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El amor es como un contrato, se renueva. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola!!!! Lamento tanto la tardanza de este fic :c no merezco el perdón de nadie pero bueno, no he tenido mis mejores meses desde el año pasado y me ha ocurrido cada cosa. Pero aun asi decidi escribir hoy algo para este fic y cha chan!!!! Aquí lo dejo. Espero puedan perdonar las faltas de ortografía que encuentren, no revisé nada asi que de antemano pido disculpas. Y tambien si me ven algo oxidada en la escritura :'v sorry babies.

 

Durante el resto del día no pudo sacarse la idea de una deliciosa cena con un vino de excelente cosecha. Una sonrisa boba lo acompañó a la junta que resultó ser cierta.


No quería ilusionarse tampoco, faltaban un par de horas para irse a su hogar y aún dudaba de ciertas cosas como seguir adelante con Rogers. Si, Rogers, por que en esos instantes donde su enojo aún no se disipaba no podía llamarlo por su nombre.


La cosa no era la atracción sexual, esa seguía acompañándolo. Por que con todo y enojo admitía que le encantaba el cuerpo del rubio. Pero algo más faltaba, ese sentimiento que te causa mariposas en el estómago se iba disipando y ya no sabía si era el único en esa relación que se sentía así.


No se dio cuenta en que momento se vio manejando a casa, cuando quiso ver ya se encontraba a un par de calles. Decidió parar en una pastelería y comprar una pequeña tarta de nuez.


Iba a tomar el ascensor cuando se paró a inhalar un par de veces. ¿De verdad estaría Steve esperándolo? ¿La cena transcurriría bien? ¿Qué tal y el silencio se volvía demasiado incómodo?


Sus dudas comenzaban a hacerle una mala jugada. Llegó por fin, sus pies rozando la entrada de su para nada humilde hogar. Abrió la puerta y se dio paso a la estancia. Estaban las luces prendidas, y eso creía que era buena señal.


De pronto un olor lo invadió todo, sus pies no pudieron evitar conducirlo hacia aquella exquisitez.


¿Qué diablos estaba preparando? Sentía un poco de picante en el ambiente. Tal vez una pasta, aquellas que no necesitan más que una salsa por encima. O quizá una de esas lasañas de las que tanto solía presumir.


Lo encontró, con un delantal amarrado a la cintura. Sus brazos se movían con agilidad y logró escuchar unos ligeros murmullos, quizá una vieja canción que el rubio cantaba para si.


Dudaba de meterse o no por completo en ese ambiente, no quería interrumpir al rubio mientras cocinaba. Por un momento en su mente pasaron varios recuerdos de algo parecido; los dos de esa forma, cuando Steve llegaba más temprano del trabajo y le tenía la cena lista, todo con la excusa de que algo hecho en casa era mejor y que apesar de que a veces Tony se negaba a la idea de comer siempre en casa, siempre terminaba repitiendo los platillos.


Respiró hondo, inundando sus fosas nasales con aquel maravilloso olor de nuevo. No hizo ruido alguno y retrocedió sus pasos para ir a su habitación. Lo dejaría un poco más de tiempo a solas, por el momento aprovecharía para refrescarse tanto en cuerpo como en mente.


Steve no había pasado desapercibido el sonido de la puerta, supo de inmediato que Tony había regresado y que hasta hace un momento lo estaba observando. Estaba feliz, quizá hoy todo quedaría claro, estaba haciendo una cena exquisita, una lasaña y unas cremas que sabia que su amante no resistía. Aprovecharía el momento para sacar sus cartas y explicarle al mayor que todo iría bien, que luego del ascenso tomaría varios dias libres, que no tenía que preocuparse por que lograrían sacar su relación a flote. Si, esperaba que todo funcionara.


Pasaron quince minutos hasta que por fin Tony se dio valor para entrar a su cocina. El rubio lo vio pero no dijo nada, dedicándole únicamente una sonrisa al ver que el de cabellera oscura dejaba una tarta en una de las barras.


-Veo que te encargaste del postre. - no encontraba que más decir en ese momento y no quería tentar el humor del mayor.


-Pensé que si no iba a cocinar al menos podía traer algo. - su voz no sonaba muy alegre pero tampoco estaba enojado y para Steve eso era buena señal. Lo observó de reojo mientras Tony sacaba algunos platos y cubiertos para colocarlos en la mesa.


