Halloween otra vez .
Era noche nublada y los faroles de las calles iluminaban a la mayoría de las personas que caminaban a sus destinos, los niños más grandes aún estaban recorriendo junto a sus amigos las últimas casas, y dos personas atravesaban la plaza juntas tomados de las manos y sin temor a las miradas o reproche.
Una de ella tenía el cabello negro corto con una diadema y vestía de sirvienta pero el corsé era tan ajustado que por momentos parecía que el color de la blanca piel expuesta en su delantera era por la falta de oxígeno, y la falda tan corta que el leve movimiento no dejaba nada a la imaginación, algunos que se le quedaban viendo, babeaban por segundos, segundos de los cuales rápidamente apartaban la vista y sus vidas a pasos rápidos ante el semblante de su acompañante que les gruñía ante su poco disimulo bajo el traje de una especie de tomate asesino ¿o era una manzana?.
—Hmp. —Sasuke dejó escapar su queja.
— ¡Teme!—Naruto con ojos asombrados dijo con voz estridente. Ambos estaban sentados en los columpios de la plaza tratando de ponerse de acuerdo a qué lugar irían a pasar el rato. — ¡Es casi igualito al disfraz que te compré-ttebayo! — Y señaló descaradamente de arriba abajo con el dedo índice a la pareja que paseaba a varios metros de ellos, el azabache le dio un manotazo para obligarle a bajar la mano, era de mala educación señalar según él. Lo que hacía Naruto en general era de mala educación, pero a su lado muchas de sus tonterías eran dejadas de lado —…¡¡En serio, y el tomate le queda fenomenal!! ¡Ay! —un golpe en la cabeza le hace agachar la vista y mirar sus pies felpudos, un puchero se formó en su boca mientras se masajea la zona adolorida. Sasuke volvió a mirar a la pareja que se alejaba con mal humor y con una mueca recordó el momento en que el idiota a su lado apareció en la puerta de su casa con una gran caja en sus manos, una bolsa en su hombro y una sonrisa de oreja a oreja.
………………….
Su hermano mayor le abrió la puerta y ante la mirada aterradora, el rubio ya había dado la vuelta y corría velozmente, Itachi no lo soportaba- era verdad absoluta-, pero por amor a su hermanito lo dejaba vivir otro día más, así que con toda la dignidad de un Uchiha le dejó abierta la puerta y se acomodó el guardapolvo blanco, acomodó los anteojos cuadrados en el bolsillo delantero, el estetoscopio en su cuello, se colocó guantes de latex que había dejado en la mesita al lado de la puerta, escondió bolsitas llenas de color rojo en los bolsillos ocultos que coció al guardapolvo y salió a pasarla bien junto a sus amigos mientras veía de reojo al cabeza hueca que se había escondido tras el tacho de basura del vecino del frente. Sasuke se reía dentro observándolo todo por la ventana del living, negando lo complicado que era la relación de los ¿futuros cuñados?.
Naruto cambió nuevamente su faz y alegre se acercó a la casa, con la sonrisa en su cara le entregó la caja.
………………………..
—Tonto, el mío es de…. caperucita y me queda mejor. No una tonta sirvienta—levantó la nariz arrogantemente y se cruzó de brazos, Naruto sonrió malicioso luego de asentir frenéticamente, a Sasuke aún le molestaba no haber llevado su disfraz original, aparte se había colocado un par de alas de murciélago, era toda una excentricidad, el rubio para hacerle olvidar su incordio se acomodó el gorro que le cubría gran parte de la cabeza, se ajustó los colmillos, sacó sus garras para enguantar sus manos y corrió tras ellos sacándoles de su mundillo de ilusión glamorosa, ya que emitió un gruñido bastante audible, la parejita se giró al unísono y salieron asustados corriendo ante la grotesca figura inhumana de color naranja que se les acercaba por detrás.
…………………….
— ¿Qué mierda es esto? —dijo luego de varios minutos de observar con extrañeza la prenda sosteniéndola con las yemas de los dedos índice y pulgar. Naruto se rascó la nuca.
—Bu-bueno,.. tu disfraz…ehm….—dejó de hablar ante los ojos enfurecidos del Uchiha
— ¿Me trajiste un uniforme de…de …?¡¿DE MUCAMA?!—el aura de Sasuke se oscureció, Naruto dio un respingo.
