Ser oráculo le había dado aliento a sus pulmones, un motivo para seguir adelante, pero todo lo que veía una y otra vez se le estrellaba en la cara, reclamándole. Jason renacía solo para volverse un héroe de moral tambaleante. Tim seguía ciegamente las enseñanzas de Bruce, pero de todos modos repetía los errores de los demás. Dick…su querido Dick, el simplemente no podía dejar de ver a los demás como si fueran buenas personas, dejándose envolver en la sombra de cualquiera que lo necesitara, y Bruce…su amado maestro, él hacía todo y nada. Peleaba por un mejor mundo, proteger a la ciudad, al inocente y a su familia, todo intentaba hacer, todo a su manera.
¿Pero que manera era esa?, una guerra solitaria, estricta y demandante comandada por reglas inquebrantables que, aunque respetaba y admiraba ya no encajaban más en su caótica ciudad… ¿Por qué?…Porqué ya no servían ¿Qué ideales periten a un joven morir a manos del Joker? ¿Qué reglas son tan flexibles para permitirte ver a tu hijo cometer un error interminable por “ser bueno? ¿Qué en su sano juicio deja que tu compañera quede lisiada?...Pero no, no se trataba de venganza, claro que no. Ella jamás lastimaría a las personas que amaba, ¿Pero que amor estaba completo sin un poco de sufrimiento y transformación?. Admitía haber tenido errores, que se dejo llevar en su papel, aunque… ¿Quién no lo hubiera echo en semejantes circunstancias? Nadie en su pequeña y tambaleante familia lo entendía y era su deber, su única misión el lograr que todos entraran en razón…
—¡Barabara! ¡Sal ya de donde estés!—En la pantalla un Jason herido y un Dick tambaleante la buscaban.
—…No…aún no es tiempo de caer…—Barbara presiono un botón y todas las pantallas se sincronizaron, borrando las cámaras de seguridad y con ella la figura de Dick y Jason, remplazando estas por una sola visión, una imagen de toda la ciudad—Aún puedo lograrlo…—
En otro punto de la ciudad, Scarlett había sido dejada en un hospital después de negarse a ir a la mansión, no necesitaba la atención especial de Alfred y mucho menos estorbarles cuando la situación estaba tan tensa. Tim asintió y Batman lo permitió. Partiendo rumbo la dirección que Jason les habían echo llegar, pero esta vez nos solos, ahora uno de los superhéroes más confiables y famosos de la liga los acompañaba.
—¡¿Por qué no me dijiste de esto antes?!—Un Barry Allen sumamente enojado corría a un lado del batimovil. Recién había llegado, no tardo más de unos minutos en encontrarlos.
—De habértelo dicho hubieras ido tras Wally y evitado que el enemigo cometiera el error de reclutarlo—Barry, en su traje de Flash solo había necesitado una llamada y un breve informe para estar en Gótica. No le pareció justo que Batman dejara que su pupilo se inmiscuyera solo para ser la carnada de un tal Red-Mask.
—No es una excusa, debiste decírmelo antes…mucho antes—Nuevamente reclamo.
—Confié en que tu tutela no lo dejaría cometer un crimen, no uno de verdad—Batman contestó como de costumbre frio e imparcial. Barry ya no quiso discutir más, adelantándose al auto y apresurándose al puerto.
—¿Por qué no le dijiste de Bárbara?—Tim estaba a su lado, solo intercambiaron un par de datos, pero ninguno quería tocar el tema hasta verlo con sus propios ojos.
—No hay necesidad— Batman no contestó nada más, solo presiono con más fuerza el pedal del acelerador, Bárbara ya había pagado una vez el peso de ser un vigilante, no se permitiría dejar que cayera en las sombras solo porque no pudo ver antes su dolor.
—Jason…—Nightwing se sujetaba de los hombros de Red-Hood. Ambos caminaban a un lado del otro, sosteniéndose, Jason estaba allí, herido, enojado y aún así ayudándolo. No podía creer que había dudado de él—…siento todo lo que te dije…y lamento haberte dejado…—Todd siguió su camino, despacio. Las cámaras que los vigilaban emitieron un pitido agudo y se apagaron, indicando que Bárbara estaba en cosas mucho más importantes que ellos dos.
—…Escoges un mal momento para disculparte—Jason estaba enojado con él, pero en ese estado no quería gritarle, no con todo el dolor que estaba soportando.