Cuando terminó de cocinar, apagó el horno y la estufa. Tenía que dejar que la lasaña se enfriase un poco. Se dispuso a salir de la cocina y le dijo a su amante que se refrescaría un poco antes de servir la cena.


Tony sólo asintió, sentía una extraña oleada de nervios dentro, no sabía si era para bien o para mal. Esperaba que fuera para lo primero.

****
La cena transcurría tranquila, pero sobretodo se podía sentir la tensión en el aire. Ninguno de los dos había sido capaz de decir palabra alguna que no se refiriera a la comida.


Como siempre desde que Tony estaba con el rubio, le alabó la comida. La verdad era que si estaba deliciosa, hace tiempo que no comía algo preparado por el policía. Pero cada que pensaba en que tenía que decir algo más, una copa de vino se dirigía a sus labios y se tragaba las palabras junto con el líquido.


No fue si no hasta el momento en que el postre fue servido que Steve tomó aire y rompió el silencio, intentando disipar la tensión entre ambos.


-¿Es raro verdad? Siento como si hubiesen pasado siglos desde que cenamos juntos. - sonrió un poco, mostrando sus dientes.


El de cabellera oscura quería decirle que en realidad podía decirle los días exactos, pero se lo guardó. 


-Si, se siente como algo nostálgico. - partió un pedazo de la tarta y la dirigió a su boca para saborearla intentando no poner atención a ese ardor que comenzaba a sentir en el estómago.


-Tony, me gustaría comentarte algo.- el rubio no había probado bocado alguno del postre todavía, pero no le importaba. Para él era más importante comentarle a su pareja lo que tenía planeado, muy dentro de su ser creía que esos días que se tomaría de vacaciones serían efectivos para arreglar su relación con el magnate.  Para la pena de Steve, estaba completamente equivocado.


Empezó explicándole como su jefe le había hecho la oferta de tomarse unos dias libres y como pensaba que debían pasarlos, no dejaba de sonreír con cada palabra que salía de su boca. Le explicaba como su compañero lo cubriría con el papeleo de las oficinas y que incluso podría empezar a intentar a hacerse un hueco entre cada semana para poder tener más cenas como las de ahora.


Habló sin parar, incluso el aire se le iba y tenía que retomarlo con grandes bocanadas. Pero entre tanto, Tony estaba más que ausente del asunto, si, de algún modo su mente estaba recolectando la información, pero poco le importaba. El ardor de su estómago lo sentía subir hasta su garganta hasta que no pudo más y se levantó de la mesa corriendo hasta el baño, encerrándose ahí.


Steve no supo que sucedió, se quedó quieto un momento para después levantarse y seguirlo, tocando la puerta preguntándole si estaba bien.


-Tony...¿Quieres que te traiga algo de agua? ¿Algún anti ácido? - el rubio hablaba despacio no queriendo perturbar demasiado al pelinegro ya que aún podía escuchar sus arcadas.


Mientras en el baño, Tony continuaba echando hasta el desayuno. Cuando su cuerpo decidió darle un descanso logró responderle al rubio, diciéndole que le llevase algo de tomar.


La situación se estaba yendo de control, el ardor no era casualidad, y la cena no tenía ningún irritante. Simplemente su cuerpo había acumulado demasiado enojo, su cuerpo lo resentía. No podía continuar así. Necesitaba hablar con Steve urgentemente.


Un par de minutos pasaron hasta que escuchó el leve toque de la puerta, abrió y tomó con gusto el vaso que le ofrecían para tomar lentamente, dejando que el agua fresca pasara por su garganta y le quitara la irritación.


-¿Te encuentras bien? ¿Te hizo daño la cena? - si, el rubio de notaba realmente preocupado y por un breve segundo Tony pensó en dejar las cosas como hasta ahora, pero su parte racional tomó el control; la decisión estaba tomada.


-Necesitamos hablar Rogers.
****
-Una noche, eso es todo lo que te pido. ¿Acaso es tan difícil para ti dejarme tranquilo?


-No exageres, son sólo cosas inofensivas.


Dos horas, eso es aproximadamente lo que el par llevaba discutiendo. Ambos se encontraban en un pent-house de uno de los más lujosos departamentos de Manhattan. 


