-“Si así lo deseas, ¡Bienvenido seas al hotel Akatsuki!”-
Después de decir esto el joven rubio dio media vuelta aun con las velas en manos y entro en el gran portal del hotel.
Sasori capto la indirecta y empezó a seguir a Deidara. La mirada ojimiel del universitario se centro ahora en el gran portal que tenía enfrente, una gran puerta hecha con madera de caoba y con detalles tan finos que solo eran logrados con las manos de un experimentado artista. Pero había algo que preocupaba de sobre manera al joven pelirrojo, algo que provenía del otro lado del portal y que una parte de el sentía terror de solo cruzar aquella puerta. Las piernas del pelirrojo se detuvieron de repente y empezaron a temblar.
“Por que tengo tanto miedo de cruzar esta estúpida puerta” Pensó el joven al no entender su propio comportamiento.
-“Piensas entrar o te quedaras afuera con el maldito frío”- Presiono Deidara quien ya estaba en el hotel.
Sasori, quien aun se encontraba del otro lado, solo asintió y empezó a seguir de nuevo los pasos del rubio. Una parte de él le gritaba al oído que esa era su oportunidad de dar la media vuelta e irse de ese misterioso hotel. Pero su parte lógica le dicto que empezara a seguir a aquel rubio y tener un lugar en donde pasar la noche.
Con un par de pasos el pelirrojo paso ese portal que le había mandado tan malas vibras. Entro en lo que es hotel y lo único que sintió fue una brisa de aire después que cruzo la puerta. “Nada extraño de que preocuparse” Pensó el joven que caminada un par de pasos atrás de Deidara.
Lo único que si se le hizo extraño a Sasori era que en el gran pasillo en el que caminaba no hubiera otra fuente de luz más que las velas del joven ojiazul. A causa de esto el ojimiel no podía casi ver lo que estaba a su alrededor ya que la opaca luz de la vela le delimitaba su vista. Sasori no tenía otra opción más que acelerar su paso y quedar aun lado de su rubio anfitrión. Al joven no le tomas más de 3 segundos en estar al mismo paso que el rubio, pero cuando tuvo a Deidara a su lado lo empezó a examinar con más detalle. El joven que tenia a su lado era de estatura media, tal vez cinco centímetros mas bajo que el. Cabello largo y de color dorado, casi de un tono irreal, además con la luz de las velas le daba un toque aun más fantástico. Pero lo que sin duda llamaba más la atención de Sasori eran esos ojos de color azul. Para el pelirrojo eran estúpidamente atractivos y llamativos “Lastima que uno de esos ojos es tapado por un mechón de cabello” Pensó el universitario.
Deidara sintió como los ojos de color miel lo penetraban sin recato alguno y eso le incomodo un poco.
-“Oye amigo, aun no me haz dicho tu nombre hum”- Deidara trato de romper el hielo con ese joven que le miraba de una forma que le ponía la piel de gallina.
-“Ehm… ¿yo?”- Sasori tarda un poco mas de lo debido a que su cerebro comprendiera la pregunta del ojiazul, ya que estaba muy al pendiente de sus propios pensamientos. –“Yo me llamo Akasuna no Sasori”-
El rubio detuvo su andar por un segundo para continuar con su caminata por el pasillo oscuro de inmediato. El pelirrojo se extraño un poco del comportamiento de su anfitrión y trato de ver el rostro de Deidara que se encontraba con seño fruncido y con expresión pensativa.
-“¿Qué, acaso no te agrada mi nombre?”- Sasori no pudo evitar soltar esa pregunta con desprecio y bastante irritado
Pero al parecer Deidara no pudo notar ese tono de voz y solo atino a sonreír –“Para nada, al contrario me parece un nombre bastante original y artístico hum”-
Con ese comentario y con la sonrisa del rubio el universitario solo atino a sonrojarse “Maldición por que reacciono de esta forma, esto no es común en mí. Pero tengo que aceptar que su sonrisa también es linda y al parecer también le gusta el arte, eso es muy atractivo. ¿Pero que carajo piensas Sasori? ¡A ti no te gustan los chicos! Además solo lo veras esta noche ya que mañana temprano saldrás de este raro hotel” El mismo se había regañado por su extraño comportamiento.
