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¿Mi prometido? (Tsuki x Yamaguchi) por Flory

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Notas del capitulo:

Volviiiiiii ¿me extrañaron?... ¿no? jaja ok.

he aqui la continuacion del fic. le pondremos mas interes a esto para darle el final que se merese, aun nos queda historia. 

La suave brisa entraba por la ventana. Dentro unas horas esa brisa se transformaría en calor que envolvería su ser ahogándola en dolor. Ella espera sentada junto a su ventana, su corazón ansiaba ver a su hijo entrar por ese portón y abrazarlo.

-creen que no me doy cuenta de lo que sucede a mi alrededor –suspiro con tranquilidad –mis ojos ven más allá de estas paredes, y más allá de lo que aparentan.

-Otro té.

-claro.

-¿sabes porque te tengo tanta confianza?

-no lo sé señora.

-es porque sé que siempre ayudaras a quien me importa. Porque también te importa su felicidad.

-solo me limito a…

-déjalo así. Lo ayudaremos siempre ¿te parece?

-si señora.

Lo vio salir de la habitación al mismo tiempo que su hijo y Tsukishima se estacionaban frente a la casa. No tardaron ni 5 minutos en llegar hasta ella.

-buenos días madre. ¿Cómo amaneció?

-de maravilla. Termine de leer mi libro y eso me hiso dormir tranquila y en paz. No soportaba la idea no saber qué ocurriría después del penúltimo capítulo.

-mamá, eso podría ser una adicción muy elegante.

-entonces soy adicta. Buenos días Kei.

-buenos días señora –respondió entrando a la habitación.

-es una agradable mañana ¿ya desayunaron?

-si, en casa te Tsukki.

Un niño al que había visto crecer como un indefenso botón de flor, frágil como el cristal, ahora lo tenía frente a ella sonriendo como si nada pasara. Estaba orgullosa de su hijo.   

-me debes un té –reprocho con un puchero.

-aahh mil disculpas madre –respondió Tadashi haciendo reverencia –prometo que te lo compensare.

-esta tarde –dijo ella.

-…

-mmm ¿no puedes?, tu padre tampoco estará en la tarde.  Aahh todos me dejaran sola.

-te acompañare –dijo enseguida –yo nunca te dejaría sola.

-¿se nos unirá el joven? –dijo con una mirada casi obligatoria al rubio.

-claro –respondió él.  

      ………………………………………………………………………………………

“estúpido insensible…. ¿acaso es muy difícil darse cuenta? ¡Tonto! ¡tonto! ¡tonto!”.

Como si todo esto no pasara por su mente. Kenma subía las escaleras para entrar al baño. Raro en él, era no querer entrar a su próxima clase, pero no le servía de nada estar ahí si no podía concentrarse en otra cosa que no sea su enojo por ser tratado prácticamente como un niño. Dentro del baño se lavó la cara, miro con expresión satánica a quienes estaban  ahí, haciéndolos huir casi al instante. Se volvió a mirar en el espejo y aparto aquello mechones que le caían por el rostro.

-en serio parezco un niño –se alejó un poco para verse casi por completo –mi cuerpo no es muy deseable. Soy demasiado flaco –levanto su playera –pareciera que me romperé con solo un rose.

-¿Kenma? –Shoyo entro mirando extrañado los gestos y poses de su amigo.

-Shoyo ¿crees que soy sexi?

-aaww eh?? …. Bueno… esto… creo que –empezó a sudar y temblar como un niño –que… eres…

-jeje no tienes que responder –le dice bajando su playera y saliendo –solo tenía curiosidad por cómo me veo.

-por favor no me pongas en esos aprietos –suspiro aliviado.

-lo lamento.

-oye. Saltémonos las clases –le sugirió con una pícara sonrisa.

-esta ocasión concuerdo con tu idea. Hay un lugar al que quiero ir.

-¿lugar?

-compremos un regalo para Tadashi.

-di eso desde el inicio, vamos. Por cierto.

