Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: SasuxNaru y otras
Aclaraciones: Se que ya hay un Fic basado en la sirenita, pero me dieron ganas de hacerlo (nnU) además de que quiero terminar este Fic que originalmente era de YYH y que para ser sincera ya no me inspira para terminarlo, los diálogos de Naruto desde el capitulo 2 serán entre "" al no poder hablar.
Advertencia: Contiene Lemon, un poco de Hetero, Travestismo, UA (Universo alterno), entre otros.
Beta: Yue
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Capitulo 12.- ¿La muerte de un hijo del mar? x La venganza de los Dioses parte I
El joven príncipe se dirigió a la sala del trono, tan pronto hubo desembarcado, era cierto que le había prometido a su madre el casarse con esa princesa y como toda promesa hecha por alguien de la realeza, debía cumplirla pues estaba en juego su honor, pero en ese momento su honor le importaba un bledo, pues el amor que sentía por aquella hermosa criatura era, incluso más grande que su orgullo y eso, ya era decir mucho viniendo de alguien como Sasuke.
¿Qué importaba que ambos fueran hombres? ¿Qué importaba lo que el mundo pensara de su relación? Todos podrían irse al carajo, no le importaba, mientras él, Naruto, estuviera siempre a su lado, ¿Qué más podría desear teniéndolo a su lado? Era cierto que el rubio no pertenecía a la realeza pero eso no le interesaba, se había enamorado de sus ojos, de su personalidad, tierna y dulce, no de una corona o finas telas, lo amaba por quien era y si debía enfrentarse a su padre para conseguir estar al lado de Naruto lo haría sin chistar.
Entro a la sala del trono sin siquiera tocar la puerta, mirando enojado a quien se encontraba sentado en el majestuoso trono.
-Tengo que hablar contigo -dijo Sasuke mirando a la imponente figura que se encontraba sentada en el trono.
-¡¿Qué forma de entrar es esa Sasuke?! -exclamó molesto el rey.
-No me vengas con eso anciano -gruñó el azabache.
Su padre dijo algo entre dientes y le dedicó una mirada asesina a su hijo.
-¿De qué quieres hablar? -le preguntó recuperando la compostura -Y mas vale que sea importante.
-De ese estúpido matrimonio.
-Tu matrimonio no es estúpido, es tu deber como príncipe.
-¡Ni siquiera pediste mi opinión! -le reprocho molesto.
El rey miró a su hijo unos segundos antes de hablar nuevamente.
-Créeme que me hubiese gustado comprometerte con una mujer que se pareciera al capitán Diethel en vez de con esa princesa -dijo para sorpresa de Sasuke.
Esto tomó por sorpresa al azabache, ¿Acaso su padre sabía que su "amigo" era una mujer?, sacudió la cabeza, no importaba eso por el momento.
-Estoy... enamorado -confesó finalmente Sasuke.
-¿De quién? -preguntó el rey acercándose a su hijo -¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-Hace poco que me enamoré de él -confesó desviando la mirada para que su padre no viese su sonrojo.
-¿Él? -repitió -Sasuke, ¿Te enamoraste del capitán Diethel? -le pregunto perturbadoramente tranquilo
-No. Su nombre es... Naruto...
El rey se había quedado sin habla, jamás había visto a su hijo comportarse de esa manera, tan lejano a su comportamiento de niño malcriado y caprichoso.
-Lo siento mucho hijo -le dijo el rey -Pero a estas alturas tu matrimonio es inminente.
Sasuke lo miró de forma asesina, dio media vuelta y se fue azotando la puerta.
El rey suspiró con resignación, no entendía el porque el capitán Diethel no había sido el primero en ir a verle, como era costumbre, por alguna razón, los recuerdos del ayer vinieron a su mente.
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-¿Me mandó a llamar majestad? -preguntó el rubio.
-Si capitán Diethel -dijo el rey -Como sabe mi hijo pronto cumplirá 20 años y como corresponde a su linaje real deberá contraer matrimonio.
La mirada de la rubia se volvió extraña, como una mezcla de tristeza, dolor... ¿Celos?, por lo que, por alguna razón el rey se sintió obligado a decirle palabras de ¿Consuelo?
-Capitán -comenzó a hablar el rey -Usted es uno de mis mejores soldados y el hombre de más confianza que tengo -dijo -Usted sin duda es el mas cercano a mí, no solo por ser el consejero y único amigo de mi hijo...
