Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Luna de Otoño por AniBecker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capitulo VII: Nuevas revelaciones

Aomine, junto con Taisei, fueron hasta la casa de Midorima y Takao, dónde el peli verde tenía un pequeño consultorio. El moreno entró observando el hogar de sus antiguos amigos, mientras el pelirrojo ya se conocía el lugar.

Takao fue a preparar las cosas necesarias en el consultorio, acompañado de Taisei, y Takumi, el único de sus hijos que los acompañó hasta la casa, por ser el más pequeño, mientras Midorima y Aomine, hablaban.

Le hicieron algunas pruebas y no era nada grave, sólo una pequeña contusión.

—¿Qué tal estás, Taisei? – preguntó el moreno al verle.

—Bien, no tiene nada más que una leve contusión, antiinflamatorio y en seguida estará recuperado.  

—Me alegro —sonrió aliviado.

—Oye, Tai-kun, ¿me podrías ayudar con mis deberes de matemáticas? No las entiendo bien —pidió Takumi.

-—¡Claro! Veamos esas malvadas matemáticas –—ambos chicos se fueron hasta la habitación del niño, mientras Takao llegaba con unas tazas de té a la sala.

—Y bien, ¿de qué hablaban, chicos?  

—De nada en particular —dijo Shintarou—, Kazunari, verás... Aomine quiere que le contemos lo que sabemos de lo que ocurrió con Kise.

—Pero... ¿por qué ahora?

—Quiero saberlo todo Takao. Cuando tenga a Kise frente a frente, quiero jugar bien mis cartas —explicó Daiki—. Escucha, sé que vosotros sois amigos, pero trata de entenderlo.  

—No sé...

—Kazu…creo que se lo debemos.

—Está bien... ¿qué quieres saber exactamente?  

—Todo lo que podáis contarme —dijo impaciente.

—Recuerdo que Ryo-chan, poco después de que te marcharas a América, se sintió algo triste, pero siguió con su trabajo como modelo, que acabó por conseguir un pequeño papel para una serie televisiva, cosa que lo puso más feliz aún. Todos nosotros seguimos en contacto, y de vez en cuando nos reuníamos para echar algunos partidos de baloncesto —hizo una pequeña pausa, para darle un sorbo a su té—. Uno de esos días, estaba radiante, nos dijo que nos tenía algo que contar, y que no veía el momento de que regresaras.

—A mí nunca me llegó a llamar —interrumpió Aomine—.  Aunque yo tampoco lo hice…

—Cuando nos reunimos, él era el último en llegar, y el tiempo pasaba y él no aparecía, hasta que recibimos un mensaje de Ryo-chan diciendo que le había salido un comercial de última hora, pero al verte llegar, preguntando desesperado por él, nos pudimos imaginar que se trataba de algo contigo.  

—Fue porque leyó esa maldita noticia falsa —suspiró el peli azul.

—Me imagino que lo que hablaras con él lo sabes, por lo que me salto esa parte. Todos fuimos a buscarlo, y nos sorprendió que fuera Kagami quién lo acompañara. Durante un tiempo, no aceptaba llamadas de nadie, ni visitas. Sólo dejaba que se acercaran a él su sempai Kasamatsu, Tetsu-chan, Sat-chan y por algún motivo extraño, Tai-chan.

—Sí, la verdad que lo de Kagami nos sorprendió a todos —dijo Midorima—.  Aunque supongo que era porque él fue quién lo encontró en aquella ocasión. Pero aún así, me resultaba muy extraño.

—Supongo que eso es algo que sólo podrá explicarme Kise, igual que sólo él podrá decirme qué es eso tan importante que quería decirme.

—Bueno... eso no es del todo cierto —suspiró el de lentes.  

—¡Shin-chan! no creo que tú debas hablarle de eso —intervino el pelinegro.

—Perdóname Kazu, pero creo que Aomine debe saberlo.

—¡¿El qué?! ¡Por favor, hablad!

—Está bien Shin-chan, haz lo que quieras.  

—Si esto os va a suponer un problema...

—No, tranquilo – dijo el ojo de halcón—, creo que a pesar de todo, Shin-chan tiene razón y antes o después te ibas a enterar. Es sólo que me hubiera gustado que todo esto no hubiera sucedido.  

—Adelante Midorima, por favor.

