Aun estaba ahí, pasando sus dedos por las marcas de dientes, ¿Los suyos encajarían igual?, no reparo en lo extraño de su pensar, había algo mas...la curiosidad por sentir.
De amar o ser amado con tanta intensidad, tener la capacidad de ocultar su amor. Y la fortaleza para no caer ante esos ojos azulados.
Siempre se considero con convicciones fuertes, ideas firmes, pero ahora dudaba.
Porque quería saber que tan real era ese sentimiento, que tan fuerte era él amor de Cáncer.
Acerco sus labios hasta posarlos en las marcas que con tanta atención acaricio, DeathMask no digo nada suponiendo que él Griego había decidido regresar a su dimensión. Pero esa no era la intención de Aioria.
Se coloco sobre el Italiano, dejando de lado las marcas, ahora se dedicaba a besar otros lugares, su mano tomo rumbo a los azulados cabellos. Comenzó a acariciarlos perdiéndose en el azulado mar.
-¿Regresaras tan rápido?- pregunto , cuando Aioria comenzó a mecerse y a besarle el cuello.
-No...- su voz se escuchaba pesada- jamas había tocado de esta forma a otro hombre, quería saber que se sentía.
-¿Como te sientes?- Que graciosa es la vida, Su Aioria tampoco había estado con otro hombre antes que él.
-Me siento extraño- dejo de acariciar al moreno para verlo, el Italiano estaba tan relajado, sonriendole...invitándolo a seguir.
Esta vez beso los labios, acariciaba las mejillas, esperando que el de cabellos azules comenzara a tocarlo.
-Tócame- Pidió de manera amable, necesitaba, deseaba ser correspondido.
-No puedo- respondió Cáncer- no quiero... engañar de esa forma a Aioria.
-Pero yo soy él- eran la misma persona, solo que de diferentes lugares.
El Italiano se separo, apoyando su espalda en la cabecera de la cama-No...tu eres-rió antes de seguir- diferente, mas agresivo y serio.
-Comprendo- se acerco a su acompañante besándolo en la mejilla. Pronto tendría que regresar. Y en esa dimensión deberían quedarse sus nuevos sentimientos.
Las pequeñas gotas de lluvia tocaban el lugar, una a una tocaban el templo. DeathMasak se encontraba recostado, y el cuerpo del león lo cobijaba por la espalda.
-Espero verte pronto- pensaba el moreno- Aioria quiero que estés aquí de nuevo.
No podía dejar de pensar en "Esa vez" , en la que subió al quinto templo, buscando provocar a Aioria y consiguió algo mas...
Sus ojos se cerraron y su mente le trajo de nuevo aquella noche con Aioria.
-¿A que viniste vestido así?- su espalda reposaba en la cama de Leo; y este se encontraba sobre él aferrando sus muñecas.
-Solo quería complacer a mi matico- su voz era seductora, quería provocar al León.
-¿Tu gatico?- el Griego levanto una ceja-¿Desde cuando soy de tu propiedad?
-Aun no...por eso vine-sonrió, provocando que el menor se asustara un poco-pero me gustara mas que me hicieras de tu propiedad- le guiño un ojo, haciendo que el jove león se sonroja.
Libero las manos y dijo:
-Para ya, no es gracioso.
-No quiero hacerte reír- comenzó a tocar el pecho del griego- quiero hacerte rugir.
Aioria estaba rojo como un tomate y su vergüenza aumento cuando DeathMask lo hizo recostare, sentando se le encima.
-Te lo advierto DeathMask, para esto o no respondo.
Cáncer seguía con su plan de provocación; giro levemente su cabeza, poso uno de sus dedos e su labio, y fingiendo una inocencia que claramente no poseía dijo.
-¿Me lastimarías?, ¿Serias capas de dañarme? ¿A la persona que daría la vida por ti?- cada pregunta estuvo acompañada por un movimiento provocativo; un ligero movimiento de sus caderas.
-Yo...- el León no podía hablar, aquel movimiento sobre su entrepierna y la inocencia fingida de Cáncer lo enloquecía- no soy homosexual.
-No te preocupes- nuevamente la falsa pureza apareció, esta vez acompañada de una sonrisa infantil- sera nuestro secreto- se levanto de apoco, apoyando piernas y manos en el colchón dándole la espalda a Aioria, ladeando su rostro para decirle.
-Tus admiradoras nunca lo sabrán.
Ante aquella postura, un tanto ofrecida el león no pudo oponer resistencia, se acerco al Italiano apoyándose en su cuerpo, se acerco a su oreja y le dijo.
-¿Estas seguro? ¿En verdad deseas esto?
-Si.
-Te advierto que una vez que te tome no habrá marcha atrás, seras mio, y tu te apoderaras de mi.
Aquel comentario lo extraño, el no buscaba algo duradero, solo quería provocar a Aioria, que él león enloqueciera de deseo y lo lastimara.
-¿Que estas diciendo?
-Que seras solo mio después de esto, a mi no me gustan las cosas de una sola noche- sus manos se dirigieron al pecho de Cáncer, tomándolo con fuerza para hacerlo quedar boca arriba.
-Y me gusta ver siempre a mi pareja- Aioria comenzó a besar y a acariciar a DeathMask con una ternura que lastimaba al cangrejo.
-No... déjame-Sus ojos se cristalizaron reflejando rabia y frustración...y tristeza una oculta tristeza- ya no quiero...¡ah!- no paso mucho para que Cáncer comenzara a gemir, de manera suave claro.
Aioria sonreía, aunque le costo un poco darse cuente al final supo que Cáncer solo quería provocarlo.
Y mientras DeathMask soñaba el otro Aioria despertaba, extrañado por los sonidos que emitía su acompañante.
-Aio...¡agh!...Aioria-El Italiano se movía ligeramente, rosando su trasero con la entrepierna del Griego.
Este al notar que el otro se encontraba soñando se alejo un poco, pero DeathMask se movía acercándose a él. Llego un punto en el que ambos estuvieron a punto de car de la cama, pero leo fue mas ágil.
Y logro evitar un golpe fuerte, ahora estaban recostados en el piso y DeathMask seguía soñando. Aioria decidió subirlo de nuevo, lo tomo en sus brazos haciendo que este lo rodeara con sus piernas lo coloco en la cama y escucho.
-Te amo Aioria.
Estaba por alejarse cuando un ultimo sonido se escucho.
-¡Ria!...¡ah!
Los ojos esmeralda se abrieron, luego otra vez se escucho su nombre, pero no era el Italiano el que lo llamaba. DeathMask que había despertado por aquel sonido que los dos conocían se sonrojo ante la postura en la que se encontraban.
Se giraron encontrándose con los otros guerreros, que los veían de manera extraía.
-¿Te interrumpimos?- pregunto la diosa.
-No...no, yo.
-No tienes que explicarnos nada Aioria. Ya nos habías comentado tu situación.
El león se separo de DeathMask-¿Paso algo?
-No, solo queríamos saber cuanto te faltaba para volver.
-Creo que no mucho- miro al Italiano, este giro su rostro un poco avergonzado- solo un par de días.
-Esta bien.
Y la llamada se colgó, y Aioria pensó que lo mejor seria regresar esa noche.