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¡Es tu turno! ||Sterek|| por Dark_Ness

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Notas del capitulo:

Helou. Feliz año nuevo 2021 a todos ♥

Derek no pudo dormir en lo que iba de noche.

    Se sentía realmente alterado por todas las cosas que estaban sucediendo.

    ¿Cómo era posible que Stiles le haya dicho esas cosas sin siquiera dudar un poco?

    No se parecía en nada al Stiles de hacía un mes atrás.

*

    Derek lo recuerda realmente bien. Tanto, que le dolería si fuera otro tipo de recuerdo.

    Era una tarde común como cualquier otra dentro del pueblo. El verano aún no llegaba, por lo que todos los lobos jóvenes estaban en sus casas metidos de cabeza en los apuntes de Lydia para poder pasar los exámenes que estaban programados antes de las vacaciones; eso le dejaba a Derek un amplio rango de paz y tranquilidad para poder dedicarse un poco de tiempo para él mismo.

    Eso era un poco extraño, si podía reconocerlo. Estaba acostumbrándose a tener tanto ruido alrededor que esos minutos de paz los consideraba como un regalo espontáneo más que un derecho; por lo que realmente a veces se sentía un poco fuera de lugar cuando finalmente tenía la posibilidad de disfrutar de los muebles de su casa sin que alguien más estuviera sentado en ellos.

    Pero claro, si algo había aprendido, es que no debía presuponer nada. Ni mucho sentirse relajado en ningún momento.

    En ese caso, se dio cuenta de ello cuando finalmente estaba enganchado en su libro de romances góticos —que había tomado prestado del antiguo librero de Peter, por si había alguna duda—; porque el sonido de la puerta de su loft abriéndose fue aquello que lo sacó de su elemento.

    «¿Quién tiene las agallas de saltarse la sagrada hora de estudio para venir a perturbarme?», se preguntó un poco molesto antes de que la esencia inconfundible de Stiles inundara su sensible olfato.

    Stiles.

    ¿Por qué siempre tenía que ser él?

    No era como si Derek tuviera preferencias por algún adolescente de su manada por sobre otro. En lo que respectaba a él como líder de manada y de equipo, todos ellos eran igual de insoportables e insufribles; como si fueran los molestos hermanos menores que Talía —muy inteligente, por cierto— se negó en darles. Hasta Isaac, quien era casi como su hijo, lo consideraba insufrible; así que no era como si realmente odiara a Stiles o algo así.

    Pero si debía reconocer algo en voz alta, sería el hecho de que Stiles era el que más lograba sacarlo de sus casillas.

    Siempre tan alegre, tan alterado, tan hablador.

    Tan intenso.

    Era tan distinto a él que realmente le hacía sentir muy fuera de lugar la mayoría del tiempo. Por lo que si realmente existiera una opción en la que él tuviera la posibilidad de compartir lo menos posible con Stiles; él la tomaría sin pestañear.

    Y no es como si eso fuera un secreto.

    Así que realmente nadie se podía ofender por ser sincero y no pensar tan condescendiente como los demás.

    Sin embargo; ahí estaba el chico, así que no tenía mucho más que hacer que atenderlo. En otra ocasión había probado con echarlo del loft; pero se dio cuenta que eso traería consecuencias negativas a la convivencia general y a la cooperación en equipo durante las cacerías. Así que, aún con todo su pensamiento sobre Stiles, no se iba a imponer como todo un déspota.

— Derek —Stiles saludó. Derek no había despegado la vista de su libro; así que solo le dedicó un sonido de que reconocía su presencia—. ¿Podemos hablar?

    Derek lo que menos quería en ese momento era hablar.

    Y ahora viéndolo en retrospectiva; comenzaba a arrepentirse de no haberlo hecho en su momento.

— ¿Qué quieres, Stiles? —preguntó después de despegar la vista de su libro. Stiles estaba entonces al frente de él, y lo vio de reojo.

    Se veía diferente.

    No como si algo malo le hubiera pasado; sino más bien como si se hubiera hecho un cambio de aspecto. Pero no estaba seguro —en ese momento— que es lo que tenía; puesto que nunca le había prestado atención a Stiles lo suficiente como para percibir hasta el cambio más impactante en él.

    Ahora que refrescaba su mente con ese recuerdo, caía en cuenta que lo que había visto distinto en Stiles era la ropa que cargaba puesta. Junto a una nueva loción que, si bien había olido, no le había prestado la suficiente atención.

