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Sin ti no hay razón por Hikari Chibi Uchiha

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Notas del fanfic:

Summary: Alfred F. Jones es el nuevo estudiante becado transferido en Hetalia Gakuen. Cerca de la escuela se encuentra cierto bosque en donde conoce a un chico peculiar: cabellos rubios, ojos esmeralda y cejas pobladas, quien lleva el nombre de Arthur. Ahora que ha empezado su curso en la nueva escuela, ¿Qué tipo de cosas le esperan? ¿Por qué ha sentido esta gran curiosidad hacia aquel chico desde el momento en que lo vio?

-Te amo Arthur- dijo una vez terminado el beso, dejando mudo al chico inglés, quien después de algunos minutos contesto un casi inaudible “Yo también”

 


Solo una pequeña aclaracion. Esta historia ocurre en el mismo lugar y tiempo que mi anterior fic "Por qué yo estaré ahi" el cual es spamano. No es necesario haberlo leido ya que intenté no mezclar ambas historias. Lo unico es que ambos fanfics ocurren en la misma escuela ^^ eso es todo. Disfrutenlo!

Notas del capitulo:

Disclaimer:

Hikari: *suspira* Holas de nuevo!!! Aquí reportándome con un nuevo fanfic

Arthur: Aunque tengas uno a medias *mirándola fijamente*

Hikari: Artie no me regañes TwT aun estoy en proceso para terminar ese otro fanfic. De todas formas esta vez intenta quitarme un poco la pisca dramatizadora y lo hice un poco humorístico pero mas que nada romántico

Alfred: Hikari pensaba hacer de esta historia un one-shot pero salió demasiado largo, por lo que tuvo que dividirlo en unos cuantos capítulos

Hikari: Peuqeño fallo de cálculos eweU bueno eso no importa, como saben Hetalia no me pertenece ni tampoco ninguna de las naciones (ni modo :P), hetalia le pertenece a Himaruya Hidekaz y bueno yo solo escribí por puro ocio XD, aun asi espero que disfruten este fanfic!

Estaba nervioso…sentía como su corazón latía fuertemente en su pecho, estaba nervioso pero no lo iba a admitir en voz alta, de todos modos, él era un héroe y un héroe nunca se ponía nervioso sin importar la situación.

Era un lunes, antes de las 7 de la mañana, Alfred F. Jones se encontraba parado justo de frente a la que sería su nueva escuela: Hetalia Gakuen: una escuela prestigiosa de chicos ricos, donde se estudiaban las artes, la música, cocina, la ciencia y la tecnología, claro está que, además de los niños ricos que lograban pagar la elevada colegiatura, también estaban aquellos afortunados, que gracias a algún talento lograban ser becados dentro de la escuela, y bueno aquí estaba el nuevo claro ejemplo, el chico estadounidense era uno de los pocos que lograban entrar como becados gracias a su talento.

-He llegado muy temprano- se dijo al ver su reloj de muñeca…aun faltaba casi una hora para el comienzo de sus clases, comenzó a caminar, tal vez conocer los alrededores de su escuela no sería malo. Camino unas cuantas cuadras para después encontrarse con una reja no muy alta con un letrero de propiedad privada en  él. Se podía ver que pasando la reja se expandía un extenso bosque, tal vez abandonado o solo cerrado permanentemente. El chico, aunque sabía que podía meterse en problemas, no lo pensó demasiado después de cruzar con cierta facilidad la reja.

-No me adentraré demasiado…si alguien me pregunta solo diré que me perdí…-se dijo al tiempo que empezaba a caminar por el frondoso bosque, pasando por algunos robles y pinos y aves de distintas especies posadas en sus ramas, pasó también por un pequeño riachuelo dejando ver algunos peces dejándose ir por la corriente. Caminó durante varios minutos hasta que llegó a una parte extensa del bosque, los frondosos árboles terminaban de aparecer, dejando ver solo pasto corto con un solitario árbol en el centro, dando la vista a un extenso lago de agua cristalina

-Good!-mencionó fascinado viendo el paisaje, era tan hermoso, apuesto que los atardeceres en aquel lugar se verían hermosos. Su vista recorrió aquel extenso y fascinante lago, aunque su vista se detuvo justo en el árbol (el cual no estaba ni tan alto ni con tantas ramas como el resto) que se encontraba en el centro del campo. Justo recargado en él se encontraba sentado un chico, cabello rubio y con el mismo uniforme que él traía puesto, mientras leía un libro de pasta gruesa

-Hello!- dijo cuando se hubo acercado al chico, quien no se había percatado de su presencia, ahora que lo veía de cerca, pudo notar sus cejas pobladas y sus orbes verde esmeralda, su piel clara y sus rasgos finos- Tú también eres de Hetalia Gakuen ¿cierto?- El otro chico sólo frunció el ceño mientras lo recorría con la mirada

-Si… ¿eres nuevo cierto? Se te nota en la cara- dijo para volver a posar su vista en su libro

-Emmm…si, acabo de ser transferido aquí y bueno….soy un alumno becado, con bastante talento debo presumir- dijo mientras inflaba su pecho y se daba aires de grandeza. El otro chico le vio nuevamente, desde su cabello color trigo hasta sus zapatos escolares nuevos

-En definitiva eres nuevo…-dijo intentando recuperar su vista en el libro- Creo que oí sobre tu transferencia…realmente no me importan demasiado esos asuntos

-¿Oíste?... ¡eso quiere decir que antes de entrar ya hasta soy famoso!-  Alfred tomo asiento junto a su lado, aun cuando ni siquiera se lo había preguntado

-Jah! si claro- contesto con un tono de sarcasmo. Un silencio de varios minutos se posó entre ellos, tal vez debido a que el chico estaba esperando que Alfred hablara, cuando no lo hizo él fue quien rompió el silencio, que extrañamente no era incomodo- Y bien… ¿no alardearas sobre tu talento?

