-Hermana… ¿tú me amas?- pregunto la pequeña –Con toda mi vida- respondió sin dudarlo, pero sin reflejar sentimiento alguno -¿Me perdonarías si yo… fuera en contra de Saori?- pregunto temerosa mientras tomaba sus manos –Esmeralda… si tú haces algo en contra de nuestra hermana, ten presente que no podrás volver a esta casa o te asesinara- dijo seriamente -¡Responde!- exigió la menor, Marin le miro preocupada –No tendrías mi perdón porque no hay nada que perdonar, confió en eso- y después la mayor ayudo a su hermana a levantarse y se fue no sin antes darle un pequeño beso en su mejilla.
Salió a regar las plantas que adornaban la casa, por fuera parecía un hogar digno y humilde, sin embargo por dentro era todo un caos, Esmeralda salió disparada por la puerta principal, ni siquiera había notado que Marin estaba justo en los pies de las escaleras mirándola como corría directo al bosque… -Ay no…- si lo que ella había dicho era verdad cometería el peor error de su vida, corrió tras ella pero lamentablemente le perdió la pista.
-Señorita Kido buenos días- dijo un muchacho de la aldea que estaba apilando la leña en una carreta –Buenos días- respondió mirando a los alrededores -¿Señorita busca usted algo?- pregunto el joven –Si, a decir verdad busco a mi hermana menor, ¿La vio pasar? Tengo la impresión de que venía a dar la vuelta al bosque- confeso Marin, el joven tomo entre sus brazos una pila de troncos secos, -Hace poco entro al bosque, dijo que no iría muy lejos, debe estar por los alrededores ¿Desea que le ayude a buscarla?- pregunto amablemente el aldeano
<< Lo temía >> pensó la mayor de las hermanas Kido, -Aprecio tu amabilidad, pero debo rechazarla, estas ocupado y ella es responsabilidad mía, si podrías ayudarme diciéndome en que dirección se fue lo agradecería- el joven sonrió, sin embargo un sentimiento de decepción fue notorio en esa sonrisa –Por supuesto, parecía dirigirse al sur- dicho esto Marin agradeció como era costumbre en una dama, con una leve reverencia y partió inmediatamente al bosque Equiem -¡Si me necesita grite! ¡No dude en llamarme!- grito el joven ya cuando Marin estaba un poco alejada, sin embargo fue capaz de escucharlo.
La pelirroja camino buscando rastro de su hermana, sin embargo no había huellas, no había aroma, no había nada que le indicara por donde fue Esmeralda, por un momento pensó en ir a las grutas, donde se tenía la idea de tener presos a los amigos de Hyoga, fue cuando recordó el día de la ejecución, había visto a Hyoga venir sin titubear a salvar a Shun, eso rondaba por sus memorias incansablemente, Saori le había arrebatado la vida de un ser humano y ahora deseaba arrebatar la razón de vivir para Hyoga, sin duda esto era preocupante.
No podía hacer nada al respecto, pues como principal heredera de los Kido tenía que regirse por las ordenes de su padre, su padre había pedido el exilio temporal de Saori, pero no por las razones de dejar libre a un neófito, eso le pasaba a cualquiera, la razón era porque Saori había enloquecido, su ego, su cordura no volvieron a ser las mismas, se había creado la fachada de una mujer hermosa, frágil, delicada y casi al punto de representar la sumisión de la mujer, sin embargo esta haría de todo para conseguir una venganza que simplemente no tenía lugar.
Todos esos pensamientos hicieron perder el rumbo a Marin, cuando lo noto estaba justamente en la cabaña de Hyoga, con el rubio noqueado.
-Esperen por favor- dijo Esmeralda atemorizada –De verdad quiero ir con ustedes, mi hermana me ha maltratado, me ha humillado y si fuera poco a amenazado con asesinarme si es que cometo el más mínimo error, por favor, permítanme ir con ustedes- dijo la rubia inclinándose a los pies de ambos dragones, suplicando su perdón con lágrimas en los ojos y el mayor de los dolores en el corazón –Si lo que dices es verdad serias un estorbo- dijo Ikki, Esmeralda alzo la cabeza confundida –Pensé que tenías más valor para Saori pero sabiendo que incluso ella te desecha, no vale la pena tenerte con vida- Esmeralda trago aire esperando su cruel destino.
-¡Hermano espera!- grito Shun, el nombrado y los demás dirigieron su mirada al peliverde – Ella tiene la capacidad de debilitar a sus oponentes, si ella deseara escapar o mentir ya te hubiera debilitado y de paso nos hubiera matado, reconsidéralo hermano, incluso puede que sus habilidades nos ayuden en un futuro, por favor hermano- Ikki quedo pensativo, pero justo después soltó un golpe de gran fuerza en la nuca de aquella mujer dejándola inconsciente -¡Hermano!- grito Shun nervioso
-Silencio Shun- dijo reprendiendo a su hermano menor –No la asesinare, pero no confió en ella, escaparemos y la llevaremos con nosotros, pero te advierto, no seré nada piadoso si es que hace que desconfié en lo más mínimo- el peli verde sonrió y de inmediato asintió.
