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El otro lado de la paciencia por MomoTheGrace

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Notas del fanfic:

Al terminar de escribir “Paciencia” pensé que la conversación telefónica entre Kikwang y Hyunseung no podía quedarse solo en eso y por eso decidí hacer la otra versión, de ahí el título del oneshot. Espero que os guste :3

El otro lado de la paciencia

 

Hyunseung necesitaba unas pequeñas vacaciones, lo sabía y aunque no debía hacerlo, lo hizo. No soportaba más el desastre de cocina que había organizado Yoseob, y eso que él mismo fregaba las cosas que usaba cuando cocinaba, llega a dejarlo todo y entrar en la cocina sería toda una aventura, que ni Indiana Jones, por muy valiente que fuera, se atrevería a entrar porque vete tu a saber qué es lo que hay ahí y lo que sea que haya te vaya a morder. No, no podía más, y vio su oportunidad cuando un día por la mañana, su madre le llamó diciéndole que se iba a ir visitar a la abuela unos días y que si quería algo, ahí fue cuando se decidió no desaprovecharla, le dijo que tenía ganas de estar en casa unos días a solas porque sus amigos no tenían ganas de mover un dedo, su madre, que al principio se rió diciendo “Estos niños~” le dijo que podía quedarse en casa, aunque estuviese el solo, pues su hermana se había ido de viaje de nosequé con unas amigas a celebrar nosequé cosas, le dijo que no pasaba nada y colgó. Diez minutos más tarde estaba en la puerta del apartamento para salir, con un bolso en mano para un par de días, con un Kikwang suplicante porque no lo hiciera y con un Yoseob pasota, que le había despedido con un gesto de mano, tirado en el suelo del salón viendo la televisión. Negó con la cabeza, necesitaba relajarse un par de días, cuando volviese, es posible que ayudase a los otros dos con sus tareas, pero ahora que las veía iguales desde hace un par de días, se agobiaba. No, no volvería hasta no haberse relajado, y él sabía perfectamente como hacerlo. Sonrió de lado y se despidió, dejando a un Kikwang desolado y a un Yoseob que seguía viendo la televisión como si Hyunseung solo se hubiese ido a tirar la basura y fuese a volver enseguida.

 

* * *

 

El sonido de algo vibrando contra la madera, rompió el silencio de la habitación. Una de las personas se removió en la cama murmurando en sueños, mientras que la otra dejaba escapar un suspiro y alargaba la mano buscando a tientas el móvil sobre la mesilla de noche. Tumbado, con un ojo abierto y el otro cerrado por el sueño, pasó el dedo por encima de la pantalla táctil, que mostraba un círculo verde que indicaba que respondería la llamada, se aclaró la garganta suavemente y se lo puso en la oreja, habiendo apenas leído el primer caracter coreano, que indicaba el nombre de la llamada entrante, que empezaba por “Ki”.

 

-Hyung, por favor, vuelve, estoy harto de comer ramen instantáneo –Al oír la voz supo el resto de caracteres del nombre. Sonrió, porque no había pasado más de una semana y Kikwang ya gritaba por ayuda. Decidió jugar un rato con él.

 

-Hola a ti también Kikwang-ah –dijo después de soltar una pequeña risa casi susurrada, pues no quería despertar a su acompañante.

 

-En serio hyung, no estoy de humor para más tonterías –el tono de voz de Kikwang le indicaba que, en efecto, no estaba de humor para juegos.

 

-Oh–respondió, comprendiendo que tendrían que hablar en serio. Se movió de manera que quedó boca-arriba e incorporándose después, apoyando la espalda en la almohada y cabecero de la cama –Solo volveré si la cocina está decente–habló de nuevo, aclarándose la garganta y hablando bajito, de manera susurrante.

 

-Lo sé, le he dicho a Yoseob hyung que si limpiaba la cocina era posible que vinieses a cocinarnos, creo que es un buen incentivo –la voz de Kikwang sonó animada, como creyendo en lo que decía, además que lo hizo con el mismo tono de voz que él, cosa que provocó una risa en Hyunseung, un poco más alta que antes.

 

-¿Con quién hablas? –dijo de pronto una voz al lado suyo. Giró la cabeza y vio a su acompañante, que le miraba con cara adormilada y los ojos cerrándosele lentamente.