-¿Eh?- Alfred se quedo pensativo durante unos segundo viendo el cielo. Tal vez era bastante común que los chicos becados presumieran sus talentos por los que no tuvieron que pagar una pizca de dinero para entrar a Hetalia Gakuen- Pues no…si en verdad quieres saber tendrás que verme en acción- dijo mientras mostraba una resplandeciente sonrisa, casi se parecía a esas sonrisas de los héroes en las películas americanas.- Pero más importante, ¿no me dirás tu nombre?

-¿Por qué debería presentarme si tú fuiste el que llego cuando yo estaba aquí primero?- dijo en tono cortante

-Oh claro, mucho gusto soy Alfred F. Jones, vengo de los Estados Unidos, mi madre y hermano viven en el campo pero aun así fui becado por Hetalia Gakuen, así que decidí venir aquí a España y poder sacarle provecho a mi talento, quiero conseguir la beca que dan aquí para poder seguir con mi talento y ayudar económicamente a mi familia- Alfred hablaba con un fuerte tono en su voz, con emoción, con esperanza sobre la vida que le esperaría dentro de Hetalia Gakuen- tu turno, ¿cuál es tu nombre? –dijo curioso viendo a su acompañante, quien guardo su libro antes de contestar

-Arthur…inglés, no soy becado- dijo corta y directamente. Alfred lo vio como esperando una respuesta más larga, y al no haber aumentado más frases solo dio un suspiro

-¿Ni siquiera me dirás tu apellido?- Arthur se paró del lugar de donde estaba sacudiéndose un poco su uniforme hecho a la medida de alguna hojita que se le hubiera podido quedar

-Cuando empiecen tus clases lo entenderás- Arthur se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección de donde había llegado Alfred- Por cierto- se dio la vuelta viendo a Alfred- no regreses a este lugar, está prohibido- se dio nuevamente la vuelta y desapareció entre los árboles. Alfred sintió la necesidad de seguirlo pero cuando se había dado cuenta el chico ya no se encontraba dentro de su campo visual

-Vaya….que chico tan extraño acabo de conocer- dijo mientras también se sacudía la ropa- Con que Arthur eh…-dijo formando media sonrisa en su rostro, si que iba a ser entretenido el año escolar

Una hora más tarde Alfred se encontraba al frente de una de las aulas siendo presentado por el tutor de la clase

-Él es Alfred F. Jones y es un chico transferido desde los Estados Unidos, como algunos de ustedes él también es becado, pero para todos: recuerden que él también es un alumno de esta prestigiosa escuela así que espero que lo ayuden a que se integre y en sus dudas- Todos asintieron con un perezoso y opaco “si” mientras que unos cuentos hablaban entre murmullos con sus compañeros de alado

- Sé que no todos tienen las mismas clases durante todo el día pero asegúrense de que, aquellos que sean sus compañeros en casi todas las asignaturas, mencionarle sobre su transferencia al profesor encargado. Muy bien Jones, puedes sentarte a lado de Bonnefoy y de Honda- los mencionados levantaron levemente la mano para indicarle su lugar al chico nuevo, quien entusiasmado se sentó en el lugar

-Oh mon ami, si que tienes la cara de todo un novato y becado- dijo con acento francés el chico rubio de alado, piel claro y cabello sedoso con una mirada de pervert…quiero decir seductora- Pero que irrespetuoso de mi parte, lo siento, soy Francis Bonnefoy, francés y sin beca

-Mucho gusto- dijo un poco espantado por el tono del chico, tal vez un poco sobreactuado

-Y el chico de tu lado es Kiku Honda- al voltear hacia la dirección contraria se encontró con un chico cabello negro y corto, con ojos de la misma tonalidad. Al notar la mirada de Alfred hizo una breve reverencia para luego regresar su atención al pizarrón- Japonés, becado, quien no se permite bajar de promedio, pero bueno supongo que ustedes los becados tienen que cuidar algunos de esos aspectos

-¡Nada de murmullos jóvenes! ¡La clase ha empezado!- dijo la profesora para hacerlos callar, ya después habría tiempo de presentaciones

Al terminar la clase Alfred tuvo que trasladarse a otra aula, junto con Kiku con quien al comparar horarios se dieron cuenta de que estarían juntos todo el día, excepto en el horario de la tarde, horario donde se daban las clases artísticas y humanísticas

-Alfred-san al parecer estaremos juntos, espero que nos llevemos bien-dijo para después dar una leve reverencia

-Espero lo mismo- dijo mostrando su gran sonrisa. Durante todo el día Alfred conoció a varias personas con las que compartiría algunas clases, entre ellos a un chico italiano que todos llamaban Feliciano, a un chico alemán llamado Ludwig, un chico chino, un español (quien al parecer era muy amigo de Francis), una chica húngara y un austriaco, pero ni un solo rastro del chico inglés que conoció esa misma mañana

-Oye Francis y…Antonio ¿cierto?- recordando el nombre del español quien asintió con la mirada- ¿alguno de ustedes conoce a un chico inglés llamado Arthur? Es inglés, tiene ojos verdes y unas graaandes cejas- el chico se puso tres dedos arriba de cada ojo para simular las pobladas cejas del chico de la mañana

-Desafortunadamente si-dijo el español reprimiendo unas risitas por el último comentario de Alfred- ¿Por qué la pregunta?

