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La burbuja congelada por Mare

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Notas del capitulo:

¡Hola, aquí el capítulo!

Muchas gracias por seguir esta historia a pesar de la demora en la actualización 😓

¡¿Ya vieron?! ¡Nueva portada! Y también algo de spoiler respecto el sexo del bebe XD

Lo siento chicas ya está decidido :v

Ahora si lean tranquilamente c: 

La burbuja congelada

 

01 La vida te da sorpresas…

 

Sehun estaba nervioso. Hace media hora que estaba ya en su apartamento esperando a que su negro amigo idiota llegara por fin, seguía con su ropa de trabajo y en un momento de frustración lanzo su saco a la sala, desabotono los primeros botones de su camisa blanca y llevo sus manos a su cabeza desarreglando más su cabello negro.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco pasos y se devolvía bruscamente, miraba el reloj que estaba colgado en la pared del comedor y repetía la acción. Empezó a morder sus uñas viendo como la maldita aguja de los segundos pasaba condenadamente lento ¡Mierda! ¡¿Por qué todo iba a paso de tortuga?! Se giró de nuevo y con las manos esta vez en la cadera resoplo fuertemente haciendo eco por todo el apartamento. Escucho vibrar su celular y se tiró en el sofá para luego buscarlo en el bolsillo de su saco, con desesperación observo las notificaciones expectante y para su mala suerte resulto ser solo un mensaje de promoción de su operador. Gruño inconforme, desbloqueo el teléfono y rápidamente se dedicó a hostigar a su amigo en el chat.

¿Por dónde vienes?

¿Ya vas a llegar?

¡¿Por qué no me contestas?!

¡Kai!

¡JongIn!

¡Maldito negro deforme!

¡¡KAAAAIIII!!

Y seguían mandando mensajes de texto a la velocidad de la luz, su tic en el ojo por la desesperación empezó a hacerse notar y antes de volviera a llamar, la puerta del apartamento dio la bienvenida a su estúpido amigo quien no tenía una mejor cara que la de él, pero poco le importo, en esos instantáneas se trataba de su problema ¿No?

— ¡¿Quieres dejar de mandar más de tus estúpidos mensajes?! — Le grito mientras tiraba su maleta y corbata en el camino — ¡Vas hacer que mi celular explote, idiota! — Dijo mostrándole su teléfono con las mil y un notificaciones de su persona y unas cuantas, para no decir muchas, llamadas perdidas también de él.

Sehun  rodo los ojos y le mando una mirada de muerte a la cual el mayor le devolvió con la misma intensidad, era como un concurso de miradas intimidadoras, si Krystal estuviera ahí lo más probable es que dijera que dejaran su mala leche y calmaran sus rayos laser. JongIn dio un suspiro cansino y se froto sus sienes frustrado por todo, su día en el trabajo no había sido el mejor, muchos documentos que firmar, pasantías, registros y tras de eso su jefe pidió la renuncia, aun recordaba cuando lo vio sacando en una caja sus pertenencias y calmadamente les daba una reverencia despidiéndose de ellos. Chanyeol estaba tan impactado como él y el resto del equipo, su jefe había trabajado en aquella empresa por más de una década y de cierta forma todos le guardaban cariño al viejo cascarrabias que era.

Luego Sehun no lo dejaba de llamar en medio del tráfico y justo en la vendita hora pico en donde todos se enloquecían y salían de su trabajos como abejas desesperados por llegar a casa. El menor de mirarlo con reproche y fue a su cocina sirviéndole en un vaso un poco de jugo para su hyung favorito, se lo dio a este y JongIn le sonrió si mucho ánimo, se sentó en su mueble estirando las piernas como vagabundo, se tomó el jugo en solo trago dejando rastros de este como bigote en el rostro del moreno y volvió a suspirar, pero más tranquilamente. Sehun volvió a dejar el vaso en la regadera y regreso a la sala sentándose al lado de su amigo.

—Entonces fue usada— le dijo rascándose la oreja, Sehun asintió mirando el piso y jugando con sus manos — ¿Sabes quién es la ma… digo, quien uso tu esperma? — pregunto mirándolo de soslayo, el menor meneo la cabeza — ¿No le preguntaste a la enfermera?— JongIn lo miro con sorna, Sehun agito la cabeza preocupado por lo que vendría — Cuando donas, la clínica te hace firmar un contrato de confidencialidad, así que tanto el donante como el que use su esperma se mantendrá en secreto por el bien de su privacidad— El menor recito lo mismo que el doctor le había dicho años atrás cuando se ofreció de voluntario.

—Rayos, estas enterrado hasta lo más profundo de mierda— Kai le dedico una sonrisa un poco torcida, tal vez pareciera una burla, pero Sehun sabía que era una manera de animarlo, agacho la mirada y sonrió triste, su corazón le pesaba. — ¿Qué debería hacer? — El mayor se acercó a él y le rodeo en un abrazo protector —Lo siento Hunnie, pero esta vez no sé qué hacer— se disculpó también abatido por ver a su menor de esa manera. Sehun acepto su abrazo buscando apoyo, ya que de cierta manera en ese instante se sentía tan desprotegido como en sus días en el orfanato.

Luego de un rato en la que ambos estuvieron echados en el mueble como vagabundos desganados sin algún propósito en la vida y totalmente perdidos en sus pensamientos, JongIn empezó la conversación de nuevo — No es como si pudieras hacer mucho— empezó — Digo, quien haya usado tu burbuja sin duda lo habrá hecho una chica casada y con buena estabilidad en lo económico ¿No crees? — giro su cabeza a mirar a su amigo y lo vio perdido viendo el techo como si fuera lo más interesante en su vida — Además no creo que la clínica le permitiera usar alguna de esas espermas a cualquier persona ¿Cierto? — siguió hablando el mayor.

— ¿Sehun? — intento llamar su atención pasando una mano por su cara, nada. Le movió un poco y el menor seguía sin reaccionar — ¡Sehun! — Le volvió a llamar esta vez colocándose en frente suyo y lo empezó a sacudir para que el pelinegro reaccionara — ¡Hey, Sehun! ¡Ya! —  Kai ya estaba perdiendo la paciencia sin mencionar que odiaba esas reacciones del menor, ya que era de esas veces en la Sehun se encerraba en sí mismo, paso cuando bajo en su promedio en el último año de preparatoria y creyó que por ello no ganaría la beca para aplicar a la universidad de Seúl, también ocurrió luego de que unos idiotas le dieran una paliza en uno de esos días que JongIn se quedaba hasta tarde en clases por algún castigo. Kai odiaba esas facetas porque no podía hacer nada y se sentía tan malditamente inútil que le daban ganas de llorar.

— ¡Sehun! — volvió a llamarlo, y esta vez el menor lo miro a los ojos perdido y con la vista apagada—Sehun yo sé que te sientes responsable por ese bebe, pero escucha, tu única misión en la elección solo era en que tu jodido espermatozoide fecundara el ovulo de la madre ¿Si? ¡Solo eso!  — JongIn estaba al borde  de un ataque nervioso y la falta de expresión en el rostro de su mejor amigo no ayudaba nada — ¿Y qué crees? ¡Ya paso! Ya no tienes nada que hacer ahí— el mayor seguía sacudiéndolo por los hombros sin esperarse que el menor reaccionara de manera violenta — ¡¿Cómo puedes decir eso, hyung?! Por supuesto que tengo algo que ver ahí ¡Soy su maldito padre! — Sehun le respondió a punto de echarse a llorar. JongIn apretó los dientes y lo miro de manera afilada — ¿Y qué quieres hacer? ¡La clínica no te va a dar información sobre la donante y nosotros no sabemos nada de esos temas! — Hizo una pausa pensando en que más podía decir —Yo soy administrador y tu un banquero ¿Qué se supone que hagamos, eh? — le encaro ya cabreado.

Sehun se soltó de su agarre y lo miro con rabia — Tal vez nosotros no, pero alguien más… quizás— y su voz se fue perdiendo. JongIn suavizo la expresión —Sehun tú mismo lo dijiste nosotros no…— y dejo en el aire la oración — ¿Nosotros no qué? —  Dijo confundido —Sehun nosotros no sabemos nada de eso— volvió a decir el de morena piel. Sehun torció los ojos — ¡Eso ya lo habías dicho, idiota! — se exaspero el menor. JongIn sonrió de manera celestial y el pelinegro no sabía si enojarse o preguntarle la razón de su comportamiento —JongIn no estoy entendiéndote— sentenció.

—Sehun en nuestro círculo de amigos en común no somos solo dos— Kai le decía con emoción en los ojos como si fuera lo más increíble que estuviera diciendo, el menor volvió a fruncir el ceño. Bien sabía que ambos tenían un sinfín de amigos en común, claro que no todos eran tan allegados como JongIn y él — ¡Oh vamos Sehun! — le animo el mayor aun con una sonrisa. El nombrado lo miro como si le hubiera crecido otra cabeza hasta que de alguna manera el bombillo se le prendió de inmediato y de repente una cabellera roja y brillante llego a su memoria y abrió los ojos cayendo totalmente en cuenta de su tercera compañía en la preparatoria. Kai sonrió incluso más grande.

