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POR QUE, YA ES HORA por Kaede S

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, pertencen a la serie de Kyou Kara Maoh!

 Gracias a todos por seguir leyendo el fic, espero que les seiga gustando. Agradezco también sus comentarios.

Llevaba un buen rato dando vueltas por el mismo lugar, no quería ver a Yuuri por lo que decidió no ir a preguntarle, visitó a Gwendal pero no supo darle respuesta y después lo envió con hermano:

 

-¿Puedo dormir contigo?

 

-Ándate con Konrad.

 

-Pero…

 

-Nada ya, que sé muy bien como duermes así que no quiero tener malas noches.

 

Caminaba tranquilamente por los alrededores del palacio, recapitulando sus teorías del para que lo llamo Yuuri, la última había sido que el chico le agradecería su acto, le ofrecería su amistad, convirtiéndose en buenos amigos, con el tiempo Yuuri le presentaría a su prometida y podrían mirarse sin rencores ni malos recuerdos. Al echarle una ojeada al día que había tenido empezó a reír, no de alegría, era una risa de frustración, ¿por qué nada de lo que hacía salía de acuerdo a sus planes? Todo debería ir bien, Yuuri sería feliz y él también, ese estúpido debilucho debería de irse a su mundo y no regresar jamás, maldición, no sabía por que se sentía así.

 

Empezó a correr, tenía ganas de sentirse libre, libre de todo aquello, quería regresar a los brazos de su tío, de que todo fuera un sueño, sí, eso debía ser, un mal sueño, un estúpido sueño, una pesadilla por los nervios que le causaban estar cerca de aquel que destrozó su corazón, tenía que despertar, era hora de despertar, se detuvo delante de una fuente, acabaría todo en un santiamén, se echo a la fuente sumergiéndose todo lo que podía, cuando abriera los ojos estaría en su habitación o en el carruaje rumbo al palacio, pero al abrirlos solo vio agua, así que volvió a cerrarlos, podía sentir como sus pulmones le rogaran por oxígeno, pero espero hasta el último momento para salir a la superficie, para darse cuenta de que tristemente no se trataba de un sueño.

 

No dejo de seguirlo desde que lo vio hablar con Gisela, no quiso acercarse por que parecían hablar de algo importante para el rubio, iba a hablarle cuando la chica se fue, pero parecía estar metido en sus pensamientos, decidió darle tiempo, justo cuando pensó que era adecuado el chico se echo a correr, obviamente lo siguió, ¿a dónde iría con tanta prisa?, vio como se paro frente de la fuente y comprendió todo, a los pocos segundos el muchacho estaba en la fuente, se le hizo raro que no saliera inmediatamente, pero lo dejo pasar, duro más tiempo de lo que recordaba, cuando salio no pudo evitar una sonrisa, su hermano se veía tan tierno mojado, e inmediatamente vago a ese día, donde ese chico se había mostrado frente a él de una manera cautivadora, su camisa pegada a su cuerpo y esos ojos verdes los llevaría siempre en su memoria, salio de su estupor al ver como se ponía de pie dentro de la fuente, los tenues rayos del ocaso resaltaban en su hermoso rostro, salio de la fuente escurriendo agua por todos lados, fue ahí cuando se percato de que llevaba capa, salió de la fuente sin ningún problema, pero al dar unos cuantos pasos las botas le jugaron una mala jugada y eso que se lo advertía cuando le enseño a ser un soldado, gracias a su experiencia logró evitar que se cayera.

 

Unos brazos lo sujetaron antes de caer, esos mismos brazos le regresaron a su posición erguida y rodearon su cintura, envolviéndolo en un abrazo sobre protector, se tenso, no podía ser verdad, nada de eso era un sueño, lentamente levanto su rostro, sus ojos se toparon con unos ojos castaños y se perdió en ellos. Ninguno de los dos se movía, ni se decían nada, perdidos en sus pensamientos, hasta que el mayor respondió pegándolo a su cuerpo aún más.

 

-Te extrañé –murmuró en su oído derecho, no le respondió, no sabía que decirle, ni como actuar frente a él, el abrazo se intensifico -¿Tú no me extrañaste?

 

-Sí –respondió quedamente –si te extrañé –no hacía mal diciendo la verdad ¿no?, el viento paso provocándole un escalofrío, fue una mala idea meterse a una fuente. Konrad sólo sonrío.

 

-Vamos a tu habitación, necesitas cambiarte –recordó el otro problema que seguía en las mismas condiciones que el primero.

 

-No sé cual es mi habitación.

 

-Yo tampoco sé, vamos a la mía entonces – el ambiente estaba tensó, podía sentirlo, la culpa era de Shinou, si no le hubiera metido esas ideas raras en la cabeza, no se sentiría de esa manera, además sólo tendría que batallar con lo de Yuuri, Konrad lo guiaba por los pasillos, se daba cuenta de que su hermano estaba entre molesto y preocupado, además de que había una tensión rara en el ambiente. Llegaron a la habitación con el mismo silencio, abrió la puerta y le indico que pasará.

 

-Quítate la ropa- esas palabras atravesaron la burbuja de sus pensamientos.