-¿Qué?

-creo que eres muy sexi.

-gracias –dijo volviéndose a él y dirigiéndole una acogedora sonrisa,  sintiéndose más que satisfecho por eso.

No tuvieron problemas en decidir que comprarle a su amigo. Kenma condujo hasta una librería de la cual Tadashi hablaba mucho pero ninguno de ellos había visitado. El problema fue, que entre repisas y miles de libros, no tenían ni la más mínima idea de que llevar.

-¿si pedimos sugerencia? –opino Shoyo.

-no. Tiene que ser sugerencia nuestra.

-pero nunca he leído otra cosa que no sean los libros de la escuela y cocina.

-busca algo que creas que llame tu atención –responde sin apartar la vista de los títulos.

-¿Qué tal este? –dice Shoyo mostrándole un libre del kamasutra.

-si es elección tuya. Incluso ese está bien.

-creo que me llevare dos ejemplares.

-ya imagino para quien es el otro.

-tú también deberías llevarte uno.

-no. gracias.

-creo que te sería muy útil.

-Shoo… concéntrate.

-mmmm esta bien –dijo rendido.

Al final Shoyo compro cinco libros, y Kenma cuatro. Les fue difícil encontrar algo interesante para ellos por lo que tardaron mucho más de lo previsto en elegir.

      ………………………………………………………………………………………

-está tomando un baño –dijo la madre de Tadashi mientras se reunía con Tsukishima en la sala.

Su conversación no tomaba puntos en específico. Ella fácilmente cambiaba de temas y él le seguía la plática.

“no creo que esté al tanto de lo ocurrido. Así es mejor” pensaba Tsukishima. Una empleada anuncio la llegada de Shoyo y Kenma, y en un instante ya estaban con otra conversación. Cuando Tadashi se reunió con ellos, los encontró entre risas y comiendo pastelillos.

-únete hijo. Esto es muy divertido, hace mucho que no lo hacíamos.

-si salimos al jardín –sugirió Tadashi.

-magnífica idea –dijo el mayordomo –preparen todo para que puedan salir al jardín –ordeno emocionado a la empleadas.

Al momento que todos salían, Shoyo y Kenma detuvieron  Tadashi.

-tenemos algo para ti –dijo Kenma mostrando sus bolsas.

-esto si que es una sorpresa –dijo Tadashi al darse cuenta de lo que era.

-mas mundos para ti –le dice emocionado Shoyo.

-me encanta –rodeo a sus amigos en un abrazo.

Estando fuera, se acomodaron bajo los árboles aprovechando su cálida sombra. Se reunieron con los demás y  aprovechando la ausencia del señor de la casa, Tadashi se olvidó por completo de sus problemas durante varias horas, las cuales disfruto junto a las personas que más le importan.

-se hace tarde  -dijo Kenma levantándose –si me disculpan, debo retirarme.

-aguafiestas –dijo Shoyo haciendo lo mismo.

-espero que vuelvan a visitarme mas seguido –dijo la madre de Tadashi despidiéndolos con un abrazo.

-le prometo que la próxima vez me quedare horas con usted, le hablare de muchas muchas cosas –le decía Shoyo con más alegría de lo habitual.

-oh jeje espero con ansias ese día.

 

Dentro de la casa, Tsukishima solo espera la oportunidad para decirle a Tadashi que también tenían que retirarse pues se hacía tarde y pronto regresaría su padre.

-¿mamá puedo quedarme con Tsukki?

-claro –respondió ella.

-tenemos visita –se escuchó en la entrada.

-padre –dijo Tadashi asustado.

Sus miradas se cruzaron, la de Tadashi temerosa y la de él llena de enojo. Llego hasta donde ellos estaban y dejo su portafolio sobre un sofá.

-Tsukishima Kei, me da gusto verte.

-lo mismo digo –respondió levantándose y saludando.

