TAKANO POV
Caminamos a nuestra zona del trabajo, decidí no preguntarle nada, suponía que eso lo estresaría más de lo que ya se encontraba, solo me quedé callado, desviando la mirada un poco por tal silencio tan fúnebre el cual era presente en nuestro recorrido.
-Ricchan ¿qué ha pasado? Te ves demacrado-
-E…Eso crees, no me ha pasado nada- Decía mirando al suelo. Luego Kisa me miró con enojo y me dijo:
-¡Takano-san! Respeto su relación, pero no está bien que hagas pasar a Ritsu por cosas malas, no lo hagas deprimirse-
-Ja, ja, ja perdón, perdón…-
-¡¿Aceptas que lo hiciste?! ¡Maldito!-
-¡Kisa! No es nada, en serio, él no me hizo nada…-
Sonreí y me senté en mi lugar, tomé algunos papeles que se me habían enviado desde hace ya un buen tiempo de la autora, y comencé a leerlos a toda prisa. Los nervios provocaban que casi no entendiera qué me quería decir la mangaka, así que batallé bastante para poder completar mi trabajo, ya que la duda me comía vivo.
Por dentro mi corazón estaba imparable, el dolor de saber que algo pasaría con mi querido me mataba de la manera más ruin; mi cabeza quería explotar por tanto trabajo desordenado, mis manos temblaban, no podía pronunciar otra palabra “¿y si me lo quieren quitar otra vez?” No podía permitirlo, aunque tuviese que encadenarnos a Ritsu y a mí, lo haría, juro que lo haría.
La jornada de trabajo terminó, levanté la mirada un segundo y vi como Ritsu babeaba sobre la mesa, mientras Kisa me miraba asustado y Hatori trataba de ignorarnos. Normalmente golpearía al otro en la cabeza para despertarlo, pero esta vez era diferente.
Me levanté de mi lugar y me retiré el saco que traía, caminé hacia Ritsu y Kisa, mientras que el segundo me miraba en blanco de lo asustado que estaba. Coloqué el abrigo sobre sus hombros y besé su mejilla. Kisa y Hatori quedaron en shock al igual que varios de los que pasaban por ahí (hombres y mujeres), y caminé hacia el elevador. Tenía sed así que compraría una bebida para el cansancio y después de que todos se fueran me llevaría a Ritsu.
-“Takano Masamune” ¿verdad?- Reconocí esa voz de inmediato.
-“Haitani Shin”…-
-Se encuentra contigo Ritsu ¿verdad? Necesito hablar con él de inmediato-
-¿Y yo por qué te dejaría acercarte?-
-Esto no es de mí o de ti, es por él. Llevo conmigo un recado de su padre el cual urge que se entere-
-¿”Recado”?-
-Sí, ahora, Takano Masamune-san, si eres un hombre maduro y entiendes la situación, déjame verlo para explicarle todo-
Lo miré con odio, pero no pude hacer nada que decirle que me siguiera, lo llevé a nuestra zona de trabajo, y Kisa y Hatori aun se veían algo noqueados por aquel beso, pero al ver a Haitani sus ojos se pusieron como plato* (Para los que no lo sepan: “Ojos abiertos como plato” Es la manera de decir que estaba completamente sorprendidos ^u^).
-Ahí está-Le dije. Él se acercó al menor y lo acarició gentilmente por la espalda, eso hacía que mi sangre hirviera.
-Ritsu, despierta- Le pedía.
-Takano-san…- El menor abrió los ojos y miró a Haitani con sorpresa.
-Hola de nuevo, Ritsu-
-¿Haitani, qué haces aquí?-
-Vine a hablar sobre la llamada, al parecer tu padre se me adelantó…-
-Dime… ¿qué está pasando?-
-No puedo decírtelo frente a ellos, acompáñame un momento afuera, allá te explico todo-
-¡Alto! ¿Crees que lo voy a dejar ir solo?- Exclamé.
-Takano-san, te aseguro que no pasará nada malo, volveré en cuanto menos lo esperes- Tomó mi rostro para juntarlo con el suyo y sonrió –No he olvidado nuestra promesa…- No pude contenerme y tomé su cintura para juntarla con la mía, no quería soltarlo, pero…
-Tan solo prométeme que todo saldrá bien…-
-Te lo prometo, vuelvo en un momento- Y así Ritsu y Haitani salieron juntos de la empresa. Mis nervios no me dejaban en paz, mi cabeza dolía, mi corazón se sentía extremadamente caliente por tanta desesperación “¿Qué debería hacer?”