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POR QUE, YA ES HORA por Kaede S

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Notas del capitulo:

Los personajes pertenecen a la serie Kyou Kara Maoh!.

Aquí el siguiente capítulo, les agradezco mucho los reviews que me han dejado me animan demasiado, son la razón por la cual no pierdo la inspiración, espero que les agrade este capítulo.

Konrad tenía razón era hora de hablar con la verdad, fingiendo cansancio regreso a su mundo, su madre lo recibió como siempre gritando y pidiendo que la llevara a Shin Makoku; después de soportar un momento a su madre huyó a su habitación, le dolía el pecho.

 

La soledad invadía su ser, se sentía vació, no podía sonreír o mejor dicho no quería, como pudo permitir que Wolfram se fuera, esta bien que había pasado tiempo desde que se conocieron, pero no podía quitar todos los pensamientos morales que tenía desde que era niño, todos sus amigos se burlaban de alguien diferentes y al recordarlo, temblaba al recordar que su madre lo vestía como niña, si bien Murata era la excepción ahora sabía porque.

 

Murata era el gran sabio que había reencarnado ya en varias entidades y había pasado por muchas cosas, pero él no, él no había pasado por nada parecido y ahora todos, incluyéndose, le pedían una decisión que le era muy difícil tomar, dejar todo atrás por un… un chico… y que chico, ese carácter y su origen demoniaco, no era fácil, claro que no, toda su vida había escuchado que eso era incorrecto.

 

La primera vez que escucho la palabra homosexual, fue por parte de los padres de u amigo de su hermano que lo tachaban de inmoral y gente perturbada, cuando se lo comento a su madre, está le dijo que “siempre y cuando haya amor, no importa el género”, su padre le dijo algo parecido “bueno, si así lo siente… no es algo incorrecto… pero… no, en realidad no puedo poner un no”.

 

Pero al ser sus padres como eran, no pudo sacárselo de la cabeza, vamos que su madre lo vestía como niña y pensaba que era correcto.

 

Un suspiro salió de sus labio, se asomó por la ventana, el cielo estaba despejado, el viento mecía su cabello, el brillo de la luna le recordó su piel, cerro los ojos dejando que su mente le mostrará el rostro de esa piel, blanco como la nieve, unos labios finos que probo una vez, un beso casto que no duro ni cinco segundos y aún así, podía percibirlos en ese momento, una nariz respingada que le daba un perfil perfecto, esos ojos verdes, hermosos y profundos, enmarcados por esas largas pestañas, esas cejas que los hacían resaltar y que casi siempre estaban fruncidas, ese cabello que el viento mecía con una facilidad impresionante, era tan hermoso, lo más hermoso que hubiera visto en su vida, era único, tan único que se olvido de él, sin ser consciente permitió que Sara invadiera su espacio y mente, pero era para perseverar la paz, no se sentía atraído por Sara, vamos que el chico era agradable, pero Wolfram era hermoso… los colores le subieron al rostro, era verdad, Sara no podía compararse con Wolfram.

 

-Yuu-chan ya está lista la cena.

 

Bajo a cenar, y tal como sospechaba su madre empezó a cuestionarlo sobre Shin Makoku, y lo que temía no tardo en llegar.

 

-Y bien Yuu-chan ¿cómo está Wolf-chan?

 

-C… creó que bien.

 

 -¿Cómo que crees? No, no, no, Yuu-chan, Wolf-chan es tu prometido ¿no?, debes saber si está o no está bien, además tengo entendido que vive contigo, que está a tu lado en todo momento, ¿cómo es que no estás seguro de que esta bien?

 

Bajo la mirada, no podía o más bien no quería decirles, no lo entenderían.

 

-Ya nos habías dicho que todo fue un malentendido hermanito, pero yo no he visto que hagas algún esfuerzo para terminar con ello.

 

Levanto la mirada, no esperaba ese comentario de su hermano, él siempre había detestado a Wolfram ¿lo estaba defendiendo?, claro que no, él no sabía lo que pasaba ¿cierto?

 

-Estás muy callado Yuuri, ¿pasa algo?

 

La mirada de su padre lo hizo temblar, no podía ocultarle algo a quien le enseño a jugar su deporte favorito.

 

-Yuuri, ¿paso algo con Wolfram?

 

-¿Qué te hizo ese desgraciado?

 

Era graciosa la forma en la que reaccionaba su familia, ¿Konrad y Gwendal reaccionarían de la misma forma?, aparentemente, no, ellos parecían más interesados en él que en su propio hermano, no que no lo quisieran, pues cuando era niño Konrad cuidó de él y ya de “grande” Gwendal se encargó de él, aún así, llegó él y le robo la atención de sus hermanos por ser el nuevo Maoh, un prolongado suspiro escapo de sus labios.

 

-Yuuri, ¿qué paso?