-Agradezco sus palabras majestad -dijo la rubia interrumpiendo a su rey -Sin embargo, no comprendo, ¿Por qué me dice todo esto?
-Solo sentí la necesidad de decirlo -dijo el hombre -Créame capitán que si usted fuera una mujer, la consideraría por encima de cualquier princesa o por cualquier miembro de la aristocracia para convertirse en la esposa de cualquiera de mis dos hijos.
"Él" rubio se quedo sin habla, ¿acaso el rey le estaba jugando una broma?
-Pero su majestad -habló el rubio -Aunque fuese una mujer no sería digna de sus hijos, puesto que ellos son de sangre noble y yo...
-Muchas veces los grandes reyes nacen entre los mas humildes -dijo mientras colocaba una mano en uno de los hombros de la rubia -Y yo creo que usted sería una gran reina, poderosa, justa y regia.
-Es una pena que no lo sea -dijo mientras miraba al hombre de una manera que este no pudo descifrar.
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El rey suspiró, por alguna razón, aquellos recuerdos le daban melancolía y le preocupaban como si temiera algo, pero no sabia que, sus pensamientos fueron intrépidos cuando la puerta se abrió nuevamente dejando entrar al capitán Eduard.
-Capitán Tanos... -dijo el gobernante -Me da gusto verlo, dígame, ¿Dónde esta el capitán Diethel?
La mirada del hombre se volvió triste y vidriosa a causa de las lágrimas.
-¿Sucede algo?
-Majestad... yo...
-Capitán Tanos, por el amor a los dioses, ¿Qué sucede?
-Liam... él o mejor dicho, ella... -el pobre hombre no sabía como explicar lo que había sucedido, las palabras simplemente se quedaban atrapadas en su garganta negándose a salir o siquiera permitirle respirar sin sentir una presión que lo ahogaba.
-¿Ella?, explícate de una vez -le exigió el hombre comenzando a perder la paciencia.
-Vera, Liam... en realidad era mujer.... su verdadero nombre es Liney...
-Entonces... mi mejor hombre y persona de confianza... una mujer -dijo muy sorprendido mientras se dejaba caer en su trono
-Así es majestad.
-Pero... ¿Como lo supo?
-El consejero de la princesa Karin la descubrió cuando.... intentó asesinarla.
-Pero... ¿Por qué? -el hombre le dedicó una sonrisa melancólica a su rey.
-A veces el amor nos ciega a tal punto que nos hace hacer locuras -comento sonriendo melancólico.
-Liam... "enamorado" de mi hijo -dijo sin poder salir de su asombro.
-Ella sabía lo que el príncipe sentía por alguien...
-Por Naruto... Sasuke me lo confesó...
-¿Qué piensa hacer majestad?
-Nada.
-Pero la princesa va a exigir.
-Ella no puede exigirme nada -declaró -Puesto que la... Traidora a muerto, ¿No es así? -dijo con suma tristeza pues a pesar de todo la ojigris había sido alguien muy querida no solo por Sasuke, también por el rey.
-Si majestad -respondió derramando algunas lágrimas traicioneras.
-Entonces el asunto está cerrado -El marino asintió con la cabeza y dio media vuelta para irse.
-Capitán... -lo llamo Fugaku en tono tranquilo.
-¿Si mi señor?
-No quiero que la memoria de Liam Diethel se manche con este incidente -le dijo en tono serio -Quiero que todos sepan que el capitán Diethel fue un gran soldado que dio su vida por proteger la felicidad de su príncipe por sobre cualquier cosa.
El hombre sonrió ante esto.
-Así será majestad -sonrió el hombre agradecido con la benevolencia del rey.
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Sasuke se dirigió a su habitación, hecho una furia, pues el esperaba poder convencer a su padre para evitar esa ridícula boda, pero para su desgracia, sin éxito.
Entró a su habitación, azotando la puerta.
-¿Estamos de males? -dijo una voz conocida para Sasuke
El joven príncipe miró en dirección a su cama, abriendo los ojos al máximo a causa de la sorpresa que le dio el reconocer a la figura sentada en la cama
-Li... Liney...
-¿Qué pasa? -le preguntó mirándolo con curiosidad -Estas pálido.
-Li.... -Sasuke se había quedado sin habla a causa del shock y no era para menos, después de todo la mujer frente a sus ojos era la misma que había visto morir solo pocos días atrás.
-¿Qué pasa? -le preguntó nuevamente la rubia -Te vez como alguien que ha visto un fantasma.