Tadashi desvió la mirada tratando de evadirlo, sin tener a donde escapar. Sintió como se paró frente a él, y por un momento su corazón latió al mil. Levanto la mirada y vio como su padre pasaba de largo directo a servirse una copa.

-el día estuvo complicado –dijo balanceando su copa –imagino que me entiendes mejor que nadie no es así –lanzo la pregunta a Tsukishima –es complicado tener que dirigir a tantas personas. Creo que no cualquiera podría hacerlo tan bien –ahora mirando a Tadashi –bueno, al final me alegro de que aún tengo una excelente salud. De lo contrario…

-querido, ¿Por qué no mejor te vas a bañar antes? Así platicamos más tranquilos en lo que esta lista la cena.

-opino lo mismo –dijo Tsukishima –hace mucho que no tenemos una plática.

-bien, creo que lo hare. Estoy muy cansado –dijo volviendo a pasar de largo por Tadashi.

En cuanto se fue, Tadashi soltó un suspiro de alivio. Su madre se levantó y con una sonrisa abandono la sala.

-¿quieres quedarte? –pregunto Tsukishima parándose a su lado.

-solo a la cena.

-me quedare contigo.

.

.

.

.

-¿ese era…?

-si. Yamaguchi padre –Afirmo Shoyo –tranquilo, Tsukishima está con él.

-déjame en el parque. Así no tendrás que desviarte a mi apartamento.

-te llevare hasta allá.

-como quieras.

Shoyo lo dejo en el estacionamiento. Kenma le pidió subir pero le dijo que había quedado con Kageyama y se le hacía tarde. En cuanto entro a su apartamento se encontró con Kuroo dormido en un sofá.  Se arrodillo junto a él y admiro sus mechones negros cayendo por su frente, sus labios entre abiertos por donde se escuchaba una respiración relajada y despreocupada. Se acercó, pego su nariz contra la de él y después lo beso con cuidado de no despertarlo.  Se dio media vuelta para ir a su cuarto a cambiarse de ropa, pero Kuroo le rodeo la cintura y lo jalo hacia él.

-¿planeabas irte solo con un beso?

-¿estabas despierto?

-ehh no, me desperté con tu beso. Asi que serias algo así como mi príncipe.

-suéltame –ordeno

-bésame.

-ya te bese.

-no, así no. Así.

 Sentó a Kenma sobre sus piernas. Su mano se deslizo por el blanco cuello del teñido, ladeando su barbilla para poder besarlo, mientras que poco a poco su otra mano bajaba del pecho a la entrepierna de Kenma.

-¡Kuroo! –se sobresaltó al sentir esas grades manos oprimir su miembro.

-lo… lo siento, me deje llevar –dijo agachando la cabeza contra la espalda de Kenma y retirando su mano de la entrepierna –pero… me cuesta mantenerme a raya cuando… -su voz bajaba como si se tratara de un adolecente avergonzado –cuando quiero tocar tu cuerpo. ¡No pienses que soy un pervertido o cosas así…! Yo…

-Kuroo –interrumpió Kenma –yo nunca pensaría eso de ti.

Se reincorporo sobre Kuroo, esta vez quedando frente al pelinegro. Con sus pequeños brazos rodeo el cuello del peli negro  mirándolo directamente a los ojos.

-que belleza –susurro – permíteme ser su único espectador.

-no planeo tener otro público que no seas tú.

Los ojos de Kuroo destellaron como los de un gato en la oscuridad. Ataco el blanco cuello del pequeño, mientras este enredaba sus dedos entre los negros cabellos.

-hueles bien. Me encantas.

-tu... tu aliento me hace cosquillas –dijo encogiendo los hombros.

-te are sentir cosquilleos en otra parte –le susurro lamiéndole la oreja.

-ahora si suenas como un pervertido.

-solo contigo.

Con sus grandes manos sujeto la cadera del pequeño incitando movimientos que causaban el rose de ambos miembros. La sensación era de las más inexplicables que el pequeño haya sentido alguna vez en su vida. Quería más, pero no quería parar ni un instante, que ese momento no acabara, que sus manos no lo soltaran y sus besos no se detuvieran jamás.

