La primera vez que DeathMask estuvo con alguien fue con Saga, se había sentido orgulloso de compartir aquella primer experiencia con el gran caballero de Géminis; Saga le insistió a DeathMask mantener aquella relación en secreto. Pues en ese entonces, sus edades eran un poco diferentes y el Griego no quería tener inconvenientes. Fue así como empezó su relación. Obviamente DeathMask desconocía el echo de que Saga dominaba el santuario. A si que cuando se veían Saga le decía que acababa de llegar de una misión.
La primera vez que estuvieron juntos fue en el cumpleaños de Saga. El joven guerrero tenia ahora diez y ocho años. DeathMask le había preparado una sorpresa muy especial, una hermosa cena en la playa. Y fue en esa noche. Entre la arena y las suaves olas del mar que Saga tomo por primera vez al italiano, para los dos aquella experiencia había sido hermosa. Pero al pasar los años el amor de Saga comenzaría a desaparecer. La maldad poco a poco consumía su corazón. Y Ares deseaba tener todo lo que Saga poseía.
Fue así como una tarde en la que el joven guerrero llegaba de una misión se encontró nuevamente con Saga. Ahora sabia la verdad y le seria totalmente fiel. Claro que aun dudaba un poco. Pero Ares lo llamo en la noche, para charlar un poco. Cuando Cáncer llego a las instancias privadas ; la maldad de Saga uso todo los medios para obtener la absoluta devoción de Cáncer.
-Saga...¿ Por que...no me lo dijiste antes?, yo hubiera entendido...- el griego lo besaba una y otra vez- aun te seria leal.
-¿Lo dices en serio?-acaricio los azulados cabellos.
-Si- respondió el menor, esperando a que Saga lo besara de nuevo.
-Que bueno- se inclino tomando sus labios nuevamente. Desando succionar él alma de ese mocoso, que amaba con desenfreno a Saga.
En esas dos ocasiones el corazón de DeathMask le perteneció por completo a saga. Como nunca nadie seria capas de obtenerlo. Pero ahora que los dos jóvenes se habían convertido en adultos, decidieron alejarse. O mas bien Saga decidió que lo mejor para él italiano era no tenerlo cerca.
Su corazón era un torbellino de emociones, lo deseaba, amaba tenerlo entre sus brazos.
Pero había llegado a pensar que eso no seria lo mejor. Deseaba tenerlo a su lado, pero quería que fuera por decisión del Italiano. No por toda esa cuestión de la armadura y el hechizo.
El quería el amor de DeathMask como lo tubo cuando este era niño. Un amor puro...como solo podía darlo los protegidos por la luna.
Por otro lado estaba DeathMask, el no tenia conocimiento de aquel hechizo, amaba a Saga pero ahora...su corazón estaba confuso la influencia de aquellas dos guerreras era molesta.
Jamas había pensado de manera romántica sobre Shura, mucho menos sobre Aioria. Pero ahora...
Imaginaba lo diferente que era cada uno, la extraña relación que podrían tener.
Por un lado le gustaba el temperamento de Aioria, aquel joven era una mezcla perfecta entre orgullo y bondad.
El león exudaba una ternura encantadora, sus ojos verdes como esmeraldas reflejan un alma hermosa. Después de esa noche que compartió con él león, no pudo evitar notar la calidez en su cosmos, como con su energía lo acariciaba sutilmente. Tratando de alcanzar su alma.
Shura...con Shura tenia un poco mas de cercanía, adoraba la voz del décimo custodio. Tan fina y tan fuerte,pero menguante cuando le hablaba. Su carácter era magnifico, orgulloso y un poco insolente; tenían varias cosas en común. Aquel español era sumamente interesante.
Aioria era dulce... Shura mas atrevido.Los ojos de Capricornio eran fríos, rudos...los de Aioria eran alegres. Aioria tenia un olor singular,vainilla o quizás margaritas, Shura por otro lado poseía un aroma embriagador una mezcla de muchas cosas no podía descifrar que.
Y Saga...la imagen del griego llego nuevamente a él. Saga era todo eso combinado. Tierno, atrevido, podía oler a flores, sangre... ese hombre era muchas cosas. Y jamas volvería a amarlo, porque después de esa semana su corazón le pertenecería a Leo o a Capricornio...o en el remoto caso de no decidirse a los dos.
Pero tenia que hacer algo, ver por ultima vez a su primer amor. Aunque le desilusionara que fuera la ultima vez.
No sabia si ingresar o no al tercer templo, podría esperar a que la semana pasara para olvidarse completamente de Saga; pero una parte muy profunda de su corazón deseaba estar con el una ultima vez.
Entro, escuchando como sus pisadas hacia eco en el recito. Un poco mas adelante vio los largos cabellos azules de su amado. Corrió hacia él y lo abrazo por la espalda.
-Death...-susurro Saga, se giro para poder ver al hombre que lo abrazaba.