—No quiero seguir cometiendo errores, es por eso que lo dije—Contestó Nightwing con la garganta seca y los labios partidos.
—…Bataman y Red no deben tardar en llegar…solo debemos mantenernos vivos hasta ese momento, así que mejor no digas nada—Ordenó y lo recargo en un lado de la pared, observando su rostro contraerse en cuanto su espalda sintió el impacto.
—Supongo que me lo merezco—Jason no pudo evitar una sonrisa. Hace mucho que Dick no decía ninguna de sus tontas bromas.
—Sí, te lo mereces…—Confirmó y se dejo caer a su lado, levantándose el peto y la armadura para revisar el daño, aún sangraba un poco, pero ya no lo suficiente para ser un problema, solo un poco dolor, nada con lo que no hubiera lidiado antes.
—¿Estas bien? ¿Fue Barabara?...—Dick preguntó al observarlo. Jason saco un desinfectante de sus bolsillos, rociándose la herida con el contenido del frasco.
—… ¿Es que no puedes callarte?—Se quejó terminando y acercándose a él—…Date la vuelta, aún me queda un poco—dijo refiriéndose al medicamento.
Dick obedeció, girándose para mostrar la espalda llena de cicatrices que tenía, una demasiado similar a la suya. Era curioso como meses antes había visto esa misma espalda en circunstancias totalmente contrarias, pasando su mano por ella de una forma tan similar pero con unas intenciones tan diferentes.
—Le agregaste quemaduras a la colección…—Flaqueó Jason al hablar, no quería tener una charla, no cuando estaban a escasos metros del enemigo, pero el ambiente serio y angustioso de los últimos días empezaba a aligerarse, solo esperaba que no fuera su imaginación.
—Lo mismo digo…esa cicatriz hará juego con las otras dos que tienes en las costillas—Contestó Dick, negándose a mantener su boca cerrada. Todd, nada más al escucharlo sintió como una dosis de bienestar le embargaba.
—Ósea que si me prestabas atención…—Dick sintió una punzada en la espalda, seguramente una parte más dañada había sido tocada o tal vez vergüenza por su forma de tratarlo.
—No es que no te notara, solo era mejor mantener la distancia—Trato de aclarar e iba a continuar, pero fue interrumpido antes de lograrlo.
—…entiendo…—murmuró Jason en un tono un poco más bajo, más tranquilo de lo habitual—…necesitabas tiempo—comprendía.
—Creo que sí…—Hubo un momento de silenció antes de que Jason finalmente terminara de limpiar las heridas.
—Cielos…no se que como pude fijarme en ti siendo tan complicado—Se burló, pero no recibió ningún comentario hilarante o una contestación.
—...¿No lo sabes?—Preguntó Dick en un tono más serio, pero bajo la cabeza—…vaya…es lo que me gano por ser tan cabeza dura…—Jason no comprendió lo que decía, pero unos pasos a la entrada lo alertaron, a ambos.
De pie a su lado el súper-héroe de rojo los miraba horrorizado.
—Por dios Nightwing ¿Qué fue lo qué paso?—Se apresuro a ambos y saco unas pequeñas capsulas con una aguja en uno de los extremos, arrodillándose a su lado..
—¿Flash? ¿Qué haces aquí?—Preguntó Dick.
—Batman me llamó…—Advirtió y se apresuro a clavar el pequeño aparto en el hombro derecho del más afectado—siento eso—
—Chico Flash se fue de regreso a tu ciudad, al hospital, debes apresurarte si quieres alcanzarlo—Jason intervino recibiendo una de las capsulas que e había arrojado el héroe. Flas se puso de pie de nuevo, observando a su alrededor y luego a Jason, quien ya solo tenía su antifaz.
—¿Red Hood? ¿Verdad? Eh escuchado a Batman hablar de ti—Estaba serió ante ambos—y lo siento, pero no me voy a ir de aquí hasta que sepa que es lo que esta pasando—
—Deberías irte, el chico velos puede necesitarte…—Jason no tenía intención alguna de ayudar a Wally West, su único interés era en desaparecer al invitado indeseable. Barbara tal vez estuviera haciendo la estupidez más grande de su vida, pero no dejaría que un ajena se entrometiera en los asuntos de Gótica, si algún miembro de la liga ajeno a Batman se enteraba de lo que estaba pasando ella sería inmediatamente juzgada.