— Espera, ¿estoy interrumpiendo algo? —el tono de Stiles en ese momento era nervioso. Se notaba que realmente le preocupaba la opinión de Derek.

— No sería primera vez —comentó irónicamente. Eso fue una puñalada para Stiles que no supo ver en el momento—. Así que habla. ¿Qué sucede?

    Los ojos de Stiles en su recuerdo comenzaban a ponerse cristalinos. Parecía que quería llorar, ya que el olor a sal comenzaba a llenar el aire de manera sutil. Pero nuevamente, Derek no tenía ni la menor idea de por qué el comportamiento repentino de Stiles.

— Okay, mira —Stiles suspiró después de unos minutos en silencio. Fueron breves, cerca de uno o dos. Eso le parecía raro; ya que en muchas ocasiones Derek observó que Stiles no se detenía a pensar las cosas—. Creo que me equivoqué bastante hoy al suponer varias cosas; pero al diablo. Me gustas, ¿entiendes? Me gustas desde hace mucho tiempo y realmente hoy sentí que era un buen momento para decírtelo.

    Y wow; Derek nunca va a negar que se sintió totalmente extraño al escuchar eso de la boca de Stiles.

   Pero sobretodo había pensado algo que ahora mismo le hacía sentir culpable.

   «Genial, le gusto al rarito».

— Realmente me siento muy halagado —mintió Derek después de pensar un poco sus palabras y guardar un tortuoso silencio durante unos minutos. Stiles tenía el pulso acelerado, y Derek podía escuchar el latir de su corazón junto al infalible olor de la adrenalina corriendo por sus venas—. Pero creo que ya sabes cual es la posible respuesta que te puedo dar; Stiles.

    Stiles asintió después de un rato.

    Derek estaba esperando una escena con la cual no podría lidiar ni aunque quisiera. Estaba esperando que Stiles se alterara totalmente y comenzara a gritar o a llorar; e incluso se esperaba uno que otro golpe. Incluso se había colocado alerta en caso de que cualquier cosa pudiera suceder.

    Pero claro; Stiles era Stiles.

    Él siempre hallaría la forma de sorprender a todos con sus decisiones espontáneas.

— Lo supuse. —Simplemente dijo.

    Luego asintió como si estuviera recalcando sus palabras, y observó brevemente a Derek.

— No me voy a disculpar por decirte esto —aclaró. Derek se sentía totalmente extraño—. Pero si me disculpare por el tiempo que perdiste al escucharlo. Sin embargo; es tiempo de que me vaya; tengo que estudiar.

    Y de la misma forma en cómo llegó, se fue.

    Derek no pudo continuar su lectura después de ese día.

   Y después, cuando transcurrieron unos días; Derek siguió viendo a la manada actuar tranquilamente. No había ninguna atmósfera rara como se lo abría esperado; lo que supuso que Stiles no le había dicho a nadie sobre lo que había pasado entre ellos dos, y eso lo dejó aún más desconcertado. Ni siquiera Stiles había creado una atmósfera incómoda alrededor de él. Y como Derek realmente no quería mezclarse en problemas de personas que aún no han terminado el bachillerato; simplemente dejó ir el tema.

    No había pasado nada relevante ese mes hasta que llegó esa tarde en donde Stiles propuso el viaje y terminó revelando que ya había conseguido una cita con alguien más.

*
*
*

    Y ahora, que Derek observaba el techo de la habitación que estaba compartiendo con Isaac, se sentía tan pero tan extraño al pensar en Stiles,

    Realmente se estaba comportando como un imbécil sin ningún tipo de razón.

    Stiles le había dicho que si no lo conociera bien, diría que estaba sintiendo celos.

     Pero Derek no estaba sintiendo celos.

    No podía estar sintiendo celos de una chica que estaba cayendo por los encantos de Stiles. Joder, era siquiera degradante la idea de que algo así fuera posible.

     Pero nuevamente todos los caminos llevaban a Roma; y lo único que terminaba pensando era en cómo Stiles estaba cautivado por los rizos azabaches de una chica y en cómo Derek había sido cambiado en menos de un mes.

    Incluso se reía un poco por lo ofendido que se sentía al pensar que no le habían guardado el luto adecuado.

