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-Chocolate- por Watermelon4U

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Notas del capitulo:

Estoy escribiendo el capítulo 5. Frustración mil. Gracias por leer. :'D

III. Encuentro

 

Le tomó cuatro días a Jonghyun el volver a ese lugar. Notó que ahora ya tenía nombre. “Chocolate”, decía en letras cursivas al frente. Así, sin más. Le sorprendió lo lleno que se encontraba, siendo esa su primera semana abierto. Había personas de todas las edades; ancianos leyendo el periódico en las mesas más apartadas, chicos charlando y riendo, y hombres y mujeres relajándose en la tranquila atmósfera del local. Desde afuera se podía percibir un fuerte olor a chocolate, dulce y conciliador. A los coreanos si les gustaba el chocolate, después de todo.

 

Dentro, dos o tres meseras, vestidas formalmente, atendían con eficacia los pedidos de los clientes, mientras un chico igualmente vestido permanecía detrás del mostrador, supervisando que todo marchara viento en popa.

 

Minho había dicho que el chico que conocía se llamaba Kibum. Kibum, ¿cierto? ¿Sería ese chico el que su amigo conocía? Había algo extraño con él. Llevaba la misma ropa que las meseras, una camisa blanca y pulcra, y un pantalón formal de color negro, pero de alguna manera, y sin exagerar, lucía mejor que ellas. Así de simple.

 

-Me pregunto si yo luciría así de bien con ese tipo de ropa...-Dijo distraído, mirando el uniforme azul marino con gris y blanco de su escuela. Era bien aburrido. –Claro que si, soy guapo. –Rio de sí mismo, a lo mejor si tenía locura senil.

 

-¿Vas a entrar o no? -La voz de Minho le hizo sobresaltarse. El castaño le observaba con los brazos cruzados sobre el pecho. Llevaba una sudadera roja, jeans y tenis, el día no estaba tan frío.

 

-¿Hace cuánto que estás ahÍ? ¡Eres tan raro!

 

-Llevas media hora rondando la cuadra, Jjong. Las meseras comienzan a sospechar.

 

-No llevo media hora. Y tú no deberías andar siguiéndome.

 

-No te sigo, señor ombligo del mundo. Vine a saludar a Kibum, y a desearle suerte con el negocio.

 

-Ooh, qué casualidad...- Jonghyun lo miró con aire divertido, y Minho le despeinó aprovechando la diferencia de altura. -¡Eeh! – Se quejó, mientras acomodaba de nuevo su cabello plateado.

 

-Ya, vamos.

 

 

Resignado, Jonghyun siguió los pasos de Minho hacia el interior del lugar. Ya sin tantos estantes, el lugar parecía más espacioso, y en general tenía un ambiente bastante agradable. Eligieron rápidamente una mesa cercana a la enorme ventana frontal, y tomaron asiento. En el centro de la mesa, había una tetera beige con flores pequeñas y de diversos colores pastel. El lugar mantenía un estilo sencillo, sobrio, pero lo suficientemente atractivo y armónico como para agradar a los clientes. Jonghyun jugueteó con una florecilla, en el tiempo que le tomó a la mesera acercarse a ofrecerles la carta con una sonrisa y retirarse.

 

-Mira, venden muchas cosas– Dijo Minho con una sonrisa. -Tal vez le compre algo a mi hermana. ¿Tú qué vas a pedir?

 

-Chocolate, supongo- Jonghyun miraba a su alrededor, sin prestar atención al menú. –Oye, tú eres bueno en inglés, ¿cierto? Ayúdame.

 

-No soy especialmente bueno. Igual, puedo intentarlo. Pero antes elige qué pedirás. Y no digas “chocolate”, porque todo lo de aquí es eso.

 

 

Jonghyun miró el menú con hastío. Si todo era chocolate, entonces daba lo mismo lo que pidiera, ¿no? Había postres diversos, panes, pasteles, bebidas calientes y frías, dulces y galletas.

 

 

-El chocolate caliente con crema y chispas es siempre una buena opción –Dijo una voz a su espalda, y él se dio la vuelta toscamente. Miró de arriba a abajo al chico de vestimenta formal. -¡Minho! Si has venido – El rubio sonrió, y sus ojos rasgados se llenaron de sincera alegría.