-Ah! No por nada…lo conocí hoy en la mañana pero no me dijo ni siquiera su apellido- Francis se acerco con pasos firmes y le pasó un brazo por los hombros para hablarle al oído

-Oh petitt  Alfred, toda la escuela conoce a Arthur Kirkland, el menor de cuatro hermanos dentro de una de las familias más ricas en toda Europa, además de que es nuestro queridísimo y solitario presidente estudiantil

-¿Presidente estudiantil?- dijo con duda para que los chicos le explicaran

-Él se encarga en parte mantener el control entre los alumnos y los profesores, aunque realmente solo es el soplón de las travesuras hechas por los alumnos-dijo dando un pesado suspiro aun en los hombros del estadounidense

-No te conviene hacer alguna maldad cerca de él…es más si puedes evitar contacto alguno ¡mejor aun!-continuo el español quien se había acercado un poco para no levantar demasiado la voz- Nosotros los becados….no, ni siquiera a los chicos ricos les conviene meterse en problemas con Kirkland- Alzó su dedo índice y se acercó aun mas al rostro de Francis y de Alfred para seguir hablando- Alfred tú y yo somos chicos becados, si te atreves a romper alguna regla en presencia de Arthur vele diciendo adiós a tu beca de la universidad, o hasta dejar la misma escuela

-¿¡¿Eh?!? ¿¡Es así de peligroso?!- dijo un poco asustado separándose de ambos aun algo sorprendido

-Si mon ami, y bueno aun si no tuvieras la beca tendrías que cuidarte de Arthur, por ejemplo, ningún alumno sin beca de aquí, no es parte de una familia más poderosa que la Kirkland, por lo que si alguien se atreve a darle problemas, las consecuencias se verán reflejadas en la familia, ya sea industria o herencia, todo se puede venir abajo- dijo mientras negaba con su cabeza imaginándose el peor escenario

-La familia de Francis es la familia más poderosa después de la Kirkland dentro de la escuela, pero Bonnefoy y Kirkland nunca se han llevado bien por lo que Francis tampoco está de todo a salvo

-¿¡Pero qué dices Antoine?! Yo molestare al pequeño Arthur siempre que yo quiera y no habrá problema alguno

-Si si claro….bueno pero regresando al punto Alfred- llamo a su compañero quien se había quedado en un estado entre sorpresa y duda- Solo recurre a Kirkland cuando sea necesario y no por mucho tiempo, ya sabrás las consecuencias si algo sale mal

-De acuerdo…- Alfred recordó al chico serio de la mañana, era verdad que aun cuando el chico no le dijera su apellido tarde o temprano se daría cuenta de que era el presidente estudiantil, aun sabiendo los peligros y haber escuchado las advertencias de sus nuevos amigos aun sentía cierta curiosidad por el chico inglés, verlo aquella mañana, en aquel paisaje y tan….solitario (por decirlo de alguna forma), no podía simplemente alejarse de su curiosidad y conocerlo por él mismo

- Kesesese ¿qué hacen ustedes dos sin mi awesomidad cerca?- dijo un chico albino, cabello blanco y ojos rojos, riendo como lunático al llegar con los tres chicos

-Gilbert, ¿ya terminó tu clase de economía?- dijo Antonio evadiendo a propósito la pregunta del llamado Gilbert

-¡Afortunadamente si! ¡¡¡El profesor de economía es un pesado!!! ¡Ha dejado otro proyecto para la siguiente semana! ¿¡Francis por qué me dejaste solo en el campo de batalla?!- dijo un dramático Gilbert mientras jalaba de la camisa al francés, como si de verdad estuviera sollozando

-Amour, ya te he repetido mil veces que no volveré a entrar a una clase donde este Arthur, no soporto respirar el mismo aire que él, aun si tengo que reprobar algunas de mis materias

-¿Economía?- dijo dudoso Alfred mientras veía su horario intentando buscar aquella asignatura

-No te preocupes Alfred, ¿has notado que tienes algunas horas libres entre semana? Como por ejemplo aquí- dijo señalando un cuadrito en blanco en el horario de Alfred- en estas horas los chicos ricos deben tomar asignaturas especiales como Administración o economía para el bien de sus familias ricachonas

-¡Toño! ¡No lo digas como si fuera así de fácil! En verdad ustedes los chicos becados tienen suerte, no tienen que oír al molesto profesor hablando sobre economía ¡que ni siquiera te interesa!

