda, juro que James Bond se queda idiota a nuestro lado escapando, colgándose entre balcones y metiéndose a cuartos desconocidos. ¡Pero al carajo! Nos tomamos de la mano, nos besamos y salimos corriendo como un par de mocosos a punto de ser atrapados en una enorme travesura. Así que lo siguiente que supe es que ya estábamos en el aeropuerto esperando un vuelo que nos llevaría a nuestro último destino.

Bueno, a donde todo mi viaje tomaría sentido y por fin todo concluiría con nuestro matrimonio, solo para dar comienzo a un nuevo inicio. Al nuestro. Así que Grimmjow hizo un montón de llamadas y un par de horas después por fin hemos llegado a nuestro destino. Escogimos este lugar porque Grimmjow dice que es el primer lugar a donde viajó solo cuando apenas tenía 18 años, montones de sueños, mucho miedo y bastantes anhelos.

Dice que fue este lugar y sus bellas playas las que le dieron las ganas suficientes para emprender su viaje y conocer tantas playas más como le fuera posible con tan solo eso, arena, ilusiones de una noche y su tabla para surfear. Desde aquella vez no había vuelto y sin duda ambos estamos demasiado emocionados. ¿Qué mejor que empezar nuevamente en el mismo punto que le dio tanta luz a su vida? Y digo…hasta he pensado, si nos gusta tanto…¿Por qué no quedarnos un tiempo?

Pero eso aún no se lo he dicho, así que sólo sonrío y tomo su mano conforme bajamos del avión en pleno hangar en el aeropuerto, el cual es bastante pequeño y se encuentra literalmente en la orilla de la isla. Apenas Grimmjow me dice que la única manera de ir a las distintas partes de la isla desde aquí sólo es en un bote me emociono hasta el exceso. Me lleva de la mano hacía el muelle donde hay montones de yates, lanchas de motor, canoas y demás. Grimmjow me indica que ha rentado un “pequeño bote” para dos personas, qué más bien parece de carreras y que no tiene nada de pequeño, o esa impresión me da en cuanto lo veo en una orilla del muelle junto al chico que ya nos espera con las llaves.

-Listo Ichigo, ven.

Grimmjow me ayuda a subir al precioso bote, después de firmar un par de documentos y de estrechar manos con el hombre; para por fin emprender nuestro camino.En cuanto enciende el motor que ruge con furia mi corazón comienza a latir como mil cabríos desbocados y furiosos por la vida. Atravesamos el mar azul…tan azul como los ojos de Grimmjow, sino es que del tono de los del mismo dios mientras nos abrimos paso admirando la belleza del lugar.

-Bora Bora me encanta porque es una isla del tipo atolón, la zona central es montañosa y está totalmente rodeada por una barrera de arrecife coralina y de islotes. Tiene muy pocos habitantes y es el paraíso perdido, donde se conecta el cielo y el mar creando uno mismo.

Sonrío escuchando a Grimmjow mientras me sujeto brincando en mi asiento de lo rápido que vamos, a la vez que siento las gotitas de agua empaparme el cuerpo con ese peculiar aroma salado y cautivante que tiene.

-Los habitantes suelen llamar a la isla “May ti pora” que significa “Creado por dioses” ¿Qué opinas Ichigo? ¿Se amerita el nombre? Yo lo creo ampliamente…

Guardo silencio intentando contener tantas emociones dentro de mí, mirando el inmenso cielo frente a mí que evidentemente se conecta con el mar en el horizonte; ahora de una tonalidad entre violeta y azulada debido a que ha comenzado anochecer. Los montes del centro se levantan imponentes de un verde profundo, fresco y frondoso muy a lo lejos, mientras son atravesados por montones de nubes blancas.

A los lados algo alejado puedo ver las barreras de coral bajo el mar cristalino y ni mencionar las pequeñas gamas de colores neones que se mueven entre el agua, como pequeños y grandes peces. Aquí, a mitad del mar, todo está en silencio. En un silencio que solo puede ser ameritado a la hermosa naturaleza que me rodea. Probablemente este lugar realmente este hecho por los dioses y seguramente aquí descansan cuando están agotados de todo.

