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“Tengo hambre”
Mi cabeza me dolía y mi visión amenazaba con volverse borrosa a cada instante…
“Tengo hambre”
Caminar resultaba ser un esfuerzo titánico, mi cuerpo era presa de una indescriptible debilidad que me estaba llevando a un grado de desesperación algo alarmante y aunado a todo lo anterior, está el hecho irremediable de que…
-¡Tengo hambre! –Sí, de que tengo hambre.
Sigo deambulando por las obscuras calles nocturnas de la ciudad, en espera de alguna bella muchacha despistada que se cruzase por mi camino y de éste modo poder seducirla para finalmente beber su sangre…
¡Exacto mis queridas y queridos lectores! ¡Soy un malévolo y poderoso vampiro!, soy atractivo por naturaleza, no hay mujer u hombre que se me resista, soy naturalmente atrayente, soy simplemente fabuloso y genial (Y sobre todo modesto).
Y ahí, en medio del camino, se encuentra una bella chica rubia de bellos ojos azules.
“Perfecta” –Me digo, al tiempo que adopto toda la actitud de un Casanova me acerco a ella –Buenas noches mi bella dama, ¿me haría el honor de permitirme escoltarla hasta su hogar? –Y sonrió de forma seductora.
-No
-"¡¿Qué?!"
–Y menos se lo permitiría a alguien que está disfrazado de esa forma tan ridícula –Me dice con desprecio y burla para después seguir con su camino.
… Ok, lo acepto, esa chica me ha desmoralizado horriblemente, nada más no lloro porque se me corre el delineador y porque soy muy hombre, claro… Bien, la realidad es que soy un vampiro de clase baja, ni siquiera puedo ocultar mi verdadera apariencia transformándome en un humano así que debo andar por la vida vestido con mis pantalones de cuero negro y mi camisa blanca de estilo victoriano (que además es la única muda de ropa que tengo) por suerte en estos tiempos ya no se cree tanto en los seres sobre naturales o de lo contrario ya estaría ardiendo en la hoguera… para colmo, mi poder de hipnotizar a los humanos también es nulo, así que no puedo quitarles su dinero y por ende estoy en la ruina monetaria (eso explica porque no me he comprado más ropa ni comida [los vampiros podemos comer comida humana en casos extremos]). Esto es terrible, por que dejen les aclaro que yo solía ser un poderoso y temido vampiro (es en serio, no se rían) pero por culpa de mi estúpido hermano me castigaron bajándome de estatus… La verdad es que todo fue una vil mentira, pero mi padre siempre le ha creído más a él que a mí, así que sin siquiera darme el beneficio de un juicio me condeno a ser un vampiro de baja categoría… Se suponía que el castigo solo duraría 1500 años sin embargo mi padre murió hace 325 años entonces mi encantador (sarcasmo) hermano mayor ahora es el líder del clan y ¿adivinen qué? ¡Sí! el muy maldito ha decidido alargar mi condena de manera indefinida… ¿Qué quién es mi hermano? diría su nombre si no fuera porque siento que lo invocaré si lo digo... es algo así como la versión bizarra del "Señor Tenebroso" o bien, como Beetlejuice solo que más castrante...
-Tsk… Lo odio –Murmuro con rabia
-¿A quién odias, querido?
"Y hablando del Rey de Roma…" -¿Qué mierdas haces aquí, Itachi?-Le digo con fingida indiferencia, lo menos que quiero es que note todo el odio que le tengo, eso lo haría muy feliz, lo sé...
El muy maldito trae a dos hermosas mujeres a cada lado, se ve que se ha podido alimentar bastante bien, pues claro, a él no le quitaron sus poderes...
-¿Itachi? –Me dice con una falsa mueca de tristeza -¿Qué hay del “Nii_san” y los abrazos llenos de amor?
Sí, eso solía ser verdad, antes cuando éramos niños, yo solía idolatrar a Itachi con un fervor insoldable, lástima que el desgraciado resultara ser un hijo de puta… De hecho ahora llega a mi esa historia de cuando Mikoto, nuestra santa madre (que en sagrada paz descanse) estaba embarazada de Itachi y le preguntaron a Madara, nuestro tío (que se retuerce en el infierno el desgraciado) que qué opinaba sobre el próximo miembro del clan y él dijo algo así: “Yo pienso que va a salir con tres patas, seis ojos y cuernos. Va a ser el puto Anticristo el maldito”, y pienso “Ay tío, me pregunto si sabrías que tenias dotes de vidente…”
-Déjame en paz, imbécil. –Le contesté
-Uh, tan tierno como siempre –Me dice burlón, entonces se volvió hacia las chicas que tenía a los lados, las miró fijamente y lee ordenó irse a casa y como era de esperarse estas se fueron.
