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Rematando a Hanamichi por arcasdrea

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Notas del capitulo:

El final.

Y como premtí listo el fin de semana.

Espero que les guste. La cancion que saldrá mas adelante y que canta Hanamichi, es del Grupo Ventura y se llama Obsesion.

Eso nada mas... lean y disfruten

 

Rematando a Hanamichi
by Arcasdrea
Capitulo cinco y final

Se separó abruptamente de él cuando retorno de golpe a la realidad, retrocedió locamente hasta refugiarse en el posabrazo del sofá que estaba a sus espaldas, huyó como quien se quema con fuego; en su acción pateó la mesa de centro, por lo que la botella de vodka puesta allí cayó al suelo quebrándose en pedazos. Pero ninguno prestó atención a esto, ambos estaban más concentrados en el otro... las miradas fijas, una abierta, desorbitada, con pánico; la otra, espectante, anhelante, preocupada.

- Me besaste... – musitó ido el pelirrojo, balbuceaba como queriendo constatar con sus palabras lo que allí habia sucedido – y te correspondí.

El zorro por su parte apretó sus puños con fuerza, apresando parte de la tela de su jeans. Temblaba entero, su mirada ya estaba baja, perdida en el tapiz de cuero de su sofá.

- Habla zorro ... HABLA IDIOTAAAAA!!! – estaba furioso, el zorro saltó asustado, su mirada azul se clavo en los ahora destellantes ojos mieles. Su labio inferior temblaba levemente, sus ojos expresaban miedo, pero un miedo a lo incierto.

- Estás jugando?... ESTAS JUGANDOOOO??!!! ... me quieres humillar?!... POR QUE LO HICISTEEEE?!

El pelinegro no respondió, solo se avalanzó nuevamente sobre él, buscando besarlo. El pelirrojo no se lo esperaba, tarde reaccionó al beso furtivo de Rukawa. Le empujo suavemente, apenas con la fuerza suficiente para separarlo algunos centimetros.

- Yo nunca juego con alguien... menos si me interesa – la cara del zorro volvia a ser la estoica, la fria y seria de siempre, pero sus ojos ahora eran distintos, tenian un brillo especial, tenian vida, tenian amor – Sakuragi... – le acaricio con los pulgares las mejillas arreboladas que tenia presas entre sus manos – yo nunca jugaria contigo, esto es de verdad... Te amo...

El pelirrojo le miraba turbado, digería dificultosamente cada palabra dicha por Kaede. Su cabeza era un remolino de pensamientos y su corazón no estaba mejor, desbocado, latiendo con fuerza en su pecho, en cualquier minuto le estallaría. Sentía dar vuelta todas emociones que un ser humano puede experimentar dentro de sí. Estaba conmocionado.

Un tercer beso lo apresó, era tan o mas apasionado que los anteriores. Las piernas le flaquearon, agradeció estar recostado en el sofá, si no hubiera caído. Esta vez no le empujó, solo se dejó llevar, no entendía por qué, pero lo ansiaba, lo necesitaba, era tanto lo que recibia de esa boca deliciosa (era delicioso ese sabor a alcohol) que su mente ida en el placer solo ansiaba recibir mas. Sus manos subieron por los brazos del pelinegro, hasta enredarse alrededor de su cuello, en el suave cabello, acariciando con las yemas su nuca, Rukawa abrió los ojos cuando sintio esta caricia, pero encontró los parpados cerrados de Sakuragi, que le respondia y disfrutaba con igual impetu. Mordió su labio inferior, Hanamichi tuvo la intension de quejarse, pero la lengua de Kaede se lo impedió. Diestra recorría todo, mesclando sus salivas, robandole aire, ahogando gemidos.

Sus manos viajaron hasta el borde de la camiseta blanca, hundiendose bajo ella, para hallar la piel caliente de ese cuerpo que se contorsionaba bajo él. Estaba ansioso, desesperado por tocar, por sentir... llegó hasta sus tetillas que ya estaban erectas... pelliscó... ambos emitieron gemidos de placer. Pronto la camiseta subió para permitir cambiar su mano por su boca, el pelirrojo alzo los brazos para sacarse a la molesta prenda, luego ayudo a quitarsela a él.