— Dios mío, Derek —la voz cansada de Isaac interrumpió el impoluto silencio que había en la habitación—. No tengo ni la menor idea de que es lo que estás pensando; pero tienes la habitación apestosa a sentimientos amargos y me estoy ahogando, ¿Puedes amargarte en el estacionamiento, por favor? No me dejas dormir.

    Derek gruñó molesto, más por reflejo que por realmente estar molesto, e Isaac se dio media vuelta y enterró su cabeza en la almohada para tratar de conciliar el sueño nuevamente.

    Derek sabía que él solamente gruñiría ante un comentario de Stiles.

    Y ahora estaba odiándose un poco por pasar toda la noche pensando en el insoportable de Stiles y su cara dura al cambiarlo en menos de un mes.

*
*
*

— ¿En Nevada también tienes cabañas? —Isaac le preguntó Jackson mientras todos estaban sentados en una enorme mesa para comer el desayuno en un buffet matutino.

— Claro que tengo —respondió tan odioso como siempre—. Sólo que no quisieron seguir conduciendo un poco más.

    Todos colocaron los ojos en blanco mientras seguían comiendo.

    Cuando el sol salió, los lobos se levantaron automáticamente. Sabían que les quedaba mucho camino que recorrer, por lo cual tenían que ponerse en marcha si realmente quería llegar hasta Idaho; así que casi de manera automática, se alistaron para comenzar el viaje.

    Stiles también fue uno de los primeros en levantarse para ir al viaje; lo cual no era de extrañar, ya que había una larga historia de él que lo enlazaba con las noches en vela, el insomnio y el pronto despertar espontáneo. Fue un momento extraño, eso sí, cuando Stiles se despertó junto a Audrey y la notó totalmente dormida como un muerto. Si no hubiera sido por el calor corporal que la chica irradiaba, podría jurar que realmente había muerto la noche anterior mientras dormía.

    Pero tras un leve parpadeo y la agitación que había en la cama por los movimientos despertinos de Stiles, Audrey abrió los ojos inmediatamente y causó una impresión aterradora de como era compartir un despertar con ella.

     Stiles a veces se preguntaba si él tenía un radar para atraer a las personas con costumbres curiosas.

    Pero claro, antes de fabricar un comentario ocurrente al respecto, la puerta de la habitación sonó por los golpeteos de alguien de la manada. Ese era el anuncio de que ya debína levantarse para irse todos.

    El momento fue fugaz, por lo que Stiles trató de memorizarse el rostro inalterado y solenme que tenía su chica al momento de dormir.

— Tengo ese ligero presentimiento de que todas las palabras que dices son inventadas, tal como los cuentos de tus posesiones a lo largo del país —Erika comentó después de darle una mordida a su pan tostado. Estaban teniendo una parada rápida en el bufett del hotel para tomar un desayuno, por lo que todos estaban sentados alrededor de una gran mesa mientras se veían las caras al comer.

— ¿Nunca te han dicho que nadie aprecia las opiniones que no se piden? —preguntó Jackson. Estaba degustando un extraño batido de proteínas mientras que se cubría los ojos con unos caros lentes de sol. Si le preguntaban a Stiles, era muy probable que el idiota de Jackson se estuviera ocultado del público imaginario por no querer ser relacionado con los que conformaban la manada.

— Supongo que tampoco te lo han dicho a ti —Stiles le respondió, aun si la pregunta no iba dirigida a él.

— Y ahora sales a defenderla... ¿Acaso Erika no es lo suficientemente grande como para pelear sin que salga un estúpido a opinar por ella? —Stiles comenzó a enojarse tras escuchar las palabras odiosas de Jackson.

— Suficiente —habló Derek. Él estaba leyendo las noticias en un periódico que compró en algún sitio desconocido, por lo que no estaba mirando a ninguno de los chicos—. Cállense y apúrense. 

    De mala gana, los dos tontos hicieron silencio y continuaron comiendo mientras se mataban con la mirada.

    Sin embargo, una suave voz habló, dejando a todos un poco congelados.

— ¿Por qué los mandas a callar como si fueran esclavos? —Audrey preguntó un poco molesta—. ¿Es necesario hablarle así a quienes son tus amigos?

    Eso fue, por lejos, uno de los grandes momentos en donde Derek no supo como reaccionar.

    Por lógica sabía que ella no estaba enterada del mundo sobrenatural al que todos pertencían —la pregunta era más que una válida evidencia—; pero eso le dejaba un margen un poco pequeño para responder sin: a) sonar grosero, b) sonar sospechoso, c) quedar en ridículo frente a su manada.

