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El vampiro y el plebeyo por ryuzaki uzumaki

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Notas del capitulo:

¡Pedradas y amenzas de muerte al final!

¡A LEER!

-No estarán seguros en la choza de Hyoga, mucho menos en la cueva de Ikki y Shun no podrá regresar jamás a su aldea o ten por seguro que lo asesinaran como un vil animal- dijo Shiryu sujetando de los hombros a Seiya quien estaba despidiendo a Ikki y Shiryu en las afueras del bosque que desde que tenían memoria había sido su hogar

-Podemos ir al risco donde vivimos- pronuncio Seiya esperanzado pues en ese lugar aún no habían ido las Kido

-Seria exactamente lo mismo pequeño, tarde o temprano los encontrarían, deben ir a otro lugar, donde nadie los pueda encontrar- Shiryu acaricio con delicadeza la mejilla del castaño casi arrepentido de dejarlo, pero no había otra opción Ikki estaba en peores condiciones sin mencionar que era el único en saber la ubicación de Camus y Milo.

-Amenos que entre tus cosas tengas un escudo- bufo Ikki mientras se cruzaba de brazos ya impaciente porque Shiryu demoraba más de lo acordado

<< ¿Escudo?>> prenso Seiya mientras miraba incrédulo a Shiryu, mientras el mayor reprendía con la mirada a Ikki por su clara incitación de despedirse para poder retirarse –Eso es…- susurro victorioso el castaño -¡Gran idea Ikki!- grito Seiya mientras se separaba del agarre del azabache

-¿Así?- pregunto Ikki algo confuso por su comentario

-¿Qué cosa Seiya?- Pregunto Shiryu bastante intrigado

-¡Se dónde conseguir un escudo! Pero si quiero conseguirlo tengo que irme a la de ayer- Seiya acuno el rostro de Shiryu y lo beso fugazmente para despedirse, cuando el azabache ni tiempo de cerrar sus ojos tuvo

Seiya se alejó corriendo perdiéndose entre la oscuridad mientras que Ikki comenzaba su camino –Andando

Shiryu miro por un breve lapso de tiempo el sendero donde Seiya había desaparecido entre la oscuridad, deseando que aquel beso de despedida no haya sido fugaz –Si…- respondió apenas girando su cuerpo –Adiós Seiya… te veré pronto- después de esas palabras apenas audibles incluso para sí mismo dio seguimiento a su principal tarea, acompañar a Ikki.

Al mismo tiempo Seiya corría con la misma ferocidad que un niño pequeño siendo perseguido por sus amigos de juego, tenía vida en sus ojos y era porque había obtenido una idea que quizá ni en mil años se le hubiese ocurrido a otro, corrió un tramo bastante amplio de camino hasta encontrar un pequeño rio donde los osos solían ir a pescar durante la tarde, dio un salto en una de las rocas más grandes del pequeño rio tomando impulso, mientras estaba en el aire por un leve lapso de tiempo se transformó en un Pegaso blanco, el animal volador más rápido en el que podía transformarse.

Emprendió el vuelo a donde Shiryu y Seiya le gustaba llamar su hogar, no sin antes sobre volar por la choza de Hyoga cerciorándose de que ambos estuvieran a salvo, a causa de la oscuridad apenas pudo divisarlos acostados en las escaleras de su hogar mirando el cielo nocturno dejándolo tranquilo por el momento, estaba seguro de que Hyoga podría proteger a Shun sin ningún problema, pero contra los Kido nunca se sabría con exactitud el resultado del combate por lo que era mejor apresurarse; voló lo más rápido que pudo incluso hasta llegar al cansancio, su risco no estaba lejos sin embargo estaba a una altura considerable, en las orillas del risco más alto se encontraba una pequeña fisura en la superficie, cubierta perfectamente por unas cuantas rocas que Shiryu y Seiya habían colocado por protección y camuflaje de la misma.

