El chico malo de la escuela… Así me llamaban todo el tiempo. Ciertamente me la pasaba en una banda de muchachos que no ayudaban a mejorar mi reputación, pero me molestaba el hecho de que se tachara a una persona por las amistades que tenía.
En mi escuela se conocían varios bandos, siendo el mío el tachado de HOMOSEXUAL por la alta cantidad de chicos con buena apariencia que se unían a nosotros, además de que varias veces se encontraban a nuestros integrantes en situaciones vergonzosas. Heechul siempre nos metía en líos, era básicamente lo único que sabía hacer, por su culpa se expandían los rumores.
Como cualquier persona queríamos hacernos a la idea de tener una banda, teníamos la apariencia y las voces, pero nos faltaba confianza en nosotros mismos. Sin embargo todo nos salía bien, el director odiaba tener que acercarse a nosotros, pero aun así los eventos en el coliseo eran presentados por nuestra música, éramos un equipo bastante amplio y a nadie le molestaba en realidad.
Un día normal en la escuela se habló sobre la llegada de un reconocido cantante, todas las chicas se alocaron por la noticia y salieron a recibirle, el tal muchacho se robaba mi atención. En la entrada se estaciono un Mercedes Benz clase E negro, los vidrios estaban polarizados y el auto parecía nuevo. Se armó una gran conmoción por su llegada, todos se empujaban y gritaban, algo bastante fastidioso.
Un hombre de traje negro se bajó del automóvil y se dirigió a la puerta, al abrirla se podía percibir un exquisito aroma, un muchacho de piel blanca salió de aquel lugar, llevaba el uniforme de la escuela, al momento de entrar desplego una sonrisa a las chicas que pedían su autógrafo.
-Estoy aquí para mejorar mis estudios, por favor no interfieran- dijo en un tono frio, poco adecuado para la apariencia que mostraba.
La multitud se dispersó, quedando únicamente mi grupo frente aquel arrogante muchacho, aquel me pareció conocido y me acerque de improviso había él.
-Un gusto, mi nombre es Lee Donghae, bienvenido a la escuela- estire mi mano hacia el rubio que alzo una ceja frente a mi posición.
-Lee Hyukjae, dime Eunhyuk. ¿te estas ofreciendo como mi mayordomo personal o algo parecido?- guardo sus manos en los bolsillos de aquel pantalón – Bien, no me molesta tener uno que otro subordinado-
-Solo estaba presentándome, aquellos son..- no pude terminar, pues interrumpió mi dialogo
-No me interesan sus nombres, me basta con saber el tuyo – continuo –Llévame al salón de clases- saco una papeleta de su bolsillo derecho y me la entrego, volteo hacia el hombre de traje –Alexander, no me esperes, hoy me iré a casa con el – dijo señalando hacia mi persona.
-Parece que tenemos clases en la misma aula – articule irritado, la actitud de este muchacho estaba colmando mi paciencia –Te llevare ahora mismo – voltee a ver a los muchachos que se encontraban con la boca abierta por la paciencia que demostraba – Pueden irse, nos vemos después-
Aquella persona no se mostraba interesada en conocer la escuela, de hecho solo me observaba a mí, era una mirada intimidante, me molestaba, no parecía solamente estar mirando con curiosidad, era como si con la mirada me estuviera… desvistiendo?
Al adentrarnos en el salón de clases pude notar que no había nadie, el profesor no había llegado aún y los alumnos tampoco, ni siquiera las personas más estudiosas del salón, todo fue bastante extraño, era bastante tarde y nadie llegaba.
-Qué raro, se supone que ya comenzaron las clases – dije tratando de poner tema de conversación, pero en realidad el ambiente se tornaba bastante incomodo
-Ah, te refieres a eso – respondió mientras se acercaba a mí, haciéndome retroceder hasta chocar con el escritorio del profesor –Yo les pedí que no entraran – dijo en un tono seductor
-Enserio… ¿Porque lo hiciste, que acaso no vienes solo a estudiar?- se acercó mucho más, su aliento rozaba mi mejilla.