    Fue una maniobra peligrosa.

    Por otro lado, la manada se quedó muda al escuchar como la chica nueva le replicaba algo al todopoderoso Derek Hale. Sería incluso más gracioso si supieran que el ligue de Stiles estaba reprochándole al tipo que fue la aspiración amorosa de Stiles hasta hace un mes atrás.

    Era, en pocas palabras, algo hilarante y limitado.

— Acaban de decirle cosas aún más feas a Stiles y a Erika, ¿y me reclamas a mi porque les pedí que se callaran? —replicó Derek con un tono algo burlón. Se veía impactado por la iniciativa de la chica para hacerle frente.

— Por supuesto —argumentó—. Ellos hablaron como iguales. Tú sólo les ladraste como si fueran perros. ¿Realmente crees que eso está bien?

    Bien que digamos, no lo está. Al menos no para el estándar promedio de una relación amistosa entre personas comunes y corrientes. Pero claro que, Derek no estaba en una relación amistosa con personas comunes y corrientes; casi podría decirse que apenas y estaba en una relación con ellos, la cual apenas si era amistosa después de años se salvarse el culo mutuamente, por lo que dichos estándares no podrían aplicarse a él y su huraño comportamiento. Pero, por supuesto, no podía decir eso.

    No podría arriesgarse a ofender a adolescentes de egos frágiles y ni mucho menos de revelar cosas secretas a personas equivocadas.

   Así que...

— Lo que yo crea o no crea no tiene relevancia. Como tu opinión en todo esto —respondió con una pequeña sonrisa petulante. Derek recogió sus cosas y se limpió la boca con una servilleta—. Ahora andando, nos vamos.

    Y pues. Ya no solo había humillado a Stiles, también había humillado a Audrey.

    Y todo en menos de una manaña. 

    Derek estaba rompiendo su propio récord personal de bastardería —si es que esa palabra existía.

*

*

*

— ¿Estás bien? —la voz de Isaac rompió el monótono silencio que se había establecido en el Camaro después de unas horas de camino. Derek estaba concentrado en el camino, mientras reproducía mentalmente los éxitos del ayer y hoy de Billy Joel, hasta que la voz de Isaac lo sacó de su ensoñación—. Estás tan tenso desde hace horas... hace días. ¿Hay algo que te esté ocurriendo que te tiene así?

    Derek no supo que responder inmediatamente.

— Sé que no quieres responder, porque es algo en lo que realmente no debería meterme. Pero en serio me preocupa que algo esté causando tu comportamiento tan... peculiar.

    Pasaron unos momentos en los que Derek estuvo analizando las palabras de su acompañante. En más de una ocasión Derek se encontró a sí mismo pensando en Isaac como si fuera un hijo; puesto que lo cuidaba y se preocupaba por él como tal desde que prácticamente lo adoptó en su loft tras la muerte de su padre. Pero en ese entonces, se visualizó más que nunca como un padre al que su hijo le estaba cuestionando comportamientos extraños con las demás personas.

   No se había fijado —o al menos no lo suficiente— en las consecuencias de sus actos. Ya no solamente Stiles lo odiaba, si es que tenia el tiempo suficiente como para tener dicho sentimiento por él, sino que también ahora todos en la manada notaban lo idiota que era y de las palabras hirientes malintencionadas que tenía con el adolescente al que había rechazado.

— Creo... —comentó después de unos segundos de silencio—... creo que si hay algo que me está alterando un poco.

— ¿Sólo un poco dices? —respondió con un deje ironía. Derek lo miró mal a través del retrovisor—. Lo siento... ejem... ¿qué es lo que te está alterando?

— ... Algo que hice.

    Isaac se quedó un poco pensativo.

— ¿Mataste a alguien hace poco? —preguntó totalmente cauteloso. Isaac no iba a juzgarlo por nada que el dijera. 

— ¿Qué? ¡No! —Derek lo miró totalmente consternado. ¿Así es como lo veían los demás? ¿Cómo un asesino?—. No he matado a nadie. 

— Sólo fue una idea... no hay de qué preocuparse... Pero dime, ¿qué hiciste?

    Derek lo pensó un momento mientras miraba el camino fijamente.