—¿Qué es lo que están ocultando?—Flash interrogó. Batman tampoco había dicho mucho acerca del caso a excepción de los detalles relacionados con Wally.
—Nada Flash—Tan sigiloso como siempre, Batman se acercaba a ellos al igual que Red Robin—Ahora necesito que sigas a Kid-Flash y no le permitas regresar hasta que hayamos acabado con esto—Ordeno Bruce pasando delante de ellos y avanzando por el pasillo.
—Batman…—Llamó Flash tomando su brazo. No estaba de acuerdo. Veía el estado de dos de los vigilantes de Gótica, Tim y él tampoco se veían precisamente bien—No voy a dejarlos solos aquí…—Bruce giro su rostro para verlo pero no se movió ni un poco de su lugar.
—Confía en mi Flash…—Pidió Bruce y ante la incertidumbre de todos los robins, Barry lo libero.
—Tendrás que explicarme los detalles después—Tan pronto como dijo eso, Flash emprendió una carrera a buscar a su propio pupilo.
—Chicos… ¿Donde esta?—Tim susurro ante sus compañeros, quienes ya estaban de pie, listos para caminar.
—Debe estar en la parte de arriba—Señalo Jason tres niveles arriba, donde una torre de comunicación se elevaba lo suficientemente alto para ser confundida con una torre de radio—Es el único lugar que tendría la posibilidad de haber conectado todo—Batman asintió y levanto una pantalla holográfica de su muñeca, localizando la ubicación exacta.
—Todos ustedes salgan de aquí—Esta vez el turno de ofenderse fue de los más jóvenes. Batman ordenaba su retirada.
—¿Qué estas diciendo?—Red Hood se quejó, no quería retirarse aún—¿Quieres que me vaya después de todo lo que nos hizo?—le gritó enfadado.
—Entendiste bien Jason, ahora salgan todos de aquí, ahora—insitió el caballero obscuro.
—Pero…nos vas a necesitar, al menos déjame quedarme a mi, no estoy herido y…—La mirada severa de Bruce se clavo en él.
—No necesito ningún refuerzo, todos ustedes deben ponerse a salvo—Ordeno sin importarle dañar el orgullo de cada uno de ellos.
—Bruce…Tim tiene razón, nos necesitas…—Dick intervino y Batman se quedo un momento como si en realidad lo estuviera pensando, observando las heridas de su primogénito, pero ninguno de sus argumentos parecía convencerlo—ella nos necesita…—
—…No…—Batman empezó a caminar, la poca luz que se filtraba en su escenario dejaba ver el tiempo que había trascurrido, el atardecer llegaba.
—¡Bruce!—Gritaron los tres cuando este emprendía marcha. Pero el golpe fuerte de una caída se escucho justo arriba de ellos.
—Vaya…—Una voz en las alturas los desconcertó a todos—…creo que fue muy vanidoso de mi parte pensar que podrían actuar diferente esta vez…—Barbara, estaba en las sombras, justo delante de la entrada a la torre de comunicaciones, pero delante de ellos, sin miedo.
—Batgirl…—Batman la llamó, pero no pidió más, esperando.
—Puedes llamarme Barbara Bruce, estamos en confianza—Contestó ella—Además, hace tiempo que no uso ese alias—Dijo con cierta nostalgia—se ven muy mal chicos…—Advirtió ella mirándolos a todos.
—¡¿Te estas burlando?!—Jason avanzo hacia ella, apuntándole. Pero Bruce atravesó una mano en su camino.
—Barbara… ¿Por qué hiciste todo esto?—La pelirroja bajo la mirada, por un momento su rostro siempre lindo se noto apagado, como si cargara una tristeza de años.
—No lo entenderías…ninguno de ustedes—Ella miro solo un segundo a Dick, él abrió la boca, sintiendo la responsabilidad de su actuar.
—¿Fue por despecho entonces? ¿Por falta de atención? ¿Por qué no hizo nada por ayudarte? ¿Por qué?—Le bombardeo Jason con preguntas. Pero antes de que pudiera contestar un sonido estrepitoso se desato en todo el lugar, un alarma constante y aguda, justo como cuando las cámaras habían estallado.
