MIYAGI POV
Caminamos en silencio hasta la casa después de tener aquel conflicto en casa de los Usami, Shinobu sólo miraba el suelo mientras apretaba con todas sus fuerzas sus puños, realmente no entendía lo que le pasaba. Ahora vivíamos juntos, sus papás estaban felices de su próximo nieto, le estaba enseñando a cocinar, me la pasaba todo el día pegado a él para saber qué necesitaba.
Él siempre ha sido así de cambiante, pero al grado de rechazar a nuestro hijo; eso sí que es nuevo para ambos. Nunca me imaginé a Shinobu decir eso, y menos enfrente de mí o de los chicos, además rechazarme cada 5 minutos, eso es detestable.
Llegamos al departamento y Shinobu abrió la puerta yéndose directamente al cuarto de baño, yo traté de detenerlo pero él sólo apresuraba el paso.
-Hey Shinobu- Dije algo desconcertado.
-¿Qué…?- Dijo volteando su rostro en dirección contraria a mí.
-Mírame cuando te hablo, hey…- Dije tomando sus mejillas apretándolas y tratando de girarlas hacia mí, tanto así que lo estaba lastimando, cuando pude voltearlo vi como cientos de lágrimas caían de su rostro, no me contuve y lo abracé -¿Por qué has dicho eso?- Pregunté.
-Yo… Miyagi, debemos hablar- Después de esas palabras sentí como mi corazón se paralizaba.
-Vale…- Dije con seriedad. Ambos nos sentamos en la cama tratando de calmarnos.
-Miyagi, yo no creo que el bebé sea necesario…- Dijo Shinobu algo depresivo.
-Antes que nada quiero que me mires a los ojos y me digas con sinceridad, ¿realmente no quieres a ese bebé?- Dije mirándolo a los ojos.
-Sí, lo quiero pero…- Dijo apretando sus puños.
-¿Entonces?- Cuestioné
-Miyagi, nuestro tiempo juntos ya de por sí es limitado, no me imagino a Miyagi lejos de mí o yo no poder verlo sólo porque me encariñaré demasiado con mi bebé- Dijo aferrándose a mi camisa.
-Shinobu, eso no pasará- dije con seguridad.
-¿Eh?- Se sorprendió ante tal respuesta.
-Si yo realmente no te quisiera no tendría este bebé contigo, ambos decidimos hacerlo, y ambos lo queremos, el bebé no nos va a separar, al contrario, nos unirá más de los que ya estamos, y… yo no me pienso separar de ustedes…-
-Pero, ¿qué pasa si Miyagi se aburre de la falta de atención hacia él y decide irse con otra chica la cual no tenga hijos?- Mierda, él realmente es un idiota, y sin dudas es el amor de mi vida.
-Bueno, si eso llegase a pasar espero tener a mi “terrorista” para meterme mis buenas bofetadas y besos para recapacitar- Dije sonriendo.
-Perdóname Miyagi, yo realmente no quiero separarme de ti ni de mi bebé- Dijo llorando, yo lo besé a profundidad, con ese besó sus miedos se calmaron un poco y pude sentir su respiración agitada al liberar aquella boca que tanto me gusta.
-Promete algo, Shinobu- Le dije tomando su cara.
-Uhm…-
-Que si en algún momento yo llegará a querer separarme de ti, tú insistirías hasta que recobrara la razón- Le dije sonriendo.
-Sólo si tú me prometes lo mismo…-
-Lo prometo- Luego ambos nos dimos el dedo meñique, sonriéndonos. Tomé su pancita y la empecé a acariciar, y al cabo de un rato ambos estábamos dormidos acurrucados, como la hermosa familia que somos, y yo estoy seguro que sin ellos no soy nada.