-Oi, oi, Gilbert, al menos ustedes no deben quedarse más allá de una hora después de terminado el horario matutino, muchos de los becados se quedan en la escuela practicando hasta que los sacan a patadas para poder cerrar, ser becado también tiene complicaciones- el español intento hacer ver a su amigo que no era tampoco fácil ser un chico becado

-Por cierto….es la primera vez que te veo- dijo Gilbert mientras detenía su dramatización, en parte ignorando al pobre de Antonio quien solo dio un pesado suspiro

-Oh, soy Alfred F. Jones, becado y bueno soy nuevo- contestó algo nervioso ya que Gilbert aun no se había percatado antes de su presencia

-Oh! ¡¡Con que un nuevo!! Soy Gilbert Beilschmidt, ¡un gusto!- Alfred reconoció el apellido, tal vez este tal Gilbert era pariente del chico alemán que se sentaba junto a él durante la clase de literatura.

 Los cuatro entablaron una cómoda conversación durante los próximos minutos en lo que esperaban que la campana sonase para su próxima clase, Alfred se dio cuenta de la estrecha amistad entre sus tres compañeros, aun cuando se decían bromas pesadas o pequeños golpecitos se veía que disfrutaban estar los tres juntos. La campana sonó y Alfred tuvo que encaminarse solo a su próxima aula

-Por cierto Jones- dijo la profesora de historia universal a mitad de su clase, captando la atención del nuevo- ¿Has dejado ya tu papel de inscripción en la sala del consejo estudiantil? No lo vayas a olvidar por favor

-Oh! Perdone ¡lo había olvidado por completo!- dijo mientras buscaba en su mochila el molesto papel- Profesora, ¿puedo salir un momento? No tardare

-Solo esta vez Jones, será la primera y última vez que salgas de mi clase- contestó mientras retomaba su escritura en el pizarrón

-¡Thanks! ¡No tardo!- dijo saliendo hacia el pasillo, afortunadamente contaba con un pequeño croquis de la escuela y el consejo estudiantil no se encontraba lejos

Después de haber girado por algunos pasillos vio una puerta con letras en grande “Consejo Estudiantil”, tal vez debería mantener por ahora distancia hacia Arthur Kirkland, tal vez después de la escuela podría verlo de nuevo y calmar aquella curiosidad hacia él. Alfred tocó algunas veces la puerta y reconoció la voz cuando le dieron el “pasa” desde dentro

-Esto…buenas tardes, soy el estudiante transferido y me pidieron entregar esto- Alfred quería hablar con él, aquel chico de ojos verdes, cabellos rubios y cejas pobladas, quien al parecer bebía una taza de té mientras revisaba algunos documentos

-Gracias- dijo sin siquiera verlo, dejando un poco decepcionado a Alfred, él esperaba algo como “oh otra vez tu” o “pues ya lo sabes, soy el presidente estudiantil”, pero ninguna reacción hubo por parte de Arthur, como si no se hubiesen visto esa misma mañana.- Déjalo aquí en mi escritorio, regresa a tu clase

-Ok, thanks…-Alfred dejo el papel lentamente intentando alguna reacción pero nada, simplemente estaba bebiendo té. Sin poder calmar sus propios impulsos decidió él mismo empezar una conversación -Emmm… así que al final eres el p-presidente estudiantil eh- intentó un tono normal, pero su voz se quebró justo a mitad de la oración. Arthur por fin poso sus ojos en el chico, mirándolo como una especie de espécimen extraño

-¿Acaso no oíste hablar sobre mi? Ya deberías saberlo, tengo el poder suficiente para dejarte sin la beca y a toda tu familia en la banca rota ¿o no?- el tono sarcástico de Arthur que uso en la oración dejo algo confundido a Alfred, debería sonar más seguro o arrogante, como le hicieron entender Antonio y Francis

-¿Y por qué lo harías? Aun no he roto ninguna regla- dijo intentando retarlo, tal vez Arthur era del tipo de personas que contaban con el poder de aplastar a los demás…y aun así no lo usaba

-Estas fuera de tu salón de clase cuando tu profesor te advirtió que no tardases, el ir en contra de las advertencias de un profesor esta fuera del reglamento- Alfred trago fuerte al notar la exigencia de Arthur, si que era bastante observador el chico

-Oh!...claro por supuesto… ¿entonces me dejaras sin mi beca en mi primer día de clases?-dijo nervioso, rezando porque no sucediera así

-No soy un dictador como para quitarte la beca por una tontería así, idiota- Arthur frunció el ceño, mostrando algo de molestia por la actitud del otro

-¿E-enserio? Fiuu, estaba empezando a creerme todo lo que Francis y Antonio me dijeron- Al oír los nombres Arthur soltó un suspiro que más bien parecía un pequeño gruñido, captando la atención de Alfred-

-Soy parte de la familia Kirkland, Jones tengo el poder suficiente para efectivamente quitarte la beca, pero nunca se la he quitado a nadie, ni siquiera por que se hayan estado murmurando a mis espaldas. Todo lo que te dijeron aquellos chicos son simples exageraciones, pero si eres feliz creyéndoles está bien, cree en lo que quieras, ahora lárgate de aquí y regresa a tu salón de clases- Alfred se quedo dudoso después de aquella frase, ¿qué quería decir con eso? ¿Acaso le habían dicho puros rumores falsos? Cuando se disponía a preguntar la mirada furiosa por parte de Arthur se lo impidió, por lo que silenciosamente dejo la oficina con Arthur dentro

Las siguientes clases fueron agotadoras para el pobre de Alfred quien apenas podía seguir el ritmo tan estresante con cada tarea y trabajo que los profesores mencionaban. La salvación de Alfred resonó junto con la campana haciendo que este se casi desmayara sobre su asiento

-Alfred-san, ¡Alfred-san! ¡Tenemos que apresurarnos para la clase artística!- dijo su compañero Kiku mientras lo movía levemente para lograr despertarlo

-¿¡Mas clases?! ¡¡¡Esto no es posible!!!- Alfred no quería moverse, ¿¡cómo lograba Kiku para verse tan fresco como una lechuga después del bombardeo de las asignaturas?!

