Por alguna razón Oga ultimamente andaba enfadado todo el tiempo, nadie sabia el porqué, pero fuera de quien fuera la culpa los estudiantes del colegio Ishiyama estaban desearlo pillarle para molerle a palos, despues de todo nunca nadie habia visto de esa forma a Oga en mucho tiempo. Pateaba a cualquiera que viera sin dejarles decir ni una palabra y se pasaba el dia con un rostro que conseguia asustar aun mas de lo que lo hacia normalmente a cualquiera que se acercara. Todo por culpa del pervertido mejor amigo e imbecil de Furuichi, que aunque fuera el culpable de aquello no se daba ni cuenta ya que Oga trataba de disimular lo mejor que podia cada vez que le veia cerca. La razon era porque al parecer Furuichi habia conseguido una novia un par de dias atras. Su nombre era Liara, una chica hermosa de cabellos rubios y ojos dorados que tras conocerle en una cafeteria casi desconocida para el resto del mundo, empezo a hablar con el por mensajes y al parecer quedo completamente prendada de él. En un principio a Oga no le importaba, pero que comenzaran a salir cambio bastante la cosa. No era solo por lo molesto que se ponia cada vez que le hablaba, sino que al parecer Oga habia descubierto un faceta de si mismo que ni siquiera conocia. Puede que fuera por su cara, sus gestos o incluso por aquella forma tan peculiar en la que se comportaba, pero fuera lo que fuera, se habia enamorado de alguna forma de él y no iba a dejar que ninguna niñata de tres al cuarto a la que casi no conocia se lo quitara.
-Buenas Oga, ¿no te parece que hoy hace un día esplendido para tener novia?- Dijo el chico de cabello grisáceo al ver a Oga esperándolo en la puerta de su casa.
-...Lo que tu digas- Furuichi dio un gran suspiro y agarro el hombro del moreno.
-Tu tambien deberías conseguirte una novia rápido, es algo increíble. ¿Aun no tienes a una persona que te guste o algo de eso?-
-...Si que la tengo-
-¿Eh? ¿En serio?- Respondió el chico todavía sin poder creérselo del todo. Es cierto que había hecho la pregunta, pero simplemente esperaba que se negara sin más.
-Ya te dije que sí, ¿A qué viene esa reacción?-
-Oh, nada. Tan solo se me hace difícil de creer. Y dime, ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Va a nuestro instituto?-
-Deja de hacer tantas preguntas, ¿Qué importa? en todo caso ya está saliendo con alguien-
-Pues vaya... ¿Y no me puedes decir al menos el nombre? o alguna pista. Tal vez pueda ayudarte- Oga le miró fijamente a los ojos por unos segundos y después desvió su mirada dando un pequeño suspiro.
-Déjalo no es algo tan importante, tan solo vámonos de una vez-
-Ah... Claro...- El chico le miró algo decepcionado, después de todo sentía bastante curiosidad por saber de quien se trataría la misteriosa chica que había conseguido encadilar a Oga de una buena vez. Así que teniendo Furuichi la duda en mente, ambos se dirigieron hacia su instituto sin decir casi ninguna palabra en el camino.
Como siempre las clases en el instituto Ishiyama se pasaron volando, no había ningún profesor que se atreviera a entrar en las aulas, y los que se atrevían, o salían huyendo a los pocos minutos completamente aterrorizados o se escondían bajo las mesas por la misma razón.
Al terminar la última clase, los dos chicos salieron del edificio para volver a sus respectivas casas mientras hacían algunos que otro planes para el resto de la semana.
-¿Que vas a hacer hoy?-
-Basicamente nada, llamaré a Liara si me aburro para hablar con ella-
-¿Entonces estas libre?-
-Si-
-Bien, entonces hoy podemos quedar para dar una vuelta o algo-
-¡Furuichi!- Nada más terminar el moreno la frase, una voluptuosa chica pelirrubia se acercó sonriendo al peliplateado mientras decía su nombre.
-¿Eh? Hola Liara-
-Buenos días chicos, ¿Qué tal estais?-
-Bi-bien, estábamos hablando para quedar hoy- Respondió Furuichi un poco sonrojado.
-¿Eh? pero... yo te iba a decir que me acompañaras a mi casa hoy ya que no va a haber nadie y asi podríamos estar al fin solos. Además de que siempre estás con Oga y nunca me haces caso- La chica le miró con un rostro levemente entristezido haciendo que Furuichi sintiera lástima por la chica mientras Oga comenzaba a mirarla con los ojos completamente llenos de odio.