—Krystal— dijo consternado —Bingo— soltó el mayor con las mejillas ruborizadas. Sehun también sonrió, prácticamente había nombrado a quien resolvería todos sus problemas — Krystal es doctora— volvió a decir tal vez de una manera un poco lento, el moreno seguía asintiendo mientras iba y venía del comedor a la sala aun con su sonrisa estúpida. Sehun volvió a rodar los ojos, el hecho de pedirle ayuda a ella ya era una misión suicida sin mencionar que la idiotez de su negro amigo se multiplicaba por mil al estar cerca de la actual castaña.

—Anda llámala, Sehun— Volvió a decir el Kai, el pelinegro dudo en hacerlo, sin embargo no había más opciones, no había nadie más que pudiera ayudarlo y también sabía que luego de llamarla le esperaba una larga charla y un muy doloroso jalón de orejas, pero valdría la pena. Fue tras su celular que estaba en el sillón y busco entre sus contactos a su amiga, si lo pensaba bien, hace bastante tiempo que no se comunicaba con ella, tal vez no mucho ya que si más no recuerda fue hace unas cuantas semanas en donde él y JongIn fueron invitados por ella a una ceremonia que daría lugar en el hospital de Seúl.

Encontró su contacto y aun con la duda miro a JongIn quien le hacía señales de que no lo pensara, y solo por esa vez, solo porque en verdad necesitaba ayuda y porque viendo los ojos de cachorro que el moreno le colocaba no podía negarse, apretó en la opción de llamar y acerco el aparato a su oreja escuchando los tonos típicos de espera y mientras esperaba y JongIn daba vueltas mordiéndose las uñas y viéndolo atentamente, los recuerdos de su primer encuentro con su amiga en el salón de clases lo inundo.

 

🎉

 

Estaba sentado en su puesto de siempre, en la primera fila de penúltimo y justo al lado de la ventana, estaba justo ahí uno, porque JongIn le pidió el favor y así en los exámenes él le podría soplar las respuestas al moreno y dos, porque solo JongIn le hablaba en toda la clase.

Esa mañana estaba tan ruidosa como siempre, los demás estaban metidos en sus propios mundos hablando de quien sabe que, otros estaban entretenidos en el arte de dormir y él solo esperaba a su moreno amigo no llegara tarde otra vez porque si era así lo más seguro es que lo castigaran y a él no le hacía gracia esperarlo una hora más de su valioso tiempo, en donde se dedicaba a hacer sus tareas, leer, pensar sobre la vida, sobre JongIn y su familia y generalmente en hacer nada porque sus tardes sin el mayor eran demasiado aburridas para su gusto. Tal vez JongIn era un idiota, pero era un idiota divertido y generalmente lo entretenía con sus ocurrencias diarias.

Lo que no se esperó ver fue que su moreno amigo atravesara la puerta, si antes de que iniciara clases y más impactante aun con el cabello rubio, si rubio. Sehun quiso reírse de inmediato más sin embargo tenía una reputación que cuidar y sobre todo no quería mostrar un escándalo a tan tempranas horas de la mañana. Para su sorpresa el cambio tan drástico se su amigo fue bien recibido por las femeninas de su clase quienes lo miraban emocionadas y susurraban entre sí. JongIn lo busco entre la multitud y al instante en ubicarlo le sonrió de oreja a oreja cual niño que ha hecho una travesura.

— ¿Qué le paso a tu cabello? — inicio la conversación al instante en que el mayor se sentó detrás suyo. Kai le sonrió con cariño y emocionado como si estuviera esperando toda la mañana por escuchar aquello le respondió —Solo quería cambiar de estilo— dijo mientras se pasaba una de sus manos por su ahora clara melena, de nuevo el mayor deformo su cara seria a una mueca para no reírse — ¿Con que te lo hiciste? ¿Agua oxigenada? — replico con burla y una media sonrisa. JongIn lo miro mal y su sonrisa emocionada se transformó en una mueca de desagrado, a Sehun le gustaba bajarle los sumos a su amigo.

JongIn le golpeo el hombro molesto y empezó a ignorarlo viendo por la ventana las hojas naranjas caer. El menor se sentó derecho en su silla totalmente satisfecho por lograr su cometido; sacar de quicio a su hyung. Al pasar unos minutos el timbre de inicio a clases se hace escuchar y tras unos instantes más su profesor entra al aula con una sonrisa diminuta y mando a sentar a todos los otros.

El profesor Choi les dio una pequeña charla y finalmente les informo sobre su nueva compañera de clases, a Sehun no le dio importancia, una compañera más, una menos, daba lo mismo, igual no le hablaría y él mucho menos lo iba hacer. Tal vez a Kai si le interesara ya que él es casanova y como cualquiera, estaba listo para su nueva presa.

Ni siquiera se volteo a mirar si el ahora rubio estaba al tanto de la información así que se quedó quito en su lugar, con su rostro apoyado en su mano derecha y con la otra recostada sobre sus cuadernos, se centró en el patio y los diversos colores naranjas que se explayaban en las hojas otoñales.

No fue hasta que vio algo rojo deslizarse en frente de sus narices, giro su cabeza unos cuarenta y ocho grados y se encontró con una cabellera rojiza que caía en cascadas invadiendo un poco de su mesa de trabajo, frunció un poco el ceño y quito algunos de esos mechones hasta que la madera oscura se volvió de nuevo visible. Y de la nada la dueña de dicho cabello rebelde se giró dando a conocer un rostro ovalado y perfilado, piel nívea y gestos suaves. Sehun siguió viéndola sin ninguna expresión —Buenos días, soy Jung Soo Jung, tu nueva compañera de clase y quien se sentara en este puesto todo el año. Espero nos llevemos bien — Se presentó con modales y estirando su mano a su dirección. Por un momento Sehun quiso dejar su mano en el aire, pero luego medito que sería una falta de educación para alguien que se tomó la molestia de  hablarle, así que sin previo aviso acepto su saludo de manos e intento darle una sonrisa simpatizante — Oh Sehun, un placer — solo dijo aquello de la manera más cortes que pudo y al parecer a la pelirroja le basto ya que le ofreció  una sonrisa y girando de nuevo a estar derecha en el ya no tan vació puesto del frente.

La clase siguió bastante normal, con la diferencia que Sehun se dio cuenta que la chica nueva es bastante participativa e inteligente además de entusiasta, y a través de ello la aprobó subconscientemente  ya que no siempre las chicas bonitas que conocía o había visto eran así. Dejo de prestarle atención a la clase cuando el profesor empezó a explicar un nuevo tema que obviamente Sehun ya se sabía (Porque su vida era bastante monótona y cuando JongIn no está a sus alrededores para distraerlo se sentaba a leer algún nuevo libro de estudio)

La campana se hizo escuchar anunciando la salida y con bastante pereza y por qué no, hambre, Sehun acomodo sus útiles en su mochila y se la colgó en el hombro, salió del salón con JongIn pisándole los talones y cuando menos se lo espero este se puso en frente suyo con los ojos entrecerrados viéndolo como si fuera un tipo de extraterrestre.

— ¿Qué? — le pregunto ya exasperado por esa forma de actuar, Kai dejo de achinar los ojos y se mordió el labio como dudando en si decirle o no lo que sea que se le este pasado por la cabeza en esos instantes —Anda dilo, JongIn— le desafió, el ahora rubio se lo pensó un rato más y tras unos minutos de silenció abrió la boca por fin —Hablaste con la chica nueva— le hablo casi con reproche, como si aquello hubiera sido algo malo —¿Qué con eso? — le pregunto sin entender nada y menos viendo la cara de molestia que su amigo se estaba armando.

— ¿Qué con eso? — Dijo sarcástico — Sehun tú no le hablas a nadie, claro aparte de mi— siguió con su parloteo mientras marcaba sus gestos exageradamente. El menor lo miro extrañado por su comportamiento más sin embargo decidió seguirle la corriente — ¿Y que querías que hiciera? ¿Que la dejara con la mano estirada?— le reprocho dándose la vuelta algo molesto por las preguntas estúpidas que su negro amigo le hacía.

—Generalmente es exactamente lo que haces— contrataco el más oscuro con el ceño fruncido, el castaño solo torció los ojos y lo ignoro. Siguió caminando sin prestar atención a los demás reclamos de Kai y su absurdas preguntas sobre “el por qué trataste bien a la nueva”, al final  se la paso hablando de ella y otras ciento de cosas más en todo el camino a su casa y prácticamente tuvo que echarlo a patadas de su pequeño apartamento porque enserio ese día JongIn estaba más insufrible que de costumbre.

Los siguientes días de clase fueron casi iguales que ese, con JongIn hostigándole y la pelirroja de vez en cuando preguntándole una que otra cosa sobre las clases y por su puesto él le respondía porque en serio notaba su interés en cada explicación que le daba. A JongIn no le gustaba ni un poco la atención que él le brindaba a Jung, aunque más el hecho de que él le prestara atención a ella era que la pelirroja no le daba ni la hora a JongIn. Era hasta gracioso ver los innumerables intentos fallidos que Kai hacía para acercarse a Soo Jung  y que siempre, como si se tratara de una regla, esta lo mandaba a volar con un “Aléjate Punk” y se iba después de agradecerle a él por sus explicaciones en x tema.

Con los días JongIn se volvía hasta más molesto y aquello estaba volviendo loco a Sehun quien tenía que aguantárselo de principio a fin. Un día después de un mes ya desde que llego la pelirroja, JongIn y él caminaban a paso de tortuga saliendo de clases y de la nada la voz un poco chillona pero cantarina al mismo tiempo los detuvo, primero fue el rubio quien inmediatamente se giró cual resorte.

