La burbuja congelada
02. La madre de mi hijo
Sehun siguió la esbelta figura del CEO hacía la sala que había visto al entrar, el castaño lo invito a sentarse y le pregunto si gustaba café, Sehun seguía debatiéndose la edad de su jefe así que solo asintió aunque no estaba cien por ciento consiente de lo que acababa de aceptar. Vio como Junmyeon caminaba a la cocina detrás de la sala y presionaba ciertos botones en la cafetera, el pelinegro pensó que desde donde estaba sentado su jefe se veía aún más pequeño, intento sacar esos pensamientos un tanto extraños de su cabeza, ser pequeño no era malo, de hecho conocía a muchos chicos también bajitos y con un carácter bastante fuerte, Junmyeon no ha de ser diferente a ellos, se veía pequeño y frágil y sus facciones solo acentuaban ese hecho más sin embargo Sehun sabía que para mantener a Empresas Kim en la cima las decisiones deben ser tomadas con sumo detalle y cuidado sin mencionar la tenacidad en los negocios. Junmyeon parecía ser todo eso, al menos si de trabajo se hablase.
— ¿Con leche o sin leche, Sehun- ah? — el nombrado parpadeo varias veces. No quiso parecer un idiota en frente de su nuevo jefe así que solo opto por decir un —Cualquiera está bien para mí— el castaño asintió y se volvió a girar organizando las tazas, supuso el más alto. Suspiro aliviado, por un momento creyó que terminaría arruinando todo más sin embargo Junmyeon se había girado con el termo donde en una etiqueta bastante grande decía “Leche” Sehun solo pudo darle gracias a quien sea la persona que le haya puesto esa bendita etiqueta, gracias a eso no termino como un idiota en frente del CEO de empresas Kim. Cabe resaltar que en todo ese tiempo no lo había dejado de mirar y cuando Junmyeon se giró a preguntarle lo sobresalto por haberle descubierto espiándolo pero al parecer el mayor no se dio cuenta.
Eso estuvo cerca.
Miro al suelo cuando noto que el más bajo ya venía hacía su dirección con una bandeja en donde llevaba dos tazas grandes de color blanco y negro, de manera elegante y delicada el mayor dejo la bandeja de plata en la mesa de cristal y se sentó lentamente en el mueble que estaba enfrente de donde él estaba. Junmyeon puso una tercera taza donde reposaban cubos de azucares, le sonrió al menor y este asintió consternado por la rara atmosfera que a su parecer se estaba formando entre ellos.
Luego de que Sehun solo agregara dos cubitos y el castaño tres… casi cuatro sino fuera que el mayor se arrepintió a último momento, él frunció los labios como dudando al ver el cuarto cubito entre las tenacitas, sacudió la cabeza y devolvió finalmente aquel cubito a la taza en el centro de la mesa suspirando como si hubiera recordado algo. El pelinegro se percató de todo esto al estar espiando al CEO desde su puesto mientras daba pequeños tragos de café y de paso en tanto llevaba la taza a sus labios ocultaba una casi inexistente sonrisa.
Adorable.
Luego de acabar la primera taza, el castaño fue hasta la biblioteca y saco unos cuantos documentos, lo invito a la mesa gigante del principio y se sentaron uno al lado del otro mientras Junmyeon le explicaba lo que necesitaba principalmente, lo que él tenía que hacer y comprender sobre las nuevas inversiones, transacciones y pasantías que se harían para el salto de empresas Kim al mundo internacional y sobre todo al mercado occidental. Sehun estuvo inmerso en los discursos que el CEO recitaba ante lo que quería conseguir con esta expansión, las expectativas, las metas que quería cumplir y sobre todo que el champú que Junmyeon usaba sin duda era de esencia de manzanilla. El cabello del mayor le bailaba sobre la nariz mientras este se inclinaba señalando los puntos más importantes de aquellos informes con su esfero y él solo se quedaba quieto, escuchando todo y nada a la vez porque el olor a manzanilla lo distrae y los cabellos castaños de Junmyeon le provocan cosquillas y hormigueos. Era extraño, pero le gustaba. De alguna manera.
Entre charlas de la empresa, los planes y uno que otro tema trivial, Junmyeon se levantaba constantemente de su asiento, daba vueltas mientras explicaba de una manera bastante expresiva tanto con las manos como con sus gestos faciales. Sehun solo se quedaba en su silla desde que iniciaron con aquellos asuntos, atento a cada uno de los movimientos del mayor así como lo que decía o al menos la mayoría.
El CEO estaba en medio de la oficina con algunos papeles en la mano mientras los agitaba, miraba a Sehun un tanto emocionado contándole sus planes aunque no lo conociera lo suficiente, aunque solo estén hablando del trabajo, Junmyeon sintió que podría hablar de muchas cosas con el más alto a pesar de que no sabía si le estaba prestando atención o si lo maldecía por ser tan hablador, no lo sabía y estaba bien porque en esos instantes solo quería descargar un poco su estrés, si bien no lo hacía del todo, pero algo era ya una ganancia. Se detuvo un momento para respirar y pensar en que más debería decir con respecto al proyecto.