-Alfred-san, el horario de la tarde empieza, la mayoría de los becados nos tenemos que dirigir a las aulas para practicar…-Kiku soltó un suspiro al ver como Alfred de un momento a otro se había quedado completamente dormido- Será mejor apurarme o si no Yao-san vendrá a buscarme- Rápidamente tomo una pluma y dejo un mensaje junto a Alfred para cuando despertará, tomó sus cosas y se fue.

Arthur se aseguraba de que todos los salones normales (donde se tomaban las cases de las mañana) estuvieran vacios y en orden. O al menos era así hasta que llego a cierta aula y vio a un chico durmiendo en su asiento con su rostro hundido en sus brazos cruzados soltando unos cuantos ronquidos. Soltó un soplido molesto y se acercó al chico, no le importaba ser odiado por los demás siempre y cuando todos acataran las reglas del instituto

-¿¡Que crees que haces?!- dijo cuando se puso frente al asiento, esperando a que el chico despertara. El bello durmiente solo se quejo un poco pero ni siquiera se despertó en la presencia de Kirkland

-¡No me importa si eres becado o no! ¡¡¡Despierta con un demonio!!!- Arthur le propicio un fuerte golpe en la cabeza, dado el golpe pegó su frente fuertemente con el escritorio y después se incorporó en su asiento- T-tú eres…-empezó a tartamudear al reconocer al chico

-¡Auch! ¡¡¡Auch!!!... ¿qué sucede?- Alfred se frotaba su frente lastimada intentando despertarse completamente- ¿Arthur? Oh! ¿¡Que te sucede?! ¡¡No me despiertes de esa forma!!

-¡No debería si quiera despertarte si no te hubieras quedado dormido en el aula, Jones! ¡Y no me hables tan confianzudamente! ¡¡Ahora lárgate a tu clase artística!!- Alfred se acomodo los lentes y sonrió tranquilamente, ¿¡¿quién se atrevía a actuar de aquella manera frente a Arthur Kirkland?!? Todos apenas lo veían y empezaban el murmullo o simplemente se alejaban, ¿¡el tipo era un idiota o que le pasaba?!

-Creo que me quede un poco dormido después de la última clase- Alfred se frotaba aun sus ojos con un poco de pereza cuando vio el mensaje que le había dejado Kiku “Alfred-san. No debería dormir después del turno matutino, me fui a mi clase correspondiente, espero que logre llegar a tiempo a la suya, nos vemos mañana.- Honda Kiku-”. Alfred volteo hacia Arthur quien aun lo veía con extrañeza, era momento de enseñarle al gran presidente estudiantil el tipo de persona que era -Es cierto…hey Arthur, no has revisado mi historial académico ¿cierto?- dijo evadiendo todos los regaños del inglés quien solo negó con la cabeza- ¡Perfecto! Entonces no lo revises aun ¿ok? ¡Primero tienes que venir a este salón dentro de 30 minutos! Good bye!- Alfred dejo un papel doblado con el salón mencionado para después salir rápidamente del aula, dejando un confundido Arthur

-¿Qué demonios le ocurre?- se quejó mientras él también dejaba el aula. Arthur se dirigió al consejo estudiantil, donde no había nadie…si bien la sala decía “consejo estudiantil” el único miembro era él,  ya que al parecer no era del agrado de los demás estudiantes, por lo que no tenía ningún amigo ni alguien que al que le tuviera confianza. Era extraño saber que un chico apenas transferido se mostrara de esa forma tan abierta con él, aun después de haber oído sobre él por parte de Antonio y Francis

Pasaron los 30 minutos y Arthur estaba indeciso en si ir al salón señalado. Excusándose a sí mismo de que solo era porque no había encontrado el historial del chico entre tanto papeleo se dirigió a paso rápido al salón.

Abrió lentamente la puerta intentando no llamar la atención, ahora que recordaba aquel salón era un pequeño auditorio donde a veces se daban pequeñas conferencias o algunos anuncios para un pequeño sector del alumnado. Todo el auditorio se encontraba con las luces apagadas, excepto aquella que iluminaba el centro del escenario. Aquella persona que se encontraba arriba era… ¿¡era Alfred?!

-No sé qué nombre emplear para decirte quién soy. Mi nombre, ¡oh amor mío!, se me hace odioso, ya que es para ti el enemigo. Si lo viera escrito, le haría trizas.- pronunciaba Alfred mientras movía sus piernas, sus manos, su rostro se tornaba en las palabras pronunciadas. Su cuerpo bien formado destacaba sin el suéter escolar y con la camisa a medio abrir, mientras que su bello y afilado rostro podía mostrar aquellas facciones sin dificultad sin usar sus anteojos.

-Aun no han percibido mis oídos cien palabras pronunciadas por esa voz…- le contestaba la chica que también estaba en el escenario. Aun así Arthur no podía dejar de ver la actuación de Alfred, ¡actuar era su talento, por dios! Ese chico se expresaba fácilmente arriba del escenario, hasta parecía una persona completamente diferente, ¡aquel que había estado durmiendo hace 30 minutos en el aula no podía ser el mismo que estuviera actuando de esa forma! Kirkland no podía dejar de sorprenderse cada vez que Jones soltaba una frase, ¡hasta parecía un verdadero Romeo cuando hablaba de esa forma!

