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POR QUE, YA ES HORA por Kaede S

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Notas del capitulo: Los personajes no me pertenecen son propiedad de la sere Kyou Kara Maoh! Bueno aquí les dejo el nuevo episodio, ojala les guste, creo que ya me perdí del punto al que quería llegar, así que pido una disculpa a las personas que les empieze a desagradar el fic, a las personas que lo siguen les doy las gracias y espero con ansìas que les siga gustando y que si creen que ya me sobrepase me lo hagan saber, por favor, gracias por leer y por dejarme review, aquí esta.

Salio del camino, al parecer todas las entradas guiaban al mismo lugar, la escena que encontró no fue muy satisfactoria, Yuuri tenía una expresión de ira y desilusión, la de Konrad era de desconcierto y no podía ver a Wolfram porque escondía su rostro en el pecho de su hermano, un mal augurio, el ambiente estaba tenso, con paso firme se acerco a los tres chicos, no era correcto, al fin y al cabo ellos tres eran los que debían de hacer las jugadas restantes, estúpido Shinou y sus diversiones. 

-Emm, chicos será mejor que salgamos, lo arreglaremos fuera ¿si? –lo primero era salir, si empezaban una batalla ahí quien sabe como acabaría. 

-Bien, salgan ustedes dos primero –señalo el mayor –nosotros saldremos en unos momentos. 

-Nos adelantamos, quien sabe por donde sea la salida y creo que averiguarlo nos llevara algo de tiempo ¿no Yuuri? 

-No, yo me voy con Wolfram –no, este chico era torpe por naturaleza –quiero irme con él. 

-Von Bielefeld ¿quieres irte con Yuuri? –‘no es que no quiera ayudar a mi amigo, pero esto se me está saliendo de las manos, no es como Shinou dijo que pasaría, solo a mí se me ocurre seguir las jugarretas de ese tonto rey’ pensó el ex Gran Sabio -¿sí quieres? o… ¿prefieres… ir con Konrad? –el rubio se alejado de su hermano, vamos por buen camino, creó. 

-Prefiero irme solo, adiós –sin esperar a nadie salió por alguna de las abertura que entre los espejos, ‘nos quedamos los tres, sólo nosotros tres, los que se supone queremos a Wolfram a nuestro lado, no es que no lo quiera, me gusta Wolfram pero sé muy bien que él solo tiene ojos para…’ 

-¿Está todo bien majestad? –pregunta el soldado. 

-Te tengo dicho que me digas Yuuri –‘al menos no esta molesto con Konrad’ –dime Konrad, ¿sientes algo por tu hermano?, aparte de amor entre familia, claro –Konrad le observo algunos minutos que para él fueron horas. 

-Sí, espero que no te moleste, sé que en la tierra eso no es aceptado, claro que aquí tampoco tiene buen aspecto, sin embargo sí tiene más aceptación, sería un poco difícil salir adelante, además de que iría en contra de los deseos de Gwendal pero… no puedo hacer esto a un lado, lo intenté por mucho tiempo, incluso le pedí consejos a Julia, ella lo supo desde el principio, sabía lo que me pasaba desde la primera vez que me vio observar a mi hermano, lo siento Yuuri… no iba a decirlo, decidí callar estos sentimientos hasta el último momento, deseaba verlo feliz a tu lado, pero ahora que las cosas están así creo que puedo darle una oportunidad. 

-¿Quieres decir que yo no puedo hacerlo feliz? 

-No, sólo quiero decir que no sabes que puedes ofrecerle a Wolfram, no lo conoces, no sabes lo que quiere a diferencia mía, después de todo yo siempre he estado junto a él y he tenido tiempo de sobra para conocerlo y cumplirle sus caprichos, a pesar de todo…Con su permiso, yo también me voy –Konrad se fue siguiendo los pasos del rubio. 

-Ahora si te calló ¿verdad? 

-Murata, ayúdame no me desconsueles. 

-Lo intente ¿lo olvidas?, te dije que pensarás que ofrecerle a Wolfram y no lo hiciste. 

-Sí lo hice. 

-A tu conveniencia, te dije que te pusieras en su lugar, no lo hiciste tampoco y ¿sabes por qué? Por que no lo conoces, no sabes que guarda en su corazón, vamos Yuuri, nunca le prestaste la atención debida y debo decirlo ni siquiera has pensado en hacerlo ahora que esta aquí, lo único que has pensado es en la forma de cómo tenerlo a tu lado… no me equivoco ¿verdad?, vamos Yuuri ¿tengo que decirte todo?, veamos, analicemos lo que sabes de él ¿OK? 

-Sí, bueno… es… es impulsivo… necio… caprichoso… mmmm… tímido… fuerte… lindo… además…  

-Bueno, seamos más específicos ¿qué sabes tú de él? 

-Yo… -en ese momento entro Yozak por la misma abertura que todos, recordándoles que estaban en un juego. 