Miro hacia un lado y de la nada todo se empezó a mover, retrocedió un poco y parpadeo unas cuantas veces intentando volver a la normalidad sin embargo no dio resultado, todo seguía tembloroso y de apoco iba empeorando. Sehun se dio cuenta del cambio del mayor al ver como se tambaleaba y parpadeaba repetidas veces, preocupado se acercó lo necesario más no lo suficiente para invadir su espacio personal, por ahora.
— ¿CEO Kim, se encuentra bien? — Pregunto viéndolo de cerca y dándose cuenta de lo pálida que se puso su piel en si ya blanca se había puesto, las ojeras que tenia se acentuaron más y según lo que podía notar a Junmyeon se le dificultaba respirar — No es nada — dijo no muy seguro enderezándose — Solo es el cansancio — sonrió un poco forzado a su parecer. Sehun no dijo nada más, solo se quedó ahí atento a los movimientos del castaño, este suspiro hondamente y luego de acariciar sus cienes miro al pelinegro que lo observaba con un deje de preocupación, desvió la mirada y dudoso decidió hablar por fin.
—Eso es todo por hoy— dijo con una media sonrisa y sintiendo un horrible cansancio carcomiéndole el cuerpo, Sehun asintió no muy convencido tomando los documentos que anteriormente el mayor le había ofrecido para que siguiera con su labor en los detalles sobre las finanzas y demás, observo al castaño de nuevo y le brindo una reverencia acentuando su respeto y agradecimiento a la oportunidad que le había dado.
Sin mucho más que decir solo asintió de nuevo hacía el más bajo y lentamente se dirigió a la puerta gigantesca de madera.
Y hubiera salido sino fuera por el impulso de volver a mirar hacia atrás y contemplar por última vez a quien sería su jefe. Para su horror lo que alcanzo a ver encendió todas sus alarmas, Junmyeon estaba cayendo. En ese instante todo pareció ir más lento, la manera en como caía el castaño, su forma algo rápida de reaccionar, correr hacia él y atraparlo por la cintura evitando que se hiciera daño al tocar el suelo. Por el impulso y la fuerza en la que se abalanzó para atrapar al castaño Sehun termino en el suelo con las rodillas dobladas y en brazos y totalmente inconsciente se encontraba el CEO Kim.
Lo sostuvo en brazos, Junmyeon no se movía. Sehun empezó a entrar en pánico y asustado inclino su cabeza sobre el pecho del castaño comprobando que aun latiera su corazón, pasó uno de sus dedos por debajo de su nariz y sintió la escasa respiración que su jefe ejercía. Los latidos del mayor eran lentos y pausados y en su estado de pánico no supo definir si era algo bueno o no, observo el aspecto del mayor y noto que su piel se había puesto en un tono amarillento y que debajo de sus ojos los dos aros negros se habían acentuado más dándole un aspecto demacrado sin mencionar el color de sus labios que de rosas pasaron a morados, sus mejillas se mostraban blancas y escuálidas. Al estar sujetándolo tan fuertemente sintió unos cuantos espasmos que el cuerpo de Junmyeon provocaba y de su frente se deslizaron gotas de sudor que se sentían frías las cuales se perdieron en las hebras castañas del mayor.
Sehun miraba con atención cada detalle sobre el estado del mayor con miedo, no sabía que le pasaba y corrientes de nervios y pánico lo azotaban, quería salir corriendo para pedir ayuda pero sentía miedo de que si lo dejaba solo algo le pudiera pasar, pensó en gritar por ayuda y así llamar la atención de la secretaria y en ese instante pareció la mejor opción. Lleno sus pulmones de aire y justo cuando iba a lanzar el grito al cielo algo lo detuvo, algo que en ese instante no debería aparecer en su mente ni mucho menos frenar a la acción que era la mejor opción en ese instante.
¿Y si se corría la voz?
Es decir, Junmyeon es el CEO de aquella empresa, alguien famoso, alguien que ha tenido bajas hace poco con su reciente divorcio según JongIn, alguien por el cual la prensa muere por aplastar con sus noticias, alguien importante que el mundo de la farándula sin duda desea ver caer…
Sello sus labios y contuvo la respiración.
¿Qué debería hacer?
De la nada un nuevo sonido inunda la oficina. Sehun se sobresaltó apretando el agarre en la cintura del mayor, giro la cabeza en distintas direcciones buscando el causante del ruido que sigue escuchándose de manera casi frustrante. Por fin al calmarse un poco logra darse cuenta que el ruido proviene de uno de los bolsillos de Junmyeon, lo supo porque sintió la vibración insistentemente, no cabía dudad de que alguien llamaba al CEO y quien sea que fuera la persona lo necesitaba urgente. Sehun dudo pero al final se le ocurrió que la persona que llamara al mayor puede ser alguien cercano y tal vez esa persona pudiera ayudarlo o al menos eso esperaba, rezo internamente porque fuera así.
Lentamente saca el aparato, un IPhone última generación y lee el remitente de la llamada.
¿Lay?
Parpadeaba confundido, ¿Un apodo? Pensó, sea quien sea aquella persona parecía lo suficiente cercana a Junmyeon como para que este lo tuviera agregado con un sobrenombre. Ya esperanzado presiono el aceptar llamada y llevo el teléfono a la oreja.