— ¡Sehun! — Le llamo la chica de cabellos rojizos, Sehun la volteo a mirar y con un gesto le hizo saber a la nueva que continuara — ¿Ya te vas? Es que necesito que me ayudes con el taller de coreano— Sehun asintió dispuesto a ayudarla aunque seguí sin saber por qué aquella materia le costaba tanto, es decir, es coreano, solo es un poco de historia y gramática, pan comido. Pero contra todo pronóstico JongIn se interpuso entre Jung y él.

—Un momento ahí saltamontes— dijo Kai en medio, Sehun alzo la ceja por el repentino apodo y se recordó a sí mismo no volver a dejar a JongIn ver esos programas de variedades en horas que se supone que el mayor debería estar estudiando —Muévete Punk— le exigió la pelirroja al moreno cruzándose de brazos y colocando una pose que según en los estándares que JongIn antes le había mencionado, sin lugar a dudas era de una diva.

JongIn frunció el ceño ante el apodo que Jung le había puesto y Sehun estuvo a punto de reírse porque juro que Kai iba a hacer un puchero — Nadie te hablo, bruja— le respondió el moreno con la mandíbula levemente apretada, la cara neutral de Jung se contrajo en una mueca y Sehun supo lo que se venía — Necesito a Sehun, no a ti, estúpido negro— lo insulto con los puños de las manos apretados y el menor se sintió solo un poco, un poco compadecido por su amigo.

—Lástima que Sehun y yo ya nos íbamos ¿Cierto, Hunnie? — JongIn lo miro con una cara de “Si dices lo contrario te mato” y Sehun tocio un poco para ocultar la tremenda carcajada que quería salir de su garganta —Pues te tengo noticias Kim, Sehun no es tu perro faldero y puede decidir por sí mismo— siguió la pelirroja con los dientes igual de apretados que el rubio y ese fue la gota que derramo el vaso — ¿Qué dijiste bruja? — Prosiguió el moreno mirándola amenazadoramente —Lo que escuchaste PU-NK— Avanzo un paso la pelirroja encarando al más alto sin miedo alguno.

—Escuchas bruja, Sehun es mi amigo y…— antes de que Kai lograra acabar Jung lo interrumpió al instante — ¿Y qué tiene que ver su amistad con mi taller de coreano? — se defendió dando otro paso, quedando cara a cara con el moreno. Sehun solo los miraba desde unos pasos más atrás divertido por su discusión sin sentido — ¡Tiene que ver mucho! — Espeto JongIn rojo de la rabia y Sehun se tapó la boca a punto de reírse —Yo creo que si estas así es por otra cosa— respondió la pelirroja con una sonrisa maliciosa.

Sehun se preguntó qué tipo de interacción habrán tenido su teñido amigo con la chica nueva, que desde que ella solicito su ayuda por primera vez ambos se trataban como perros y gatos. No tuvo que esperar mucho porque la respuesta se le fue dada tras la siguiente línea de la femenina — Debes estar con el ego herido luego de que te rechazara ¿No, Kim? — Jung sonrió satisfecha ante la repentina palidez del rubio y Sehun tuvo que morderse la lengua para no soltar un “Uuuuhhh” como lo hacían sus compañeros ante la derrota inminente, más sin embargo se contuvo ya que aquello no estaba en sus estándares de lenguaje. JongIn miro el piso indignado y totalmente humillado mientras que el castaño empezaba a atar cavos sueltos.

Entonces el gran Kim JongIn, alias Kai el casanova de su preparatoria había sido rechazado por primera vez por una estudiante nueva, sin duda un golpe bajo para su propio orgullo.

—Está bien Sehun, si prefieres irte con esta bruja piernas de avestruz, entonces ve— JongIn lo miro mientras le lanzaba su ultimo insulto a la pelirroja que ante la comparación de sus piernas se puso casi tan roja como su cabellera —¡¿Cómo me llamaste estúpido negro?! — Exploto —Lo que escuchaste o ¿Qué? ¿También eres sorda? Piernas de AVES-TRUZ— Kai le saco la lengua con desagrado denotando cada silaba en su insulto. Jung escandalizada empezó a despotricar sin miramientos hacia el moreno y este de igual forma le respondía con el doble de intensidad.

Sehun esta vez no logro soportar la risa y de un dos por tres estallo en una gigantesca carcajada que inundo el patio y lleno los oídos del par que discutía a diestra y siniestra. JongIn fue el primero en reaccionar ante la risa de su amigo y al verlo en ese estado tan eufórico no pudo hacer más que contagiarse de la risa y después de él le siguió la pelirroja.

Luego de que sus carcajadas cesaran y pudieran respirar se acomodaron sus ropas aun con una pequeña sonrisa en los labios —Está bien Jung, te explicare— dijo con dificultad el castaño mientras se secaba las lágrimas que sin querer derramo de la risa. La pelirroja sonrió un poco más al contrario de JongIn que inmediatamente borro la suya por una recta línea — ¿Enserio? Después de escuchar todo lo que me hizo esta bruja ¿Vas a ayudarla? — replico el rubio. Sehun volvió a torcer los ojos por la inmadurez del moreno.

—Vamos JongIn, debes saber que no todas las chicas de la preparatoria están locas por ti— reprocho Oh con la voz ya cansada ante la insistencia del otro, Jung asintió ante lo que dijo y Kai volvió a mirarla mal —Por supuesto que lo sé. La otra parte gustan de tu Hunnie, solo que tu ni la hora les das así que me toca ir a mí a consolarlas ¿No lo crees? — sonrió descaradamente Kim y tanto Soo Jung como Sehun rodaron los ojos con desaprobación ante el increíble ego que se cargaba el moreno.

—Ahí va de nuevo con sus babosadas— soltó sagas la pelirroja. Kai la fulmino —Cállate bruja, debes de tener un muy  mal gusto al no aceptar salir conmigo— Sehun se volvió a quedar callado y se mantuvo atento a las respuestas de cada uno — Lo siento, pero los de tu clase no son mi estilo— le respondió con total altivez la chica volteando los ojos, Kai carraspeo ante ello — ¿Los de mi clase? ¿A qué te refieres con eso? — la reto de nuevo — Ya sabes, los típicos chicos que se creen la gran cosa solo porque alguien les dijo que eran guapos y deciden ir por la vida levantando faldas, conquistando chicas y rompiéndoles el corazón cuando se les dé la gana— escupió con despreció, el castaño la quedo mirando un rato y luego giro el rostro pensando que JongIn puede que fuera un poco así, pero de una manera menos… cruel o algo así.

JongIn sonrió luego de que Jung se silenciara y Sehun supo que no se venía nada bueno, porque aunque Kai fuera buena persona y tuviera sus aventuras también tenía ese lado perverso que solo sale a la luz cuando la persona se lo merece, y puede que Jung haya tocado una fibra sensible en su amigo y ese era en juzgarlo demasiado rápido — Por qué siento que todo lo que dices es por despecho, ah— Kai avanzo y Jung retrocedió —¿No será que ya te han botado antes, muñeca? — El rubio sonrió ante la reacción de asombro de la pelirroja quien abrió los ojos y le tembló la boca —No me llames así— susurro con la mandíbula apretada.

— ¿Así como Mu-ñe-ca?—  insistió el rubio. Sehun estaba a punto de detenerlo ya que pudo percibir como la mirada de la pelirroja se volvía cristalina  sin embargo fue Jung quien hablo primero — Llámame como quieras punk, de igual manera eso no cambiara el hecho de que ya te rechace— la pelirroja dio el cierre de la disputa o eso creyó Sehun porque JongIn a veces no sabe rendirse —Vale, jugué sucio. No te llamare así, pero dime ¿Por qué tú me llamas así? — el castaño suspiro aliviado de que por lo menos esa vez el  mayor no siguiera con la discusión. Jung no parecía tener las ganas de responderle no obstante termino accediendo.

—Hablas del “Punk” ¿No? — Preguntó, JongIn asintió y ella solo se pasó sus manos por sus cabellos rojizos —Porque eres rubio, dah— Jung lo dijo como si fuera lo más obvio del mundo y Sehun sonrió ante ello, y pensar que se lo tiño para lucirlo el mismo día que ella llego, vaya mala suerte la de Kai. El susodicho volvió a fruncir los labios inconforme.

— ¿Solo porque soy rubio? — Hizo un gesto vago con las manos señalando su melena teñida.

—Y negro — finalizo con una sonrisa burlona y se alejó de ahí sin antes hacerle un gesto de despedida a Sehun que de nuevo estaba aguantándose la risa. Esa chica le caía bien. Mientras tanto Kai de nuevo se enojó y si no es por él quien lo arrastra a la casa del mayor este se hubiera quedado más tiempo en el patio despotricando contra la pelirroja. 

Aquel fin de semana Sehun la paso en la casa de JongIn, jugaron videojuegos, vieron películas y comieron la sagrada comida de la señora Kim, y si, también hicieron sus quehaceres porque Sehun es un buen estudiante y de paso obligaba a JongIn a que realizara también sus tareas, lo cual la señora Kim estaba muy agradecida.