- Me perdería en tu aroma – musitó Rukawa mientras rosaba su piel, olfateando cada rincón, que a su paso hilaraba con la sensacion, dejándola tremula, temblorosa, caliente. Delineó sus musculos con su lengua y boca, mordió de vez en cuando, dejando huella y registro de que esa piel morena le pertenecia. Su cabello era remobido tembloroso por el pelirrojo, que a cada mordisco el jalaba un mechón, fuera de ser doloro, esto le incitaba más. Cada gesto, gemido, temblor era un punto más para su excitación.

Descendió por su fuerte y agitado pecho hasta su estomagó, dejando en su recorrido un caminito brillante de saliva, producto de lametadas y besos, hasta que se topo con borde del pantalón. Hanamichi comenzó a reir divertido al ver como Rukawa torpe y desesperado, maldecía la hebilla que se la estaba poniendo díficil. Empujó a su amante levemente para que cayera de espaldas en el sofá y montarse(y dominar) él ahora. Con alevosía, provocación y coquetería torturó al pelinegro desabrochandose el cinturón, desabotonando el pantalón, bajando lentamente el cierre y jugando con el borde del boxer negro. Rukawa no aguanto mucho, pues se avalanzo como una fiera poseida sobre el pelirrojo y a jalones le saco los pantalones y el boxer. Luego, con igual desespero se quitó sus ropas.

Se observaron detenidamente, sonrojados y avergonzados, pero extasiados por lo que sus vistas avarcaban; sus pieles perladas por el sudor, sus labios rojos por los besos fogosos, sus mejillas arreboladas, sus cabellos desordenados, sus sexos palpitantes y erguidos a la espera, ambos eran la personificacion de la sensualidad y el deseo para el otro. Hanamichi alzo su mano para acariciarle la mejilla, Rukawa cediendo a la invitación, forjó un beso apasionado, mientras que con su cuerpo lo cubría completamente. Él le recibió con temblor ansioso, un escalofrío delicioso que navegó por toda su piel al sentir su aliento rozar levemente en su cuello, un gemido trato de guardar pero sin éxito. Kaede sonrió ante su logro, y sin dejar minuto de tregua dejó su marca en el moreno cuello antes de descender nuevamente. Deseaba, ansiaba y disfrutaba dejar ningún milímetro de esa trémula piel sin su soberanía.

Hanamichi arrebatado, perdido en las sensaciones que ese hombre despertaba en él, dejaba que sus manos inexpertas viajaran por esa ancha y marcada espalda, por ese trasero redondo, por ese torso plano y tosco, por ese abdomen duro y definido, por aquel cabello negro y sensual, por ese rostro concentrado solo en él y en cada una de sus reacciones. Lo quería completo.

Una mano blanca se posó pronto en su miembro, envolviendo sus dedos alrededor de la roja e hinchada carne. Mordió sus labios para no gritar de placer. Los masajes propinados por el pelinegro interrumpía la unión de sus labios con uno que otro gemido ronco que escapaba de lo más profundo de su garganta. Las oscilaciones de la mano caliente de Kaede eran precisas y en un principio lentas, acompasadas con los movimientos de su mano libre que delineaba cada músculo de ese pecho masculino, agitado y sudoroso; al tiempo que sus labios aprisionaban con lujuria los suyos, que por su parte exigía con ansia.

- Me voy a…ah!! - trato de advertir al sentir llegar a su clímax. La mano blanca fue empapada en semen, blanco y viscoso, mientras Hanamichi arqueaba su espalda y gritaba intensamente su primer orgasmo de la noche. El pelinegro extasiado con la reaccion de su monito, lameo como si fuera la mas rica crema de un pastel.

- ah!! Fue... ah!! Muy bue...no ah!! – aun agitado se incorporo apoyandose en sus codos. Frente a él, el zorro le miraba provocador.

- Él tambien necesita atencion – con carita de niño malo se indicaba su propio miembro.

- ah!! Entonces... ah!! ... Ven!! – le abrio las piernas en clara invitación.