—¿Qué es eso?—Tim pregunto y se sentó en una silla vieja a un lado de la puerta, dejando caer su cabello sobre su rostro. Por primera vez en todo el día podía descansar, su cuerpo estaba agotado y su armadura despedazándose.
—Barbara ¿Qué hiciste?—Pregunta Dick al ver las lagrimas silenciosas bajar por su rostro.
—Estoy harta Dick, harta de ver como se destrozan sin razón…de ver como se caen a pedazos y toman decisiones equivocadas una tras otra…ya no puedo verlos sufrir por culpa de esta ciudad…no puedo…—Confesó poniendo las manos en su rostro, cubriéndose—Pero no se preocupen…nadie va a sufrir…—
—Maldición—Batman paso corriendo a su lado, hacia la torre que ya no se intentaba proteger. Escalón a escalón pudo sentir presión cada vez más fuerte y el sonido de la alarma incesante solo podía indicar una cosa. La cuenta regresiva para el final de todo.
—Bruce…—Tim se quito el antifaz al llegar a la torre después de su carrera. No podía creer lo que veía. Dentro de esa habitación, la imagen espantosa de diferentes zonas en Gótica brillaba en color rojo—…la mansión…—Sus brazos se sintieron débiles, sobre la baticueva una cifra brillante retrocedía sus números.
—Ponte el antifaz…—Bruce atino a decir. Eran cuatro lugares...La alcaldía, Arkahan, el puerto donde se encontraban y la mansión Wayne.
—¡Jason, Dick!—Gritó Tim a sus compañeros, bajando aún más deprisa de lo que subió. Ambos estaban a un lado de Barbara, vigilando que esta no huyera. Aunque no parecía tener ninguna intención de hacerlo—¡Tenemos que irnos ya! ¡Todos corren peligros!—Ambos se pusieron de pie.
—¿Qué demonios esta pasando?—Preguntó Jason cargando su arma.
—Quiere explotar la mansión…—Dick miro a Barbara, una tenue sonrisa aparecía en su rostro apagado.
—No…no es lo que quiere…—Bruce bajo a su lado—¡Dime como acabar con esto Barbara!—Exigió Bruce.
—¿De qué hablas? ¡Tenemos que irnos ya!—Apresuró Tim, pero Bruce se aferro a los hombros de la mujer.
—¿Ya te diste cuenta? No tienen transporte, comunicaciones y están heridos…—Barbara murmuro—No llegaran a tiempo…—Aseguró.
—¡Te equivocas! Claro que lo haremos—Tim contestó, realmente no estaba seguro de lo que decía pero tenía que creerlo.
—Lo haremos—La mano de Jason se poso en el hombro de Tim—lo vamos a lograr ¿No es así viejo?—Esta vez se acerco a Batman y este se levanto.
—No lo sé…—Dijo con pesadez mirándola por última vez—Pero no nos quedaremos de manos atadas Barbara—Contestó y ella no dijo nada ni desvanecido la sonrisa en sus labios.
—El derrotismo no es propio de ti Bats—Batman dio una vuelta hacia atrás al igual que todos. Allí, justo a su lado, Barry se erguía con una sonrisa desafiante y Wally a lado de él, sudando y con las manos en las rodillas hacía lo mismo. Barbara se enderezó por primera vez en toda lo noche, fijándose en el rostro pecoso de Kid-Flash.
—Tu…regresaste—Ninguno de los presentes creía la situación.
—Te dije que no lo iba a dejar…—Afirmo KF poniéndose derecho—te dije que no lo haría—Esta vez dijo con más firmeza pero mirando a Dick, este le regreso una sonrisa orgullosa.
—Bueno me encantaría quedarme aquí a que me admiren, pero me temo que no hay tiempo suficiente ¿A donde tenemos que ir Bruce?—Pidió instrucciones Barry.
—Tim investiga este lugar, Flash ve a la mansión, Kid-Flash tu la alcaldía, yo iré a Arkaham, Dick, Jason, vigílenla—Dick guardo silencio pero Jason estuvo a punto de quejarse.
—¡Suficiente!, están heridos, y si necesito ayuda ustedes estarán cerca de mi—Esta vez Tim le gritó a ambos. No había podido hacer nada para ayudarlos a pesar de que eran sus hermanos y amigos, gracias que no intervino a tiempo estaba pasando todo eso, al menos, esa vez los ayudaría a los dos.
—¡Vámonos!—