    La carretera era monótona en su mayoría. No habían muchas curvas ni muchos trechos que esquivar, además de que estaba poco transitada, por lo que su tarea era más mecánica y atomática; eso le dejó para pensar un poco sobre qué podía contarle exactamente a Isaac sin involucrar directamente a Stiles. 

    El cielo comenzó a ponerse oscuro lentamente gracias a las nubes que se apiñaban unas a otras. La lluvia era inminente. Al igual que la charla que atravesaría con Isaac.

— Hace un tiempo tuve una conversación con persona —exclamó—. No fue realmente la gran cosa; ella habló más que yo, y dijo realmente todo lo que había decir por parte de las dos. Pero me hizo una pregunta.

— ¿Y qué te dijo la chica? 

    Derek no se había referido en específico a una chica. Pero era mejor que Isaac pensara en una chica a que se imaginara a alguien en específico.

— Me preguntó si estaba dispuesta a estar con ella —Derek respondió. Bien que, esa no fue la pregunta original de Stiles, pero tampoco estaban hablando de una mujer así que...—. Y yo sólo le respondí lo evidente.

— ¿Qué sí? —Isaac estaba confundido. No sabía que era lo evidente con Derek.

— Que no, Isaac. Por Dios, ¿realmente crees que seguiría siendo tan agrío si le hubiera dicho que sí? —Derek preguntó realmente ofendido mientras miraba al frente. Los árboles que estaban alrededor de la carretera le daban un espectro aterrador al camino que tenían recorrer; parecían estar cubiertos por la desolación y el absoluto sentimiento de despego humano que le alteraba a la persona promedio. El camino era del estilo característico de Derek en ese momento—. Cuando St... Stella se me confesó, me quedé paralizado y lo único que pude pensar en que no había ninguna posibilidad en la faz de la tierra en la que yo pudiera acceder a su pedido. Y ahora...

— ¿Stella? ¿Es latina o algo así? —Isaac se quedó un poco anonadado por aquel nombre tan exótico. Derek sintió un poco de tensión al pensar en que casi se dejaba al descubierto.

— Enfócate, Isaac. La nacionalidad no tiene nada que ver con el eje central del problema —Derek gruñó y Stiles asintió aún un poco extrañado—. Ahora cada vez que la veo o escucho su nombre siento que cometí un ligero error. Pero realmente no entiendo por qué siento ello si aún sigo pensando que es una persona totalmente rechazable.

    Isaac sonrió un poco. 

    Realmente quería reírse de lo absurdo que era Derek.

    En lo que concernía a Isaac, Derek no era una mala persona. El hombre lo salvó de un padre abusivo que lo encerraba en un congelador a modo de castigo, y le dio el gen de la licantropía  a modo de obsequio; por Dios, hasta le cedió parte de su espacio en aquel loft gigante, y lo trataba como alguien normal. ¿Qué más podría pedir? Por lo que no estaba de acuerdo cuando escuchaba a los demás hablar de él como si fuera una bestia sin sentimientos, o solamente como alguien a quien podía usarse como herramienta cuando las cosas iban mal. Pero si había algo que Isaac no podía negar, era que las habilidades de Derek dejaban mucho que desear en la mayoría de los días.

    No era alguien delicado, ni mucho menos suave. Tenía matices de humanidad demasiado difuminados con apatía general que se encargaba de alejar a los incautos; por lo que no muchos podían tener el privilegio de acercarse al verdadero Derek. Pero regresando a la idea general, Derek era ese tipo de persona que había pasado tanto tiempo solo que no tenía mucha noción de los comportamientos sociales correctos, y que, dicho sea de paso, tampoco quería aprenderlos.

    Así que no se sorprendió de los disparates que estaba diciendo con respecto a la tal Stella. Que de verdad, era un nombre demasiado pecualiar como para dejarlo pasar.

— «¿Una persona totalmente rechazable?» —Isaac citó, haciendo unas comillas con los dedos. Derek lo vio de reojo por el retrovisor—. No creo que esta chica sea tal como la describes si tiene la capacidad de hacerte dudar y sobretodo, de hacerte comportar con tus amigos como un total patán. 

— Ese es mi estado habitual. —comentó un tanto irónico haciendo referencia a lo que los demás decían de él cuando ellos pensaban que no podía escucharlos.

— Sí... realmente —Isaac no tuvo coraje para negarlo—. Pero eso no es la cuestión. Regresando al punto; dices que esta chica es la causante de tu comportamiento... 

— Sí.