-Bueno... puedo quedar otro día contigo si quieres pero hoy ya tengo cosas que hacer. Te prometo que a la próxima iré a donde tú quieras-
-¡No! Si lo haces me enfadaré. Me parece muy bien que quieras salir con Oga porque es tu amigo pero yo soy tu novia, debería ser más importante para ti que él y nunca me haces caso. Siempre que haces una cosa o incluso cuando salimos tu y yo, él está en medio, parece que Oga sea tu novia en vez de que lo sea yo- La voz que ponía de niñita malcriada tan solo lograba cabrear más al moreno, que aunque no lo pareciera estaba a punto de perder la compostura. Despues de todo la chica tenía suerte de estar saliendo con Furuichi, porque si hubiera sido una de sus contrincantes hubiera acabado muerta a los pocos segundos de comenzar a hablar con aquella estúpida voz que tenía y eso Furuichi lo sabía bien, ya que aunque intentara no cabrearse, se podía notar a mil leguas que la tenía un odio atroz.
-Oga lo siento, pero ¿Te importa si hoy...?- No tuvo que decir nada más, el moreno ya sabía lo que ocurría y que para no molestar a la parejita ni hacer el papel del típico sujetavelas como otras veces, tenía que largarse solo hasta su casa.
-Haz lo que te de la gana yo me marcho, paso de estar con vosotros-
-¡Oye Oga!- Furuichi iba a caminar detrás de él cuando Liara le sujeto el brazo.
-Déjale, es mejor si se va-
-¿Por qué dices eso?-
-Porque es un delincuente, tú eres el que mejor debería saberlo. Además, lo único que hace es incordiar quitándonos nuestro preciado tiempo juntos-
-Aun así...-
-En fin eso no importa, vamonos a mi casa- Liara sujetó su mano comenzando a caminar por el lado contrario al que Oga había ido, pero de repente Furuichi se soltó de ella dirigiéndose hacia él.
-¡Lo siento, juro que luego te lo compensaré!-
-¡Furuichi!- Le gritó completamente enfada. -¡No te atrevas a ir tras él o nunca te lo perdonaré!- Sin embargo, por mucho que le gritara el peliplateado siguió corriendo como si nada. A decir verdad no podía creerselo, estaba dejando atrás a la novia que tanto le había costado conseguir para ir detrás de un chico, que aunque se tratara de su mejor amigo, no cambiaba ese hecho.
-¡Oga!- Grito al verle tras estar corriendo un par de minutos.
-...¿Furuichi?-
-Al fin te encuentro. ¿Cómo demonios has podido llegar tan lejos en tan poco tiempo?-
-¿Cómo quieres que lo sepa? Simplemente caminé de la misma forma en que siempre lo hago-
-Bueno en todo caso, ¿Por qué te enfadaste antes? Ya se que no te cae bien. pero no tenías porqué enfadarte por eso, después de todo tenía razón en lo de que nunca salía con ella porque estaba contigo-
-No es por eso idiota-
-¿Entonces por qué?-
-...Déjalo con tu inútil cabeza no lo comprenderías. Vamonos, mi casa hoy estará completamente vacía también así que puedes quedarte allí si quieres-
-¿Tu hermana tampoco estará hoy?-
-No, mi madre ganó un sorteo en el que daban un viaje para tres personas así que se fueron juntos porque yo no quería ir-
-Está bien iré... pero si me dices quien te gusta- Ya que seguramente había perdido a su novia por haber salido corriendo tras él, Furuichi pensó que tenía que ganar algo a cambio, y eso era lo único que le interesaba saber que no le hubiera dicho en ese momento.
-¿Todavía estás con eso?-
-Claro. Me dejaste antes con la duda-
-Está bien te lo diré, pero en mi casa- Dijo tras un leve suspiro.
-Solo dime algo antes-
-¿Qué quieres?-
-¿Tiene los pechos grandes?- Le dijo al moreno con una sonrisa pervertida y este tratando de resolver su pregunta le miró pensativo.
-...Son pequeños, casi como un chico o bueno, más bien diría iguales-
-Podría ser... no puedo creerlo... Oga, ¿Eres un lolicon?-
-¡Por supuesto que no imbécil! ¡Que tenga pechos pequeños no quiere decir que se trate de una niña!-
-...¿Seguro?-
-¡Claro que sí!- Le dijo dándole un pequeño golpe en la cabeza. -Ahora, ¡Vamos!-
-..Sí- Respondió el peliplateado con voz adolorida.
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