CAPITULO UNO: “BIENVENIDOS A LA UNIVERSIDAD DE LE VERT”
La Universidad de Le Vert era un importante centro de estudios al norte del país tiene el tercer puesto como la mejor opción académica en el noroeste de la nación… También cuenta con una larga trayectoria pues ha visto egresar a miles de estudiantes quienes hoy en día trabajan para las más importantes empresas…
Así como importante, también es imponente; pues el campus esta a una hora de la bulliciosa ciudad, lo que da un tranquilo ambiente de estudio y turismo, cabe señalar.
Nuestra historia toma lugar en este lugar, donde las paredes de la edificación constituirán el escenario de nuestros protagonistas, donde sus alegrías y tristezas, amores y desamores serán el ingrediente principal de todo este paraje.
¿En qué momento podemos decir que la historia comienza? Pues cuando la noche se hizo presente; donde un amor se consolida mientras otro, está demasiado lejos de admitirse…
Ahí es donde… la historia inicia:
Seguramente se perdió en el campus… lo más seguro es que haya encontrado alguna caseta y ya este de regreso…- Lukas sorbió su bebida después de decirle aquello a la masa de esteroides que se movía de un lado a otro creando un surco.
Entonces debería haber vuelto ya, fenómeno…- el aludido frunció el seño ignorándolo; después de algunos segundos, Connor se hartó y salió del cuarto dispuesto a buscar a su extraviado primo, tras un suspiro resignado, Lukas le siguió, pues también le preocupaba su amigo.
¿No sería mejor que le llamaras al celular?- preguntó en el momento en que salían del edificio donde pasarían un año escolar, Connor se detuvo admitiendo que tenía razón, saco el móvil de su bolsillo y marco. Nada.
No contesta… ese tonto seguro lo dejó en el…- sin embargo, antes de siquiera completar la frase; se quedó helado ante lo que sus ojos presenciaban; aquel que era su primo venía caminando alegremente, no era algo inusual, lo que no cuadraba ahí era el otro chico con el que venía tomado de la mano…
¿Connor?- Lukas, quien daba la espalda a la insólita escena, miró como su romie se puso pálido; volteó a ver lo que el otro ocupaba y solo abrió la boca sorprendido.
Sin embargo, una escena que Connor jamás hubiera imaginado se plantó frente a él, aquel chico extraño tomó a su primo de un momento a otro y lo abrazó posesivamente; acarició su rostro breves segundos y luego lo besó… el mayor de los McVey estaba a punto de ir a darse un encontronazo con aquel tipo si no fuera porque el mismo Alex le correspondió al rodear su cuello y seguir el contacto.
Wow… Alex sí que no pierde tiempo…- soltó Lukas de la nada para al instante taparse con una mano, pues solo pudo percibir como Connor se dio la vuelta regresando al edificio, Lukas le siguió pues sería bastante incómodo si se llegara a topar con ellos, ya luego le pedirá alguna explicación.
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Rick ya, deja de besarme que ya se me hincharon los labios – se quejó el chico tratando de apartarse del otro, Richard solo besó una última vez:
Hey, espere demasiado tiempo para besarte como ahora… así que es justo-
Pero luego no quedarán labios… además ya tendremos mucho tiempo para esto- murmuró lo último algo sonrojado, Richard soltó una carcajada abrazándole de la cintura y alzándolo en el aire:
¡Por supuesto que sí! ¡Tú y yo juntos al fin! Drew- Alex se aferró por la inesperada reacción del pelinegro, no podía creer como el serio y sarcástico Richard ahora reía y daba vueltas como loco.
Bájame tonto, me vas a marear…cielos, ¿seguro que eres tú?-
¡Por supuesto! ¿Por qué dudas? Drew, solo estoy feliz… feliz de estar contigo- Rick miró fijamente a sus orbes azules, transmitiéndole todo el amor que podía transmitirle con la sola vista, Alex asintió suspirando:
Yo también… volvamos al dormitorio- Richard enarcó una ceja, Alex leyó su pensamiento y se sonrojó – si se puede- más.
¡No te atrevas a decir nada! Y por cierto, ¿Cómo es que lograste entrar aquí?- Richard haciendo caso a su última advertencia, le besó una vez más, Alex se quejó:
Tenemos toda la noche para hablarlo… - contestó Richard, Alex no quería pensar más allá de una charla nocturna. Solo eso.
Abrió los ojos con pesadez restregándolos debido a que la ventana estaba abierta y los rayos de sol le daban directo en la cara. Se incorporó en la cama estirando sus brazos, luego observo alrededor analizando su habitación:
Era algo grande, casi del tamaño que tenía en la mansión, sin embargo tendría que ajustar la “mitad” a su territorio… pues la presencia del chico al otro extremo de la alcoba le recordaba que no estaba solo.
¿Por qué me tocó con él?- no era que le cayera mal.. bueno, no del todo, pero se extrañó demasiado por esto, ya que Alex y el eran primos lo normal sería ponerlos juntos y no así… pero mejor se guardaría sus comentarios si no quería terminar durmiendo en el cuarto de aseo.
Una maleta a medio deshacer estaba a los pies de su cama, suspiró algo frustrado, ayer en la tarde no pudieron ponerse de acuerdo en que cómoda iba usar cada quien, ni en ningún otro aspecto, se preguntaba cómo es que se había decidido el orden de las camas, pero supuso que solo había dormido ahí sin más…
No, espera… había algo más… la razón por la que se durmió tan pronto aparte del cansancio:
¡Alexander!- gritó levantándose de la cama estrepitosamente, llevándose las sabanas de encuentro; no le importó salir en bóxer y playera pues estaba a punto de asesinar a alguien... o pedirle explicación:
Lukas se levantó de inmediato al escuchar el portazo que Connor había dado, sin embargo aún somnoliento volvió a tirarse en la cama.
Bienvenidos a la universidad…- murmuró entre sueños, esperando que, no fuera interrogado por una futura escena de crimen.