O eso le doy a entender a Grimmjow mientras me pego más a él y lo abrazo, recargando mi cabeza en su hombro. Disfrutando que me abraza por los hombros para pegarme más a él y besarme en la frente, dándome a entender que todo está bien y que lo que está por venir, será aun mucho mejor. Y que claramente seguirá así siempre que estemos juntos. Grimmjow…¿A dónde vamos? Ya no veo los montes, solo el mar.

-Rodeamos la isla porque vamos a uno de los extremos más alejados.

¿No iríamos al centro de la isla? Creí que dijiste que ahí nos casaríamos.

-Mhm…me descubriste. Creo que tal vez quería adelantarme a la luna de miel.

No hagas trampa. Me lo propusiste y ahora te aguantas carajo. Quiero casarme ya…ahora mismo. Contigo. Lo anhelo Grimmjow. Realmente lo hago. Mi novio me mira fijamente para por fin sonreír y besarme en la punta de la nariz.

-Yo también lo anhelo. Sólo que pensé que querrías tiempo y hacerlo con más calma.

¿Calma? Por dios Grimmjow, deje absolutamente todo por ti incluyendo mi trabajo y a mi familia. Te he seguido sin separarme un solo día de tu lado, porque estoy total y perdidamente enamorado de ti ¿Y aun crees que quiero tiempo? ¡Te quiero a ti! ¡Para siempre a ti! Te he escogido para toda mi vida. Aunque estás loco y quieras hacerme brincar en paracaídas y escalar montes o perdernos en la jungla lo haré…carajo que lo haré porque te amo grandísimo imbécil.

Antes me preocupaba no tener un hogar al que volver, creí que lo que necesitaba era estabilidad, pero en realidad sólo necesitaba a alguien que me amara por sobre todas las cosas. Y así pasó, ambos nos encontramos. Ya no necesito una casa grande, ni mucho dinero… solo a ti. Grimmjow me mira enternecido al igual que yo a él, inclusive avergonzándome un poco por todo lo que le he dicho, pero supongo que es la verdad y quiero que lo sepa.

Grimmjow esta no es una locura de cinco minutos, no lo hago por la euforia del momento. Esto es serio para mí, te lo juro. Ya no volveré a quedarme atrás. Está vez iremos juntos. Ya no tengo miedo…bueno tal vez un poco. Pero si me mato tirándome desde un acantilado, lo haré feliz porque sé que estarás volando en el aire junto a mí y tomando mi mano. Ambos nos reímos mientras él roza su nariz contra la mía.

-Gracias Ichigo…gracias por haberme escogido por sobre todas las cosas. Prometo atesorarte por el resto de mis días, o morir en el intento.

Le sonrío dándole otro pequeño beso más para luego revolverle el cabello. Con eso me basta. Apenas si termino de hablar, cuando me muerdo la lengua y me azoto contra el borde del bote, casi cayéndome al agua ya que Grimmjow ha girado agresivamente. ¡Estás loco!

-¡Así me amas!

Se ríe mientras yo ruedo los ojos sujetándome al asiento con demasiada fuerza, de que casi volamos sobre el agua de lo jodidamente rápido que vamos debido al cambio de dirección. ¡Grimmjow qué carajos! ¡Nos vas a matar cabrón demente!

-¡Nadie se muere hasta que no te ponga un anillo y nos casemos! ¡Así que agárrate bien Ichi!

Tan sólo me sujeto viendo que evidentemente nos dirigimos al centro de la isla. Al cual llegamos gracias al cielo en una pieza, para luego salir corriendo nuevamente ya que Grimmjow está descontrolado llevándome casi a rastras. ¿A dónde me llevas?

-Al registro civil. Nos casaremos ahí ahora mismo y luego de eso te haré como mil veces el amor.

Me carcajeo hasta que capto y entierro los pies deteniéndolo.

-Ah no, no te escapas. ¡Dijiste que te casarías conmigo y lo harás!

No es eso idiota. Sólo que…estoy todo sudado y sucio. No quiero casarme así.

-Ichi por dios, te ves precioso. Como un ángel…un poco desaliñado, pero ángel al fin y al cabo. Así que venga, vamos.