Al parecer no llevaban mucho de haberse mudado, no es como si tuviesen cajas por todas partes o muebles fuera de lugar, el dinero mueve a la gente y todo quedó acomodado en un día. Lo único que daba a conocer a esos jóvenes como nuevos en la ciudad era el hecho de que ni siquiera habían salido de su nuevo hogar, por que no conocían nada.


-Mira Loki, si nuestro padre nos mandó a vivir aquí juntos es para que comiences a tomar más madurez y dejes de hacer travesuras. No eres más un niño.


El joven de cabellera oscura viró sus hermosos ojos verdes y soltó un pequeño bufido antes de cruzar los brazos.


-Querrás decir TÚ padre. No tengo nada que ver con él. - el joven tomó asiento a la orilla de su cama ya que  se negaba a seguir de pie en su propia habitación.


No era su culpa estar aburrido y tampoco lo era el hecho de que Thor fuera el único cerca con el cual podía intentar matar ese aburrimiento.


-¿Y acaso nuestra madre tampoco cuenta?-  ahí estaba, Thor siempre sacaba a Frigga a sabiendas de que el pelinegro no diría nada en contra de ella, después de todo ha sido la única que lo trato de forma tan especial. 


Loki se negó a responder y prefirió acostarse, dejándole en claro a su hermano que no haría nada por lo que restaba de la noche.


-Mira Loki, mañana podemos salir y explorar éste lugar. Mientras me prometas mantener la compostura.


El joven sonrió, le gustaba la idea de salir, de ver que cosas ofrecía Manhattan. Quizá encontraría algún club que valiera la pena y buscar a alguien con quien divertirse. Si, Loki definitivamente necesitaba a alguien para distraerse.
****
Su quijada se apretaba mientras intentaba contenerse para no saltar y decir algo. Steve no podía creer lo que acababa de suceder. ¿Era acaso una mala pesadilla? ¿Porqué Tony hablaría así? No, no podía ser cierto.


-Steve, di algo por favor. - su cabeza estaba gacha, habían regresado al comedor para poder hablar con calma, sin embargo la charla fue más allá de lo que el magnate pensaba y terminó por decir todo lo que sentía al respecto de la relación.


-¿Qué quieres que diga Tony?- sus ojos se veían acuosos, le costaba cada vez más contener las lágrimas que yacían en ellos. Su cuerpo se sentía entumecido, no sabía que hacer con las manos y optó por doblar y apretar la servilleta de tela que hace minutos se posaba en la mesa.


-Steve...quiero que me entiendas.


-Y yo quiero que me entiendas tú a mi. ¿Cómo crees que me siento en este momento? No es sólo el hecho de que me pidas un tiempo, es el hecho de enterarme que te he hecho sufrir. ¿Cómo crees que me siento sabiendo eso? - el oficial de policía no soportaba más, las lágrimas rebeldes caían por sus mejillas, alguna que otra goteaba desde su quijada para dejar su marca en el mantel. Era un sentimiento horrible, Steve sentía un dolor en el pecho que rogaba por salir. ¿Cómo pudo hacerle tanto daño a su pareja? ¿Tanto se había enfrascado en el trabajo? ¿Cuándo empezaron a cambiar las cosas? Todo eso lo estaba matando. Ahora comprendía por que una cena no lo arreglaría todo, el daño era demasiado, había apartado a su compañero- ¿Cómo pude hacerte esto Tony?- habló más para sí, el silencio continuó por un rato más hasta que sus sollozos se fueron calmando.


Era duro para ambos, nada les garantizaba que un tiempo separados arreglaría las cosas, por la mente de Steve no dejaba de rondar el pensamiento de que era algo definitivo, que Tony no se permitiría regresar con él y lo del tiempo era sólo para no hacer la ruptura más dolorosa.


Ninguno quería moverse de sus lugares, de algún modo sabían que en cuanto se levantaran las cosas terminarían y Tony en lo más profundo de sus ser mantuvo la esperanza de que este no fuera el fin, pero de igual forma sabía que tenia que enfrentar la realidad.

 

Notas finales:

Bueno, como pudieron ver el momento de que la relación de Steve y Tony terminara llegó, no odio la shipp, claro que no, pero este fic no esta destinado a terminar con ellos juntos, o al menos hasta ahora lo he pensado asi. Bueno, ya apareció Loki, muy brevemente pero el siguiente cap tratará de él y de la forma en la que busca divertirse por las calles de Manhattan. Espero les haya gustado y de nuevo pido disculpas pr haberme demorado

 

 

nos leemos <3

 


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