-¿Qué hacen aquí? ¿Y el capitán y su excelencia? –Ambos voltearon a ver el camino, genial, solo a él le podía ocurrir algo así. 

-Si quieren quedarse aquí, bien por mí, pero yo me voy –los chicos se miraron sorprendidos, ¿desde cuándo los dejaban solos?, mientras el soldado entro por los espejos, se había atrasado demasiado, esos dos al parecer no habían podido detenerlos, la petición de Gwendal de separar a Konrad de Wolfram se le estaban dificultando demasiado, caminaba lo más rápido que podía, esperaba encontrarse a su capitán en el trayecto, solo esperaba que no fuera demasiado tarde. 

-¿Qué rayos pasa? 

-Como sea, creo que debemos seguirlos, andando, además aún no me contestas. 

-Sé que es tierno, nunca me ha dejado solo, le gustan los camisones, no duerme de una manera delicada si no tiene una almohada para abrazar, le gustan los dulces pero no los come por el temor de verse delicado, es demasiado testarudo para aceptar que se equivoco, y quiere niños en un futuro, pero para eso deberá dejar de ser un soldado, porque no podría cuidar al pequeño si tiene que utilizarla, y a él le encanta la espada no tendría corazón para arrebatarle eso… -iban caminando en ese laberinto de vez en cuando chocaban con los espejos, no sabían si iban por el camino correcto o si solo estaban dando vueltas. 

-Y te has preguntado ¿para qué necesita la espada? -Para según él protegerme, sigue sin entender que yo puedo hacerlo, no sé muy bien como manejarla pero… 

-¿Qué pasa? 

-Quiere que lo protejan, que lo cuiden, algo que yo jamás he hecho, a eso se refería Konrad, Wolfram es completamente delicado hablando sentimentalmente claro, ¿cómo no me di cuenta antes?, lo que quiere es sentirse seguro, saber que puedo protegerlo de todo aquel que intente separarnos, al dejarme llevar por Sara demostré lo contrario, mi falta de interés en nuestra relación era la razón de sus celos, maldición, ahora que lo pienso no sé nada de proteger a alguien, yo he estado en su misma posición siempre, mi hermano mayor siempre me protegió y me protege, sé que significa proteger, pero jamás lo he puesto en práctica, estoy en un buen lío, ¿cómo le hago saber que puedo protegerlo? 

-¿Cómo voy a saberlo? No soy Wolfram. 

-Y él único que lo sabe no me lo dirá, necesito demostrárselo, espera, él no es el único que lo conoce, hay más gente que sabe de Wolfram… 

-No creo que su tío te lo diga. 

-Claro que no, pero se de alguien que lo hará, debo regresar al palacio cuanto antes.  

Mientras en otro lugar, Wolfram se había alejado de todos, era verdad él seguía amando a Yuuri no podía olvidarlo y menos teniéndolo enfrente diciéndole que lo amaba, no era que no quisiera escuchar esas palabras, sin embargo en esos momentos, Yuuri no sabía que lo que más quería era alguien que lo protegiera que lo hiciera sentir la persona más importante en todo su mundo, un mundo en donde solo estuvieran ellos dos solos, un mundo en donde se podían perder sin dar explicaciones, como la noche anterior lo había hecho Konrad, una sonrisa apareció en sus labios, Konrad lo protegía siempre, solo necesitaba extender su mano y su hermano lo juntaría a su pecho y lo dejaría descansar ahí el tiempo que quisiera, le abrazaría para impedirle marchar, le besaría para que se percatará de su presencia y evitarle pensar que estaría solo, un suspiro escapo de sus labios, tal vez era hora de examinar las opciones que tenía delante de una buena vez que con tantas interrupciones no había podido hacer, se estaba mareando en ese sitio, ya había pasado tres veces por ese espejo, ¿dónde estaba la salida?, camino por lo que pensaba eran caminos diferentes, se estaba desesperando, ese no había sido su mejor día, y solo era el segundo de su estadía, maldición, y si no salía rápido de ahí terminaría por incendiar todo, se estaba mareando de verse tanto en los espejos, se paro por un momento, tomo aire, necesitaba relajarse o no saldría de ese lugar nunca. 

-Wolfram –esa voz lo sacó de su intento de relajación, una sonrisa apareció en sus labios, él sabía que Konrad jamás le permitiría irse así como así -¿soy tan predecible? –Wolfram volteo a verlo o lo intento había por lo menos cuatro Konrad en su visión. 

-Sí, al menos para mí, ¿cuál de todos eres?

 -¿No sabes? 

-No sigas con esto, no estoy de humor, salgamos de este juego lo antes posible, por favor –Konrad se acercó a él, le tomo de la mano y empezó a guiarlo por ese laberinto, iban muy tranquilos, demasiado tranquilos, sin meditarlo presiono un poco la mano del mayor, quien cómodamente respondió el gesto, pasados unos minutos salieron del juego –que bien, ya empezaba a sentir claustrofobia y a odiar mi reflejo. 