-¡Oh noche feliz! Como es de noche, me temo que todo esto sea un sueño, harto agradable para ser real.- Arthur había quedándose viendo durante varios minutos aquella representación, solo viendo a Alfred, cuando vio esa mañana al tipo, nunca creyó que su beca había sido dada por actuación

-Dos palabras más, querido Romeo, y luego buenas noches…- Estaba seguro que había visto a la chica en algún otro lado, bueno como si a alguien le importara la actuación de la chica, ¡la de Alfred era cien o mil veces mejor!

-…Voy a la celda de mi padre espiritual para implorar su ayuda y enterarle de mi buena fortuna- pronunció al final Alfred, para que después las luces del resto del auditorio se prendieran, dando un pequeño susto al inglés de la puerta

-¡Joven Jones! ¡¡¡Es fabuloso!!!- dijo el profesor encargado de la clase mientras daba varios aplausos- ¡Estas a la par con Sey! ¡Nunca había visto un Romeo y una Julieta tan enamorados!

-No diga eso profesor, solo fue una actuación para probar al compañero transferido- dijo un poco sonrojada la chica llamada Sey, Arthur se quedo pensativo al recordar el nombre de la chica, pero realmente no le importo demasiado, era obvio que había visto a la chica, no por algo era presidente estudiantil

-Jejeje muchas gracias profesor, aunque no estoy muy acostumbrado a este tipo de papeles tan renacentistas- Alfred había regresado a su personalidad común, y el hechizo que había atrapado a Arthur se desvaneció; inhalo una gran bocanada de aire llenando sus pulmones a lo máximo… ¿Por qué había aguantado la respiración? Sentía además su cara arder y su corazón con un palpitar bastante fuerte, ¿por qué se había puesto es ese estado?

-Alfred no te preocupes, eres en verdad muy bueno actuando, me sorprendí cuando representaste de esa forma a Romeo, aun cuando llegaste tarde a la clase jejeje- se rio un poco Sey recordando como el chico había llegado agitado y tarde a la clase

-Jones, no quiero que vuelvas a llegar tarde a mi clase, solo lo pasare esta vez por la magnífica actuación que nos mostraste, ¿entendido?

-Si señor- dijo con media sonrisa, mas le valía acostumbrarse al ritmo de la escuela rápido, o solo se metería en serios problemas. Alfred oyó levemente el rechinido de la puerta por lo que ver hacia esta encontró a Arthur viéndolo fijamente, quien dio un saltito al verse descubierto y salió corriendo de su lugar- Disculpe profesor…apenas me estoy acostumbrando al ritmo escolar, ¿podría irme temprano el día de hoy? Realmente aun sigo agotado por el viaje del avión y el primer día de escuela- El profesor se le quedo viendo con una mirada estricta, pero al final asintió con la cabeza y mano dando a entender que podía retirarse

Alfred dio las gracias y sin siquiera ponerse el suéter o abotonarse más la camisa agarró su mochila y se dirigió a la sala del consejo estudiantil

-¡Hey Arthur!- dijo cuando entró sin siquiera tocar la puerta, aunque no había sido necesario ya que en el consejo estudiantil no había nadie- ¿Donde pudo haber ido?- se pregunto a si mismo mientras se ponía los anteojos. No conocía a Arthur, no había intercambiado demasiadas palabras con el chico y aun así quería verlo, además que por la expresión que tenía el inglés cuando lo descubrió al pie de la puerta, supuso que había estado viendo su representación

Alfred estuvo buscando al inglés por varios pasillos, algunas veces intentó preguntar por él a los alumnos que encontraba pero estos simplemente decían no haberlo visto y escabullirse lejos, al parecer era verdad eso de que Arthur era el solitario y exigente presidente estudiantil

De alguna forma, Alfred había salido de la escuela y se dirigía a aquel bosque tapado por la reja de seguridad, la cruzó de la misma forma y facilidad, pasados varios minutos de caminata llegó nuevamente al lugar donde había visto por primera vez a Arthur

-¡Ahí esta!- dijo para sí mismo acercándose con sigilo al otro rubio. Arthur se encontraba acostado en el pasto usando su mochila como almohada y el mismo libro de la mañana tapando ambos ojos. Alfred se acercó lo suficiente para después ponerse en cuclillas, poniendo su rostro justo por encima del de Arthur.

-¿Arthur Kirkland?- Alfred quito con cuidado el libro del rostro del inglés, dejando ver el rostro durmiente con el ceño ligeramente fruncido- Dime ahora ¿quién es el bello durmiente?- Alfred rió bajito por su propio comentario y un leve quejido salió de Arthur, al parecer no estaba tan profundamente dormido como lo estaba Alfred en el aula

-Sí que tienes un mejor humor cuando estas dormido que estando despierto eh- Alfred recorrió con su mirada el rostro cercano de Arthur, sus cejas pobladas, sus ojos cerrados enmarcados por unas pestañas medianamente largas, una nariz perfecta que se movía con ritmo ante sus respiraciones lentas, sus labios rosados y levemente entreabiertos, dejando escapar pequeños suspiros entre sueños, oh esos lindos y pequeños labios, ¿cómo se sentirían?