Sehun se removió bajo las sabanas, sabía que ya era hora de levantarse para irse a clase porque su reloj biológico siempre ha sido puntual, al cabo de dar unas cuantas vueltas más en el colchón donde dormía cuando se quedaba en casa de JongIn, se levantó. Iba a patear al moreno para que se despertara, pero para su sorpresa el moreno no estaba en su cama, Sehun se sintió extrañado ya que siempre es él quien se levanta primero y quien levanta al dueño de la casa, creyó que de pronto sus padres lo habrán levantado antes por algún motivo repentino por lo que no le dio importancia y se dirigió al baño a darse una ducha.

Se desvistió con pereza y entro en la ducha, dejo el agua caer en su rostro, cabello y demás cuerpo, froto sus extremidades con el jabón y masajeo su cuero cabelludo. En cinco minutos ya estaba limpio y solo le faltaba secarse, vestirse e ir a desayunar. Primero se secó la cara suavemente y luego lo paso por sus cabellos húmedos, se dispuso a secar el resto de su cuerpo hasta que noto algo inusual, la toalla con la que se secaba estaba manchada con diversos colores y Sehun recordaba claramente que cuando la tomo era de un pulcro color blanco… ¿Entonces cómo? Se quedó viendo la toalla como si en algún momento le fuera a hablar y explicar la razón, más in embargo antes de imaginar que la toalla hablara una idea descabellada cruzo por su cabeza. 

Se río un poco sorprendido de sus propios pensamientos abstractos, sin embargo dejo de hacerlo cuando bien una gota azulada recorrerle el brazo, abrió los ojos aterrado y con el paso más lento que pudo hacer se dirigió al sagrado espejo del baño, que como siempre se había empañado por el agua tibia. Trago grueso y con la mano temblando la apoyo en el cristal, de manera lenta la empezó a mover por el rectángulo y entre más quitaba el vapor del espejo más aterrado quedaba. Finalmente lo descubrió y lo que encontró en su reflejo lo dejo impactado.

No y no, esto no puede ser cierto. ¡Esto no puede estar pasándome!

Su cabello, su hermoso cabello castaño ahora estaba hecho un maldito desastre, había amarillo, verde, morado, rojo, naranja y hasta rosado… cerro los ojos unos minutos y los volvió a abrir, esperando que todo solo sea una horrible pesadilla, más sin embargo ahí estaba esa mata de colores llamativos…

— ¡KIM JONGIN!

Lo voy a matar, a ese negro. Hoy no se salva, maldito hijo de puta. Pensó.

Como si fuera un rayo de luz salió del baño y se vistió a una velocidad impresionante, ahora entendía porque el idiota no estaba durmiendo como morsa en su casa, bastardo, de seguro el muy infeliz ya se había largado al salón de clases o puede que sea tan cobarde que ni entre o lo vea en todo el jodido día, pero oh no, esta vez no se salva el bastardo ese, esta vez lo buscaría por cielo y mar si es necesario, porque de que se las cobra se las cobra. Acabas de firmar tu sentencia de muerte, negro.

Ya estaba listo y pulcro como de costumbre, de no ser claro de su ahora llamativo cabello, no podía salir así a la calle, es que ni del cuarto lo haría ¡¿Qué pensaría la señora Kim si lo viera así?! Oh no, no, no y no, él tenía que buscar otra solución. Tal vez si saltara por la ventana… no mejor no, son dos pisos, y ni siquiera hay un árbol cerca de la ventana, antes de poder parpadear podría matarse o sufrir una contusión severa y él se valora mucho como ir a la loca.

Luego de un rato dando vuelta se imaginó que JongIn tendría alguna maldita gorra o algo para cubrirse la maldita bandera gay de su cabeza ¡Y ojo! No es homofóbico, eso jamás, era solo que los colores son tan brillantes que hasta un ciego podría percibirlo… vale tampoco, pero se hace entender y además, el odia llamar la atención y teniendo una cabellera así haría que todos se le voltearan a ver ¡Y mierda no! Antes muerto que dar papaya con los mal nacidos de su salón.

Busco y saco toda la ropa del moreno, los cajones, repisas, todo… hasta que encontró un pasamontañas, iba a usarlo, pero carajo colocárselo llamaría más la atención, parecería un ladrón y es que aún no hacía tanto frío como para excusarse. Busco un poco más y para su suerte o algo así, encontró una chaqueta con capucha de color negro que JongIn rara vez usaba porque siempre mantenía en lo más recóndito de su armario. Se lo coloco y ajusto como pudo la maldita capucha para que ni se le viera un solo pelo y ya cubierto y dándose ánimos y planeando una forma dolorosa de asesinar a su negro amigo salió de casa.

Camino a paso rápido hasta llegar a la preparatoria, dudo un poco en el momento, pero sus ganas de matar a JongIn eran más grandes así que solo entro, ignoro todas las miradas interrogantes de las personas con las que se cruzaba, si, él sabía que era muy extraño verlo con una jodida chaqueta y forrado hasta la coronilla, pero como ya había dicho antes, antes muerto que dar papaya con gente de aquí.

Entro a su salón con dos minutos de sobra, las personas que estaban dentro le quedaron viendo y él solo hizo la vista gorda, busco con la mirada una cabellera rubia y para su suerte la encontró. Kai palidece en el momento que sus ojos se cruzaron con los suyos, y no es para menos, el negro ya sabía lo que le esperaba y en ese instante se estaba encogiendo en su asiento como si se tratara de un pequeño animalito acorralado por un animal feroz, porque así parecía Sehun, una sonrisa cínica se instaló en sus labios y con cada paso que daba el temor del rubio crecía más.

Sin embargo cuando el encapuchado ya estaba a tres pasos de distancia del mayor el profesor de turno entro por la puerta y demando que todos se sentaran. Sehun frunció el ceño más sin embargo miro de manera amenazante al moreno y JongIn por una vez en su vida nunca creyó estar tan feliz por comenzar las clases.

Las clases pasaron demasiado rápido para el rubio y extremadamente lentas para el menor, y cuando el timbre dio la última palabra de que todos podía salir, Kai se levantó como un resorte e intento escapar lo más rápido posible, pero Sehun fue más rápido y le coloco instintivamente un zancadilla que lo hizo caer y darse de genta contra el suelo. El menor sonrió con suficiencia, al menos ya la nariz de JongIn estaría sangrando.

Kai supo que hasta ahí había llegado su buena vida, lo más probable para él era que Sehun le deformara la cara o lo despellejara, o lo que fuera, JongIn sabía que sería de una manera lenta, muy lenta.  Sehun avanzo hasta estar al lado del mayor y lo piso ensuciando la camisa blanca de Kim.

—Así que te diste de chistosito y me teñiste el cabello ¿He, JongIn? —inicio. Kai gimió por el dolor, aguardo tirado en el piso y esperando por lo menos una oportunidad para levantarse —Kai yo sé que eres fanático de las bromas, pero de todas las cosas ¡¿Por qué carajos mi cabello?! ¡¿No te vasto con teñirte el tuyo como para venir a hacerlo conmigo?! — Sehun se acuclillo en frente del moreno y este solo seguía hundiendo la cara contra el suelo. El menor estaba perdiendo la cabeza y de cierta forma la cordura, y aún más si el idiota del moreno se quedaba callado.

 Sin embargo JongIn aprovecho que Sehun estaba absorto en sus pensamientos y lo empujo con sus manos hacía atrás para así tener tiempo de levantarse, cuando lo hizo el menor también lo había hecho a pesar de que al inicio del ataque del rubio había quedado algo desubicado. Ahí estaban, los dos cara a cara, uno con ganas de vivir y el otro con intensiones asesinas. Fue JongIn quien hizo el primer movimiento, lanzo uno de los pupitres para bloquear al menor y salto por encima de otro asiento dirigiéndose a la puerta. Sehun logro esquivar el obstáculo y con rapidez jalo de la camisa ya sucia de Kai para así atraerlo, el rubio giro sorprendido ante su impedimento de escape y su rostro recibió el impacto del puño cerrado de Sehun.

JongIn logro evitar caer al piso luego del impacto en su cara y ya cabreado se levanta velozmente y le devuelve el puñetazo al menor dándole en la nariz. Sehun retrocede varios pasos sin caer del todo, sintiendo el crack en el hueso de su nariz y un dolor asqueroso recorriéndole toda la cabeza, estaba seguro que el muy negro le quebró la nariz así como estaba seguro que a JongIn se le habría aflojado un diento viendo como este ahuecaba su boca.

Después de esa descarga de rabia e impulsividad, ambos ya estaban lo suficiente cabreados como para detenerse a pensar las cosas, en esos instantes no valía nada, ni la razón de su pelea un tanto prematura y repentina, ambos solo querían corroer en la adrenalina.

El menor de los dos se impulsó para lanzarse a lo bruto contra el más moreno, más sin embargo antes de lograr su cometido la puerta se abre de repente y tras ella el grito de sorpresa del invitado no deseado saca a los dos jóvenes de su combate.

— ¡Oh por dios tu cabello, Sehun! — Jung entro a escena abriendo demasiado los ojos, las manos cubriendo su boca y las cejas expresivas. Sehun dirigió sus manos a su cabeza y noto que su capucha se había caído, tal vez por el impulso al golpear a Kai o el que él le dio al golpearlo.

—Soo Jung, nosotros, yo…— no pudo seguir, no sabía que más decir, estaba sorprendido y alg0o descolocado. Rápidamente cubre su cabello estúpido con la capucha de nuevo.

