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El vampiro y el plebeyo por ryuzaki uzumaki

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Notas del capitulo:

¡Pedradas y AMENZAS DE MUERTE al final!

¡A LEER!

En la aldea se había hecho presente un bullicio ¿La razón? Tres señoritas nuevas en el pueblo, arribaban una más hermosa que la otra, Marin, Saori y Esmeralda llegaban capturando la mirada de todo hombre que se cruzaba en su camino, todos excepto uno, Shun las miraba con desinterés solo eran tres chicas que lo tacharían de bruja por las opiniones tontas de la gente.

Restándole importancia siguió con sus asuntos en la panadería que antes era de la señora que cuido de él de niño, sin embargo una sensación de escalofrió recorrió su espalda, se giró intersectando a la razón de aquella sensación, la mujer de cabellos lilas le miraba << Así que eres tú>> se dijo mental mente la mujer mientras sonreía con satisfacción.

Shun no comprendió el porqué de su mirada, pero este correspondió cortésmente con una sonrisa y ladeando su mano en señal de saludo -¿Quién es?- Mime un joven pelirrojo con ojos color carmín con una suave tonalidad y hermoso cuerpo asomo su rostro para descubrir el porqué del bullicio en la calle

-Parece ser que la única casa que hace años estaba deshabitada por fin será un hogar de nuevo- Pronuncio Shun mientras se colocaba un mandil en su cintura alistándose para preparar pan  

-qué curioso- dijo Mime entrando tras de Shun

-¿Por qué lo dices?- Shun tomo un tazón y lo coloco sobre una pequeña mesa de madera

-No recuerdo haber visto que revisaran la casa para poder comprarla

-Seguramente paso mientras nosotros estábamos encerrados preparando bolillos – dijo burlón Shun mientras preparaba la mezcla de todos los días

-Ahora resulta que no te gusta hacer pan

Shun rio ante tal comentario -  ¡Yo no eh dicho eso! Tú madre nos educó a ti y a mí en esta cocina más que en la casa- ambos jóvenes comenzaron a reír para poco después ser interrumpidos por la campana de la puerta al abrirse

-¡Buenos días! Vengo por tres piezas de pan

-¡Enseguida voy!- Mime se acercó a la dama que había entrado a aquel local

Mientras que Shun continuaba con su deber, él era su único amigo en todo ese pueblo, su madre se había hecho cargo de ambos hasta que falleció, pero eso no impidió que ambos supieran el valerse por sí solos, desde que Shun tenía seis años ayudaba a Mime en la panadería, con eso podían sobrevivir, un trabajo humilde y a ojos de ambos divertidos, pues era el mejor a su opinión, no sufrían quemaduras como los herreros, no sufrían cortaduras como los carpinteros y además si tenían hambre podían comer cuanto pan quisieran, para ellos era lo mejor.

Mientras que en otro lado de la ciudad las tres hermanas acomodaban sus pertenencias en su ahora “nueva casa” tan solo una fachada, pues tenían planes para una de sus tantas casas en el bosque

-No estés triste Esmeralda- Marin acuno su rostro y deposito un suave beso en su frente

-No quería irme de ahí… era mi casa favorita

-También la mía, pero era necesario comprende por favor

-¡¿Pero porque?! ¡¿Por qué la tienen que quemar?!

-Porque Shaka y Pandora piensan que los atacantes de tu hermana vendrán por los dragones que tenemos presos en la cueva del arrollo

-Pero…- Esmeralda no estaba muy de acuerdo en hacer daño a aquellos jóvenes, después de todo Pandora fue quien ataco primeramente

-Marin, no perturbes a nuestra pequeña hermana más de lo necesario- Saori se acercó a la rubia tomándola entre sus brazos regalándole un cálido abrazo –Vamos por Pan pequeña, te dejare escoger la pieza que tú quieras

Esmeralda sonrió de inmediato yéndose a la calle junto con su hermana mayor dejando a Marin con la vista perdida, conocía a su hermana Saori a la perfección, junto con todos sus pecados, hermosa por fuera pero sin duda un demonio poseído por el orgullo por dentro,  Marin sabia con detalle lo que había pasado entre Hyoga y Saori porque esa noche ella observaba desde las sombras, aquella chica pelirroja siempre estuvo enamorada del rubio en secreto.

