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Padre e Hijo por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

 

Hola lectores :D

Espero les guste este especial por el día del padre. Sé que ya pasó, pero bueno, jaja, recién viene la idea y lo estaba escribiendo en la computadora de mi padre XD si supiera lo que hago mientras duerme jo, jo, jo. (Coleccionando fotos yaoi U////U)

Espero les guste.

(Personajes de Masashi)

 

Él era un buen esposo y buen padre. Era una perfecta familia. Eso pensaban sus vecinos que sentían envidia ante tanto amor y compresión dentro del hogar. Parecían no sufrir los típicos problemas matrimoniales sin contar al niño en plena etapa de adolescencia. Pero no, nadie podía mirar más allá de sus narices la extraña realidad que se ocultaba muy bien.

Una mujer voluptuosa de cabellos rubios, tez blanca y ojos celestes, se paseaba por la cocina acomodando todo recipiente en su sitio antes de salir, iba muy bien vestida, saldría una semana entera junto a sus amigas y dejaría a su hijo de dieciséis años solo con su padre. Necesitaba respirar aire puro, odiaba estar encerrada en su trabajo y luego atender a su familia. Por primera vez, demandaba un tiempo solo para ella y así después regresar ya más relajada. Llegó junto a la puerta observando a su esposo e hijo apoyados sobre el barandal de la escalera.

—Quiero ver todo ordenado cuando regrese. Háganme el favor de no incendiar la casa, ¿sí?

—Lo capto, madre-suspiró fastidiado.

—Estará todo en su sitio, disfruta tu tiempo a solas con tus amigas.

—Llámenme por si ocurre algo. Ah, y Naruto-miró al menor de cabellos más dorados que el de su madre y ojos más hermosos, un color similar al agua de mar de tez bronceada-Porque ahora hayas entrado en vacaciones no significa que te des de vago todo el día, ayuda a tu padre en lo que necesite, tendrás que ocuparte de la cena e intenta no quemar mis hoyas como la otra vez. ¿De acuerdo?

—Sí, sí, aarg, me dará dolor de cabeza-se tomó con ambas manos la frente.

Ino, inmediatamente escuchó el sonido del vehículo que pasaba por ella. Entre todas habían pagado un pequeño bus que pasara a recogerlas. Agarró sus grandes maletas más con la cartera colgando de uno de sus hombros, se precipitó a despedirse rápidamente con un beso al menor en su mejilla y un beso fugas en los labios a su marido.

—Los quiero, adiós-salió corriendo como podía hasta alcanza el bus, de donde se oían las chillonas voces de sus amigas extremadamente emocionadas por tener un tiempo sin hombres y sin niños.

Sasuke Uchiha, hombre muy serio ante desconocidos, cálido con su familia. Especialmente con su hijo. Atractivo pese a su ya adultez de treinta tres años, tez pálida, cabellos azabaches y ojos ónix que hipnotizaban a cualquiera que viera a ellos fijamente. Su belleza en sí, era hechizante. Hombre ocupado la mayor parte del tiempo en la empresa que su padre entregó a él y a su hermano mayor. Itachi le había dicho que todo estaría bien y que disfrutara unos días en compañía de su retoño, y sí, disfrutaría mucho. Salió de sus cavilaciones al ver la puerta cerrarse con llave y ver al blondo subir por las escaleras.

—¿Dónde vas? ¿Harás tarea?-se burló mostrando una media sonrisa.

—A tu habitación, ¿no vienes?-sonrió con picardía.

La cara del mayor se sonrojó levemente. Mentiría si dijera que no quería, a decir verdad, lo estaba deseando desde que Ino anunció su salida por una semana. Al fin estarían los dos solos en casa y harían lo que se les viniera en gana. Dejó escapar una pequeña carcajada y siguió al menor hasta llegar a la planta alta, donde al lado izquierdo estaba la habitación que compartía con su esposa. Y en donde, le haría el amor a su pequeño, se saciaría hasta caer exhausto. ¿Culpa? No, no sentía culpa por serle infiel a Ino, y Naruto parecía tampoco importarle. Mientras fueron discretos todo saldría bien, mientras al menos, pudieran amarse en secreto, nada debería de cambiar.