-A mi me hubiera gustado estar dentro más tiempo, nunca me cansaría de verte –las mejillas de Wolfram se tornaron rojas, hacer salir ese color era tan agradable, sujeto más fuerte su mano –pase lo que pase, siempre estaré a tu lado, lo sabes ¿cierto? 

-Sí, gracias Konrad –sus ojos se toparon con los del mayor, había tanta ternura en esos ojos, le parecía increíble que fuera dirigida a él, sonrió tontamente, lo sabía, solo él podía sacar ese lado de su persona, su hermano sujeto su otra mano, Konrad le mostró esa sonrisa que solo le dedicaba a él, su frente se recargo en la suya. 

-Eres tan hermoso –le sonrió a ese hombre, porque ya no lo veía como un hermano, y le sonrió de nuevo –me encanta cuando me sonríes, no lo haces a menudo. 

-Depende de la situación ¿no? –algo choco con sus piernas al bajar la mirada pudo ver a un niño, este alzo la vista también, le sonrío, era el mismo niño de la playa. 

-MAMÁ, VEN, MIRA QUIENES ESTÁN AQUÍ, SON LOS DE LA OTRA VEZ –gritó en dirección a su madre, quien estaba charlando tranquilamente con otra señora al verlos solo les hizo una seña con la cabeza -¿saben? Mi mamá dijo que debía disculparme por interrumpirlos, ¿aún están en su luna de miel?, mi mamá me dijo que era lo más seguro que estuvieran haciendo, entonces ¿sí?, mi mamá me dijo que posiblemente pronto tendrían a un niño como yo, pero que no sería como yo, sino que sería educado y no entrometido, ¿es cierto? –Volteo a ver a Wolfram – ¿estás esperando a un bebe?, y ¿cómo lo esperas si estás aquí? –El chiquillo le miraba de una forma acusadora –dime amigo ¿qué pasará con el bebe si no estás esperándolo, a donde ira? –Wolfram se sonrojo, ¿qué debería decir?, miro a su hermano pidiendo ayuda, Konrad soltó una de sus manos, se agacho para quedar a la altura del niño. 

-Es que ya lo recibió ¿verdad?, ahora debemos esperar nueve meses para que decida unirse a nosotros –el chiquillo lo miraba entre confundido y asombrado. 

-¿A sí?, y ¿dónde está? – Konrad sonrió, tomo una de las manos del niño y la guió al vientre de Wolfram, el chiquillo estaba fascinado -¿ahí está? –Wolfram se quedó de piedra, su hermano estaba loco al hacer eso, sin embargo no dijo nada, solo se limito a observar al niño -¿no es incómodo, amigo?, ¿no te duele traerlo ahí? –Wolfram sonrió, ese niño era muy tierno. 

-No, no me duele. 

-Que bueno, eres muy lindo y tu esposo es muy guapo, el bebe va a ser muy bonito cuando este aquí con nosotros, ¿podré jugar con él?, ¿sí?  

-Solo si tu mamá te da permiso ¿OK? –le dijo el mayor, el niño sonrió, su mano vagaba por el vientre de Wolfram. 

-Debe de estar muy cómodo ahí, esta completamente dormido –la mamá del niño se acercó a ellos. 

-Ephran de nuevo estás molestando a estos caballeros, ¿qué hago contigo? 

-No, mamá, no estoy molestando, tenías razón, ya recibió al bebé, está aquí mamá, mira está aquí –el niño estaba exaltado –dicen que podré jugar con él cuando llegue mamá, ¿si puedo?, me portaré bien para poder jugar y ser un buen hermano mayor, lo prometo –la señora les sonrió tímidamente, les observo a ambos. 

-Bueno, vámonos niño, que todavía falta camino para llegar a casa, es un placer verlos de nuevo muchachos y gracias por soportar a mi hijo. 

-No, es divertido estar con él –dijo el rubio –siento haberle dicho eso, pero… 

-Esta bien, se quedo con las ganas de un hermano, ni modo, anda Ephran despídete. 

El niño acaricio de nuevo el vientre de Wolfram, prometiéndole portarse bien para poder jugar con él, se despidió de ellos alegremente recordándoles su promesa, lo único que pudieron hacer fue despedirlo con una sonrisa cada uno. Tímidamente Wolfram volteo a ver a su hermano. 

-¿Desde cuándo te has hecho adicto a las mentiras? 

-Me he pasado mucho con Gwendal y Yozak, tú sabes, cada que hay problemas, hay que ocultarlo del rey. Apartados de ellos, Yozak los observaba fascinado, esto se ponía interesante, sobre todo al ver la cara de sorpresa de Yuuri, quien oculto observaba con tristeza la escena.

Notas finales: Ya casi lo termino, o eso espero mucahs gracias por leerlo, nos vemos y cuídense mucho, bye.

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