 

-PERVERTIDO –noto como su hermano se sorprendió por sus palabras, una gota recorriendo su cuello le recordó el porque estaba ahí, sus mejillas se sonrojaron, había metido la pata –Perdón, no quería…

 

-Esta bien, mentiría si te dijera que no quiero verte como la vez anterior, pero ahora me importa más el que te enfermes, ve al baño, mientras busco que ropa puedes usar.

 

Sonrojado entro al baño, había sido un impulso, ni siquiera se había percatado de que ya habían llegado a la habitación, hoy no era su día definitivamente, se desvistió dejando caer sus ropas al suelo, al fin alguien se encargaría de recogerlas después, se duchó rápidamente, no quería perder más tiempo, sólo quería dormir, caer en ese mundo donde sus problemas no existían, bueno no los primordiales, cerro las llaves del agua, giro su cuerpo para coger la toalla, quedando de espaldas a la puerta, estaba por tomarla cuando escucho la puerta abriéndose.

 

-Aquí te dejo… -Wolfram estaba frente a él completamente desnudo, sin camisa ni bañador, sin nada, absolutamente nada, no pudo evitarlo, recorrió ese cuerpo de arriba abajo, dos veces, esas largas y bien formadas piernas, ese trasero perfectamente formado, esa cintura delineada, su pequeña espalda, sus fuertes hombros, y su rostro con una expresión de sorpresa, se quedaron así unos segundos, hasta que el rubio reaccionó.

 

-KONRAD, ¿HASTA CUANDO VAS A DEJAR DE MIRAR? ¡PERVERTIDO!

 

-Perdón yo… aquí te dejo la ropa.

 

Fue hasta su cama, la imagen de ese cuerpo se había grabado en su mente, Wolfram era demasiado hermoso para su propio bien, no se explicaba como Yuuri había estado dispuesto a cambiarlo por cualquier chica, minutos después escuchó los pasos de Wolfram, llevaba puesta una de sus camisas y unos de sus pantalones, le quedaban grandes, se acerco a donde estaba.

 

-Gwendal me ha dicho que te pregunte si puedes darme asilo.

 

-¿Por qué?

 

-Por que no sabemos cual es mi habitación.

 

-¿Por qué no le preguntas a Yuu…? –no termino la pregunta la mirada de su hermano le había dado a entender que no era bueno hablar de esa persona en esos momentos.

 

-¿Puedes o no?

 

-Sí, siempre tendrás un lugar en mi cama –Hasta él se sorprendió por su respuesta, cambio el tema rápidamente –ven, ¿no quieres descansar un poco?, debes de estar cansado por el viaje.

 

Se quito las botas y la chaqueta para después recostarse en su cama, el rubio le siguió instantes después, paso su brazo derecho debajo de esa cintura.

 

-Konrad –en modo de reproche.

 

-¿Te molesta?

 

-No es eso… sólo… es extraño…

 

-Cuando éramos más jóvenes te infiltrabas en mi habitación cada noche, te subías a mi cama, me despertabas, llevabas ese muñeco que Gwendal te hizo, te acomodabas encima de mí y dormías apaciblemente.

 

-Era un niño.

 

-¿Y?, así estábamos más cómodos.

 

-Esta bien – acercó su cuerpo al de Konrad, poso su cabeza en su pecho y lo abrazo de la misma forma que abrazaba a su almohada, los brazos del mayor correspondieron al abrazo.

 

-Shinou dijo que el beso no fue un accidente, dime, ¿es cierto?

 

-¿Cómo supo lo del…?

 

-No te fijes, ¿es cierto o no?

 

-Sí, fue un accidente al que le saque provecho, ¿por qué?

 

-¿Cómo qué por qué?

 

-¿Te molesto que te besara? O…

 

-¿O?

 

-¿Te molesta que haya sido un accidente? –Wolfram se sonrojo.

 

-¡Sí!, digo ¡NO!, quiero decir…

 

-¿Quieres que te bese sin que sea un accidente?

 

-Hoy he recibido ese tipo de besos y no fue muy agradable.

 

-¿Quién?

 

-Yuuri, ¿sabías que no ha firmado el oficio y que me quiere a su lado?

 

-Últimamente ya no me platica nada.

 

-¿En serio? Que raro –‘Ni tanto’ pensó Konrad.

 

-¿Te gusto como te beso?

 

-Todos sus besos fueron rudos y a la fuerza –mentía, sólo un poquito –ese tipo de besos no me gustan, no que conozca otros.

 

-¿Cuáles te gustarían?

 

-No lo sé.

 

-¿Quieres averiguar?, para eso somos los hermanos ¿no? –con un ágil movimiento se coloco encima de Wolfram unió sus manos y entrelazo sus dedos.

 

-Bromeas, ¿cierto? –pero Konrad no respondió su pregunta, pego su frente a la suya, teniendo su rostro tan cerca se sonrojo, lentamente Konrad unió sus labios, en un beso tierno y suave, se dejo llevar por ese beso que no le exigía nada, cerro sus ojos, permitiéndose perderse en ese beso.

Notas finales: Bueno, aquí les dejo lo que sigue, espero poder mantener este ritmo en las actualizaciones, gracias por los animos que me dejan, espero que sigan leyendo el fic, gracias.

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