-¿¡¿Q-que demonios estoy pensando?!?- Alfred se sonrojo por sus propios pensamientos, especialmente los que iban dirigidos a los labios de Arthur, después de haber desviado por unos cuantos segundos su mirar, volvió a ver los labios de Arthur, aun curioso por ellos. Sin pensar demasiado en sus acciones fue acercándose levemente para poder juntas los suyos propios con los ingleses

-Idiota… ¿Jones?- dijo un adormilado Arthur mientras abría sus ojos y veía el rostro cercano del estadounidense, quien se había quedado a pocos centímetros de completar el beso- ¡AH! ¡¿¡Qué te crees maldito pervertido!?!- Arthur intento incorporarse inmediatamente, pero por la rápida acción ambas frentes chocaron con brusquedad, haciendo quejar ambos chicos

-¡Auch! ¿¡Que te sucede Arthur?!, ¡si sigues así me harás un gran chichón en la frente!- Alfred se había separado por completo y ahora solo estaba acostado en el pasto mientras se quejaba por el fuerte golpe

-¡¡¡Es lo que te quiero preguntar a ti idiota!!! ¡¿Se puede saber qué demonios querías hacer a esa distancia?!- dijo Arthur sentado junto al otro mientras también se sobaba la frente lastimada

-Yo…yo solo… ¡no se! ¡Es tu culpa por dormirte en un lugar como este!!- dijo intentando defenderse mientras se reincorporaba

-¿¡¿Mi culpa?!?! ¡¡Como si yo fuera de los que se durmieran en las aulas después de un día normal!!- Ante el comentario Alfred abrió la boca, pero no pudo contraatacar al comentario, por lo que termino solo haciendo un infantil puchero- Además, ¿quién te dio el permiso de llamarme por mi nombre?

-¿Tu nombre?- Alfred se quedo pensativo por la extraño comentario- Todos te llaman por tu nombre ¿no es así? Al menos Francis lo hace

-¡No menciones al cara de sapo por favor!, aunque es lógico solo llevas un día en la escuela- Arthur tomo su libro y lo metió cuidadosamente a su mochila- Nadie tiene la suficiente confianza en mí, por lo que lo único que les importa es mi apellido

-Oí un poco de eso en la escuela, que suerte poder ser parte de la familia más rica de la escuela- Alfred se arrimo un poco para sentarse más cerca del inglés sin que este lo notara

-Eh~ si claro, suerte- contesto con sarcasmo mientras fruncía mas su ceño- ¿de quién oíste de mi? No me digas que solo les preguntaste a Fernández Carriedo y al cara de sapo

-Si te refieres a Antonio y a Francis, pues si- Levantó los hombros como si no tuviera culpa alguna- Algo sobre que tu familia es poderosa, que a los alumnos como yo puedes quitarles la beca y a los alumnos como Francis o ese chico Gilbert podrías llevar a su familia a la quiebra, y también que eres el presidente estudiantil soplón y solitario

-Espera… ¿¡también hablaste con Beilschmidt?!- dijo un poco alterado cuando Alfred asintió con su cabeza- De los cientos de personas dentro de la escuela que pudiste haberles preguntado vas y hablas con el Bad Friend Trio- suspiro pesadamente cuando se dejo caer nuevamente al pasto y pasando sus brazos por detrás de su cabeza- Bueno tampoco es que me importe demasiado que es lo que pienses de mi persona, no serás ni el primero ni el último que me termine odiando e ignorándome

-¿De qué hablas? ¿En verdad has quitado becas y destruido industrias familiares?- dijo curioso mientras veía a Arthur

-¡Claro que no! Las personas como ellos tienden a exagerar solo por mis raíces y por un pequeño incidente de mi primer año como presidente estudiantil- dio un suspiro cansado y después continuó- Y las demás personas tienden a creerles…no digo que sean malas personas pero simplemente no les agrado

-Bueno eres demasiado apegado a las normas…aunque sigo sin comprenderte demasiado- Alfred lanzó una sonrisa confusa, la cual al chocar con las pupilas de Arthur el rostro inglés se sonrojo levemente, aunque para disimularlo solo giró un poco la cabeza cerrando los ojos

-Veras, conozco a Francis desde que éramos unos niños, nuestras familias nunca se han llevado bien por las relaciones profesionales, además de que odio su retorcida y pervertida personalidad. Durante mi primer año en la escuela me nombraron presidente estudiantil, intenté hacer un buen trabajo y llevarme bien con los que en aquel entonces  pertenecían al consejo estudiantil- Arthur abrió sus ojos solo para encontrarse con Alfred prestándole atención por lo que decidió continuar- ¿Conoces a Honda Kiku?