Observó al rubio desnudarse apenas entrando al cuarto. Analizó minuciosamente cada movimiento que ejecutaba su hijo, cada prenda que se deslizaba de su piel y caía en la alfombra de terciopelo. Los pantalones, la playera, el bóxer… oh, se estaba poniendo duro.

—¿No vienes?-le invitó con una sonrisa acostándose sobre la cama acomodada. Su posición en cuanto a las piernas muy abiertas resultó muy sugerente, y Sasuke sintió una punzada en su parte baja.

Con prisa comenzó a quitarse la camisa, calzados, cinturón seguido de los pantalones y finalmente su apretado bóxer negro. Vio al blondo relamerse los labios al ser espectador de semejante espectáculo. Sonrió acercándose y subiendo a la cama para finalmente acomodarse entre sus piernas.

—Métela, Sasuke…-jadeó.

El mayor se excitaba al escuchar de su hijo el pronunciar su propio nombre, le gustaba más eso que escucharle papá mientras lo hacía suyo. Ambos habían concordado que a la hora de tener sexo se hablarían por sus nombres y podían gritarse cuanta palabra obscena quisieran de sus labios. Miró el prodigioso miembro del menor, casi del mismo tamaño que el suyo, le había pasado buenos genes a su niño sin duda. Por su mente pasó la sola idea de perderlo por alguien más, que pudiera obtener todo de Naruto incluso su amor, apretó sus puños a cada lado de la cama. El día que eso ocurriese definitivamente el no estaría presente, prefería estar muerto, si, muerto antes que ver a su pequeño en brazos de una mujer u otro hombre.

—¿Ocurre algo?-posó su mano en una de sus mejillas.

—¿Eh…?

—Te has quedado callado, tienes cara de perdido.

—Nada-tomó su mano entre la suya y la acercó a sus labios otorgándole un dulce beso-No pasa nada. Ahora solo quiero… meterte mi pene y hacerte gritar de placer-sonrió con lujuria.

—¡Hazlo!-gritó obediente, separó sus piernas dejando a la vista el deleitable orificio rosa que haría ver el paraíso al moreno. No hacía falta preparación alguna, su retoño estaba más que acostumbrado a su enorme hombría, eso era, porque él iba por las tardes a buscarlo a su colegio y copulaban como conejos a escondidas de otros estudiantes en el interior del establecimiento.

Ah, hermosos momentos definitivamente. El sexo con su hijo era más placentero que con su esposa y madre de aquel ángel que habían hecho juntos. Naruto era su todo. Tomó su pene y fue introduciéndolo en la deliciosa entrada de su hijo, escuchó los jadeos y un fuerte gemido al entrar por completo. Se inclinó más hacia abajo llegando a tocar el rostro del menor y respirar el mismo aire.

 —Que rico eres, mi querido Naruto-le mordió el lóbulo de la oreja y sacó su lengua recorriéndola a su alrededor.

—¡Ah! Mi cuello, besa mi cuello, amo cuando lo haces, Sasuke.

—Quiero marcarlo-jadeó.

—Haz lo que quieras conmigo, te pertenezco.

—Mmmh-comenzó a embestir con brusquedad ante esas candentes palabras.

—¡Aaaaahh, sí, oh, sí! ¡Sasuke, Sasuke!-sus piernas rodearon su cintura y sus brazos el cuello alvino de su padre, sintiendo esas fuertes estocadas partiéndolo poco a poco-¡Ah! ¡Ah! ¡Más! ¡Dame más!

Sin dejar de penetrarlo, acercó sus labios a los suyos demandando un apasionado beso donde no tardaron en participar sus lenguas ansiosas por una lucha húmeda. El rubio lo tomó de la nuca incitándole a que lo besara con más intensidad, a que le robara todo su preciado aire con su boca tan experta. Sasuke se apartó dejando a la vista un largo puente de saliva que el oji-azul desarmó con su lengua, el pelinegro acercó su boca al cuello y no dudó en marcarlo como tanto lo anhelaba.

