Mi nombre Inoue rui, tengo 17 años, trabajo medio tiempo en minimarket, de esta forma me gano la vida después de que mis padres murieran y mi abuelo enfermara. Los días trabajando no son tan malos, pero, el día de hoy ah sido lo peor, estoy en pleno asalto. Mientras trabajaba con mis otras dos compañeras, 3 hombres entraron, uno armado y los otros con bolsas. Un chico confiadamente sostiene el arma apuntando a mi frente, hubiera deseado que hoy fuera mi día libre. El chico que tenía el arma tenía el rostro tapado, solo podía ver esos verdes ojos. Me pidió el dinero de la caja, a lo que decidí obedecer, no quería morir, ni que ninguna de mis compañeras saliera herida por mi culpa. Los otros dos echaban en las bolsas comestibles y entre otros artículos que les serviría. Luego de unos minutos, me di cuenta que una de mis compañeras que estaba escondida debajo del mesón, llamo a la policía, la cual llego lo más rápido, alertando a los 3 criminales
-¡viene la policía!-alerto uno de sus acompañantes en este atraco
Los 3 tipos que entraron a robar tomaron lo que pudieron de dinero y se lo entregaron al chico que tenía el arma. Ya decididos a irse, me lance sobre el que tenia la pistola y la máscara, antes de que saliera de la tienda, no podía dejar que se llevara el dinero con el cual sería mi paga de este mes, lo necesitaba para los medicamentos. Le saque la máscara y pude ver bien su rostro por un minuto, hasta que me distraje y se lo cubrió nuevamente.
-¡vámonos!-grita uno y comienza a correr fuera de la tienda, subiendo a un auto que estaba estacionado ahí- ¡jefe mate a ese chico de un disparo y suba al auto!
-¡ya voy! –grito el tipo de oji verdes. Cerré mis ojos asustados, esperando que la bala impactara en mi cráneo, pero al contrario, sentí como el chico de oji verdes me cargaba y me echaba al hombro- ¡echen andar el auto!- solté un grito, pero no duro mucho, ya que tapo mi boca con su mano y me subió con él en la parte de atrás del auto. Me lanzo con fuerza dentro del auto, que me golpee contra el asiento.
Al intentar abrir la otra puerta del auto para bajar, el me agarra con uno de sus brazos y con el otro saca una pistola, en ese momento un oficial de la policía abre la puerta y le dispara en la frente, matándolo al instante. Solté un grito y luche para soltarme, pero no me sirvió de nada, escuche unos cuantos disparos y los gritos de mis dos compañeras, extendí mi mano hacia la puerta abierta, la cual se cerró cuando el auto comenzó a partir. El auto a todo motor nos llevo lejos, muy lejos de la policía. Mis lagrimas, intentaba gritar, pero el oji verdes me ato las manos y me tapo la boca con una cinta adhesiva.
-jefe está seguro de llevar a este chico, ¿no deberíamos matarlo? –comento el que manejaba el auto.
-¡cállate!-grito el oji verde, asustando a los dos que estaban adelante- yo decido lo que hago con este mocoso.
-como usted diga jefe- contesto el que iba en el puesto del copiloto.
Quede mirando al de oji verdes, preguntándome que me haría. ¿me dejara en plena carretera? ¿Me utilizara de rehén? ¿Me matara cuando ya estemos lejos? Solo esperaba que se decidiera pronto y acabar con esto.