Kaede acerco su mano que aun tenia algo del semen del pelirrojo a la entrada del mismo. Primero metió un dedo. El pelirrojo, con los ojos cerrados por el dolor inicial, a tientas busco la mano libre de él y entrelazo sus dedos. Poco a poco la tension de esa mano fue cediendo, por lo que comenzó el vaivén dentro de la cavidad, pronto fueron dos cuando un apretón en la mano así se lo indico.

Hanamichi comenzo a mover las caderas al ritmo impuesto por esos dos dedos, estaba euforico, cada poro de su piel exhalaba sexo y cada receptor nervioso estaba embriagado de placer. Se aferro a la espalda blanca de su amante, apoyando su carita cerca de esos fuertes hombros, lo beso allí. Una risita de su amante, le llamó la atencion en medio de tanto placer.

- Ah!! Te burlas ah!! de mi ah!! Kit...Ah!! sune?! ah!!
Un mordisco en su oreja fue la respuesta, mientras esos dos dedos hacian y deshacian dentro de él. El movimiento era sincronizado y más rapido que al comienzo, Hana cayó en el improvisado lecho, soltando su mano, pero sin interrumpir el vaiven. Sus gemidos eran roncos y ahogados... sus ruidos guturales, hacian estragos en lo poco de consciencia que le quedaba a Rukawa, que ya no daba mas...

- Ah!! No aguanto ah!! mas!! Quiero... entrar ah!! – sacó sus dedos con apremio y se acomodó mejor sobre él, agarrándolo firme de las caderas y levantándolas un poco.
Necesito relajarse y tomar grandes bocanadas de aire, pues estaba demasiado ansioso, y seguramente le haria daño. Entró sin prisa (contra fuerza de voluntad), sintiendo palmo a palmo esa estrechez tibia y desconocida.

Hanamichi se aferró a su espalda nuevamente, clavando cada vez más sus dedos en esa piel blanca a medida que él avanzaba mas adentro. Rukawa escondió su rostro en el recoveco de su moreno cuello al iniciar el vaivén, mientras volvia a masajear el miembro otra vez despierto del numero diez; Sakuragi cerró los ojos al tiempo que le besaba el hombro, inhalando profundamente hasta saciar sus pulmones de ese aroma masculino.

Ambos se movían al compás, acelerando el ritmo a medida que fue necesario. Sus cuerpos encajaron como dos piezas complementarias de un rompecabezas. Sus latidos eran a la par, como también sus gemidos y suspiros. Eran uno, se unieron, se fusionaron. Por un momento perdieron forma física, fueron un solo ser, constituido solo de sensaciones, placeres y sentimientos.

Rukawa sacó su rostro de su nuevo escondite preferido que era el cuello de Hanamichi, para sostenerle la mirada, reflejarse en esas iris mieles y así, grabarse en su corazón, la imagen más hermosa jamás vista. Llegaron juntos al orgasmo, pero ahogaron sus gritos en un beso entrecortado y convulsionado, estrechándose en un abrazo, como un naufrago a un salvavidas, para contrarrestar así el escalofrío que les recorría cada rincón del cuerpo.

- Te amo ah!! – le dijo mientras con delicadeza salia de él.
- Tambien ah!! Te amo – le dijo con un sonrisa al tiempo que le acariciaba el rostro con ambas manos.

La sonrisa natural, espontánea y deslumbraste del pelinegro fue el mejor regalo que pudo darle. Hanamichi le miró embobado, amaba al hombre mas bello del mundo.

- Ahora entiendo por qué me compraste... – lo recibio con un abrazo mientras se le acomodaba encima como un gatito mimoso, descansando su cabeza en el pecho amplio y protector – tu plan era tenerme 24 horas para ti solito, y al final... emborracharme y hacerme el amor.

- Do’aho... – murmuro somñoliento el zorro, mientra le mordia un pedaso de su piel como castigo.

- Ahhy!! Teme zorro... no me muerdas... que ya tuve suficiente!

- En serio... ya te agotaste? – los ojos del zorro se clavaron en los suyos, insinuantes y sensuales.

- Mmm... no me mires así... – se sonrojo hasta las orejas por esa mirada, desvió la vista de aquella que le penetraba con fiereza.

- Soy tan feliz... –musito en un suspiro – no sabes cuanto desee esto... te amo Hanamichi...