— ¡Hyung, hasta que me contestas! — Reclamo una voz suave y a la vez juguetona, Sehun se quedó mudo por unos instantes olvidándose de hablar — ¿Hyung? — volvió a escuchar la voz del tal Lay, a la vez que el cuerpo de Junmyeon temblaba, esta vez reacciono.
—Hola…— Se regañó por solo decir eso. Al instante que pronunció dicha frase la voz de la otra line respondió alarmada — ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué haces con el celular de hyung y donde esta él?! — El pelinegro se sintió cohibido por la infinidad de preguntas y el cambio de tono de Lay, su voz dulce se volvió más gruesa y seria. Trago con dificultad —Mi nombre es Sehun y soy el nuevo pasante Y Junmyeon… él se desmayó y tú pareces cercano a él ¿Verdad? — Dijo todo rápido y nervioso sintiendo como la temperatura subía en el castaño — ¡¿Se desmayó?! ¿S-se lastimo en alguna parte? — Tartamudeo al final como con miedo y Sehun se sintió más nervioso —No… y-yo alcance a atraparlo— susurro — ¿En dónde están? — Pregunto la voz — La oficina de Junmyeon— respondió al instante — ¿Puedes tomar el pulso de hyung? — el pelinegro rápidamente recostó suavemente el cuerpo del mayor en el suelo y tomo su mano más no escucho nada así que apoyo su oído contra el pecho del mayor y volvió a sentir los débiles pulsaciones del corazón —Son lentos muy lentos… ¿Él estará bien? — Pregunto casi sin voz — Lo estará, dime Sehun ¿Hay alguien más contigo? ¿Le has alertado a alguien más?
El pelinegro recordó su indecisión y negó ahí mismo como si Lay pudiera verlo hasta que recordó hablar —No, nadie más sabe y solo estoy yo— escucho un suspiro de alivio del otro lado —Bien, escucha, no alertes a nadie más, yo ya voy para allá, no me tardare…—Hizo una pausa — ¿Qué apariencia tiene hyung? —Escucho como Lay lo dijo casi en susurro bastante frágil. Sehun volvió a tragar, ni siquiera él quería describir la forma en como se ve Junmyeon en ese instante —Mal… muy mal. Demacrado— dijo sincero. Sehun escucho una maldición por parte del otro, pudo darse cuenta que Lay estaba nervioso.
—Sehun-ha trata de mantener estable a hyung ¿Si? — Hablo desesperado y la preocupación se le percibía sin mucho esfuerzo —Si empieza a convulsionar o sus latidos bajan llama una ambulancia y me vuelves a llamar ¿Si? — volvió a escuchar —Si— dijo absorto en lo poco común de la situación —Cuida a hyung… por favor— Le suplico y la boca se le seco al pelinegro mientras observaba el cuerpo inmóvil de su jefe, se sintió responsable —Lo hare— y colgó.
Se quedó vigilando los signos vitales del mayor, la palidez de su piel y si tal vez despertara, no se separó en ningún instante de él. Solo era capaz de escuchar sus respiraciones, la nerviosa y frenética que era la suya y lo lenta y pesada que era la de Junmyeon. La oficina se sentía más grande como si fuera un buque sin fin donde el sonido de afuera no llegaba y lo único que existía eran aquellos dos cuerpos inmóviles, uno inconsciente y el otro atento a este.
Y de pronto en aquella oficina ajena a lo que suceda por fuera un sonido nuevo se hacía presente, era como una campana anunciando algo y por primera vez desde que corto la llamada Sehun desvío su vista hacía el fondo encontrándose con que el ascensor privado se abría y de ahí salía un joven de cabellos negros como los suyos, estaba desarreglado y un poco sudado, llevaba una bata larga y blanca y su traje era un tanto elegante y en su mano derecha llevaba un maletín negro.
¿Un médico?
— ¿Lay? — susurro al aire más no recibió respuesta, el pelinegro más bajo llego rápidamente a su lado, saco de su maletín negro el estetoscopio, se acomodó los auriculares y apoyo el diafragma sobre el pecho del mayor mientras miraba su muñeca izquierda calculando el tiempo, lo retiro al instante y de nuevo del maletín saco una linterna y se encargó de examinar los ojos abriendo los parpados de manera delicada e iluminando la iris de cada uno, luego de eso apretó las mejillas abriendo un poco la boca y alumbro su lengua tal vez revisando el color de esta pensó el menor.
Lay guardo todos su implementos de nuevo en la maleta, miro de manera cariñosa el rosto demacrado de Junmyeon y le dirigió la palabra por primera vez desde que entro a la oficina — ¿Sehun- han podrías cargas a hyung y seguirme? — prácticamente le ordeno disfrazándolo de una pregunta cortes, el más alto asintió tomando por la cintura al castaño y el otro brazo se encargó de sujetarle por la espalda y parte de los hombros. El pelinegro más bajo camino veloz hacía el gran escritorio en ele y saco de algunos de sus cajones unas llaves, se dirigió hacía la puerta derecha de las dos que estaban juntas en el despacho, la abrió y le indico que entrara en ella, sin más Sehun hizo caso y entro con Junmyeon en brazos.