De nuevo el silencio predomino en ese oscuro pasillo y fue turno del pelirrojo romper con el.
-“Y dime Deidara, ¿Por qué esta todo oscuro? ¿A caso no cuentan con servicio de alumbrado?
-“Claro que contamos con luz hum, pero es una historia larga y que yo no quiero contar”- El tono de voz del rubio era de frustración y cansancio –“Además, ya hemos llegado”- El pelirrojo se extraño del comentario del ojiazul, pero pudo notar que enfrente había una puerta de madera y su anfitrión sostenía con la mano su picaporte para girar de ella.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. (I: De aquí en adelante narra Sasori)
Cuando Deidara abre la puerta que estaba enfrente de nosotros no puedo evitar cerrar lo ojos por que me he encandilado de la luz que proviene del otro lado de la puerta. Tardo quizás dos o tres segundos a que mis ojos se adapten de la oscuridad del pasillo a la iluminación de este cuarto. Cuando recupero por completo mi vista me doy cuenta en que estoy en la recepción del hotel.
Noto que la habitación no era tan grande, pero si muy espaciosa. Había un sofá de color negro a lado de la puerta en la que me encuentro. Y el piso era de blanco y negro, como si quisiera seguir la secuencia de un tablero de ajedrez. Las paredes eran de un color azul tan pálido que si no conociera de colores diría que era blanco. Y en el colgaban un par de cuadros de paisajes naturales. Y hasta el fondo de la habitación se encontraba la mesa de registro que no era más que una mesa en forma semicircular que topaba con una esquina de la habitación. Pero lo que sin duda llamo mi atención fue que en la mesa de recepción se encontraba un sujeto que recostaba su cabeza en la mesa, desde mi perspectiva ese sujeto se encontraba dormido.
Deidara empieza a cruzar la habitación y yo le sigo el paso. En un par de segundos nos encontramos de la mesa de recepción, y como creía, la persona que estaba ahí se encontraba dormida.
Lo único que podía ver de esa persona era que tenía el cabello de un color bastante peculiar ya que eran de color plateado. Lo demás era tapado por sus brazos y no me permitía ver su rostro.
Deidara parecía bastante molesto con el chico que se encontraba dormido.
-“Hidan, despierta”- Deidara empezó hablar para tratar de llamar la atención del joven que se encuentra enfrente de nosotros. Pero no lo logra –“Vamos Hidan, despierta”- No hay reacción por parte del joven de cabellos plateados. Pero lo que hace Deidara a continuación me asusto mucho –“¡Carajo Hidan DESPIERTA HUM!”- Deidara le da un golpe en la cabeza al chico de la recepción bastante fuerte y el llamado al fin responde.
-“Te juro por Jashin que si estoy trabajando Kakuzu, solo cerré los ojos por un minuto”- El joven peli plateado despertó de una forma bastante violenta y con expresión de miedo en su rostro. Su rostro tenía rasgos bastante definidos y muy finos también. Pero debo de aceptar que lo que más me llamo la atención del chico que responde con el nombre de Hidan eran sus ojos. Eran de color violeta, casi con tonalidades rosadas. Sus ojos eran atrayentes y con efecto hipnótico (I: No se preocupen chicas este fic es totalmente SasoDei, solo que Sasori acepta que Hidan tiene lindos ojos) De repente la expresión de ese chico cambio de inmediato y sus facciones denotaban fastidio y hasta enojo –“Haa…Solo eres tu rubia, y yo creyendo que era algo serio la razón de que me despertaran”- Escupió de una forma sarcástica el chico que estaba enfrente de nosotros.
-“Pues es algo serio, Hidan, tenemos un cliente en el hotel ¿O acaso no te das cuenta idiota hum?”- Deidara respondió de igual forma que el peli plateado.
Entonces sentí como esos ojos violetas me examinaban con lujo de detalle y no pude evitar sentir un escalofrió que cruzara toda mi espina. En verdad esos ojos tenían algo especial.