   Isaac hizo una pausa. Estaba tratando de escoger las palabras adecuadas.

   Pero por supuesto, antes de que sucediera dicho evento; algo más tuvo que pasar.

*

*

— ¿Cuántas veces no te dije que llevaras a un buen mecánico a tu jeep? —Scott comenzó a revisar el motor del auto de Stiles junto al chico que llevaba treinta minutos lleno de grasa de auto y un enojo del tamaño de la constelación de Orión—. Espera, no le des tanta vuelta...

— Scott —Stiles levantó un poco la voz—. Por favor, te lo pido. Si vas a ayudarme, entonces cállate y sostén la maldita linterna. Sino, hazte a un lado.

    Scott colocó los ojos en blanco.

    Eso lo había escuchado tantas veces en tan distintos lados, que comenzaba a pensar que era una frase típica de los conductores. Sin embargo, hizo silencio y siguió apuntando al motor del jeep mientras Stiles le daba vueltas con ayuda de un paño raído y dañado a una sección del motor del cual estaba más que seguro que no debía hacer eso. 

    Llevaban ya cerca de veinte minutos desde que el jeep de Stiles se accidentó, por lo que todos estaban afuera de sus autos observando como el hiperactivo adolescente trataba de solucionar su gran problema sin ayuda —porque solo aceptó a Scott hasta un rato en donde se hartó y lo mando lejos con los demás—; y sobraba decir que los chistes del comienzo se tornaron en quejas y mofas por parte del resto que ya se habían aburrido de ver a Stiles sufrir.

    Sin embargo, Audrey, quien estaba algo tensa, se acercó a Stiles después de quitarse la chaqueta que llevaba puesta y amablemente lo hizo a un lado.

— La nueva está ayudando a recuperar la chatarra azul de Stiles —Erika le comentó al resto, como si ellos no tuvieran ojos para observar la escena—. ¿Cuánto tiempo creen que pase hasta que se den cuenta que lo mejor que pueden hacer es enlazar el jeep a uno de los carros y continuar con la vida?

— Les doy una hora más —apostó Jackson. A pesar de estar totalmente harto de pasar un tiempo bajo el sol, no perdía su semblante burlón al vanagloriarse de las desgracias que atosigaban a Stiles—. Puede que la chica tenga carácter, pero los dos se ven que son tontos como para ser la pareja perfecta.

    Afortunadamente, nadie notó el cambio de comportamiento en Derek al escuchar el comentario de Jackson.

— Les doy otros veinte minutos —respondió Boyd, quien estaba esperando pacientemente a que Stiles comprendiera que los milagros no le ocurrían a las personas que vivían en Beacon Hills—. Porque si pasan de veinte minutos, yo mismo me encargaré de amarrar ese jeep a la parte trasera de mi carro.

    La gran mayoría miró asombrado a Boyd.

    Si él lanzaba una amenaza —o advertencia en este caso— no era en vano.

— Esto es absurdo, ¿realmente vamos a dejar que ellos dos sufran por la impertinencia de Stiles? —Lydia sonaba molesta. No podía creer que sus amigos fueran realmente ese tipo de personas que... No, eso era una mentira. Ellos realmente eran ese tipo de persona que les divertía la desgracia ajena.

— No se ven como si estuvieran sufriendo exactamente —Allison señaló disimuladamente a la pareja que estaba compartiendo unas cuantas risas mientras que Audrey unía unos cables y le echaba agua a una sección del motor a la cual claramente le faltaba. Todos voltearon para observar la escena con un poco de interés—. No pensé que ella realmente fuera a hacer algo.

— Stiles le está dando instrucciones —Derek comentó. Le gustaba quitarle la magia a las cosas—. Ella le preguntó que es lo que hacía usualmente cuando un auto se dañaba, y él le estaba explicando. 

    Al final observaron como Stiles prendió el auto para después cochar las palmas junto a Audrey. 

— ¿Cuanto tiempo pasó? —preguntó Erika un tanto sorprendida pero decepcionada.

— Quince minutos —Jackson observó el cronómetro que había puesto para llevar el tiempo de humillación del par de tontos—. Pensé que realmente pasaría una hora.

    Sin embargo, Stiles llegó a la conclusión de que no podía conducir el jeep por más tiempo. Había una alta posibilidad de que fallara otra vez durante el camino, y aún quedaban unas cuatro horas de viaje, por lo que no quería arriesgarse.