-Kuroo… –le dice entre besos.

-Shhh

-no…

-no pidas detenerme por favor –hablo entre susurros.

-no quiero que pares.

Como respuesta Kuroo lo beso profundamente, deslizando su lengua junto a la de Kenma, y después succionando esos delicados labios. Se deslizo por el cuello y los hombros hasta donde la ropa le permitía llegar. Lentamente lo recostó sobre el sofá y empezó a bajar el cierre de la camiseta de Kenma seguido de sus besos por el pecho. Kenma coloco una de sus manos en la cabeza de Kuroo dejándola llevar a los movimientos de este, mientras que con la otra se sostenía de uno de los cojines. Kuroo disfrutaba de ese pequeño cuerpo entre sus brazos, su pequeño sabia mejor de lo que había imaginado.

El cierre de la camiseta quedo completamente abierto dejando al descubierto el pecho del pequeño. Esa vista desde arriba lo hacía parecer más que excitante; sus cabellos extendidos sobre el sofá, su pecho bajando y subiendo por la acelerada respiración, y sus ojos, sus hermosos ojos brillando con un toque de perversión e inocencia.

-es tu primera vez…  tendrás relajarte y dejarte llevar –dijo con suavidad –no… tenía planeado nada es decir…  no vengo preparado.

-no temas. Solo ámame –animo Kenma – y esperar no nos hace daño. A demás, ahora sé que no me vez como un niño –agrego con picardía.  

-¿eso te preocupaba?  je  si por mi fuese no te dejaría salir de mi cama, cada rincón de tu cuerpo tendría una marca mia.

-eso es…

-ya se. Pervertido.

-me encanta eso.

-a mí me encantas tu  -dijo para luego colocarse sobre él y besarlo.

    ……………………………………………………………………………………………… 

Una cena falsa, nada más incómodo. Lo bueno, nadie discutió.

-mamá, me quedare unos días con Tsuki. Estamos trabajando en algo demasiado complicado y nos tomara unos días…

-escapando –dijo su padre apareciendo tras él.

-no –respondió Tadashi con la voz temblando

–Solo eso sabes hacer –le susurro al pasarlo para subir las escaleras.

-mamá, después de todo creo que me quedare.

-¿estas seguro? –dijeron al mismo tiempo Tsuki y su madre.

-Si.

-nos veremos mañana Tsukki.

-te llamare, avísame de cualquier problema que tengas.

-hombre cuantas precauciones. Si solo es una noche, mañana se verán –dijo su madre –y no te olvides de que esta conmigo –abrazando a su hijo.

-lo se señora. Lo dejo en sus manos –dijo Tsukki haciendo reverencia para retirarse.

           ………………………………………………………………………

Tadashi no pudo dormir casi nada. Se había decidido enfrentar sus problemas, y para ello no podía estar lejos de su principal problema, su padre. Empezaría a tomar sus propias decisiones gustara a quien le gustara.

Se vistió con unos, zapatos tipo botines de suela gruesa, jeans rasgados, camiseta gris holgada con franjas azules y unas gafas de sol colgando del cuello.   

Con pasos seguros se dirigió al comedor donde sus padres ya se encontraban desayunando.

-buen día.

-buenos días amor ¿dormiste bien?

-si mamá –tomo asiento sin importar que su padre no lo halla saludado.

-escuche que el club organizara un evento deportivo en grande. ¿les gustaría participar?

-no tengo tiempo para eso –respondió su esposo sin mucho interés.

-¿voli bol? ¿no te interesa hijo?

-no tenemos equipo. Todos están muy ocupados –respondió Tadashi.

-algunos intentan progresar –comento su padre.

-algunos siguen sus sueños –se defendió –hacen lo que les gusta.

-mientras que otros desaprovechan oportunidades. Es una estupidez –gruño volviendo la vista a su Tablet.