- Todo el mundo desea al tensai...jajajajajajajajajajajaja

- Mataré a todo el mundo si es asi... tú eres solo mio...

- Zorro celoso – le reprocho éste pegándole levemente en un hombro...

- Mmmm... Sado? Eso me gusta...

- Hentai!!!

- Jajajajajjajajajajajaj!

- Me gusta que rias...

- Me gusta reir...

- Entonces por qué siempre estás tan serio...

- Porque solo me gusta sonreir y reir para ti...
Hana le correspondio con una sonrisa tierna y amorosa para luego besarlo.

- Aún no puedo creer que todo esto este pasando – le dijo el pelinegro una vez cortaron la union.

- Vamos a tu cuarto... – le mordía el lobulo con pervertida delicadeza. Ni tonto ni sordo lo tomó de la mano y corrieron a la habitación, donde una vez mas dieron rienda suelta a su amor y pasión.

..o0ooOoOoo0o..

Abrió sus ojos con pesadez, estaba somnoliento, y el calorcito qe sentía debajo de las cobijas no le ayudaba en la intencion de despertar. Se estiró como un gato bajo ellas y se refregó los cabellos con pereza peinándolos hacia atrás después.

Al medio incorporarse, sentándose en la cama, miró la habitación desorientado, pues no identificaba nada de lo que allí habia. Esas no eran sus paredes, ni su cama, ni su velador, ni su cobija, ni su closet... nada le pertenecia... ¿dónde estoy? se pregunto. Luego, perdido como estaba, se miro así mismo y se sorprendio bastante de verse desnudo. Le entró pánico de improviso, estaba desnudo y en un lugar desconocido, y más encima, un dolor de cabeza le cruzo todo el cerebro, como una bomba expansiva que llegó para quedarse. Sus manos se fueron instintivamente a su cabeza, mientras cerraba los ojos fuertemente, para tratar de frenar el dolor, pero el gesto no ayudo en nada. Sentía el cerebro bombear y los oidos zumbar, era resaca sin duda.

Se recostó en la almohada nuevamente para aliviar el dolor y fue cuando a sus fosas nasales llegó un aroma conocido, singular y masculino, que no era el suyo. Solo basto este aroma, para que a su mente una seguillida de imágenes, en techniclor y dolby surround, le recordaran todo lo acontecido anoche . Solo basto esto, para que su corazón galopara a mil, el sonrojo le asaltara las mejillas y sus ojos brillaran enamorados. Rukawa se le habia declarado y él le habia correspondido. Una amplia sonrisa apareció en su rostro; mitigando, casi al completo, el aún latente dolor de cabeza.

De repente escucho la perilla girar y al segundo ceder la puerta. Una cabellera negra aparecio detras de la madera, era Rukawa que, vestido solo con pantaloncillos de pijama, entraba a hurtadillas a la habitación y aún no se daba cuenta de que Hanamichi habia despertado.

- Zorro?...

Inmediatamente escondió algo tras su espalda. Miró sorprendido a su monito que le miraba con igual extrañeza.

- Qué está pasando? – la pregunta inocente de Hanamichi, hizo temer lo peor a Kaede, que interpretó en ella, que su monito no tenia ni idea de lo sucedido anoche, que el alcohol le habia echo olvidar todo. No respondió, solo bajó la vista apenado.

- Me vas a contestar o no?! – exigio sulfurado – Qué estas escondiendo, zorro?

- Eh!? – lo miro confundido, al parecer su suerte no era tan mala después de todo – Hana..?

- Qué te pasa zorro... por qué actuas extraño?

- No estas molesto?

- Ah!?... Por qué habria de estarlo?... solo quiero saber que escondes...

- Bueno... yo... anoche... tú... aquí... en el sofá... – el tartamudeo y sonrojo del zorro eran dignos de verse. Hanamichi ante el espectáculo comenzó a reirse con ganas. Pero no pudo continuar, pues en un dos por tres tenía el rostro del zorro pegado al suyo mirándole inquisidor.

- Recuerdo todo Kaede... – le dijo para calmar la duda y el miedo que leyó en esos ojos azules.