Lo miro fijamente sólo para terminar sonriendo. Que te quede claro que esta será nuestra boda por el civil, ya luego me cobraré cuentas. Ambos nos reímos mientras vamos de la mano y seguimos nuestro camino hasta el pequeño registro civil que sigue abierto para nuestra buena suerte. Y una vez lista la petición simplemente pasamos a una pequeña salita, donde está un juez dormido, el cual se despierta y pone de piel al oír la puerta abrirse sacándonos una sonrisa.

-Por aquí por favor.

El juez tras la mesa nos indica que nos acercamos pero Grimmjow me suelta.

-Dame un segundo. Solo uno Ichi.

Grimmjow sale corriendo de la habitación dejándome con la boca abierta y los nervios destrozados. ¿Qué carajos hace?

-Si te sirve de consuelo, no eres el primero al que le pasa. Todos se asustan al último segundo.

Miro indignado al juez que se encoje de hombros como diciéndome “mierda pasa” hasta que escuchamos la puerta nuevamente abrirse de golpe y vemos que Grimmjow ha regresado y me muestra una preciosa flor; que tiene la apariencia de una rosa blanca pero mucho más abierta y bonita, que sino mal recuerdo son las flores del árbol que hay afuera del registro. ¿Es mi ramo? Grimmjow niega con la cabeza mientras me sonríe y me la pone tras la oreja.

-Ahora estás listo.

-Bien, empecemos.

El juez comienza con las formalidades y demás mientras yo intento no reírme y no ahorcar al tarado de Grimmjow, que me hace caras estúpidas y graciosas mientras toma mi mano. Juro que ni siquiera escucho lo que dice el juez por solo estar sonriendo como un imbécil, sintiendo como Grimmjow me da montones de besos en la mejilla y claro, de paso susurrarme alguna obscenidad que me hace rodar los ojos.

Y por fin luego de tanta palabrería, comenzamos a firmar montones de papeles más usando como testigos a unos empleados del lugar. Juro que si mi papá se entera me asesina, me revive y me vuelve a matar, pero no me importa, ya que realmente no hay nada que desee más que estar con Grimmjow por el resto de la eternidad y vivir mi vida al máximo. Digo, porque si hablamos de deportes extremos, estoy seguro que soy el único que le puede seguir el paso al salvaje de Grimmjow.

-¿Traen anillos?

-Solo uno.

¿Eh? Miro como Grimmjow saca de su bolsillo una pequeña cajita negra de terciopelo.

-Te lo iba a dar cuando te propuse matrimonio en Niza, pero llegue a la conclusión de que no sería muy buena idea ponértelo en plena caída libre en paracaídas.

Ambos nos reímos mientras yo miro emocionado que se trata de un bello anillo plateado con una hermosa perla negra, brillante y destellante como la noche misma.

-Tú no eres como nadie en este mundo, eres especial así que quise darte un anillo justo como tú…único e inigualable.

Le sonrío enternecido, extendiéndole mi mano y dejando que me ponga mi precioso anillo en el dedo anular.

-¿Te gusta Ichigo?

Me encanta, gracias. Así que sin siquiera esperar a que el juez nos de la orden yo tomo su rostro y lo beso. Mi bobo corazón late estrepitosamente mientras mis piernas tiemblan y mis ojos se mojan de lo feliz que estoy. Tan feliz que no se puede describir con palabras. Grimmjow me abraza y estruja entre sus fuertes brazos haciéndome sentir una vez más el chico más especial de este mundo. Y lo amo por ello. Lo amo tanto que no me cabe en el pecho y se lo hago saber a sonrisas, besos y pequeñas lágrimas que él se encarga de limpiar con sus labios para por fin tomar mi mano.

-Hora de irnos.

Un par de fotografías con el celular de Grimmjow bastan para recordar nuestro día especial y por fin irnos tomados de la mano. Salimos del pequeño registro civil emocionados, eufóricos, dejando que el aroma a sal nos recorra al igual que el viento perfumado debido a las flores, pero ni mencionar el abrumador calor húmedo que ha subido de temperatura aun cuando el sol ya se ha ocultado. Camino pegado a él, dejando que me abrace por la cintura mientras escuchamos los grillos y algunas cigarras cantar entre la maleza hasta que llegamos nuevamente al muelle donde tomamos nuestro pequeño bote. Una vez dentro Grimmjow nuevamente emprende el viaje emocionándome. Y ahora sí…¿A dónde vamos?