— ¿Eh? ¡No!, bueno se parece, creo, pe-pero no…
Sasuke oscureció su semblante y algo tenebroso como humo empezó a salir del piso—Tuve que llevar a MI madre al aeropuerto, sabes que no maneja. Tres horas en hora pico ida y vuelta, ¡casi mato a todos los limpiaparabrisas! ¡¡¡Mi celular murió pero antes te envié un mensaje de texto porque sabía que llegaría tarde a la tienda para… ¡¡¡QUE RECOGAS MI DISFRAZ!!! ¡¡¡NO QUE TRAIGAS CUALQUIER COSA!!!
—¡Ah!¡¡ Aaaaah-jajajaja!! ¡¡Lo-lo siento Sasuke, pero no pudieron encontrarlo, te llamé!!, ¡¡lo juro!! —Naruto sintió que la espalda le sudaba de frio y miraba a varios lugares de la casa para salir corriendo, el ojinoche ya estaba tomándolo de la camisa y levantando la mano en puño —¡¡Pero, pero yo también tenía cosas que hacer y cuando llegué estaban cerrando y me dijeron que todos los pedidos fueron tomados!!,y no lo encontraban y te llamé y…y tuve que escoger lo que había en en…. ¡Te llamé y…y como no contestabas …yo…! —El rubio frunció los labios y se cerró los ojos mostrando la mejilla esperando el golpe, que no sucedió, Sasuke hizo una mueca y lo soltó, se masajeó la frente borrando la arruga entre las cejas y luego se cruzó de brazos para calmarse, se alejó del rubio y comenzó a caminar de un lado a otro con los ojos bajo la sombra del cabello. Otra vez Naruto había hecho algo mal, pero viendo hacia atrás ¿en cuántas cosas también él se había equivocado? Soltó un suspiro agotado.
Naruto al percatarse que nada ocurría abrió un ojo y vio la molestia de Sasuke aun efervescente, pensó que tenía a su favor que no fue su completa culpa, pero Sasuke contó con él en ese momento, y no estuvo a la altura, algo en su pecho se contrajo, se mordió el labio inferior, viendo a Sasuke dar vueltas con la furia a su alrededor, últimamente Sasuke se enojaba con y por todo, tal vez por los nervios de los exámenes o por el estrés de su próxima mudanza, pero siempre le perdonaba, luego de algunos golpes, claro, pero esta vez no llegaron, ¿eso significaba que de alguna manera se estaba cansado de sus torpezas? —Perdón… — Sasuke se detuvo e hizo una mueca de preocupación al ver que el rubio agachaba la cabeza… ¿cómo volver atrás?... pensó mirando al piso, vio el vestido con tantos dobladillos con el color rojo y negro mezclándose, lanzó un largo suspiro...ah, si…, toda la situación desde la mañana le enervó los nervios, pero a pesar de eso levantó la prenda y salió hacia su habitación a grandes zancadas llevándose el resto de paquete…mejor ahora que nunca…pensó, Naruto se sorprendió y levantó su rostro al escuchar el impacto de una puerta y sus ojos se aguaron, ese golpe aplastó fuerte su corazón.
Demasiado silencioso.
Todo este tiempo siendo posesivo solo trajo a Sasuke inconvenientes, ahora el mudarse juntos lejos de los familiares había creado una especie de burbuja tensa alrededor de ellos, ya que algunos de sus amigos y familiares empezaron a preguntar porque tan pronto y porque tal compañía -estaban tan bien ocultos- que aún no terminaban la universidad y bla, bla, bla,¿no eran acaso grandes? ¿No podían decidir sin que siempre se entrometieran? solo Hinata los apoyaba, ella sabía y le agradecía su silencio y comprensión, Naruto miró el bolso en su mano y apretó la correa…¿Qué estoy haciendo mal? ¿El fuego se apagó? ¿Tal vez separarse por un tiempo era lo mejor?... Muchas conjeturas rondaban su cabecita, así que dolido se dio vuelta y salió de la casa. Necesitaba pensar mejor y estar en el mismo lugar no ayudaba, se limpió el rostro con la manga de su camiseta y se alejó mientras aspiraba las incipientes caídas de mocos.