 

Ambos amigos se saludaron animadamente y Minho no tardó en presentar a Jonghyun.

 

-Key, él es Jonghyun. Vive cerca de mi casa así que siempre me busca –Dijo el más alto en broma, y el susodicho le picó las costillas a modo de reclamo. –Vale, no es cierto, es un buen amigo –Se giró hacia Jonghyun. –Él es Kibum –Habló señalando al rubio, que sonrió con sencillez. –Prefiere que le llamen Key.

 

-¿Cómo “llave”?

 

-Si, así es- Contestó Minho. –Pensé que eras malo en inglés.

 

-¡Yo podría...! -Dijo Kibum de la nada, con una voz que sonaba más entusiasmada de lo le hubiera gustado. Carraspeó, y continuó la oración. –Yo podría ayudarte con el inglés, si quieres...- Terminó apenado.

 

-Ah... gracias- Dijo Jonghyun sorprendido. De cerca, el chico rubio lucía incluso mejor. Su piel era muy lisa; impecable, y sus ojos eran castaños, como almendrados, y rodeados por pestañas tupidas y largas. Sus manos eran delicadas, de hecho, su cuerpo en general lo era, pero sin perder su masculinidad. Jonghyun pensó que era algo inquietante. Nunca había conocido a alguien como Kibum. No pudo encontrar una palabra que lo describiera justamente. –Pero Minho me ayudará, ¿cierto?

 

-Él es bueno, deberías tomarle la palabra- Replicó el más alto, extrañado por la actitud de Jonghyun.

 

-Mmm... – Jonghyun se entretuvo en mirar el menú, tratando de evitar el compromiso del momento. –Creo que si tendré el chocolate con crema y chispas...- Dijo con voz tensa.

 

-Ah, vale- Luego de una pausa, Key le hizo una seña a la mesera para que se acercara a tomar su orden. –Bueno, gusto en verlos, ojalá disfruten el chocolate, regresaré a mi puesto... Hasta pronto. –La expresión de Key no delataba nada en especial, pero su voz titubeante lo dejó en evidencia ante Minho.

 

Apenas se hubo marchado el rubio, el más alto pateó a Jonghyun debajo de la mesa.

 

-¡Eh! ¡Eso duele!- Se quejó, sobando su pierna.

 

-¿Qué fue todo eso?

 

-No sé a qué te refieres- Jonghyun no subió la mirada, sabía muy bien a lo que Minho se refería, pero no pudo evitarlo. No supo cómo actuar, qué decir, qué cara poner, cómo comportarse.

 

-Fuiste bastante grosero, ¿sabes? Él sólo intentaba ser amable.

 

-Pensé que su oferta era rara, apenas me conoció.

 

-Bueno, no es un asesino en serie, o algo. Él podía haberte ayudado mucho, y lo echaste a perder. –Minho estaba molesto, y él lo comprendía. La verdad es que él tampoco entendía porque se había portado de una manera tan hostil.

 

La mesera llegó pronto con sus pedidos, que disfrutaron en silencio, mientras dejaban que las cálidas bebidas deslizaran por su garganta aguando la tensión que se había acumulado. Luego de un rato, cuando su taza estuvo casi vacía, Jonghyun miró de reojo a Kibum. Parecía escribir unas cuentas, concentrado, mientras sus dedos se movían ágilmente sobre el teclado de una calculadora. Una punzada de culpa le atacó. Había sido un cretino. Vale, lo aceptaba. Pero, ¿qué se supone que hiciera...?

 

-Realmente es increíble...- Susurró Jonghyun, ensimismado.

 

-¿Cómo dices? –Minho salió de sus pensamientos también.

 

-El chocolate. Es bastante rico.

 

Minho asintió con una pequeña sonrisa. Cuando ambos hubieron terminado, pagaron la cuenta y Jonghyun se adelantó a la salida, mientras el otro se despedía de su amigo en el interior. Los miró desde afuera, a través del vidrio, y tan sólo por un segundo, su mirada y la del rubio se cruzaron. No pudo quitarse esa imagen de la cabeza por el resto del día.

 

 

Notas finales:

So, yeah... El capítulo que sigue es un poco más largo, me parece. ¡Ya se conocieron! ¡No me pateen! ¡Coman chocolate! Nos vemos pronto (: .


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