Se besaron con la intesidad de saberse correspondidos, de saberse amados y deseados. Pero de repente, una de las manos de Hanamichi se movió por detrás del ojiazul, para tratar de quitarle lo que allí escondia, el otro con grandes reflejos se separo rápidamente frustando el intento del pelirrojo.

- Queria ver – se quejó como niño pequeño. Rukawa sonrió divertido por los pucheros de su monito, y finalmente le mostró unas de sus cámaras digitales.

- ¡Tu cámara!... ¿por qué la escondias?

- Por nada...

- Mmm... dime la verdad o me enojaré contigo – sentenció con molestia en la voz.

- Es que cuando desperté te veias tan adorable durmiendo a mi lado, que no me aguante las ganas de fotografiarte – confesó avergonzado, rascándose la nuca mientras evitaba la mirada burlona de Hanamichi.

Hanamichi se acerco al rostro del zorro y jugueteo con su nariz frotando la propia – eres un tonto... – a continuacion se recostó boca abajo, acomodando sus brazos como almohada. Su marcada espalda quedaba tentadoramente al descubierto, él lo sabia, la sábana solo le cubría hasta la cintura, la imagen era lujuriosa para el pobre zorro que inconcientemente babeaba – ¿está pose esta bien? – le dijo susurrante, ronco, en un tono de voz cargado de lujuria y provocación.

- Mas que bien – contestó el zorro, para empezar a disparar el obturador de su camara infinidad de veces a medida que Hanamichi adoptaba una nueva pose aun mas sensual que la anterior.

- Espero que tengas suficientes con esas – le insinuo mimoso abrazándolo por detrás, cuando Rukawa ya sentado al borde de la cama, revisaba en la pantalla de la cámara digital, la totalidad de las fotos hechas.

- Nunca tendré suficiente de ti –giró su cabeza para besarlo. Cortada la unión se puso de pie rapidamente saliendo de la habitación mientras musitaba algo , dejando un poco confundido al pelirrojo que casi se da bruces con el suelo.

- ¿dijo “coleccion”? – se pregunto Sakuragi incorporándose de la cama y buscando rápido algo que ponerse. En el closet halló un pantalon holgado de algodon negro, que se los puso apresurado para salir en busca de su zorro. Lo encontró en el despacho, frente a su computadora, instalando la cámara para descargar las fotos.

- ¿como es eso de “colección” , Kitsune?... – le pregunto con un leve tono molesto, tenia serias sospechas de las palabras dichas por el zorro, que no le estaban gustando nada, pero preferia que la fuente misma se las explicara.

- Ven aquí – le invitó calmo, sin levantar la vista de su notebook. El pelirrojo hizo lo que le dijo y se encamino a su lado para ver lo que tenia que mostrarle. Termino sentado en el regazo de Rukawa, como él le indico con un golpe de mano en su propio muslo, al instante le rodeo la cintura amoroso y protector.

Hanamichi no podia caber en si, de fondo de pantalla en el escritorio del aparato, estaba su rostro sonriente. Por el atisbo de ropa que se veia y pequeños guiños del fondo, era sin duda una foto tomada en el gimnasio.

- La tomé hace mucho tiempo, durante un entrenamiento – dijo el pelinegro respondiendo con antelación todas las preguntas que a Hanamichi se le estaban atorando en la garganta – hay mas... – su dedo presto en el touchpad, guió el cursor hasta la barra de Inicio y de allí fueron a la carpeta Mis Documentos, de allí a Mis Imagenes, a Fotografias, a Varias Cosas, a Kaede, a Top Secret y (finalmente) una carpeta llamada Do’aho. Hana tembló ansioso, cuando Rukawa hizo doble click para abrirla. Ante sus ojos una serie de vistas en miniaturas mostraban distintas fotos de ÉL.