-Un estudiante debe divertirse – articulo mientras estiraba una de sus manos para lanzar los artículos sobre la mesa directo al suelo.
-Pero… ¿qué haces?- dije avergonzado mientras aquel hombre me levantaba y me ponía sobre la mesa.
-Esto va a ser divertido – dijo mientras relamía su labio inferior.
Aquel joven era bastante apuesto a decir verdad, tenía muy buen aspecto sexual, cualquiera que lo viera querría detallar cada parte de su cuerpo, conocer hasta el más mínimo lunar que había en él, pero yo no buscaba esto. Yo no buscaba sexo, ni problemas y menos en un aula de clase, aunque la apariencia del tipo y sus caricias me hicieran cambiar de opinión jamás perdería la cordura.
-Puedes dejar de tocarme… por favor?- dije tratando de sonar lo más frio que podía, pues la sensación de sus manos me enloquecía.
-No- respondió secamente
Se deslizo suavemente desde mi mejilla hasta mi cuello, dejando pequeñas marcas rojas con sus dientes, tomo mi corbata del cuello de la camisa y con ella sujeto mis manos, las puso sobre mi cabeza impidiendo mi movimiento. Cuando deje de resistirme comenzó a desabotonar mi camisa, tomaba los botones con su boca y los desabrochaba lentamente, una de sus manos permanecía quieta sosteniendo las mías, pero la otra se adentraba en mi camisa y se movía con precaución.
Me encontraba sentado o en posición diagonal sobre el escritorio del profesor, él se pegaba a mi cuerpo, su temperatura corporal estaba aumentando, y la tensión entre nosotros me traía loco. Se detuvo un momento y mientras me observaba se retiró el polerón y empezó a desabrochar su camisa, yo le miraba absorto. Su cuerpo era tan escultural y perfecto que me daban ganas de tocarlo, intente acercar una de mis manos e inmediatamente el me detuvo, lanzo su camisa al suelo y prosiguió con lo que hacía
-Que impaciente HaeHae- susurro a mi oído mientras observaba mis labios
Su mirada era penetrante, sentía que no solo observaba mis labios, me sentía expuesto. Se acercó lentamente mientras yo retrocedía, mi espalda se encontró con el frio mármol de la mesa y fue entonces cuando me beso. Su lengua bordeo con detalle mis labios, algo en mi abdomen se recogió mientras lo hacía. Para continuar tomo uno de mis labios y lo apretó suavemente, halo mi labio inferior hacia él y después introdujo su lengua, estaba mojado.
El beso se tornaba fogoso, ciertamente Hyukjae sabia besar bien, su lengua entraba y salía de mi boca, cuando se encontraban el ejercía una ligera presión, era excitante, la sensación era éxtasis. Deslizo sus manos por mis hombros, retirando de mi cuerpo la estorbosa camiseta. Mi miembro comenzaba a despertarse, me observo varios segundos, su mirada ardía. Se acercó a mi pecho y dio varios besos cortos hasta llegar a mi pezón derecho, lo tomo con su boca y empezó a jugar con él, mientras con la otra mano estiraba y redondeaba el otro.
Le tome la cintura con mis piernas y lo apegue a mi cuerpo, la densidad de su excitación era notable, retire con dificultad mis zapatos y apreté su espalda hasta que nuestras erecciones se rozaran. Me moví con lentitud de arriba hacia abajo, logrando hacer contacto, estimulándonos con lentitud, cuando él lo noto se despegó de mi cuerpo y se deslizo hasta el broche de mi pantalón, retirándolo torpe e impaciente, para después tomar el suyo y hacer lo mismo, pero no bajo su pantalón. Lo dejo permanecer abierto, torturándome y exasperándome.