Llegamos a un pueblo, no sabía decir donde estábamos, ya que desde hace horas que los carteles de la carretera que indicaban donde estábamos dejaron de aparecer. Miraba por el vidrio y las casas del lugar eran de madera y llena de clavos o púas, daba miedo de solo ver; no se veía mucha gente fuera, pero las que se detenían a ver el auto, tenían mala pinta y daban miedo. El auto se detiene y el oji verdes me toma del brazo, obligándome bajar del auto a la fuerza. Mientras me arrastraba dentro de una gran casa vieja, de esas que solo salen en los cuentos de brujas; miraba a mi alrededor y pude apreciar un jardín viejo, grandes matas de espinas, y el olor a muerto era horrible. Ya dentro de la casa, el panorama era peor, muebles cubiertos de telarañas y polvo, el piso rechinaba y parecía como si el segundo piso fuese a caerse en cualquier momento. Me lanzo contra un sillón y espero a que yo lo mirara para sacarse su máscara. Su cabello es negro total, pero sus ojos verdes lo hacía lucir muy bien, no me había figado en su estatura, la cual debe ser de 1,83 o 86, a pesar de todo no pude dejar de pensar que es muy guapo, aun que no debí pensar en eso en un momento así, aun que mis gustos sean hombres y no bellas mujeres.
Una chica apareció detrás del oji verdes. La chica debe tener unos 15 o 16 años, es bajita, un poco más baja que yo, su pelo es largo y de color café, de ojos de su mismo color de cabello pero un poco más claro. Su rostro no era de una persona alegre, empujo al oji verdes a un lado y se acerco a mi; saco la cinta adhesiva fuertemente, que solté un grito, que quedo un ardor alrededor de mi labio.
-¡hayato! –la chica se voltio a ver al oji verdes- ¡¿Qué significa esto?!
-¿significa que?, nami- cruzo sus brazos y con un rostro molesto soltó un suspiro- me vio el rostro, no tenía más opción que traérmelo a aquí, puede sernos útil.
-¡acaso no piensas! –Muy molesta saca una pistola y le apunta- ¡pudiste dejarlo en la carretera!
-yo decido lo que haga con el –dijo muy tranquilo. Tomo la mano de la chica y le quito la pistola, ella solo se dedico a verlo por unos momentos y suspiro- tu no debes meterte, yo veré que hacer con él.
-está bien, como quieras –la chica se voltea a verme- ¿Cómo te llamas? –no quise responder, estaba aterrado- dije, ¿Cómo te llamas?-su mirada me asusto bastante.
-I..Inoue Rui…-respondí asustado.
-ya veo – la chica sonrió, y se acerco a desatar mis manos- lo lamento mucho por ti, pero no te podrás ir de este lugar.
-¡pe..Pero!- necesitaba irme, mi abuelo me esperaba en casa.
-si no quieres morir o algo así, es mejor hacer caso –al terminar de desatar mis manos se alejo-te mostrare una habitación, en la cual dormirás.
-no hay habitaciones, dormirá en la mía –dijo el oji verde, tomando mi brazo y arrastrándome escalera arribas. Me empujo dentro de una habitación y la cerro- Inoue, ¿verdad?- decidí no mirarlo e ignorarlo, pero eso no funciono, molesto golpeo la muralla- responde.
-si..Soy Inoue Rui…y..¿Tu?-no tenía interés en saber su nombre, pero tal vez si no preguntaba se molestaría conmigo.
- Adachi Hayato-respondió. La chica de hace un momento lo llamo por su nombre, pueden que sean pareja, ya que lo llamo por su nombre- desde ahora, Inoue, serás mi sirviente, no se te ocurra huir de este pueblo, salir vivo de aquí es imposible
-¡me niego!, ¡prefiero que me mates!- no quería ser su sirviente, menos pasar todo el tiempo en este lugar. En ese momento, fue la única salida que encontré. Adachi (a quien llamare así desde ahora) se me acerco, arrinconándome en la pared- ma…mátame…-coloco su mano en la pared y acerco su rostro lo más cerca mío, lo cual me puso incomodo.
-no creo que quieras morir, solo eres un chiquillo estúpido. Si quieres volver a casa, donde alguien te espera, será mejor que cooperes, si sale bien esto, te dejare ir, solo 3 meses aquí. ¿Aceptas?
-yo…si acepto..-me puse a pensar en mi abuelo, quien me esperaba en casa, solo debían ser 3 meses.
-bien, cerremos este trato –comenzó a acercase mucho mas a mí, se veía decidido a darme un beso. Cerré mis ojos con fuerza esperando lo que se venía…