Era una habitación un poco más grande que su propio cuarto. Lay descendió la enorme cama que aguardaba en el lado izquierdo, cerró las cortinas evitando que el sol del ventanal traspasara por ellas, coloco una almohada bastante esponjosa en el centro y le dijo al más alto que recostara al castaño sobre esta. Sehun dejo el pequeño cuerpo del mayor en el centro procurando no hacer ningún movimiento brusco para lastimarlo. Cuando se separó del cuerpo del mayor Lay le tomo la temperatura tocando su frente a la vez que con su otra mano se apoyaba en la propia.
— ¿Por qué un sweeter? — dijo molesto arrugando la nariz el pelinegro, Sehun lo miro sin entender y Lay al darse cuenta frunció más el ceño — ¿No te diste cuenta? No hay aire acondicionado— Parpadeo constantemente asombrado al notar el sudor empapar su espalda y parte de sus axilas, en todo el tiempo que estuvo ahí no sintió ni el más mínimo calor, hasta ahora.
—Quítale los zapatos, por favor Sehun-ha— volvió a ordenarle, inmediatamente accedió y le quito el par de zapatos que traía Junmyeon, eran negros y al estilo zueco y bastante brillantes. Cuando se los saco se encontró con una media de un color y la otra de otro, le causo gracia más no dijo nada, levanto vista y vio como Lay le quita el sweeter blanco al mayor dejándolo en una camisilla que al parecer el castaño tenía debajo. Lo acomodo bien en la cama, toco sus mejillas y volvió a checar su ritmo cardiaco, salió por la puerta dejándolo solo por unos tres minutos cuando volvió con un paño húmedo el cual coloco sobre la frente de Junmyeon y finalmente lo arropo con una sábana lo suficiente delgada para no sofocarlo pero lo estrictamente gruesa para ofrecerle calor.
Lay suspiro mientras veía al castaño en ese estado, su mirada parecía perdida e inundada en preocupación, Sehun no supo que más debería hacer, no sabía que más pintaba ahí, quería irse pero al mismo tiempo deseaba saber el estado de su jefe, tenía curiosidad y al mismo tiempo un deje de preocupación.
Solo pasaron unos segundos hasta que Lay por fin le mira a la cara, le ofrece un asentimiento y una señal de que salieran afuera de la habitación, el más alto no protesta más sin embargo le da una última ojeada al cuerpo durmiente del castaño. Ya afuera Lay cierra la puerta más no le deja seguro, camina al centro de la oficina y ambas manos reposan en sus caderas mientras analizaba todo el lugar, el menor volvió a sentirse fuera de lugar, miro sus zapatos luego sus manos e iba a seguir con el recorrido hasta que la voz del de la bata lo interrumpe —Sehun-ah… ¿Junmyeon hyung se veía muy demacrado desde que entraste en la oficina? — pregunto mirándolo expectante, el nombrado parpadeo unos segundos y luego recapitulo toda la reunión.
Negó — Él solo tenía una apariencia cansada y estaba bastante animado mientras hablaba sobre los proyectos, pero de un momento a otro se tambaleo y cuando menos lo esperaba se desvaneció — le conto sincero jugando con sus manos y viendo a cualquier parte menos a Lay, sentía que estaba siendo regañado de alguna manera aunque pareciera estúpido ya que no había hecho nada malo ¿Cierto?
—Entiendo— susurro el mayor mordiéndose las uñas débilmente y paseaba de nuevo por la oficina hasta que se detuvo de nuevo y se quedó viendo fijo la mesita de cristal de la sala — ¿Café? ¿Tomaron café? — dijo de repente asustado confundiendo más al menor —Si ¿Por qué? — Respondió veloz esperando una explicación o algo — ¿Cuántas tasas se tomó él? — siguió preguntando. Sehun hizo memoria recordando a su jefe ir venir a la expendedora de café con la taza de nuevo llena —Cinco tasas— contesto con la mirada perdida.
Lay abrió los ojos y su cara se deformo en una de horror — ¡Ese idiota! ¡Lo primero que le digo y es lo primero que hace, estúpido, estúpido, hyung estúpido!— ruje totalmente enojado agarrándose los cabellos y pisoteando el piso como si fuera una marcha, era un berrinche y Sehun se asustó por la reacción violenta de este, lo miro como si fuera un extraterrestre a la vez que miles de preguntas se acumulaban en su cabeza
— ¿El CEO no puede tomar café? — le pregunto curioso y perdido al tiempo, Lay ni se inmuta y sigue en su berrinche más sin embargo le responde aun con las manos jalándose los negros cabellos de su cabeza — ¡No, no puede! — Grito un poco —Tal vez una tasa pequeña— bajo la voz al darse cuenta de su imprudente respuesta —Pero por salud y por su bien no debería tomarlo — siguió diciendo y muchos otros insultos más que entendió y otros tantos que sin duda estaban en otro idioma. ¿Sera un extranjero? Pensó Sehun atento a todo lo que saliera de la boca del pelinegro.
— ¿Eres medico? — Sehun se regañó al darse cuenta lo grosero que sonó su pregunta y más sin usar los honoríficos con para el mayor. Lay dejo de maltratar su cabello y bajo las manos dejando sus hebras totalmente desordenadas —Si y dentro de unos años doctor— Dijo orgulloso con una media sonrisa mostrando por primera vez su hoyuelo en su mejilla izquierda, Sehun asintió comprendiendo un poco más la rara situación.