-¡Oh claro! Compartiré la mayoría de mis asignaturas con él, se ve que es buena persona…pero…- Alfred no sabía qué tenía que ver el japonés dentro de la plática pero dejó que Arthur continuara

-Es buna persona…a mediados de aquel año de alguna forma estuvo involucrado en una pelea entre dos chicos…Karpusi Heracles y Annan Sadiq, al parecer ambos peleaban por saber quien se llevaba mejor con Honda, una simple estupidez- Alfred rió bajito al saber la causa de la pelea, al parecer Kiku era bastante querido por varias personas- La pelea se intensificó y ni siquiera yo pude detenerla…así que llamé a un profesor para poner orden, al final se pudo controlar la situación pero ambos quedaron suspendidos el resto del año

-¿¡Eh?! ¿¡Eso fue lo que decidiste?!- expresó sorprendido

-¡Por supuesto que no! ¡Yo solo tengo que controlar el orden en la escuela, no impongo el castigo!- Arthur se sentó rápidamente ante la acusación de Alfred quien se calmo después de eso- Pero aun así, no tardaron de correr rumores de que el castigo lo había sugerido yo, además de quitarle la beca a Karpusi y mandar a la ruina a la familia de Annan- Arthur regresó a su posición anterior para seguir hablando- Obviamente ninguno de esos rumores es cierto, ambos regresaron al siguiente año, con beca y con dinero, pero aun así no tuvieron las bolas de desmentir los rumores- Alfred se quedó callado un momento procesando el relato anterior, Arthur no era culpable de nada, lo único que había intentado hacer era cumplir con su trabajo como era debido, pero al pedir ayuda a los profesores solo había provocado el odio y los rumores por parte de los alumnos- Al final, los alumnos del consejo dejaron sus cargos y solo quedé yo…ya que “Kirkland es una gran familia con poder, así que Arthur podrá dirigir él solo la escuela”

-¡Oi! ¡¡Eso es demasiado injusto!!- una sensación de molestia invadió a Alfred después de la última oración. Cerró sus puños y los dejo caer con fuerza contra el pasto- ¡Tu familia ni siquiera tuvo algo que ver con el incidente!

-Lo sé- dijo mientras veía curioso el enfado de Alfred- pero aun así no pude detener los rumores. Cuando te acostumbres mas a la escuela verás que cada semana hay nuevos rumores sobre que le quite a alguien su beca o sobre el poder de mi familia

-¡¿Cómo puedes estar tan calmado aun en esta situación?! ¡Deberías intentar remediarlo! ¡Seguir los consejos de algún amigo o algo así!- Alfred gateó hasta quedar más cerca de Arthur intentando calmar su enojo y furia

-¿Eh? Para empezar Jones, después del incidente nadie quiso acercarse a mí, así que no soy de las personas que puedan decir que tienen al menos un amigo- Arthur intento ocultar su nerviosismo de tener al otro tan cerca mientras aun explicaba con calma- y en segundo lugar esto ya no me afecta, supongo que ya estoy acostumbrado, que si me odian o le tienen miedo a mi familia, a mi me vale un bledo lo que piensen- Alfred iba a empezar a reclamar nuevamente pero fue interrumpido por Kirkland antes de siquiera soltar la primera palabra- Así que, para evitar más rumores será mejor que no te vuelvas a acercar más de lo necesario a mi Jones, este lugar también es perteneciente a los Kirkland por lo que podría acusarte de violar propiedad privada en cualquier momento, así que te pido de favor de no regreses mas aquí- Arthur se paró nuevamente y una escena familiar a la de esa misma mañana se repetía, se sacudió un poco el uniforme, tomo su mochila y empezó a caminar lejos

-Pero no lo harás Arthur…ahora comprendo que no serías capaz de acusarme por algo así- Arthur giró un poco para poder ver a Alfred quien seguía sentado en el pasto- Tú no utilizas a tu familia en este tipo de cosas, eres alguien que se quedo solo al intentar seguir con lo que tu creías correcto, y no eres el soplón y malvado presidente que dicen que eres- Alfred sonrió nuevamente, haciendo que el corazón de Arthur palpitara fuertemente, ¿qué era aquella sensación? Siempre que aquella sonrisa se asomaba por el rostro del estadounidense no podía sentirse tranquilo- Así que déjame convertirme en tu primer amigo Arthur, llámame Alfred ¿ok?- Un silencio se poso entre ambos, Arthur sin poder pensar en palabras correctas para la situación

-N-no seas idiota J-jones…- Arthur se dio nuevamente la vuelta para seguir su camino, su cara ardía, su corazón palpitaba tan fuerte que dolía, necesitaba salir de la vista de Alfred

-Vendré también mañana Arthur- dijo antes de que el inglés saliera corriendo del lugar

 

~*~*~* CONTINUARA ~*~*~*

 

Notas finales:

Hikari: Y bien? Que les pareció? Me darían la oportunidad para seguirlo subiendo? *w*?

Arthur: Y-yo no soy asi! Además, creo que te has puesto algo cursi esta vez

Alfred: No te preocupes Iggy, a mi me ha gustado el fic de Hikari, en el siguiente capítulo nos espera mucho mas acercamiento *ve de forma sensual a Arthur*

Arthur: I-idiota! No malterpretes! Yo no dije que quería cosas asi!!! ¬///¬

Hikari: Ah ~ este par de enamorados. Bueno espero que les haya gustado el capitulo, ya saben pueden darme sus opiniones ya sea por facebook o por amor-yaoi (aunque recuerden! Aunque no tengan cuenta pueden opinar por aquí mismo y no perdería los lindos coments que me dedican TwT). Espero que le den una pequeña oportunidad a esta historia, de ser asi nos leemos en el siguiente cap! Bye byeeee

P.D: les invito a leer la historia paralela a esta (es spamano) de "Porque yo estaré ahi" y mi fic (aun incompleto tmb spamano) "La belleza del amor, el dolor del olvido" jejeje x si les interesa n.n


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