Habían huido con éxito, ¿su siguiente destino? El hogar de Hyoga, Seiya había comentado con lujo de detalle a su amado por cada cosa que habían tenido que soportar desde su partida, el escudo había funcionado, pero Hyoga no podría estar protegido por el mismo y ahora teniendo a Esmeralda con ellos no era una buena opción donde regresar.
Sin embargo al llegar a la choza Hyoga había desaparecido…
-Definitivamente han venido por él, sabía que la rubia era una simple distracción- dijo Ikki cruzado de brazos mientras veía como Shun y Seiya intentaban olfatear rastro alguno de su compañero desaparecido pero sería inútil.
Shun tenía su corazón en la mano y sus nervios a flor de piel, ¿Cómo era posible? No habían tenido ni un solo momento de paz y al más mínimo contacto siempre ocurriría algo para separarlos. –Les juro que yo no eh tenido nada que ver en esto, los planes de mi hermana eran deshacerse de los amigos de Hyoga y dejarlo sufrir, no planeaba matarlo sin antes torturarlo- decía Esmeralda quien tímidamente estaba intentando protegerse tras de Shun, quien era el que había abogado por ella
-Yo le creo…- dijo Seiya –Esa mujer es despiadada, se nota que disfruta jugar con su comida antes de comérsela- aquello era una verdad más que comprobada, pero ahora no tenían ni idea de donde estaba el rubio.
-Esmeralda, explícame de inmediato ¿Qué significa esto?- todos se giraron al presenciar a Pandora, la segunda de las hermanas Kido entre los arboles con una mirada sin emoción alguna -¡¿Hermana?!- dijo Esmeralda colocándose completamente tras de Shun a la vez que este extendía su brazo para protegerla.
-Fui a terminar el trabajo que Saori encargo y me encuentro con la sorpresa de que no había nadie en la gruta, tu olor mezclado con el de ellos y para terminar te encuentro con ellos ¿Qué significa esto?- dijo la mayor con un tono más severo sin esperar respuesta. –Si Saori te encuentra con ellos te despellejara y des mutilara solo para empezar, vuelve ahora y pasare por alto este error- dijo la de cabellos oscuros extendiendo su fina mano a su hermana
-¡Nunca! No quiero seguir las ordenes de una loca, su venganza solo es un capricho sin sentido, date cuenta hermana… no necesitamos esto, Saori es toxica para todos- explico la menor sin desprenderse de la espalda de Shun.
El silencio se apodero del momento, pero la tensión compensaba aquello. –De acuerdo- dijo Pandora, todos se sorprendieron ante sus palabras –Te dejare ir hermana, con una condición- Esmeralda prestaba atención a sus termino, preguntándose cuales serían –Si te vuelvo a ver, te asesinare yo misma, te daré una ventaja para que huyas con tus nuevos amigos, sin embargo la siguiente vez los destazare cual animales- Pandora estaba a punto de darse la vuelta cuando Shun grito
-¡Espera!- Pandora respondió con un quejido provocado por su garganta mirando al defensor que de su hermana -¿Dónde está Hyoga? ¿Lo han secuestrado?- pregunto temeroso y esperanzado de que la vampiro siguiera tan bondadosa como con su hermana, su cara reflejo asombro por un momento y después se tornó serena –No sé de qué me hablas- y dio media vuelta como era su principal objetivo –lárguense ahora que estoy de espaldas-
-¡Pero!- grito Shun, sin embargo su hermano lo tomo por el hombro –Después nos encargar menos de eso, debemos irnos- pues ninguno estaba en condiciones para defenderse, tomo por la fuerza el brazo de su hermano y lo jalo en dirección contraria a la vampira así desapareciendo todos a la vez.
Pandora inicio su caminar con dirección al hogar del pueblo en donde sus hermanas residían con una única pregunta en su mente << ¿A dónde se habrá ido ese neófito?>>
El grupo de criaturas había llegado al perímetro de la barrera y cual imán al metal Seiya y Shun fueron jalados hasta estar dentro de la barrera, ambos dragones y vampira los persiguieron hasta estar divididos completamente por la barrera, esto sería un conflicto
-Shiryu e Ikki pueden entrar, pero Esmeralda no- explico Seiya –Y mientras este por los alrededores no podremos salir y ustedes tampoco una vez entren- completo Shun recargando sus manos sobre aquella barrera
-Esto sin duda es un problema- dijo Shiryu tomando su mentón
-Tengo… tengo una idea- dijo Esmeralda mirando el suelo –Tú no tienes voz ni voto- dijo Ikki
-Deja la hablar- regaño Shiryu –continua- volvió a decir el dragón
-Hay un lugar donde Saori no puede ir- dijo Esmeralda – Existen unos videntes llamados Milo y Camus de Antares…- fue interrumpida por Ikki –Venimos de allá – dijo con molestia
-Deja la terminar- volvió a reprender Shiryu –Ellos viven en el rio del escorpión, pero cerca de ahí vive un Alquimista con su sobrino llamado Mu, él nos ayudara- rápidamente Shiryu e Ikki recordaron que Milo había mencionado a Mu fugazmente, por lo que se miraron curiosos -¿Por qué estas segura que nos ayudara?- pregunto Shiryu
-Porque Mu a tratado de asesinar a mi padre Julián Solo desde hace lustros, sin mencionar que me debe un favor.
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