—¡Ah, Sasuke! ¡Oh!

Sentir al mayor dándole duro por dentro y chupando su piel, mordiéndole hasta dejarle una visible marca era realmente exquisito. Se correría si no tuviera tanto aguante. La mano del moreno se deslizó hábilmente por debajo de sus cuerpos ya adquiriendo algo de sudor, tomó el duro pene del menor y comenzó a masturbarlo.

—¡Ah, ah, ah! Voy a… Sasuke-se aferró a su ancha espalda.

—Naruto, Naruto…-gimió apartándose de su cuello ya rojo. Se empecinó esta vez en seguir entrando y saliendo de ese pequeño cuerpo que tenía debajo de él, aumentó las estocadas, sintió su miembro palpitar estaba al límite. Pasaban los minutos, pronto alcanzarían tocar el cielo juntos.

La mano que tenía sujetando el pene del menor finalmente se vio viscosa de ese elixir por toda su palma, vio al blondo respirar agitado con la cara completamente roja y sus ojos brillantes. Quitó la mano lamiendo el resto de semen, abrazó a Naruto sentándolo sobre sus piernas sin dificultad alguna.

—Me toca correrme, mi rubio-volvió con el ritmo fuerte de las embestidas. Comenzaba a escasearle al aire, respiraba agitado, sintió su miembro a punto de explotar en ese interior cálido.

—Sasuke…-el rubio permaneció abrazándole pese a las pocas fuerzas que poseía. No quería estar un segundo lejos de él, Sasuke era su padre, y su gran amor. No había nadie más que él en su vida amorosa. Le amaba con locura y esperaba que eso siguiera por mucho tiempo.

—Ah, ah, ah, Mi Naruto… ¡Ah!-lo sostuvo fuertemente entre sus brazos largando su espesa esencia en la entrada de su pequeño.

—Ah, es tan… tan cálido. Que rico se siente…

—Naruto-le tomó su mentón mirándole fijamente-Te amo tanto, mi rubio, sé que es un amor enfermo, pero… no puedo alejarme de ti, mi pequeño. No puedo.

—No lo hagas, papá-susurró acortando la distancia entre sus labios.

Los besos de Sasuke quemaban, quemaban tan lujuriosamente cada fibra de su cuerpo hasta al punto de darle más fuerza, más ganas de seguir por horas. Y él sabía que su moreno padre no estaría satisfecho con una sola ronda, por lo que no se sorprendió en ser nuevamente empujado contra el colchón y sentir el pene ya no flácido, sino hinchado para una segunda vez de sexo acalorado.

—Eres un pervertido-río abrazándole.

—Pero me amas así-besó fugazmente sus labios.

—Y no te cambiaría por nada. Feliz día, Sasuke.

—Gracias Naruto, mi regalo será una segunda y tercera ronda. Eres lo mejor-comenzó a embestir el ya chorreante orificio-Voy a llenarte hasta quedarme dormido sobre ti.

—Eso quiero verlo… ah, ah, dame fuerte. ¡Sasuke!-se aferró a su espalda.

—Lo haré mi pequeño-De repente tuvo una idea. Lo abrazó y se puso de pie llevándolo con él al cuarto de baño-Será más excitante con el agua empapando nuestros cuerpos.

—Pervertido adicto-río-Te amo-habló quedito contra su cuello.

—Yo a ti, mi rubio. Con todo mi ser.

 

Si, los vecinos ven lo que quieren ver, pero no imaginan el amor sincero que se tienen padre e hijo Uchiha. Quien sabe qué consecuencias traerá su enfermiza relación, por ahora era mejor no pensar en ello y disfrutarse uno al otro sin la presencia de esposa/madre. Sasuke dejaría a su retoño en silla de ruedas, aunque este no estuviera de acuerdo con ello. Le haría el amor de mil formas. Se lo merecía en el día del padre.

 


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