-Rente un lugar, creo que te gustará.

Le sonrío dejando que me lleve entre el mar cristalino, que aunque es de noche está totalmente claro, reflejando preciosamente la luna y su colorido interior. Giro para verlo tan o más guapo que cuando lo conocí, sin poder creer que estemos casados. Realmente casados. Tenía tanto miedo de que me volvieran a romper el corazón y ahora soy su esposo. Supongo que la vida te da grandes sorpresas. Y así varios minutos después que a mí me pasan como pequeñas aguas de gota entre los dedos, Grimmjow me indica que hemos llegado.

-Ahí está.

Elevo la vista, abriendo la boca para luego sonreír al ver el precioso bungaló literalmente sobre el agua, con un enorme balcón que te permite ver todo el inmenso océano, unas escaleras para literalmente bajarse a nadar y claramente un camino con forma de muelle que lleva hasta la arena de esta parte desolada de la playa. Que al menos desde aquí sólo se ven montones de palmeras y maleza. Como si fuera nuestra pequeña isla privada.

-Ve a ver el interior, yo iré a amarrar el bote.

No, ven conmigo.

-Adelántate que ya voy. Digo, sería una pena despertar y que estemos varados sin forma de movernos. A menos que seas nadador trasatlántico y no me lo hayas dicho eh.

Tonto. No lo soy.

-En ese caso date un chapuzón, ya verás que no hay nada de que preocuparse.

Lo miro un tanto extrañado, sin embargo me brinco viendo que literalmente el agua me llega apenas a los hombros, que está plano y puedo caminar sin problema hacía el bungaló. Sonrío emocionado entre nadando, sin importarme un carajo el mojarme hasta llegar y subir a nuestra estancia de lujo. Justo lo que necesitaba.

Camino por el balcón sin barandal, viendo que tiene dos camastros y una pequeña alberca con un borde que da hacía el mar. Y ni hablar del interior con un precioso piso de cristal que permite ver el agua y los pequeños pececitos que nadan sin descanso por debajo. Y lo mejor, la cama es enorme, el baño con tina igual y hay una linda cocina. Creo que podría vivir aquí para siempre. Y lo compruebo al ver que hay aire acondicionado.

-¿Te gusta Ichi?

Mhm…no lo sé, déjame pensarlo. Sonrío sintiendo como Grimmjow ha llegado y me ha abrazado por la cintura, pegando mi espalda a su pecho desnudo, ya que se ha quitado la camiseta y ahora me da pequeños besos en la nuca que me hacen estremecer y sentir que me derrito.

-¿Entonces?

Me fascina.

-Eso quería oír.

Grimmjow se despega para irse rumbo a la cocina, no sin antes darme una nalgada que me hace gemir y le saca una sonrisa de victoria. Ah, tenía que enamorarme de este hombre. Me quito la ropa mojada hasta quedar en bóxers mientras él saca del refrigerador, que para mi sorpresa está lleno, un par de cosas. ¿Cocinarás?

-Debo ser un buen marido y alimentarte ¿Qué no? Odiaría que me pidieras el divorcio a tan sólo unas horas de estar casados.

Bien dicho guapo. Sería una pena que te dejara porque me matas de hambre, así que sé un buen marido y cocíname algo rico y rápido, que soy exigente. Nos sonreímos mientras yo me siento en la barra mirándolo picar un par de verduras, lavar algunas cosas más y prender un sartén. Me deleito con la vista de su espalda ancha y musculosa, con esos tatuajes que tanto amo y lo hacen ver tan jodidamente sexy y candente.

Juro que podría quedarme toda la vida mirándolo justo así y jamás me cansaría, es un hecho. De ahora en adelante tú te encargarás de todas nuestras comidas Grimmjow. Ya me decidí. Ah, y eso incluye el no utilizar camiseta mientras lo haces. Mi marido se gira para sonreírme ferozmente de lado, mientras yo siento que se me hace agua a la boca por el aroma a mantequilla y cítricos. Grimmjow date prisa, muero de hambre carajo.

