-De ninguna manera Camus, sabes muy bien que si les decimos datos sobre el futuro podemos alterarlo de manera brutal- dijo Milo cruzado de brazos –Perdóneme señor Antares, pero me temo que no comprende, ¡Nuestros amigos están amenazados a muerte!- dijo Shiryu –Es lo mismo, si nosotros respondemos eso ¿No son los Kido los que están en peligro de muerte? No hay diferencia, además nadie es inmortal, todos estamos destinados a morir algún día, no le adelantaremos o atrasaremos la fecha a nadie- contesto Milo
-¡Mierda! Mi hermano casi muere por culpa de esa loca, deben poder hacer algo, ¡Lo que sea!- protesto Ikki -Milo, reconsidéralo, es una emergencia- dijo Acuario tomándolo por el hombro –Ni se te ocurra, ¿Sabes cuánto alteraríamos el futuro si ayudamos a cualquiera que dice que es urgente?- y fue cuando Shiryu tuvo una brillante idea –Por favor… el amor de mi vida corre peligro al proteger a mis amigos, dígame… ¿Acaso usted no haría lo imposible por proteger a su esposo?- <> pensó Dohko con una sonrisa victoriosa –Y no lo sabe… pero mi amigo Hyoga está protegiendo al amor de su vida de los Kido, le cambio la vida, arriesgo su existencia en varias ocasiones solo por ese muchacho que es hermano del dragón que me acompaña-
-¡¿Espérame qué?!- grito Ikki desde atrás –Sé que pedimos mucho, pero ¿Usted no rompería todas las reglas con tal de salvar a la persona que realmente ama?- Shiryu había tocado un punto vital para Milo, pues Camus era no solo su mundo, era su existencia, su razón de vivir, era la razón por la que su hogar estaba bajo las profundidades para protegerlo, él era todo para Milo y efectivamente… daría todo y si no era suficiente conseguiría aún más para poder mantenerlo a salvo.
Milo suspiro nostálgico para después mirar a Camus y este corresponderle con una sonrisa –De acuerdo…- acto seguido ambos videntes caminaron y sus acompañantes les siguieron hasta un gran salón donde estaba decorado por el mismo universo en el techo y paredes, lo único que se podía distinguir era el suelo, pues al caminar se veían las ondas del agua moverse cada que estos ponían un pie al andar.
-Muy bien ¿Estás listo Milo?- pregunto Camus, mientras que el otro solo asintió, los videntes Antares y Acuario se tomaron de la mano, cerraron los ojos y después hablaron –Dios del tiempo Cronos, Diosa de la sabiduría Minerva denos el poder una vez más de poder observar y ayudar a estas criaturas- el agua del suelo se levantó con lentitud, formando burbujas de cristal como las que habían ocupado para poder bajar al catillo de Antares.
De estas burbujas comenzó a nacer un caldero blanco con decoraciones doradas estilo griego, pronto el universo que decoraba el techo y las paredes callo de inmediato al interior dejando ver una habitación común y corriente. Ambos videntes se sujetaron del caldero –Revélanos…- dijo Milo –Una manera de detener a los Kido- concluyo Camus
El universo en el caldero desapareció dando lugar a una imagen de tiempos antiguos, donde un joven de cabellos azules, porte elegante y majestuoso estaba peleando con una deidad, al parecer Zeus, desterrado del olimpo para después tener descendencia -El primer vampiro- dijo Dohko –Exactamente maestro- respondió Milo la imagen se borró para después dar lugar a un joven de cabellos dorados y bellos ojos azules -¿Quién es él?- pregunto nuevamente Dohko –Es Kido Shaka, lo vimos al estar en las grutas capturados, me parece que es el hermano menor de los Kido- dijo Ikki -No solo eso- respondió Camus –Es el ultimo descendiente de los Kido actualmente –Debes destruir al primer y último de los Kido, solo así la sangre se destruirá.