—No nos hemos presentado correctamente ¿Cierto Sehun- ah? — Hablo posicionándose en frente del más alto — Soy Zhang Yixing, soy médico y conozco a Junmyeon hyung desde la universidad — dijo extendiendo su mano a su persona, el más alto no lo pensó mucho y la acepto —Oh Sehun, finanzas y hoy fue la primera vez que hable con el CEO— dijo dudoso lo último mientras entrecerraba los ojos, Yixing se echó a reír por los gestos casi imperceptibles que el alto dejo notar.
—Así que lo tuyo son los numero— afirmo juguetón aun con la sonrisa en los labios —Se puede decir— dijo un poco serio después de todo eran extraños o algo así, la situación no era la adecuada y quería irse, se sentía inútil.
—A mí nunca me gustaron los números — dijo con una mueca divertida — Sin duda le agradas o le agradaras a Junmyeon hyung, él ama hablar de todos esos temas — siguió Lay alegre y ajeno a lo incomodo que el menor se sentía en ese instante. Sehun solo asintió recordando lo emocionado que estaba el castaño al explicarle cada una de las gráficas y los porcentajes sobre el éxito del proyecto y la expansión, quiso sonreír pero decidió guardarse ese gesto para sí mismo.
Sehun volvió a sentir que sobraba en esa sala y que si se quedaba más ahí sería una especie de pregunta muda sobre la salud del CEO hacía el médico y en verdad no quería parecer metiche.
—Entonces yo… me iré — dijo suave arreglando su traje y buscando los papeles que había dejado tirado por ahí al ir corriendo por el castaño. Yixing miro confundido al menor, pero no dijo nada, se quedó viendo los movimientos del pelinegro, pensó unas cuantas cosas mientras lo seguía inspeccionando y evaluaba cada paso que daba, mordió su labio ¿Estaría bien pedir lo que tenía en mente?
Sehun ya caminaba hacía la salida por segunda vez y lo hacía con más velocidad, quería salir de ahí, sentía que se sofocaba y que todo lo que había pasado en esas horas fueron de película. Y el pelinegro hubiera realizado su cometido sino fuera por la voz de Lay quien lo detuvo —Sehun-ah…— dijo fuerte de una manera que no supo definir y el nombrado dejo de caminar y entendió de alguna manera aquel silenció, tenía una idea de que pasaba por la mente del mayor o eso creyó.
—No diré nada. Hare como si no hubiera pasado nada y no hablare de esto con el CEO. Si es eso lo que le preocupa — dijo seguro viendo directamente a los ojos de Yixing mostrándole su sinceridad, el mayor le sonrió agradecido —Es muy amable de tu parte Sehun- ah— dijo conmovido — Pero no quería hablar de eso — Lay lo miro con más intensidad y Sehun se sintió frustrado.
¿Ahora qué?
— ¿De qué quieres hablar, hyung? — Sehun uso por primera vez el honorifico en toda la tarde con el mayor y solo lo hizo porque en verdad estaba empezando a exasperarse, quería salir de ahí y olvidar todo, el miedo, el horror, la incertidumbre y la preocupación.
—Quiero pedirte un favor, está en tu decisión aceptar o no — hablo el pelinegro con las manos guardadas en los bolsillos de la bata que traía. Sehun se debatió en mandarlo a la mierda y salir de ahí de una vez por todas, pero la cara de seriedad y suplica que le mandaba Yixing más el hecho de que podría ser despedido al siguiente día lo detuvieron y solo asintió. El mayor lo invito a sentarse en los muebles de cuero y el más alto simplemente lo hizo ya de una manera más familiarizada.
—Te ofrecería café, pero creo que ya fue suficiente cafeína por este día ¿No? — Dijo divertido el mayor mientras retiraba las tazas de café y el de azúcar dejándolas en el mesón al lado de la expendedora. Sehun solo sonrió de manera cortes y trago saliva agotado —No quiero sonar irrespetuoso hyung, pero me gustaría ir al grano… yo tengo muchas cosas en la cabeza ahora— fue sincero con el mayor y le hablo sin pelos en la lengua, Lay no se sintió ofendido y sonrió de lado —No te preocupes Sehun- ah yo comprendo— dio por respuesta.
—Es sobre la salud de Junmyeon hyung— Dijo serio de la nada. Sehun levanto la mirada y lo vio a los ojos, el tema era delicado. Se mordió el labio, un sinfín de emociones lo invadieron, él no era nadie para saber sobre ese tipo de temas y el hecho de que el mayor fuera quien iniciara con ese tema hacía encender todas sus alarmas, lo que sea que viniera después no sería de su agrado.