— ¿Estaban peleando? — pregunto esta vez la femenina al notar lo moretones en JongIn y el hilo de sangre que corría por sus labios y el de su nariz.

Sehun seguía no supo que responder y JongIn se mantenía inmóvil en su puesto —La rozón… ha de ser por tu nuevo estilo ¿No? — Pregunto pausadamente y con tacto la pelirroja al notar como el más alto fruncía de nuevo el cejo —Fue el idiota de aquí que… ¡AH! ¡Ni para que me molesto en explicar! — exclamo Sehun otra vez molesto.

—Hey, cálmate, además no te queda tan mal ¿Sabes? — JongIn abrió la boca por primera vez desde que entro la chica. El menor le mando una mirada asesina y este de nuevo callo — ¡¿Bien?!  ¡¿Acaso estas ciego, maldita sea?! — Le grito mientras se volvía a sacar la capucha — ¡Pareciera que un unicornio cago en mi cabeza! — espeto jalando los mechones de su ahora colorido cabello.

—Por esta vez me temo que estoy de acuerdo con el punk— dijo de la nada Jung y Sehun la volteo a mirar con los ojos desorbitados de la sorpresa — ¡¿Qué?! — Grito — ¡¿Estás loca acaso, Jung?! — volvió a gritar.

—Yo creo que ahora te vez menos serio — hablo sincera la pelirroja y el más alto estaba a punto de reclamarle de nuevo, de no ser porque JongIn interrumpe su sarta de insultos — ¡¿Cierto?! Fui yo quien le tiño el pelo, A que tengo buena mano ¿Eh? — exclamo con una sonrisa en los labios y los ojos brillantes. Sehun le golpeo la canilla molesto haciendo que se callera de nuevo al suelo — ¡Tú estúpido negro! ¡Ya te mato, bastardo! —  volvió a insultarlo e iba a darle otra patada en la canilla más sin embargo JongIn suelta una carcajada escandalosa transformando a sus ojos en dos finas líneas mientras que rodaba en el piso por la risa —¡¿De qué mierda te ríes ahora?! — Sehun golpeo la pierna del rubio no tan bruscamente y como por arte de magia y cosas raras en la vida la pelirroja también se contagia de la risa de JongIn.

Y Sehun queda estupefacto porque eran dos contra uno y ya sin fuerzas simplemente se unió a las carcajadas de sus acompañantes porque ya no podía hacer nada con la leche derramada. Los tres se ahogaron en risas y lágrimas hasta que el estómago les dio punzadas por el esfuerzo y sus pulmones secos reclamaron oxígeno.

Cuando se calmaron, JongIn seguía en el suelo con los brazos estirados en cada costado, la pelirroja se había sentado y se limpiaba el rastro de las lágrimas por la risa de sus mejillas, mientras que él también sentado en el piso y con el rostro doliéndole por el golpe y por el esfuerzo de sus músculos al reír de esa manera. Sehun decidió que debía disculparse con la femenina por su grosera manera de tratarla en su momento de furor.

—Por cierto Ju…— La pelirroja le interrumpió de inmediato.

—Krystal— le dijo vagamente con una pequeña sonrisa, Sehun la miro confundido — ¿Disculpa? —  le pregunto con una ceja levantada —Es mi nombre— le dijo. El de ahora cabellos coloridos seguía sin entender — ¿Qué no era Soo Jung? — pregunto perdió.

—Es su nombre Americano, genio— hablo esta vez el rubio aun tirado en el piso y Oh lo miro si  entender aún a lo que el mayor rodando los ojos y con mucho esfuerzo se sentó en su lugar y le respondió la inquietud antes de que el menor comenzara con su escrutinio — Jung es de San Francisco ¿California, no? — JongIn miro a la pelirroja y esta asintió dándole la razón.

—Oh, no lo sabía— dijo no más el más alto — Lo dije en mi presentación— reprocho la femenina con el ceño fruncido y Sehun quedo en blanco de nuevo —De seguro no le puso atención, como siempre — Respondió el rubio por Sehun y este agacho la mirada avergonzado, Krystal solo negó divertida y miro al par de amigos un poco inusuales cayendo en cuenta en sus aspecto.

—En fin, ahora hay que ir a la enfermería— dijo enérgica levantándose del suelo con una sonrisa gigante.

— ¿A la enfermería? — Sehun le pregunto con cara de no entender nada, de nuevo.

—Si — afirmo ella — ¿No se han visto en un espejo? Están los dos con un aspecto deplorable y la sangre seca no ayuda ¿Sabes? — Entonces algo hizo clic en el cerebro del de cabellos coloridos al recordar la pelea y miro a JongIn notando su mejilla inflamada y el labio reventado, si así estaba él, no quería imaginar cómo estaría su cara.

Sehun asintió y se levantó también y de paso ayudo a su camarada. Ambos ya parados decidieron seguir a Krystal quien ya estaba en el marco de puerta, y justo antes de que ambos salieran del aula, ella paro.

— ¿Kim? — dijo suave.

JongIn trago saliva — ¿Si? — preguntó.

—Tu también puedes llamarme Krystal— finalizo mirando al rubio con una media sonrisa a lo que el nombrado solo pudo sonreír como idiota. Sehun rodo los ojos, le esperaba una tarde entera de JongIn alabando a la pelirroja.

Desde ese día dejaron de ser dos y se convirtieron en tres.

 

🎉

 

¿Sehun? — Escucho una voz al otro lado de la línea.

— ¡Krystal! — Medio grito y luego cayó en cuenta en que no debió hacerlo ya que pudo escuchar como su amiga se quejaba desde el otro lado —Lo siento Kry, es solo que estaba perdido en mis pensamientos y no había escuchado tu voz— se disculpó, ella suspiro desde el otro lado y él pudo imaginarla girando lo ojos.

Está bien ya entendí, ahora dime ¿Por qué me llamas? — Siempre tan directa como siempre. Sehun se mordió el labio, estaba punto de decirle que solo era para saber sobre su salud, sin embargo la mirada de advertencia de JongIn lo detuvo —Es solo que… necesito tu ayuda— dijo suave mientras jugaba con sus manos —Déjame adivinar ¿JongIn se metió en problemas de nuevo? — Lo dijo con la voz cansada, como si fuera el pan de cada día, lo cual no estaba tan alejado de la realidad si eran honestos.

Sehun miro al moreno desde el sillón y este le susurro un “¿Qué?” pero el menor solo agacho la mirada y decidió centrarse en la llamada — Puede que te sorprenda, sin embargo esta vez quien se metió en problemas no fue JongIn sino yo—  suspiro con el corazón bombeando fuertemente, el silenció en la otra línea solo hacía colocarlo más nervioso — ¿Krystal? — la llamo con miedo.

¿Es tan grave? — Dijo con la voz preocupada, Sehun volvió a suspirar y miro a JongIn buscando apoyo en su persona el cual funciono porque el castaño le dio una sonrisa sincera y llena de calma, el menor dio una bocanada de aire —Si— pauso — ¿Podrías venir lo antes posible? — susurro temeroso y Krystal solo le dijo que antes de las nueve estaría allá antes de que colgara.

Volvió a tirar su celular en el sillón y soltó todo el aire que había contenido en la llamada — ¿Qué te dijo? — Le pregunto su amigo con cara de cachorro, Sehun lo miro con desaprobación y algo cansado —Estará aquí antes de las nueve— le contesto cansadamente mientras se estiraba en todo el sillón.

— ¡Genial! — dijo alegre el otro con una enorme sonrisa, el menor levanto una ceja contrariado — ¿Genial? ¿Tienes idea de la regañada que nos va dar? — le reprocho con mala cara. JongIn sonrió aún más — Solo te regañara a ti, recuerda que esta vez fuiste tú quien metió la pata— Sehun contrajo sus gestos y chasqueo la lengua molesto con el mayor porque para su mala suerte tenía razón, desgraciado.

— ¿Debería cocinar? Ya sabes, son pocas veces las que Krystal viene a cualquiera de nuestros apartamentos—  hablo con el ánimo por la nubes mientras que Sehun sentía que todo se le caía en cima. — ¿Cocinar? ¿Para qué  me quemes la cocina? Mi cocina, no gracias— le respondió con una sonrisa torcida y el castaño le lanzo una mirada asesina a la que él contesto —Solo pide pollo— dijo con pereza a lo que Kai estuvo de acuerdo porque es un maniático del pollo y fue tras el teléfono para hacer el pedido.

 

El tiempo en el que esperaron a la castaña pasó lento, JongIn se la pasó jugando con la play haciendo escandalo con sus gritos de guerra o maldiciones, mientras que él tenía un libro en las manos, uno de contabilidad que se estaba leyendo hace poco y le faltaba unas cuantas paginas para acabarlo, más sin embargo la ansiedad no lo había dejado pasar de la primera línea.

Miro la hora un tanto desesperado y luego cerro el libro rendido de no poder avanzar ni un párrafo. Dejo el libro en la mesa y se fue a sentar al lado de Kai, al principio solo observaba como jugaba o se estrellaba con algún obstáculo, hasta que decidió unirse y juntos se pusieron en marcha en la persecución del juego, logrando así pasar los nuevos niveles.

El sonido de los bafles de su consola estaba tan alto que a duras penas lograron darse cuenta de que tocaban el timbre. JongIn le dio pausa y de inmediato se levantó directo a la puerta, Sehun se quedó estático en el mueble tratando de calmar los nervios y la ansiedad.