Era Hanamichi: con uniforme, con equipo de basquet, con ropa de entrenamiento, sin ropa (estaba en las duchas), solo el rostro, de perfil, de cuerpo completo, de medio cuerpo, en primer plano, en segundo plano, con Mitsui, con Akagi, con Ayako, con Riota, con Ansai, con la gundam, con la “tontona” (léase Haruko), sentado en la banca, parado bajo el aro, sentado en la duela, parado en la duela, entrando al gimnasio, saliendo del gimnasio, durmiendo en la sala de clase, despierto en la sala de clase, en clase de gimnasia, en clase de arte, en el laboratorio, en el comedor, saliendo de su casa, llegando a su casa, en el metro, en el ¿centro comercial?, en la cancha cerca de su casa, afuera del Pachinco; entrando, comiendo, riendo, gritando, conversando y saliendo del Danny’s;... Eran demasiadas fotos de ÉL. ¿Cómo y Cuándo se las sacó?, ¿Hasta en las duchas?, ¿Me seguía los fines de semana?, ¿Tiene vida el Kitsune?, ¿Quizas deba verlo un especialista?....esta y otras preguntas se le vinieron en estampida a la mente.

- Todas te las he tomado a escondidas – la voz avergonzada de Kaede le llego desde atrás – este es parte de mi secreto.

- Aun hay más! – dijo alterado y con una pisca de no creerselo, que Rukawa tuviera tantas fotos de él, le daba algo de miedo, como la de una victima ante su sicopata acechador.

Con un gesto de su mirada le pidió levantarse, lo que le permitio abrir el cajón, donde Hanamichi por la tarde del dia anterior urgó encontrando la Croquera de dibujo y que era la misma que extraía ahora. Y en ella le mostró un dibujo a carbon de su rostro. Hanamichi entre tembloroso y emicionado, tomo la croquera entre sus manos, y se dedico a revisar hoja por hoja, llevándose la impresion de su vida, al ver plasmado ahí distintos dibujos, donde solo ÉL era el protagonista.

- Esto me esta dando miedo... – reconoció contrariado, murmurando bajito.

- No tienes que asustarte – saltó a explicarle al ver su cara de atonito – es solo que... es la unica manera que encontre para tenerte a mi lado – los ojos mieles se clavaron en él – ... de tenerte de algun modo – termino de explicar bajando la vista.

Ese zorro taimado, avergonzado, timido e inocente, no podia ser el que hasta ayer era serio, frio y distante. El pelirrojo se derritió hasta el tuetano al escuchar esa confesión de amor tan pura, verdadera y cálida. Su corazon latió a mil al ver en esos ojos azules que le esquivaban con verguenza, un profundo sentimiento de amor hacia él. Y fue desde ese instante, que se prometió a si mismo, que amaría a Kaede Rukawa más que a su propia vida.

- Te amo – la sonrisa del zorro fue deslumbrante al escuchar esas palabras venir con tanta naturalidad y fervor de su monito.

- Yo te amo aun mas - respondió abrazandolo. Pero una mano morena en su pecho le dió un leve empujon para que se sentará nuevamente en su silla de escritorio.

Turbado miró como Hanamichi se sentaba arriba del meson, frente a él, colocando sus piernas abiertas apoyadas sobre los posabrazos de su silla.

- Si me amas tanto, mas que yo a ti... demuestramelo ahora – y se relamió la boca provocativamente.

..o0ooOoOoo0o..

Oohhhh No, no es amoooooor,

- Hana...

lo que tu sienteeeeeeees, se llama obsesiooooooon,

- Hanamichi!!

una ilusioooooon en tu pensamiento, que te hace hacer coooosas,

- Hanamichi Sakuragí!!!

asi funciona el corazoooooon.

- DOAHOOOOO!!!!!

Una cacerola cayó estrepitosamente al suelo, derramando Ramen tibio por todo el suelo de la cocina. Mientras un pelirrojo trataba de controlar su desbocado corazon, sujetándose el pecho con una mano, después de haber saltado como un bailarin del ballet Ruso pero con epilepsia, por el susto que le dió el grito del Kitsune. Era domingo en la tarde, y Hana preparaba la cena.

- KITSUNE!!!

- No cantes...

- Y por qué no? – su cara cambio a malicia pura.

-Tú sabes por qué... – Rukawa desvio el rostro entre enojado y avergonzado, giro sobre sus talones para salir de la cocina.

A los cinco segundos de que llegara a sentarse en el sofá, Hanamichi se le echo encima, enlazándole los brazos al cuello.

- Oohhhh No, no es amoooooor, lo que tu sienteeeeeeees, se llama obsesiooooooon, - comenzo a cantarle quedito al oido, mientras el pelinegro cerraba los ojos, en actitud ofendida. Pero éste agarro los brazos de su pulpo amante y ejerció presion separandolo de él.