-esto es demasiado –dijo la señora poniendo sus dedos en la frente –mi cabeza duele. Podríamos no hacer mucho ruido.

-claro madre.

-no deberías andar de un lado a otro por toda la casa si estas en ese estado.

-padre –reprimió Tadashi para ya no seguir hablando.

-no me gusta estar encerrada. Por ahora solo desayunemos en paz.

.

.

.

-si ya tomaste la decisión, no me queda más que apoyarte. Vamos –dijo Tsukishima rodeando con un brazo la espalda de Tadashi.

-ya le comente a Shoyo y Kenma, lo tomaron bien.

-no esperaría otra cosa de ellos. Por cierto, ¿le dijiste a tus padres?

-no. lo hare cuando ya este hecho.

-que rebelde y decidido te has vuelto. Me encantas –dijo dándole un beso.

-aahhh Ts… Tsukki, estamos en la escuela.

-¿y? en la calle, tu casa, la mia, o en la escuela. En todos esos lugares seguimos siendo pareja.

-aajj nunca podre contigo –dijo resignado.

……………….

-¿cariño? –dijo sorprendida la mama de Tadashi al verlo entrar.

-¿Qué ocurre mamá?

-no es normal verte a medio día en casa.

-seguro faltando a clases –se escuchó la voz de su padre saliendo de su despacho.

-están los dos. Perfecto –dijo Tadashi –les informo que deje la universidad. No pienso seguir haciendo algo que no me gusta.

-esto ya es demasiado –se alteró su padre, avanzando a grandes pasos hacia Tadashi –¿qué demonios hice mal? ¡¡Te estas convirtiendo en un bueno para nada!! ¿crees que vas a vivir de letritas y poemas?  ¡La vida no es así de fácil…!

-¡nadie dijo que es fácil… y menos con alguien que intenta oprimirme! ¡SIEMPRE HICE LO TU QUERIAS…. NUNCA CONSIDERASTE LO QUE YO QUERIA!

-por favor cálmense –imploraba su madre –se están exaltando mucho.

-¡SIEMPRE BUSQUE LO MEJOR PARA TI. PERO VEO QUE NADA DE ESO TE IMPORTA!

-No padre –bajo la voz a consideración de su madre – Tú me importabas tanto que estuve dispuesto a vivir como tu querías. Pero me di cuenta de que soy yo quien no te importa. Solo quieres apariencias ante la sociedad. A veces te portas como un padre ejemplar y me haces feliz, pero en otras te desconozco por completo.

-déjate de tonterías ¿crees que cualquier padre hubiese dejado que su hijo tuviese una relación con otro hombre? Busque satisfacerte y hacerte feliz.

-eso es lo único que agradezco.

-ya no continúen. Esto es demasiado –volvió a intervenir al ver solo ira en los ojos de su esposo y su hijo.

-no mamá. Todo lo que digo es verdad, y no me puedo quedar callado.

-lo mismo digo. Eres un ingrato, tantas generaciones de trabajo se terminan por tu culpa.

-no me arrepiento de nada –dijo Tadashi con firmeza.

-nunca supe ponerte un alto en tus caprichos. Quizá te faltaron unos buenos….

-¡¡¡Noooo!!! –Grito su esposa al ver como su  esposo alzaba la mano – ¡QUE NI SE TE OCURRA!

Ella intento ponerse entre los dos pero apenas y pudo dar unos pasos antes de desplomarse al suelo. Tadashi y su padre, alarmados, corrieron al instante para sostenerla.

-¡mamá! ¡mamá! –hablaba Tadashi con dificultad.

-¡dámela! –grito su padre –la llevare a la habitación. Llama al médico ¡rapido!

.

.

.

Notas finales:

Espero que le haya gustado. con gusto recivire todos suu quejas por mi falta T-T

Gracias por seguir ahi leyendome y su paciencia. 

las cosas no son como parecen, es lo unico que nuestros amigos aprenderan. 


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