Giro de su sitio al escuchar como Krystal no perdía tiempo en regañar a JongIn porque había estado quince minutos apretando el maldito timbre, a Sehun le dio gracia ya que desde siempre ha sido así, ella regañando y dando su voz femenina y Kai con la cabeza gacha y asintiendo a todo como si fuera un niño, algunas cosas nunca cambian, pensó.

 —Ya estoy aquí, así que vamos a lo que vamos— hablo fuerte y con deje de enojo. Kai llego al lado de ella ofreciéndole un vaso de jugo a lo que ella le recibe y se toma la mitad. Krystal traía su traje azul de doctora y su cabello estaba mal acomodado en una coleta, sin mencionar unas enormes ojeras bajo sus ojos, Sehun se preocupó, no era normal verla con tan bajo animo —¿Estas en trasnocho? — fue lo primero que se le ocurrió.

Ella asintió al tiempo que se bebía todo el jugo y se acomodaba algunos mechones rebeldes, al lado JongIn la miraba con cariño y también dejes de preocupación más sin embargo no dijo nada, no lo creyó pertinente al igual que lo que seguiría a continuación iba en contra de cualquier regla establecida.

Sehun la miro y quiso decirse que debía dormir más, pero se retractó al instante, de seguro ella lo patearía si lo hiciera —Escupe Sehun, en estos momentos muero de sueño y estar aquí me está quitando valiosas horas de sueño— El pelinegro se arrepintió e haberla llamado, y viendo como Kai se mordía el labio supo que también pensaba lo mismo.

 

Vaya mierda.

 

— ¿Te acuerdas que en una ocasión pude pagar la matrícula de un día para otro? — empezó suave, yendo por el sendero largo, tenía que explicarle todo paso a paso, o bueno, alargar las cosas. Ella lo piensa un poco como tratando de recordar hasta que asiente ya consciente de ello  — ¿Esto tiene que ver con la forma en que usaste el dinero? — dijo lentamente entrecerrando los ojos  viéndolo como sospechando algo.

—Bueno… sucede que… bueno yo… em — y se quedó bloqueado, las manos le sudaban y su respiración se volvió irregular, de la nada Krystal abre los ojos como platos y asustada exclama  — ¡No te habrás metido con mafia ¿Verdad?! — Sehun pego un brinco ante la exclamación y casi se ríe por lo absurdo que suena lo que le dice la castaña si no fuera que la verdad era mucho más aterradora. En esos instantes desearía haber hecho un trato con la mafia antes de haber firmado los documentos de la donación  —No, no me metí con la mafia, Krystal — la chica se vuelve a sentar expulsando el  aire  —Es mucho peor.

— ¿Qué puede ser peor que la mafia? Claro aparte de los impuestos — Sehun sonrió ante la pequeña broma que su amiga hizo al igual que Kai sonrió de lado. Inhalo, exhalo y lo soltó  —Yo done — Apretó los puños — Done esperma — lo susurro y aparto la mirada de la castaña y se centró en el piso.

Sin embargo no espero que la castaña soltara semejante risotada, de esas que hacía que hipeara y su nariz sonara como si estuviera atrancada, de esas que a JongIn deja embelesado. Sehun levanto la vista y la vio intentando respirar un poco de oxigeno  — ¿Qué es tan gracioso? — pregunto un poco molesto.

—Krystal, fue usada — dijo de la nada JongIn igual de consternado que él. Jung dejo de reírse de apoco y luego los miro a ambos como si fueran los idiotas más grandes del mundo  — ¿Y eso qué? — Dijo divertida, Sehun se cabreo y la miro mal  — ¡Significa que alguien tendrá un hijo mío! ¡Deja de reírte, maldición! — Le alzo un poco la voz y la castaña con cara de mala leche giro los ojos  —Idiota, si donas esperma es más que obvio que pueda ser usada. Si no podrías soportarlo por tu conciencia ¿Entonces para que carajos donas? —  espeto con la cara roja y un tic en el ojo.

— ¡Para que me dieran dinero, joder! — Grito  — ¡No tenía ni para comer y la beca no me cubría toda la maldita matricula! — Trago saliva  — No importaba cuantos trabajos de medio tiempo tenía ¡Nunca era suficiente! — Krystal lo miraba aun con mala cara y JongIn estaba un poco asustado, pocas veces Sehun perdía los estribos y cuando lo hacía era para temer.

— ¿Y los Kim? — pregunto y en el instante que lo hizo la castaña se arrepintió porque la mirada que le mando Sehun fue tan afilada que Krystal pudo sentir como un cuchillo la atravesaba  — ¡No quería endeudar más a los Kim! ¡Suficiente me ayudaron desde preparatoria y las primeras matriculas como para seguir dependiendo de ellos! — Gritó exasperado — La donación era mi única salida rápida y  admito que no estaba pensando cuando empecé con el procedimiento, sin embargo necesitaba el maldito dinero y en el instante fue la mejor opción— poso su manos en su cintura y hecho la cabeza hacía atrás agotado mental y emocionalmente.

—Está bien, lo entiendo— dijo ella tiernamente con los ojos llenos de arrepentimiento —Lo siento— lo dijo bajito mientras se mordía el labio y JongIn apretaba uno de sus hombros así como le dedicaba a él una sonrisa llena de compasión —Entonces ¿Qué quieres hacer? — Krystal volvió a centrar el tema y el pelinegro esta vez dudo en si pedirle el favor o no, JongIn también estaba en duelo y lo miraba en cada cierto tiempo.

—Krystal necesito que consigas la información de la persona que uso mi esperma— hablo con la frente en alto y de manera seria para resaltar lo enserio que iba con su petición. Por segunda vez la castaña abre desmesuradamente los ojos totalmente escandalizada — ¿Q-qué? — Tartamudeo sorprendida —Lo que escuchaste — finalizo certero.

—Sehun, lo que me estas pidiendo es algo imposible— le dijo con determinación y nerviosismo mirándolo a los ojos aun impactada por su petición — No lo es, yo sé que tienes autorización en entrar a esas instalaciones y revisar ciertos archivos— contrataco. Krystal lanzo una risa seca y lo miro aterrorizada — ¡Eso es violar la maldita ley! — Exclamo consternada y  con las manos inquietas —Krystal, por favor— dijo suplicante JongIn con su típica mirada de cachorro, ella lo miro como si estuviera loco y se levantó de su puesto indignada —¡¿Escucharon lo que dije?! Es contra las normas— trato de hacerles entrar en razón.

—Pero puedes intentarlo— insistió Sehun — ¡Si me descubren podrían meter a la maldita cárcel! — grito con la mirada inyectada de pánico y el pelinegro empezó a dudar en insistirle, ella tenía razón y lo que menos quería es que por su culpa fuera encarcelada, estaba a punto de decirle que lo olvidara, no obstante fue JongIn quien intervino —Pero solo ocurriría si te descubre ¿Verdad? — dijo de pie mirando a la castaña —Yo…— susurro ella con la vista perdida —Si no lo hicieran entonces no habría problema ¿Cierto? — Volvió a persistir — Puede ser… yo— Krystal dudaba y se mordía las uñas con el rostro afligido — Entonces solo tienes que ser precavida y evitar que te atrapen ¿Si? — siguió.

—Krystal, eres inteligente, puedes hacerlo, yo lo sé y Sehun también lo sabe ¿Verdad? — dijo mirándolo y solo pudo asentir sorprendido por todo lo que decía JongIn.

—No lo sé chicos, no me gusta la idea— dijo aun con incertidumbre sin embargo JongIn no se rindió.

—Vamos Kry, hazlo para que Sehun pueda dormir en paz. Sabes que ese idiota se obsesiona con los problemas hasta el punto de no hacer nada más que lamentarse o entrar en trance y si me lo pregunta, yo no quiero volver a verlo así y dudo que tú quieras— y bom, Kai uso su carta bajo la manga, y Sehun supo que Krystal no podía negarse después de eso, él sabía que la castaña sufrió bastante cuando le daba sus encierros mentales. Suspiro cansado, era una jugada sucia.

Sucia pero efectiva.

Jung se lo pensó por unos instantes y luego de dar unas cuantas vueltas en círculos suspira derrotada —Esta bien— dijo — Voy a intentarlo, pero, ojo, si veo que en verdad no puedo no lo hago ¿Ok? — JongIn sonrió satisfecho y Sehun sintió que podía dormir esa noche y pensó que cuando Kai quería podía ser la persona más persuasiva del mundo, mira que hacer ceder a Krystal y eso que ni ella se daba cuenta. Sehun alejo esos pensamientos por ahora y decidió agradecer a la femenina.

—Gracias Kry, enserio, gracias, gracias— empezó a decir con casi lágrimas en los ojos —Bien, pero recuerda, me debes una y muy grande— Sehun sonrió de acuerdo con los términos, todo valía la pena —Tu también, negro— señalo al castaño quien asintió eufórico.

—En fin ¿Tienen algo de comer? Muero de hambre— cambio el tema ella con las manos en el estómago y Sehun sonrió con sorna, siempre era así. Kai salió de la sala y fue a la cocina trayendo la porción que le habían comprado a la castaña.

— ¿Pollo otra vez?

—Sip — JongIn.