—Escucha Sehun-ah, no te obligare a que aceptes, pero igual ciento que no pierdo nada con preguntarte— siguió Yixing, aumentado la tensión en la oficina y enterrando más el mal presentimiento que el pelinegro tenía con respecto a la petición. — Junmyeon hyung siempre fue algo delicado en salud debido ciertos descuidos más sin embargo los síntomas que ha estado teniendo van a otro nivel — Sehun apretó el amarre entre sus manos —Hyung ha tenido en estos últimos meses noticias muy desgarradoras que ha afianzado su estado vulnerable orillándolo a una decisión bastante riesgosa y complicada —siguió y el pelinegro inmediatamente recordó aquel comentario de Kai “El reciente divorcio del CEO”
—Necesito a alguien que cuide de él, que este pendiente de sus acciones, lo que necesite, de que no se esfuerce tanto y descanse, cumpla sus caprichos alimenticios… y muchas otras cosas más — dijo Lay mientras enumeraba las necesidades que traía en sus dedos, Sehun levanto una ceja — Sé en lo que estás pensando Sehun- ah, dirás que qué pasa conmigo o las personas cercanas a hyung ¿Verdad? — El nombrado solo bajo la mirada ya que prácticamente le leyó la mente. Yixing sonrió con pesar —Yo estoy a cargo del hospital y por más que quiera no puedo dejarlo al menos sin levantar sospechas, ya sabes, la prensa. Los allegados a hyung no pueden porque están muy ocupados como yo además… no se encuentran en el país…— explico — Y de paso esto solo lo sabemos los dos…— Esto último lo dijo en un murmullo que el menor no alcanzo a escuchar.
El menor miro el suelo y luego la levanto topándose con la mirada suplicante del mayor, quiso ceder más tenía muchas dudas que quería resolver antes de tomar una decisión —Entonces… ¿Quieres que cuide del CEO no? — recito suave su propuesta, Lay asintió — ¿Por qué? Tal vez yo no merezca esta información, pero para pedirme un favor así a un completo desconocido… ¿Qué tiene el CEO? ¿Es muy grave como para que estés buscando a alguien para vigilarlo? — expreso todas las cartas sobre la mesa.
Lay se mordió el interior de la mejilla debatiéndose en decirle o no. No quería revelar tal información, pero si quería que Suho avanzara de buena manera en su estado actual necesitaba a alguien que lo monitoree ya que conoce al castaño lo suficiente como para saber que este no se cuidaría en lo más mínimo
—Hyung está en embarazo — revelo.
¿Cómo?
Sehun abrió los ojos impactado, la saliva se le seco y la impresión lo congelo. El mayor parpadeo como queriendo evitar llorar, se froto el rostro con sus manos y reprodujo sonidos de frustración —Entenderé sino quieres aceptar, enserio, pero no tengo más opciones. No puedo darme el lujo de contratar a cualquiera, Junmyeon es una figura pública y cualquier persona puede revelar información clasificada como esta. Podría llevar a la ruina a Hyung y de paso herirlo— Yixing se alboroto más el cabello y se mordió fuertemente el labio, no miro a Sehun a la cara, solo se mantuvo viendo el suelo moviendo la rodilla violentamente.
— ¿Sabes? Cuando Junmyeon me dijo que estaba en cinta me sonrió sinceramente, de esas que ya se habían perdido en los últimos meses por las turbulencias de su fallido matrimonio. Todo me pareció una locura, pero solo me quedo apoyarlo porque siento que ese bebe que lleva en el vientre es la única luz que alumbrara la oscuridad en la cual Junmyeon se sumergió— Lay apretó los puños y siguió viendo el suelo —Él se ve muy feliz y por esa razón yo quiero que todo salga bien… p-por eso necesito que alguien cuide de él, hyung es una bomba de emociones negativas y tengo miedo que llegue a estallar y esta vez no pueda detenerlo... Tengo miedo de que por esos problemas pierda él bebe y que con su partida se lleve la felicidad de Junmyeon— Sin quererlo las cuencas del mayor se inundaron de lágrimas y pronto empezó a llorar. Yixing sentía tanto miedo.
—P-por eso y-yo… Sehun- ah y-yo…
—Está bien. Yo… cuidare de Junmyeon hyung
Sehun supo que al terminar de pronunciar esas palabras se arrepentiría… y lo hizo.
¿En qué mierda me metí?
💧
Cuando Sehun entro a su auto se desplomo. Apoyo ruidosamente sus brazos en el volante y choco su frente contra el claxon provocando el maldito pitido acentuando más su dolor de cabeza. ¿Qué acaba de hacer? ¿Por qué carajos acepto? ¡¿En que estaba pensando, maldita sea?!
Sentía un miedo horrible en esos instantes, prácticamente estaba cometiendo suicidio, digo, no es que cuidar d Junmyeon sea complicado (O tal vez sí) el punto era que un descuido o si cualquier cosa le pasara al CEO y a su hijo sin lugar a dudas él terminaría en la cárcel y ¡Joder! Él era demasiado joven para ir a juicio y podrirse en la cárcel, no y no, él no quería eso para su futuro. Si bien su nuevo puesto en la empresa le abría nuevas puertas para cumplir todas sus metas y saldar sus deudas también, ahora le acababa de poner un “Alto” a esas metas y se había convertido en advertencias a lo que significaba el más mínimo error suyo.
Agarro su cabeza con sus manos y con fuerza empezó a frotarlas por toda su extensión, desorganizo sus cabellos negros y lastimo un poco su cara con alguna uña mal cortada. Sacudió sus largas piernas en el reducido espacio de los pedales y como si fuera poco forcejeo consigo mismo y de sus labios se escapaban quejidos de frustración acumulada. Cuando dejo de hacer un pequeño escandalo dentro de su auto dejo escapar un suspiro derrotado y cansino, Yixing le había dicho que mañana mismo le entregaba el contrato para revisarlo, cambiar cosas o agregar otras y finalmente firmarlo para un trato justo y respaldado con la parte escrita.