-Si tan tierno como meterte un palo por el culo y sin lubricar… -Mascullé mientras me daba la media vuelta para irme… pero como Dios me odia y detesta verme feliz (Lo sé, lo supe desde que Dios permitió que Itachi sobreviviera después de que yo le prendiese fuego a su ataúd [el cual por cierto, previamente había sellado con unos cuantos clavos y un poco de concreto]) tuve el mareo más fuerte de toda la semana y estuve a punto de caer, la falta de alimento me estaba llevando a límites insospechados…
Veía sentir el golpe, sin embargo éste nunca llegó, decidí abrir los ojos y Oh no…
-Que liviano estas, no has comido en días ¿Verdad? –Me dijo mientras me sostenía en sus brazos y acercaba su rostro peligrosamente al mío.
-No te importa, ya bájame –Le dije lo más serio que pude.
-¿Así me agradeces que te haya salvado de besar el suelo? –Me reprocho dramáticamente mientras me estrechaba contra su pecho y falsas lágrimas rodaban a borbotones por sus mejillas.
-Ya Itachi, bájame, no necesito de tu caridad…
-No mi querido Sasuke, yo no hago caridad, o sea, Caridad es evitar escupirle en la cara a la gente fea, yo solo evite que tu bello rostro fuera ensuciado por el suelo… -Yo me sonroje por el comentario y él sonrío de medio lado, le solté un golpe y me baje de sus brazos… -Oh Sasuke, tranquilo –Me dijo fingiendo una cara de inocencia –No tienes por qué avergonzarte, al fin y al cabo no es tu culpa sino mía… pues he descubierto que tengo un horrible defecto… -Me dijo mientras su cara mostraba una expresión de conmoción -…Tengo el defecto de ser terriblemente irresistible.
-…
-…
-Ok, suficiente, me largo –Me disponía a irme cuando note que ya estaba amaneciendo, así que sin más remedio me refugie debajo del puente peatonal (No puede evitarlo, al menos la gente esta tan atareada que ni nota si hay alguien ahí), mi hermano, como era de esperarse se refugió conmigo, sin embargo permanecía extrañamente callado.
-¿Qué haces imbécil? – Le dije –Muévete de ahí estas muy a la vista.
-No aquí estoy perfecto… -Me contestó con una voz ronca. Lo observé con detenimiento y note como se formaba un bulto entre sus piernas y miraba fijamente hacia un lugar en específico mientras se le escurría la baba por las comisuras de la boca…
-¿Pero qué demo…? – Fijé mi mirada hacia el punto que él miraba y… -Oh por Dios Itachi ¡Eres un maldito enfermo asqueroso!
–Le grite horrorizado -Cállate Sasuke, déjame admirar esos tersos muslos, esas caritas alegres, esos bellos ojos brillantes… -Y su excitación crecía y crecía –Esos pequeños y apretaditos traseros…
-¡Deja de mirar hacia el Jardín de niños, maldito depravado! ¡Pedófilo!
Itachi me miró molesto, se levantó (y su erección seguía intacta) –Mejor me voy eres muy gritón, al fin yo como soy un vampiro de alto rango puedo andar bajo el sol, solo necesito transformarme en un humano…–Y así lo hizo y ahí me quede, solo y hambriento debajo de un puente.
-Soy patético –Me siento depresivo…
-¿Quieres un dulce? –Escuche una pequeña vocecita, levanté la vista y ahí, frente a mí, estaba un chiquillo sonriendo mientras me extendía un par de caramelos sobre su mano, yo los tomé y los miré un largo tiempo. –Bueno, ya me voy, cuídate- Y se fue.
Pues según he escuchado, los vampiros no debemos comer cosas dulces o tenemos el riesgo de transformarnos en animales o cosas así y si los comemos por segunda vez la transformación será permanente… -No me quiero exponer a algo así de horrible- pensé, entonces mi estomago rugió y sentí que me iba a desmayar ahora si de verdad…
-No puede ser tan malo ¿Verdad? Además solo los comeré una sola vez– Me dije y pues viendo mi situación extrema, me los tragué… -Son… son… son ¡Deliciosos! –Exclame lleno de dicha, nunca había comido un dulce en mi vida, pero entonces un dolor horrible me atravesó, sentí como mi respiración comenzaba a hacerse lenta y pesada, el dolor se expandió a cada fibra de mi ser, mi presión se elevó y finalmente todo se volvió negro…
...
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Continuara....