—Juro que en estos días te van a salir plumas y pico por tanto comerlo— dijo Krystal volteando los ojos más sin embargo se llevó una ala a la boca. Kai río ante lo hecho y empezó a decir que sería divertido ser un hombre pollo a lo que la castaña empieza a lanzarle los huesos de su presa.

Sehun sonrió complacido, era como los viejos tiempos y se sentía bien. Fue y se sentó al lado del moreno compartir el resto de la noche con sus inseparables mejores amigos e iniciaron de nuevo con la conversación de un Kai hombre pollo y de que tal vez él se vuelva un bubble tea y terminaron por explotar en risas.

 

🎉

 

Habían pasado ya dos días desde la noche en que Krystal acepto en ayudarle y ahora estaba dirigiéndose a su trabajo como usualmente lo haría un lunes. Jung le dijo que la información se la entregaría entre el viernes o el sábado, dependiendo de su turno y él no objeto en nada, antes ella se arriesgaba en ayudarlo sabiendo las consecuencias.

Bajo de su vehículo con clase y se dirigió al ascensor. Subió hasta su piso y mientras pasaba en el corredor saludaba a caras conocidas y demás hasta llegar a su oficina, ni muy grande ni muy pequeña, lo ideal para él.

Inicio con sus tareas diarias como todas las mañanas.

 

Antes de que saliera a su descanso del medio día para su hora de almuerzo matutino, su jefe entro por la puerta y se sorprendió bastante, que el recordara no había hecho nada mal o algo por el estilo. El señor Wang lo miro de manera calmada dando a entender que no era nada grave así que el pelinegro se calmó en grande.

 

—Buenas tardes Sehun-ah — saludo Cortez con una sonrisa pequeña que se distinguía en su barba tupida. El nombrado le devolvió el saludo con una reverencia — ¿Qué lo trae por aquí, señor? — pregunto curioso por su aparición tan repentina.

—Nada grave. De hecho es algo bastante bueno para usted, Oh— dijo con otra sonrisa entre labios. Sehun lo miro con una expresión de sorpresa y con muchas preguntas y curiosidad le invito al señor jefe que continuara — Veras, tu sabes que nosotros estamos afiliados a muchas de las empresas más grandes del país ¿Cierto? — inicio a lo que él asintió sabiendo aquello desde que entro a trabajar.

—En fin, una de esas empresas es los Kim,  y esa empresa en estos momentos necesitan ayuda de nosotros con varias pasantías y propuestas financieras que deberán extender a sus otras ramas internacionales. Y justamente por ello me pidieron a uno de nuestros empleados para que ayudara con la causa— le conto todo aun sin perder la sonrisa.

Sehun abrió los ojos al entender que sin lugar a dudas a quien se refería para ese puesto era él — ¿Qué dices Oh? ¿Aceptas? — le pregunto directamente. El pelinegro inmediatamente se levanta de su puesto y extiende su mano a la de Wang totalmente de acuerdo con su propuesta, ya que era una muy buena oportunidad. Las empresas Kim eran una de las más grandes y prestigiosas en el país al igual que internacionalmente.

—Cuente conmigo, señor— dijo firme a lo que el hombre sonrió satisfecho estrechando su mano.

—En ese caso le doy autorización para que se retire desde ahora y empiece a prepararse porque mañana inicias ¿Entendido? — Sehun sonrío ante su petición a lo que sin duda no desistió.

—Por cierto señor ¿En qué área trabajare, digo con quien exactamente? — se corrigió mientras hablaba y se mordió la lengua ante su curiosidad. El señor Wang lo miro a los ojos con un deje de misterio —Con el CEO por su puesto, desde mañana ocupara temporalmente el puesto de director general del área financiero— Sehun abrió los ojos sorprendido, nunca espero obtener un puesto tan alto solo para manejar unos cuantos documentos.

—Confió en que harás un buen trabajo, Oh— el señor Wang lo miraba impasible desde su lugar y el pelinegro no dejaba de estar estupefacto —Daré lo mejor de mí, señor— dijo. El hombre se fue alejando de su escritorio hasta que se detuvo en la entrada y se giró un poco como para verlo entre la abertura del hombro.

—Y recuerde que si hace un buen trabajo y deje satisfecho al CEO, tal vez ese puesto temporal se vuelva en algo permanente— finalizo para marcharse por completo de su oficina.

Dejando a Sehun con la boca abierta y muchas cosas rondando por su cabeza. Sin duda aprovecharía esa oportunidad al máximo.

 

 

🎉

 

 

 

Llego a casa con un montón de papeleo y varios expedientes, información y demás documentos de los cuales tendría que ocuparse en su estadía en las empresas Kim.

Hablando de Kim, tenía que contárselo a JongIn, sin duda se pondría muy feliz y lo felicitaría.

Con los ánimos por las nubes y mucha energía se encargó de acomodar todo el maldito papeleo, en revisar cada uno de los casos y escribir apuntes y observaciones del asunto. Cuando menos se lo espero ya era tarde y la puerta de su apartamento hizo un clic dándole la bienvenida a cierto castaño de piel morena. Sehun dejo los documentos al lado y se levantó a saludar a su amigo quien no tenía una muy buena cara que digamos.

—Hey, ¿Qué sucede? — pregunto evidenciando el cansancio reflejado en el rostro de su amigo. JongIn lo miro cansado y sonrió de manera perezosa —Nada grave, es solo que como aun no llega el nuevo gerente de nuestra área el trabajo de multiplico tres veces más— dijo mientras se frotaba las manos en su melena achocolatada.

—Ya veo, suena muy duro— dijo comprendiendo el cansancio del otro — ¿Y tú? ¿Qué te tiene de tan buen ánimo? — esa vez fue él quien le pregunto al notar su pequeña sonrisa entonces el menor decidió contarle todo a su hyung favorito, desde su llegada a la oficina, a como entro el señor Wang con su propuesta y los términos que tenía que hacer, su nuevo puesto de trabajo y la posibilidad de trabajar de manera fija en aquella empresa.

—No puedo creer que trabajemos en la misma empresa— dijo sorprendido el mayor aun impactado por toda la información —Yo tampoco, pero paso y comienzo mañana— hablo con emoción y JongIn le sonrió alegre también.

—Bien, ya que será tu primera vez en la empresa, yo te mostrare el lugar además que a la hora del almuerzo tienes que sentarse conmigo y Chanyeol ¿Ok? — hablo tranquilo y feliz por su mejor amigo. Sehun sonrió ante las peticiones de Kai y sonrió al darse cuenta que ya no almorzaría solo como era anteriormente en el banco.

Luego de la tormenta todo iba en viento en popa y Sehun esperaba que se mantuviera así por mucho tiempo.

 

 

En la mañana siguiente Sehun se levantó una hora antes de lo rutinario y empezó a alistarse para su nuevo desempeño en la empresa Kim. Salió de su apartamento notando que su amigo estaba también recién saliendo, ambos se sonrieron e iniciando con el clásico “Buenos días” y siguieron al ascensor con temas de conversación ligeras y monótonas, con una que otra risa por alguna idiotez de JongIn o por las respuestas cortantes y científicas del menor.

Ambos subieron en sus respectivos autos camino a su destino, Sehun seguía el vehículo del castaño quien lo guiaba desde la mañana. Al llegar parquearon los carros subieron de nuevo al ascensor de la empresa. JongIn le sonrío mientras se organizaba la corbata.

—Antes de que subas con el gran jefe te mostrare mi área de trabajo ¿Si? — le dijo de la nada y Sehun no tuvo opción que aceptar porque la manera en como el moreno lo miraba y sonreía como niño le hacía parecer que por primera vez le estaba mostrando la oficina de trabajo a su madre para que se sintiera orgullosa. El pelinegro sonrío de lado al ver ese lado infantil.

Las puertas metálicas de ascensor se abrieron y JongIn salió de ahí con una gigantesca sonrisa, el menor le seguía de cerca con las manos en los bolsillos observando todo a su alrededor, las paredes blancas, corredores aquí y allá, las puertas de cristal transparente y los pisos de mármol combinando con la decoración simple pero impecable y elegante del lugar. El castaño lo guio por los pasillos algo congestionados de muchas personas con trajes pulcros además de ese aire que inspira glamur en todo el sentido de la palabra, Sehun se preguntó si estaba bien vestido.

Kai abrió la puerta a una de las tantas secciones del lugar, dando a conocer un amplio espacio de y trabajo, una mesa rectangular larga y de mármol se encontraba en la mitad derivada con los computadores y asientos a cada lado, el menor supuso que era el área de trabajo. Ya había varias personas ahí que saludaron a JongIn y también a él de manera educada susurrando con preguntas de su posible posición o el hecho de que este ahí. Sehun no le dio importancia y se centró en el perfil de su amigo quien extendía sus brazos a cada lado como refiriéndose a todo el espacio de su área.

— ¿Y bien? ¿Qué opinas? — le pregunto con los ojos en pequeñas líneas. El menor miro el lugar y luego lo vio a él con una sonrisa torcida por las acciones niñadas del castaño —Es muy bonito, felicitaciones por trabajar en un buen área hyung— le dijo sincero mirándolo de manera orgullosa, como si fuera su hermano menor admirando el trabajo del mayor.

—Buenos di- ¡Sehun! — El nombrado giro sorpresivo al reconocer aquella voz tan entusiasta encontrándose con un gigante orejón y de una gran sonrisa idiota — Buenos días, Chanyeol— hablo despacio pero sin perder su postura o su pequeña mueca a que se consideraba una sonrisa, al menos para él.