Sasuke estaba molesto acomodándose una manga, tantos botones, las medias eran incómodas pero logró llevarlas hasta el final, con volados y cintas que le daban arcadas mentales, pero luego de terminar se vio al espejo entero del armario de su habitación, éste de devolvía una imagen bastante…”simpática”, levantó un ceja y puso una mano enguantada en la cintura, ahora que se fijaba bien el traje le afinaba el torso,… no se ve nada mal…. hasta pensó que casi parecía una caperucita libertina y frunció la nariz, pasó sus manos por su cabello peinándose y luego alisó las arrugas de la tela de su pecho causándole graciosos cosquilleos por tantos pliegues, salió de su mundo cuando escuchó el sonido de la puerta y rebobinó las escenas de hace un rato, dándose cuenta que Itachi la dejó abierta, abrió los ojos sorprendido y corrió desde el primer piso hasta bajar saltando las escaleras y al notar que Naruto no estaba donde lo dejó por última vez, salió hacia la calle.
…¡Oh, mierda!...
Era lo peor que hizo en toda su juventud.
… ¡Maldita sea!…
No, envenenar a Itachi a los diez años con dangos vencidos no contaba, seis dias, seis en los que su hermano estuvo con diarrea, pero aun así su amor por esas golosinas no murió.
…¡Mierda!...
No tenía calzados,al menos las mediasle proporcionaban algo de higiene.
Esas miradas en los rostros de los transeúntes que pasaban y se daban vuelta para verle lo irritaban más… ¡¡cochinos, depravados!!… ¿qué tan rápido desapareció?... Una cabeza rubia sobresalía entre la multitud que esperaba el cambio de semáforo en una transitada avenida… ¿será?…
Con tanta corrida sus ropas estaban más desordenadas a cuando se las puso.
— ¡Naruto! — aún estaba lejos pero el aludido giro su cabeza para los lados confundido pero pareció seguir caminando, Sasuke resopló y tomó aire para alcanzarlo, empujando a los que estaban estorbándole. — ¡NARUTO! —esta vez el rubio se congeló y se dio vuelta lentamente.
Había cosas que había imaginado en sueños y otras cumplido, cosas como comer diez tazones ramen y no vomitarlos y otra como comerse a Sasuke el día de su cumpleaños en la casita del arenero durante toda la noche, pero nunca imaginó comerse a ese idol que hacia rebotar los pliegues del vestido en mil formas dejando a la vista la pecaminosa blancura en plena calle a la vista de todos, era vergonzosamente vulgar y sexy, inconscientemente estiró los brazos cálidamente y su rostro triste desapareció dejándolo embelesado, esperando que la belleza cayera en ellos ,..¡e-es un sueño-ttebayo!..,gritó su mente extasiada mientras le veía acercársele más y más, Sasuke, de todos los imaginarios posibles había ido a buscarle con ese atuendo. La sonrisa comenzó a formarse y las nubes de colores alrededor del idol brillaban con fuerza, pero la imagen sensual murió cuando notó que a su alrededor los transeúntes masculinos comenzaron a mirar a su “novio” vestido con un mini vestido dejando ver la parte trasera al correr con las mismas intenciones que su mente y todo se volvió rojo, rojo como la sangre.
—¡Naruto!
El abrazo finalmente llegó pero fue eléctricamente negativa, la temperatura ambiente bajó varios grados en una circunferencia de nueve metros. Sasuke había sido atrapado por el ojicielo y a los segundos intentaba zafarse de los tentáculos morenos, había sentido la tensión a su alrededor, crepitaba como el vapor del aceite quemado, pero helado.
—¡Naruto!…,¡eres un…! — Miró a los ojos cielo y los vio distantes mirando otro mundo, casi perdidos y también lo entristeció. No quería volver a hacer llorar a Naruto, así que juntando toda la sutileza que creía no tener, pasó lentamente sus dedos alrededor de los ojos del rubio sacándolo de su ensoñación, con ambas manos le tomó el rostro y le vio parpadear un par de veces y su mirada fue a su cara. —Volvamos. —Naruto había estancado sus ojos por unos segundos, examinando su cara y luego asintió imperturbable, él pasó su brazo por sus hombros de manera protectora y ambos caminaron de regreso siendo observados silenciosamente por la gente.
………………………
—¡Naruto! —el aludido se volvió y sonrió con los falsos colmillos, mientras trotaba hacia su…. caperucita, a lo lejos le vio cruzar las piernas en su banco, revelando más piel, donde acababa la media, bueno el vestidillo con volados tampoco tapaba mucho. Se arrojó al banco y recogió del suelo el canasto de dulces obtenido en su faena pero de reojo recorría el cuerpo del moreno dándole imaginarios “likes” hasta detenerse en los muslos, decidió comer los chocolates antes de que la baba se le cayera por recordar lo que hicieron antes, fue bueno que el traje que llevaba fuera ancho para permitirle el movimiento y a la vez taparle la incomodidad que se le formaba en ese instante en la entrepierna, Sasuke se levantó y sacudió el invisible polvo de su ropa acomodándolo y miró especulativamente a su “mascota” que al parecer contaba entretenida su botín.