Quería regresar y decirle a Lay que no iba hacerlo, que le parecía mucha responsabilidad para que alguien extraño como él la tomara, que tenía miedo de cometer errores y terminar lastimando a las dos vidas que estarían a su cargo, que estaba inseguro e impactado por todos los eventos vividos en tan pocas horas, que estaba preocupado por la salud de Junmyeon hyung y temía que él no fuera la persona adecuada para ayudarlo no solo en las gestiones sino también en su embarazo. Se mordió el labio al recordar aquella razón por el cual él era perfecto para cuidar al castaño.
—Pero… ¿Por qué yo? ¿Por qué de todas las personas yo? Ni siquiera me conoces, no sabes quién soy, de donde soy o cuales son mis intenciones. Soy una persona totalmente extraña a él, a ti y a este mundo, ¿Cómo sabes que no los apuñalare por la espalda? ¿Cómo sabes que no hare que este secreto salga a la luz? ¿Cómo sabes que soy el indicado…? ¿Al menos ya has evaluado a alguien más? — Sehun luego de pensar en lo que acaba de aceptar estallo en inseguridades y miedo ante todo, quería saber lo que hizo a Yixing convencer en que fuera él.
¿O tal vez…? Lay también se esté arrepintiendo por a verle pedido aquel favor y contarle sobre la vida que se está formando en el vientre de Junmyeon.
Yixing lo miraba de manera profunda de tal modo que el menor se sintió tan pequeño y cohibido, incluso sintió sus piernas temblar… ¿Se habría arrepentido? Lay le sonrió de manera triste como recordando cosas del pasado, levanto sus manos y las acomodo dentro de los bolsillos de su bata, desvía la mirada, suspira y finalmente vuelve verlo a los ojos e incluso esta vez de forma más profunda, era intimidante —No he visto a muchas personas y las que he visto no eran adecuadas— Sehun quiso gritarle un ¿Y cómo sabes que yo lo soy? — Te escogí a ti porque me recuerdas a él… a Junmyeon— ¿Qué?
Sehun parpadeo y estaba listo a volverlo a atascar con preguntas y las miles de razones por las cuales no debía elegirlo a él, que estaba cometiendo un error y que tal vez más adelante se arrepentiría, quería abrirle los ojos. Joder.
—Tienes muchas en común con hyung, Sehun-ah y eso hace que te parezcas a él.
¿Él se parecía a Junmyeon? ¿En qué sentido? Ambos eran de mundos totalmente distintos, Sehun estaba seguro que la única similitud que tenía con el CEO era su pasión por su trabajo.
Volvió a patalear como un niño pequeño y luego pensó en la información dada, Junmyeon estaba en embarazo ¡EMBARAZO! ¡¿No se suponía sé que acababa de divorciar?! ¿Qué significaba esto? ¿Cuál era el sentido? Sehun maltrato su cabello una vez más y luego una idea loca cruzo por su cabeza ¡¿Y si la razón del divorció fue ese embarazo?! ¿Y Si la mujer del castaño se enteró de dicho dato y de inmediato entrego los papeles? Ahora que lo pensaba era bastante extraño todo, es decir Junmyeon era un doncel en primer lugar y según sabía dicha información siempre se tiene en cuenta en los perfiles de las personas, en los medio nunca mencionan ese hecho sobre el CEO… ¡¿Acaso ese es el secreto que no quieren que salga a la luz?! El hecho que Junmyeon sea un doncel y que este en cinta y lo peor de todo; fuera de su matrimonio. Aquello era ya un insulto para las costumbres ahí en Corea.
Eso significaría la caída de empresas Kim. Trago grueso, era demasiado que digerir, joder, el CEO estaba en embarazo de alguien más, bueno, no es como si su esposa pudiera embarazarlo… el punto es que siguiendo las cuestionamientos era un poco palpable el hecho de que el castaño le fue infiel a su esposa y de ahí llego aquella sorpresa ¡Santa mierda que tan grave podría ser eso! ¡Qué tanto escándalo la prensa pondría en ello al enterarse! Empezó a sudar frío, esto no le gustaba nada.
Pero si Junmyeon le fue infiel a su esposa lo más normal no fuera que el padre de ese bebe respondiera por él ¿No? Si ese tipo lo hiciera Yixing no estaría pidiéndole a él que cuidara del castaño en su estado ¿Verdad? ¿Quién era ese tipo como para no responder por él bebe? Más importante aún ¡Cómo no se le paso por la cabeza que el CEO era un doncel!
¡Era algo bastante obvio ahora que analizaba toda la situación! Junmyeon es bajo, su complexión es delgada, sus facciones demasiado estilizadas y finas, y que decir de su pequeña cintura… ¡Bueno ya! El castaño en si se le notaba a leguas que era un doncel ¿Entonces como la prensa no lo nota? Sehun se mordió las uñas nervioso y siguió armando conjeturas sobre el estado de su jefe. Tal vez la prensa sospeche pero hay certificados médicos que nieguen sobre su condición como doncel, fue lo único que se le ocurrió y tuvo más sentido en su mente, rayos siendo alguien con poder podría hacer lo que sea.