-“De acuerdo rubia, entonces dime tu nombre”- Mientras decía esto sacaba de la mesa un cuaderno bastante antiguo con las hojas amarillas y un poco descuidado y una pluma –“Date prisa quieres, que no tengo todo tu puto tiempo ¿de acuerdo? Nombre por favor”- De nuevo esos ojos se cruzaron con los míos e instintivamente contesté.
-“Akasuna no Sasori”-
-“¿Cuánto tiempo planeas quedarte?”- Pregunto un poco cortante mientras anotaba con rapidez mi nombre
-“Solo quiero pasar la noche”-
-“¿Deseas una habitación grande o pequeña?”-Sus ojos violetas se encontraban atentos a lo que anotaba
-“Una pequeña por favor”-
-“Modo de pago”- Dijo mas cortante de lo que me acostumbre
-“Ehm…efectivo”- Dude un poco por que no sabia cuanto dinero tenia en mi cartera
-“De acuerdo, son tres mil quinientos yenes”- (I: más o menos 350 pesos mexicanos, 35 dólares gringos)
Me quedo un poco impresionado ya que el precio por una noche se me hace muy barato ¿Acaso el hotel es tan corriente que por eso los precios son tan bajos? Bueno, eso no me debe de importar ya que solo pasare la noche.
Hidan da media vuelta y toma unas llaves que se encontraban en un tablero situado a sus espaldas. Después me lanza las llaves que había tomado con anterioridad y yo torpemente trato de agarrarlas y evitar que caigan.
-“Tu cuarto es el numero 24. Esta en la segunda planta y girando a la derecha después de las escaleras, no hay pierde. Pero si eres tan idiota como para perderte, dile a la rubia oxigenada que esta a tu lado que te guie. Si ya es todo quiero volver a dormir”-
Deidara me guía hasta una puerta que se encontraba a un costado de la habitación y la abre. Pero antes de salir Deidara habla –“Hasta mañana Hidan”-
-“Si, si, lo que tu digas Dei-chan. Hasta mañana”- Y de nuevo el perezoso peli plata se vuelve a recostar en la mesa de recepción.
-.-.-.-.-.-.
Deidara y yo salimos de la recepción y nos encontrábamos de nuevo en pasillos. Pero a diferencia del anterior este estaba bien iluminado.
Paso poco tiempo hasta que mi anfitrión me guio hasta mi habitación y como había dicho el peli plata era sencillo de llegar hasta el cuarto. Yo pude haber llegado sin ayuda de nadie pero acepto que la compañía de Deidara es bastante agradable.
Estuvimos enfrentes de lo que es ahora mi habitación por un par de segundos hasta que Deidara rompió el hielo.
-“Bueno, esta es tu habitación Sasori hum, espero que disfrutes la noche en el hotel”- Los ojos de Deidara se posaron sobre los míos y yo solo sonreí.
-“Yo también espero eso Deidara”- Mi sonrisa solo se ensancha al pronunciar su nombre.
-“Espero verte mañana antes de que te vallas”- Esto lo dijo mientras rodaba sus ojos y enfocaba su vista hacia otra parte del pasillo.
-“Tratare de no irme sin haberme despedido de ti”- Hago esa promesa a Deidara.
-“Je gracias”- Deidara empieza a caminar a dirección opuesta a mi habitación y yo solo alcanzo ver su espalda y sus rubios cabellos –“Que descanse hum”-
Esto fue lo último que alcance oír de Deidara antes de entrar a mi cuarto.
Y cuando entre a mi alcoba quede muy sorprendido. Mi habitación no se parecía a nada de lo que pensaba. De hecho estaba muy limpio, no olía mal y estaba todo en orden. La cama se encontraba en un costado del cuarto, tenía sabanas rojas y bastante limpias. Había una pequeña mesa a lado de la cama con una lámpara. Enfrente de la cama había un cuadro semejante a los de la recepción. Y al otro extremo del cuarto había un baño muy pulcro y seco. “Y todo esto a tan solo tres mil quinientos yenes”
-“Tal vez venga mas seguido a este hotel después de visitar a la abuela Chiyo” Digo al recostarme en la suave cama de la habitación.
*Continuara…*