 

Sus padres le observaban con cariño y confianza, la paciencia reinaba sus ojos, no así su hermano que estaba gritando incongruencias hacía Wolfram. Llenó sus pulmones con aire, no tenía ganas de contarles lo que le pasaba por que significaría salir de algo que él consideraba un sueño. Pero la mirada decidida de su madre le dio a entender que hablara de una vez o que enfrentara las consecuencias de sus actos.

 

-Wolfram se…

 

-¿Si?

 

-Se… fue.

 

-¿Cómo?

 

-Se… fue…

 

-¿Eso es todo?, despreocúpate cuando cumpla su misión regresará. – Dijo su padre

 

-¿Y para eso tanto suspenso? –Su hermano.

-No… no fue a una misión.

 

-¿Entonces?, ¿fue a visitar a un pariente?, ¿a un amigo? – Su madre.

 

-Tranquila, ¿qué paso, hijo? – Su padre.

 

-Wolfram se fue…

 

-¿Rompió el compromiso? – Su padre.

 

-No.

 

Les enseño el oficio que llevaba consigo, al terminar de leerlo su padre y hermano lo miraron confundidos, no así su madre que al ser mujer lo entendió todo al instante.

 

-Se cansó de esperarte.

 

-Sí…

 

-¿Y?, ¿porqué no lo has firmado?

 

-No me vengas con eso, Yuuri – Le grito su hermano – Al fin vas a librarte de ese mocoso engreído y aún no lo firmas, ¿Qué tanto piensas?, ya se fue, él ya no está a tu lado, decidió alejarte de ti, es tu oportunidad de quitártelo de encima, fírmalo ya.

 

-Espera Shiori- hablo su padre- ¿Qué vas a hacer?

 

-No sé por que, pero no quiero firmarlo, se que todo era un malentendido pero…

 

-Déjate de tonterías –Su madre- Yuu-chan te conozco mejor que nadie, dime ¿quieres ir por él?

 

-Quiero arreglar esto personalmente.

 

-¿Por qué?

 

-Quiero escucharlo de él.

 

-¿Para qué?

 

-Para…

 

-¿Para qué vuelva al castillo y todo sea igual que antes?, ¿qué Wolf-chan ande demostrando que te quiere y tú puedas aparentar ser la víctima del chico?

 

-No.

 

-Yuu-chan, respóndeme sinceramente, ¿te gusta Wolfram?

 

¿Qué clase de pregunta era esa?, los ojos de su madre lo miraban intensamente.

-Es un chico…

 

-¿Cuándo te enseñe a ser tan cerrado de mente?

 

-No es normal.

 

-Claro que no, pero ¿en esta sociedad qué es normal y qué no?, aquí lo que le conviene a la mayoría es lo normal y lo que no lo tachan de indecente, pero contesta la pregunta ¿te gusta o no?

 

--Es muy hermoso…

 

-Sí lo es, ¿te gusta o no?- No lo dejaba escapar – Piensa en eso antes que en todo lo demás, cuando encuentres la respuesta dínosla y te apoyaremos como siempre lo hemos hecho.

 

Terminando de decir esto, su madre lo echó a su habitación para que durmiera, cambio sus ropas por un pijama, la pregunta paso por su mente una vez más ¿le gustaba Wolfram?, admitía que un físico hermoso, su personalidad lo volvía loco, era caprichoso, obtenía lo que quería a excepción de su atención, claro está, pero era amble, siempre apoyaba sus ideas, lo cuidaba, o perseguía, hablaba con él a pesar de que al demostrar su punto se dormía, dormía con su camisón rosa, ese que dejaba al descubierto sus piernas, la respuesta a la pregunta hecha por su madre llego a su cerebro, sí, le gustaba Wolfram, pero era un chico, un maravilloso chico que sus padres aceptaban como su pareja, un chico que se había metido en su corazón y ahora lo notaba. Se sentó en su cama, era hora de aceptarlo, Wolfram le gustaba y él el gustaba a Wolfram, su corazón saltó como nunca antes lo hacía hecho, tomo una decisión, haría lo que fuera por traer a Wolfram a casa.

 

Al día siguiente bajo a desayunar, se veía animado.

 

-Buenos días – saludo.

 

-Buenos días, hijo – contesto su padre.

 

-Buenos, hermanito.

 

-Buenos días Yuu-chan… ¿y bien?, ¿ya tomaste  una decisión?

 

-Iré por él, lo traeré de vuelta.

 

-Sí, lo sabía, Wolf-chan estará tan contento por esto. – Dijo su madre.

 

-Si es lo que quieres adelante – contesto su madre.

 

-¿Porqué? Todo iba tan bien – pronuncio su hermano

 

Sí, ahora todo iría bien, al fin iban a estar juntos, ahora que ya se había decidido estarían juntos siempre.

Notas finales:

Espero que les guste, hasta el lunes nueva actualización, gracias por seguir leyendo, no tardo en llegar con Wolfram. Bye y cuídense.


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