-Que esposo tan maldita sea impaciente el que me conseguí.

Es tu culpa por consentirme tanto.

-Tú lo has dicho, es mi culpa. Así que me aguantaré y me la cobraré luego en la cama.

Volvemos a reírnos mientras él sigue cocinando hasta que por fin termina y me deja un enorme platón de los camarones con limón y mantequillas que tanto me fascinan. Apenas muerdo uno siento como cruje jugosamente en mi boca, llevándome por un camino de sensaciones debido al pequeño toque picante y cremoso que tienen.

-¿Ya supere a Ukitake y a la abuela o todavía me falta?

Mhm…que difícil decisión, pero sólo porque no quiero verte llorar toda nuestra noche de bodas diré que si los has superado. Grimmjow de inmediato me hace un par de cosquillas que me hacen reír y sacarle tiernamente la lengua.

-Tomaré eso como que te han fascinado pero no quieres admitirlo.

Pruébalo por ti mismo chico guapo. Le doy uno a la boca que mastica y parece disfrutar, poniendo una cara de placer excesivo que me hace reír.

-Joder, hasta yo me casaba conmigo mismo. Así que sólo diré que sí que eres un tipo afortunado Ichigo. Me hiciste caer redondo en la trampa de esa cara y trasero bonitos que tienes.

Idiota. Continuamos riéndonos y cenando, tomando un poco de vino hasta llenarnos y salir al balcón a donde Grimmjow me empuja a la jodida alberca, pero claramente con un mañoso como él ya he aprendido y termino arrastrándolo conmigo y terminamos cayendo ambos al agua, para apenas salir a flote, abrazarnos y darnos un beso. Podría darnos un jodido calambre o una indigestión sabes.

-Solo creí que tenías un poco de calor.

¿Cómo adivinaste? Se lo digo lentas y eróticamente entre los labios, deslizando mis dedos por sus hombros y delineando sus tatuajes, sacándole una sonrisa perversa.

-Creo que tengo buen instinto ¿No crees?

Grimmjow lleva sus manos hasta mi trasero el cual estruja con saña, sacándome un gemido escandaloso y obsceno que pareciera encenderlo a sobre manera, ya que de inmediato me carga y me lleva hasta la orilla para sacarme y rápidamente seguirme. Apenas si doy un par de pasos rumbo al interior, cuando él ya me ha capturado entre sus brazos, para girar mi rostro y besarme violentamente. Jadeo excitado sintiendo su ya dura y creciente erección presionarse contra mi trasero hasta que logro despegarlo.

-Ven aquí Ichigo.

No quiero. Le saco la lengua nuevamente, viendo como sonríe mientras vuelve a perseguirme hasta el interior, claramente atrapándome, cargándome y arrojándome a la preciosa cama blanca boca abajo. No logro zafarme ya que me agarra de un tobillo y me jala, atrayéndome hacía él para quitarme la ropa interior, dejándome desnudo y expuesto para él. Claramente siento mi propia erección endurecerse dolorosamente de lo excitado y caliente que me encuentro, no solo por el calor sofocante del ambiente, sino por la manera en que Grimmjow me hace arder.

-¿Te tomaste tus pastillas?

No las necesitamos, ya no… Por fin ya no Grimmjow. Te lo dije, estoy listo para ti. Lo volteo a ver traviesamente mientras él termina de subirse a la cama y rápidamente me sujeta agresivamente por el cabello, hasta hacerme gritar y hacer que lo mire.

-No juegues conmigo Ichigo.

Yo no juego. Ya estamos casados y quiero que me jodas hasta preñarme. ¿O es que tú no quieres? ¿No quieres tener hijos conmigo? Grimmjow no me contesta, sin embargo me besa con pasión, mordiéndome los labios y tallando morbosamente su lengua contra la mía, hasta que nos hace falta un poco de oxígeno, por lo que nos separamos sin dejar de mirarnos fijamente.

-Nada me haría más feliz que el hecho de que me dieras hijos.