Dentro de esta fisura se encontraba un pequeño corredor de roca creado por Shiryu hasta llegar a una pequeña cueva que ambos llamaban gustosamente casa, era bastante amplia y confortable, alumbrada por pequeños cristales y cuarzos fosforescentes, Seiya corrió directamente a la habitación donde ambos de vez en cuando dormían, pues la mayoría del tiempo disfrutaban estar a la intemperie como los monstros que eran.

Una vez dentro de la habitación se dirigió a un baúl de madera protegido por una cerradura de plata, la llave se encontraba en el alhajero que estaba justo a un costado, con las manos temblorosas y el pulso agitado abrió el cofre como Dios le dio a entender en esos momentos, aunque las pertenencias estaban perfectamente ordenadas en el baúl Seiya husmeo en lo más profundo teniendo problemas para encontrar aquello que necesitaba -¡Aquí estas!- grito victorioso y emocionado mientras sacaba un frasco de cristal con un brebaje azul metálico dentro.

Con cuidado de no romperlo lo coloco a un costado del baúl mientras cerraba nuevamente el mismo con llave, dejando aquella pequeña llave de cobre en lo más profundo del alhajero, Seiya tomo nuevamente el frasco de cristal guardándolo en una pequeña bolsa de tela, amarrando con fuerza el listón que evitara que esta se abriera, sin más demora se dirigió a la salida de la cueva.

Corrió entre los abundantes árboles que decoraban el risco hasta llegar a un pantano, pronto el castaño decidió reducir la velocidad de su caminar, pues la neblina hacia casi imposible su visión de por dónde caminaba, solo podían distinguirse los sonidos de animales como ranas croando, grillos sonando y una que otra ave de las cuales solo pudo distinguir un búho.

Seiya continúo su andar hasta que sintió como su pie fue retenido por una mezcla viscosa de fango -¡Diablos!- grito Seiya asustado pensando que había sido cualquier otro animal con deseos de atacar, con fuerza y dificultad intento desprender la pierna de aquel agujero repleto de fango –Maldición…- susurro para sí mismo

Continuo intentando, incluso sujetándose de un árbol a su costado para obtener mayor fuerza, cuando fue que una riza lo distrajo –Estas muy lejos de casa ¿No crees humano?- Seiya se giró a mirar en todas direcciones buscando el dueño de aquella femenina y amenazante voz, conocía claramente de quien se trataba y se maldecía mentalmente al haber encontrado a aquella chica, era a quien menos deseaba ver en estos momentos.

-Shina…- el estruendo de unas ramas crujir se escuchó entre la neblina para después Seiya sentir unas lianas rodearle la cintura y ser levantado bruscamente por las mismas, el castaño como pudo logro sujetar su bolso, si no cuidaba aquel brebaje seguramente moriría

La neblina desapareció casi al instante dejando ver el oscuro pantano y de entre las estancadas aguas apareció Shina –Me alegra que hayas venido… hace mucho que tengo antojo de…- Shina no pudo concluir aquella frase al mirar con detalle de quien se trataba -¡¿Seiya?!

-¡El mismo! ¡Ahora bájame que necesito hablar con tu hermana!- Seiya pataleaba intentando zafarse de las lianas que lo mantenían inmóvil en los aires

-¿Mi hermana? ¿Para que la necesitas? Claramente dijo que no quería volver a verte después de su incidente

-¡Yo lo sé! Pero esta es una emergencia enserio necesito ver a…

-¡Te dije que no quería volver a verte!- Shina y Seiya se giraron inmediatamente en dirección de aquella voz, topándose con una pequeña muy molesta de brazos cruzados por tal visita claramente indeseada

-¡Miho necesito tu ayuda por favor escúchame! – una liana cubrió su boca evitando que este siguiera haciendo escandalo

-Lo que sea que quieras la respuesta es no- se acercó molesta mientras gritaba

Seiya agito su cabeza hasta librarse de la liana en sus labios -¡Es una emergencia! ¡Por lo que más quieras!

-Basta niños no peleen- Shina bufo mientras miraba a ambos divertida –Seiya, sabes que Miho no desea verte desde hace tiempo, ¿Para qué has venido?

