No podía, no quería ver a Wolfram así, él mejor que nadie sabía como era ese chico, le dolía ver lo que estaba pasando, pero también entendía un poco a Yuuri, por un costado se acerco a donde estaba su hermano.
-¿Estás bien?
-¿Cómo voy a estarlo?, te tardaste.
-Había algo de gente.
-Como siempre, Wolfram jamás le diría lo que sentía, esa maldita manía de callarse todo, maldecía a Woltarana aunque sabía que la causa de esto era su madre. Entendía que debían el hecho de haberle dado apellidos a Wolfram, pero eso no le daba el derecho de alejarlo de su familia, para su desgracia en ese entonces no era lo suficientemente fuerte para ocuparse de él.
-¿No vamos a comer? – Eso lo obligo a salir de sus pensamientos.
-Lo siento, me perdí por un momento.
-Está bien.
Comieron tranquilamente, al menos el rubio, el castaño podía percibir el dolor que su hermano llevaba, podía darse una idea, la persona amada solo te ve como un amigo más, después de acabar sus alimentos se sentó frente a Wolfram, que intentaba aparentar que estaba todo bien.
-¿Te apetece ir a cabalgar por ahí?
-Claro, ¿adonde vamos?
-Hay un buen lugar cerca del palacio.
-Bueno…
-¿Prefieres quedarte?
--No, sólo siento que se esta pasando muy rápido el día.
-Cuando disfrutas algo dura muy poco.
-Basta.
-¿Wolfram?
-No uses ese tono.
-¿Qué tono?
-Ese, que parece tan… como si de verdad estuviera tan mal.
-Pero…
-Sólo, sólo sonríe, vamos, que se supone que tienes que divertirme y sacarme del hoyo en donde yo solo me metí, así que hazlo.
Konrad sonrió, se levanto y sujetando a Wolfram de un brazo lo levanto también.
-Vamos.
Montaron sus caballos y a galope se perdieron en la penumbra. Siguieron así como dos horas, su hermanito debía de estar furioso, cuando diviso el bosque paro su corcel, su hermano para unos metros adelante.
-¿No podías haberme avisado antes?
-Sólo fueron unos metros, dejemos los caballos aquí.
Ataron las riendas a la rama de un árbol.
-¿Un bosque?
-Sígueme.
Konrad guió a Wolfram por un camino un poco pesado para el ex soldado, no paro hasta llegar a una laguna, la luz del sol pasaba tenuemente, dando a entender que ocaso estaba pasando, Konrad se sentó felizmente a la orilla de la laguna, olvidando los modales que Woltarana le había impuesto, Wolfram se sentó a su lado.
-Es hermoso, ¿no crees?
-Sí, lo es.
-Aún así, este sitio no es muy conocido, son pocas las personas que olvidan sus miedos y se atreven a indagar por este bosque, cuando lo hacen no lo olvidan nunca.
-Esto es hermoso, ¿cómo es que hay gente que no quita su miedo para ver semejante escena?
-No todos somos iguales o mejor dicho, no a todos nos educan de igual forma.
-¿Eso que tiene que ver?
-¿Recuerdas cuando te separaste de mí?
-Yo… sí – un sonrojo cubrió sus mejillas.
-¿Por qué lo hiciste?
-Por… lo que dijo mi tío.
-Por eso es que muchas personas no se atreven a ver lo que hay dentro de este bosque, sólo aquellos que nos internamos a el nos damos cuenta de la belleza, no sólo de la externa, sino también de la interna. Todos piensan de formas muy variadas cuando encuentran un lugar así, yo lo identifico con una persona muy importante para mí.
-¿Julia?
-No, contigo Wolfram – El chico volvió a sonrojarse.
-No digas tonterías…
-Es la verdad, sólo eres hermoso por fuera para aquellos que no te conocen, pero para mí que te conozco desde niño, sé que por dentro eres mucho más hermoso.
-Konrad…
-Gwendal y madre también lo saben… y Yuuri pronto lo descubrirá. –Wolfram bajo la mirada.
-¡¿Por qué?! ¿¡Por qué mencionas a ese debilucho!? Todo iba bien, me la estoy pasando muy bien contigo, estoy olvidando lo que viví con él, lo que menos quiero es pensar en él y cuando lo logro, tú lo traes de regreso, ¿por qué lo haces? –Konrad se acercó a él.
-Porque es necesario, aún lo amas, por eso no puedes olvidarlo y aún te duele porque aún no te has librado de su recuerdo.
-¿Por qué debería de llorar por él?
-No tienes que llorar por él, es más no quiero eso, llora por ti, por todo lo que no llorabas cuando te hacía sufrir.
-Eso se escucha de debiluchos y yo no soy débil.
-No, no lo eres, demuéstramelo llorando en este instante, llora ahora que estoy aquí para sostenerte e impedir que caigas en ese hoyo que tú forjaste.
Wolfram alzó su cabeza, lágrimas caían por sus mejillas, se sitúo en medio de las piernas de Konrad, paso sus brazos por esa ancha espalda, oculto su cabeza en el ancho cuello, los brazos del mayor lo sujetaron fuertemente, al sentirlos dejo escapar todo su dolor, con la plena consciencia de que no se hundiría en la soledad de sus recuerdos, ya que Konrad estaba ahí para sacarlo de ellos.
La luz de la luna cubrió dos cuerpos que reposaban en la orilla de una pequeña laguna, por el llanto Wolfram quedo dormido sobre el pecho de su hermano, por el calor que brindaba ese pequeño cuerpo Konrad perdió el sentido, pero un leve temblor del cuerpo que estaba encima suyo lo despertó, sonrió al ver a su hermano menor buscando calor, con mucho cuidado se paro, llevo en sus brazos al menor hasta llegar a los caballos, donde tuvo que despertarlo para que se sujetara a su caballo, ató las riendas del caballo del oji-verde al suyo, para que no se escapara, ya que estaba listo se monto detrás de Wolfram quien al sentirlo cerca reposo su cabeza en el pecho de Konrad y sitúo sus manos en la cintura de este para evitar caerse, en esa posición llegaron al castillo de Woltarana.
Varios guardias esperaban su llegada, bueno la de Wolfram, desmonto su caballo, cargo a su hermano y lo llevo a su habitación, con cuidado lo deposito en la cama para poderle quitar las botas y el pantalón, después lo sentó quitándole la chaqueta, desabotono los puños de la camisa y los tres primeros botones de la misma, ya que considero estaba listo, fue por una manta para cubrirlo, no sin antes dar una pequeña ojeada ese ser que para él era una de las cosas más hermosas que había visto desde que nació, lo cubrió con la manta y como cuando era pequeño, lo beso cerca de la boca, acaricio su rostro, salio de la habitación con una sonrisa en los labios.
-Me alegra que hayas tenido tiempo de venir a verlo.
-Usted mejor que nadie sabe que haría cualquier cosa para ver ami hermano feliz, a mis dos hermanos felices.
-Que loable, tal como Wolfram te describe, auque creo que sólo esta encaprichado contigo.
-Capricho o no, estaré aquí cuando Wolfram lo quiera.
-Espero que así sea y no por alguna otra causa.
Woltarana le indico el camino a la salida, Konrad camino con seguridad, quisiera o no Woltarana, él siempre estaría al lado de Wolfram.