Naruto se dio vuelta y le sonrió mostrándole el marrón entre sus dientes— ¡Qué cerdo! —masculló el ojinoche.
—¡Ndo! ¡Soy un zofgro!
—Se supone que eres un lobo…—Sasuke se masajeó el puente de la nariz. —Eres la vergüenza de tu especie.
El rubio masticó y tragó sonoramente—¡¡Gracias!!! —y se rió ante el revoleo en los ojos de Sasuke—¡Oye! ¡Oye! Ya es tarde. ¿Vamos a nuestra casita-ttebayo? La abuela salió con Itachi, o se la comió por la cara que trae siempre, ¿o era al revés?... —El moreno suspiró ante las incongruencias literarias y miró a Naruto que arrodillado en el suelo le miraba expectante mientras movía las cejas de arriba abajo, y hasta parecía que las orejas y las colas cobraban vida.
……………………………….
Estaba nervioso en su propia habitación.
…¡Maldita sea!...Sasuke se mordió el labio inferior, y apretó con fuerza los bordes de su trajecito con bordados, mientras sentado miraba ruborizado al rubio doblar la media...¡lo habíamos hecho tantas veces!… la sensación de los dedos trazando su piel le hizo vibrar mientras las manos bajaban hacia el pie.
--¡Jeje! ¡Ahí se va!— reboleó la media hacia atrás cayendo junto a la otra en su escritorio, Naruto se arrodilló y le miró desde su posición, una súplica silenciosa adornó su cara mientras se apoyaba en sus rodillas, la cual Sasuke no pudo resistir y separó un poco más las piernas, levantando la vista al techo y suspiró preparándose mentalmente, escuchó la risita infantil y al bajar los ojos vio cómo se levantaba el vestido, el aire quedó atrapado en sus pulmones, la cabeza rubia desapareció entre los pliegues y se estremeció ante la sensación de placer, Naruto comenzó a moverse, apareciendo y desapareciendo, las pálidas manos las llevó al cabello que sobresalía entre las telas, pequeñas corrientes le recorrieron desde su centro a todo el cuerpo, se inclinó para acercarse y masajeó su cabeza, su respiración errática aumentó y sus mejillas se colorearon más de lo que estaban, el ruido y el movimiento creció, junto con sus propios sonidos de su boca, se sintió mareado y se sostuvo aferrándose a los hombros del rubio, temiendo llegar al final, y deseándolo a la vez.
…Esto es más fuerte...
Su grito ahogado y el latigazo de conmoción interna lo desestabilizaron y cayó hacia atrás, las estrellas que brillaron antes se desvanecieron y cerró los ojos disfrutando de la última sensación, la respiración volvió lenta a su ritmo normal. Escuchó el ruido de la ropa caer y el calor de unos dedos presionando sus muslos, tanteando se arrastraron por su costado para llegar a su pecho, le causó cosquillas.
--No quiero desarmar tan bonito traje pero… --la voz de Naruto se escuchaba suave y pronto llegó a su oído, ronca -- No quiero parar—sintió que su sangre se acumuló en la cara...¿Por qué ahora…esto?...Atrapó el aire en sus pulmones y buscó sus ojos, pero la mata de sol lo ocultaba, Naruto había escondido su rostro y se movió lento sobre su cuerpo, acomodándose sin presionarlo, su mano canela se aferró a la suya cuando levantó su cara, viéndolo, una sonrisa en sus ojos bailó junto con algo más, Sasuke estiró su brazo libre y presionó su palma a la mejilla del rubio, mientras trazaba las marcas sutiles en su cara recontándolas, susurró.
--¿Estas contento?—la respuesta fue un brillo salvaje que lo obligó a desviar la vista hacia la ventana, aquella en la que tantas veces dejó abierta por la noche.
--Nop, estoy feliz—la voz cantarina le obligó a buscar sus ojos y lo contempló, pero ahora lo que veía era la realización cumbre de muchas idas y vueltas, la fuerza en la mirada de Naruto le avergonzaba, dejándolo desnudo a pesar de llevar tanta ropa.
Era demasiado para sostenerla, se sentía débil ante tanta ruidosa fortaleza, pero se prometió mientras cerraba nuevamente los ojos y sentía que su interior era invadido que como hoy correría detrás de ese sentimiento que lo ensalzaba hacia alturas inimaginables.