— ¡Hey, Yeol! Le estoy mostrando nuestra área a Hunnie— Dijo con voz alegre y aun con los ojos en línea, el orejón hizo una expresión exagerada con la boca y sus ojos y Sehun pudo jurar que las orejas del poste de movieron ante ello. ¿Sería muy descortés jalarle una oreja?, pensó.

— ¿Trabajas aquí, Sehun? — pregunto el alto con asombro y Sehun se volvió a preguntar si el mayor no podía dejar de exagerar todas su expresiones, parecía como un comediante de esos que salían inciertos programas que pocas veces llamaban su atención. —Solo temporalmente por uno cuantos meses— le respondió. Chanyeol asintió comprendiendo más sin embargo siguió preguntado — ¿Aquí o en sección? — dijo.

Sehun no quería decirle, al menos no ahí donde muchos pares de orejas estaban aguardando su respuesta, Park parecía que no lo percibía y fue JongIn quien lo salvo de dar explicaciones — Es en otra área, Yeol, luego te cuento, ahora debo llevarlo porque ya se le hace tarde— dijo rápidamente mientras jalaba al pelinegro y este solo podía agradecer en silenció al moreno. JongIn también a veces era intuitivo.

— ¡Nos vemos a la hora del almuerzo, entonces! — escucho Sehun a lo lejos los gritos del orejudo.

Subieron de nuevo al ascensor como por cuarta o tercera vez. El pelinegro se arregló el traje dando pequeña sacudidas y alisando arrugas inexistentes — ¿Hyung, como es el CEO? — le pregunto ya estando en el piso 18. El mayor lo volteo a mirar y su sonrisa se torció en una mueca —De hecho no, generalmente nunca sale de su cueva— dijo restándole importancia — ¿Cueva? — Alzo una ceja confundido el menor —La oficina, Hunnie— el pelinegro hizo un gesto de compresión y se golpeó mentalmente por su pregunta tan fuera de lugar.

— ¿Pero lo has visto? — Curioso — Nop— Kai — ¿Cómo? — Dijo aún más confundido y de paso curioso —En su oficina hay un ascensor privado, así que supongo que si no lo vemos entrar a la empresa es por qué usa el que lo lleva directamente ¿No crees? — Sehun asintió entendiendo, si el tuviera un ascensor solo para él lo aprovecharía al máximo, vaya, las ventajas de ser el CEO.

—Por cierto Sehun— JongIn lo llamo de una manera demasiado sería para su propio gusto y lo miro con la interrogante pintada en toda la cara — ¿Qué sucede? — Lo encaro igual de serio — Procura ser precavido cuando estés con el CEO a solas— dijo suave, como temiendo que las cámaras que habían en su trasporte no los captara —Eso pensaba hacer desde un inicio — reprocho restándole importancia.

—No, hablo enserio. El CEO hace poco se divorció y según mis fuentes no vino por varios días a la empresa — Sehun abrió los ojos sorprendido, de todas las cosas que le pudieran pasar a su nuevo jefe, nunca se imaginó tal escenario, es más, ni sabía que estaba casado —Te lo digo porque sé que eres de las personas que les importa un bledo la farándula y si aduras penas vez prendes el televisor—  dijo el castaño entrecerrando los ojos como reprochándole aquel hecho, él se hizo el que no sabía nada y evadió los ojos de su hyung.

—Seré lo más precavido posible— concordó con decisión —Bien— fue lo único que dijo el moreno. Ambos se quedaron un rato más en el ascensor hasta que estas por fin se abrieron ante el piso 32 de la edificación de empresas Kim. Los dos salieron de la caja y caminaron unos paso hasta que JongIn se detuvo y le sonrió de manera tímida —Hasta aquí puedo llegar, Hunnie— dijo —Ahora todo depende de ti— el pelinegro asintió — Al fondo encontraras a la secretaría del CEO, es una ajumma muy buena, ella te dirá que hacer— finalizo. El menos asintió y empezó a caminar.

— ¡Sehun! — lo llamo el mayor desde el ascensor. El nombrado se giró expectante a lo que dijera el moreno — ¡Fighting! — le grito al tiempo que impulsaba su puño al cielo. Sehun sonrió de manera esplendida agradecido por su apoyo y se quedó ahí hasta que las puertas del ascensor se cerraron por completo.

Cuando quedo finalmente solo avanzo hasta el final del corredor encontrándose con un escritorio mediano y sentado en una silla giratoria se encontraba una señora bastante madura de por ahí entre los 35 a cuarenta años, se acercó a ella lentamente y se apoyó en el escritorio de la mujer — Buenos días— saludo cortes. Ella levanto la vista y al verlo le sonrió de manera agradable, a Sehun le pareció ver a la señora Kim en la mujer.

—Buenos días, joven ¿En qué le puedo colaborar? — pregunto soltando el esfero y prestándole toda su atención a su personas. El castaño en vez de sentirse intimidado sintió un deje de familiaridad y le resulto más llevadero — Mi nombre es Oh Sehun y tengo una reunión con el CEO— dijo calmado y con una pequeña sonrisa.

La señora bajo la vista una carpeta y empezó a examinarla hasta que encontró lo que buscaba y lo volvió a mirar con una mirada amable — ¿Del banco de corea? — Pregunto — Si— afirmo al instante y ella volvió a sonreír —Anda pasa, toca tres veces antes de entrar y que tengas un buen día— le invito señalando la gran puerta que estaba detrás suyo y este asintió agradeciendo su colaboración y forma amable de ser.

Avanzo hacía la gigantesca puerta y dando los tres llamados escucho de lejos un “Pase” y entra lentamente, haciendo fuera con la puerta la cual es muy pesada. Cerró al entrar y se quedó admirando lo enorme de la oficina. Sehun pudo jurar que el lugar era del mismo tamaño de su apartamento y tal vez un poco más. En el lado lateral derecho una enorme hilera de estantes llenos de libros se apreciaba, mientras de que el otro lado izquierdo varios cuadros se encontraban colgados, en la mitad había una sala gigante con un mueble largo de cuero, una mesita de cristal y dos muebles más también de cuero, atrás de estos había una pequeña cocina con una máquina expendedora de café incluido. Al lado derecho casi en la última esquina se hallaban dos puertas cerradas de color plateado, tuvo curiosidad en saber que había tras ellas más sin embrago luego se encargaría de sacar teorías.

En frente suyo estaba el ascensor privado del que JongIn le había hablado, se veía de lujo y totalmente exclusivo. Al lado de la una de las hileras de estantes se hallaba una mesa de mármol con seis sillas, imagino que era en donde se citaban a reuniones de alta importancia. Dejo de mirar a los alrededores en el momento que capto al fondo un espléndido escritorio de madera oscura en forma de ele. Se fue acercando al escritorio notando que había una enorme silla de espalda amplia color negro y sobre él estaba sentado una pequeña figura.

Cuando se acercó casi al estar en frente del enfrente noto que la persona sentada en la silla llevaba un sweater blanco de cuello alto, que su cabello era de color chocolate un poco más claro que el de JongIn y de que según el color de sus manos el hombre ha de ser muy pálido. Carraspeo un poco y la persona dejo de escribir sobre las hojas y levanto la vista viéndolo por primera vez. Sehun quedo un poco aturdido, frente a él estaba un chico de rostro pequeño y pálido como había supuesto, nariz pequeña y perfilada, cejas pobladas, ojos pequeños pero expresivos y sus labios iban acorde a su rostro y le daba color a su palidez con su color rosa. Sehun no supo cuántas veces había pensado en “Pequeño” al describir la apariencia de quien al parecer el CEO  de empresas Kim y con quien trabajaría en el tiempo que se tarde el proyecto.

El muchacho se levantó de su imponente asiento de manera un poco cansada pero se notaba la elegancia en su andar y Sehun verdad volvió a pensar en “pequeño” porque estando de pie el pálido llegaba escasamente a su mentón. El castaño le extendió su mano increíblemente blanca y de inmediato la estrecho y si, su mano también era pequeña y delicada.

—Kim Junmyeon, un placer— hablo firme con una voz demasiado suave y cantarina al mismo tiempo a sus oídos.

—Oh Sehun, el placer es mío, CEO Kim— le respondió con una mediana sonrisa que se le escapo y que sin querer creció al notar como aparecían pequeñas arruguitas alrededor de los ojos del castaño. Parecía un niño.

¿En verdad ese pequeño chico era el CEO de empresas Kim?

¿Cuántos años tendría?

Se preguntó internamente luego de analizarlo otra vez, se veía demasiado joven y él que se lo imagino como el señor Wang.

Vaya sorpresa.

 

 

 

 

Notas finales:

Un poco de historia del trío colorido y sus aventuras 😂

De hecho del capítulo iba a ser más largo, pero creí que si lo hacía como lo había planeado antes quitaría material para el siguiente cap, así que pues como ven lo corte XD

En fin, ya se encontraron nuestra pareja protagónica *-* ni se imaginan del lío que se viene en el próximo episodio  :v

Por último, tengo una duda que me gustaría que vosotros me ayudaran a responder:

KaiStal y BaekYeon VS KaiBaek

¿Cuál prefieren?

Espero sus opiniones en sus comentarios 💖

Siguiente capítulo: La madre de mi hijo

(Disculpen si hay alguna falta ortográfica, gramatical o demás)


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