Mi sonrisa se ensancha por sus palabras mientras me arrodillo bien frente a él, sin embargo abro mis piernas tanto como puedo, levantando ligeramente mi trasero hasta tallarlo contra esa monstruosa y dura erección que tiene. Escucho como Grimmjow jadea roncamente, a la vez que sus manos se aferran a mis nalgas y comienza a tallar su gruesa punta contra mi entrada que ya se contrae húmeda y desesperada. Grimmjow…házmelo. ¿Qué esperas? Soy tuyo…totalmente tuyo.

-Maldición Ichigo, si te mato será tu culpa.

Mi guapo y feroz marido se pega totalmente a mí, para besar y morder con demasiada fuerza uno de mis hombros, sacándome un par de lágrimas. Aprovechando el ligero ardor de mi piel para penetrarme con fuerza y sin delicadeza alguna adentrándose tanto como puede en mí. Carajo duele…pero se siente tan jodidamente bien que yo mismo empujo mis caderas en busca de sentirlo más profundo. Mhm…hah…así.

-Hah…carajo Ichigo. Estás tan maldita sea apretado y me succionas tan rico.

Apenas si me inclino un poco recargándome en mis palmas, para disfrutar a sobremanera como Grimmjow me sujeta por la cintura y comienza a penetrarme con demasiada rudeza. Asegurándose de salir casi por completo, solo para volver a embestirme hasta hacerme sentir sus testículos pesados y llenos golpetear contra mí, de lo maldita sea profundo que entra en mí. Así…justo así…así me gusta.

-Como te amo carajo.

Y yo a ti, te amo muchísimo, pero no pares…no…hah, no te detengas.  Se lo digo con una voz cortada y sumergida en deseo puro de lo bien que me siento.

-Mírate nada más, seduciéndome y suplicándome. Justo como me gusta.

Grimmjow me da un par de bruscas nalgadas, una tras otra que me hacen gritar y sentir la piel quemar por la brusquedad, pero no me atrevo a pedirle que se detenga, ya que sólo deseo que siga marcándome como suyo.

-Te sientes tan bien Ichigo. Me vuelves loco.

Mi interior se contrae mojado a su alrededor, por lo tremendamente duro que está. Juro que siento como punza dentro de mí, haciéndome enloquecer. Cierro los ojos y echo la cabeza para atrás recargándola en su hombro, sonriendo cínicamente; gozando no solo de su dura erección que no para entrar brutalmente en mí, sino también sus labios suaves y carnosos sobre mi cuello, marcándome y mordiéndome a su antojo.

Siento cada gota de agua caer desde mi cabello aun mojado, deslizándose por mi rostro y bajar por mi pecho, al igual que las pesadas gotas de sudor caliente debido a la candente fricción entre nuestros cuerpos. Más…Grimmjow más…más. Grimmjow me entierra las uñas, sujetándome con más fuerza y aumentando el ritmo, haciéndome gritar de lo jodidamente profundo que se encuentra en mi.

-Maldición Ichigo, me estás matando…y me encanta.

Sonrío para él, gimiendo al sentir sus manos llegar hasta mi pecho para frotar mis pezones mientras continúa penetrándome con fuerza, haciéndome oír ese morboso y obsceno golpeteo líquido y candente entre nuestros cuerpos uniéndose. Jadeo sintiéndome totalmente perdido y abrumado por el calor y el placer excesivo recorriéndome cada vena del cuerpo. Realmente no creo aguantar mucho más por lo que tomo una de las manos de Grimmjow y la llevo hasta mi erección. Tócame.

-No.

Grimmjow lo necesito…lo necesito tanto.

-Dije que no maldición. Me encanta la cara que pones cuando te corres por sólo tenerme dentro de ti.

Apenas me dice eso al oído con esa voz grave y pesada, un turbio escalofrío me recorrer hasta concentrarse en mi vientre bajo, a la vez que él me sujeta agresivamente para penetrarme con más fuerza. Oh mierda, voy a correrme. Grimmjow no para de golpear violentamente ese punto tan placentero dentro de mí. Y siento la presión aumentar tanto y a sobre manera que mi vista se nubla hasta que por fin exploto, corriéndome entre gritos y maldiciones. Sí, sí…hah, sí Grimmjow…ah.