-Saga...te amo-
-Yo...-no pudo responder a esas palabras, solo tomo el rostro moreno para besarlo. No soportaba mas estar lejos de él.
Levanto al cuarto custodio y este enrosco sus piernas en las caderas de Saga. El de Géminis fue a un lugar mas oculto. Y puso al menor contra la pared.
-Saga...- pronuncio cuando se separaron. Géminis aun lo amaba...
-Tienes que irte-Pronuncio.
-No- el de cabellos cortos negaba con la cabeza- déjame quedarme, déjame estar contigo. Al menos por hoy.
Saga lo medito, si estaba con Cáncer y este no se encontraba desilusionado el hechizo no tendría efecto.
Beso el cuello del moreno, sus manos se enredaron en los cabellos azules-Solo una vez- proclamo el gemelo.
Cáncer sonrió. Una ultima vez era suficiente, los besos y caricias comenzaron de nuevo, el griego comenzó a caminar a su habitación, cuando llegaron cerro la puerta con el pie. Y fue a acomodarse a la cama, las piernas de Cáncer aun rodeaban su cadera.
-Hace tanto que quería esto- confeso el griego cuando la espalda de DeathMask toco el lecho.
-¿Por que no te acercaste?, yo no me abría negado.
Saga pensó en si contarle o no lo de las situaciones, si se lo decía el menor podría pensar que nada entre ellos había sido real, aunque para Saga todo aquello era un sueño; porque Cáncer lograba cautivarlo de una manera extraña.
Solo lo besaba no le diría nada, no arruinaría él momento. Sus manos acariciaban el pecho, retirando lentamente la camisa negra. Beso el torso, y deleitándose con los suaves gemidos de Cáncer comenzó a friccionarse contra el menor.
-Saga...- llamo al mayor con su voz acalorada, llevando sus manos a los cordeles de la camisa del otro, desamarrando la, quítandole la camisa al Griego.
Cuando Saga se inclino para besarlo DeathMask le acaricio la espalda.
-Te amo- el de cabellos cortos esperaba una respuesta, que Géminis dijera que también lo amaba.
Pero el de cabellos largos estaba demasiado ocupado, desnudando al Italiano.
Cáncer comenzó a retorcerse, las caricias de Saga le gustaban mucho. El mayor poso su dedo en la hebilla del cinturón para segundos después quitarle el pantalón rojo.
-Dilo Saga- Cáncer evito que Saga lo despojara de su ropa interior- dime que me amas...
Géminis miro por un segundo al de cabellos azules, le acaricio la mejilla y pronuncio sobre sus labios.
-Te amo Selas.
Las mejillas de Cáncer se tornaron carmesí, su nombre sonaba tan exquisito en labios de Géminis.
Saga siguió su tarea, besando y acariciando a Cáncer... ni Bansshe ni Selene interfirieron si solo era una vez, no tenían que preocuparse.
-Mmm...ahggg...- Selas tenia su mano en la cabeza del mayor, enredando sus morenos dedos en la cabellera de Saga.
-Tu piel sigue siendo tan deliciosa- pronuncio, retirando la ropa interior a Cáncer- mi pequeño Selas.
-Saga...besame, quiero que me beses.
El griego se acerco al moreno, y cuando sus bocas estuvieron cerca paso su lengua por los labios de su amante, para segundos después introducirla en esa dulce boca.
Saga devoraba al Italiano, no podía soportarlo mas, sin romper el beso abrió las piernas del Italiano, metió uno de sus dedos en la entrada del de ojos azules, lo movió ; para minutos después meter otros dos.
-¡Ah!...Saga...ya no puedo...- se retorció cuando aquellos dedos dejaron su organismo. Tomo aire preparándose para recibir a Saga.
El gemelo mayor entro en el despacio, acariciando los cortos cabellos, lo amaba tanto, todo ese tiempo que compartieron juntos...esa sensación era deliciosa, para los dos aquella vez era única.
-Selas...- el mayor jadeaba mientras se movía, solo tendría una vez para compartir con el cangrejo- eres...ere mio. No lo olvides.
-Soy...tuyo- repitió, sin negarlo, sin confirmarlo...solo lo repitió.
Géminis no presto atención al cambio en el aura del cangrejo, esta no seria la primera vez que el cosmos de su amado variaba.
Cuando todo termino, y Cáncer logro tener su ultima vez con Saga. Se levanto dispuesto a abandonar el lecho.
-¿A donde vas?- pregunto el mayor.
-A mi templo...
-Quédate-si solo podrían estar juntos esa vez, deseaba abrazarlo... Saga, siempre temía a si mismo, y ahora sufría por pensar que su amor podría transformarse en obsesión.
Selas dudo por un segundo, pero se quedo, reposo su cabeza en el pecho de Saga... y poco a poco se quedo dormido. Quedaban tan solo cuatro días para que todo terminara.