Suspiro cansado y se dio cuenta que el tipo que no quiere responder por ese bebe era un bastardo, es decir, incluso él que dono esperma solo por conseguir dinero al enterarse que fue usada se esmera en encontrar a la persona que la uso para responder por ese bebe así sea de manera indirecta… esperen un momento la única persona que sabía sobre embarazo del mayor es Yixing quien fue quien le pidió a él que cuidara a Junmyeon de manera suplicante y de paso le conto sobre las complicaciones en los horarios de su trabajo y la prensa ¿Yixing era el padre? La cabeza le dio vueltas y los recuerdos le llegaron a la mente, la manera en como el castaño tiene agendado al pelinegro en su teléfono ¿Eso no sería un apodo cariñoso? La forma es como le contesto y la preocupación que fue palpable en el momento de contarle lo que había pasado y ese “Se lastimo en alguna parte”… sin lugar a dudas se refería al vientre de Junmyeon. Cuando llego Zhang como loco e hizo todo lo posible para mantener estable y bajar la fiebre al mayor… la forma en como miraba su rostro y sobre todo la familiaridad y confianza con la que le saco el sweeter ¡¿O dios cómo no lo había notado?!
No era que el padre de ese bebe fuera un desgraciado y no quisiera cuidarlo, era que Yixing no podía cuidarlo desde el hospital y siendo el mayor un médico y como él mismo le había dicho “Amigo de Junmyeon hyung desde la universidad” sin duda conoce lo suficiente bien al mayor como para saber los riesgos de su embarazo y por eso… por eso estaba buscando ayuda y ahí.
Ahí entraba él.
Se recostó en el volante de nuevo, apretó los labios y mantuvo el ceño fruncido, quería gritar y quebrar todo lo que se encuentre en su camino, tenía unas enormes ganas de destruir las cosas con sus propias manos y luego lamentarse en un rincón mientras murmuraba lo miserable que era, estaba tan frustrado y preocupado. Lanzo un par de alaridos y decidió buscar su teléfono en los bolsillos de su saco de trabajo, tenía que olvidarse de todo ese rollo por un momento, olvidar las conclusiones que ha sacado que por más que pensaba que era una locura, entre más lo pensaba, más le parecía lo más razonable y coherente, estaba tan jodido.
Cuando por fin lo encontró lo saco y espero a que se prendiera ya que antes de entrar a la reunión con el CEO apago el aparato. La pantalla se prendió y pudo apreciar la hora con números grandes y abrió los ojos con asombro.
Las 9:46 pm.
¿Maldición todo ese tiempo estuvo allá metido? Su estómago empezó a rugir y eso le hizo recordar que no había ingerido ningún alimento desde la tasa de café que el mayor le había ofrecido antes de la pesadilla. Volvió a suspirar y viendo con un solo ojo se percató de los cientos de mensajes que tenía en su Kakaotalk, de las llamadas perdidas y quizás otros mensajes de voz, supuso que todos eran de JongIn ya que era el único que podría ser tan malditamente acosador con su persona, era peor que una madre o eso suponía ya que Kai siempre decía que la señora Kim era muy insistente en sus tiempos de salidas y fiestas a altas horas de la noche.
Decidió ignorar los mensajes y pasar a las llamadas encontrándose en efecto con puras llamadas de su moreno amigo e incluso se encontró con dos de Chanyeol, de seguro el mayor estaba insoportable porque no atendía sus llamadas y descargo su ira con el más alto. Sintió pena por el orejón. Noto también que había unos cuantos mensajes de voz y estando tan cansado solo se puso a escucharlos riéndose de vez en cuando escuchando la supuesta voz del moreno amenazándolo desde el otro lado, solo se lo imaginaba haciendo un puchero exagerado mientras hacía crujir su mandíbula.
Uno a uno iba escuchando y borrando para no llenar la memoria, al menos su alboroto al estilo novia celosa le saco una sonrisa y lo relajo un poco. Luego de pasar unos diez mensajes de voz se encontró con que el último era de Krystal lo cual era bastante extraño.
Sehun si escuchas esto… — Ella suspiro, algo iba mal— Tengo los documentos, tenemos… tenemos que hablar. Te espero en tu apartamento a las nueve de la noche.
Se le escapo el aire y se tensó ¿Tan rápido? Ella le había dicho que lo conseguiría para el viernes ¡Y apenas era martes! Lo que le faltaba, ahora no solo tendría que lidiar con los problemas de la “Empresa” sino también… con los de su propia sangre. Froto su cara de nuevo con sus manos e intento calmarse, no quería terminar teniendo un accidente por su estado de frustración. Luego de unos segundos prendió el auto y antes de ir en marcha su celular vibro, lo estaban llamando, era JongIn.
— ¿Dónde estás? — le pregunto ansioso, Sehun supuso que ya debe de haberse encontrado con Krystal y que lo más probable es que estén en su apartamento con el informe y que tal vez el moreno ya sepa quién era la mujer.
—Voy en camino— Y corto.
El corazón se le contrajo, Sehun no pensó que iba a conocer la identidad de la madre de su hijo… al menos no tan pronto.