-¡Carajo!…Hah.

Grimmjow maldice debido a mi interior contrayéndose a su alrededor, por lo que se hunde dentro de mí tanto como puede y por fin termina corriéndose dentro. Mi boca tiembla al sentir su semen espeso y caliente comenzando a llenarme conforme caigo rendido a la cama, sintiendo como al salir de mí, su líquido empieza a brotar como pesados hilos a lo largo de mis piernas, mientras ambos gemimos agotados.

-Realmente vas a matarme Ichigo….lo juro.

Lo mismo digo.  Giro mi rostro para ver que se encuentra a mi lado, boca arriba y sonriéndome como solo él sabe hacerlo. Acercándose hasta darme un beso en la frente que me hace estremecer. Te amo aunque seas un idiota problemático.

-Y yo te amo aunque seas un tonto que ama meterse en problemas conmigo.

Nos reímos mientras yo me arrastro como puedo, hasta subirme ligeramente a su pecho y recargar mi barbilla sobre él para observarlo atentamente. Así que…estamos casados.

-Sí que lo estamos. No me digas que ya te arrepentiste.

Mhm…no. Aun. Grimmjow vuelve a hacerme cosquillas, solo para girarnos y dejarme debajo de él.

-Sería un muy mal marido si no te lo hago toda la noche. Lo sabes ¿Cierto?

Me río abrazándolo con fuerza, dejando que bese mi cuello mientras se mete entre mis piernas hasta que lo detengo. Grimmjow levanta una ceja al ver mi sonrisa traviesa conforme lo empujo para que se siente. Así que me inclino frente a él, conteniendo el aliento al ver lo tremendamente grande que es, aun sigo sorprendiéndome como eso entra en mí cada maldita vez. Pero sin más me relamo los labios para humedecérmelos y tomo su erección para darle una larga y pesada lamida, asegurándome de presionar cada vena hinchada desde los testículos hasta la punta, la cual chupo y succiono con fuerza, viendo sus ojos irse para atrás.

-Oh…carajo Ichigo, amo tu boca.

Grimmjow rápidamente mete sus manos entre mi cabello, para empujar mi cabeza con fuerza y hacerme tomarlo con mayor profundidad. La quijada me duele por lo mucho que tengo que abrir la boca para apenas si poder tomar un poco más de la mitad, sin embargo me encanta tenerlo dentro de mí. Por lo que aun con los ojos llorosos, disfruto a sobre manera cada brusca estocada que me da, dándose placer con mi interior, tibio, húmedo y carnoso.

-Hah…Voy a correrme con que sigas así maldición.

Sonrío y jadeo para mi interior, tocando mi propia erección y dándome placer. Aguantando tanto como puedo y dejándolo que disfrute hasta sentir que está por correrse, por lo que me despego viéndolo gruñir mientras yo me relamo los labios. Oh no, aún no puedes correrte. Me coloco encima de él, abrazándome a su cuello con una mano y con la otra tomando su dura e hinchada erección, para llevarla hasta mi entrada e introducirla fácilmente en mi interior, haciéndonos gemir a ambos. Si vas a correrte, lo harás así…dentro de mí. Grimmjow me sonríe coqueta y altaneramente, dándome una nalgada y una brusca estocada que me hacen tocar el cielo.

-Justo lo que quería. Ahora espero estés listo, que no me detendré ni aunque supliques...

 

Notas finales:

Los mande a Bora Bora a casarse porque les juro que si hay un lugar que es el paraíso, definitivamente es esa isla en la Polinesia Francesa. Así mal plan, es demasiado hermoso para ser verdad y el GrimmIchi tenía que casarse ahí. Fue una boda exprés pero como dijo Ichigo ya luego se las cobrará :D Y bueno obviamente el lemon…y la promesa de bebés. Amo los bebés, ya es hora de bebés ¿Qué no? <3 Ya en el próximo capítulo habrá mucho ShunUki también y algo de humor…un rencuentro muy divertido. Así que gracias por leer, nos vemos pronto ¡Los amo a morir! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).