    Boyd remolcó el jeep a su auto, y la pareja se fue con Allison y Scott.

    Para Isaac no pasó desapercibido la reacción tensa pero aparentemente desinteresada de Derek mientras ocurría todo el evento.

*

*

*

— ¿No crees que Audrey es una chica bastante interesante? —Isaac le preguntó a Derek después de que llevaban cerca de treinta minutos de viaje.

    Resulta que después de todo el espectáculo en donde Stiles había vuelto a arreglar su carro por enésima vez, todos reanudaron el camino mientras acordaban no dar más paradas a menos que fuera algo de vida o muerte. La mayoría aceptó, puesto que la carretera se veía infinita y tenían mucho trayecto que recorrer si querían llegar a su destino en el tiempo estipulado, y, visitar a la nueva manada alfa para blablabla. Derek, por su parte, regresó al camaro con un ambiente tenso a su alrededor mientras que Isaac observaba en comportamiento receloso que se manejaba el líder de la manada.

    A estas alturas le parecía más que sospechoso el hecho de que extrañamente Derek se molestaba solamente con Stiles.

   El pobre chico respiraba y Derek ya estaba gruñendo como si le hubieran escupido la comida.

   Incluso se detuvo brevemente a analizar el comportamiento de esta mañana en la mesa del comedor, y de los días anteriores al viaje; y se dio cuenta que realmente Derek tenía un problema con Stiles. Pero era casi extraño el hecho de que el problema parecía muy unilateral, como si Stiles estuviera tranquilo a su ritmo y Derek fuera esa piedra en el camino que no dejaba que nadie más fuera feliz.

    Pero era muy paranoico pensar que...

    Wow. 

    Isaac ni siquiera sabía que pensar.

    Sólo tenía varias cosas sin probar frente a él que de una u otra forma se relacionaban, y eso no era suficiente para dar un veredicto. O siquiera para formar una idea. Por lo que simplemente se quedó hilando las ideas hasta que trató de conseguir algo más.

    Fue entonces cuando hizo la pregunta.

— No veo por qué pensar que ella es alguien interesante —reflexionó—. Es bastante extraña, a decir verdad.

— ¿Extraña? Bueno, no la catalogaría como alguien común después de haberte plantado cara en el desayuno —Isaac rió por lo bajo. Derek, por otro lado, apretó las manos en el volante—; pero si creo que es alguien curioso.

— ¿A qué quieres llegar con esta charla, Isaac? —Derek cortó por lo simple cuando Isaac le comenzó a dar muchas vueltas al asunto.

— ¿Estás molesto con Stiles por algo concerniente a Audrey? —Derek tuvo la inmesa suerte de ser una persona entrenada en las extrañas y oscuras artes del autocontrol. Pudo simplemente haber dado un volantazo de la impresión, o haber frenado como si estuviera a punto de atropellar a alguien; incluso estuvo a punto de gritar muy agudo. Pero no, nada de nada. Solamente levantó una ceja como si la pregunta de Isaac no le hubiera afectado en lo más mínimo, y miró al frente sin palidecer—. ¿Ella no será la Stella de tu cuento?

— Conozco a esa chica desde hace veinticuatro horas, Isaac —contradijo. Aunque no era del todo correcto, puesto que ya la había visto antes en aquel café cuando salió con Stiles—. ¿No crees que si ella fuera de quien te hablé, te habrías dado cuenta ya?

    En eso Derek tenía algo de razón.

— Pero es que no encuentro otra explicación del por qué estás tan raro con Stiles y con ella. Pareciera que Stiles mató a tu gato o algo así. ¿Cómo puedes relacionar el ser un idiota con Stiles al rechazo que le diste a aquella chica? —Isaac realmente sonaba muy confundido.

    Realmente no era muy difícil de relacionar, si uno era observador. 

    Pero también había que reconocer que la respuesta más fácil era de por lejos la más imprbable; ya que nadie se podría imaginar a Derek estando mortificado por haber rechazado a Stiles y haberlo encontrado con pareja un mes después del evento. Sonaba tan descabellado como el pensar que Peter era el alfa que había mordido a Scott.

    Aunque...

    Bueno, Derek no quería seguir pensando en eso. Y se lo dejó muy en claro a Isaac, quien dejó de hablar del tema el resto del camino.

———

Notas finales:

Dentro de poco esta gente llega al lugar, y es muy probable que terminen matándose en el camino xd.


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