Su miraba no se despegaba de mis ojos, retiro con cuidado la prenda, dejándome solamente en ropa interior, roce levemente su espalda mientras me miraba. Se alejó unos centímetros y una sonrisa se asomó en la comisura de su boca, yo estaba excitado, deseaba tocarlo, pero permanecía inmóvil sobre el frio mármol, saco de su bolsillo un celular, la vergüenza me lleno. Me encontraba recostado con las piernas abiertas y las manos atadas y además en ropa interior, voltee la mirada y un flash deslumbro mi rostro. Es un pervertido definitivamente.
Acababa de tomar una foto con su celular, ¿acaso no tiene vergüenza?, pero el acto me despertó, de algún modo no estaba molesto, más bien me había excitado aun mas, el entrecerró sus ojos y se acercó hacia mí, toco mi pecho de arriba abajo varias veces mientras me besaba, sus manos estaban frías, por lo tanto el contacto se me hacía más claro, las sensaciones eran más comprometedoras. Se separo de mi boca dejándome agotado y a la expectativa, bajo por mi pecho rozándome con su lengua, yo me limitaba a suspirar por la sensación, en un momento deje de sentirlo y le mire directamente, estaba sobre la marquilla de mi bóxer relamiéndose los labios, tomo entre su boca la marquilla y me retiro la prenda, yo no podía separar mis ojos de el por la impresión, el podía ser tan impredecible.
Una vez retirada mi ropa interior el retiro la que le restaba.. “Santa madre! Este tipo está bien dotado” era lo único que podía decirme mientras le miraba, ambos estábamos como dios nos trajo al mundo, mientras yo examinaba su cuerpo y el examinaba el mío yo me preguntaba “En realidad… todo eso me cabe allá?” Estaba impresionado por el tamaño de su amigo, tanto que mi cuerpo se estremeció. Al ver las caras que ponía se acerco lentamente, haciéndome gemir por el roce de su cuerpo con el mío.
-¿Que pasa pececito? – Me susurro en el oído – ¿Estas asustado? – dijo mientras bajaba desde mi oído hasta mi cuello.
El hombre estaba dejando todo su peso sobre mí, sinceramente el comienzo de todo esto me había molestado, pero en este momento solo quería tocarlo, quería sentir su pecho y su espalda, no quería dejar una sola parte de su cuerpo sin detallar.
-Yo diría excitado y extasiado- dije utilizando un tono sensual mientras mordía mi labio inferior indicándole que lo deseaba, quería que me besara como lo había hecho antes, con su lengua experta y dulce.
-Impaciente… ¿Quieres que te suelte?- dijo lentamente mientras elevaba su mirada a mis manos atadas sobre mi cabeza.
-Por favor… - dije con dulzura mientras me imaginaba lo que le haría una vez me soltara de mi restricción
Hyuk se acercó a mis manos, su pecho estaba expuesto sobre mi rostro, podría rosar su piel con mi nariz, di un beso suavemente por toda su extensión y luego sentí libertad de mis ataduras, pero él no se movió, se quedó inmóvil sobre mí. Aproveche mi basta fuerza para levantarlo de encima y le bese abruptamente, torpe, pero apasionado. Me colgué de su cuello y me abrace a él con mis piernas, reposando su espalda contra la pared.
Fue un movimiento frenético, pero la excitación me colmaba la cabeza y debía liberarme. Cuando le besaba podía sentir como nuestras lenguas tropezaban, torpes, pero el movimiento era bastante dulce. Después de lograr hacer contacto Hyuk me tomo por las muñecas, tuve miedo de que volviera a amarrarme así que me aferre a su cadera más fuerte, logrando que nuestros sexos se frotaran desesperadamente.
-Tranquilo, chico malo..-repitió sensualmente mientras se despegaba del beso, dejando ver un hilo de saliva que unía nuestros labios.
Me sostuvo del trasero y me reposo contra la pared, estaba presionando, tanto que yo podía sentir como salía el aire de mis pulmones, me miró fijamente, con la mirada encendida y tomo mi erección, mientras me miraba y pasaba su lengua por su labio inferior comenzó a estimularlo, sonidos torpes salían de mi boca, algunos por la excitación y otros por la falta de oxígeno, de momento me dio la vuelta, de tal forma que me encontraba en cuatro enfrente de el mientras me masturbaba.