- Me has cantado todo el día esa cancioncita, me tienes harto – explicó cuando ya habia tomado una distancia prudente.

- Pero si solo es una bromita – explico con cara de niño inocente.

- Si, pero ya me tienes harto... ademas me enoja que me digas que lo que siento por ti es una obsesion y no amor – se cruzo de brazos mirandolo serio – tu sabes que te amo, ademas ya te explique por que tengo esas fotos y dibujos.
- Lo siento – se acerco a el con la cabeza gacha – no quise molestarte, en lo que queda de fin de semana no te molestare mas... – y una sonrisa lujuriosa se expandio en su rostro – ademas, haré todo lo que este a mi alcance para satisfacerlo, A-mo – el zorro sonrio satisfecho cuando el pelirrojo le susurro esas palabras insinuantes al oido.

- Mas te vale que sea así, Es-cla-vo.

..o0ooOo.Flash Back.oOoo0o..

Esa mañana, después de hacer el amor con Hana recostado en el escritorio y Rukawa penetrándole de pie , reclinado sobre él, éste le mostró a su amorcito, la tercera parte de su secreto. Un cuarto oscuro, que Rukawa usaba para revelar fotos de su cámara reflex. De los distintos cordeles allí dispuestos, colgaban una serie de fotos que en su mayoria (y para variar) eran del pelirrojo, fue en ese momento que al do’aho recordó la cancion del “Grupo Ventura” para cantar (y torturar) a su ojiazul cada vez que tenia (o no) la oportunidad.

Estuvo toda la mañana del domingo cantando la canción, hasta que el Kitsune no dio más y exploto en colera.

- No tienes sentido del humor – se defendio el pelirrojo que estaba acorralado en el sofá.

- Si lo tengo, pero ya me tienes harto!

- Solo es una cancion inofensiva

- Es una canción molesta!

- Vamos Kitsune no te molestes... – suplicó con las manitos juntas delante de sus ojos brillosos como los de un cachorro asustado.

- Tendrás que hacer mucho merito hasta mañana para que te perdoné – menciono como que no quiere la cosa.

- A no!... el contrato del remate era solo por 24 horas. Mis obligaciones terminaron hace rato.- y tentando a la suerte menciono bromeando - Así que deberas pagar otra vez si quieres mis servicios.

Rukawa se paró automáticamente de encima de él y ubicándose en medio de la estancia comenzó a hablar a un público invisible: - El siguiente lote a rematar es el apetecible pelirrojo Hanamichi Sakuragi. Como pueden apreciar – indico con la mano al susodicho, que le miraba con ojos de huevo – esta mercancia es de la mejor calidad. Apetitoso cuerpo, espalda ancha y musculosa, brazos duros y fuertes, trasero redondo y parado... creánme cuando les digo que es exquisito entrar ahí – un KAE! quejumbroso se escucho, pero el pelinegro hizo oidos sordos y siguio – iniciamos nuestro remate con la postura (del 69!...ejem... perdon, no pude evitar hacer la broma) de cinco minutos de sexo – ahora fue un RUKAWA! el que se escucho – allá tenemos un caballero apuesto, de ojos azules y cara de zorro que ofrece por nuestro lote... allá un idiota pelopincho sube la oferta... – por qué saca a Sendoh a colación se pregunto extrañado Hana - otra vez el perfecto pelinegro sube el monto por media hora de sexo.... quien da más señores, esta oferta no se volverá a repetir... otra vez el caballero admirablemente guapo y de cuerpo de Adonis sube el monto a dos horas de sexo...¿nadie más?... al parecer se lo llevará el perfecto y espectacular jugador de basquetball que ofrece 10 horas de sexo... 10 horas de sexo a la una.... 10 horas de sexo a la dos... 10 horas de sexo a la tres.... vendido el violable y exotico pelirrojo al señor con cara de zorro y miembro de 27 cms...- y con cara graciosa miró nuevamente a su pelirrojo – listo, te compré otra vez. Deberás hacer merito hasta mañana.

- Eres un tonto Kaede – le reclamó, pero se le notaba que aguantaba la risa a duras penas por tratar de mostrarse serio.