—Verás, todos sabemos que desde aquella vez, Kasamatsu-san, Kuroko, Momoi y Kagami parecían los guardianes de Kise. Iban con él a todas partes y no permitían que nadie se le acercara y tampoco daban ningún tipo de explicación acerca de su comportamiento —el moreno asintió, esperando a que el otro continuara.

—Pues entonces te imaginarás lo raro que me resultó cuando un mes después de todo aquello, recibiera una llama de Kuroko.

 

FLASHBACK

Hola Midorima-kun, soy Kuroko, ¿podemos vernos?

—Claro, ¿se trata sobre algo de baloncesto o la universidad?

No se trata de eso, es Kise-kun. No se encuentra bien últimamente.  

Estoy en estos momentos en la biblioteca de la universidad buscando información para una investigación. Nos vemos a las dos en la cafetería, ¿te parece?

Gracias Midorima-kun.  

Durante la mañana, el peli verde no dejaba de pensar en qué era lo que podría ocurrirle a Kise. Kuroko parecía muy preocupado. A las dos de la tarde estaba puntual en la cafetería de su universidad, donde le esperaban un intranquilo peli celeste y un rubio muy pálido.

¿Qué ocurre chicos? He estado muy preocupado toda la mañana.  

Vamos Kise-kun, habla. Midorima-kun es el único que puede ayudarte.  

Yo...verás....

Tranquilo, dime lo que sea. Si está en mi mano, te ayudaré —el ex jugador de Kaijo suspiró.

Yo… yo... estoy embarazado. Hace unos meses que lo sé…  

¡Kise! dijo el de lentes asombrado.  

Pero últimamente no me encuentro bien. Algo no va bien, he estado sangrando… Tengo miedo, Midorimacchi —dijo el de ojos dorados, que empezó a llorar. Kuroko lo abrazó.

Midorima-kun, tú estás estudiando medicina, ¿tú o Takao-kun conocéis a alguien que pueda ayudarlo?

¿Y por qué no vais al hospital? Si estás sangrando, algo bueno no debe ser, por lo que sería mejor que fueras en vez de pedirme a mí ayuda, ¿no?

—Es que si voy al hospital, tarde o temprano se enterarán mis padres, aparte de que al ser modelo, alguien podría verme entrar o salir de allí, o que se filtre información.

—Tienes razón —lo meditó por unos segundos—. Bueno, tengo una sensei que podría pedirle que te examine, si no tienes ningún problema.

—¿En serio? Claro que sí, yo no tendría ningún problema. Muchas gracias, Midorimacchi, te lo agradezco.

 No te preocupes, esperadme aquí, voy a hablar con ella un momento a ver si puede atenderte en el momento, ¿de acuerdo? salió de la cafetería y, unos minutos después, estaba de vuelta—. Acompañadme, la profesora te atenderá en la clínica universitaria.

Cuando llegaron, la mujer los recibió. Entró a Kise a una sala y les dijo a los otros dos que esperaran fuera.  

Ojalá no sea nada... —murmuró nervioso Kuroko.

Midorima permanecía en silencio. No sabía mucho de ginecología, pero que el rubio hubiese estado sangrando no era buena señal.

El tiempo pasaba y seguían sin noticias, hasta que, después de cerca de dos horas, la doctora salió de la sala.  

¿Qué ha pasado Minamoto-sensei?

Midorima-kun, siento informarte de que tu amigo ha perdido el bebé que esperaba.  

- ¿Co…cómo ha sido?

Por lo que me ha contado, ha estado sometido a mucha tensión. Además, he visto que presenta un cuadro clínico que podría desembocar en depresión si no se cuida, y ninguna de las dos cosas es buena para ninguna persona embarazada. Ya le he prescrito la medicación pertinente para que se recupere, pero aun así será necesario que vaya al hospital. No se preocupen, porque a pesar de todo, en el futuro podrá volver a concebir sin problemas.

Gracias Minamoto-sensei. ¿Podemos pasar a verlo?

Sí, claro. Kise-kun ahora lo que necesita es mucho cariño, mucho descanso y mucha tranquilidad.

 ¿Vamos Kuroko?

dijo la ex sombra, visiblemente abatido por la noticia.  

Los dos se quedaron por unos instantes parados delante de la puerta, ninguno sabía muy bien qué le iban a decir al rubio.  

¡Ánimo Kuroko! Ya lo has oído, Kise necesita todo el apoyo que pueda recibir —se sorprendió de sus propias palabras, él no era una persona que decía las cosas así tan abiertamente.

Es verdad.