 

–Con Kikwang, ¿te he despertado?dijo suavemente, mientras ponía el móvil en el pecho de manera que la otra parte no pudiese escuchar.

 

 –Si, pero no pasa nada –El acompañante se incorporó en la cama, acercándose a Hyunseung. Acortó la distancia entre sus labios, besando sin profundizarlo, como diciéndole “Buenos días” de esa manera. Siguió con los besos a lo largo de su mandíbula y por el cuello. Por su parte, el otro giró la cabeza dándole más acceso, apretando un poco el móvil con su mano, y fue ahí que se acordó de su conversación con Kikwang.

 

–Estate quieto, todavía estoy al teléfono –susurró intentando que el otro parase, pero este había decidido seguir con su camino de besos por su pecho. Con un dedo en la frente del otro, Hyunseung le levantó la cabeza, consiguiendo pararle, de momento –Kikwang-ah, ¿sigues ahí? –preguntó con voz suave seguido de un pequeño suspiro involuntario que había provocado uno de los besos por su pecho, le lanzó a su acompañante una mirada de advertencia, que por supuesto ignoró con una sonrisa sobre su piel.

 

-Si, hyung, sigo aquí, decidiendo qué poner junto con la carne que he comprado para comer –Hyunseung alzó una ceja, se ve que Kikwang ya se había rendido con respecto a tratar de llevarlo para que cocinase, iba a proponerle un acompañamiento pero Kikwang le interrumpió antes siquiera de empezar -¿Con quién estás? –fue la pregunta que le hizo. Hyunseung frunció el ceño, pero luego recordó que había tenido que oír la voz cuando de repente se había colado en su conversación de antes.

 

-Si cuando llegues, Yoseob ha hecho la cocina, me llamas y voy, pero- Había decidido ignorar la pregunta de Kikwang, haciendo como si no hubiese oído nada, demasiadas cosas que explicar y a él honestamente no le apetecía, cuando unos  labios se apoderaron de los suyos en medio de la frase, sintiendo una mano en su nuca para profundizar en el beso. Puso su mano, la que estaba libre del teléfono, en la muñeca del otro, pasando los dedos por el relieve de las letras del tatuaje, para detenerlo, cosa que consiguió, haciendo que ambos labios estuvieran unidos por un pequeño hilo, que el otro se apresuró a limpiar con la lengua, sonriendo después de eso –pero sinceramente no creo que eso vaya a ocurrir –terminó de decir la frase que le había estado diciendo. Le costaba hablar por culpa del estúpido de Junhyung, que había decidido ignorar el hecho de que estaba en una conversación telefónica con Kikwang, y besarle como si nada. Le lanzó una mirada de odio, que no alcanzó a molestar al otro, puesto que una mirada de odio, con lo labios sonrosados y brillantes por su beso y las mejillas color rojo, no le intimidaban.

 

-Pero a lo mejor si lo ayudamos entre los dos a hacer la cocina, y le decimos que no lo volveremos a hacer, que la próxima vez será el solo, es posible que no vuelva a dejarlo para el final –Pudo percibir a medias la frustración de Kikwang, puesto que tener una lengua jugando con su pezón no era la mejor de las cosas para concentrarse.

 

-Hmm –dijo a medias reflexionando a medias de placer -Ah, Kikwang en serio –resopló Hyunseung cuando captó todo el mensaje, no podía creer que fuese tan ingenuo, en serio –no creerás que él no se aprovechará de eso…-se quedó en silencio, porque el muy capullo de Junhyung le había cogido el pene y se lo había comenzado a frotar –Espera un momento –le dijo en un susurro apurado, escondiendo el teléfono bajo la almohada y acercando su cabeza como podía a la del otro. Esta vez se iba enterar, ¿cómo se le ocurría masturbarle mientras hablaba por teléfono? -¿Qué te crees que haces? –le susurró justo delante de la boca para que no llegasen los sonidos al móvil.