No podía ser como él, esa fé ciega, que lo protegía quemándolo lentamente.
Tenía que ser el racional, la roca en la que se apoyara, el hielo que lo templara.
Envolvió su brazo por el cuello acunándolo, sabía que algún día podría pasar si no cuidaba la relación, pero hacer este tipo de cosas, bajar un poco la cabeza, o ser tomado sin restricciones le permitía gritarle en silencio que no temiera, que le prometía que estarían juntos.
Que lo ama.
Ah, sus palabras nunca serian suficiente, sus acciones tal vez sí y esperaba que así fuera.
Se mordió los labios, el dolor le invadió la zona baja extendiéndose, tembló.
—Lo siento—le escuchó decir, Sasuke pasó sus dedos entre los mechones dorados, desordenados, aceptando la disculpa…Idiota…
El aliento en su cuello se suavizó, y después de un rato sintió que los dedos se aferraban a los suyos, hizo lo mismo, unos dientes se clavaron en su piel y el movimiento hacia adelante del cuerpo contrario lo arrastró por el colchón.
La habitación se oscureció.
Naruto levantó una de sus piernas y los volados del vestido cayeron sobre su estómago, le acomodó de costado, hundiéndose de nuevo, su sonrisa rodeada de sudor era casi contagiosa si no fuera porque estaba tratando de contener los jadeos de sorpresa por el cambio de la postura, El movimiento aumentó gradualmente y cerró los ojos para concentrarse en la excitación.
--¿Sabes? ¡Oh! Últimamente… lo hicimos…¡uh!… sin protección.—Sasuke le miró de reojo, mordiendo sus labios para no maldecirlo mientras era sacudido por los movimientos acompasados,--Bueno ¡Ha!…. quiero decir…, que tendremos…. que casarnos… pronto.
--¡Ah! – Dejó escapar un jadeo, el idiota volvió a lo suyo.--Estás… di ¡ah!…vagando, ¡ah! … ton…to ¡ha!-- …¿por qué tenía que echar todo a perder?...con sus manos atrajo a Naruto y le besó.
Mejor callarlo a que comience con sus delirios cotidianos.
Abrió la boca y el rubio lo imitó, sus lenguas se encontraron, chocaron, pelearon, se reconocieron y luego se sincronizaron, bailando juntas después, el sonido de la separación fue brusco.
--Y yo… me haré responsable ¡ha!... de nuestro hi...—las piernas en un rápido movimiento rodearon la cadera de Naruto y le presionó --¡¡Augh!!
-- ¡Deja de soñar y muévete!-- resopló mientras tiraba otra vez buscando los labios para enmudecerlo un poco más y volver al ensueño candente que envolvía su cuerpo.
Naruto siguió moviéndose y exploró la boca de Sasuke.
Más rápido, más rápido.
Sasuke se arqueó y tiró de los mechones, se mordió la lengua, alejó los fantasmas de su mente un poco más.
Y luego él.
Explotó
—¡Ha, Sasu-kee!
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--Jee, qué debilucho.
--¡¡TEMEEEE!!!!
Ambos terminaron exhaustos de su pequeña e improvisada maratón sexual.
Sasuke se levantó la falda y caminó hacia el baño tambaleante, el espejo le dio la bienvenida a un chico vestido de chica, todo un desorden mundial.
Se masajeó la frente y se acomodó los pocos mechones salvables.
La noche de Halloween apenas estaba comenzando y recordó que tenían planeado visitar a un par de amigos e ir juntos luego a una fiesta a la que Naruto fue invitado.
Se miró el vestido, tal vez le agregaría algún accesorio parar variar.
Se veía tan femenino.
No, no harían nada de eso hoy, estaba seguro.
………………………..
Sasuke le contempló desde arriba, tratando de sostener esa sugerencia caliente, y ansiaba que solo fuera con él solamente y para siempre, levantó la barbilla y estiró su mano enguantada, al instante fue tomada por las garras de hule, una respuesta y negativa y tiraría las ilusiones de la noche, una respuesta positiva y alentaría la promesa del mañana.
Y deseaba siempre optar por la segunda, sin pensar.
Pronto escaparía de todos los grilletes y al fin podría sostener la mirada que Naruto anhelaba compartir, ya rompió varios, pero los pocos que faltaban eran más resistentes, pero con su ayuda definitivamente lo lograría, aunque dolerían porque estaban más cerca de su corazón.
Y entonces…
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………………………….
….No te soltaré, no me sueltes….
--Vamos.