Sentí como me levantaba del suelo, no podía ver porque la excitación me colmaba y mis parpados se apretaban al gemir. Cuando pude notar en donde nos encontrábamos me alarme. El salón de clase se encontraba en un segundo piso, tenía ventanas para observar el parque, en ese momento yo me encontraba siendo masturbado enfrente de la cristalera.
-¿Qué haces…podrían vernos sabes?-
-Eso es precisamente lo que me excita…
-Joder…Que estoy en bolas pegado al cristal…
-Lo sé, desde este punto solo podrían verte a ti – dijo en tono burlesco – Imagínalo, alguien mirando desde afuera…como te corres.
-No jodas y muévete.
-No – dijo rápido y me penetro en la posición.
Mi corazón palpitaba anormalmente, la impresión por pensar que alguien me viera me estaba matando, pero cuando estuvo dentro de mí no pude hacer más, era tan testarudo y fastidioso que no pude negarme, sin embargo con su movimiento me había lastimado y no podía moverme, solo podía observar fuera de la ventana y limitarme a gemir de dolor.
Espero unos segundos antes de continuar, para mi parecieron horas y por fin comenzó a moverse, despacio, torturándome…quemándome. Me penetraba rápido, luego disminuía la velocidad, en algún momento me agarro del cabello, me halo hacia atrás mientras hacía movimientos pélvicos para llegar más a fondo.
El estar pegado a un cristal, viendo pasar a la gente y sentirlo en mi interior eran sensaciones exasperantes, la adrenalina por lo que hacíamos me llenaba todo el cuerpo, no podía pensar en otra cosa que en él, me olvide del cristal y me corrí, había llegado al orgasmo un poco rápido.
-¿Tan rápido? – dijo mientras me despegaba del cristal y salía de mi interior –Pero yo aún no he terminado.
Me tomo por la cadera y me subió al escritorio de nuevo, mi respiración no se controlaba, estaba realmente excitado y exhausto. Hyuk se acercó a su mochila y saco un tarro extraño, se acercó rápidamente y puso un poco del líquido en su mano, para después tomar dos de sus dedos e introducirlos en mi entrada, comenzó a moverlos simulando embestidas.
-Hyukkkiee..- dije ebrio de placer
Su rostro se mostró sorprendido y se acercó a besar mis labios, su cuerpo temblaba, la posición lo estaba cansando. Le abrace por el cuello y mordí sus labios, permitiéndoles resbalarse entre mis dientes. Uní nuestras bocas de nuevo y pase mi lengua por su paladar generándole un espasmo, todo su cuerpo reacciono, parecía que hyuk se correría pronto.
De improviso retiro sus dedos de mi entrada y me agarro por las caderas, levantándolas un poco e introdujo su miembro erecto en mí. Podía sentir las palpitaciones en mi parte baja, Eunhyuk comenzó a moverse, rápido. Provocando que mi piel al chocarse con la suya resonara lascivamente.
-Me…Me vas a…partir – dije entre gemidos
-Esa…es la idea
Me tomo por los brazos y me sentó sobre él, yo erguí mi espalda por el punto que su miembro acababa de tocar, le tome por los hombros y me impulse de arriba abajo, ejerciendo más presión y aumentando el ritmo, mire hacia mis manos y ahí estaba el, haciendo la cara más erótica que yo había visto, le tome de la barbilla y levante su rostro, mordisquee su labio inferior de lado a lado y luego los delinee con mi lengua, uní nuestras bocas en un beso, parecía que hyuk se estaba excitando, no por su rostro, sino por la presión que sentía en mi interior, aquella cosa aumentaba de tamaño.
Reposo sus manos en mis caderas y las empujo fuertemente mientras empujaba con la pelvis, se estaba corriendo en mi interior, cosa que no me molesto. Le deje terminar mientras seguía besándole. Al dejar el beso caímos rendidos sobre el amplio escritorio.
-Me gustaría volverlo a repetir – dije más calmado
-Por mí no hay problema- respondió.