En cinco segundos Hanamichi estaba recostado en el sofá, con un sonriente Rukawa cubriéndole completamente.

- Soy un tonto, pero que te ama con locura.

- Lo unico inteligente que has echo en tu vida – y enlazo sus brazos al cuello para besarle con pasion.

..o0ooOo.Fin del Flash Back.oOoo0o..

Llegaron juntos al instituto al lunes siguiente, caminando eso sí, por que Hana ni amarrado se subiría a la bicicleta a riesgo de chocar por culpa de su narcoléptico koi, ademas de que tenía sensible cierta zona de su cuerpo. Afuera de Shohoku, le esperaba el instituto al completo, pues todo querian saber cuán golpeados llegarían después de las 24 horas. Todos suponian que la rivalidad los llevaría a matarse, pero grande fue la sorpresa cuando los ven llegar conversando como grandes amigos, un tanto mimosos como para ser solo amigos y tomados de las manos como si no fueran amigos.

El escándalo fue total. Las chicas lloraban histericas por descubrir que su idolo gustaba de un hombre, la gundam lanzaba serpentinas y tronaba matacras mientras danzaba alrededor de la abochornada pareja, el equipo de basquet aun no daba credito a nada, pero no fue hasta que el profesor Ansai se acerco para felicitarles que lo aceptaron y tambien lo felicitaron efusivos. Haruko se tiró desde la terraza al vacio, pero nadie se dio importancia, así que murió desangrada (muajaja). Muchos chicos “raros” se unieron al fansclub de Rukawa a llorar por su platónico amor y otros los subieron al altar de la “pareja homo perfecta”.

- Sakuragi! – en medio de toda la bulla, apareció la presidenta del curso de Hanamichi, con miles de papeles en la mano, acompañada de la su vice-presidenta que cargaba una palm donde digitaba cosas mas rapido que Speedy Gonzalez – que bueno que llegaste...

- Qué sucede Asuka?! – contesto éste con fastidió y un poco de miedo, con esta chica nada podía ser bueno, aunque lo del remate habia logrado que ahora estuviera de novio con su zorro.

- Tienes que prepararte que mañana habrá otro remate! – exclamo alegre alzando los brazos por sobre la cabeza.

- OTRO REMATE???!!!! – coreo todo el instituto, incluso un impresionado Kitsune.

- Ajah! Tuvo tal exito y propaganda el remate de solteros de la semana pasada, que ahora hasta nos han llegado ofertas de otros colegios, y como para la gira de estudios queremos ir a Europa, esta es una excelente oportunidad para reunir dinero. Las apuestas estan hasta en internet y tú eres el más requerido.

- Cómo que el más requerido?! – pregunto un zorro furioso. El aura negra que desprendía su cuerpo, logro que todo los estudiantes que les rodeaban se alejaran en un radio de 100 metros.

- Eh... bueno...si... Sakuragi es el mas peleado en internet... hay incluso un tal “Puercoespin” que ha ofrecido 100 mil... – y lo ultimo que se pudo ver de la pareja fue la estela de polvo que dejó Rukawa corriendo furioso y vocifereando maldiciones al pelipincho mientras arrastraba al pelirrojo que ondeaba al viento. Durante una semana, nadie los vio salir de la casa del pelinegro. Tambien debo mencionar que cierto jugador de Ryonan fue hallado flotando de medio lado en un canal de la ciudad. (U.U)

Y colorin colorado este fic ha acabado y paso por un zapatito roto hasta cuando en el manicomio me dejen contarles otro.... Fin.

Notas finales:

Y así llegamos al fin... el final parece apresurado, pero esa es la intencion... desde un principio concebi terminarlo así... espero lo hayan disfrutado.

Algún día volveré con alguna idea por estos lares, espero no demorarme demasiado, pero el cole y mis niños me demandan mucha energía y tiempo.

Agradesco los review de todos y conteste todo, pero no se cargaron algunas respuestas.

Hasta pronto.

Pd: la escena de la sesion fotografica en la cama, la saque de una imagen que tengo guardada de Hanamichi, en la misma postura. Quien la quiera, expliqueme como se hace para subir una imagen aquí.

 


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