-¡Es una emergencia los Kido quieren matarnos!- Shina de tal asombro deshizo el encantamiento de las lianas haciendo que Seiya se estampara contra el suelo pantanoso

-¡¿Los Kido?!- gritaron ambas hermanas sorprendidas

-Imposible, esa familia se extinguió hace más de 300 años en Italia, cuando fueron descubiertas- dijo Miho obviamente sin creer supuesta historia

-¡Todos pensábamos eso! ¡Pero están aquí en este bosque!- dijo Seiya mientras se levantaba sacudiéndose sus ropas

-Bueno y si ese fuera el caso ¿Qué podríamos hacer nosotras por ti?- pregunto Shina

-Necesito un escudo para el hogar de Hyoga, o el mío, lo que sea para que las Kido no puedan atacarnos mientras sabemos cómo matarlas- imploro Seiya

Shina y Miho se miraron mutuamente –De acuerdo…- respondió la mayor

 -¡Pero no creas que lo haremos gratis!- protesto Miho aun sin olvidar sus diferencias

-Lo tenía muy en cuenta- dijo Seiya mientras de su bolsa sacaba aquella botella de cristal –Les eh traído esto como pago, tengo entendido que es complicado de obtener y es muy eficaz para los hechizos

Ambas hermanas tomaron la botella admirando el brebaje -¿Y qué es? – pregunto Miho

-¡¿Cómo?! ¡Son brujas de alta categoría ¿Y no lo reconocen?!- grito Seiya asombrado

-Es sangre de un fénix- respondió Shina después de abrir el frasco y haber olido el espeso brebaje –Admito que es un ingrediente bastante complicado de conseguir… pero esto no nos servirá para preparar lo que necesitas

-¡¿Qué?!

-Mi hermana tiene razón, esta sangre es para hechizos de regeneración celular, o para que me entiendas una rápida curación, para lo que nos pides necesitamos otro tipo de ingredientes- dijo Miho algo preocupada

-¿Y qué necesito? ¿Ustedes lo tienen o debo buscarlo?

-Necesitamos una coraza de armadillo, para la resistencia  o un caparazón de tortuga terrestre- pronuncio Shina

-Un poco de la sangre de Hyoga y de Shiryu, necesitamos sangre de vampiro que es lo que quieres repeler y la de un dragón que es la fuerza que puede darles pelea- agrego Miho

-¡Pero Shiryu acaba de irse a un viaje con otro dragón! ¿De dónde voy a sacarla? –Seiya se las estaba viendo en un aprieto, Shina miro a Miho buscando otra alternativa

-Podríamos incluso omitir la sangre de Hyoga, pero la sangre de dragón es más que indispensable- respondió Shina

Seiya daba vueltas angustiado hasta que a su memoria llego una imagen de Shun -¿Puede ser de un hibrido?

-¿Con que otra especie?- no tardo en preguntar Miho

-Humano

-¡Servirá! Pero una advertencia, tiene que brindarte su sangre siendo un dragón, no pude estar en forma humana o no servirá, pues la sangre humana da poder e inmunidad a los vampiros- dijo Shina

-Otra cosa más, Hyoga debe estar dentro de la choza al menos hasta que el escudo haya sido levantado o el mismo lo repelerá por ser un vampiro- dio por concluido Miho

-Entiendo, ¿Entonces qué tengo que buscar?

-Por el momento nada, pero tendrás que seguir unas indicaciones para que la poción funcione – dijo Miho mientras sacaban un grueso libro antiguo donde habían anotado todo tipo de hechizos que habían descubierto atreves de los años

-Aguarda un momento no tardaremos demasiado- dijo Shina poniéndose a moler distintas hiervas y órganos que Seiya no podía reconocer

-Hyoga, Shun aguanten un poco más ya voy

Notas finales:

¡Sin spoilers!


Disculpenme por demorar tanto en subir capitulo, eh estado ocupada con la universidad y con otro capitulo de un fic nuevo que lo titule como vacaciones y esos tipos de capitulos lleban mucho tiempo.


Ya saben que pueden dejarme sus comentarios, me motivan muchisimo para seguir escribiendo.


Esperare ansiosa


Nos estaremos leyendo ♥


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