-¡Pues claro que si baka! -le gritó ya recuperado del shock que le había causado tal impresión -Yo... Te vi morir -dijo bajando la mirada.
La rubia lo miró entre sorprendida y asustada, tanto así que comenzó a tocar su rostro y posteriormente su cuerpo.
-Pues yo me siento muy viva -le dijo con una sonrisa -Tal vez lo soñaste.
Sasuke no dijo nada, solo se mantuvo en esa posición, con la mirada baja y cubierta por su cabello, en un intento de ocultar su tristeza.
-Sasuke... -llamó la rubia -Se que fuiste a ver a tu padre y yo... lo siento -dijo al darse cuenta de que, con sus palabras entristecía a su amigo.
-No es tu culpa...
-Si lo es... si yo... Gomen nasai -dijo derramando una lágrima que cayó al suelo convirtiéndose en una perla al tiempo que ella desaparecía ante los atónitos ojos de Sasuke.
¿Había sido un fantasma? ¿Una aparición?... ¿O simplemente había sido solo producto de su imaginación, eso debe haber sido, su mente jugándole una cruel jugarreta haciéndole cree que su amiga aun estaba ahí, con el, para ayudarlo como siempre, suspiro.
Se sentó en su cama y ahí fue cuando la vio, la perla que era la lagrima que Liney había derramado, gris como sus ojos.
-Liney... Esta vez seré yo quien resuelva mis propios problemas -dijo con seguridad mientras apretaba la mano donde tenía la hermosa joya.
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Los mares parecían cada vez mas enfurecidos, no solo por las terribles tormentas y olas gigantescas que acababan con todo a su paso, por si eso no fuera suficiente, también las bestias marinas, aquellas que servían al rey y dios de los mares, habían comenzado a atacar a cualquier desafortunado que cayera en sus fauces y para agregar mas desolación al mundo, las coseches y caza habían comenzado a escasear, agregando también, a la lisa de catástrofes, inundaciones, terremotos, volcanes en erupción, sequías y plagas de todo tipo. Era como si los dioses estuviesen enfurecidos por alguna razón que el entendimiento humano no alcanzaba a comprender.
Incluso en la isla en la que se encontraba el más joven de los hijos del mar se había comenzado a sentir las consecuencias de la furia de los dioses, aunque claro, esto sólo se manifestaba con pechas lluvias algo demasiado sutil para ser considerado castigo de los dioses.
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Lina, la bruja de los mares miró al cielo, que estaba totalmente cubierto por gruesas nubes negras, de repente, un relámpago partió la negrura del cielo, por unos instantes, iluminando parcialmente el cielo, lo que hizo sonreír al dios de los mares.
-Parece que Zeus está de nuestro lado -dijo el dios a la bruja.
-No solo él -le dijo la bruja con los ojos cerrados -También Artemisa, Demeter, Apolo... Incluso Hades esta demostrando su furia.
Minato estaba feliz de que sus hermanos y otros dioses mostraran su furia para ayudarlo, lo hacia sentir que su hijo les era importante a todos y no sólo eso, le demostraba que no estaba solo en esta lucha por recuperar a su pequeño.
-Espero lleguemos a tiempo... -dijo Lina al tiempo que abría los ojos.
-Mientras Hera no les de su bendición no habrá problemas.
-Pero... Hera le debe muchos favores a Ecate...
Minato gruñó comprendiendo a donde quería llegar Lina con esto.
-Si mi hermana se atreve a dar su acontecimiento a esa boda...-gruñó mientras
-No te preocupes... Llegaremos a tiempo -dijo la bruja con seguridad en si voz
-Eso espero o sino... -dijo con odio -La venganza de los dioses caerá sobre todos esos patéticos mortales.
Continuara...
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Lizerg-chan: T.T ¿Qué le ira a pasar a Naru-chan?
Youko Saiyo: ¬¬ Tu eres la escritora baka, tu deberías saberlo
Lizerg-chan: Si pero... TT Naru se va a morir buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Youko Saiyo: ¬¬ Ya callate escandalosa
Lizerg-chan: Narutin buaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Youko Saiyo toma su mazo y golpea a Lizerg-chan mandandola lejos
Youko Saiyo: u-u Haber si aprendes a ser menos escandalosa
Lizerg-chan: x0x
Youko Saiyo: Bueno nos vemos en el próximo capitulo, hasta entonces n.n