Recién se había mudado juntos, recién estaban acomodando aquellos muebles, los cuadros, su vida, todo era paz e incluso ahora mismo estaban saliendo por algo de comer a unas pocas cuadras de ahí, entre risas, platicas sin sentido y demás… el moreno se adelanto un rechinido de autos y gritos, gritos de un histérico rubio sin nariz, gritos que pedían ayuda, que pedían una ambulancia el auto se había pasado el alto y ahora mismo el moreno yacía en el asfalto inconsciente.
No supo cuanto tiempo estuvo en el hospital, realmente no recordaba nada, había estado en coma desde entonces y hasta tuvieron que operarlo debido a unas complicaciones quitándole menos de un tercio de su cerebro, intento hablar… nada, intento recordar que hacía antes de aquello… ni un solo recuerdo, el médico dijo que si iba a terapias existía la posibilidad de recordar la memoria o volver a hablar; el rubio solo asintió.
Fue llevado a aquel departamento vacio… al parecer era su hogar al igual que el del rubio pues sus cosas también estaban ahí, una cama… ¿Por qué había una cama?, le habían dado una libreta para escribir y fue que se dispuso a preguntar pero antes de que pudiese hacerlo el rubio hablo.
-Kai… yo me iré por las noches y regresare en las mañanas…-
Podía notar algo, vaya que si podía, el que estaba frente de si aquel chico estaba sufriendo y el por más que quería no sabía el por qué, pasaron pronto los días, las semanas y meses el no podía hablar ni recordar nada… pronto se había acostumbrado a Akira, la forma que tenia de animarle, las conversaciones largas y tendidas mas siempre sentía que el otro estaba sufriendo, no se dio cuenta de cuando empezó a sentir algo por el …
Eran las diez de la noche y estaban cenando el rubio solo le observaba… siempre le observaba con tal ímpetu que parecía querer ver atreves de sí, su vista nunca podía mantenerse en el… siempre divagaban a los cuadros semi puestos… la mesa
Como esos cuadros que aun están por colgar,
como el mantel de la cena de ayer.
Siempre esperando que te diga algo más,
y mis sentidas palabras no quieren volar.
Terminando de cenar el rubio siempre se iba entonces el quedaba de nuevo solo en aquellas paredes que a pesar de no recordarlas se le hacían tan conocidas, empezó a revisar las cajas que nunca había abierto fotos de él con el contrario… le dolía, apenas y empezó a hojearlas fue cuando tocaron la puerta como desesperados… la una de la mañana, en un inicio se fijo en quién era y como era Reita abrió, este olía a alcohol cigarrillos… sexo… quería preguntarle cosas, decirle cosas… o mejor dicho escribirle pero no era el momento… ¿Cierto?, lo mejor ahora era ir a preparar un café…
Lo nunca dicho se disuelve en té,
como el infiel dice “nunca lo haré”
Siento que estoy en una cárcel de amor
me olvidarás si no firmo mi declaración.
Pronto paso el tiempo, el rubio siempre llegaba con nuevas marcas y eso… eso empezaba a hacer mella en el, quería decirle algo… decirle en un inicio “me gustas”, siempre lo escribía pero cada que estaba por entregarle aquello ahora una chica se presentaba siempre se quedaba con la mano extendida hacia el rubio, arrugando aquel papel y en su rostro una sonrisa más que ensayada se posaba.
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mis silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y yo una muñeca de trapo.
Después era lo mismo, ver al rubio salir por aquella puerta y el soltarse a llorar como si estuviera desesperado, era difícil… muy difícil se quedaba por horas y horas frente a la puerta hasta que obscurecía e iba a aquella vacía habitación, siempre que podía observaba a las afuera de esta… la luna era la única que podía saber cual estúpido se sentía… era solo su amigo y estaba muriendo por el… realmente muriendo…
Cada silencio es un nube que va
detrás de mi sin parar de llorar.
Quiero contarte lo que siento por ti ,
que me escuche hablar la luna de enero mirándote a ti.
Pronto había optado por salir de la casa debido a los mareos repentinos y el dolor punzante en su cabeza… no dijo nada a nadie, ni siquiera a su propia madre, al parecer su cerebro no había sanado del todo después de la operación y poco a poco estaba muriendo por zonas, pudriéndose, le recetaron antibióticos mas no prometieron nada, pronto empezó a caer en constantes fiebres, dolores de cabeza punzantes, pronto su vista fue nula… primero en uno de sus ojos, supo que ya no podría verle más… escribió una carta y la guardo entre su almohada.
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mis silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y yo una muñeca de trapo.
No supo como llego a invierno pues entre el silencio de su habitación se podían escuchar las maquinas ayudándole a sobrevivir o al menos lo poco que quedaba de el y esto solo podían oírlo los demás pues el prácticamente estaba mudo, sordo y ciego… solo sufriendo dolores descomunales… pudo sentir el tacto de alguien … y apenas fue capaz de sacar algo… con el nombre de Akira.
No tengo miedo al fuego eterno,
tampoco a sus cuentos amargos
pero el silencio es algo frio
y mis inviernos son muy largos.
Y a tu regreso estaré lejos
entre los versos de algún tango.
Porque este corazón sincero
Murió siendo muñeca de trapo.
Al poco tiempo… murió por completo… la carta fue entregada a Reita el día del funeral…
Querido Akira:
Nunca te pude recordar, lo siento. Gracias por siempre estar conmigo a pesar de todo, espero que dures mas con esta novia que con las demás… no quiero verte sufrir desde arriba, sabes fui un tonto siempre quise decirte algo pero nunca pude, nunca fue el momento y ahora mismo tampoco lo es, ¿Verdad?
No se me da muy bien expresarme y menos cuando doy tantos problemas, cuando te doy tanto problemas ahora mismo estoy por darte algunos mas… no te enojes conmigo ni te pongas triste yo ya sabía en qué iba a terminar…
Creo que tú y yo salíamos, ¿Cierto?... Me hubiera gustado que me lo dijeras, me hubiera gustado terminar de acomodar aquellos cuadros, aquellas cajas, cada uno de nuestros recuerdos… perdón esculque tus cosas… además de que me estoy desviando del tema.
De nuevo me gustaste… de nuevo empecé a quererte tu mirada me fue necesaria, tu sonrisa… e incluso el trapo en tu nariz quise quitarlo, ¿Bobo verdad?.. lo que quiero decir Akira … es que…
“Te amare después de la muerte”