-¿Cómo los podemos matar?- pregunto Ikki a falta de detalles – Deben conseguir sus colmillos junto con parte de su sangre, entonces deben recurrir a las Brujas de Equiem – nuevamente la imagen del caldero cambio, mostrando a Shina y Miho en su hogar conversando –Ellas deben realizar el hechizo correcto para poder destruir la descendencia de sangre pura, no afectara a los neófitos como tu amigo Hyoga- continuo Camus
Antes de poder hacer otra pregunta, accidentalmente escucharon la conversación de Miho y Shina -¿Crees que el escudo haya funcionado bien hermana?- pregunto Miho mirando sus pies –Si Seiya realizo el encantamiento de forma correcta no me cabe duda- respondió Shina
-¡¿Qué?! ¿Seiya?- dijo Shiryu asustado, a su mente regreso el recuerdo de la idea del escudo que Ikki había dicho en forma de broma solo para poder irse -¿Sera que fue con ellas a pedirle un escudo?- pregunto Ikki –Si es así… ¿Por qué tengo tan mal presentimiento?- dijo Miho
-Por favor, muéstrame a mi hermano- dijo Ikki alarmado los videntes accedieron la imagen del caldero nuevamente cambio, esta mostro a Seiya y a Shun amordazados en lo que parecían ser las mismas grutas donde antes estaban Shiryu e Ikki capturados. -¡Mi hermano!- grito Ikki intentando tomarlo desde el agua del caldero como si eso lo acercara a él –Seiya…- dijo preocupado Shiryu -¿Qué ha pasado?...- los videntes irían a averiguarlo hasta que una chica de cabellos rubios se acercó a ellos con una daga –Esa chica… Esa fue la chica que me ayudo- dijo Ikki aliviado, pero no por mucho pues Shiryu explicaría fugazmente.
-No Ikki, todo fue una estrategia de Saori, ella realmente no te ayudo, su hermana le ordeno que te liberara para otros fines malvados.- Ikki cambio su gesto a uno preocupado, sin duda había que volver de inmediato o Ikki se quedaría sin familia y Shiryu sin amor de su vida.
-Debemos regresar de inmediato- dijo Shiryu
Mientras tanto en las grietas del bosque donde nuestros dragones llamaban hogar estaba la familia Kido discutiendo.
-Esmeralda, Shaka, necesito que hagan algo por su hermana- dijo Saori quien estaba recostada en una cómoda cama recuperándose del golpe que había tenido contra la barrera que Seiya había mandado pedir a las brujas de Equiem. –Y Esmeralda por tu miserable bien estar, más te vale que esta vez no falles, mira como quedo tu pobre hermana por ir a arreglar tus desastres- dijo Saori jalándola bruscamente de sus cabellos dorados
-No… no hermana, no fallare de nuevo, lo juro- dijo sujetando su rubia cabellera para aminorar el dolor, la peli lila la soltó y miro con odio –Bien…- recupero la poca cordura que le quedaba, pues en su cuerpo solo tenía lugar para el odio –Escuchen con atención Shaka y Esmeralda, irán al barranco más alto del bosque, allí se encuentra refugiado el punto débil de Hyoga, este es cuidado no solo por la barrera, si no por otra criatura que desconozco aún, tengan cuidado con sus habilidades- dijo Saori calmada -¿Qué quieres que hagamos al estar una vez allí?- pregunto Shaka –Esperar- dijo únicamente –No comprendo…- dijo tímida Esmeralda –No creo que puedan soportar estar dentro de ese escudo por lo que queda de vida, deben buscar comida, salir a estirar las piernas, cuando ese momento llegue asegúrense de capturar a Shun y al castaño que lo resguarda- dijo decidida la mayor de esos dos -¿Pero y Hyoga?- dijo un tanto confundida la menor, pues bien todo ese teatro era para vengarse de Hyoga
-Despreocúpate, si es como la última vez vendrá corriendo a rescatar a sus amigos, pero esta vez no tendrá tiempo, al tenerlos aquí los mataremos de inmediato- rio por lo bajo –Hyoga simplemente no podrá hacer nada