Por fin, se decidieron a entrar. El ex siete miraba por la ventana con los ojos llenos de lágrimas.

—Kise-kundijo Tetsuya acercándose a la cama.  

—¡Kurokocchi! —se abrazó a él, llorando sin parar.

Lo siento mucho Kise —susurró Midorima, sin apenas saber muy bien qué decir.

Lo sé, gracias por todo. Aunque, creo que esto era lo mejor.  

—¿Qué dices?se sorprendieron ambos.

Es la verdad. Ni este bebé ni yo teníamos espacio en la vida de Aominecchi. Fue muy bonito mientras duró... muy bonito... pero nunca dejó de ser la ilusión de un adolescente estúpido. Él no me quiere, y tampoco habría querido a mi bebé. Es mejor así.

Ya está, estamos aquí —Kuroko, que no era mucho de expresar sus sentimientos, lo volvió a abrazar, para darle apoyo.  

Así es. Vamos ahora al hospital ¿de acuerdo? Ya sé que no querías ir por miedo a que se filtre la noticia, pero es lo mejor para tu salud —el chico asintió en silencio—. Salimos mientras, cuando estés listo te acompañamos.  

Cuando salieron de la habitación, Shintarou le habló a Tetsuya.

Escucha, creo que Aomine tiene que saberlo.  

¡Qué dices! ¿no has visto cómo está Kise-kun?

¡Pero Kuroko! Estamos hablando de su hijo... Tiene derecho a enterarse.  Además, ¿no que es tan buen amigo tuyo?

¡Sí! Pero también lo es Kise-kun. ¡Tú no has visto cómo él lo ha pasado ni el daño que él le ha hecho! ¿Derecho? después de lo que ha hecho no tiene derecho a nada... Kise-kun ha estado destruido por su culpa, ya no es ni la sombra de lo que era y ahora encima ha perdido a su bebé. ¿Crees que él querría algo de Aomine-kun después de todo lo que ha ocurrido? el peli verde bajó la cabeza—. Es mi amigo, y después de lo que le hizo debería dejar de serlo, pero ese idiota siempre será un buen amigo para mí. Pero después lo que le hizo a Kise-kun… Él también es un buen amigo mío. ¿Entiendes? Estoy entre ellos dos.

Por lo visto hay demasiadas cosas que ignoro... Está bien Kuroko, no diré nada, pero en algún momento todo acabará por salir a la luz.

FIN DEL FLASHBACK  

 

—Ryo-chan fue recuperándose poco a poco. No volví a verlo hasta que Tai-chan y él volvieron de América. Cuando tú te burlaste de él, diciéndole que había sido un cobarde por haber vuelto de América nada más irse con un contrato profesional, fue porque Ryo-chan tenía miedo de volver a verte, porque jugando ambos en la NBA, tarde o temprano os veríais las caras. Por eso es que lo hizo, sólo por él, renunció a su sueño. ¿Tú renunciaste al suyo por Ryo-chan? —intervino Takao, dándole la puntilla a la revelación.

—Kazunari, por favor —lo paró, para que no siguiera—. Cuando ellos regresaron, ya había nacido Ryoko, diciendo que se casarían dentro de poco. Después de ello, nunca más volvimos a sacar el tema.

Aomine se quedó destruido después de oír aquello. Kise había perdido un hijo suyo y ni siquiera había tenido la menor intención de decirle nada.

—Si lo hubiera sabido...

- No te tortures Aomine, no habría cambiado nada —dijo el ex diez de Shutoku triste. Hacía un momento quería hacer daño en la herida, pero al ver al peli azul tan devastado, se sintió hasta culpable.

—Es cierto. Escucha, no estás en condiciones ni de conducir ni de que te vean así. Ha sido una noticia demasiado dura para ti. Será mejor que te quedes a pasar la noche aquí, yo llevaré a Taisei a su casa.   

—Gracias.  

Kazunari llevó a Daiki a la habitación de invitados, que, cuando se vio solo,  lloró como un niño. Ahora era realmente consciente de todo lo que había perdido.

 

 

Notas finales:

Capítulo cortito pero pensé que era necesario que sólo tuviera este contenido. 

Se sabe un poco más sobre el pasado de Kise, aunque aún queda su propia versión contada por él mismo, pero eso será más adelante... 

Muchas gracias por las personas que han leído, y por las que han leído y comentado, recibir comentarios siempre alegra mucho :)

Gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).