Pero su hermana le sedujo con un solo propósito, el matarlo, nunca había sentido amor, nunca había sentido compasión por los humanos y al saber que acabaría con el único amor de su vida Marin callo en depresión, pero al ser la mayor de las Kido no dejo que eso la devastara al fin y al cabo se había enamorado de un humano.

Pero al saber que podía estar con él por toda la eternidad su corazón dio un vuelo que jamás pudo imaginar, sin embardo para su costumbre no todo salió color de rosa, Hyoga odiaba a Saori y seguramente al resto de los Kido, sin mencionar que desapareció sin dejar rastro, Marin nunca dejo de amarlo, no podía, su corazón no cambiaba como el de los humanos de parecer.

Tan solo un ejemplo a los humanos podían gustarle unas cosas de niños y al crecer olvidarlas o incluso despreciarlas, con los demonios no, siempre tendrían las mismas pasiones y aficiones una vez sentir que les gustaban, lo mismo con una persona amada, por eso los monstros y humanos no se mezclaban.

Saori caminaba alegremente a la panadería, realmente no tenía ganas de comer pan, es más lo repudiaba, no se alimentaba más que de sangre humana, solo busco una excusa para conocer a aquel muchacho con el que podía vengarse de Hyoga.

Ambas hermanas entraron a la tienda haciendo sonar una campana de inmediato Mime corrió a atenderlas –Buenos días señoritas, ¿En qué podemos ayudarlas? Caramba corríjame si me equivoco ¿Pero ustedes no son las que pasaron hace un rato?

Esmeralda se separó del brazo de su hermana curioseando las variadas piezas de pan –así es, buenos días mi nombre es Saori

Detrás de ellos se escuchó una bandeja caer, Mime se giró preocupado para encontrarse con un Shun bastante nervioso –Ci…cielos que torpe

-¿Estas bien?- Mime pregunto algo extrañado, usualmente su amigos era bastante cuidadoso

-Si… perdona- Shun se agacho a recoger aquella charola del suelo << Se llama igual que aquella chica del relato de Hyoga>>  sin darse cuenta la mujer de cabellos lilas estaba frente a él, extendiendo cálidamente su mano ofreciendo ayuda a aquel muchacho

-¿Te encuentras bien?- Shun no pudo evitar sentirse extraño, ¿Nervioso?

-Sí, no se preocupe- este se levantó sin tomar la mano de Saori

-Me alegra tanto, mi nombre es Saori de Athens, ella es mi hermana Esmeralda de Athens- Shun suspiro un poco más tranquilo, había recordado que aquella mujer llevaba por apellido Kido

-Mi nombre es Shun, él es mi casi amigo Mime, bienvenidas al Pueblo de Saint

A la tienda entro un hombre gordo y con una barba pronunciada, que al ver a la recién llegada tratando con Shun se horrorizo – ¡No te atrevas a hacerle algo a la dama!

Shun simplemente puso mala cara y se alejó de la mujer, Saori se sorprendió de tal acusación por lo que quiso saciar su curiosidad – Disculpe solo estamos conversando, No tenía malas intenciones – dijo con una voz tan inocente y pura que era claro que jamás levantaría sospechas de ser un vampiro y de los más despiadados

El hombre se acercó demasiado a la dama, sintiendo sus asquerosas manos en sus brazos desnudos, el hombre estaba maravillado por tal belleza pero Saori no podía decir lo mismo del caballero –Señorita, debo advertirle este hombre es una bruja

A Saori sí que le sorprendió la noticia, pero para bien – ¿Cómo dice?

-¡Basta!- Mime interrumpió –Si no vas a comparar nada y solo has venido a alborotar a mis clientes tendrá que verse obligado a retirarse

-¡Silencio! ¡Que tú serás el segundo en ser ejecutado por ocultar a una bruja! ¡Lo que es peor quizá también seas una!- El hombre señalo a Mime con su dedo gordo mientras escupía al hablar

-Basta Mime… no vale la pena déjalo ya- Shun pronuncio por lo bajo mientras colocaba pan recién horneado en las canastas

-¡Deje de molestar y vallase!- dijo Mime con algo de molestia

-¡algún día me la pagaras! Disculpe señorita la incomodidad en la que se vio envuelta

Pero Saori por dentro estaba más que alegre, pues se le había ocurrido una maravillosa idea –Descuide…

Shun estaba molesto –Iré por huevo, ya regreso- este se quitó el mandil y salió de la panadería para adentrarse en las calles, dios estaba molesto, siempre lo acusaban de ser una bruja, solo por ser bello, tenía una gran cantidad de pensamientos en su mente hasta que un olor familiar lo desconcentro.