 

-Nada, solo estoy con mi novio, ¿pasa algo? –preguntó en un susurro Junhyung alzando una ceja y sonriendo de lado. Hyunseung se mordió el labio inferior aguantándose las ganas de quitarle la sonrisa a besos y mordidas. Le lanzó una nueva mirada de advertencia, que venía a decir: “Estate quieto hasta que acabe la conversación”, a lo que el otro respondió levantando la otra ceja, como diciendo: “Ni de coña”. Cogió las caderas del otro y las atrajo más hacia él, abriendo las piernas y posicionándose en medio.

 

 -¿Qué te estaba diciendo? –le preguntó a Kikwang en voz baja. Cuando se había echado para atrás, quedando tumbado de nuevo sobre el colchón, había tenido que alargar el brazo para rescatar el móvil de debajo de la almohada y poder terminar de una vez la bendita conversación con Kikwang.

 

-Que se aprovechará de que le hayamos ayudado a hacer sus tareas –dijo el otro lado de la línea después de unos segundos.

 

-Ah, si –se volvió a aclarar la voz y habló con voz más firme que antes, a pesar de las caricias que le estaba proporcionando su novio por los muslos –pues eso, se aprovechará y cada vez que nosotros queramos la cocina limpia, el querrá que le ayudemos y será un círculo vicioso de nunca acabar.

 

-Pero… -comenzó a decir Kikwang, pero le interrumpió, no podía más, necesitaba del otro, que no hacía más que provocarle con sus atenciones, y tener a Kikwang al teléfono no entraba en sus planes de sexo con Junhyung.

 

-¿Y sabes qué es lo peor de todo?le preguntó, sabía que a Kikwang le iba a joder enormemente lo que le iba a decir, pero en cierta manera era cierto.

 

-No –se escuchó la temerosa respuesta del otro lado de la línea.

 

-Que hasta tu mismo sabes que acabarás haciendo sus tareas, que cuando llegue el resto a casa él se llevará el mérito y tú no dirás nada porque no quieres malos rollos y que él volverá a hacerlo porque sabe que tú se lo harás y no dirás nada–El idiota de su novio había cogido el lubricante, que se había quedado cerca de ellos la noche anterior, se había untado dos dedos y le había metido uno de ellos en el culo, todo eso mientras seguía hablando por teléfono provocando un suspiro involuntario, que esperó que el otro no hubiera percibido.

 

-Eso es mentira, yo no lo haré –le escuchó refunfuñar, pero apenas podía pensar en lo que le decía, el dedo entrando y saliendo de esa manera lo iba a enloquecer.

 

-Oh, si, créeme que lo harás, porque lo consientes de esa manera, él te manipula y no haces nada para impedírselo –Soltó una risita, primero al sentir unos dedos rozar su costado, tenía cosquillas ahí, y segundo, por la respuesta de Kikwang, mientras tanto el segundo dedo se le había unido al otro, y Hyunseung estaba empezando a desesperarse porque quería más, y temía gemir involuntariamente estando todavía al teléfono.

 

-No es cierto, no me manipula –le escuchó refunfuñar de nuevo y eso provocó que rodara los ojos, aún en una situación como esa, decidió molestarle antes de poder colgarle, que se jodiera un ratito.

 

-Claro que si, juega contigo, igual que lo haría con una consola – “O un consolador”, dijo Junhyung sin que ningún sonido saliese de su boca, provocando una sonrisa en Hyunseung seguido de un suspiro, ya que había sacado los dedos de improvisto.

 

-¡Que no! –medio gritó Kikwang, haciendo que Hyunseung se apartase el teléfono de la oreja con molestia y rodase los ojos de nuevo, seguro que había llamado la atención en el sitio donde estaba ahora. A veces Kikwang no era un ingenuo, era un idiota sin cerebro.

 

-Pues demuéstraselo a él, demuéstrale que no te puede manipular a su antojo y hacer contigo lo que quiera, cambia las posicionesdijo, seguido de eso fue Junhyung el que decidió que la conversación había acabado, porque había cogido el móvil del otro y lo había tirado lejos, oyéndose como caía al suelo y se salían la carcasa trasera y la batería. Hyunseung aprovechó el momento y sacando fuerza, los rodó a ambos, quedando él encima. La sugerencia de las posiciones no solo iba para Kikwang si no para ellos también. Se acercó a la cara del otro que había alzado una ceja pero no se había quejado por estar en esa posición y le besó, primero suavemente, y luego con fiereza, acabando ambos con los labios rojos y algo hinchados. Se incorporó y mientras con una mano se apoyaba en Junhyung, con la otra le había cogido el pene, que ya había lubricado el otro antes del tirar el móvil al suelo, y lo dirigía a su entrada ya preparada, haciendo que entrase.

 

Junhyung por su lado, había puesto cada mano en la cadera del otro para ayudarle en la penetración, cuando llegó al tope, se dedicó a acariciar todas las partes del cuerpo de Hyunseung a las que podía llegar, mientras éste se acostumbraba a la invasión. Pasó un rato pequeño que iba haciendo que a Junhyung le entrasen ganas de girar al otro y enterrarse lo más profundo posible, pero antes siquiera de pensar más sobre ello, Hyunseung había comenzado a moverse con lentitud encima de su miembro, Junhyung le ayudaba levantando las caderas para hacer la penetración más profunda.

 

Cuando ya no pudo más con el ritmo que el otro llevaba, Junhyung les giró a ambos en la cama, acabando, de nuevo, encima de Hyunseung, que quiso quejarse, pero en vez de eso le salió un gemido, ya que el otro había reanudado las embestidas, siendo éstas más rápidas que antes, amenazando con un final que se encontraba peligrosamente cerca gracias a Junhyung. A ese ritmo ambos estaban a punto de acabar, Junhyung lo sabía porque las paredes de su amante lo estaba apretando de una manera enloquecedora, quería acabar a la vez que él, y con eso en mente bajó una de las manos hasta el pene de Hyunseung que ya goteaba y lo comenzó a masturbar al ritmo de las embestidas.

 

Momentos después, ambos acababan en una explosión blanca y un delicioso orgasmo que los recorrió de pies a cabeza. Los besos, algo cansados por la actividad, no se hicieron de esperar. Junhyung descansó un rato encima de Hyunseung, pero después salió de su interior y se tumbó a su lado y lo atrajo a su pecho, mientras éste dibujaba formas con el dedo índice en el pectoral de su amante.

 

-¿Crees que Kikwang pueda con Yoseob? –preguntó de pronto Hyunseung, rompiendo el silencio que se había instalado en la habitación.

 

-No sé –respondió Junhyung después de pensarlo un rato –Yoseob a veces puede ser realmente molesto cuando se lo propone, sobretodo a la hora de fastidiar a Kikwang.

 

-Lo sé –Todos sabían que podía ser muy pesado si eso era lo que quería –Yo creo que Kikwang volverá a hacer de nuevo lo que Yoseob quiera –resopló con algo de fastidio. ¿Cuándo iba a aprender Kikwang a decir que no?

 

-Quién sabe, -comenzó Junhyung encogiéndose de hombros –es posible que Kikwang un día nos sorprenda y se rebele contra él.

 

Hyunseung pensaba que eso no era algo muy posible, sobretodo a corto plazo, pero como decía su novio, ¿quién sabe?

 

-¿Te preocupa haberlos dejado solos? –preguntó el otro, haciendo que Hyunseung levantase su cabeza para mirarle a los ojos.

 

-Un poco, no mucho a decir verdad, solo quiero saber cómo se han desarrollado los acontecimientos desde nuestra conversación telefónica –comentó como si fuera un niño curioso y quisiese saber cómo se hacían las palomitas.

 

-Si quieres podemos volver… -empezó a decir Junhyung, pero Hyunseung no le dejó terminar porque había alcanzado sus labios y los había comenzado a besar, hasta que necesitaron respirar -…O podemos ir a por una segunda ronda y luego volver –terminó de decir mientras sonreía.

 

Oh, claro que iba a haber una segunda ronda, porque Hyunseung se tenía que vengar de Junhyung por haberle hecho cosas pervertidas mientras hablaba por teléfono. La casa que compartían con el resto de miembros podía esperar unas horas más.

 

* * *

 

Acabaron el día entero, incluyendo parte de la noche, teniendo sexo, durmiendo, sexo, mimos y teniendo más sexo. ¿Qué importaba? Siempre podían volver a casa al día siguiente.

 

Total, ¿qué es lo que podía pasarles a Kikwang y a Yoseob en ese lapso de horas?

 

 

Notas finales:

Los comentarios me sirven para saber si os gustó <3


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