-Seiya…- dijo para sí mismo, buscándolo entre las calles, no era posible, ¿Qué haría él aquí? Pero sus instintos no le habían fallado antes, no lo harían ahora, siguió el rastro hasta encontrarse con un lobo blanco -Sabía que eras tú- El lobo se giró con brusquedad asustado–Creí haber percibido tu olor… -Fue cuando el menor se percató de que llevaba algo entre los colmillos, antes de que preguntase la tela se desgarro completamente dejando caer el cuerpo pálido de un pequeño niño

Shun se anonado completamente, era claro que se asustó al ver tal escena –No es lo que crees- mordió al niño de su hombro y se lo llevo arrastrando hasta las profundidades del bosque, dejando a Shun con la piel helada y con muchas dudas ¿Para que necesitaría Seiya un cuerpo? Tenía deseos de seguirlo pero los del pueblo notarían su ausencia de inmediato, ya tenía suficiente con aquellas ideas erróneas que tenían sobre su persona.

Por lo que solo regreso a la panadería, el día transcurría como costumbre, hasta que nuevamente un bullicio en el pueblo se hizo presente, Mime y Shun salieron a la calle para ver en las cercanías del bosque humo, algo se estaba quemando dentro de aquellas tierras, la pregunta era ¿Por qué?

Las tres hermanas no fueron la excepción estas al ver el humo sabían que su plan había dado inicio, su antiguo hogar estaba siendo hecho cenizas, fue cuando su actuación comenzó -¡¿Dios que ocurre?!- Saori y Esmeralda corrían en dirección al bosque  cuando fueron detenidas por dos jóvenes que estaban cerca de ahí

-No señoritas, está prohibido que vallamos ahí

-¿Pero por qué? ¡Puede haber alguien herido!- dijo Saori intentando zafarse del agarre con delicadeza

-Cuanta bondad… no cabe duda, pero en ese bosque está prohibido entrar, hay una innumerable cantidad de monstros

-¿¡Que cosa?!- Pronuncio Esmeralda fingiendo temor

-Así es, dentro esta infestado de monstros asquerosos sedientos de sangre

Ambas dejaron de oponer fuerza, su cometido estaba logrado, darles una reputación de doncellas de puro corazón, sin tener idea que había en el exterior, una muy buena fachada que tenía siglos de práctica.

EL ambiente estaba tenso en el pueblo, se vivía siempre con miedo y más al caer la noche, Shun era más precavido de lo normal esta vez, pues los guardias de palacio estaban atentos por si había un ataque o algún monstro quisiese pasarse de listo.

Fue cuando se preguntó si el cadáver que llevaba Seiya consigo tendría que ver con el humo que se vio desde el pueblo, camino con cautela hasta llegar a las afueras del pueblo, sin embargo Hyoga y Seiya le esperaban.

-¿Qué hacen aquí?- pregunto Shun un poco nervioso

Hyoga se acercó con cuidado a Shun intentando tomarlo por los hombros, pero este no había olvidado su pequeño “inconveniente” alejándose del rubio, este pudo notar la resistencia por lo que se afligió sin decir palabra alguna

-Shun… Ikki y Shiryu fueron secuestrados- pronuncio Seiya –No sabemos dónde pueden estar

-¿Qué?...- Shun se anonado completamente, su hermano mayor, la única familia que le quedaba había sido secuestrada

-Por los vampiros que te atacaron la noche anterior

Notas finales:

¡Ya viene lo Shido!

¿Que tiene planeado Saori?

¿Lograra la venganza que tanto desea?

¿Lograra Hyoga recuperar el cariño de Shun?

descubran eso y un poquito más en el siguiente capitulo que sin falta estara el Lunes 17! xD

ya saben que pueden dejarme sus comentarios, opiniones y amenzas de muerte por no actualizar, me motivan muchisimo

nos leremos! ♥


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